Lección 32: El Despertar Final

Pasaje Bíblico: Eclesiastés 12:1-8
En esta lección, exploramos las últimas palabras de Salomón en su diario personal, centrando nuestra atención en una advertencia triple que nos ofrece el sabio rey. Sumérgete en el capítulo 12 de Eclesiastés y descubre la primera advertencia dirigida especialmente a los jóvenes: «Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud». A través de una profunda reflexión bíblica, analizamos cómo esta llamado no solo previene el desvío en la juventud, sino que también asegura una vida plena y significativa, incluso en la vejez. Únete a nosotros y descubre el poder transformador de recordar a nuestro Creador en cada etapa de la vida.

Introducción

Entre 1968 y 1969, la cultura estadounidense estaba experimentando cambios sin precedentes. La revolución sexual estaba en marcha, las drogas se promovían en toda la cultura, y las protestas en las universidades culminaron con la muerte de 4 estudiantes disparados por la Guardia Nacional. Estados Unidos estaba dividido por la guerra de Vietnam. Martin Luther King fue asesinado y 60 días después el senador Bob Kennedy fue asesinado también. Violentos disturbios estallaban en Memphis, Baltimore y Chicago.

Pero luego, un mes más tarde todo se detuvo por un momento y el pueblo estadounidense se paró frente a sus pantallas de televisión, para ver como el Apolo 11 aterrizaba en la Luna.

Más de 650 millones de personas en todo el mundo lo vieron. Walter Cronkite, fue el popular conductor de noticias que relató el evento y anunció con gran orgullo a los televidentes que, en solo 69 años, la humanidad había pasado de viajar a caballo y en carruaje a viajar en el espacio.

Millones de personas vieron y escucharon la asombrosa frase pronunciada por el comandante Neil Armstrong, que, al momento de pisar la superficie de la luna, dijo: «Un pequeño paso para el hombre, un gran salto para la humanidad».

Este momento fue llamado “el triunfo más grande de los Estados Unidos”.

Pero lo que el mundo realmente necesitaba escuchar en ese momento – y en cualquier otro momento francamente también – era una verdad de la palabra de Dios.

Y la habrían escuchado, si no la hubieran censurado.

Lo que 650 millones de personas no escucharon fue lo que dijo otro astronauta. La NASA cortó el micrófono cuando Buzz Aldrin dio un paso adelante y leyó las palabras de Jesucristo en el Evangelio de Juan: «Yo soy la vid, vosotros los pámpanos… y separados de mí nada podéis hacer» (Juan 15:5).

Luego abrió dos pequeños paquetes, que contenían los elementos de la santa cena que había traido desde su iglesia en Texas. Mientras Neil Armstrong miraba en silencio, Aldrin comió el pan y tomó de la copa celebrando la santa cena. Los primeros alimentos consumidos en la luna fueron el recordatorio de la muerte y sacrificio de nuestro Creador, Dios el Hijo, el Señor Jesucristo.

Originalmente la idea era transmitir todo eso. Incluso Aldrin iba a leer los pasajes sobre la cena del Señor también, pero a último minuto, la NASA decidió dejarlo fuera del aire en consideración a una mujer llamada Madilyn Murray O’Hare, que estaba demandando a todo mundo por hacer cualquier tipo de lectura pública de la palabra de Dios.

Entonces, por temor a las demandas, la NASA y las redes ocultaron de 650 millones de personas lo que realmente necesitaban escuchar: no que esto había sido el gran triunfo del ingenio humano (aunque ciertamente fue un logro increíble), sino que separados de Dios nunca haremos algo de valor duradero.

Mientras tanto el veredicto ya se ha dado: Salomón lo ha dicho una y otra vez: la vida aquí debajo del sol, sin temer a nuestro Dios Creador es vacía e inútil, a la final desastrosa.

A medida que Salomón se acerca al final de su diario personal – y le invito a ver ahora sus comentarios finales – encontramos una advertencia triple. Así vamos a dividir la exposición bíblica el día de hoy.

Estamos comenzando el capítulo 12 del libro de Eclesiastés – la primera advertencia es especialmente dirigida hacia los jóvenes. Aquí está:

 

Acuérdese de su Creador para que no se desvíe en su juventud

Leamos Eclesiastés capítulo 12 y versículo 1:

 “Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos, y lleguen los años de los cuales digas: No tengo en ellos contentamiento” Eclesiastés 12:1

Entre más crece uno, más difícil se va haciendo la vida con sus crecientes responsabilidades, desafíos y presiones.

 El joven dice: «No me hable de que voy a envejecer, no quiero ser un viejo como usted”. Bueno, ¡muchas gracias!

Pero mire que Salomón no enfatiza eso. De hecho, no le dice a la juventud: «Acuérdate que te pondrás viejo». Observe que él insiste en decir: acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud.

No dice: “recuerda que un día serás viejo; sino acuérdate de tu Creador”.

Nunca será fácil recordar a su Creador en un mundo que suprime la verdad de Dios y busca silenciar y encubrir Su conocimiento; en un mundo que se niega a darle honor y las gracias por Su magnífica creación (Romanos 1:21).

Piense en el hecho de que el Apóstol Pablo dijo que la verdad del Creador estaba siendo negada y Dios no era honrado en la cultura 2000 años atrás.

Lo último que Satanás y el sistema mundial quiere es que usted o cualquiera otra persona escuche las palabras de Jesucristo cuando dijo: «Sin mí nada podéis hacer».

Salomón esencialmente escribe aquí: «jóvenes, ustedes fueron creados por Dios. No son un accidente, son parte de un diseño divino – creados y elaborados con habilidades y discapacidades – con la capacidad individual de traerle gloria a Dios cuando ponen sus vidas en las manos de Él».

La juventud no es el momento de evadir y evitar a Dios, es el momento de entregarle su vida a Él.

De hecho, la palabra hebrea traducida aquí recordar, se refiere a algo más que simplemente acordarse de una cosa. Conlleva la idea de un compromiso o una decisión que se traduce en una acción.[i]

Recordar a Dios produce la decisión de vivir para Dios. Recordar quién y cómo es Él impacta nuestro caminar con Él. Nos lleva a obedecer Su palabra, confiar en Él, aplicar Su sabiduría y reconocer Su soberana voluntad en cada aspecto de la vida.

Un autor escribió que, según estadísticas denominacionales y misioneras, el 95% de todos los creyentes llegan a la fe en Cristo antes de los 50 años; la mayoría de ellos durante la niñez.[ii]

La juventud es el momento para creer en su Creador y seguirlo.

Recuerde a su Creador para que no se desvíe en su juventud.

Aquí está la segunda advertencia:

 

Recuerde a su Creador para que no se sienta miserable en su vejez

Tenga en cuenta, que Salomón también les dice a todos que se regocijen, que se alegren en su vida – no sólo a los jóvenes.

Volviendo al capítulo 11, versículo 8, él escribió: «Una persona que vive muchos años, en todos ellos tenga gozo”.

Pero Salomón también es realista. Se da cuenta ahora siendo un hombre mayor que, con la edad, viene una enorme cantidad de desafíos adicionales.

Y en el transcurso de los siguientes versículos, describe poéticamente los problemas y achaques de la vejez. Vamos a estudiarlos rápidamente comenzando por el versículo 2:

“…antes que se oscurezca el sol, y la luz, y la luna y las estrellas, y vuelvan las nubes tras la lluvia” Eclesiastés 12:2

En este contexto, la frase parece describir el triste semblante que puede invadir a un anciano que ahora lucha con la pérdida de claridad a medida que todo se oscurece.

Un autor escribió: En el momento en que por fin lo complejo se va aclarando, la memoria empieza a desaparecer».[iii]

La mayoría de los comentaristas creen que esto hace referencia a la pérdida de la memoria. La claridad y los recuerdos se atenúan con la edad.

Tal vez usted cree que está pasando por eso, pero no puede recordar bien si lo está o no.

Hace poco leí sobre unos amigos de más o menos 35 años, que estudiaron juntos en la universidad y decidieron reunirse cada quince años para mantenerse en contacto. Todos vivían en la misma ciudad y para su primera reunión decidieron comer en el restaurante “las Brasas” porque estaba ubicado en un lugar conveniente. Todos estuvieron de acuerdo.

Quince años después, a la edad de 50 años, se reunieron y hablaron de dónde podían ir a comer. Decidieron ir al restaurante “las Brasas” porque les gustaba el menú. Todos estuvieron de acuerdo.

Quince años más tarde, a los 65 años, se reunieron y debatieron dónde ir a comer. Decidieron al restaurante “las Brasas” porque era tranquilo y estaba prohibido fumar. Todos estuvieron de acuerdo.

Quince años más tarde, a la edad de 80 años, se reunieron y hablaron otra vez sobre dónde querían ir a comer y decidieron ir al restaurante “las Brasas”, porque nunca habían ido a comido ahí antes. Todos estuvieron de acuerdo.[iv]

Cuando le pasa, deja de ser divertido.

Solomón escribe que la vejez puede describirse metafórica y poéticamente en versículo 3 como:

cuando tiemblan los guardas de la casa, y se encorvan los hombres fuertes” Eclesiastés 12:3a

Eso hace referencia a las manos que ahora le tiemblan – las manos y los brazos que antes podían defendernos comienzan a doblarse y temblar.[v]

Se refiere a las piernas robustas y fuertes como el mármol de los jóvenes, pero que ahora son débiles y tiemblan bajo cualquier esfuerzo.

Salomón escribe más adelante en el versículo 3:

 “y cesarán las muelas porque han disminuido, y se oscurecerán los que miran por las ventanas” Eclesiastés 12:3b

Las muelas se refieren a sus dientes, por supuesto. El cuidado dental es importante, pero sus dientes inevitablemente se van perdiendo – especialmente en esos días donde no tenían los avances médicos actuales.[vi]

Ha pasado mucho tiempo desde los días de su niñez cuando celebraba que se le cayera un diente de leche. Hasta podía encontrar dinero debajo de la almohada cuando perdía un diente. Ahora tiene que pagar una fortuna.

Salomón escribe aquí sobre mirar a través de ventanas oscurecidas. Es una referencia a una visión borrosa. ¿y puede imaginar vivir en los días de Salomón sin la ayuda de unos anteojos?

Salomón describe luego en el versículo 4:

y las puertas de afuera se cerrarán, por lo bajo del ruido de la muela” Eclesiastés 12:4a

Lo más probable es que esto se refiere a los problemas auditivos. Los oídos se cierran como si fueran las puertas de una ciudad o las de una casa.

Los sonidos del molino o los sonidos de las calles ahora son bajos y no se escuchan claramente.

Aquí hay otra descripción de la vejez – versículo 4 – la última parte:

cuando se levantará a la voz del ave, y todas las hijas del canto serán abatidas” Eclesiastés 12:4b

Uno ahora se levanta al menor ruido en la casa, el canto de un pájaro o un golpe en la calle. Dormir toda la noche se convierte una experiencia excepcional, poco común.

Salomón dice que las hijas del canto son abatidas. Esto hace referencia a las cuerdas vocales que solían permitirle cantar, pero ahora tiemblan y se debilitan. Usted no canta tan fuerte, o probablemente ya no debería cantar tan fuerte como solía hacerlo.

Ahora continuamos con el versículo 5:

cuando también temerán de lo que es alto, y habrá terrores en el camino” Eclesiastés 12:5a

Al envejecer aumentan los temores, porque el potencial de hacerse daño físicamente es mucho mayor. Los huesos son frágiles, la recuperación es mucho más lenta y el miedo a romperse algo es ahora mucho más grande, por lo que hay que cuidarse.

Así que sube o baja las escaleras con mucho más cuidado. Camina con mucho más cuidado y nunca se sube a un andamio o un lugar peligroso. Incluso le preocupa mucho más conducir de noche por miedo a causar un accidente.

Envejecer requiere mucho valor.

Salomón sigue escribiendo en el versículo 5:

 “y florecerá el almendro, y la langosta será una carga, y se perderá el apetito” Eclesiastés 12:5b

El almendro florece de blanco en cada invierno, empieza con flores rojizas y luego se torna blanco. Esta es una clara referencia al cabello de color castaño en la juventud que se pone blanco con las canas en el invierno de la vida.

La vejez también es como el saltamontes que pierde la capacidad de saltar que tenía en su juventud y comienza a arrastrarse como si estuviera agobiado.[vii]

La movilidad es un problema para los ancianos. Caminan lento como si tuvieran una carga.

Luego, salomón menciona la pérdida del apetito – esta es una referencia tanto a la pérdida del deseo sexual, así como el apetito físico por comida.[viii]

Salomón ha descrito de manera realista y al mismo tiempo de forma poética el proceso de deterioro del cuerpo mientras envejece.

¡Como cambia la vida! Así que, acuérdese de su Creador en los días de su juventud, empiece a construir un fundamento de verdadera confianza en Él, porque Él quiere que disfrute no sólo de su juventud, sino de todos sus años al seguir construyendo sobre esa base de la confianza en Su plan divino para su vida.

¡Cómo cambian los intereses, actividades y deseos con el tiempo!

Un autor contó la graciosa historia de una pareja de ancianos en Florida, Estados Unidos, que se conoció y decidió casarse. Él tenía 82 años y ella 79. Mientras hablaban de sus planes de boda, pasaron por una farmacia grande y nueva, y decidieron entrar.

Se acercaron al hombre detrás del mostrador y le dijeron:

«Nos estamos por casar. ¿Tiene medicamentos para el corazón?».

«Sí, por supuesto.»

«Tiene medicina para la circulación?»

«De todo tipo».

«Medicina para el reumatismo?»

«Definitivamente»

«Medicina para la artritis y la escoliosis?»

«Oh sí, lo que ordene el médico».

«Qué tal vitaminas, pastillas para dormir y otros suplementos?»

«Absolutamente»

«Y tiene una variedad de sillas de ruedas y caminadores?»

«Tenemos de todas las velocidades y tamaños».

«Bueno, está decidido entonces, queremos usar esta tienda para el registro de regalos de nuestra boda.»[ix]

Por cierto, aunque la vejez llega con diversos problemas, también lo hace con promesas divinas.

Como esta de Isaías 46:4 a la nación Israel, pero que también se puede aplicar a todo creyente. Dios nos dice:

 “Oídme, oh casa de Jacob, y todo el resto de la casa de Israel, los que sois traídos por mí desde el vientre, los que sois llevados desde la matriz. Y hasta la vejez yo mismo, y hasta las canas os soportaré yo; yo hice, yo llevaré, yo soportaré y guardaré” Isaías 46:3-4

Dios tiene el control, aproveche al máximo su juventud y aproveche al máximo cada uno de sus años.

Y la forma de hacerlo es recordando a su Creador. No olvide a su Creador, y la palabra de Dios le dice que su Creador no se olvidará de usted.

Salomón pasa ahora a escribir sobre las escenas finales de la vida. Primero, describe un cortejo fúnebre en la última parte del versículo 5:

 “porque el hombre va a su morada eterna, y los endechadores andarán alrededor por las calles” Eclesiastés 12:5c

Los endechadores eran personas entrenadas profesionalmente, para para lamentarse en los funerales de aquellos lo suficientemente adinerados como para contratarlos.

Los endechadores están en las calles. La muerte por fin ha llegado. Y ahora Salomón proporciona algunas descripciones de ese momento final, enfatizando lo repentino que es la muerte.

Recuerde a su Creador – ese es el contexto – continuemos en el verso 6:

 “…antes que la cadena de plata se quiebre, y se rompa el cuenco de oro, y el cántaro se quiebre junto a la fuente, y la rueda sea rota sobre el pozo” Eclesiastés 12:6

Lo que se describe aquí es un recipiente de oro que sirve de lámpara – que cuelga del techo con una cadena de plata. La cadena se rompe inesperadamente y la luz de la vida se apaga. Salomón describe una lámpara costosa, tal vez para indicar que la muerte no hace acepción de personas.[x]

Después, leemos de un cántaro que está lleno de agua. El agua en el Antiguo Testamento suele representar la vida. Pero la maquinaria – la rueda – de pronto se rompe; deja de funcionar. Es una ilustración del corazón que deja de bombear y pronto, el cántaro de la vida queda destrozado. La muerte ha llegado.[xi]

¿Y qué sucede al morir? Salomón deja de usar ilustraciones y metáforas. No más poesía. Sólo nos muestra los hechos. Versículo 7:

 “y el polvo vuelva a la tierra, como era, y el espíritu vuelva a Dios que lo dio” Eclesiastés 12:7

Dios les dijo a Adán y Eva que por causa del pecado habría muerte. Él dijo: «pues polvo eres, y al polvo volverás” (Génesis 3:19).

¡Pero ese no es el fin!

Es sólo la separación del cuerpo y el espíritu – lo material de lo inmaterial. Su cuerpo se convierte en polvo, pero el espíritu vive y la Biblia nos dice que va inmediatamente al Cielo (2 Corintios 5), o al Hades (Lucas 16) – ese lugar de tormento donde el incrédulo espera su juicio final ante Dios.

Así que Salomón esencialmente nos da una tercera advertencia aquí:

  • Recuerde a su Creador, para que no se desvíe en su juventud
  • Recuerde a su Creador, para que no se sienta miserable en su vejez.

Una advertencia más:

 

Recuerde a su Creador para que no se equivoque al morir

La vida es pasajera, es un soplo. La Biblia dice que la vida es como la neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece” (Santiago 4:14).

Salomón dice lo mismo resumiendo la brevedad de nuestra vida, sin importar cuántos años hayamos vivido – versículo 8:

Vanidad de vanidades, dijo el Predicador, todo es vanidad” Eclesiastés 12:8

La palabra “vanidad” si lo recuerda, puede significar fugacidad, brevedad. Algo vano puede ser algo inútil y frustrante.

Y no importa cuánto tiempo viva usted, eventualmente será confrontado con la realidad de que su vida es pasajera, fugaz, vana.

El rabino Harold Kushner, cuenta de un hombre que vino para pedirle consejo. Este hombre le dijo: «Hace dos semanas, por primera vez en mi vida fui al funeral de un hombre de mi edad. No lo conocía bien, trabajábamos juntos, hablábamos de vez en cuando y teníamos hijos de la misma edad. Él murió en un fin de semana… fácilmente podría haber sido yo. Eso fue hace dos semanas. Ya lo reemplazaron en la oficina. Escuché que su esposa se está por mudar a otra ciudad. Hace dos semanas estaba trabajando a unos quince metros de distancia y ahora es como si nunca hubiera existido. Es como una roca cuando cae en un lago y luego el agua vuelve a estar igual que antes, pero la roca ya ha desaparecido. Rabino, apenas puedo dormir desde entonces. No puedo dejar de pensar que podría pasarme a mí».[xii]

¿Cuál es la respuesta?

Salomón está terminando su diario de la forma en que lo empezó: la vida es corta, hay sólo un soplo entre usted y la muerte, así que acuérdese de su Creador.

Él dio su vida para que la suya valiera la pena vivirla.

Él vino a la tierra para que usted pudiera ir al Cielo.

Él fue rechazado para que usted pudiera ser aceptado.

Y Su vida le da propósito a la suya para que pueda:

  • honrarlo
  • presentarlo a otros
  • encontrar su gozo en Él
  • regocijarse en lo que Él le da
  • servir a los demás en el camino
  • esperar el aquel día cuando lo verá, cuando su cuerpo se convierta en polvo y su espíritu viaje para encontrarse con su Dios Creador.

Puede imaginar el momento en que su espíritu llegue al Cielo – la transición de la mortalidad a la inmortalidad (1 Corintios 15).

El momento en el que se da cuenta de que está allí, eternamente a salvo y seguro dentro de las puertas de perlas; con alegría, risa y cantos como nunca ha oído que vienen de los redimidos de todas las edades, y nuestro Señor en su trono brillante ante quien caeremos de rodillas para adorarle.

Pero también puede imaginar el momento cuando el espíritu de un incrédulo viaje a través de las puertas del Hades, ese lugar de tormento descrito por Jesucristo donde los no redimidos esperan el juicio final.

Puede imaginar ese momento poco después de la muerte, cuando se confirmen sus miedos de que:

  • realmente existía un Dios eterno
  • realmente había un Creador
  • realmente existía una paga por el pecado
  • realmente había una vida después de la muerte
  • realmente habría un juicio
  • la Biblia era verdad
  • su conciencia sobre el pecado les había dicho la verdad
  • la creación estuvo declarando la verdad; el universo no era un accidente, fue divinamente creado
  • Realmente había un Cielo
  • y realmente había un Infierno.

Salomón nos da esta advertencia: la muerte no es un sueño del alma. No es irse finalmente a dormir. La muerte es el despertar final. Es el comienzo de una nueva vida. Entonces, recuerde a su Creador hoy.

Porque:

  • Recordar a su Creador significa que no se desviará en su juventud. Camine con Él.
  • Recordar a su Creador significa que no se sentirá miserable en su vejez. Confíe en Él.
  • Recordar a su Creador significa que no se equivocará al morir. Crea en Él.

 

Copyright 2020 Stephen Davey

Todos los derechos reservados.

 

[i] John D. Currid, Ecclesiastes (EP Books, 2016), p. 147

[ii] Adapted from Ray C. Steadman, Is That All There Is To Life? (Discovery House, 1999), p. 162

[iii] Steadman, p. 158

[iv] P.J. Alindogan, “Communicate and Relate,” The Potter’s Jar blog, (3-25-1999)

[v] Steadman, p. 158

[vi] Adaptado de David Jeremiah, Searching for Heaven on Earth (Integrity Publishing, 2004), p. 297

[vii] Barrick, p. 201

[viii] Jim Winter, Opening Up Ecclesiastes (DayOne Publishers, 2005), p. 149.

[ix] Jeremiah, p. 298

[x] Adaptado de Warren W. Wiersbe, Eclesiastés: Be Satisfied (Victor Books, 1990), p. 132.

[xi] Ibid

[xii] Adaptado de Jeremiah, p. 4