Introducción
¿Ha sentido alguna vez como si el mundo está envejeciendo alrededor suyo más rápido que usted?
Una mujer estaba sentada, esperando por su primer turno con su nuevo dentista. Mientras miraba alrededor en la sala de espera, vio el diploma de graduación del dentista colgado en la pared y le pareció reconocer el nombre. Ella recordó que había tenido un compañero de secundaria con el mismo nombre. Era un joven alto, de pelo negro. Ella pensó ¿será posible que el dentista sea el mismo chico que me gustaba en el colegio? Seguro que no.
Ella rápidamente descartó la idea cuando vio a su dentista, salir para recibirla. Un hombre canoso, y con señales de calvicie. Después de que él examinara sus dientes, ella preguntó de todas formas, “Por casualidad, ¿usted no fue al colegio Morgan?
–– ¡Si! Respondió él
–– ¿Cuando se graduó?
–– En 1957
Ella no podía creerlo. Ella le dijo, “¡usted estaba en mi clase!”
–– ¿En serio? Pregunto él. Y luego, mirándola un poco más de cerca agregó, “¿que clase me enseño?”
Todos se ponen viejos más rápido que nosotros ¿o no?
Van Morris contó la historia de tres hermanas, de 92, 94, y 96 años respectivamente, que vivían juntas en la misma casa. Una noche, la hermana de 96 años se preparó para tomar un baño. Ella empezó a meterse a la tina, y a medio camino, paró repentinamente y gritó, “¡ ¿estaba entrando o saliendo de la tina?!”
La hermana de 94 años gritó, “¡No sé, ya voy a ver!”
Ella empezó a subir las escaleras, pero, parando a medio camino, gritó, “¡¿Estaba yendo hacia arriba o hacia abajo?!”
La hermana de 92 años estaba sentada en la cocina, tomando té, escuchando a sus hermanas, negando con la cabeza en incredulidad. “Espero nunca llegar a eso” se dijo, tocó la mesa de madera un par de veces mientras seguía pensando. Prontamente, volviendo en sí, gritó, “¡ya subo a ayudarlas. Primero voy a ver quién está tocando a la puerta!”[i]
Prueba de que está envejeciendo es que no pensó que la historia era chistosa.
Recientemente leí en el internet acerca de la mujer más longeva de quien tenemos registros modernos. La entrevistaron cuando tenía 120 años – su nombre era Jeanne Calment de Arles, en Francia. De hecho, vi la entrevista.
Esta mujer era una tremenda celebridad. El ministro de salud de Francia fue a su fiesta de cumpleaños número 120. Científicos y médicos han investigado su vida y hábitos para tratar de descubrir los secretos de su longevidad, sin éxito; ya que, se enteraron que ella fumó toda su vida hasta que decidió dejar el vicio… a sus 117 años. Ella amaba el chocolate y comía casi un kilo de chocolate a la semana. Sin embargo, ella caminaba bastante y anduvo en bicicleta hasta los 100 años. Un reportero le pregunto el día de su cumpleaños, que tipo de futuro esperaba. Ella respondió, “uno muy corto.” Ella vivió hasta los 122 años.[ii]
El deseo y los intentos de desacelerar el proceso de envejecimiento está en aumento.
La Academia Americana de Medicina Anti-envejecimiento reporta que la industria de suplementos, vitaminas y medicinas diseñadas para prevenir el deterioro de los órganos, la vitalidad, la fuerza, etc., generan una enorme cantidad de dinero. Leí un reporte acerca de que, solo en el año 2009, en Estados Unidos se gastaron alrededor 79 billones de dólares en productos contra el envejecimiento. [iii]
Sin embargo, me parece interesante que las personas que han llegado a vivir por muchos años no parecen estar más seguras ni listas para el futuro.
Un hombre japonés de 112 años, dijo, “simplemente no quiero morir.”
Aun Jeanne Clament de Francia le dijo a los reporteros antes de morir que ella sentía que había sido olvidada por Dios.
El tema de fondo es, que todo lo que la humanidad hace para vivir por más tiempo, no es gracias a un deseo de permanecer saludable y así poder contribuir a la sociedad. El tema es que las personas tienen miedo de la muerte.
Leí un artículo que mostraba los resultados de una encuesta entre personas de 50 años en adelante. Esta encuesta reveló que el 94% de las personas encuestadas dijeron que “creían en Dios” y el 82% dijeron que eran religiosas. Me pareció interesante que menos de la mitad de estos creían que el cielo era un lugar real, sino que creían que era simplemente un estado mental. [iv]
Quizás la conexión entre el pensamiento popular y los 79 billones de dólares gastados para mantenerse joven es, ya sea incredulidad o ignorancia de lo que dice la Biblia.
La vida sobre la Tierra es solo un preludio de la vida en el cielo, que no tendrá fin. Esto si siquiera es el primer capítulo – porque no es lo suficientemente largo comparado con la vida eterna. Es con suerte la primera frase.
Para el creyente, la única parte de nuestra biografía que contiene tristeza, dolor, y dificultades, son las primeras dos palabras al principio del primer capítulo – y el resto es gozo y una gloria inimaginable.
El apóstol Pedro escribió
En esto vosotros os alegráis… para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo.
(1 Pedro 1:6-7)
El compositor de un himno lo explicó muy bien cuando escribió.
Valdrá la pena, cuando le veamos
Las pruebas del vivir, ahí cesarán
Su rostro vislumbrar, las penas borrarán
Por tanto, correré hasta a Cristo ver.
Pedro escribió que nuestro tiempo de prueba será convertido en alabanza y gloria en la manifestación – la revelación – de Jesucristo. Así que, vayamos al libro de Apocalipsis, el cual es el libro de la revelación de Jesucristo. Allí vamos a ver esto en las vidas de millones de personas que han muerto y han ido al cielo – el cual, a todo esto, es un lugar de verdad.
Una Gran Multitud en el Cielo Durante la Gran Tribulación
En Apocalipsis 7, versículo 9 leemos,
Después de esto miré, y he aquí una gran multitud, la cual nadie podía contar, de todas naciones y tribus y pueblos y lenguas, que estaban delante del trono y en la presencia del Cordero…
Preguntas acerca de la gran multitud
Ahora, inmediatamente, después de leer este texto, nos surgen varias preguntas. Déjeme preguntar y a responder tres de ellas.
- Primero, ¿de donde salió este vasto número de personas?
Mire en la mitad del versículo 14, donde Juan claramente recibe la respuesta a esta pregunta.
…Éstos son los que han salido de la gran tribulación…
El término, “Gran Tribulación” fue acuñado por Jesucristo mismo, mientras describía este periodo escatológico de ira divina en Mateo 24. El usó la frase “gran tribulación” en Mateo 24:21, para referirse a la última mitad de la semana 70 de Daniel.
Estos son los últimos 3 años y medio del periodo de la tribulación – la última mitad – cuando el desastre mundial y la persecución en contra de los hijos de Dios alcen a niveles sin precedentes.[v]
El identificar estas personas como los salvos de todos los tiempos, o la iglesia, seria ignorar el vocabulario específico de las palabras del Señor, cual Él dice – “Estos son los que han salido de la – articulo definido – gran tribulación…”
Esta no es simplemente “una gran tribulación” de tantas que la iglesia ha sufrido a través de los siglos, sino, “la gran tribulación” – que es un término escatológico para referirse la última semana de la visión profética de Daniel.[vi]
Estos son los que salieron de la Gran Tribulación.
De hecho, en el idioma original vemos un verbo presente participio que es traducido en el versículo 14, “han salido,” pero sería mejor traducido “los que salen.” Así que literalmente, este versículo está diciendo, “estos son los que ahora están saliendo de la gran Tribulación.”
En otras palabras, los 144.000 evangelistas judíos están predicando en la Tierra, al mismo tiempo que Juan recibe esta visión de todos estos creyentes que acaban de morir en la tierra y ahora están entrando al cielo.
Así que, mientras Juan está observa esta multitud, el número de personas entrando al cielo sigue creciendo. Las personas siguen llegando.
Querido oyente
…estar ausente del cuerpo es estar presente al Señor (2 Corintios 5:8).
No hay purgatorio o lugar intermedio en donde necesitamos purificarnos de nuestros pecados en el fuego antes de entrar al cielo. No hay un sueño del alma donde esperamos en el limbo hasta que algo pase. No existe tiempo de espera en la tumba hasta la resurrección. El cuerpo espera como si estuviera dormido, pero el espíritu inmediatamente va a estar con el Señor.
Estas personas llegan desde la Tierra – y desde el periodo de tiempo conocido como la Gran Tribulación
- Segundo, ¿quienes son estas personas?
Note que Juan dice, en el versículo 9, que estos santos vienen de cada,
- Nación – esta es la palabra “ethnos (eqnoj) que se refiere a un grupo étnico de personas, unidas por una cultura y tradición común.
- Tribu – esto se refiere a la misma familia o clan.
- Pueblo – esto se refiere a raza.
- Lengua – esta es la palabra “glossa” (glossa), que se refiere a cada grupo de personas distinguidas por un idioma común.
No pase por alto que esto es una maravillosa revelación de la gracia de Dios.
Mientras tantas cosas terribles están ocurriendo sobre la tierra – mientras los sellos son abiertos y el rollo en manos del Cordero está siendo desenrollado, y la ira de Dios es derramada sobre la tierra, y millones de personas están clamando a las montañas,
[Escóndannos] del rostro de aquel que está sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero (Apocalipsis 6:16).
En otras palabras, “Escóndanme de Dios”
En Apocalipsis 7, aprendemos que al mismo tiempo, millones están orando con fe para recibir al Cordero de Dios como su Salvador.
Dios podría haber dicho, “¡Muy tarde! ¡Ya, suficiente con ustedes! ¡Listo! ¡No voy a dar más misericordia y gracia! ¡Desde ahora, es mi ira y mi juicio solamente!”
Este no es el caso, sin embargo, y Juan está mirando mientras millones de personas entran al cielo.
El apóstol Juan aun insinúa estar sorprendido cuando escribe al principio del versículo 9.
Después de esto miré, y he aquí una gran multitud, la cual nadie podía contar,
Esto nos lleva a la siguiente pregunta.
- Tercero, ¿porque se salvan tantas personas durante la tribulación?
Es maravilloso ver tantas personas venir a Cristo en nuestra generación, pero esto ni se compara con lo que ocurrirá durante la tribulación.
Sabiduría para el corazón alcanza literalmente a millones de personas, no solo en Latinoamérica, sino que también en Brasil, Estados Unidos, ciertas partes de África, China, India, y algunos países árabes. A través de la radio o del internet, el evangelio hoy llega a lugares que nunca habíamos soñado. Eso es emocionante. Quizás algunas de estas personas que ahora están escuchando el evangelio por primera vez, van a recibir a Cristo después del rapto.
J. Vernon McGee siempre me ha desafiado espiritualmente. Él lleva a las personas en un “autobús Bíblico” como lo llama, y va a través de la Biblia en un año. Y si, su autobús se mueve más rápido que el mío – creo que nosotros vamos en una tortuga bíblica. En fin . el deseo de McGee era que A través de la Biblia estuviera al aire a través de la tribulación, para ayudar en la labor del evangelio y ser parte de esta gran cosecha de almas.
Puede imaginarse a estos 144.000 evangelistas usando toda la tecnología a su alcance para llevar el evangelio al mundo. Juan es testigo de parte del resultado de esta predicación, cuando ve a esta multitud, delante del trono de Dios, en vestiduras blancas y cantando alabanzas.
Sin embargo, ¿porque hay tantos?
Un autor me hizo pensar cuando dijo que Dios logró va a tener la atención de estas personas como una azafata en un avión.
He viajado en avión varias veces. Casi me sé de memoria todas las instrucciones de abrocharse los cinturones, ponerse las máscaras de aire, el flotador debajo del asiento. No voy en primera clase por si se estaba preguntando, voy atrás, apretado como todos los demás.
Cuando la azafata da las instrucciones antes del vuelo, he notado que la mayoría no presta atención. Los hombres de negocios leen el diario. Las parejas siguen conversando. Ninguno saca la pancarta con los detalles. ¿Porque? Porque la mayoría no cree que el avión se va a estrellar, y el resto no quiere pensar en eso. Así que, quizás, la mejor forma de no pensar en eso es ignorar a la azafata.
“Nah, Dios no existe. No hay tal cosa como la ira de Dios. Mi Dios nunca juzgaría al mundo de tal forma. ¿Porque preocuparme y leer la pancarta con instrucciones llamada Apocalipsis que nos dice que todo esto será realidad? ¿A quien le importa?”
Sin embargo, cuando los asteroides empiecen a golpear el planeta, cuando el sol se oscurezca y la luna se ponga roja como sangre; cuando los terremotos sacudan el planeta; cuando las enfermedades se hayan convertidos en pandemias, matando a millones de personas; cuando la hambruna haya arrasado con gran parte de la humanidad y todos estén seguros que el mundo se acaba, allí van a gritar algunos “¡¿Donde está la pancarta?!”
Las personas ya no van a ignorar a Dios – o el libro de Apocalipsis.[vii]
Las personas van a clamar ya sea para refugiarse de Él o para refugiarse en Él
Dios, en su increíble gracia, va a permitir que millones recuerden su palabra, lean las instrucciones, y se salven antes de morir – ya sea por las devastaciones que azoten el planeta tierra o como mártires por haber creído en el evangelio.
Quizás piense, “Eso no parece muy justo. Estas personas llegan a la ultima hora y reciben el mismo regalo de vida que nosotros.”
¿Recuerda la parábola de nuestro Señor en Mateo 20, acerca del hacendado generoso? El hacendado contrató trabajadores al principio del día, y luego a la mitad del día, y luego, otros más al final del día. Cuando llegó el tiempo de pagar, él le dio a los primeros lo que les correspondía, y al resto les dio generosamente la misma cantidad.
Esta era una ilustración, entre otras cosas, de la gracia y la generosidad de Dios para con las personas que entrarán al reino. Aquellos que lleguen temprano y aquellos que lleguen al final, van a recibir los mismos beneficios de la vida eterna.
Ellos serán perdonados y recibidos sin discriminación en el gozo del cielo.
Observaciones acerca de la gran multitud
Ahora, hagamos algunas observaciones acerca de este gran número de creyentes.
- Primero, note lo que estas personas están vistiendo
En la mitad de Apocalipsis 7:9, se nos informa que estos creyentes están
…Vestidos de ropas blancas…
Las ropas blancas representan pureza. Estas personas han sido perdonadas. Sus vidas han sido lavadas por la sangre del cordero y han quedado blancas como la nieve.
Las ropas blancas también representan victoria. Los generales romanos vestían ropas blancas cuando volvían después de una victoria en batalla. Este era el color de los vencedores.
Note, querido oyente, que estas personas no llegan a la presencia de Dios, cansados, desanimados, apaleados. ¡Oh no! Ellos llegan victoriosos.[viii]
Estos creyentes podrán haber sido martirizados, pero ellos realmente son los vencedores. Ellos, a través de Cristo, han conquistado la muerte, y ahora esperan la resurrección final de sus cuerpos cantando alabanzas al Señor.
En el versículo 14, Juan agrega el detalle que,
han lavado sus ropas, y las han emblanquecido en la sangre del Cordero
La idea de emblanquecer algo al lavarla en sangre parece paradójico y aun algo extraño. Sin embargo este no era el caso para la audiencia judía de Juan, ya que en el Antiguo Testamento, se entendía que el sacrificio de un cordero era el medio ordenado por Dios para recibir pureza espiritual.[ix]
Ahora, cuando nosotros pensamos en un derramamiento de sangre, pensamos acerca de la muerte. Sin embargo, el judío pensaría inmediatamente en la vida. La vida está en la sangre (Génesis 9:4).
Cuando el Nuevo Testamento habla de la sangre de Jesucristo, no solo habla acerca de su muerte, sino que también acerca de su vida. La sangre de Cristo representa todo lo que Cristo hizo por nosotros en su vida y muerte.[x]
Así que, estas personas están de pie, vestidos en sus ropas blancas, representando pureza y victoria sobre la muerte y el pecado y Satanás.
- Segundo, note lo que estas personas están sosteniendo.
Al final del versículo 9, se nos dice que estas personas están sosteniendo,
Ramas de palmeras en sus manos
Estos santos estaban agitando ramas de palmera delante del trono de Dios.
Quizás recuerde que esto también ocurrió cuando en la entrada triunfal de Jesucristo a Jerusalén. Las personas tomaron ramas de palmera y salieron a recibirlo mientras entraba a la ciudad (Juan 12).
Esto creo una enorme conmoción. ¿Porque? Porque solo los reyes eran recibidos de esa manera.
Los judíos, en ese día estaba reconociendo a aquel que ellos creían que iba a establecer el reino mesiánico y reinaría sobre ellos. Ellos estaban declarando que su rey había llegado. Por eso es que gritaron.
¡Hosanna!¡Bendito el que viene en el nombre del Señor, el Rey de Israel! (Juan 12:13).
En otras palabras, “¡aquí viene el rey!”
Sin embargo, las mismas personas lo rechazaron días más tarde, según el plan divino, y Cristo sufrió como el cordero pascual.
En Apocalipsis 7, vemos al cordero nuevamente. Esta vez, rodeado por millones de personas que lo saludan con ramas de palmeras.
- Tercero, note lo que esta multitud está diciendo.
Mire el versículo 10.
y clamaban a gran voz, diciendo: La salvación pertenece a nuestro Dios que está sentado en el trono, y al Cordero
- Estos santos adoran al Señor, en primer lugar, por Su gran salvación.
Como leímos en Efesios 2:8-9
Porque por gracias sois salvos por medio de la fe, y esto no de vosotros, pues es don de Dios, no por obras para que nadie se gloríe.
La salvación le pertenece al Señor
¿Escucha a alguien jactándose en el cielo por sus obras? ¿Ve a alguien delante del trono admirando sus propios esfuerzos para ganarse su entrada?
¡No! Estos creyentes están adorando a Dios por Su gran plan de salvación.
El escritor de Hebreos escribió
¿Cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande? (Hebreos 2:3)
Esta es la única entrada al cielo.
Este es el único escape de la ira venidera.
Dios creó el plan de salvación. Solo Dios ofrece su regalo de salvación. Solo Dios da la fe para la salvación. Solo Dios recibe la adoración por su gran salvación.
- Estos creyentes lo adoran, en segundo lugar, por Su soberanía
La canción de estas multitudes continúa en el versículo 10 diciendo,
La salvación pertenece a nuestro Dios que está sentado en el trono.
No hay duda acerca de eso. No hay debate acerca de quien se sienta sobre el trono de los cielos. Solo Dios reina sobre su universo. Él es Soberano.
Estos creyentes lo adoran por su gran salvación y por su soberanía.
- En tercer lugar, estos creyentes lo adoran por su sacrificio.
La salvación pertenece a nuestro Dios que está sentado en el trono, y al Cordero.
Allí está nuevamente el cordero como fue descrito en Apocalipsis 5 – llevando en su cuerpo glorificado las heridas de su crucifixión. El Señor se presentó en el aposento alto frente a Tomás de esta manera también (Juan 20). Él le mostró las heridas en sus manos y sus pies, y quizás las heridas en su frente, producto de la corona de espinas usada para burlarse de su afirmación de ser el rey de los cielos.
Allí está Él, y millones de redimidos no pueden hacer más que gritar una y otra vez.
La salvación pertenece a nuestro Dios que está sentado en el trono, y al Cordero.
La salvación pertenece a nuestro Dios que está sentado en el trono, y al Cordero.
La doxología angelical
Esta escena es tan emotiva que los ángeles comienzan a adorar también. Note los versículos 11-12.
Y todos los ángeles estaban en pie alrededor del trono, y de los ancianos y de los cuatro seres vivientes; y se postraron sobre sus rostros delante del trono, y adoraron a Dios, diciendo: Amén.
Estos ángeles, movidos por esta escena, no pueden contenerse más y gritan, ¡Amen!
Esta es la única doxología en la Biblia que empieza y termina con la palabra “amen,” que significa, “Esto es verdad.”
Los ángeles agregan su testimonio en esta doxología. Ellos reafirman la adoración de los santos. Ellos cantan “esta es la verdad…”
- Él es digno de eulogia (eulogia) – esto es “la bendición” – de aquí sacamos la palabra elogio, que significa “hablar bien de alguien.” Aquí, los ángeles elogian a Dios porque Él es digno de toda la adoración.
- Él es digno de doxa (doxa) – la gloria.
- Él es digno de toda Sofía (sofia) – sabiduría que es personificada en nuestro Dios.
- Él es digno de eucaristía (eucaristia) – gratitud y acción de gracias.
- Él es digno de time (timh) – grande estima, honra.
- Él es digno de dunamis (dunamij) – poder de actuar según su propio consejo.
- Él es digno de iscus (iscuj) – fortaleza, demostrada a través de la historia – ya que su voluntad siempre ha sido hecha gracias a su divina fortaleza.[xi]
¿Por cuanto tiempo es digno Dios de todo esto – ¿por un mes? ¿O un año? ¿O un siglo? No, por siempre.
…por los siglos de los siglos, Amen.
¡Esta es la verdad!
Conversación con un anciano
En este momento, una interesante conversación ha empezado entre Juan y un creyente. Este creyente es uno de los ancianos, que, como hemos explicado anteriormente, representa la iglesia, arrebatada al cielo antes de la tribulación. Este anciano le enfatiza a Juan la importancia de reconocer quienes son estos santos vestidos en ropas blancas. Por eso, él le pregunta a Juan en Apocalipsis 7:13,
¿Quiénes son estos que están vestidos de blanco? ¿De dónde vienen?
Juan responde en el versículo 14,
Tú eres quien lo sabe, señor.
En otras palabras, “yo no sé quiénes son, pero tú debes saberlo.”
A todo esto, Juan no está atribuyéndole divinidad a este hombre. Esta es una forma amable de referirse a alguien, tal como hoy en día, “sí señor,” o, “si caballero.”
“Señor, tu sabes la respuesta.”
De esta forma, el anciano abre la conversación para poder clarificar que estas personas no son miembros de la iglesia ya arrebatada, sino los creyentes que han sido salvos, y que luego han muerto durante la tribulación.
Los gozos del cielo
Ahora estos creyentes están disfrutando el cielo. Hay dos características que vemos del gozo del cielo.
- Primero, estos creyentes gozan de la protección de Dios
Mire Apocalipsis 7:15
…y el que está sentado sobre el trono extenderá su tabernáculo sobre ellos
¡Ellos están seguros! Están por siempre protegidos en la presencia del Señor.
- Segundo, ellos gozan de la satisfacción, brindada por el Señor
Continúe leyendo en el versículo 16,
Ya no tendrán hambre ni sed, y el sol no caerá más sobre ellos, ni calor alguno.
Muchos creen que este versículo hace referencia a la cuarta copa que será derramada, causando calor intenso sobre la tierra. Pero quizás, esta es una referencia al martirio de estos creyentes – que han sido obligados a sufrir calor, las inclemencias del tiempo, sed y hambre.[xii]
Estos santos ya no sufrirán nunca más.
Continúe en el versículo 17.
…porque el Cordero que está en medio del trono los pastoreará y los guiará a fuentes de aguas de vida y Dios enjugará toda lágrima de los ojos de ellos.
Esta es la oración de David, en el Salmo 23, que dice,
El Señor es mi pastor, nada me faltará
En delicados pastos me hará descansar – esto significa, que Dios hace posible que pueda descansar, sin temor o hambre.
…ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, y en la casa de Jehová moraré por largos días.
Querido oyente, si quiere que Él sea su pastor allí, usted debe haberlo tenido como su pastor aquí. Aquellos que siguen a este pastor sobre la tierra, un día van a ser pastoreados por Él en el cielo.
La visión de Juan termina con la promesa en el versículo 17, de que,
Dios enjugará toda lágrima de los ojos de ellos.
Muchos han tomado este versículo y han enseñado que signifique que no van a haber más lágrimas en el cielo. Creo que esto es tomar esta frase fuera de contexto. Aquí se está refiriendo a un llanto, producto de gran sufrimiento.
Creo que de verdad ya no habrán lágrimas de dolor y sufrimiento. ¡Ah! pero ¿alguna vez ha llorado de alegría? ¿Alguna vez ha estado cantando alabanzas al Señor y ha empezado a derramar lágrimas de gozo? ¿Alguna vez ha estado agradecido al Señor por su gran bondad y las lágrimas simplemente empiezan a brotan?
Las lágrimas son parte de la creación de Dios – y no necesariamente el resultado del pecado.
Creo que en el cielo van a haber lágrimas de gozo derramadas por millones de creyentes conmovidos al ver al Cordero. Ellos van a estar emocionados y asombrados delante del trono, derramando lágrimas de gratitud, mientras adoran al Señor.
A todo esto, se me pasó por la mente que, si millones de personas en el cielo están sosteniendo ramas de palmeras, imagine cuantas palmeras deben haber en el cielo.
Es posible que el árbol nacional de la nueva Jerusalén, por así decirlo, sea la palmera. En el pasado, la palmera era el símbolo de la nación judía. De hecho, se llegaron a acuñar monedas con la impresión de un palmera y una viña. Cuando el general romano Tito destruyó Jerusalén, él mando a hacer medallas que tuvieran un esclavo sentado bajo una palmera, como símbolo de la destrucción de Israel.
Me pregunto si la palmera volverá a ser el Símbolo re Israel.
Lo que sí es seguro, es que millones de personas van a estar delante del Dios vivo y verdadero proclamándole rey con ramas de palmeras.
Lo otro que también es seguro, es que no hay necesidad de temerle a la muerte. No hay necesidad de gastar una fortuna tratando de evitar lo inevitable. Si, cuide de su cuerpo; sin embargo, no se aferre a este mundo como si fuera lo único que hay. A quienes hemos creído en Jesucristo, nos espera un maravilloso futuro en el cielo, junto a otros millones de personas que gozan en el cielo del Señor y todas sus bendiciones.
Conclusión
Concluyo con las palabras de un antiguo pastor Estadounidense que escribió,
Estoy frente al mar. Un barco al lado mío despliega sus blancas velas a la brisa de la mañana y sale a navegar por el mar azul. Observo este maravilloso barco hasta que no parece más que un punto blanco donde el cielo y el mar parecen tocarse. Y luego escucho a alguien decir, “ya se fue.”
¿Se fue? ¿A dónde? Se fue de mi vista, eso es todo. Aquel barco es tan grande como cuando estaba al lado mío. Su tamaño solo ha disminuido en mi percepción. Y justo en el momento cuando esa persona a mi lado dice, “ya se fue,” hay otros ojos mirando aquel barco del otro lado; y estas otras voces gritan con gran alegría, “aquí viene.” [xiii]
[i] http://preachingtoday.com/aging.
[ii] Craig Brian Larson, 750 Engaging Illustrations (Baker Books, 2002), p. 307.
[iii] Arlene Weintraub, “Selling the Promise of Youth,” Business Week (Mar. 20, 2006).
[iv] Gretchen Anderson and Jean Koppen, “Thoughts on the Afterlife Among U.S. Adults 50+,” USA Today (Sept. 25, 2007).
[v] Stewart Custer, From Patmos to Paradise (BJU Press, 2004), p. 91.
[vi] Robert L. Thomas, Revelation: Volume 1 (Moody Press, 1992), p. 484.
[vii] Adrian Rogers, Unveiling the End Times in Our Time (Broadman Holman, 2004), p. 102.
[viii] William Barclay, The Revelation of John: Volume 2 (Westminster Press, 1976), p. 26.
[ix] Thomas, p. 498.
[x] Barclay, p. 31.
[xi] Thomas, p. 492.
[xii] Kendell H. Easley, Holman New Testament Commentary: Revelation (Holman Reference, 1998), p. 132.
[xiii] Randy Alcorn, In Light of Eternity (Waterbrook Press, 1999), p. 152.