Introducción
Hay algunas palabras que encontramos en el libro de Apocalipsis que generan fuertes emociones y opiniones en todas las personas. Sin importar que haya ido a la iglesia por un tiempo o que haya crecido en una familia agnóstica, mencione la palabra “arrebatamiento” y va a tener una opinión. Mencione el número “666” va a tener una reacción también.
En mi estudio descubrí que, en el 2003, los estados de Utah, Colorado, y Nuevo México obtuvieron permiso de cambiar el nombre de su carretera número 666 a carretera número 491. Esta había sido nombrada carretera 666 en 1926 simplemente porque era la 6ta bifurcación de la interestatal 66. A estos estados se le dio el derecho de cambiar el número de la calle, no porque eran supersticiosos, o porque estaban preocupados por la llegada del anticristo, sino porque las personas seguían robándose los carteles de la carretera. Este robo crónico causo que se gastara más dinero del presupuestado. Las personas simplemente querían tener la señalética como un recuerdo o un objeto interesante, ya sea que creyeran en el libro de Apocalipsis o no.
Casi todos saben que las palabras “arrebatamiento o rapto,” “anticristo” y “666” forman parte de las profecías bíblicas y los eventos cataclísmicos del fin del mundo.
Otra palabra que captura la atención del mundo es “Armagedón.” Casi todos saben que esta palabra tiene que ver con el fin del mundo. Los mas informados saben que tiene que ver con una batalla final.
Las especulaciones acerca de esta palabra abundan. La ultima locura acerca del Armagedón fue el calendario Maya. Esta civilización creía en ciclos de tiempo en los cuales los antiguos ordenes mundiales eran destruidos y nuevos ordenes eran creados por los dioses. El fin del último ciclo según su calendario era alrededor del 21 de Diciembre de 2012.
Se vendieron muchos libros, junto con amuletos de buena suerte, y los secretos de la nueva era del universo. Aun eruditos pseudo-cristianos trataron de hacer coincidir las creencias mayas con la Biblia mientras las personas se interesaban más por el tema del fin del mundo.
Francamente, todo esto tuvo algo de verdad.
El tiempo va a llegar cuando comience un nuevo ciclo mundial donde Dios – el verdadero Dios – va a venir a destruir el reino de Babilonia y sus aliados y establezca su propio reino milenial. Llegará el día cuando los reinos de este mundo van a colapsar y Dios el Hijo va a reinar sobre una civilización vastamente superior a cualquiera que hayamos tenido.
Puedo decir con la autoridad de la Biblia que todo esto no tendrá nada que ver con alguna fecha que sea descubierta, como en el caso de los Mayas el 2012. Esto tiene que ver con el periodo de 7 años profetizado en la Biblia y conocido como la tribulación, el cual hemos estado estudiando – un periodo de 7 años que comienza con la firma del tratado de paz entre Israel y un nuevo líder mundial, lo que aún tiene que ocurrir.
Armagedón ocurre al menos 7 años más tarde. Aun si el rapto ocurriera el día de hoy, la tribulación empezaría pronto, pero Armagedón no ocurriría hasta en 7 años más.
Si está buscando señales de la llegada de Armagedón, no las va a encontrar en ninguna predicción fuera de la Palabra de Dios. De hecho lo que va a ocurrir sobre el planeta justo antes de que Dios el Hijo vuelva a establecer su reino, derrotando a los ejércitos de Armagedón, ya ha sido claramente detallado para nosotros en el libro de Apocalipsis.
Juan entrega los detalles de la aparición y la caída de Babilonia. Tenemos detalles de los eventos finales que envuelven los últimos días de la civilización como la conocemos.
Sabemos que sobre el mundo será derramada la ira de Dios justo antes del regreso de Cristo con su iglesia para establecer el reino.
A todo esto, me acuerdo haber investigado el calendario y la civilización maya cuando era el furor del 2012. Descubrí que los Mayas creían que el tiempo se repetía. Ellos creían que al conocer el pasado, ellos podían controlar su futuro.
¿No le parece irónico que la civilización Maya no existe el día de hoy? Todo lo que queda de esa masiva civilización son ruinas y remanentes de su idolatría. Ellos no estaban en control después de todo – sin importar cuanto atención dedicaron a la órbita de Venus, Júpiter y Marte; sin importar cuan extensamente desarrollaron sus calendarios; sin importar cuan apasionadamente creían que podían controlar su futuro al conocer su pasado.
El apóstol Juan va a revelarnos que, mientras la última civilización del mundo se apresura a la batalla de Armagedón, la humanidad no está en control – Dios lo está. Los reinos de este mundo pasarán, pero el reino de Nuestro Señor permanecerá para siempre.
Comenzando en Apocalipsis 16, siete ángeles dan un paso al frente, llevando en sus manos siete copas llenas de la ira de Dios. Estas copas deben ser derramadas en la última serie juicios, justo antes de que Cristo descienda en su regreso triunfal sobre el planeta Tierra.
Observaciones acerca de las Copas de la ira de Dios
Note el versículo 1.
Y oí una gran voz que desde el templo decía a los siete ángeles: Id y derramad en la tierra las siete copas del furor de Dios.
Esta escena es figurativa y literal al mismo tiempo. Las copas son copas literales que a su vez representan el derramamiento de la ira de Dios. La escena presenta la ira de Dios como si fuera un tipo de líquido que se derrama de las 7 copas.
A todo esto, estas copas son platillos poco profundos. La palabra en el original “fiale” (fialh) se refiere a un recipiente llano como un plato.[i]
Esto sería como el platillo donde le sirve la leche a su gato, si es que tiene uno.
Antes que estudiemos cada una de estas copas o platillos de ira soberana, permítame darle cuatro observaciones generales acerca de estas copas.
- Las copas son derramadas rápidamente.
Todo esto va a afectar a la tierra y la raza humana en el curso de unos pocos días y semanas. El lenguaje implica que se derramará una copa tras otra, sin retraso.
Estas copas son derramadas, no de a gotas. Las copas son vaciadas por completo en un solo movimiento. Esto me lleva a una segunda observación.
- Las copas son cumulativamente angustiosas.
Con solo una breve pausa en el versículo 5, estas copas son derramadas una tras de otra, agregando juicio sobre juicio.
Entendamos que estas copas son actos sobrenaturales de Dios. El texto no tolera los intentos de muchos autores de darle una explicación puramente natural o científica. Estos juicios van a golpear demasiado rápido como para que haya otra explicación, que no sea la misma ira de Dios sobre ellos.[ii]
Será como las plagas de Egipto que arrasaron con el país.
Quizás ha leído el intento de explicar las plagas en el libro de Éxodo. Según esta teoría, las plagas comenzaron con una erupción volcánica lo que causó que el agua fuera contaminada y tomara un color rojo, lo que hizo que las ranas salieran del agua, lo que trajo también a las moscas cuando las ranas empezaron a morir. Todo esto provocó la pestilencia, que a su vez causó la muerte de los animales, lo que provocó más enfermedad, trayendo llagas en las personas. La ceniza de la erupción volcánica también causó que el cielo se oscureciera… etc., etc.
Por su puesto que los efectos de las plagas tienen que ser generalizados, para así explicar la muerte de los primogénitos. “Aproximadamente uno en cada casa murió.” “¿Qué importa que la Biblia específicamente atribuye las plagas al poder milagroso de Dios a través de su siervo Moisés, lo que incluye la muerte de los primogénitos de cada familia que rehusó seguir el plan protector de Dios, lo que a su vez representó la expiación de Cristo cuya sangre nos salva también del poder de la muerte?”
“Que importa. Tiene que haber una explicación científica para todo estos fenómenos naturales.”
Estos eventos no se pueden ser explicar más de lo que podemos explicar el rapto. Son obviamente actos divinos.
Trate de explicar la creación de un nuevo cielo y una nueva tierra (Apocalipsis 21). Trate de explicar la ciudad de oro trasparente (Apocalipsis 21). Explíqueme por favor como es que las puertas de la ciudad serán hechas de perla – y que cada puerta será hecha de una sola perla (Apocalipsis 21). ¿Acaso hay ostras gigantes en algún lugar del mundo trabajando para hacerlas?
Mientras piensa en eso, explíqueme naturalmente la resurrección de Lázaro. Él estaba envuelto en lienzos, lo que no lo dejaría respirar. Además, el había estado en una tumba por cuatro días sin nada que comer o tomar (Juan 11).
Explique la resurrección de Cristo (Juan 20).
De hecho, si quiere un milagro más fácil de explicar, trate de explicar cómo es que Cristo caminó de noche sobre las tormentosas olas en el mar de Galilea (Mateo 14). Sabe que leí hace unos meses que unos científicos han estado investigando los patrones climáticos de la zona y creen que en los tiempos de Cristo hubo un congelamiento rápido, lo que significa que Jesús realmente estuvo caminando sobre trozos de hielo flotante.
¡Eso lo explica!
Pedro trato de caminar sobre el agua también, pero aparentemente continuó resbalándose en el hielo. Él no se hundió, él se resbaló.
Estas copas de ira son la obra sobrenatural de Dios en su universo que él creó.
Permítame hacer una tercera observación acerca de estas copas de juicio.
- Las copas están dirigidas específicamente.
Vamos a notar que solo los seguidores del anticristo van a experimentar el tormento de uno o más de estos juicios. Se nos dice en el versículo 2, que la primera copa, que consiste en llagas terribles, solo va a afectar a los seguidores del anticristo.
En el versículo 10 leemos que la quinta copa, que consiste en tinieblas, específicamente se enfoca en el trono del anticristo. Quizás solo afecte su ciudad capital.
Así, los creyentes que han sobrevivido hasta este momento en la tribulación podrán salvarse de algunos de los efectos de este derramamiento final de la ira de Dios.
Sin embargo, permítame hacer una cuarta observación. Estas copas de juicio son rápidamente derramadas, cumulativamente angustiosas, específicamente dirigidas, y…
- Las copas son terminalmente destructivas.
Como descubriremos prontamente, la vida sobre el planeta va a cambiar para todos – tanto creyentes como no creyentes. El agua se va a acabar. Las fuentes de comida y los ecosistemas sobre el planeta van a ser interrumpidos permanentemente. Sin Cristo no interviniera, volviendo al planeta prontamente después del juicio de las copas, ninguna persona sobreviviría por mucho tiempo.
Sin embargo, Cristo regresa. Él establece su reino con su capital en Jerusalén; y, aunque no se nos dice en este pasaje, hay amplia evidencia a través de la Biblia para asumir que Dios restaura milagrosamente las fuentes de agua, y limpia todos los mares y océanos.
La verdad es que, si él no lo hiciera, la tierra sería inhabitable. Sin embargo, sabemos que Cristo va a reinar sobre una tierra con millones de habitantes por mil años. (Apocalipsis 20)
Las Copas de la Ira de Dios
Ahora tomemos un vistazo más cercano a esta serie final de juicios divinos.
Copa #1: Los incrédulos son plagados con llagas dolorosas.
Note el versículo 2
El primer ángel fue y derramó su copa en la tierra; y se produjo una llaga repugnante y maligna en los hombres que tenían la marca de la bestia y que adoraban su imagen.
La palabra traducida “llaga” es “helkos” (elkoj), y puede ser traducida “absceso,” lo que es una acumulación de pus, interna o externa, en un tejido orgánico.[iii]
Esta palabra en latín nos da nuestra palabra “ulcera.” Describe llagas dolorosas, supurantes, e incurables.[iv]
Esta es la misma palabra en la tradición griega del Antiguo Testamento, la Septuaginta, para las llagas que cayeron sobre los magos de faraón mientras Moisés demandaba la liberación de su pueblo en Éxodo 9.
Estas son llagas supurantes, inflamadas, que rehúsan ser curadas.[v]
Estas llagas no van a afectar a los creyentes – Juan escribe en este versículo. Estas solo van a afectar a aquellos que tienen la marca de la bestia – el nombre del anticristo – en sus cuerpos.
Este es un pequeño reflejo de su futuro sufrimiento físico y eterno.
Esta plaga servirá también como advertencia para aquellos que aún no se han arrodillado ante el anticristo y su imagen – y hay millones que aún no lo han hecho.
Esto también va a servir como ánimo y advertencia a los que continúan resistiendo al anticristo. En otras palabras, esta plaga de llagas va a decirle al mundo entero, “miren lo que les pasa a los seguidores del anticristo. Ellos están plagados con llagas que ni el anticristo puede sanar.”
Jesucristo nunca falló en sanar a aquellos que quisieron ser sanados.
El anticristo ha tratado de hacerse pasar por un sanador divino, pero él no será capaz de sanar a su propia gente. El anticristo será expuesto como lo que es, un impostor.[vi]
Esto va a mostrarle al mundo que el anticristo no es el dios que él dice ser – lo que juega un rol en su destrucción. Los ejércitos del Este prontamente van a atreverse a desafiarlo.
Copa #2: Los Océanos/mares se convierten en sangre.
Note el versículo 3.
El segundo ángel derramó su copa en el mar, y se convirtió en sangre como de muerto; y murió todo ser viviente que había en el mar.
Esta excelente traducción no dice que el mar se convirtió como en la sangre de un muerto, sino que se convirtió en sangre, como la de un muerto.
La palabra usada para “sangre” es la palabra “haima” (aima) que nos da nuestro prefijo “hema,” la que usamos por ejemplo en la palabra “hematología,” el estudio de la sangre.
Aunque suene increíble, en un instante, los océanos de nuestro mundo se convertirán en sangre literal, que se parecerá a la sangre de un muerto – sangre roja oscura, coagulante.[vii]
No podemos imaginarnos el horror, el olor, y la cantidad criaturas marinas que estarán apilándose en las playas y flotando muertas sobre la superficie del mar.
Todo lo que tiene que ver con el océano va a detenerse repentinamente; esto va a afectar el suministro alimenticio mundial de forma catastrófica.[viii]
Algunos conjeturan que los juicios de las copas no son nuevos juicios, sino simplemente una reiteración de juicios anteriores. Y es que suenan familiares. Sin embargo, al estudiarlos más detenidamente, vemos que los juicios anteriores que transformaron los cuerpos de agua en sangre, esto es la segunda trompeta en Apocalipsis 8, solo afectaron un tercio de los mares, y mataron a solo un tercio de las criaturas marinas, antes de que el agua volviera a su estado natural. Esta copa sin embargo, afecta a todos los cuerpos de agua y a todo ser acuático.
Un científico creyente escribió,
Nada puede sobrevivir en este océano toxico. Pronto, los billones de peces, los mamíferos marinos, los reptiles, y las innumerable variedades de invertebrados marinos van a morir, los que contaminará aún más a los océanos, y las costas del mundo… Hoy en día, los organismos acuáticos proveen la base para la gran “cadena alimenticia,” y el océano mismo… es el ancla del ciclo hidrológico, esencial para la vida… El mar y sus criaturas que una vez fueron una fuente de vida; ahora se convierte en un estanque de muerte.[ix]
Copa #3: Las fuentes de agua fresca son convertidas en sangre.
Como si no fuera suficientemente malo que los mares se conviertan en sangre, otro ángel ahora da un paso al frente en el versículo 4.
El tercer ángel derramó su copa en los ríos y en las fuentes de las aguas, y se convirtieron en sangre.
En otras palabras, todos los que piensen, “Ah sí, todo eso que paso con el mar son malas noticias, pero yo vivo lejos del mar, y tengo un montón de ríos, lagos, y fuentes de agua, así que voy a estar bien…” a ellos también se les va a complicar la vida.
Este es un juicio que abarca el mundo entero.
Esto juicio se parece al del capítulo 8 de Apocalipsis, en el cual un tercio de las fuentes de agua se volvieron amargas.
Esta vez, sin embargo, en esta serie final de juicios, el agua es convertida en sangre a escala mundial.
Toda el agua, donde sea que se encuentre, va a convertirse en sangre, dejando a las personas sin nada que tomar.[x]
A menos que Dios restaure milagrosamente las aguas, la humanidad no va a poder sobrevivir por mucho tiempo. Pronto, todas las botellas de agua, las bebidas de todo tipo, el agua guardada en torres y estanques, el agua en cualquiera de sus formas se va a acabar.
Eso es lo que pasó cuando Dios juzgó a Faraón al convertir al rio Nilo en sangre. Ahora, esto ocurre a escala mundial. La contaminación de los océanos del mundo va a ser la pesadilla más grande de todo ecologista. Pero la destrucción de todo suministro de agua fresca va a ser un golpe catastrófico para la humanidad.[xi]
Un autor escribió, “Este juicio efectivamente señala la muerte de nuestro planeta [y la raza humana].[xii]
¡Este es un juicio aterrador! La hediondez es inimaginable. La muerte que vendrá como resultado será completamente catastrófica. La pesadilla de morir de sed será una realidad que todo el planeta tendrá que enfrentar.
Las personas ciertamente se preguntarán como es que un Dios de compasión, misericordia, amor, y gracia, podría hacer tal cosa.
Dios anticipa este tipo de pregunta. De hecho, para el momento en el que pensaríamos que la humanidad merece una explicación, aunque esta ha sido advertida de la ira divina que sería derramada sobre ellos, un ángel da un paso al frente y presenta una argumento. Escuche este ángel en versículos 5-6.
Y oí al ángel de las aguas, que decía: Justo eres tú, el que eres, y el que eras, oh Santo, porque has juzgado estas cosas;
pues ellos derramaron sangre de santos y profetas y tú les has dado a beber sangre; lo merecen.
¡Cuan aterradoras son estas palabras!
Esto es justicia poética. Estos incrédulos derramaron la sangre de los seguidores de Cristo; así que ahora, Dios derrama sangre. La misma palabra griega para derramar es usada en ambas instancias.
¡Ellos se lo merecen!
Esta es la mayor ilustración de la ley de la siembra y la cosecha. Esto es justicia poética en su máxima expresión.
- Más grande que haber ahogado al ejercito de Faraón en el mar Rojo, después de que este trató de ahogar a los bebés hebreos en el río Nilo.
- Más grande que haber colgado a Amán en la misma horca que había mandado a construir para ahorcar a Mardoqueo, el judío que tanto odiaba.
- Más grande que la muerte del rey Saúl a manos de los Amalecitas, después de haber rehusado obedecer el mandato de Dios de matar a los Amalecitas.[xiii]
Todas estas escenas de justicia poética no llegan a compararse con esta escena apocalíptica. Los seguidores del anticristo que han estado derramando la sangre de los creyentes ahora solo tienen sangre para beber. Ellos han asesinado a los santos a sangre fría, y ahora están rodeados de sangre.
La humanidad ha rechazado al Jesucristo en favor del anticristo. Mala elección de Mesías, porque en esta serie final de juicios, ellos experimentan la ironía de esta justicia poética.
- Ellos han negado al Creador y son castigados por la creación.
- Ellos han rechazado al verdadero sanador, y ahora sufren enfermedades incurables.
- Ellos han rehusado seguir a Aquel que, en su ministerio terrenal, convirtió el agua en vino, y ahora experimentan su ira sobre la tierra mientras el convierte el agua en sangre.[xiv]
- Ellos pisotearon la sangre de Cristo y derramaron la sangre de sus santos, y ahora ellos solo tienen sangre, sangre, y más sangre.
La verdad es que todos merecemos el juicio de Dios. Si Él nos consignara a todos a una eternidad de tormento, todos recibiríamos lo que merecemos. Porque la paga del pecado es muerte, mas/pero/sin embargo – y gracias a Dios por esa pequeña palabra – como se nos dice en Romanos 6:23.
Porque la paga del pecado es muerte, mas el regalo de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.
Para aquellos que creen, no es ira, sino gracia lo que Dios ha derramado y derramará sobre ellos.
Pablo usó esta misma palabra, “derramar,” usada en estos versículos de Apocalipsis para las copas de la ira de Dios, cuando escribió que,
El amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por medio del Espíritu Santo que nos fue dado. (Romanos 5:5)
Es aún mas irónico considerar el hecho de que el verbo “derramar,” que ocurre repetidamente y solo en este capítulo de Apocalipsis, es el mismo verbo que leemos en Hechos 2, cuando Dios derramó la promesa de Su Santo Espíritu en Pentecostés al momento que formó su iglesia.[xv]
En otras palabras, el amor de Dios es derramado en los corazones de aquellos que creen. Pero, como vemos en esta escena de Apocalipsis 16, la ira de Dios será derramada sobre aquellos que no creen en Cristo.
Esto es justicia poética en su máxima expresión.
Aquellos que rehúsen el derramamiento del Espíritu de Dios, sufrirán el derramamiento de la ira de Dios – el cual que nunca terminará.
Y el ángel dice que Dios está en lo correcto en juzgar al mundo de esta forma.
En el primer libro de la Biblia, Abraham preguntó retóricamente,
El Juez de toda la tierra, ¿no hará justicia? (Génesis 18:25)
El ángel responde en el último libro de la Biblia en los versículos 5 y 7,
Justo eres tú… porque has juzgado estas cosas;
…Sí, oh Señor Dios Todopoderoso, verdaderos y justos son tus juicios.
En otras palabras, “Tú haces lo correcto. Tú no sigues nuestras reglas, Tú sigues las tuyas, que son perfectas.”
Matthew Henry escribió que el mundo cree que todo le pertenece – que esta es su tierra, su aire, su mar, sus ríos, [su mundo].[xvi]
Sin embargo, el ángel anuncia en estos versículos la verdad acerca de Dios – esta es su tierra, este es su aire, este es su océano, estos son sus mares, sus ríos, su creación, su reino animal, su raza humana que Él creó.
El mundo entero es
Del Padre celestial
Y nada habrá de detener
Su triunfo sobre el mal.
De Dios el mundo es
Confiada mi alma esta
Pues Dios en Cristo, nuestro Rey
Por siempre reinará.[xvii]
En esta última serie de juicios oímos varias verdades – Dios es el dueño de este mundo. Dios hace lo correcto. El Pecado merece ser juzgado.
También podemos oír una invitación a rendirse ante este Dios Soberano – él es dueño de todo.
Venga al salvador – él va a perdonarlo de todo su pecado.
Reciba de su mano el regalo gratuito de salvación – Él ya ha pagado por todo. En vez de que la ira divina sea derramada sobre usted, reciba hoy el amor y la gracia infinita que Dios quiere derramar sobre su corazón.
[i] Fritz Rienecker and Cleon Rogers, Linguistic Key to the Greek New Testament (Regency, 1976), p. 847.
[ii] John MacArthur, Revelation: Volume 2 (Moody Press, 2000), p. 139.
[iii] Rienecker and Rogers, p. 847.
[iv] MacArthur, p. 139.
[v] Robert L. Thomas, Revelation: Volume 2 (Moody Press, 1995), p. 249.
[vi] Daymond R. Duck and Larry Richards, The Book of Revelation (Thomas Nelson, 2006), p. 230.
[vii] Thomas, p. 250.
[viii] Sam Gordon, Revelation: Worthy is the Lamb (Ambassador, 2000), p. 326.
[ix] Henry Morris, The Revelation Record (Tyndale, 1983), p. 298.
[x] Life Application Bible Commentary: Revelation, ed. by Bruce B. Barton (Tyndale House, 2000), p. 185.
[xi] MacArthur, p. 142.
[xii] Kendell H. Easley, Holman New Testament Commentary: Revelation (Holman Reference, 1998), p. 285.
[xiii] Gordon, p. 328.
[xiv] John Phillips, Exploring Revelation (Loizeaux Brothers, 1991), p. 191.
[xv] Thomas, p. 246.
[xvi] Stewart Custer, From Patmos to Paradise (BJU Press, 2004), p. 174.
[xvii] Maltbie Davenport Babcock, 1858-1901.