Introducción
Ya hemos leído las cartas de cinco de las siete iglesias de Apocalipsis – cartas dictadas por Jesucristo mismo al apóstol Juan y enviadas por correo. Y hasta ahora hemos aprendido las siguientes verdades. Del ejemplo de…
- Éfeso – hemos aprendido que es posible ser fiel pero falto de amor.
- De Esmirna – hemos aprendido que el sufrimiento puede ser parte de la voluntad de Dios.
- De Pérgamo – hemos aprendido que tolerar la falsa doctrina puede ser el primer paso hacia la desobediencia.
- De Tiatira – hemos aprendido que tolerar la inmoralidad puede llevar a practicar la inmoralidad.
- De Sardis – hemos aprendido que es posible tener un pasado impresionante, pero un futuro infructuoso
Con la excepción de Esmirna, el Señor reprende en estas cartas a las iglesias por distintas cosas.
- Éfeso era fría y falta de amor
- Pérgamo ya no era firme doctrinalmente
- Tiatira tenía problemas de inmoralidad.
- Y Sardis estaba dormida al volante, dormida en sus laureles, y sin ninguna pasión por hacer algo en el futuro.
Pareciera que el Señor no solo tenía a las iglesias de primer siglo en mente cuando escribió estas cartas. Estos mismos problemas existen en las iglesias del siglo 21.
Permítame compartirle algo fascinante que descubrí hace poco.
La semana pasada estuve en una convención para emisoras religiosas. Tenia agendado para reunirme con varios dueños de emisoras estaciones radiales para compartirles nuestra visión de predicar la palabra de Dios alrededor del mundo.
Lo fascinante es que cada dueño con el que me reuní me dijo lo mismo – hay gran interés por Sabiduría para el Corazón, porque los tiempos han cambiado. Por 25 años, los expertos habían estado diciéndole a la industria radial que, para acrecentar la audiencia se necesitaba minimizar la enseñanza bíblica y poner más música y programas humorísticos. Casi todos lo hicieron.
La semana pasada, cada uno de los dueños me dijo que se habían dado cuenta que la razón principal por la que los oyentes se mantenían fieles a su radio cristiana, no era por la selección de música, sino por sus programas de predicaciones.
Solo hace unos años atrás, se nos había dicho que Sabiduría para el Corazón no tenía un futuro en la radios. Ahora muchas radios cristianas nos quieren. De hecho, esta semana, tres nuevas estaciones nos han puesto al aire – gratis. Eso es bueno, porque no tenemos plata.
Lo triste es pensar en todo el daño que esta filosofía causó, no solo en la radio, sino en la iglesia y en la vida de personas.
Querido oyente, la iglesia ha luchado contra los mismos peligros y tentaciones desde que fue formada en el primer siglo. Tal como en nuestros días, la iglesia primitiva también luchó con los problemas del,
- Analfabetismo doctrinal y bíblico.
- Corazones fríos y espíritus faltos de amor
- Un liderazgo llevando vidas en pecado, usando como pretexto la gracia para justificarse.
- Una apatía evangelística y falta de preocupación por la salud espiritual de la iglesia.
Estas cartas que encontramos en Apocalipsis también son para nosotros, porque exponen los problemas a los que nos enfrentamos y nos da la solución para resolverlos.
Quizás se esté preguntando si, entre estas siete iglesias, hay alguna que sea de ejemplo – un modelo bíblico de una iglesia saludable. ¿Hubo una iglesia que realmente tenia los objetivos correctos, y las motivaciones correctas? ¿qué enseñaba lo correcto de la manera correcta? ¿Una iglesia que estuviera recibiendo la aprobación de Dios?
La respuesta es, Si.
Volvamos a Apocalipsis capítulo 3 y miremos el versículo 7. Esta es una carta dirigida a la iglesia que por 1900 años, ha sido un modelo de ministerio. La llamamos la iglesia de la oportunidad – la iglesia de la puerta abierta, la iglesia en Filadelfia.
Escribe al ángel [mensajero] de la iglesia en Filadelfia: Esto dice el Santo, el Verdadero, el que tiene la llave de David, el que abre y ninguno cierra, y cierra y ninguno abre:
Presentación de Cristo a la iglesia en Filadelfia
Ahora, tal como en las cartas anteriores, el Señor pone su firma al principio de la carta, en vez de al final. Por primera vez, Cristo se describe a si mismo de formas que no aparecen en la visión de Juan en el capítulo 1. Quizás porque en ellas, quiere reflejar características que esta iglesia estaba teniendo, y así elogiarlos en que pareciéndose más a Él.
- Cristo empieza describiéndose como, “El Santo.”
Ya que esta iglesia tenia testimonio de ser santa, Cristo se presenta a sí mismo como el santo – “hagios” una palabra que significa estar separado exclusivamente para Dios.[i]
Esta era una iglesia santa, separada, que le pertenecía a Dios exclusivamente y no al mundo.
- Cristo también se describe en esta carta como, “El Verdadero.”
La palabra griega que se usa aquí es “alethinos (alhqinoj),” y se refiere que algo es verdadero en el sentido de ser genuino y auténtico, lo opuesto a ser falso. Jesucristo es una persona real, genuina, autentica.[ii]
Querido oyente, cualquier cosa, método, o persona que le promete sanidad espiritual, aparte de Cristo, es falso. Todo y todos los demás son una imitación barata del único salvador auténtico y verdadero.
- Cristo también se presenta a sí mismo, en el versículo 7, como “Aquel que tiene la llave de David.”
Esta es una frase que viene del Segundo libro de Reyes capítulo 18 donde Eliaquim, el fiel mayordomo de Ezequías, recibió la llave, no solo del palacio de Ezequías, sino que también de su tesoro. Eliaquim tenía libre acceso a todo lo que tenía el rey. De la misma forma, Cristo, el fiel Hijo de Dios, tiene libre acceso al trono del Padre y todos sus tesoros, los cuales ofrece a aquellos que creen en Él.
En un sentido profético, Cristo controla la entrada de la casa de David, lo cual es el derecho del Mesías de reinar en el reino mesiánico.[iii]
- Finalmente, Cristo le dice a esta iglesia, en Apocalipsis 3:7-8
… yo abro y ninguno cierra, y cierro y ninguno abre:
yo conozco tus obras; he aquí, he puesto delante de ti una puerta abierta, la cual nadie puede cerrar;
Ahora, ¿cuál es el significado de esta, “puerta abierta que nadie puede cerrar?”
Algunos creen que esta es una referencia a Cristo mismo. Él es la puerta que abre el reino, en el cual, los creyentes en Filadelfia van a entrar.
Otros creen que esta es una referencia a Juan capítulo 10, cuando Jesús dijo,
… yo soy la puerta… (Juan 10:7,9)
En los tiempos de Jesús, los rediles no tenían puertas – solo había una abertura en la pared a través de la cual pasaban las ovejas. En la noche cuando los animales estaban metidos en el redil, el pastor se acostaba en la entrada. El pastor literalmente era la puerta del redil.
A esto es que Jesús estaba refiriéndose en Juan 10:9, cuando dijo,
yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos.
Esta es una hermosa imagen de la salvación, pero no creo que Cristo este hablando de la salvación o de entrar al reino, en Apocalipsis 3. De hecho, en Apocalipsis 3, la puerta siempre está abierta.
Además, cada iglesia en Apocalipsis recibe un desafío para aplicar a su ministerio presente, a cambiar algo, a hacer algo, a comenzar algo, o a confesar algo.
Personalmente, creo que la iglesia en Filadelfia está recibiendo la promesa tener una mayor oportunidad de servir y glorificar a Cristo.
Esta puerta abierta representa una oportunidad dada por Dios.
Encontramos este tipo de vocabulario en las cartas del apóstol Pablo. Por ejemplo, el escribió a los creyentes en Corinto.
Porque se me ha abierto puerta grande y eficaz, y muchos son los adversarios (1 Corintios 16:9).
Me encanta el espíritu de Pablo. Él dice, “miren, ¡Dios me abrió una gran oportunidad!
¿Como sabes que es una oportunidad?
“Hay muchos adversarios… y desafíos en el camino. Pero es me confirma que esta es una gran oportunidad para la gloria de Dios.
Pablo entendía el principio espiritual de que no hay tal cosa como una oportunidad sin oposición.
Cuando Pablo llego a Troas para predicar el evangelio, el escribió,
Se me abrió una puerta en el Señor (2 Corintios 2:12)
Pablo le pidió a los colosenses que oraran para que Dios pudiera
abrir puerta para la palabra, a fin de dar a conocer el misterio de Cristo… (Colosenses 4:3)
Cuando Pablo regreso a la iglesia en Antioquia, en Hechos 14:27, él reportó que Dios
… había abierto un puerta de fe para los Gentiles.
Podríamos adoptar esta forma de hablar. Necesitamos orar para que Dios abra puertas – para que Dios nos de oportunidades para entregar el evangelio y alcanzar personas para Jesucristo.
Queremos ser una iglesia que busca las puertas que Dios abre y que entra a través de ellas. No abramos las puertas cerradas a patadas. No discutamos con Dios porque tal puerta está cerrada mientras ignoramos las puertas que Él nos ha abierto.
¿Porque nos quedamos sentados frente a las puertas cerradas y Le pedimos a otras personas que oren para que Dios cambie de opinión?
Necesitamos orar diciendo, “Señor, ayúdanos a discernir cual es la oportunidad que nos has dado para así poder tomarla.”
Y note, continuando en Apocalipsis 3:8, que Dios abre esta puerta para Filadelfia porque (y a pesar de que)
Tenga poca fuerza (dunamis)…
Me encanta esto. El Señor no dice, “necesitas estar al 100% en cada aspecto de tu ministerio.”
No. “No necesitas tener mucha “dunamis” o “dinámica” – una referencia a dinámica espiritual. Cristo dice, “no tienes mucha dinámica, o carisma; pero, tienes un poquito, y lo poquito que tienes lo has dedicado a para mí.”
Cristo también dice, en Apocalipsis 3:8, y más adelante en Apocalipsis 3:10,
… has guardado mi palabra
… has guardado la palabra de mi paciencia…
que es quizás una referencia a la obra de Cristo, quien pacientemente sufrió la cruz.
Estos creyentes no negaron el evangelio.
El tiempo verbal es aoristo, lo que nos lleva a entender que esta iglesia soportó un momento difícil en el pasado. Lo más probable es que se vieron enfrentados a decidir entre darle la espalda al Señor o sufrir grandes consecuencias – y ellos no negaron el nombre de Cristo o el evangelio de Cristo.[iv]
“Por su fidelidad, ahora estoy abriéndoles esta puerta – entren por ella” – dice el Señor.
Una de las razones por la que creo que esta puerta significa a un ministerio más grande y efectivo es porque los creyentes entenderían esta metáfora inmediatamente.
De la misma forma que los creyentes en Sardis habrían entendido a lo el Señor estaba refiriéndose cuando les dijo que la iglesia necesitaba ser vigilante y despertar – dado el hecho que su propia ciudad había sido caído en manos del enemigo porque sus guardias se habían quedado dormidos; esta iglesia en Filadelfia habría entendido esta analogía ya estaba ubicada en la ciudad que tenía por sobrenombre “la ciudad de la puerta abierta.”
Filadelfia era la puerta del Oriente. El emperador había determinado que el idioma y la cultura griega debían ser propagadas desde Filadelfia hacia las provincias orientales. Filadelfia se convirtió en el lugar clave desde donde la filosofía griega fue diseminada a través de Europa.[v]
Jesucristo quiere que esta iglesia entienda el gran potencial que tiene por estar posicionados en ese lugar tan estratégico. El Señor considera que esta es una puerta abierta, una gran oportunidad para el ministerio. Él dice, “miren,”
… He aquí, Mira, he puesto delante de ti una puerta abierta….
Esta carta en particular es un desafío para mi propia vida y para nuestra iglesia aquí en Carolina del Norte.
En 1998, cuando estábamos recaudando los fondos para comprar la propiedad en la que estamos, las autoridades de la ciudad estaban desarrollando un plan urbano. Ellos iban a convertir esta área, en una zona clave para el tránsito vehicular.
Nosotros no teníamos ni idea – pero Dios sí. Cuando compramos esta propiedad, los alrededores eran cultivos y granjas.
Nunca nos imaginamos que este lugar iba a incrementar su valor exponencialmente y que se convertiría en un lugar increíblemente estratégico.
Como si esto fuera poco, a las autoridades de la ciudad se les ocurrió denominar esta ubicación estratégica la Puerta Sureste. Y estas noticias fueron dadas después de que compramos la propiedad.
La intersección en la que nos encontramos, es ahora la más transitada de la ciudad. Más de 100,000 vehículos manejan por el frente de la iglesia cada día.
Además, esta zona es el punto de intersección entre varias ciudades, lo que nos permite alcanzar a más de un sector. De hecho, el 50% de nuestra iglesia viene desde otras ciudades.
Somos literalmente una iglesia con una puerta abierta. Dios nos ha dado esta ubicación estratégica para poder llevar el evangelio a nuestra región.
La pregunta ahora es, ¿qué vamos a hacer con esta oportunidad? ¿vamos a entrar por la puerta abierta y buscar alcanzar a nuestra región para Cristo?
Cinco promesas de parte de Cristo para la iglesia en Filadelfia
Continuando en Apocalipsis, ahora note que Cristo le promete al menos 5 cosas a la iglesia en Filadelfia.
- Primero, Cristo le promete reinar con Él en el futuro.
Mire Apocalipsis 3:9.
He aquí, yo entrego de la sinagoga de Satanás a los que se dicen ser judíos y no lo son, sino que mienten; he aquí, yo haré que vengan y se postren a tus pies, y reconozcan que yo te he amado
Muchos creen que esta es una referencia al hecho que, un día, los enemigos de la iglesia serán derrotados, y la iglesia va a reinar con Cristo.
- Segundo, Cristo promete guardarlos de la tribulación.
Mire Apocalipsis 3:10-11.
Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, [o sea, no has negado el evangelio de mi cruz] yo también te guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la tierra.
He aquí, yo vengo pronto…
La hora de la prueba es conocida como la gran tribulación. Pronto vamos a estudiar los detalles de este periodo de siete años, donde el juicio de Dios será desatado sobre el mundo, y va a afectar a todos los que viven sobre el planeta.
Esta frase, al final del versículo 10, que es traducida, “los que moran sobre la tierra,” es una expresión que aparece una y otra vez en el libro de Apocalipsis. Cada vez que aparece, se refiere a los no creyentes – lo vemos en Apocalipsis 6:10; 8:13; 11:10; 13:8, 12 y 14: y finalmente 17:2 y 8.[vi]
Este es un tiempo terrible de juicio y prueba, no para los creyentes, sino para aquellos que habitan sobre la tierra – literalmente los habitantes de la tierra. Estos son los que han escogido a la tierra en vez del cielo y van a sufrir la ira de Dios. En la gran tribulación habrá masacres, atrocidades, terror, pánico y juicio tan grande que nuestros corazones seguramente van a ser sacudidos mientras los estudiamos en los próximos capítulos de Apocalipsis.
La iglesia va a desaparecer de la tierra, y del recuento de los eventos sobre la Tierra en libro Apocalipsis, desde el capítulo 6 hasta el capítulo 19, cuando la iglesia regresará a la tierra con Cristo y reinaremos juntamente con Él.
Note cuidadosamente que en Apocalipsis 3:10, Jesucristo no le dice a la iglesia, “te guardaré a través de la hora de la prueba” o “te guardare a pesar de la hora de la prueba” o “te guardare en medio de lahora de la prueba,” sino que dice, “te guardaré de la hora de la prueba” – refiriéndose al gran periodo de prueba y juicio sobre la tierra conocido como la gran tribulación.”
Hay algunos que dicen que esto no se refiere a la gran tribulación, sino al gran juicio del trono blanco – y por lo tanto, la iglesia va tener que a soportar la tribulación. El problema con esta posición es que el gran trono blanco no va a ocurrir sobre la tierra (Apocalipsis 20:11).
Este tiempo de gran prueba va a tomar lugar sobre la tierra y va a ser universal. Por lo tanto, esta promesa no solo es para Filadelfia, sino para toda iglesia a través del mundo, “voy a sacarte de allí, te guardaré de la hora de la prueba.”
Note nuevamente, en Apocalipsis 3:10 que el Señor dice, “yo te guardaré de la hora de la prueba.”
“guardarte” viene de la palabra griega “tereo ek (terew ek).” El significado básico de la proposición “ek” es “de, fuera de, o, lejos de.”
Si el Señor hubiera querido decirle a la iglesia que iba a guardarla – preservarla – en medio de la tribulación, habría usado la preposición “en,” que significa “dentro, o en.” “Te guardaré en la tribulación.” También podría haber usado la preposición “dia,” que significa “a través.” “Te guardare a través de la tribulación.” Pero el Señor usa la preposición “ek.” “Te guardaré de la hora de la prueba.”
Además, no tendría ningún sentido que el Señor le prometiera a la iglesia que va a guardarlos durante la gran tribulación, ya que ellos obviamente murieron antes del período de la tribulación – que aun está por venir. Esta promesa no habría tenido ningún sentido.
Otro problema de esta interpretación – de que Cristo va a guardar a la iglesia a través de la tribulación, o la última mitad de la tribulación – es que miles van a llegar a la fe en Cristo durante ese horrible período, y van a ser martirizados.
Alguno dicen que la promesa de ser guardados solo aplica a la ira de Dios durante la tribulación. Pero que Dios prometa guardarlos de su ira, pero no de la ira Satanás y el Anticristo no sería de mucho consuelo para la iglesia.[vii]
Jesús le dice a los creyentes en Apocalipsis 3:11.
Eh aquí, vengo pronto.
Vengo pronto implica inminencia. Su venida podría ocurrir en cualquier momento. Este es el rapto o arrebatamiento de la iglesia – palabra que sacamos de la traducción de la biblia al latín, “rapturo.”
Las otras cartas hablan acerca de que Cristo viene a disciplinar o amonestar a esa iglesia, o llevarse el candelabro del testimonio de esa iglesia. Pero aquí, se está hablando de que Cristo viene a llevarse a la iglesia misma
Pablo escribió en 1 Tesalonicenses 4:17.
Nosotros … seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire…
Seremos arrebatados, “rapturo.”
Antes de la tribulación, nosotros, los creyentes, vamos a abandonar la tierra para recibir al Señor en el aire. Luego, en la segunda venida, después de la tribulación, nosotros vendremos con Cristo a la Tierra.
Tenemos una puerta abierta para ministrar y sabemos que en cualquier momento seremos arrebatados por Cristo, mientras el periodo de la tribulación comienza sobre la Tierra y la iglesia desaparece de las páginas de Apocalipsis hasta que regrese con Cristo en su segunda venida.
Estas son las promesas de un reino futuro y un rescate inminente.
- Tercero, Cristo promete darnos un gran reconocimiento.
Jesús dice en Apocalipsis 3:11.
…Retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona.
Esto no tiene nada que ver con la salvación, sino que está hablando de un premio, un galardón.
Note Apocalipsis 3:12
Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi Dios…
Esta es un promesa de reconocimiento.
Tal como en todas las ciudades griegas, en Filadelfia se solía tallar los nombres de los ciudadanos fieles e importantes en los pilares del templo del dios que adoraba como recordatorio de su fidelidad. Esto se hacía como reconocimiento a la persona una vez hubiera muerto.
Cristo dice, “tu serás un pilar en mi templo – tu tendrás un lugar de reconocimiento especial por tu fiel servicio a tu Dios vivo y verdadero.
- Cuarto, Cristo promete descanso permanente.
Note más adelante en Apocalipsis 3:12,
…y nunca más saldrá de allí…
Los ciudadanos de Filadelfia vivían cerca de un volcán, y frecuentemente sentían terremotos. No mucho antes que esta carta fuera escrita, en Filadelfia había ocurrido un terremoto y todas las personas habían salido de la ciudad. La mayoría estaban viviendo en tiendas en medio del campo, por miedo de que los edificios de la ciudad se derrumbaran.
Esta es una promesa de protección, seguridad, y descanso.[viii]
En esta carta, no solo encontramos la promesa de un reino venidero, un rescate inminente, una reconocimiento privilegiado, un descanso maravilloso, sino que, en…
- Quinto y último lugar, Cristo promete una recompensa final.
… y escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo, de mi Dios, y mi nombre nuevo.
Cuando un nuevo emperador asumía al trono, el acuñaba monedas con su imagen y nombre, para que entraran en circulación. Nosotros, como creyentes, seremos estampados con la imagen e identidad de nuestro Señor y Salvador – el único Dios vivo y verdadero.
Tenemos el derecho a entrar a la ciudad de Dios – la nueva Jerusalén, la cual vamos a estudiar en estudios por venir. En esta maravillosa ciudad, vamos a servir a nuestro Dios por siempre y siempre.
Conclusión
Permítame sacar brevemente unas aplicaciones a partir de la carta que acabamos de leer.
- Primero, no se sorprenda del potencial de una iglesia.
Pero tampoco equipare el plan de Dios con la grandeza de una iglesia.
Esta iglesia en Filadelfia tenía poca dinámica pero un gran potencial para Cristo.
- Segundo, nunca subestime el poder de un testimonio.
Su testimonio, su compromiso con el nombre de Cristo, el hecho que usted no ha negado el nombre de Cristo es poderoso.
Me acuerdo de un líder cristiano que solía cantar un coro que decía algo así,
Poco es mucho cuando Dios te acompaña
No vivas por el dinero o la fama.
Mejor, de Cristo la corona – tú puedes ganarla
Si en el nombre de Jesús tu trabajas.
Así es como lo poco se convierte en mucho. Cuando a Dios le damos lo poco que somos y lo poco que tenemos, Él puede usarnos hacer muchas y grandes cosas para Su gloria.
Ahora, la pregunta es, ¿que tipo de iglesia queremos ser?
- ¿Una iglesia desobediente?
- ¿Una iglesia dividida?
- ¿Una iglesia sin formación?
- ¿Una iglesia pecadora?
- ¿Una iglesia mediocre?
- ¿Una iglesia fría?
- ¿Una iglesia dormida?
Seamos como esta iglesia en Filadelfia
Seamos una iglesia que ve la puerta abierta por el Señor y dice, “allí esta, vamos por ahí.”
Así que corramos todos juntos hacia las oportunidades que Dios nos da, con fe, valor y gozo mientras esperamos el llamado de la trompeta de nuestro Salvador que viene pronto. Termino con las palabras de un pastor, que años atrás dijo lo siguiente, “es tiempo que nuestra iglesia despierte, cante, predique, ore, y nunca se rinda o se calle. Hagamos esto hasta que la iglesia se llene, o hasta que seamos llevados por Cristo el Señor.”[ix]
[i] Robert L. Thomas, Revelation: Volume 1 (Moody Press, 1972), p. 273.
[ii] William Barclay, Letters to the Seven Churches (Abingdon Press, 1957), p. 84.
[iii] Thomas, p. 275.
[iv] Thomas, p. 279.
[v] Ed Hindson, Revelation: Unlocking the Future (AMG Publishers, 2002), p. 46.
[vi] Stewart Custer, From Patmos to Paradise (BJU Press, 2004), p. 40.
[vii] John MacArthur, Revelation: Volume 1 (Moody Press, 1999), p. 124.
[viii] Barclay, p. 82.
[ix] David Jeremiah, Escape the Coming Night (W Publishing, 1990), p. 73.