¡Que siga la fiesta!
En el Libro de Eclesiastés, Salomón básicamente hace una pregunta que intentará responder de diferentes maneras: ¿Cómo puedo ser feliz? ¿Cómo puedo hacer que siga la fiesta? El rey Salomón describe su viaje personal en el capítulo 2, relatando sus decisiones, sus obsesiones, sus posesiones y sus racionalizaciones que lo llevan al entendimiento de que todo lo que hizo y el trabajo que había invertido en hacerlo era vanidad y correr tras el viento, y nada había que ganar debajo del sol.