Introducción
El 16 de julio de 1918, el último zar de Rusia, Nicolás II, fue ejecutado por los bolcheviques, junto a su esposa e hijos.
Si tuviera que preguntarle cuál fue el factor más importante en la caída de la gran monarquía rusa, en los asesinatos del zar y su familia, en el surgimiento de un hombre llamado Vladimir Lenin y el comunismo ruso; si le preguntara cuál fue la causa fundamental que preparó el camino para todo lo anterior, probablemente nunca imaginaría que la respuesta sería la obra de un hombre con poderes demoníacos llamado Grigori Yefímovich.
Cuando Grigori aún era adolescente, se ganó una reputación por ser capaz de predecir el futuro, más o menos, y por llevar un estilo de vida inmoral. Los lugareños le pusieron el sobrenombre Rasputín, que significa «libertinaje o perversión». Cuando tenía veintidós años, hizo una peregrinación espiritual al monte Atos en Grecia. Allí estuvo bajo la influencia de una secta religiosa conocida como los Flagelantes. Allí, las fiestas y la inmoralidad sexual eran la norma. Dos años más tarde, Rasputín reapareció en su aldea rusa como un misterioso hombre santo, con una inclinación por la inmoralidad y una habilidad inusual para curar a los enfermos.
Rasputín finalmente llegó a la ciudad capital de San Petersburgo, donde la sociedad estaba sumergida en el misticismo y el ocultismo. Recibieron con entusiasmo a este sacerdote que ya se había ganado una modesta reputación como sanador. Finalmente, Rasputín se ganó una audiencia con la familia del zar Nicolás y su esposa Alejandra. Ellos estaban luchando con la condición incurable de su hijo, que padecía hemofilia. A través de la hipnosis, Rasputín pudo aliviar el sufrimiento de su hijo. Por eso, lo recibieron en el círculo familiar como un amigo cercano y de confianza. Alejandra llegó a venerarlo como a un hombre santo enviado por Dios para salvar a su hijo y el trono de su esposo.
Sin embargo, bajo la cautivante influencia de Rasputín que logró establecerse como consejero principal, buenos hombres fueron exiliados y hombres corruptos los reemplazaron. Incluso después de que Alejandra se enterara de los escándalos sexuales y financieros de Rasputín dentro y fuera de los tribunales, ella se negó a confrontarlo. Ella era extrañamente protectora de este santo hombre con poder para ayudar a su hijo.
Cuando estalló la Primera Guerra Mundial, el zar Nicolás tomó el mando personal del ejército, dejando a Alejandra y Rasputín con más poder que nunca. Los líderes clave fueron exiliados por deseo de Rasputín y la economía y la moral pública tocaron fondo. Huelgas y disturbios estallaron en la ciudad capital y comenzaron a circular rumores sobre la relación entre Rasputín y Alejandra.
Un grupo de miembros del gabinete y de la familia real conspiraron en secreto para matar a Rasputín. La noche del 30 de diciembre de 1916, Rasputín fue invitado a lo que pensó que era una fiesta real. En cambio, le dieron vino envenenado, le dispararon cuando trató de escapar y luego lo arrojaron a un río donde se ahogó.
Sin embargo, el daño a la nación rusa ya estaba hecho. Hombres corruptos todavía estaban en el poder, el zar había perdido toda credibilidad, al igual que la reina, Alejandra.
Solo tres meses después, el zar Nicolás y su familia fueron brutalmente asesinados por los rebeldes rusos, llamados bolcheviques. El vacío de liderazgo lo llenó el líder de estos rebeldes, cuyo apodo era Lenin. Él trajo consigo sus nuevas ideas del comunismo ruso.
¿Qué estuvo detrás de todo esto? Un hombre con poderes demoníacos y ambiciones malvadas.
Un historiador escribió: «Si no hubiera habido un Rasputín, nunca habría habido un Lenin – sin Lenin, el comunismo ateo nunca se habría propagado a través del imperio de la Unión Soviética».
Un líder espiritual falso – un supuesto hombre santo con el poder de sanar – empoderado por el reino de las tinieblas, engañó a la familia real y, en última instancia, abrió el camino para casi cien años de comunismo ateo dominando a casi mil millones de personas.
No tengo duda de que Satanás es un experto estratega, decidido a influir y engañar a las naciones. A menudo lo hace a través de individuos como Rasputín.
(No hay duda de que Satanás influencia y aún domina al mundo incrédulo. Como estudiamos en nuestro programa anterior, a Satanás se lo describe como el dios de este mundo) Sin embargo, la pregunta que nos surge es, ¿cómo impacta Satanás la vida del creyente?, ¿Puede un cristiano estar poseído por un demonio? O, incluso, ¿qué poder tiene el mundo demoníaco sobre la iglesia en general y sobre el creyente en particular?
Quiero responder estas preguntas el día de hoy, no al estudiar historias y anécdotas personales, sino al estudiar las Escrituras.
En la Biblia se utilizan tres palabras diferentes para describir la operación específica de Satanás contra el creyente. Echémosles un vistazo.
Las Maquinaciones de Satanás
La primera de las tres palabras que describen los ataques de Satanás contra los creyentes se encuentra en 2 Corintios 2:11. Leamos desde el versículo 9 al 11.
Porque también para este fin os escribí, para tener la prueba de si vosotros sois obedientes en todo.
Y al que vosotros perdonáis, yo también; porque también yo lo que he perdonado, si algo he perdonado, por vosotros lo he hecho en presencia de Cristo,
para que Satanás no gane ventaja alguna sobre nosotros; pues no ignoramos sus maquinaciones.
A medida que desenmascaramos a la serpiente y revelamos no solo su verdadera naturaleza, sino también sus métodos, sus enfoques, sus patrones, su conspiración contra el creyente, descubrimos la interesante palabra «maquinaciones». Pablo le advierte al creyente de las «maquinaciones» de Satanás.
La palabra griega hace referencia a la actividad intelectual. Puede traducirse como «propósitos o planes» de la mente. De una manera siniestra, ya que se refiere a Satanás, puede referirse a complots y artimañas, o literalmente, a “maquinaciones malignas”.
La palabra aparece de nuevo varios capítulos después en 2 Corintios 10:5. Comencemos leyendo los versículos 3 y 4.
Pues, aunque andamos en la carne, no militamos según la carne; porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas,
Permítame mencionar en este punto que este pasaje ha producido una serie de interpretaciones teológicas extravagantes dentro del movimiento de la guerra espiritual. Mucha gente se imagina al creyente cabalgando contra un castillo con una lanza y un grito de guerra, derribando los muros del castillo de las fortalezas demoníacas.
La palabra “fortaleza”, en el versículo 4, hace referencia a aquello en lo que una persona confía. Es decir, al razonamiento detrás del cual se esconde un incrédulo. Muchos eruditos bíblicos creen que Pablo estaba aludiendo al pasaje en Proverbios 21:22 en el que la misma palabra griega para “fortaleza” aparece en la Septuaginta (la traducción griega de la Biblia hebrea). En ese pasaje, Salomón escribe:
El sabio… derriba la fuerza (o fortaleza) en la que confían.
En otras palabras, la fortaleza es una metáfora del razonamiento intelectual e impío. No es un castillo místico habitado por demonios, sino argumentos mentales e intelectuales que Satanás ha usado para engañar al incrédulo.
¿Podemos estar seguros de que Pablo se está refiriendo a las barreras mentales de los incrédulos, motivados y alentados por Satanás y sus demonios? ¿Sabemos realmente que estas fortalezas no son una referencia a fortalezas territoriales que necesitan ser aplastadas por la guerra espiritual?
Sí, todo lo que tenemos que hacer es leer el siguiente versículo. La Biblia, por cierto, suele explicarse a sí misma. Recuerde este principio: la Biblia entera es un comentario de cada versículo de la Biblia. Entonces, entre más más conoce la Biblia, mejor comprenderá lo que cada versículo enseña individualmente.
Pablo continúa en el siguiente versículo describiendo las fortalezas del intelecto humano que están siendo destruidas por la verdad. En 2 Corintios 10:5 dice:
derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo,
El versículo está hablando de especulaciones e ideas – la lógica o razonamiento mundano.
También, la palabra traducida “altivez” se refiere a enaltecerse a sí mismo. Pablo habla metafóricamente sobre destruir la torre de orgullo y la autosuficiencia humana.
Pablo luego usa un verbo en tiempo presente y dice “llevando cautivo todo pensamiento”. Él está diciendo, “estamos capturando y llevando cautivo constantemente todo pensamiento que es anti-Dios”. Esto indica que esta es una guerra diaria dentro de la mente.
Si queremos saber cómo luchar diariamente contra las maquinaciones de Satanás, quien busca perturbar, engañar, acosar y robar la paz y la seguridad del creyente, Filipenses 4, nos dice lo que debemos hacer a diario. Mire los versículos 8 y 9.
Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.
Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios de paz estará con vosotros.
La mayoría de los creyentes nunca admitirían que Satanás ha capturado sus mentes con sus maquinaciones, pero ¿cuántos dirían que su estado mental y espiritual se caracteriza por la paz? ¿Describiría su mente y su vida en general con palabras como «serenidad» o «satisfacción»?
Si no es así, quizás las maquinaciones de satanás lo hayan atrapado. Pregúntese: “Lo que vi en la televisión o en mi teléfono esta semana ¿puede describirse como puro y verdadero? Las cosas que leí, ¿promueven la virtud, la honestidad y la justicia en mi? Las conversaciones que tuve – mis relaciones y amistades en las que participo, ¿se caracterizan por la amabilidad, la buena reputación, por llevarme a alabar a Dios?
Las Asechanzas de Satanás
Hay una segunda palabra que describe el ataque de Satanás contra el creyente. Están las maquinaciones de Satanás, pero también las asechanzas de Satanás. Esta es la palabra que encontramos en Efesios 6:11-13.
Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo.
Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.
Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes.
Nuevamente, note el versículo 11.
…para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo.
La palabra traducida asechanza es distinta a la palabra traducida “maquinación”. Esta hace énfasis en los métodos de Satanás.
Debemos vestirnos con la armadura de Dios, ya que nos permitirá resistir los métodos y asechanzas de Satanás.
Recuerdo que mi hermano mayor y yo, junto con uno o dos niños del vecindario, íbamos de vez en cuando a la casa de un vecino en particular. Tenía un patio que daba a una calle de dos carriles con tráfico regular que viajaba a unos 60 km por hora. En ese patio había una larga hilera de arbustos de un metro y algo que bordeaban la calle. Esos arbustos proporcionaban el lugar perfecto para una emboscada. Almacenábamos unos duraznos o melocotones y esperábamos a que pasara un automóvil. Justo cuando un coche pasaba junto a nosotros, saltamos y lanzábamos nuestros duraznos. A veces escuchábamos el gratificante sonido del golpe y sabíamos que un durazno maduro acababa de salpicar el objetivo. A veces, el coche se detenía con un chirrido y escuchábamos: “Oye, tú…” Corríamos hacia el otro lado del patio, nos zambullíamos de cabeza sobre otra hilera de arbustos y escapábamos. Nos encantaba la temporada de duraznos.
Ahora, para esos conductores, lo que hicimos fue irritante. Probablemente los asustó, y ensució un poco el auto. Pero a final de cuentas, no hacían daño.
Muchos cristianos parecen creer que Satanás es solo como un niño travieso que nos lanza duraznos de vez en cuando mientras conducimos por la vida. No es demasiado organizado; no tiene muy buena puntería; solo quiere perturbarnos o asustarnos o hacer un pequeño lío de vez en cuando. No es mucho peor que un melocotón maduro en el lugar equivocado.
En cambio, en 1 Pedro 5:8 leemos que,
…el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar.
La palabra devorar podría traducirse “desacreditar; arruinar; destruir».
No se nos dan detalles en Efesios 6 en cuanto a cuáles son los métodos por los cuales Satanás devora y destruye. Sin embargo, en Efesios 4, la misma palabra griega traducida “asechanzas” aparece nuevamente. Esta vez, es traducida como “artimañas” Mire los versículos 11 al 15.
Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo;para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error, sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo.
Podría traducir la palabra griega para artimañas como “astutos métodos de engaño.”
Una vez más, el ataque principal de Satanás es en contra de la mente del creyente.
Las mentiras engañosas de Satanás continuamente golpean al creyente, ya sea que se comuniquen a través de los medios de comunicación o el orgullo de nuestra propia naturaleza pecaminosa. Podría ser a través de las tentaciones de la carne o la filosofía de un sistema mundial codicioso. La batalla es real; es mortalmente seria y es diaria.
Estoy convencido de que cada creyente se enfrenta a uno de los métodos de Satanás todos los días. Puede ser una prueba diaria de integridad o pureza. Sea lo que sea, cada día enfrenta una prueba.
Cuatro métodos que Satanás puede usar contra el creyente
Permítame sugerir al menos cuatro métodos que Satanás y sus demonios pueden usar contra el creyente – estas son cuatro «pruebas» de la serpiente. Éstas incluyen:
- Tentación: Un intento de desacreditar al creyente y destruir su comunión con Dios;
- Persecución: Un intento de desanimar al creyente y dañar su confianza en Dios;
- División: Un intento de desordenar la congregación de los creyentes y disolver la unidad con los demás;
- Engaño: Un intento de distraer al creyente y diluir la pureza del evangelio.
En otras palabras, Satanás no nos está lanzando melocotones maduros. Lo que tenemos que perder no es simplemente un poco de tiempo limpiando el parabrisas del auto. Lo que está en juego es:
- La reputación de Dios ante el mundo que nos observa;
- La gloria y el honor de Cristo en el mundo;
- Nuestra utilidad para la obra de Dios y el avance de su iglesia;
- Nuestra capacidad de disfrutar de la preciosa comunión con Dios y los hermanos;
- La pureza del evangelio que demostramos y predicamos.
Las asechanzas de Satanás están diseñadas para destruir todo esto, si puede. Él es despiadado; él es paciente; es organizado; es astuto; él es competente.
Los Lazos de Satanás
Hay otra palabra que se encuentra en 1 Timoteo que desenmascara aún más a este enemigo y revela otro de sus métodos. Están las maquinaciones de Satanás, las asechanzas de Satanás y también los lazos de Satanás. En 1 Timoteo 3:6-7, Pablo exige que los ancianos de la iglesia cumplan con ciertos requisitos.
Este no puede ser un neófito (es decir, un nuevo creyente), no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. También es necesario que tenga buen testimonio de los de afuera, para que no caiga en descrédito y en lazo del diablo.
Pablo usa la misma palabra en 2 Timoteo 2:24-26, para describir al incrédulo que está atrapado en el lazo de Satanás.
Porque el siervo del Señor no debe ser contencioso, sino amable para con todos, apto para enseñar, sufrido;que con mansedumbre corrija a los que se oponen, por si quizá Dios les conceda que se arrepientan para conocer la verdad, y escapen del lazo del diablo, en que están cautivos a voluntad de él.
Pablo usa la palabra para referirse a un creyente que, por orgullo, cae en la trampa del diablo y pierde su credibilidad. Y luego, para referirse a un incrédulo que está totalmente atrapado en la trampa o lazo del diablo.
Posesión demoníaca
Sabemos que los incrédulos, que han caído en el lazo de Satanás, en realidad pueden ser poseídos por demonios. Pero ¿Puede un creyente también ser poseído o habitado por espíritus demoníacos?
Muchos defensores del movimiento de guerra espiritual dicen que sí. Señalan como prueba los ministerios de liberación que supuestamente liberan a los creyentes de todo tipo de demonios; como el demonio del cáncer, el demonio de la pereza, el demonio de la pobreza, etc.
Sin embargo, no tienen ningún fundamento bíblico sobre el que apoyarse. Además, no entienden lo que Pablo escribió en Colosenses 1:13.
Dios nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo.
Nuestra redención nos libera de cualquier atadura de Satanás. Como dice 1 Pedro 2:9,
Dios nos llamó de las tinieblas a su luz admirable;
Aquellos que creen que pueden ser posesión de Dios, y al mismo tiempo poseídos por demonios, no se basan en las Escrituras para sostener esta creencia. Se basan en experiencias subjetivas e historias que han oído. En ninguna parte del Nuevo Testamento vemos siquiera un ejemplo de un creyente que está habitado por un demonio.
Un autor escribió, y estoy totalmente de acuerdo, que:
No hay ningún ejemplo en la Biblia en el que un demonio haya habitado o invadido a un verdadero creyente. En ninguna parte de las epístolas del Nuevo Testamento se les advierte a los creyentes sobre la posibilidad de ser habitados por demonios. Tampoco vemos a los creyentes reprendiendo, atando o echando demonios de un verdadero creyente. Las epístolas nunca instruyen a los creyentes a echar fuera demonios, ya sea de un creyente o de un incrédulo. Cristo y los apóstoles fueron los únicos que expulsaron demonios (y debo agregar que, esto era una señal de que Jesús era el Mesías, y los apóstoles sus embajadores personales) y en cada instancia, la persona poseída por un demonio era un incrédulo.[i]
Ciertamente, el conflicto con el enemigo es real – estamos hablando de las maquinaciones, asechanzas y lazos de la Serpiente. Pero debemos entender que esto es muy diferente a creer que los demonios pueden poseer a un creyente.
Permítame darle la definición de posesión demoníaca, que considero consistente con lo que leemos en todo el Nuevo Testamento. Creo que esto aclara el problema.
Un demonio que reside en una persona ejerce control directo e influencia sobre esa persona, con cierto trastorno mental y / o corporal. La posesión demoníaca debe distinguirse de la influencia o actividad demoníaca en relación con una persona. El trabajo del demonio en este último caso es desde afuera; en el caso de la posesión demoníaca, es desde adentro.[ii]
Le resumo esa definición en estas dos frases:
- Si bien el enemigo puede influir en el creyente, no puede poseer al creyente.
- Si bien el enemigo no puede poseer al creyente, puede destruir su vida.
Personas Impactadas por Satanás por el Propósito de Dios
Ahora, en lo que queda de nuestro estudio de hoy, quiero que veamos ilustraciones bíblicas de creyentes y no creyentes que fueron impactados por Satanás y aprendamos a partir de esos pasajes.
Pablo – para asegurar la humildad personal
La primera ilustración es el apóstol Pablo. En 2Corintios 12:7, leemos que Pablo luchó con el orgullo y Dios usó a Satanás para Su propósito soberano. Pablo escribió,
Y para que la grandeza de las revelaciones no me exaltase desmedidamente, me fue dado un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca sobremanera;
Mucha gente ha tratado de identificar el aguijón de Pablo (epilepsia, mala visión, malaria) pero no se nos dice.
Sin embargo, la palabra griega para «abofetear» hace referencia a golpes aplastantes. Fuera lo que fuera, era doloroso, desagradable; lo atormentaba.
En ninguna parte leemos que Pablo intentó atar, reprender o expulsar a este mensajero satánico. No leemos que dijo: «Mensajero de Satanás, te reprendo en el nombre de Jesús».
Pablo simplemente oró para que Dios lo quitara y Dios decidió no responder a la oración de la manera que Pablo quería.
Escuche a Pablo en el versículo 10.
Por lo cual, me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias, por amor a Cristo…
Si Pablo viviera hoy, nunca lo entrevistarían en el canal cristiano. A los ojos del cristianismo moderno, Pablo sería un perdedor. La gente le diría: «¿Qué quieres decir con que estás contento con angustias y dificultades?»
La gente le estaría recomendando La oración de Jabes y diciendo: «Escucha, Pablo, lo que tienes que hacer es orar de esta manera. Así vas a recibir las bendiciones de Dios».
No. Dios le dio acceso a Satanás a la vida de Pablo para mantenerlo humilde; y eso resultó en mayor bendición. Mire el versículo 9,
Y Dios me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad…
Pedro – para desarrollar madurez espiritual
Como segundo ejemplo, vemos que Dios le dio acceso a Satanás a la vida de Pedro para desarrollar madurez espiritual en él.
Jesús le dijo a Simón Pedro, como se registra en Lucas 22:31,
Simón, Simón, he aquí Satanás os ha pedido para zarandearos como a trigo.
Luego Jesús le dijo, básicamente, que una vez que se hubiera arrepentido, estaría preparado para un ministerio eficaz y duradero».
Judas – para avanzar en el plan de redención y cumplir la profecía.
Las escrituras parecen indicar que Judas fue poseído por el mismo Satanás, lo que demuestra que él era un incrédulo, ya que el Espíritu de Dios y el Diablo nunca ocuparán el mismo templo. Satanás impactó la vida de Judas, sin embargo, esto cumplió la voluntad de Dios, ya que hizo avanzar el plan de redención y cumplió la palabra de Dios de que Cristo sería traicionado por uno de los Suyos (Juan 13:21).
Miembros de la iglesia: para mantener la pureza moral y doctrinal dentro de la iglesia.
Hay varias ilustraciones de miembros de la iglesia que fueron impactados por Satanás. No sabemos si algunos eran creyentes o incrédulos. Sin embargo, a Satanás se le permitió impactar sus vidas para mantener la pureza moral y doctrinal dentro de la iglesia.
Mire 1 Corintios 5:1-5. Se nos dice que hubo un hombre que persistió en inmoralidad. Estaba viviendo en pecado con su madrastra. La iglesia se negó a confrontar con este hombre que evidentemente era un creyente.
Pablo escribió en los versículos 4 y 5,
En el nombre de nuestro Señor Jesucristo, reunidos vosotros y mi espíritu, con el poder de nuestro Señor Jesucristo, el tal sea entregado a Satanás para destrucción de la carne, a fin de que el espíritu sea salvo en el día del Señor Jesús.
Satanás en realidad puede causar la muerte de los creyentes que se niegan a arrepentirse. Actúa, así, como el agente de Dios para suministrar la disciplina final del creyente.
En 1 Timoteo, Pablo usa el mismo lenguaje. En el capítulo 1, versículos 19 y 20, escribe:
manteniendo la fe y buena conciencia, desechando la cual naufragaron en cuanto a la fe algunos, de los cuales son Himeneo y Alejandro, a quienes entregué a Satanás para que aprendan a no blasfemar.
La instrucción de Pablo es muy diferente a lo que escuchamos hoy. En lugar de liberar a la gente de Satanás, ¡Pablo en realidad dice que la iglesia a veces entrega personas a Satanás! Ese es un ministerio de liberación del que pocos hablan hoy. Eso seguro no va a vender muchos libros, pero purificará la iglesia.
En Hechos 5:1-11, Ananías y su esposa, Safira, llevaron una ofrenda de dinero a los apóstoles, diciendo que era el dinero que habían ganado con la venta de algunos bienes personales. Ananías fue primero a iglesia. Su esposa llegó tarde. Algunas cosas nunca cambian, ¿verdad? Mire los versículos 3 y 5.
Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu Santo, y sustrajeses del precio de la heredad?
Al oír Ananías estas palabras, cayó y expiró. Y vino un gran temor sobre todos los que lo oyeron.
Luego, entró Safira. Mire el versículo 8.
Y Entonces Pedro le dijo: Dime, ¿vendisteis en tanto la heredad?
(El resto de la congregación seguramente sosteniendo la respiración)
Y ella dijo: Sí, en tanto.
Continúe en los versículos 9 y 10
Y Pedro le dijo: ¿Por qué convinisteis en tentar al Espíritu del Señor? He aquí a la puerta los pies de los que han sepultado a tu marido, y te sacarán a ti.
Al instante ella cayó a los pies de él, y expiró…
La iglesia tuvo el funeral número dos.
Esto nos da la idea de que Satanás, el destructor, en el momento cuando Dios le da su permiso, destruirá la vida de un creyente.
Aplicación: Triunfando Sobre Satanás
¿Cómo evitas los lazos, las maquinaciones y las asechanzas de Satanás? Permítame darle dos principios para el creyente que desea terminar bien la carrera de la vida cristiana.
- El principio número uno es el principio de la consagración.
Esto es simplemente permitir que Aquel Quien es Su divino dueño controle su vida.
Pablo escribió en 1 Corintios 6:19,
Su cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en usted, el cual tiene de Dios, y no usted es suyo.
El principio de la consagración simplemente significa que usted le permite al propietario del vehículo que lo opere como mejor le parezca.
- El principio número dos es el principio de la concentración.
En otras palabras, “¿A quién está mirando? ¿A quién está siguiendo? ¿A quién está permitiendo que lo influya? ¿Quién es su maestro y guía?”
Hay una famosa leyenda griega que ilustra este concepto
Cuando Jasón y sus hombres partieron en busca del Vellocino de Oro, le advirtieron sobre el peligro de las sirenas. Le dijeron que sus voces eran atractivas, pero fatales para todos los que se detenían a escucharlas. Mientras navegaban, comenzaron a escuchar las hechizantes canciones de las sirenas. A su alrededor podían ver los huesos de los que habían sucumbido sus encantos.
Pronto los remos de los hombres de Jasón cayeron de sus manos hipnotizadas. Sus cabezas se inclinaron y sus ojos se cerraron. A bordo estaba Orfeo, el rey de los juglares. Este comenzó a cantar en voz alta. Tomó su arpa y comenzó a tocarla con sus hábiles manos mientras su voz se elevaba como una trompeta. La música penetró en las almas de los hombres hipnotizados. Orfeo siguió cantando hasta que su voz ahogó por completo las voces de las sirenas. Los hombres se pusieron a remar nuevamente y así Jasón con sus hombres navegaron hacia la victoria. «Vuelve a cantar la canción, Orfeo», gritaron, «nos atreveremos y sufriremos hasta el final».
Esta historia ilustra la forma de superar la tentación.
La clave está en concentrarse en la voz de otro; en escuchar la voz y la música del cielo que es mucho más hermosa y deseable que la seductora música de este mundo.
Querido oyente, ¿A cuál de las dos voces le esta prestando atención? Consagración y concentración: ¡Estas son dos formas en que puede vencer la tentación de Satanás el día de hoy!
[i] John MacArthur Jr., How to Meet the Enemy (Chariot Victor Publishing, 1992), p. 23.
[ii] David Jeremiah, What the Bible Says About Angels (Walk Through the Bible Publishers, 1995), p. 73.