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En medio de un mundo cada vez más insatisfecho, egoísta y descortés, el creyente es llamado a demostrar una perspectiva totalmente diferente. En estos versículos, el apóstol Pablo nos enseña demostrar gracia - a ser damas y caballeros - aún cuando nuestra sociedad nos hace difícil esta tarea.

Los cristianos no son inmunes a la ansiedad. Es por eso que en estos versículos el apóstol Pablo nos enseña a cómo lidiar con ella y así lograr vivir con la paz que solo viene de Dios, una paz que sobrepasa todo entendimiento.

Un creyente no solo se distingue de un no-creyente por cómo actúa, sino que también por cómo piensa. El apóstol Pablo, aquí, nos da seis adjetivos y dos sustantivos que describen cómo debe pensar un hijo de Dios.

Pareciera que nunca podemos tener lo suficiente. Aún el cristiano lucha con la tentación de quejarse y querer más o mejores cosas. En estos versículos, encontraremos cuatro principios que nos guiarán a capturar esta desafiante virtud que llamamos contentamiento.

¿Cómo es su actitud cuando las cosas no van bien en su vida? El apóstol Pablo está bajo arresto domiciliario por causa del evangelio y la mayoría de las iglesias lo han abandonado. Aún así, él demuestra un espíritu de gratitud digno de ser imitado al escribir una carta de agradecimiento a la iglesia en Filipos.

Una frase importante se repite muchas veces en los dos capítulos que estudiaremos hoy, y proporciona la idea central del pasaje: "La buena mano de Dios estaba con nosotros". Veamos las variadas formas en que Dios protegió y guió al pueblo de Israel mientras buscaban hacer Su voluntad - y las maravillosas verdades que esto nos enseña.

Vivimos en una sociedad llena de culpa con una necesidad urgente de perdón. Sin embargo, no pueden experimentar el perdón, porque no saben cómo confesar de verdad. En este estudio comenzamos a descubrir los ingredientes necesarios para una verdadera confesión que trae perdón, libertad, y una relación vibrante con Dios.

Hemos llegado al último estudio de la carta a los Filipenses, donde Pablo se despide mientras nos recuerda nuestra identidad en Cristo y nuestro incredible regalo de parte de Dios... Su gracia extravagante.

La diferencia entre los creyentes que serán juzgados y galardonados y los inconversos que serán juzgados y luego condenados, es la palabra confesión. Los que experimentaron la verdadera confesión les espera el cielo, mientras los que se rehusaron a admitir su pecado, irán al infierno. Por lo tanto, no se pierda este programa donde descubrimos los últimos ingredientes esenciales de una confesión verdadera.