Chicken Little un día estaba almorzando cuando, de pronto, le cayó una bellota en la cabeza. Entrando en pánico, salió corriendo y empezó a gritar, “el cielo se cae, el cielo se cae!” y fue a advertirle al rey.
Esta es una antigua fabula se originó en el lejano Oriente, 600 años, antes de Cristo.
En versiones más recientes, Chicken Little corre hacia el palacio, juntando todo tipo de animales en el camino. Ella los convence de que el cielo de verdad se está cayendo y todos entran en pánico.
Pero luego aparece el zorro que les promete a todos que los puede proteger. Sin embargo, él los mete en una trampa y se los come a todos, excepto por Chicken Little que logra escapar con vida.
En cada versión – excepto en la última versión de Disney que invierte la moraleja de la historia – la moraleja es, “no creas todo lo que te dicen.”
De lo que ha sobrevivido de esta fábula a través del tiempo, entre otras cosas, es la famosa frase “el cielo se viene abajo.” La usamos para exagerar o cuando hablamos de una persona alarmista. “Esa persona cree que el cielo se va a caer” decimos en tono de burla.
En otras palabras, “no le crea a esa gente fatalista y alarmista. Están locos, corriendo por todos lados anunciando desgracias. El cielo no está cayéndose y tampoco se va a caer.”
Sin embargo, es interesante observar un cambio de actitud en nuestra generación acerca del futuro.
Un autor lo puso de esta manera, “cuarenta años atrás, las películas futuristas de Hollywood eran utópicas” – la vida evolucionaba a un estado de perfección – “pero hoy, son apocalípticas.”[i]
Las películas acerca del futuro han cambiado. El mundo no mejora sino que se transforma en un lugar inhóspito, o muy difícil de sobrevivir, lleno de criaturas peligrosas.
El filósofo Alfred North Whitehead dijo inteligentemente, “El negocio del futuro es ser peligroso.”
El astrónomo y humanista secular, Carl Sagan, escribió en 1980, “quizás tengamos solo un par de décadas antes del día final.”[ii]
George Wald, Premio Nobel y profesor de Biología en Harvard, dijo, “la vida humana es amenazada como nunca antes; esta no es amenazada por un peligro, sino por muchos peligros que están trabajando en conjunto. Soy uno de esos científicos que le cuesta ver a la raza humana [sobreviviendo por mucho más tiempo].[iii]
Y nadie acusa a ninguno de estos hombres de ser “Chicken Little.” Ellos están diciendo “el cielo se va a caer,” y la mayoría de las personas hoy creen que es verdad.
Querido oyente, hoy tenemos una gran oportunidad de enseñar la verdad. Podemos anunciar al mundo que su miedo al futuro; que aquel sentimiento de que el día apocalíptico está por llegar; que su sospecha de que la tierra y la raza humana van a enfrentarse una catástrofe mundial ¡es verdad!
¡El día se acerca cuando el cielo empezará a caerse!
El Día del Señor
Continuemos entonces con nuestro estudio de Apocalipsis en el capítulo 6 versículos 12-17.
Vi cuando el Cordero abrió el sexto sello, y hubo un gran terremoto, y el sol se puso negro como tela de cilicio, y toda la luna se volvió como sangre,
y las estrellas del cielo cayeron a la tierra, como la higuera deja caer sus higos verdes al ser sacudida por un fuerte viento.
Y el cielo desapareció como un pergamino que se enrolla, y todo monte e isla fueron removidos de su lugar.
Y los reyes de la tierra, y los grandes, los comandantes, los ricos, los poderosos, y todo siervo y todo libre, se escondieron en las cuevas y entre las peñas de los montes;
y decían a los montes y a las peñas: Caed sobre nosotros y escondednos de la presencia del que está sentado en el trono y de la ira del Cordero,
porque ha llegado el gran día de la ira de ellos, ¿y quién podrá sostenerse?
Los profetas, fueron generalmente ridiculizados o ignorados cuando hablaron del juicio venidero. Varios siglos atrás, ellos escribieron acerca de esto.
Isaías, por ejemplo, escribió,
y se meterán en las hendiduras de las rocas y en las cavernas de las peñas, por la presencia formidable de Jehová, y por el resplandor de su majestad, cuando se levante para hacer temblar la tierra (Isaías 2:21).
En el capítulo 13, Isaías siguió profetizando,
las estrellas de los cielos y sus luceros no darán su luz; y el sol se oscurecerá al nacer, y la luna no dará su resplandor (Isaías 13:10).
Oseas hablo del día cuando los hombres rogaría
a las montañas: «¡Cúbrannos!», y a las colinas: «¡Caigan sobre nosotros! (Oseas 10:8).
El profeta Nahúm dijo,
Ante Él tiemblan las montañas y se desmoronan las colinas. Ante Él se agita la tierra, el mundo y cuanto en él habita.
¿Quién podrá enfrentarse a su indignación? ¿Quién resistirá el ardor de su ira? Su furor se derrama como fuego; ante Él se resquebrajan las rocas.
(Nahúm 1:5-6).
Uno más – el profeta Sofonías profetizó,
Cercano está el día grande de Jehová, cercano y muy próximo…
Día de ira aquel día, día de angustia y de aprieto, día de alboroto y de asolamiento, día de tiniebla y de oscuridad, día de nublado y de entenebrecimiento, día de trompeta y grito de batalla.
¿Quien podrá librarlos en el día de la ira de Jehová? pues toda la tierra será consumida con el fuego de su celo; porque ciertamente destrucción apresurada hará de todos los habitantes de la tierra.
(Sofonías 1:14-18).
Necesitamos entender que la frase, “el día del Señor,” es una expresión usada frecuentemente para describir distintos periodos cuando Dios interviene con juicio en un grupo de personas, en una nación, o, como en el último día del Señor, en el mundo entero.
La frase “el día del Señor” no está limitada a la ira final y futura, sino que a veces ser refiere a ciertos juicios que ya ocurrieron sobre naciones específicas.
Por ejemplo en Joel capítulo 2, él describe el día final y universal del Señor, pero en el capítulo 1, él describe una plaga de langostas que afectó al pueblo de Judá. Este juicio de parte de Dios, tenía el propósito también de dar un pequeño anticipo del “día del Señor” que ocurrió sobre Judá durante la invasión Babilónica que encontramos en el capítulo 2:1-17. Y la invasión Babilónica de un anticipo del último “día del Señor” que es profetizado en la última parte de Joel 2.[iv]
Así que la frase, “el día del Señor” puede ser usada para eventos que fueron profetizados y cumplidos y para eventos futuros.
El Antiguo Testamento usa esta frase 19 veces. La volvemos a encontrar en el Nuevo Testamento 4 veces, donde se expande su significado aún más.
Pablo le dijo a los Tesalonicenses en 1 Tesalonicenses 5:2 que el día del Señor inaugura el periodo de la tribulación.
El apóstol Pedro usa esta frase en 2 Pedro 3:10, para incluir el fin del reino milenial. Este “día” es un periodo que dura un poco más de 1000 años. No es de sorprenderse que Pedro dijo que,
para con el Señor un día es como mil años, y mil años como un día (2 Pedro 3:8).
A todo esto, ningún esfuerzo de limitar el día del Señor a la mitad de la tribulación, o a la Batalla de Armagedón, puede ser defendido con el resto de la escritura. Alguna profecía termina siendo ignorada, ya sea la uno de los profetas o de los apóstoles.[v]
Una cosa es cierta – cuando el primer sello se abre, comienzan los primeros días de la tribulación – días que incluyen guerras, asesinatos, hambre, y pestilencia tan devastadora, que un cuarto de la población mundial muere – todos van a asumir que el fin del mundo ha llegado.
En el evangelio de Lucas, Cristo dijo de estos en estos últimos días.
Habrá señales en el sol, la luna y las estrellas. En la tierra, las naciones estarán angustiadas y perplejas por el bramido y la agitación del mar.
Se desmayarán de terror los hombres, temerosos por lo que va a sucederle al mundo.
(Lucas 21:25-26a)
La palabra traducida “se desmayaran,” significa literalmente, “exhalar o dejar de respirar.” [vi]
En otras palabras, cuando llegue el “día del Señor,” y todas estos juicios empiecen a desencadenarse, las personas van a morirse de miedo, literalmente. Las personas que vivan durante este periodo van a querer morirse por miedo a lo que pueda ocurrir en el futuro.
Esta es la ira del Cordero – el día grande y temible del Señor.
Hay algunos que creen que el arrebatamiento va a ocurrir al final de Apocalipsis 6. Ya que en el sexto sello, un ángel toca la trompeta, algunos creen que este es el llamado de la iglesia. Esta posición se denomina “rapto pre-ira.”
Vamos a lidiar con este y los otros 6 llamados de trompeta en otro programa.
Por ahora, sin embargo, solo déjeme señalar que este párrafo contradice esta posición, al declarar que antes de que suene aquella trompeta, la humanidad clama en Apocalipsis 6:17,
ha llegado el gran día de la ira de ellos [del Padre y el Cordero].
El verbo “ha llegado” se encuentra en el tiempo aoristo indicativo. Lo que esto significa es que la ira del Cordero ya ha sido derramada, no solo a través de este sexto sello, sino que también a través de todos los sellos anteriores. En otras palabras, ellos todo lo que ha pasado hasta ese momento, por 3 años y medio de guerra, hambre, pestilencia, y ahora disturbios cósmicos – son demostraciones de la ira de Dios.
Ahora, antes de continuar, permítame responder una pregunta bastante común entre los cristianos.
¿Por qué gastamos tiempo estudiando esta información? De hecho, ¿porque a Dios se le ocurrió darnos esta información? ¿Porqué contarnos en detalle acerca del terror, la muerte, los terremotos, el sol que se oscurece, la luna que se pone roja, y las estrellas que caen? ¿Esta acaso tratando de que tengamos pesadillas o algo así?
Alguien quizás se pregunte, ¿Que beneficio tengo al saber toda esta información? No me ayuda a entender a mis hijos – amenos que cambie el significado de la palabra “terremoto” – debería ver como tienen su habitación. En serio, todo esto acerca de la ira y el juicio venidero no me ayuda a entender a mi esposa o a lidiar con mi jefe el lunes por la mañana.”
En parte, creo que la razón por la que pensamos de esa manera – y por la que personalmente, nunca he escuchado una predicación acerca del sexto sello, o de cualquiera de los sellos, es porque tendemos a pensar solo en nosotros mismos. Creo que como iglesia, y como personas, tendemos a enfocarnos demasiado en nosotros mismos.
Es de esperarse que el mundo viva pensando en sí mismo, pero es triste ver que la iglesia está cayendo en lo mismo como nunca antes. La mayoría de las predicaciones, y libros tratan acerca superar los dolores de la vida y como resolverlo todo, desde convertirse en mejores padres hasta resolver sus problemas de salud o finanzas.
La más irónico es que, ahora que nuestro mundo está admitiendo su dificultad lidiando con la culpa, y su inquietud e inseguridad acerca del futuro, la iglesia está empeñada en aprender como tener su mejor vida ahora. Y si, ese es el título de un libro.
Tengamos cuidado de no perdernos esta gran oportunidad.
La vida cristiana es mucho más que criar a sus hijos y salir de las deudas.
Ahora, no me malentienda, esas cosas son responsabilidades buenas y nobles. Pero los propósitos de Dios son muchos más grandes que su propio bienestar temporal. Cuando entendemos que Dios tiene un propósito para todo el planeta tierra, nuestra visión y motivación cambia, y empezamos a invertir más en la obra de Dios antes de que el tiempo se acabe.
Cuando aprendemos acerca de los juicios, los planes y propósitos de Dios para el planeta, surge en nosotros un deseo más grande no solo de criar hijos obedientes – si es que es posible – sino que también guiarlos a la verdad del evangelio, para que sirvan gozosos a este rey soberano que esta pronto a venir.
Sin embargo, piense en esta trágica realidad en que vivimos hoy. Mientras que nuestra generación está bastante convencida de que algún tipo de catástrofe mundial está por venir – que algo malo va a pasar en el planeta, que la raza humana necesita ser rescatada de un futuro catastrófico – la iglesia está determinada a nunca hablar acerca ¿de qué? De la ira venidera, y del día del juicio final.
Estamos perdiéndonos la oportunidad. Ahora es cuando todos están más receptivos a escucharnos decir, “oigan, esa inquietud que sienten acerca del futuro, esa idea de que el fin del mundo se acerca, esa película que vieron acerca del futuro de la humanidad – hay algo de verdad en todo eso. Déjeme contarle que es lo que la Biblia dice acerca del fin del mundo.
Va a ser un tiempo horrible, pero Dios ha ofrecido rescatarnos de la ira venidera (1 Tesalonicenses 1:10) si creemos en Cristo Jesús, el Cordero de Dios que puede perdonarnos de nuestros pecados y asegurarnos un futuro con Él para siempre.
Estudiar la ira del Cordero crea en mí una mayor gratitud por la gracia del Cordero.
El Sexto Sello
Vayamos ahora a Apocalipsis 6, para ver cómo sigue desarrollándose este “día del Señor.” El Cordero el sexto sello, y se desatan cinco desastres naturales que usted preferirá ver desde el cielo.
- El primer desastre natural es un gran terremoto (Apocalipsis 6:12).
En el idioma original, leemos que esto es un “mega seísmos” (megaj seismoj). Aún hoy en día usamos la palabra “mega” para referirnos a algo grande, y la palabra “sismos” significa prácticamente lo mismo en español, un terremoto. Juan es un testigo de un mega terremoto que va a sacudir toda la tierra.
- El segundo desastre natural es el eclipse total del sol y la luna (Apocalipsis 6:12).
Juan registra.
Y el sol se puso negro como tela de cilicio, y la luna se volvió toda como sangre
Cuando Juan dice que el sol se puso negro como tela de cilicio, en el original, podemos observar que él está haciendo referencia al pelaje negro que se sacaba de una especie de cabra. La vestimenta hecha con este pelaje era usada frecuentemente en los funerales. Es como si el sol se vistiera de luto con una capa negra.
La luna también es eclipsada, y Juan describe que esta queda con un color como sangre – “hos haima” (wj aima) en griego. Este este es el color rojo intenso que tiene la luna durante un eclipse.[vii]
Un gran terremoto seguido por una completa oscuridad van a poner a todo el mundo en pánico y horror.
Los eclipses son causa de muchas supersticiones alrededor del mundo, y no solo en el pasado.
En 1989, en Nigeria, un grupo de musulmanes quemaron y saquearon decenas de hogares, creyendo que el eclipse significaba que debían pagar los pecados de los infieles.
En el mismo país, unos años atrás, muchos creyeron que un eclipse solar fue producto del conjuro de brujas y hechiceros.[viii]
Muchos hindús se preparan antes de un eclipse solar, cubriendo la comida con hojas para protegerla de los rayos demoniacos. Las mujeres embarazadas no salen de la casa, por temor de lastimarse durante el eclipse, porque si lo hacen, creen que sus bebes van a nacer con cicatrices.
Un diario en India recomendaba a las mujeres embarazadas a que no salieran durante un eclipse para evitar que su bebé naciera ciego.
Otro diario en India advertía que la persona que sostuviera un cuchillo o hacha en su mano durante un eclipse, no podrían evitar cortarse a sí mismos.[ix]
Muchos van a purificarse en los ríos sagrados después de un eclipse.
Quizás esté pensando, “Esa gente solo necesita saber un poco más de astronomía.” Un diario en India dice que el problema no es ignorancia. En un artículo, se entrevistó a un mujer profesional de 32 años, que dijo que cree que durante un eclipse, el número de gérmenes incrementa, y que por lo tanto, no se debe comer ni cocinar durante un eclipse, y que toda la comida que fue cocinada antes del eclipse debería ser tirada a la basura.[x]
Toneladas de comida se tiran a la basura en partes de India y otros países porque creen que ha sido contaminada por el eclipse.
En el lejano oriente, se solía creer que durante un eclipse lunar, una bestia cósmica se tragaba la luna, y que el color rojo que se veía era la sangre de la luna sobre la bestia.
Aunque hoy en día, el mundo moderno puede explicar científicamente los eclipses lunares y solares, nadie va a poder explicar cómo estos van a ocurrir al mismo tiempo, mientras la tierra se sacude con un mega-terremoto.
Toda la humanidad va a estar aterrorizada. Sin embargo, hay más por venir.
- El tercer desastre natural es que las estrellas empiezan a caer sobre la tierra (Apocalipsis 6:13).
Juan escribe en el versículo 13,
y las estrellas del cielo cayeron sobre la tierra como la higuera deja caer sus higos cuando es sacudida por un fuerte viento.
La palabra “estrellas” viene de la palabra griega asthr. Esta se refiere a cualquier cuerpo luminoso en el cielo aparte del sol y la luna. La estrellas mencionadas en este versículo serían lo que llamamos “estrellas fugaces.” Podrían ser meteoritos o asteroides que literalmente van a golpear la Tierra. [xi]
Testigos oculares confirman que el 13 de noviembre de 1833, cientos de estrellas fugaces fueron avistadas simultáneamente. De hecho, se dice que las personas cayeron al suelo y rogaron a Dios por misericordia.[xii]
Don Yeomans, un científico de la NASA que se encarga del programa de rastreo de asteroides dijo, “la probabilidad de que un asteroide impacte la Tierra es baja, pero es a la misma vez un evento de enormes consecuencias.”
El último gran asteroide que causo daños en el planeta ocurrió en una región despoblada de Siberia en 1908. El impacto del asteroide derribo 1.800 kilómetros cuadrados de bosque.
Imagínelo. La ciudad de Bogotá tiene 1.590 kilómetros cuadrados, Rio tiene 1.260, La ciudad de México tiene 1.480. Un solo asteroide arrasó con 1.800 kilómetros cuadrados de bosque en cuestión de minutos.
Un astrónomo que trabaja para el laboratorio de investigaciones en California dijo, “lo más prudente que podemos hacer con respecto a los asteroides que golpean la tierra, es tratar de no pensar en ellos.[xiii]
Mientras estudiaba acerca de esto, encontré una simulación de cómo se vería una colisión de gran asteroide sobre la tierra. Era impresionante y aterrador al mismo tiempo. Era como una bola de fuego abalanzándose a través de la atmosfera y golpeando la tierra con muchísima fuerza.
Si puede, trate de imaginar esta escena. El planeta está temblando por un mega-terremoto, cuando, luego, el cielo se oscurece. La luna aparece en un color rojo, como sangre, y a través del cielo oscurecido, bolas de fuego se abalanzan contra la Tierra. Todo lo que puede ver a través de la oscuridad son lo que parecen ser estrellas de fuego cayendo sobre la tierra.
Usted escucha los golpes de las colisiones, ve los enormes estallidos y el fuego, siente el aire caliente de proveniente de impacto cercano, y ve como los árboles, casas y edificios se incendian alrededor suyo.
En aquel momento, las personas solo van a pensar en usa sola cosa – ¡el cielo se viene abajo! ¡este es el fin del mundo!
- El cuarto desastre natural ocurre en la atmósfera (Apocalipsis 6:14a).
Es como que cielo se parte y se enrolla como un pergamino.[xiv]
Es como si la atmosfera se arrugara como un papel.
Esta es la mejor forma en que Juan puede describir los enormes efectos producidos por estos meteoritos.
- El quinto desastre natural es un cambio en la geografía del planeta (Apocalipsis 6:14b).
Juan escribe en el versículo 14,
todas las montañas y las islas fueron movidas de su lugar.
El planeta aún está temblando, el cielo aun está oscuro, la tierra está siendo golpeada con enormes bolas de fuego que explotan sobre la tierra, y todo está en tal conmoción que las montañas se mueven y las islas están desapareciendo.
La corteza terrestre empieza a deslizarse y moverse. Y piense en todos los desastres naturales que Juan ni siquiera menciona, producto del resto de lo que pasa – los huracanes que son causados, los tsunamis que van a arrasar con varias islas y sectores costeros.[xv]
La devastación va a ser enorme.
¿Quienes son Afectados por el Sexto Sello?
Ahora, quienes va a ser afectados por estos desastres naturales? Juan menciona seis categorías de personas que serán afectadas por el sexto sello en Apocalipsis 6:15.
- Primero, están los reyes de la tierra.
Estos son los jefe de estado – los lideres, presidentes, primeros ministros de las naciones de toda la tierra. En ese momento, su poder y posición no va a servir de nada, y serán recordados que Dios es soberano sobre todos.
- Segundo, Juan menciona a los grandes.
Estos son los oficiales de alto rango – senadores y personas importantes en la sociedad.
- Tercero, Juan dice que los comandantes van a entrar en pánico como todos los demás.
La palabra “comandante” es la misma palabra usada para los oficiales romanos que estaban a cargo de una legión de soldados.
Estos eran generales experimentados en batalla, que sabían cómo guardar su compostura.
Personas como el General Douglas MacArthur, quien durante la Segunda Guerra mundial acostumbraba a salir de su búnker y observaba a los pilotos japoneses mientras volaban bajo y agujereaban el suelo con balas. Él solía pararse allí, inamovible, sin miedo. Según su biografía que termine hace poco, un día el general George Patton lo visitó durante un bombardeo. Ambos estaban de pie en campo abierto y Patton se preguntó si MacArthur aun pestañaría si una de las bombas cayera cerca de ellos. Finalmente una bomba cayó cerca de donde estaban parados. Patton se estremeció. Douglas MacArthur le guiño el ojo y lo regaño diciendo, “General, uno nunca escucha el bomba que lo golpea.” [xvi]
MacArthur era una leyenda entre sus tropas por ir tan cerca de las líneas enemigas como pudiera sin siquiera agacharse.
Este es el tipo de hombre del que se habla en este versículo – comandantes que están acostumbrados a la guerra, generales condecorados – que ahora están temblando, escondiéndose con todos los demás en las cuevas, y llorando como niños.
- Cuarto, Juan menciona a los ricos.
Las palabras queusa Juan hacen referencia a los ricos y famosos.
Su dinero no va a poder protegerlos. Su dinero es inútil en un planeta donde todo parece estar cayendo a pedazos.
- Quinto, Juan menciona a los fuertes.
Esta es una referencia a aquellos que influencian a las personas. Estos son los que mueven y sacuden las masas. Ahora sin embargo, ellos están en un planeta que está siendo movido y sacudido por una mano invisible
- Finalmente, Juan como que incluye a todas las demás personas al hacer una referencia a los esclavos y libres cerca del final del versículo 15.
Esta es una referencia a todas las clases sociales – libres y esclavos; libres y presos. Esta es la forma de decir “y todos los demás” en la raza humana.
En otras palabras, desde los reyes hasta los obreros – todos están corriendo para encontrar refugio en algún lugar. Todos están gritando, y fuera de sí, como podríamos esperar en tal situación. Muchos están muriendo de miedo con ataques al corazón.
Ahora, lo que pasa después me sorprende mucho. Note Apocalipsis 6:15-16
se escondieron en las cuevas y entre las peñas de los montes; y decían a los montes y a las peñas: Caed sobre nosotros
En otras palabras, todo estos desastres naturales provocan la reunión de oración más del mundo. Este es un llamado universal de oración y toda la humanidad está orando.
Sin embargo, no están orando a Dios – ellos están orando a la naturaleza. Ellos están orando a la madre naturaleza por así decirlo y no al Dios, creador de la naturaleza. En una enorme muestra de rebelión, estas personas tal como Faraón, rehúsan someterse a Dios en aún en medio de estas plagas y endurecen sus corazones.
Note en el versículo 16 que ellos claman
a los montes y a las peñas diciendo: Caed sobre nosotros y escondednos de la presencia del que está sentado en el trono y de la ira del Cordero
En otras palabras, estas personas saben que Dios está detrás de todo esto. Lo más probable es que mientras estos sellos se han desatado, estas personas han tenido acceso al libro de Apocalipsis y han estado estudiando y descubriendo que el Dios de la naturaleza está detrás de estos desastres naturales. Sin embargo, a pesar de todo esto, ellos rechazan a la Roca de la eternidad y oran a las rocas.
Ellos oran para que los montes y las piedras los protejan y los escondan del rostro de Dios. Un autor lo puso de esta forma, “ellos prefieren esconderse de Dios que buscar refugio en Él.” [xvii]
Sin embargo, estas personas están trágicamente equivocadas si creen que pueden esconderse de Dios, y también están equivocadas si piensan que la muerte va a proveer una vía de escape para ellos. No lo hará porque
está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio (Hebreos 9:27).
Estas personas han visto lo suficiente como para creer; y, como se insinúa en el texto, las personas han tenido acceso a la palabra de Dios para entender lo que está pasando. Ahora, después de unos tres años de pánico mundial, están convencidos de que Dios está detrás de esto – que están sufriendo Su ira. Pero ellos prefieren esconderse o morir en vez de confiar en Él.
Creo que este es el momento cuando Dios abandona a la humanidad. Como Pablo escribió a los Tesalonicenses, ellos serán los que recibirán un poder engañoso para que crean la mentira del anticristo (2 Tesalonicenses 2:11).
Después de que todo vuelva a la normalidad, el anticristo va ir a Jerusalén para profanar el templo recién construido y autoproclamarse dios. Quizás hasta va a decir que tuvo algo que ver con el término de estos desastres naturales.
No va a pasar mucho tiempo antes que la bestia se apodere del planeta y empiecen tiempos de mayor terror y violencia.
Conclusión
¿Esta listo para ser rescatado de todo esto si Cristo viene hoy por su iglesia?
Si usted cree en Jesucristo como su salvador, la ira de Dios ya ha sido derramada sobre Él y usted nunca va a experimentar los terrores de estos sellos.
Si no ha puesto fu en Cristo todavía, ¿que lo detiene?
Quizás diga, “no me gusta lo que está predicando.”
Bueno, cuando el cirujano general de los Estados Unidos empezó a decir que fumar incrementaba las posibilidades de tener cáncer, perdió mucha popularidad, pero logró salvar varias vidas. Piense en eso. Una vez que un hombre estaba tan preocupado con los artículos que leía en el diario acerca de los peligros de fumar que decidió tirar el diario.[xviii]
No sea esa persona.
Puede llamarme “Chicken Little”, si quiere, pero no voy a cambiar mi mensaje. El cielo un día se va a venir abajo – ¡pero hay un salida! Crea en el Señor Jesucristo y será salvo. Si no lo ha hecho antes, Le invito a que confiese su pecado y reciba el regalo de salvación que solo Jesús le ofrece. En usted está la decisión entre recibir la gracia y la salvación del Cordero, o la ira y el juicio del Cordero. Le ruego, escoja bien.
[i] Richard A. Swenson, Hurtling Toward Oblivion (NavPres, 1999), p. 18.
[ii] Ibid., p. 23.
[iii] Ibid.
[iv] John MacArthur, Revelation: Volume 1 (Moody Press, 1999), p. 200.
[v] Robert L. Thomas, Revelation: Volume 1 (Moody Press, 1992), p. 458.
[vi] Fritz Rienecker and Cleon Rogers, Linguistic Key to the Greek New Testament (Regency, 1976), p. 205.
[vii] Thomas, p. 453.
[viii] http://www.news24.com, 29/03/2006.
[ix] Ibid.
[x] http://timesofindia.indiatimes.com, 8/1/2008.
[xi] Henry M. Morris, The Revelation Record (Tyndale, 1986), p. 122.
[xii] Stewart Custer, From Patmos to Paradise (BJU Press, 2004), p. 81.
[xiii] Adrian Rogers, Revelation: Unveiling the End Times in Our Time (Broadman and Holman, 2004), p. 92.
[xiv] Thomas, p. 454.
[xv] John MacArthur, Because the Time is Near (Moody Press, 2007), p. 136.
[xvi] William Manchester, Douglas MacArthur: American Caesar (Little, Brown and Company, 1978).
[xvii] Sam Gordon, Revelation: Worthy is the Lamb (Ambassador, 2000), p. 166.
[xviii] David Jeremiah, Escape the Coming Night (W Publishing, 1990), p. 127.
