Triunfando sobre la diabólica serpiente
Jesús no vino solo a la tierra para decir palabras sabias, realizar algunos milagros y ganar seguidores. Vino a cumplir una profecía hecha miles de años antes, cuando Dios prometió a Adán y a Eva que uno de sus descendientes aplastaría la cabeza de la serpiente, Satanás. Acompáñenos y aprenda más acerca del poder de Jesús sobre el mal.