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Reavivando las brasas del amor

¿Se imagina lo que sería recibir una carta de parte del mismo Señor Jesucristo? Eso es exactamente lo que ocurrió en el primer siglo. Jesús envió siete cartas a siete iglesias en Asia y el día de hoy estudiaremos la primera de ellas... La carta a la iglesia en Éfeso.
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Introducción

Un cliente anónimo una vez pagó por una campaña publicitaria masiva en Florida. Él pagó para poner carteles en las carreteras y autopistas que entregaban, entre comillas, mensajes de parte de Dios.

            Los carteles eran negros, y en letras blancas estaba el mensaje firmado por “Dios.”

            El primero que recuerdo haber visto decía, “Juntémonos en mi casa el Domingo antes del juego – Dios.”

            Otro decía “¿Has leído mi Libro? Va a haber una prueba después – Dios.”

            También vi uno que decía, “¿Que parte de los diez mandamientos no has entendido? – Dios”

            Otro tenía el mensaje “Me encanto la boda, invítame a tu matrimonio – Dios.”

            Esto me hizo preguntarme – ¿si yo fuera Dios y quisiera entregarle un mensaje a los cristianos en mi ciudad, ¿que frase escribiría en el cartel?

            Darío, el antiguo emperador persa, estaba tan preocupado de que sus mensajeros tuvieran los canales apropiados para viajar rápidamente a través de su reino que construyó una red de caminos – pavimentados y nivelados – que cruzaban entre las ciudades principales. Estos caminos fueron llamados “caminos altos” porque estaban literalmente más altos que el terreno alrededor de ellos.

            Los caminos habían sido elevados con bloques de piedra.

            Los Romanos, más adelante, perfeccionaron este sistema de caminos, y llegó a ser tan grande que el dicho, “todos los caminos llegan a Roma” se convirtió en realidad.

            En los días de Darío, y en los de roma, la gente común y corriente no tenía permitido transitar por los caminos altos a menos pagaran un peaje. Si no podían pagar, tenían que usar el camino bajo. El camino bajo, también llamado vallado, simplemente era un camino que iba junto al “camino alto.” No era nivelado y era difícil de transitar por él. La gente común frecuentemente tenía que desviarse del camino por que habían muchas piedras y árboles que dificultaban el paso. Leí que una persona manejando un carreta en el camino bajo tardaba unos tres meses en cubrir la misma distancia que un jinete a caballo podía cubrir en el camino alto en solo un día.

            A todo esto, cuando Jesús contó la parábola de la gran cena, donde el amo le dijo a sus siervos que fueran a invitar a personas por los caminos y los vallados, él estaba hablando de esto, los caminos altos y bajos. Él estaba pidiéndoles que invitaran a ambos ricos y podres. Todos estaban invitados a la mesa de Cristo.

            Los persas también diseñaron un sistema postal que era complejo pero efectivo. El servicio de mensajería persa cubría unos 400 kilómetros por día. Tenían estaciones postales cada 24 kilómetros, donde el mensajero podía obtener un caballo descansado y continuar galopando hacia su destino.

            El historiador griego, Heródoto estaba tan impresionado con este sistema de correos que creó la famosa frase que ha sido grabada en la oficina postal de Nueva York. Dice, “Ni la lluvia ni la nieve, ni el calor ni la oscuridad de la noche, impiden que estos mensajeros ejecuten rápidamente su tarea.”

            Para el primer siglo, el sistema postal romano era tan desarrollado que un mensajero podía cubrir casi 800 kilómetros en 24 horas.

            En los días del apóstol Juan, habían siete distritos postales en la provincia de Asia. En cada distrito había una iglesia que iba a recibir una carta especial de parte de Dios.[i]

            Dios no iba a escribir su mensaje en un cartel. Él iba a entregarlo por medio del apóstol Juan, quien estaba exiliado en una isla, para que luego fuera enviada en forma de carta través del sistema postal de Asia Menor.

            El orden en el cual estas cartas fueron escritas, van de acuerdo al orden de repartición de estas cartas a través de los siete distritos postales de Asia Menor. Todas estas cartas llegarían a destino el mismo día.

Observaciones Acerca de las Siete Cartas

            Antes de que abramos la primera carta y la leamos, permítame hacer unas observaciones acerca de ellas.

  1. Primero, estas son cartas abiertas.

            En otras palabras, aunque estas cartas estaban escritas específicamente a esas iglesias en particular, cada iglesia se podía beneficiar de ellas. Cada iglesia, de hecho, estudiaría todas las otras cartas para aplicar sus verdades.

            Esto es cierto aun el día de hoy. Nosotros vamos a descubrir ciertas similitudes con Éfeso, y Pérgamo, y Esmirna y Laodicea. Vamos a recibir ambos ánimo y reprensión en estas cartas del primer siglo.

  • Segundo, estas no son cartas anónimas.

            No hay duda de quien entregó el contenido de estas cartas al apóstol Juan. Cada una de ellas comienza con la firma de Cristo. Note Apocalipsis 2:1.

El que tiene las siete estrellas en su diestra, el que anda en medio de los siete candeleros de oro, dice esto:

            En el primer capítulo de Apocalipsis descubrimos que de quien se está hablando aquí es Dios el hijo.

            Note Apocalipsis 2:8

El primero y el postrero, el que estuvo muerto y vivió, dice esto…

            Nuevamente, Jesucristo firma su nombre en la carta.

            Este no es un correo anónimo, qué rápidamente termina en la basura.      

            De vez en cuando recibo correos anónimos – de personas que odian la iglesia, o que odian alguna posición doctrinal que hemos tomado.

            Siempre me anima recordar a Charles Spurgeon, el famoso pastor de Londres en los 1800s. Él recibía cada lunes en la mañana una carta anónima que criticaba el sermón que había predicado el día anterior.

            D. L. Moody, el fundador un instituto bíblico y una gran iglesia en Chicago, estaba una vez sentado en la plataforma durante una reunión cuando uno de los ujieres le entrego un pedazo de papel doblado por la mitad. Él lo abrió y simplemente leyó una palabra en letras grandes, “NECIO.” Él volvió a doblar el papel y se quedó sentado hasta que le tocó predicar. Moody se levantó, abrió la nota y dijo, “acabo de recibir una nota de alguien en la audiencia que simplemente dice, “necio.” La audiencia abrió grande los ojos, todo se puso en silencio. Varios instintivamente se taparon la boca con sus manos. Luego Moody dijo, “frecuentemente recibo cartas en las cuales una persona escribe un mensaje sin firmar su nombre; sin embargo, esta vez, alguien ha firmado su nombre pero se le olvidó escribir el mensaje.”

            En cuestión de 24 horas, estas siete iglesias van a recibir la carta de sus vidas – una carta firmada por Jesucristo mismo.

  • Tercero, estas cartas siguen un mismo patrón.

            El patrón incluye

  • Empezar con la firma de Cristo, el cual se describe a si mismo de una manera en particular.
  • Segundo, Jesús elogia a la iglesia por una o dos cosas que estén haciendo bien.
  • Tercero, Jesús critica algo que la iglesia esté haciendo mal.
  • Y finalmente, Él enseña como corregir el problema o entrega un desafío para la congregación.

            Es como si Jesucristo tuviera su propio estilo de escribir cartas.

            A todo esto, este es un gran patrón a seguir cuando evaluamos a nuestros empleados, o reprendemos a nuestros hijos. Use elogios antes de criticar, y no olvide entregar medidas claras para corregir el error.

            Veamos una observación más.

  • Cuarto, aunque estas cartas están dirigidas a iglesias, estas también sirven para la auto-examinación de cada cristiano.

            Después de leer la carta a la iglesia en Éfeso, en vez de decir, “Si, esa iglesia de verdad que perdió su amor por Cristo,” deberíamos estar preguntando, “Señor, ¿como están las brasas de amor en mi corazón, acaso se han enfriado?

            Después de leer la carta a la iglesia en Sardis nuestra pregunta debería ser, “Señor, ¿estoy despierto y alerta espiritualmente?”

            Después de leer la carta a la iglesia en Laodicea, deberíamos preguntarnos, “Señor, ¿acaso me he dejado absorber por mi cultura de tal manera que me he acostumbrado al pecado?

            Estas cartas tienen aplicaciones tanto para iglesias como para los cristianos individualmente.

            Mire Apocalipsis 2:7

El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.

            A todo esto, no pase por alto que esta revelación ahora ha sido atribuida a Dios el Padre (1:1), a Dios el hijo (1:18), y Dios el Espíritu Santo (2:7).

            El trino Dios está involucrado en SU iglesia.

            El Espíritu dice al final de cada carta.

El que tiene oído, oiga.

            Esta frase aparece en cada una de las cartas (Apocalipsis 2:11,17,29; 3:6, 13,22). Y para ser sincero, suena un poco extraño, ¿no es así? No dice, “el que tiene buen oído,” sino “el que tiene oído.”

            Esta frase simplemente quiere decir, “¿está escuchando?” La pregunta no es tanto “¿tiene oídos?” como es, “¿está usando sus oídos? De hecho, aquí no se está refiriendo realmente a oír con nuestro oído físico, sino con nuestro oído espiritual; esto es, un corazón sumiso y una mente dispuesta a recibir la palabra. Estas cartas van a probar este tipo de audición.

            Cada carta va a terminar entregando un desafío personal que usted y yo debemos tomar en serio, no solo como miembros de una iglesia local, sino también como miembros individuales del cuerpo de Cristo. Estas cartas son un envío especial desde el corazón de Cristo al nuestro. Querido oyente, estas cartas vienen de parte de Dios para usted y para mí.

Elogios de Cristo en la Carta a Éfeso

            Jesucristo va a empezar con cuatro elogios maravillosos para la iglesia en Éfeso. Antes que Cristo les diga que están haciendo mal, él va a decirles que están haciendo bien.

            Creo que nosotros deberíamos tratar de implementar este mismo patrón en la casa, en el trabajo, en la sala de clase donde enseñamos – elogiar primero, luego corregir.

            Permítame darle cuatro cosas que la iglesia estaba haciendo bien en Éfeso.

  1. Diligencia

            Cristo dice en Apocalipsis 2:2,

            Conozco tus obras…

            La iglesia en Éfeso era enérgica y activa. Estaba llena de actividad. Su dedicación era tal como la dedicación de los ciudadanos en su adoración a la diosa Diana.

            El tempo de Diana era una de las 7 maravillas del mundo antiguo. Se dice que Alejandro Magno ofreció toda la riqueza que había conseguido en sus campañas militares solo para que inscribieran su nombre en algún lugar de este templo, pero aun así fue rechazado.

            El templo estaba sobre una plataforma de más de 9300 metros cuadrados – mucho mas grande que una cancha de futbol. El templo era sostenido por más de 100 pilares. En aquellos tiempos, la mayoría de las columnas eran construidas por varios bloques de piedra, que eran colocados una encima del otro hasta formar la columna; sin embargo, cada una de las 127 columnas del templo de Diana eran un solo bloque de piedra – de unos 16 metros de alto.[ii]

            En un extremo de este templo, recubierto en oro, joyas y tallados elaborados, estaba el santuario de la diosa Diana. Detrás de ella habían bóvedas que servían como el banco del mundo antiguo.

            Los historiadores han denominado a este templo “el gran banco del mundo antiguo.”[iii]

            Todo giraba en torno al templo de Diana. Personas venían de todos lados para comprar pequeños amuletos efesios, los cuales supuestamente tenían poderes mágicos y espirituales.

            Parecido al día de hoy, donde las personas compran imágenes de santos protectores, o cristales con energía positiva y los ponen en el auto, en la casa, o el trabajo. Las personas siguen siendo tan supersticiosas como en aquellos días.

            Si ha leído el libro de Hechos, recordará que un sindicato de trabajadores de Éfeso armó una revuelta en contra de Pablo, ya que después de predicar el evangelio, muchos efesios fueron convertidos y dejaron de comprar artículos del templo y la diosa Diana. Uno de estos artesanos del templo, llamado Demetrio, dijo.

Y no solamente hay peligro de que este, nuestro negocio, venga a desacreditarse, sino también que el templo de la gran diosa Diana sea estimado en nada, y comience a ser destruida la majestad de aquella a quien venera toda Asia, y el mundo entero (Hechos 19:27).

            Esto generó una revuelta, y las personas de la ciudad se juntaron en el teatro, el cual sentaba a más de 25.000 personas y cantaron por dos horas,

            Grande es Diana de los efesios (Hechos 19:28).

            Ellos estaban comprometidos con su religión.

            Luego, Pablo, allí ganó a muchos para Cristo. Más adelante, Timoteo pastoreó a esas personas y el apóstol Juan escribiría según la tradición, el evangelio de Juan mientras también trabajaba como pastor en esta iglesia, antes de ser exiliado a Patmos.

            Estos nuevos creyentes que componían la iglesia de Éfeso estaban comprometidos y dedicados a Cristo como ellos lo habían estado con la diosa Diana.

            Jesucristo los elogia por su diligencia.

            Luego Cristo los elogia por su…

  • Determinación.

            Cristo también dice, en Apocalipsis 2:2,

Yo conozco tus obras, y tu arduo trabajo y paciencia

            La frase “arduo trabajo” viene de la palabra griega “kopos (kopos)” y no se refiere solo a un trabajo difícil, sino a trabajar hasta el punto de la fatiga y el agotamiento.[iv]

            La palabra para “paciencia” viene de una palabra que lleva la idea de perseverar bajo circunstancias extenuantes.

            Jesucristo dice, “escuchen, conozco bien las dificultades que están enfrentando, y quiero elogiarlos porque veo su determinación por continuar y perseverar por mi causa.”

            Cristo también elogia a la iglesia en Éfeso por disciplinar a los falsos maestros, y a aquellos que estaban en pecado.

  • Disciplina

            Note más a delante que en Apocalipsis 2:2, Cristo dice

      y que no puedes soportar a los malos, y has probado a los que se dicen ser apóstoles, y no lo son, y los has hallado mentirosos…

            Pablo habría estado emocionado de oír este elogio de parte de Cristo. La iglesia había permanecido firme en la verdad, guardando una fe pura, sin diluir y sin contaminar.

            Pablo les había advertido a la iglesia de Éfeso antes de irse de aquella ciudad,

      Yo sé que después de mi partida entrarán en medio de vosotros lobos rapaces, que no perdonarán al rebaño.

      Y de vosotros mismos se levantarán hombres que hablen cosas perversas para arrastrar tras sí a los discípulos.

      Por tanto, velad…

      (Hechos 20:29-31)

            Ahora, sesenta años más tarde, Cristo elogia a la iglesia por disciplinar a los hombres inmorales y charlatanes. Los depravados son quitados de comunión al no querer arrepentirse de su pecado y los maestros engañadores son también expulsados de la congregación por enseñar cosas contrarias a las escrituras y ganar seguidores de en medio de la iglesia.

            En el versículo 6, el Señor continua diciendo,

Pero tienes esto, que aborreces las obras de los nicolaítas, las cuales yo también aborrezco.

            Note que ellos no aborrecen a los nicolaítas; ellos odiaban los hechos de los nicolaítas.

            ¿Quienes eran los nicolaítas?

            Algunos eruditos creen que ellos eran seguidores de Nicolás, uno de los 7 hombres escogidos para supervisar la distribución de comida en Hechos 6. Se cree que él fue unos de los primeros diáconos de la iglesia.

            Aunque su origen es incierto, las creencias de los nicolaítas están bien documentadas. Básicamente ellos transaron su fe para consentir con las practicas pecaminosas de la sociedad efesia. Ellos decían que el creyente podía permitir algo de idolatría en su vida  – comprar amuletos y visitar el templo, y participar en la adoración a Cesar. También aceptaban la actividad sexual fuera del matrimonio.[v]

            En resumen, los nicolaítas decían ser cristianos, pero vivían y actuaban como el mundo.

            ¿Suena familiar? ¿Conoce alguien así? Que dice ser cristiano pero que vive por los ídolos de nuestra cultura, deseando más poder y cosas materiales, consintiendo en prácticas inmorales y afirmando que porque hagan todo eso, no significa que no son cristianos.

            En este versículo Jesucristo elogia a la iglesia por odiar ese estilo de vida y agrega, yo lo odio también.

            ¿Puede imaginar estar viviendo de cierta forma y luego escuchar al mismo Jesucristo decir, “odio lo que estás haciendo”?

            Esta carta está escrita para nosotros – para evaluar nuestra propia vida.

            Clemente de Alexandria, uno de los padres de la iglesia que vivió unos 75 años después de que esta carta fuera entregada a Éfeso, dijo lo siguiente: “los nicolaítas se entregan al placer como animales… guiando vidas a la indulgencia.”[vi]

            Jesucristo continua elogiando a esta iglesia, no solo por su diligencia, determinación y disciplina, sino también, en cuarto lugar, por su…

  • Devoción

            Jesucristo continuó diciéndole a la iglesia en Éfeso, en Apocalipsis 2:3,

y has sufrido, y has tenido paciencia, y has trabajado arduamente por amor de mi nombre, y no has desmayado.    

            En otras palabras, “no se han rendido.”

            ¿Porque?

            Por amor de mi nombre. No para que todos sepan acerca de su iglesia y digan, “Ustedes son de esa iglesia; Ustedes son la iglesia fundada por Pablo y pastoreada por Timoteo, y Juan es un miembro de su iglesia, él es el gran autor de uno de los evangelios ¿no?…Ustedes son la iglesia más importante de la época.”[vii]

            No, ustedes han hecho todo esto por el nombre de Jesucristo; el que es el primero y el último; el que estaba muerto pero ahora vive; el que tiene las llaves de la muerte y la tumba.

Corrección de parte de Cristo en la Carta a los Efesios

            Ahora, después de elogiar a la iglesia en Éfeso por su diligencia, por su determinación, su disciplina y devoción, Cristo dice en Apocalipsis 2:4.

Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor.

            Esto es todo lo que Cristo dice. ¿Que quiere decir con eso?

            El versículo 5 nos da una pista. El Señor exhorta a los efesios y dice.

Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras…

            En otras palabras, “esto es lo que tienen que hacer; aquí están las tres acciones que necesitan tomar de su parte.”

  • Primero, recuerda de dónde has caído.
  • Segundo, arrepiéntete.
  • Tercero, haz las primeras obras.

            La palabra “primeras” – cuando dice “primeras obras” – es la misma palabra que fue usada para decir “has perdido tu primer amor.” Jesús está diciéndoles, “hagan las obras como las hacían al principio y amen como amaban al principio.”

            ¿Como era esta iglesia de Éfeso en el principio?

            Pablo les escribió en sus comienzos y los elogió en el capítulo 1 de su epístola a los Efesios diciendo,

      Por esta causa también yo, habiendo oído de vuestra fe en el Señor Jesús, y de vuestro amor para con todos los santos, no ceso de dar gracias por vosotros (Efesios 1:15).

            La iglesia en Éfeso era conocida por sus obras de fe, y por su amor a Cristo y a los demás.

            Con el pasar de los años, a las iglesias les cuesta más tomar pasos ¿de qué? De fe. Está la tendencia a solo repetir las tradiciones, y que eventualmente su amor por Cristo y por otros se enfríe.

            Esta iglesia en Éfeso ya tiene unos 60 años.

            Estaba muy interesado en leer lo que Ray Stedman tenía que decir acerca de este párrafo. Ray pastoreó una iglesia por más de cuarenta años. Él escribe,

Cuan fácil es llegar a ser mecánico y rutinario con el pasar del tiempo – Escuchar la palabra de Dios, un gran sermón, o el testimonio de un hermano en la fe y sentir como si ya lo ha escuchado antes. Volverse una persona crítica de otros. Quejarse de todo. Ponerse exclusivo con sus amistades, dejando a un lado a los que no piensan como usted, o los que no tiene su mismo nivel o estatus. Pensar que sus necesidades son los más importantes, lo que resulta división. Terminamos enfocándonos en nosotros mismos, en nuestros propias objetivos, en nuestros propios programas e intereses. Y lo peor de todo es este crisis efesia es más común de lo que nos gustaría admitir. Todos hemos sido efesios en nuestra fe por algún tiempo. Y la luz de la iglesia tintinea, flaquea y falla.[viii]

            ¿Cómo es que uno debe responder a esto?

            Jesucristo ordena hacer tres cosas en Apocalipsis 2:5.

  1. Recuerde.

            El problema comienza cuando nos alejamos de la verdad. Así que, la batalla comienza en nuestra mente. Recuerde.

            Recuerde quien es en Cristo. Recuerde el poder del evangelio que lo salvó. Recuerde la perversidad de su corazón y su necesidad de depender de Cristo. Recuerde.

            Este es un gran consejo no solo para la iglesia, en su deseo de reavivar su amor por Cristo y los santos, sino también para un marido y su esposa.

            Esposas, recuerden como era la vida sin él. Probablemente está pensando, “tranquila.”

            Recuerde que llamó su atención. Recuerde el regalo fue esa persona en su vida. Recuerde como atravesaron esos primeros años sin dos monedas, pero felices. Recuerde que era lo que importaba en aquel entonces.

  • Arrepiéntase

            Deje de darle vueltas al asunto. Dele la espalda al pecado. Deje de llamarlo de otra forma, como los Nicolaítas.

            No ignore el orgullo ni justifique la lujuria. No se enfoque en lo que promueve su cultura.

            No empiece a racionalizar el pecado. No coquetee con el adulterio.

            Rehuse hacer trampa en sus pruebas o buscar atajos en el reportes de gastos en su negocios.

            Arrepiéntase, lo que significa, de media vuelta y camine en dirección opuesta a la que venía.

  • Regrese

            Haga que hacía en un principio.

            Restaure su relación con Cristo – vuelva a hacerlo su prioridad.

            También, vuelva a hacer algunas de las actividades que marcaban la diferencia en su vida de pareja o en su familia.

            Estas medidas restauradoras vienen acompañadas de una advertencia para la iglesia en Éfeso. Encontramos estas inquietante palabras en Apocalipsis 2:5, “haz estas cosas…”

            O si no… voy a remover tu candelabro de su lugar – a menos que te arrepientas.

            En pocas palabras, “sin amor no hay luz.”

            El candelabro representa el testimonio de la iglesia brillando en su comunidad.

            Y aunque el Señor ha prometido edificar su iglesia universal (Mateo 16:18), Él no garantiza la permanencia de una congregación individual y la efectividad de su ministerio.

            Hoy queda poco o nada de testimonio evangélico de parte de alguna iglesia en Éfeso.

            En Latinoamérica existen miles de pueblos que no tienen una iglesia predicando la verdad efectivamente y alcanzando a su comunidad con la luz del evangelio.

            Existen edificios y congregaciones, pero no hay luz. Hay juntas y programas, pero no hay amor por Cristo y su evangelio, y no hay amor unos por otros.

            Esta semana, muchas congregaciones van juntarse Iglesias alrededor del mundo. Van a prender las luces del recinto, pero no van a tener luz espiritual, porque su candelabro ya ha sido quitado.

  • Quizás fue porque en una reunión de planificación, se acordó que no se predicaría el evangelio porque es muy ofensivo y controversial
  • Quizás fue porque en una junta, los miembros votaron sacar al pastor porque predicaba la salvación a través de Cristo y solamente Cristo.
  • Quizás fue porque el pastor predicó que era tiempo de abrir la membrecía de la iglesia a personas viviendo en homosexualidad
  • Quizás fue porque en una reunión de señoras se hizo la costumbre de hablar chismes.
  • Quizás fue porque, en el paseo de fin de año, el líder de jóvenes junto con varios de los jóvenes se emborracharon.
  • Quizás fue porque el pensamiento de la congregación era básicamente que la iglesia existe para preocuparse de su familia y sus necesidades; en otras palabras, creen que la iglesia existe para ellos.

            Todas estas son situaciones reales que amenazan la permanencia del candelabro de la iglesia.

            Estemos atentos, no sea que nuestro primer amor por Cristo se haya transformado en un amor por nosotros mismos.

            Que nuestras primeras obras que eran para Cristo y su obra, hayan cambiado a obras para nosotros y nuestra satisfacción.

            Cristo dice, “si no recuerdan y se arrepienten y repiten lo que hacían antes, voy a ir a quitarles su candelabro. Ustedes pueden seguir sin mí.”

            Y más que enojado, me imagino al Señor triste por la situación.

            Me pregunto, ¿cuanto tiempo la iglesia promedio sigue operando antes de darse cuenta que el Espíritu Santo ya no tiene nada que ver con su iglesia?

            Hoy, nada queda de la iglesia en Éfeso, sino un recuerdo, una carta… y una advertencia.[ix]

            ¿Tiene oídos para oír? ¿Está escuchando? – ¿están listos sus oídos espirituales para escuchar al salvador?

            Cristo termina esta carta en Apocalipsis 2:7 recordándoles a aquellos que le aman y se arrepienten, que ellos son vencedores – un término para los creyentes. La herencia de cada vencedor esta en los cielos – y la nueva tierra, el paraíso restaurado – en donde disfrutaremos de una comunión y un compañerismo íntimo con Dios.

Conclusión

            Permítame hacer algunas observaciones finales a partir de esta carta.

  1. Es posible estar ocupado por Dios sin ser bendecido por Dios

            En otras palabras, es posible hacer esfuerzos y actividades religiosas sin que tengan un valor espiritual.

  • Es posible perseverar en la doctrina y no tener el poder de Dios

            Pablo le escribió a los Corintios,

      Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy.

      Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve.

      (1 Corintios 13:2-3)

            Uno puede estar defiendo la fe, reteniendo la doctrina, mientras el Señor dice, “estoy yendo para quitar tu candelabro, no por lo que crees, sino por la forma en que te comportas – no tienes, ni muestras amor.”

  • Es posible tener una buena reputación fuera de la iglesia sin tener buenas relaciones dentro de la iglesia.

            Agregaría además que es posible esconderse detrás de una reputación y algunas buenas obras; pero Cristo empieza esta carta diciendo, “Yo sé… Yo los conozco bien.”

            Leí que hace unos años atrás, en el desfile del Torneo de las Rosas, un famoso desfile de fin de año, una de las grandes y bellas carrozas de repente empezó a hacer unos sonidos raros y se quedó detenida en frente de las cámaras, que estaban televisando el evento para todo el país. Los diseñadores y operadores de la carroza se habían preocupado tanto del exterior de la carroza, que se les olvidó llenar el tanque de gasolina. Todo el desfile quedó parado hasta que alguien pudo traer gasolina y resolver el problema.

            Millones de personas vieron el vergonzoso evento.

            Lo más interesante, e irónico, es que esta era una carroza que representaba una compañía petrolera. Allí estaba la carroza, con el logo de la compañía que simbolizaba muchísimos recursos; y, sin embargo había quedado sin gasolina.

            Las iglesias, representa la luz de la gloria de Dios; representa a la luz del mundo; y sin embargo su luz muchas veces tintinea y finalmente se desvanece. Querido oyente, espero que ese nunca sea el testimonio de su iglesia.

            ¿Es este un tema de salvación? No. Es posible tener un alma redimida y una vida malgastada. Es posible que una iglesia tenga un pasado efectivo, pero un futuro improductivo.

¿Que hacemos entonces?

            ¡Recuerde! Recuerde a quien pertenecía su amor. Reavive las brasas que quedaron se han ido enfriando por falta de atención y disciplina y convicción. Recuerde donde las dejó.

            ¡Arrepiéntase! De un giro en 180 grados. Admita su necesidad de reavivar el fuego de su devoción a Dios. Deshágase de las cosas que echan agua sobre las brasas de su corazón. Tome pasos hoy mismo – haga lo necesario para que el fuego en su corazón sea reavivado.

            ¡Repita! Vuelva sobre sus pisadas que lo guiaran de vuelta a casa. Y empiece devuelta.

            Me llamo la atención que Cristo no reprocha a los efesios por empezar otra vez. Estoy convencido que la vida cristiana está llena de nuevos comienzos.

            Recuerde, arrepiéntase, y repita.

            Esto puede que salve su matrimonio; esto puede que salve su testimonio

            Esto puede que salve su iglesia.


[i] Robert L. Thomas, Revelation: Volume One (Moody Press, 1992), p. 93.


[ii] Edward Hindson, Revelation: Unlocking the Future (AMG Publishers, 2002), p. 35.

[iii] William Barclay, Letters to the Seven Churches (Abingdon Press, 1957), p. 15.

[iv] Fritz Reinecker and Cleon Rogers, Linguistic Key to the Greek New Testament (Regency, 1976), p. 815.

[v] Life Application Bible Commentary: Revelation (Tyndale, 2000), p. 23.

[vi] John MacArthur, Revelation: Volume 1 (Moody Press, 1999), p. 61.

[vii] John Phillips, Exploring Revelation (Loizeaux Brothers, 1991), p. 41.

[viii] Ray C. Stedman, Understanding Revelation: God’s Final Word (Discovery House, 1991), p. 29.

[ix] Lehman Strauss, Revelation (Loizeaux Brothers, 1964), p. 39.

Este manuscrito pertenece a Stephen Davey. Puede ser usado sin fines de lucro y con las atribuciones necesarias.

A menos que se indique lo contrario, las citas bíblicas provienen de las versiones Reina Valera 1960, La Biblia de las Americas y la Nueva Biblia de las Americas.

Reina-Valera 1960 ® © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988. Usado con permiso.

La Biblia de las Américas (LBLA), Copyright © 1986, 1995, 1997 por The Lockman Foundation. Usado con permiso. www.LBLA.com

Nueva Biblia de las Américas (NBLA), Copyright © 2005 by The Lockman Foundation. Usado con permiso. www.NuevaBiblia.com

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Ministros de soledad

La fe cristiana no está diseñada para experimentarse de forma aislada. ¿Pero sabías que incluso los reyes, las personas que a todo el mundo le gustaría estar cerca, luchan con la soledad también? El rey Salomón lo hizo. Y en su diario, el libro de Eclesiastés, nos brinda algunos consejos útiles para que nosotros también podamos combatir la soledad.

Evitando el error de Elifaz

No hay nada más destructivo, desalentador, o deprimente que unas palabras egoístas, despreocupadas, necias, dichas en mal momento. En este programa estudiaremos las duras palabras del primer consejero de Job y sacaremos algunas conclusiones para aquellos que ofrecen y reciben consejo.

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