Atrapado con las manos en la masa
Quedar expuesto después de un pecado es quizás la experiencia más dolorosa, pero también hermosa, en la vida de un pródigo. Aunque la humillación resulta insoportable, el dolor es una señal de que la vida ha comenzado de nuevo. En este capítulo, donde la verdad del pecado de David finalmente sale a la luz, encontraremos lecciones acerca del perdón de Dios, las consecuencias del pecado, y la importancia de someternos a la Palabra de Dios cuando nos acusa.