Introducción
Se ha calculado que más Cristianos han sido martirizados en los últimos 50 años que en los primeros 300 años de la iglesia. [i]
Hoy, según los reportes noticiarios, sabemos que la mayor parte de la persecución en contra del cristianismo se concentra en países con gobiernos musulmanes. De hecho, cualquiera que diga que el Islam es una religión de paz está haciendo unas de las afirmaciones más ingenuas del siglo 21. El Islam afirma que todos los que se niegan a seguir a Alá son infieles, colaboran con los demonios, y no son dignos de vivir.
Hace unos días me llegó un correo de una organización misionera. Pedía oración por un joven creyente en Irán que fue arrestado al sur de Teherán. Este joven evangelista de unos 30 años fue arrestado, metido a prisión, y acusado de conspirar en contra del gobierno Iraní y el Islam. Después de varias semanas de intentos fallidos, un par de amigos lograron comunicarse con él, y confirmaron sus miedos. Su amigo había sido torturado para que negara a Cristo – le habían quebrado una pierna y un brazo, le habían arrancado varias uñas, y le habían golpeado la cabeza de tal manera que tenía problemas para ver. Es muy posible que este joven nunca sea liberado.
Otro joven en esta misma región, también fue arrestado y puesto en prisión. A su esposa le dijeron que tendrían encarcelado por mucho tiempo. Este joven creyente es hijo de un pastor que también sufrió el martirio.
Piense en esto y multiplíquelo con los miles de testimonios de sufrimiento y martirio en lugares como Sudan, China, Corea del Norte, Vietnam, Kazajistán e Irak. Miles de cristianos sufren cada día persecución y martirio.
Y este no es un concepto nuevo para nosotros. El Señor Jesucristo le dijo a sus seguidores,
Si me quieren seguir, van a tener que estar dispuestos a cargar su cruz… (Mateo 16:24 parafraseado)
Su audiencia original sabía lo que él quería decir. Ellos sabían que la cruz simbolizaba una muerte humillante, dolorosa y brutal.
Jesús no estaba hablando de tomar una cruz de oro para ponerla en un collar, o usarla como un aro, o colgarla en el espejo retrovisor del auto. Y el ciertamente no estaba hablando acerca de las dificultades de la vida. Él estaba hablando acerca de sacrificar la vida por Cristo.
Quizás tendría más sentido para nosotros, si Cristo hubiera dicho “toma tu silla eléctrica, o tú inyección letal, o tu horca y sígueme.”
Esto es lo que estaba diciendo cuando dijo, “si quieres seguirme, toma lo que simboliza tu propia muerte y lleva contigo una resignación abierta y voluntaria a morir por mí.”
De hecho, Jesucristo predijo que
Vendría una hora cuando las personas matarían a sus seguidores creyendo que le hacen un favor a Dios (Juan 16:2 parafraseado).
Estas personas van a creer que están haciendo un servicio para Dios. La palabra par “servicio” puede ser traducida “adoración.” Ellos van a creer que están adorando a Dios al matar cristianos.
Hoy por hoy podemos entender lo que esto significa como nunca antes. Ciertamente, persecuciones de este tipo han existido desde los comienzos de la iglesia, pero vendrá un tiempo la persecución será en una manera que nunca antes hemos visto.
Esta no solo será la hora de la ira de Dios desatada sobre la tierra, sino que también la hora de la ira de los no-creyentes desatada sobre aquellos que acepten a Cristo durante la Tribulación. La persecución contra los judíos y los cristianos durante la tribulación va a ser inimaginable. Es más, tan terrible será este holocausto que Apocalipsis va a registrar para nosotros que será prácticamente imposible contar el número de mártires durante la Tribulación (Apocalipsis 7:9).
Recuento
El futuro pánico mundial va a incluir asesinatos a niveles nunca antes visto por la humanidad.
Como hemos estudiado en programas recientes, cuatro jinetes aparecen en escena al comienzo del periodo de la tribulación.
- El caballo blanco y su jinete traen un corto periodo de paz que finalmente va a preparar el escenario para el engaño del Anticristo.
- El jinete del caballo rojo aparece después trayendo disturbios y guerras por todo el mundo.
- Luego viene el caballo negro y su jinete que trae en su mano una balanza, representando el hambre que sacudirá al mundo entero.
Y por más malo que esto parezca; por más horroroso y devastador que sea todo esto, la cosa solo se pone peor.
- El cuarto jinete aparece montado en un caballo pálido, el cual desata tal pestilencia que un cuarto de la población mundial muere. En cuestión de un par de años, varios billones de personas van a morir de forma dramática.
Si alguien quiere hacer una fortuna durante la Tribulación, que se dedique a hacer ataúdes.
Todo esto ocurre en los primeros 3 años y medio de la tribulación – lo cual fue también profetizado por Cristo en su discurso sobre el monte de los olivos en Mateo 24 y 25. De hecho, todo esto ocurre en la misma secuencia.
- Primero, engaño mundial.
- Luego, disturbios mundiales.
- Luego, hambre en todo el mundo.
- Seguido por pestilencia y muerte a escala mundial.
Nunca ha habido un tiempo en la historia del mundo cuando la humanidad ha experimentado tal devastación, en esta secuencia y en esta magnitud.
Y eso es solo el comienzo. Los cuatro jinetes son solo los cuatro primeros sellos abiertos por el Cordero.
Hay quedan tres sellos más que serán abiertos y el pánico y la destrucción mundial será intensificada.
El Quinto Sello
Continuemos nuestro estudio de Apocalipsis 6 donde el quinto sello está a punto de ser abierto. El versículo 9 dice,
Cuando abrió el quinto sello, vi bajo el altar las almas de los que habían sido muertos por causa de la palabra de Dios y por el testimonio que tenían
Permítame responder brevemente seis preguntas que surgen a partir de este pasaje.
- Primero, ¿quienes son estas personas?
Estos son mártires que han muerto durante la Tribulación.
Un autor lo puso de esta manera,
El Señor [en nuestros tiempos], por el poder de su Espíritu Santo sobre la tierra, frena las pasiones de los hombres. Pero, al quitar la presencia y el poder del Espíritu, la enemistad del mundo hacia Cristo y aquellos que le pertenecen va a estallar con fieras y amargas persecuciones, aun hasta la muerte. En otras palabras, se va a desatar un infierno en la tierra, por así decirlo, después del rapto de la iglesia, cuando las naciones no regeneradas del mundo van a producir un baño de sangre sobre cualquiera que defienda el nombre de Cristo. [ii]
Hay algunos que dicen que estos son los mártires de toda la era de la iglesia – no simplemente aquellos que son martirizados durante la Tribulación. El primer problema con esta posición es simplemente el hecho de que, como veremos en un momento, ellos están orando por juicio y venganza en contra de aquellos que los torturaron y aún están vivos sobre la tierra. Ellos están orando en el cielo mientras sus perseguidores están vivos sobre la tierra.
Estos mártires hacen eco de las palabras de Cristo que predijo en el monte de los olivos que habrían mártires durante el comienzo de la tribulación.
En otras palabras, la persecución de la que Jesús hablo en Mateo 24 corresponde a este quinto sello en Apocalipsis 6. Esta es una persecución intensa que comienza en el primera mitad de la tribulación e incrementa en la segunda mitad, después de que el Anticristo revele sus verdaderas intenciones.[iii]
Estas almas que vemos en el versículo 9, son las almas de este primer grupo de creyentes que han sido martirizados por causa de su fe durante la tribulación.
- Segundo, ¿que son exactamente estas personas?
El versículo 9 nos dice que son “Almas.” Esta palabra viene del griego “psuque (yuch).”
Esto quizás le suene a que estos son unos espíritus flotantes. Sin embargo, la palabra traducida “almas” también puede ser traducida “vidas.” Estas son las vidas de aquellos que fueron martirizados.
La misma palabra griega aparece nuevamente en Apocalipsis 12:11 en referencia a estos mártires, que
no amaron sus vidas, llegando hasta sufrir la muerte.
El hecho de que ellos reciben vestiduras blancas (Apocalipsis 6:11), ciertamente implica algún tipo de cuerpo temporal, intermediario, mientras ellos, y todos loa que han muerto en Cristo, esperan por la resurrección y glorificación de sus cuerpos.
Cuando Lázaro y el hombre rico murieron (Lucas 16), Cristo reveló que el hombre rico pidió desde el Hades que Lázaro mojara su dedo en agua y le diera una gota para refrescar su lengua. Lázaro debía tener un cuerpo para tener un dedo. Y aún este hombre rico necesitaba tener un cuerpo para tener una boca y una lengua que quería ser refrescada.
Estos mártires recibirán una vestidura especial – y no podemos colgar una túnica sobre un espíritu flotante. El que ellos lleven túnicas, significa que ellos han recibido un cuerpo intermediario hasta que reciban su cuerpo resucitado.[iv]
- Tercero, ¿donde están estos mártires?
El texto nos dice en el versículo 9 que ellos están
…Debajo del altar…
¿Porque? ¿Se están escondiendo acaso? ¿Están agachados allí, todos juntos, y acurrucados de miedo?
Es útil entender que esta palabra griega traducida “debajo” no hace tanta referencia al espacio como a la relación con el altar. Ellos están debajo, en relación al altar (y quizás también cerca del altar).[v]
Hagámonos la siguiente pregunta entonces.
- Cuarto, ¿qué tipo de altar es este?
Este sustantivo griego que traducimos altar, siempre es usado para referirse al altar de incienso.
Esto realmente apropiado. ¿Sabe porque? Porque las oraciones del pueblo de Dios son frecuentemente simbolizadas en la escritura como una ofrenda de incienso. Las oraciones de estos mártires ascienden delante de Dios como una ofrenda de incienso.
Esto queda mucho más claro en el versículo 8, cuando el apóstol Juan escribe,
y [al ángel] se le dio mucho incienso para añadirlo a las oraciones de todos los santos, sobre el altar de oro que estaba delante del trono.
Y de la mano del ángel subió a la presencia de Dios el humo del incienso con las oraciones de los santos
(Apocalipsis 8:3-4).
- Quinto, ¿porque murieron estas personas?
El apóstol Juan no deja duda alguna acerca de esto. En la última parte del versículo 9, él registra que,
Habían sido muertos por causa de la palabra de Dios y por el testimonio que tenían.
Estas personas murieron porque no negaron su fe en Cristo Jesús. Su lealtad y amor por Jesucristo les costó la vida.[vi]
Lo que estamos viendo en el mundo hoy es solo el preludio de la persecución que va a ser desatada en la Tribulación. Esta es solo un anticipo de lo que está por venir.
Recientemente, termine de leer la biografía de Tom Carson, escrita por su hijo D.A. Carson, titulada Memorias de un Pastor Común. Tom Carson pastoreó en Canadá por varios años, sirviendo fielmente como un pastor misionero a una pequeña iglesia de entre 20 y 30 personas. Tom había comentado en su diario que, en los años 1930, 40, y 50, los pastores que predicaban el evangelio en Canadá recibían en promedio 8 años en la cárcel.[vii]
Por lo general, donde vivimos, no vemos un odio tan grande por el evangelio que termina por desatar persecuciones y encarcelamiento en contra de los que prediquen el evangelio – o, al menos, todavía no.
¿Porque la aversión al evangelio? ¿Por qué el odio? ¿Porqué tanto prejuicio y la discriminación en el corazón humano? Personalmente, no puedo entender el odio y el prejuicio en contra de las personas de otras regiones o países. A mí me fascina conocer otros países y culturas.
Todo prejuicio y odio tiene su raíz en la naturaleza pecaminosa del ser humano. Y la cura para esto no es mejor educación – la cura es la salvación.
Trate de explicar porque la gente odia a los judíos. Yo creo que este odio viene principalmente por la influencia Satanás en el corazón de los no-redimidos para lograr eliminar al pueblo de Israel, y así anular las promesas de Dios para su pueblo. La única forma de explicar este odio a los judíos es el odio por el Mesías judío.
Al final de la Segunda Guerra Mundial, después de que las atrocidades del holocausto fueron finalmente reveladas y los cómplices de Hitler fueron juzgados por sus crímenes en contra de la humanidad – principalmente el asesinato de millones de judíos – Adolfo Eichmann, uno de los lideres Nazis dijo, “voy a saltar de alegría en mi tumba, porque el saber de qué tengo 5 millones de vidas en mi conciencia es para mí una fuente de satisfacción.” [viii]
La única forma que podemos explicar el odio y la persecución en contra de los judíos y cristianos, especialmente durante la tribulación, es que el mundo va a odiar con un odio influenciado por Satanás en contra Jesucristo y aquellos que lo sigan.
Así que el quinto sello se abre, y vemos la gran multitud de mártires que murieron durante el principio de la tribulación. Sabemos quiénes son, que son, donde están, y porque están ahí. Ahora
- La última pregunta es, ¿que están diciendo estos mártires?
Mire el versículo 10 de Apocalipsis 6.
Y clamaban a gran voz, diciendo: ¿Hasta cuándo, Señor, santo y verdadero, no juzgas y vengas nuestra sangre en los que moran en la tierra?
Esto no parece una oración muy espiritual ¿o sí? “Señor, ¿cuándo vas a tomar venganza, finalmente, en contra de nuestros perseguidores?”
Esto es lo que conocemos como una oración imprecatoria. El verbo, imprecar, significa invocar juicio y calamidad sobre alguien. [ix]
David hizo varias oraciones imprecatorias y las convirtió en canciones.
En el Salmo 79:10 él escribió,
Sea notoria en las gentes, delante de nuestros ojos, la venganza de la sangre de tus siervos que fue derramada.
Más adelante en el Salmo 94, David oró,
Jehová, Dios de las venganzas, Dios de las venganzas, muéstrate.
Engrandécete, oh Juez de la tierra; Da el pago a los soberbios.
¿Hasta cuándo los impíos, Hasta cuándo, oh Jehová, se gozarán los impíos?
¿Hasta cuándo pronunciarán, hablarán cosas duras, y se vanagloriarán todos los que hacen iniquidad?
A tu pueblo, oh Jehová, quebrantan, y a tu heredad afligen.
…Los destruirá Dios en su propia maldad; los destruirá Jehová nuestro Dios
(Salmo 94:1-5, 23b).
Estos mártires están haciendo la misma pregunta, “¿Cuando vas a vengarnos, oh Señor?”
¿Porque esperan estas personas que Dios actúe de esa manera? Ellos lo dicen en el versículo 10. Porque el Señor es Santo y verdadero.
En otras palabras, “¿cuando vas a hacer justicia, oh Señor y cumplirás tus promesas?”
Evidentemente ellos han leído la carta de Pablo a los Tesalonicenses cuando, él escribe,
Porque después de todo, es justo delante de Dios retribuir con aflicción a los que os afligen,
y daros alivio a vosotros que sois afligidos, y también a nosotros, cuando el Señor Jesús sea revelado desde el cielo con sus poderosos ángeles en llama de fuego,
dando retribución a los que no conocen a Dios, y a los que no obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesús.
Estos sufrirán el castigo de eterna destrucción…
(2 Tesalonicenses 1:6-9a).
Al perseguir a los cristianos, el mundo está menospreciando a Cristo. Y el creyente es sabio en advertir a las personas que ellos serán juzgados un día por Cristo.[x]
Escuche lo que un líder de la iglesia primitiva dijo unos 80 años después de que Juan escribiera Apocalipsis. Dirigiéndose a los no-creyentes, Tertuliano dijo.
A ustedes les encanta los espectáculos (refiriéndose a la arena donde los cristianos eran asesinados públicamente). Pero a ustedes les espera el espectáculo más grande de todos, el juicio eterno del universo. Como contemplaré yo, y me alegrare cuando mire todos esos reyes orgullosos y sus dioses imaginarios, en el abismo de oscuridad; todos esos magistrados que persiguieron el nombre del Señor, en llamas más grandes de las que alguna vez encendieron en contra de los Cristianos. [xi]
Cuán lejos hemos llegado el día de hoy, cuando hay predicadores que se jactan de nunca usar la palabra “juicio” y ciertamente tampoco la palabra “infierno.”
Cuan distinto es esto al evangelio, que tanto advierte acerca del infierno y afirma la victoria del creyente. Cuan distinta es la perspectiva de estos redimidos que tienen una sola petición, y esta es que la santa y justa ira de Dios caiga sobre aquellos que odian, persiguen, matan a sus hijos.
Sin embargo, ellos no solo buscan venganza. Estos mártires desean ver a Dios ser eternamente vindicado. Este es un deseo que debería tener cada creyente.
Esa es la razón por la que David cantó sus salmos imprecatorios, Pablo prometió la retribución de los impíos, y estos mártires ruegan por la justa venganza del Señor.
El tiempo aoristo del verbo “krazo (krazw),” traducido “clamaban,” indica que esta oración no es continua o repetida. Esta es solo una oración y Juan es capaz de escucharla.[xii]
Dios responde a estos mártires en el versículo 11.
[dándoles] vestiduras blancas,
Esta palabra traducida vestidura hace referencia a unas largas túnicas señoriales, como las que se usan en graduaciones. Estas indican gran respeto, honor y nobleza.[xiii]
Lo mismo que estas personas perdieron sobre la tierra al haber sido humilladas y maltratadas, ahora, el Señor les devuelve con creces al darles esta túnica especial.
Dios les dice luego en el versículo 11,
que descansen todavía un poco de tiempo, hasta que se complete el número de sus consiervos y sus hermanos, que también habían de ser muertos como ellos.
En otras palabras, Dios les responde a estos mártires al decirles que simplemente descansen, que disfruten el cielo, y que dejen que Él se encargue de cuando y como va a vengarlos.
Observaciones
Ahora, permítame darle un par de observaciones a partir de esta escena en el cielo.
- Primero, Dios no solo conoce a los mártires que ya han sufrido, sino que ha decretado que van a haber más mártires.
Dios le dijo a los mártires, en Apocalipsis 6:11, “aún hay más hermanos que deben morir como ustedes.”
- Segundo, es la voluntad de Dios que algunos mueran en paz y que otros mueran violentamente por su fe.
La creencia de que Dios quiere que todos mueran prósperos y sanos, no es bíblica. Para algunos, la voluntad de Dios es que vivan en paz relativamente, pero para otros – hoy y en el futuro – la voluntad de Dios es que padezcan persecución.
Benny Hinn estuvo en mi ciudad hace unas semanas, prometiéndole sanidad y prosperidad a la gente. Un diario local me llamó y me pidió si podía darles mi opinión acerca de esto. “Por supuesto,” les dije. La verdad es que considero que estas son oportunidades dadas por Dios, no solo para decir la verdad, sino para compartir el evangelio con el reportero. Así que hablamos por unos 10 minutos, y le expliqué la verdad acerca de la gracia de Dios en medio del sufrimiento y la promesa de que un día gozaremos de riquezas y salud en el cielo. En alguna parte de la conversación dije que Benny Hinn era un estafador. ¿Que cree que terminó en el diario? Esa fue la única frase que pusieron – lo que no me molesta porque es verdad.
Note que estos mártires no murieron porque les falto fe, ¡sino que murieron por su fe!
Además, note que Dios no solo sabe cuántos han sido martirizados, sino conoce número exacto de los que sufrirán y morirán como mártires en el futuro. En otras palabras, nadie muere por accidente. ¡Esta observación es realmente alentadora para todos aquellos que sufren por la causa de Cristo alrededor del mundo, aun en el día de hoy!
El texto revela que
El número de mártires será completado tal como fue planeado (Apocalipsis 6:11b parafraseado)
Esto testifica acerca del triunfo final de los hijos de Dios y la futura vindicación a de Dios.
Conceptos Erróneos
Ahora, la revelación de este quinto sello también desafía algunas creencias acerca del cielo y aquellos que están allí. Déjeme corregir algunos conceptos populares erróneos.
- El primer concepto errado es que estar en el cielo significa que nunca vamos a tener preguntas – que lo vamos a saber todo.
Esto no es verdad. Solo Dios sabe todo sin necesitar aprender nada. Nosotros aun vamos a tener que aprender. Las buenas noticias son que vamos a tener toda una eternidad para seguir aprendiendo.
Estos mártires están preguntándole a Dios
¿…cuanto tiempo falta para tu venganza? (Apocalipsis 6:10b parafraseado)
Ellos no sabían la respuesta. Ser inmortal no es igual a ser omniscientes, o que vamos a saberlo todo. Si fuéramos a saberlo todo, seriamos Dios.
Sin embargo, solo porque no lo sabemos todo – aun cuando estemos en el cielo – eso no significa que no vamos a recordar nada.
- Esto me lleva a tocar otro concepto popular erróneo acerca del cielo, que es que en el cielo vamos a olvidar lo que vivimos en la tierra.
Estos mártires recordaban. Aunque estaban en la presencia de Dios, gozando del cielo, ellos recordaban como murieron.
Quizás se pregunte, ¿esto no va a arruinar nuestra experiencia en el cielo?
Un autor dijo, “este texto contradice la creencia prevalente de que, el poder recordar cualquier cosa desagradable en el cielo, nos quitará automáticamente la felicidad. Sin embargo el gozo del cielo no depende de una memoria vacía, sino de una mente renovada.[xiv]
Todos nosotros, un día, estaremos delante del tribunal de Cristo – la Bema – para dar cuentas de nuestras acciones (2 Corintios 5:10).
Esto suena a que vamos a recordar lo que pasó en y a través de nuestras vidas sobre la tierra – ciertamente con la ayuda del Señor.
Juan escribe más adelante en Apocalipsis 19:7-8 que en el nuevo cielo y la nueva tierra, las vestiduras que usamos serán un testimonio de nuestras obras que trajeron gloria a Dios sobre la tierra.
En el cielo, entonces, no vamos a olvidar lo que hicimos para la gloria de Dios – seremos vestidos en el testimonio de cada acción, palabra, y obra, hecha para Su gloria.
No es de sorprenderse que Pablo dijo, “estoy dándolo todo para ganar la carrera y obtener el galardón” (1 Corintios 9:24).
El gozo del cielo no será arruinado con nuestros recuerdos. Nuestro gozo será aún mayor gracias a que tendremos una perspectiva perfeccionada y sin pecado – que logra descubrir con mayor profanidad la enorme gracia de Dios en nuestra vida.
El cielo no requiere alguna forma de amnesia eterna. Jesucristo mismo ha escogido retener en su cuerpo glorificado las cicatrices de su crucifixión (Juan 20:27).
Acaso, ¿va a arruinarle el cielo este recordatorio? ¿Acaso, va a arruinarnos el cielo el recordar que fue por nuestro pecado que Cristo llevó la cruz?
No. Va a hacer que el cielo sea mucho mejor, porque entendemos en mayor profundidad la gloria y el perdón y la gracia de Dios. En su plan perfecto para el cielo, Dios va a recordarnos de Su gracia para siempre.
Y entre paréntesis, esto hace el infierno sea mucho más horrible. Los que estén en el infierno, también van a tener sus memorias intactas. Imagine el remordimiento, el dolor, y la angustia que traerá recordar todas las malas decisiones tomadas en su vida, sabiendo que ya no hay vuelta atrás.
Adolf Eichmann hoy puede recordar todo lo que hizo – y le aseguro que no está saltando de gozo en su tumba.
Sin embargo, los redimidos, aunque recordemos bastante acerca de nuestra vida sobre la tierra, recibiremos una perspectiva celestial que cambiará todas las cosas.
Nuestra perspectiva será como la de José, que sufrió por años, solo para ser promovido y bendecido más allá de su imaginación. Después de todo su sufrimiento, José pudo gozarse y decirle a sus hermanos “ustedes quisieron hacerme mal, pero Dios lo encamino a bien” (Génesis 50:20).
- El tercer concepto erróneo acerca del cielo, es que si llegamos tenemos preguntas, tendremos respuestas inmediatas.
Me parece fascinante que estos mártires están orando y rogando que Dios actué. Ellos literalmente tienen una petición de oración y la respuesta de Dios es, “esperen.”
Y luego, Dios tampoco les da una respuesta. De hecho, Él simplemente les dice que vayan a descansar.
- La respuesta de Dios contradice también el concepto erróneo de que en el cielo no va a haber tiempo.
La respuesta que Dios le da a los mártires en el versículo 11 es, “descansen por un poco de tiempo.”[xv]
No podemos esperar por un poco tiempo a menos que haya tiempo.
Quizás se pregunte, ¿pero no dice la Biblia que “no habrá más tiempo”?
No. Esto no es nada más que un pensamiento popular. Sin embargo hay una frase en la Biblia que parece haber dado pie para la formación de este concepto erróneo.
En Apocalipsis 10:6 (Específicamente en la Versión Reina Valera) leemos
que el tiempo no sería más
Esta es una traducción correcta del texto, siempre y cuando se entienda cual es el contexto. Si entiende el contexto, usted podría resumir este versículo de esta manera.
… no habrá más tiempo que se interponga en el camino del próximo juicio de Dios.
El próximo juicio de Dios es mencionado en el siguiente versículo.
Otras versiones de la Biblia dejan en claro este pasaje traduciéndolo,
“ya no habrá más dilación,” o “ya no habrá más demora.”
El Budismo afirma que después de la muerte no hay tiempo ni consciencia individual.
Sin embargo, el cielo es totalmente distinto.
El árbol de la vida va a dar su fruto cada mes. ¿Como es que van a haber meses sin que haya tiempo?
Quizás se pregunte, ¿como es que van a haber meses sin que haya sol ni luna?
La Biblia no dice esto tampoco. En el nuevo cielo y la nueva tierra, Dios va a recrear todas sus características, habiendo eliminado todo rastro de pecado y corrupción – será como en Jardín del Edén antes de la entrada del pecado.
La Biblia dice en Apocalipsis 21:23, que la nueva Jerusalén
no tiene necesidad de sol ni de luna.
Es posible que el sol o la luna este brillando fuera de su casa, y que no tenga necesidad de esa luz porque tiene una lámpara u otra fuente de luz que lo ilumine.
De la misma forma, en la Nueva Jerusalén no va a haber necesidad de sol ni luna porque la gloria de Dios va a brillar y residir allí. Por lo tanto, eso no necesariamente significa que no va a haber luna o sol en la nueva creación.[xvi]
Pero volviendo al tema del tiempo, en esta nueva tierra, van a haber estaciones y meses, cosechas y eventos. Todos estos requieren el elemento del tiempo.
Es más, algo que hemos visto una y otra vez en el cielo son canciones, alabanzas y música – y la música requiere ¿qué? Tiempo.
Métrica, tempo, pausas,– todos estos son componentes esenciales de la música, y todas estas tienen que ver con el tiempo.[xvii]
Me acuerdo cuando tomaba lecciones de piano y me costaba el tema de los tiempos porque me costaba la matemática. Tenía que tener en mente cuantos tiempos hay por compas; cuantas corcheas, semicorcheas, blancas, negras, redondas, entran en un compás; y como balancear la ecuación musical. Lo que hacía mi profesor era poner el metrónomo – un instrumento de gran tortura. Y luego tenía que tocar el piano al ritmo del metrónomo. Se por experiencia que no puede haber música sin una progresión de tiempo.
Ahora, el tiempo es un enemigo. Pareciera que no avanza nunca cuando está en el dentista; pero, vuela cuando está disfrutando con los amigos. Nos adelantamos, nos atrasamos, y a veces lo perdemos.
En el cielo, el tiempo nunca más estará en nuestra contra. Nunca nos va a faltar el tiempo.[xviii]
Conclusión
Ahora, ¿Qué pasará con los mártires que estudiamos en este programa? Los vamos a encontrar nuevamente en el próximo capítulo de Apocalipsis cantando alabanzas al Señor.
Ha pensado alguna vez ¿que dirían hoy si pudiéramos entrevistarlos?
Creo que, ciertamente ellos alabarían a Dios por su santidad, por su gracia, por su generosidad… por habernos preparado lugar en el cielo – a cada uno de nosotros que hemos creído en su Hijo, el Señor Jesucristo.
A todo esto, si no ha puesto su fe en Cristo, aún hay tiempo. Querido oyente, su tiempo sobre esta tierra, un día va a acabarse. Lo que haga ahora con el regalo de salvación que Cristo le ofrece, va a determinar cómo va a gastar su tiempo durante la eternidad. Creo que estos mártires lo instarían a poner su fe en el Salvador y creer en el evangelio de Jesucristo. Y para nosotros que hemos creído, estos mártires seguramente nos animarían a vivir sobre esta tierra, poniendo nuestra mirada en Cristo y su pronta y gloriosa venida.
[i] “Persecution in the Early Church,” Christian History, no. 27.
[ii] Edward Hindson, Revelation: Unlocking the Future (Tyndale, 2002), p. 84.
[iii] Robert L. Thomas, Revelation: Volume 1 (Moody Press, 1995), p. 192.
[iv] Sam Gordon, Revelation: Worthy is the Lamb (Ambassador, 2000), p. 163.
[v] R. C. H. Lenski, The Interpretation of St. John’s Revelation (Augsburg, 1943), p. 234.
[vi] Gordon, p. 161.
[vii] D. A. Carson, The Memoirs of an Ordinary Pastor (Crossway Books, 2008).
[viii] Jacob Presser, The Destruction of Dutch Jews, quoted by David Jeremiah in Escape the Coming Night (W Publishing, 1990), p. 125.
[ix] John MacArthur, Revelation: Volume 1 (Moody Press, 1999), p. 188.
[x] William Hendriksen, More than Conquerors: An Interpretation of the Book of Revelation (Baker, 1940), p. 106.
[xi] William Barclay, Revelation: Volume 2 (Westminster Press, 1976), p. 12.
[xii] Cleon Rogers Jr. and Cleon Rogers III, The New Linguistic and Exegetical Key to the Greek New Testament (Zondervan, 1998), p. 627.
[xiii] Ibid.
[xiv] Randy Alcorn, In Light of Eternity (Waterbrook, 1999), p. 87.
[xv] Robert L. Thomas, Revelation: Volume 2 (Moody Press, 1995), p. 447.
[xvi] Ibid., p. 479.
[xvii] Randy Alcorn, Heaven (Tyndale, 2004), p. 260.
[xviii] Ibid., p. 261.
