Introducción
Hay dos ciudades que se mencionan más veces en la Biblia que todas las demás.
Jerusalén – La Ciudad de Dios
La más mencionada es Jerusalén, apareciendo más de 800 veces. La primera vez que es mencionada en la Escritura es en Génesis 14 ,y la última vez es en Apocalipsis 21. A través de la Escritura, Jerusalén es representada como una ciudad especial en el plan y los propósitos de Dios. De hecho, Jerusalén es la ciudad de Dios.
La última parte de la palabra de la palabra Jerusalén viene de la raíz hebrea “Shalom,” que significa paz. Toscamente traducida, Jerusalén significa “fundamento de paz.”[i]
Sería correcto interpretar a partir de esto que Jerusalén es el lugar de la paz de Dios.
Esta ciudad ciertamente es el lugar donde Dios hizo la paz con toda la humanidad cuando su Hijo Jesucristo murió en la cruz. Al hacer eso, firmó un tratado de paz con su sangre para que todos los que creen en Él, puedan recibirla.
Pablo escribió en Romanos 5:1.
Por tanto, habiendo sido justificados por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo
A los Colosenses, Pablo escribió,
Porque agradó al Padre que en [Cristo] habitara toda la plenitud [de Dios],
y por medio de Él reconciliar todas las cosas consigo, habiendo hecho la paz por medio de la sangre de su cruz…
(Colosenses 1:19-20)
Para nosotros, los creyentes, La ciudad de Jerusalén verdaderamente representa el fundamento de nuestra paz.
Sin embargo, hoy en día, la ciudad de Jerusalén experimenta de todo menos paz, ¿no es así? No creo que a alguien se le ocurriría describir a Jerusalén como “la ciudad pacífica.”
Esto es porque su Rey no está reinando aún – como lo hará un día, según Apocalipsis 19.
Babilonia – la Ciudad del Hombre
Mientras tanto, hay otra ciudad prominente a través de la historia de la humanidad. Esta ciudad es mencionada en la Biblia casi 300 veces. Aparece por primera vez en Génesis 10, y por última vez en Apocalipsis 19 cuando es destruida. ¿Ya adivinó cuál es? Es la ciudad Babilonia.
Tal como Jerusalén representa el plan y los propósitos de Dios, Babilonia representa los planes y los propósitos del ser humano pecador.
Para poder entender la importancia de los comienzos y la caída de Babilonia en este último libro de la Biblia, necesitamos volver a su origen en el primer libro de la Biblia.
El fundador de Babilonia fue Nimrod, el poderoso cazador que desafió el decreto de Noé y su familia a
… Fructificar y multiplicarse, y llenar la tierra. (Génesis 9:1)
A todo esto, en el mismo contexto, Noé recibió una promesa de parte de Dios. Dios no solo prometió que nunca volvería a inundar toda la tierra, sino que también le prometió que todos ecosistemas y los recursos naturales del planeta continuarían funcionando perpetuamente. Dios le dijo a Noé en Génesis 8:22.
Mientras la tierra permanezca, la siembra y la siega, el frío y el calor, el verano y el invierno, el día y la noche, nunca cesarán.
En otras palabras, por el resto del tiempo que le queda a la Tierra – o sea, hasta que Cristo cree un Nuevo Cielo y una Nueva Tierra (Apocalipsis 21) – la Tierra va a experimentar ciclos normales de siembra y cosecha, de invierno y verano, y de día y noche.
Considere este comentario como un anexo o complemento a lo que estudiamos en nuestro estudio anterior de Apocalipsis 16 acerca del calentamiento y el enfriamiento global.
En la promesa que Dios le hizo a Noé, encontramos el balance permanente de los recursos naturales, los patrones de clima, y aun los cambiantes ciclos de las estaciones del año. Si vive en Centroamérica quizás no sepa de qué estoy hablando. Pero créame. Hay cuatro estaciones en el año.
El decreto de Dios para Noé y sus descendientes, después del diluvio universal, fue que se dispersaran a través de toda la Tierra. Y todo iba bastante bien hasta que llegó el biznieto de Noé, el primer tirano mundial, un hombre llamado Nimrod.
Nimrod desafío el mandamiento de Dios y trató de construir una federación global de naciones.[ii]
Sin embargo, esto era más que una simple unión política. Esta unión era profundamente religiosa.
Nimrod expresó toda su rebeldía política en la construcción de una ciudad llamada Babilonia, y toda su rebeldía religiosa en la construcción de la torre de Babel.
Génesis 11:4 registra.
Vamos, edifiquémonos una ciudad y una torre cuya cúspide llegue hasta los cielos, y hagámonos un nombre famoso, para que no seamos dispersados sobre la faz de toda la tierra.
En otras palabras, las personas en los días de Nimrod desafiaron el mandato de Dios de multiplicarse sobre la faz de la tierra, y construyeron un imperio donde le iban a dar la espalda a Dios.
Como sabrá, las alianzas políticas son frágiles. Pocas personas están dispuestas a arriesgar sus vidas por un partido político. Sin embargo, la religión es diferente; es mucho más poderosa. Cuando las personas se unen por una causa religiosa, aún es posible que entreguen sus vidas por ella.
Cuando las causas políticas se unen con las causas religiosas, es posible crear una nación extremadamente fuerte; y hasta un imperio mundial.
Con el pasar del tiempo, Nimrod sería adorado como el dios principal de Babilonia, el dios Marduk. Heródoto, el historiador romano, viajó a través de Babilonia y vio una estatua de Marduk que pesaba 22 toneladas y estaba hecha de oro sólido. Hoy en día, esa estatua valdría más de 600 millones de dólares. ¡Eso es compromiso!
En nuestra traducción al español de Génesis 11:4, la frase “edifiquémonos… una torre cuya cúspide llegue hasta los cielos,” incluye unas palabras que no se encuentran en el original. Los traductores se tomaron esa libertad para que la frase fuera entendible en nuestro idioma. Sin embargo, creo que, en este caso, esas palabras han oscurecido el significado de la frase. Estas personas no estaban tratando de construir una torre lo suficientemente alta como para que llegara al cielo. Las palabras “llegue hasta” no están en el original. La frase podría ser traducida más tosca y fielmente, “edifiquémonos una torre cuya cúspide este con los cielos.”
En otras palabras, la cúspide de esta torre iba a ser dedicada al universo, al espacio, al cielo. El primer sistema de adoración, alababa a los cielos en vez de al Dios de los cielos. Ellos ignoraron al Dios de la creación, y la creación se convirtió en su dios.
Esta creencia no ha pasado de moda. Aún en nuestra generación vemos como millones de personas creen en el universo y las estrellas, y los admiran (por no decir adoran) por ser su fuente de vida.
De esa manera, el universo se convierte en su dios. El sol, la luna, y las estrellas no solo son su fuente de vida, sino que también son su fuente de dirección en la vida. Hoy, millones de personas son babilonios devotos – ellos tienen sus devocionales en el diario o la revista donde aparece su signo, y creen que las estrellas tienen algo que ver con su propósito y destino en la tierra.
Este fue el primer sistema de adoración de Babilonia. De hecho, la torre de Babel originó el zodiaco. Si abre cualquier libro de historia de la astrología, va a notar que todos apuntan a los caldeos – otro nombre para los ciudadanos de Babilonia – como los precursores de estas prácticas y creencias.
Los caldeos dividieron el cielo en secciones, y le dieron un significado a cada una en base a las estrellas y constelaciones que se encontraban en esa sección. Se creía que el destino de una persona en su vida estaba determinado por la sección o signo bajo el cual había nacido.
Signos zodiacales eran esculpidos y dibujados dentro de los zigurat, o torres babilónicas. Estos se encontraban generalmente en las paredes y el techo de la sección de la cúspide de la torre. Este era aparentemente un lugar santo para la adoración astral.[iii]
La astrología pasó de los babilonios a los egipcios, donde se agregaron el animismo y el politeísmo a la mezcla religiosa. Aún, las pirámides fueron construidas con cierta relación matemática a las estrellas. Estas elaboradas tumbas para los faraones eran diseñadas para también adorar al sol, la luna y las estrellas.
Toda esta idolatría siguió pasando de generación en generación, y de cultura a cultura. Un autor dijo que los dioses de Roma, Grecia, Egipto, y todo imperio mundial esencialmente son los mismos que fueron creados por el sistema religioso de Babilonia. A estos dioses simplemente les pusieron nuevos nombres y características a través de los siglos.[iv]
Babilonia fue la cuna de la idolatría organizada, la primera confederación – las primeras naciones unidas – la primera sociedad construida para juntar a la raza humana y excluir a Dios.
El primer intento de tener una “religión unificada,” por así decirlo, finalmente endiosó a la creación y destronó al creador – o al menos trataron.[v]
De hecho, Nimrod se convierte en un prototipo del anticristo al ser adorado como dios, y alabado a través de estatuas de oro. El anticristo, como sabe, un día va a colocar una gran estatua de sí mismo en el templo en Jerusalén y declarará al mundo entero que él es dios mientras reina sobre el mundo desde su ciudad capital Babilonia, conocida como la puerta de dios.
Hay detalles fascinantes acerca de la política y la religión babilónica que conciernen a nuestro estudio de Apocalipsis 17. Todavía estamos en la introducción a este capítulo, a todo esto.
En Génesis 11, la humanidad incrédula, ya estaba preparándose para caer de cabeza en la religión de Babilonia. Esto fue, en parte, debido a las leyendas que estaban circulando.
John Walvoord provee el siguiente resumen.
Nimrod tenía una esposa conocida como Semíramis, quien, según registros extra-bíblicos, creó rituales y leyendas religiosas para Babilonia. Eventualmente, se formó la leyenda de que Semíramis tuvo un hijo, milagrosamente concebido por un rayo de sol. Se decía que él era el libertador prometido. Su nombre fue Tammuz. Tammuz fue, en efecto, un falso cumplimiento de la promesa que Dios le hizo a Eva de un libertador nacido de la simiente de la mujer – en otras palabras, concebido sin la participación de un hombre (Esto está implícito en Génesis 3:15 y se convierte en realidad en el nacimiento virginal de Jesucristo).[vi]
Según las leyendas babilónicas, originadas con Semíramis, Tammuz fue asesinado, pero después de 40 días de que su madre llorara su muerte, él se levantó de entre los muertos.
Podemos ver como Satanás, desde muy temprano en la historia de la humanidad – de hecho, en el primera rebelión religiosa y política – plantó sus semillas de mentira en medio de las semillas de verdad.
A todo esto, Satanás obviamente entendía que la promesa de Dios implicaba que el salvador nacería de una virgen, y él obviamente creía en las profecías acerca del Mesías venidero. Por eso las ha falsificado y diseminado a través del mundo y en las distintas religiones para confundir y engañar a las personas.
¿No es sorprendente que el primer sistema religioso pervertido por Satanás endiosaba al universo, y enseñaba que un hombre divino en particular nacería de una virgen?
Semíramis, y Tammuz, su hijo milagrosamente concebido, se convirtieron en la primera versión de una religión que adora a una reina del cielo y a su hijo igualmente divino.
Los nombres fueron cambiando en las distintas religiones, pero la leyenda permaneció prácticamente igual. En Fenicia, por ejemplo, la madre se llamaba Astarté y su hijo, Baal.
¿Le suenan familiares esos nombres? Israel creyó en la promesa que Dios le dio a Eva, pero cayó varias veces en la idolatría y las falsas religiones que enseñaban algo parecido.
En Egipto, la madre se llamaba Isis y su hijo Osiris. En Grecia, ella era Afrodita, y su hijo Eros. En Siria, el nombre del hijo siguió siendo Tammuz, pero el nombre de la madre cambió a Ishtar.
Tanto la madre como su hijo eran considerados divinos en Babilonia; y mientras esta religión siguió esparciéndose a través del mundo, esta creencia se solidificó.
La madre fue llamada “la reina del cielo.” Sus cuarenta días de lloro fueron conmemorados en cuarenta días de Cuaresma, seguido por la celebración de Ishtar en la cual se intercambiaban huevos, que simbolizaban una nueva vida. ¿Suena familiar?
Como verá, la religión babilónica falsificó la promesa de Dios, de que su hijo nacería de una virgen y moriría por los pecados del mundo y creó su propia versión de la pascua.[vii]
Podrá estar pensando, “No debería celebrar la pascua entonces porque tiene sus raíces en una religión pagana.”
Sin embargo, piense en esto. Nosotros no estamos copiando a los babilonios. ¡Satanás fue el que le copió a Dios en primer lugar!
No hay nada de malo en celebrar la pascua, siempre y cuando esté celebrando la resurrección de Jesucristo. Y no hay nada de malo con los huevos de chocolate tampoco, siempre y cuando sean hechos de buen chocolate, sino no valen la pena.
Mientras que su fe no esté en el símbolo, sino en el salvador; y mientras que el mundo no asocie su celebración con idolatría, estamos bien
Dudo que alguien piense que está adorando a Ishtar cuando va a la iglesia el domingo de resurrección y adora al Señor Jesucristo. Todos saben que está yendo a conmemorar la resurrección del Señor, lo que puede convertirse en un testimonio poderoso para aquellos a su alrededor.
Dejando estos símbolos y celebraciones tradicionales de lado, permítame agregar que ninguna de estas falsificaciones paganas de la madre y su hijo redentor, enseña que el hijo murió por los pecados del mundo, ni que proveyó el perdón de pecados. Todas estas falsificaciones buscan corromper el mensaje del evangelio y sumergir al ser humano en pecado.
Por ejemplo, Semíramis, la esposa de Nimrod, comenzó la práctica de la prostitución religiosa como una forma de adoración. En otras palabras, santifiquemos el pecado. Así que, en Babilonia, fundaron una orden de vírgenes (que eran cualquier cosa menos vírgenes) para que sirvieran como prostitutas sagradas a las personas que venían al templo a adorar.
Cuando leemos la historia de Israel, encontramos que el pueblo de Dios se sumergió una y otra vez en las prácticas religiosas de Babilonia –que incluían ritos astrológicos y prostitución religiosa.
Tanto así que, en Ezequiel 8:14, vemos que Dios le muestra a Ezequiel como las mujeres de Israel llegaron a participar en el lloro por Tammuz, el hijo de Semiramis. Dios castigó a Israel por eso.
Jeremías confrontó al pueblo por quemar sacrificios a la reina del cielo y por derramar libaciones para ella (Jeremías 44:17).
Quizás recuerde el romance de los Israelitas con el dios Baal, otra versión del hombre mitológico nacido de una virgen. Recordará que en 1 Reyes 18, Elías derrotó a los falsos profetas de Baal sobre el monte Carmelo en una competencia donde pedirían que su dios arrojara fuego del cielo y quemara su ofrenda. El único Dios vivo y verdadero envió fuego del cielo, consumiendo todo lo que había en el altar, y los profetas de Baal fueron ejecutados.
Tan nociva fue esta religión creada en Babilonia, que Dios juzgó a la humanidad mientras construían la torre de Babel confundiendo su idioma, y así, esparciendo efectivamente la humanidad hasta los extremos de la tierra.
El significado hebreo de la palabra Babel o Babilonia significa, “confusión.”
El idioma Sumerio lo traduce, “la puerta de dios”[viii]
Pero, aún después de ser diseminados por el mundo, incapaces de hablar un mismo idioma, la religión de Babilonia, la adoración a la creación, y la combinación del pecado con la religión, ya se habían hecho parte de su ADN espiritual, y vemos como se repiten los mismos patrones en todas las culturas a través del mundo.
Es fascinante descubrir a través de la Escritura, como la ciudad de Babilonia constantemente adora dioses falsos y está en conflicto con la ciudad de Jerusalén y su Dios creador. Solo necesitamos dar vuelta un par páginas después de Génesis 11 para encontrar un conflicto entre estas dos ciudades.
En Génesis capítulo 14, encontramos que varios reyes conformaron una coalición, derrotaron a Sodoma y se llevaron a sus ciudadanos como esclavos.
Una de las personas que fueron llevadas cautivas fue Lot, el sobrino de Abraham, junto a su esposa e hijas. Cuando Abraham oyó las noticias de su captura, él y sus hombres salieron a la batalla. Con la ayuda de Dios, ellos derrotaron a esta coalición de reyes.
Interesantemente, uno de los reyes de esta coalición era el Rey de Sinar – un nombre para la región que incluía Babilonia. Así que esta es una batalla en donde Abraham, representando los propósitos de Dios, derrota al rey de Babilonia, representando los propósitos del hombre.
Luego, cuando vuelve de la batalla, Abraham se encuentra con el rey de Salem – la antigua Jerusalén. Este rey, llamado Melquisedec sale para recibirlo y bendecir a Dios por darle la victoria.
Desde este punto en adelante en la Biblia, encontramos lo que llamaríamos, “la historia de dos ciudades.” La ciudad de Dios, Jerusalén, en contra de la ciudad del hombre, Babilonia.[ix]
Este conflicto entre la ciudad de confusión y la ciudad de paz solo va a incrementar con el pasar del tiempo.
Babilonia aparece más adelante en la Biblia en su victoria sobre Jerusalén. Nabucodonosor , el rey de Babilonia, arrasó con Jerusalén por medio de tres campañas militares (2 Reyes 24-25) – este rey conquistador tomó los utensilios del templo de Salomón y los puso el templo de sus dioses, como si estuviera diciendo, “mis dioses son más poderosos que los de Israel” (2 Crónicas 36:10). Para entonces, Babilonia se había convertido en el imperio más poderoso del mundo.
Sin embargo, tal como Daniel profetizó, Babilonia sería derrotada por los Medo-persas, y luego los Persas serían derrotados por Grecia, y Grecia sería derrotada por Roma. El ultimo imperio sería una coalición de diez reinos, el imperio romano revivido, y su capital sería, por su puesto, en Babilonia. El conflicto que comenzó en Génesis llegará a su clímax en Apocalipsis.
Desde que se construyó la torre de Babel, Satanás ha estado queriendo, trabajando y planeando traer a la humanidad de vuelta a Babilonia – y un día lo logrará.
Tal como Nimrod apareció en escena en el primer libro de la Biblia, el Anticristo aparece en el último libro de la Biblia.
Como Nimrod y Nabucodonosor, el Anticristo construye una estatua en su honor.
De la misma forma que Nimrod y Nabucodonosor en la antigua Babilonia, el rey de la nueva Babilonia va a demandar que todos adoren su imagen, y la grandeza de su nuevo imperio.
Tal como estos antiguos reyes, el Anticristo finalmente va a ser derrotado en batalla.
Este último conflicto se llama la batalla de Armagedón.
En nuestros estudios anteriores, aprendimos cómo los reyes y los ejércitos de la tierra marcharon en contra de Dios y fueron derrotados. Su sangre fluyó como un río a través del valle de Jezreel.
Las copas de la ira de Dios finalmente se han vaciado, y Cristo en su gloriosa venida ha derrotado al Anticristo y a los ejércitos de Babilonia.
El Juicio de Dios Sobre Babilonia
Mientras el apóstol Juan observa cómo las copas de la ira de Dios se derraman sobre el planeta Tierra – y la Tierra es golpeada por granizo y sacudida por el mega-terremoto– mientras mira y escucha atónito, pasmado, y boquiabierto, sin duda, un ángel se le acerca y le habla. Note el versículo 1 de Apocalipsis 17.
Uno de los siete ángeles que tenían las siete copas, vino y habló conmigo, diciendo: Ven; te mostraré el juicio de la gran ramera que está sentada sobre muchas aguas.
Ahora, como ya ha ocurrido varias veces en este libro, se nos presentan varios eventos de forma rápida; y luego, como que rebobinan la cinta y nos muestran los mismos eventos en cámara lenta. De esta forma, se nos entregan los detalles, explicaciones y comentarios esenciales de estos eventos para que podamos entenderlos.
Los capítulos 17 y 18 nos muestran la caída de Babilonia en cámara lenta.
El capítulo 17 nos muestra el sistema religioso de Babilonia y su desaparición. Y el capítulo 18 nos muestra la ciudad de Babilonia y su destrucción.
A todo esto, en este libro de Apocalipsis, se habla más acerca de Babilonia que de cualquier otro tema o evento.
Hay 404 versículos en el libro de Apocalipsis. De los 404, 44 tienen que ver con Babilonia. Esto significa que el 11% del libro de Apocalipsis trata acerca de Babilonia. De hecho, se le presta más atención a Babilonia que al Nuevo Cielo y la Nueva Tierra.[x]
¿No le gustaría tener más información acerca del cielo? ¿Porque la disparidad? Quizás es porque no podemos entender tanto acerca del cielo, como podemos entender la naturaleza de Babilonia. Evidentemente, Dios considera que es más importante que entendamos la naturaleza de Babilonia.
Dios supo que su pueblo en cada dispensación – a través del curso de la historia de la humanidad – estaría involucrada en una batalla espiritual con la ciudad de confusión; el reino de este mundo y sus religiones falsas.
Así que, permítame darle seis características del sistema espiritual de Babilonia – este sistema corrupto del cual leemos en el capítulo 17.
Seis Características de la Religión Babilónica
- La primera característica de la religión babilónica es su gran influencia.
El versículo 1 nos dice que esta,
…se sienta sobre muchas aguas…
Saltémonos al versículo 15 donde se nos explica que,
Las aguas… donde se sienta la ramera, son pueblos, multitudes, naciones y lenguas.
En otras palabras, esta unidad religiosa va a crecer e influenciar a la mayoría del mundo.
Note los versículos 1-2.
Te mostraré el juicio de la gran ramera que está sentada sobre muchas aguas;
con ella los reyes de la tierra cometieron actos inmorales, y los moradores de la tierra fueron embriagados con el vino de su inmoralidad.
Imagine al mundo sin la presencia de verdaderos cristianos. El rapto ha tomado lugar y los cristianos se han ido. El pecado se desata a través del mundo como nunca antes, porque las influencias piadosas que lo restringían hasta cierto punto se han ido.
La religión, sin embargo, no va a perder su fuerza. De hecho, va a crecer y corromperse aún más. La Biblia describe el sistema religioso de Babilonia con palabras cargadas de connotaciones sexuales, porque Dios ha siempre considerado la idolatría y la religión falsa como adulterio espiritual. El mundo estará emborrachado de pecado e idolatría.
Piense en esto. ¿Cuantos religiones cree que van a permanecer después del rapto? ¡Todas ellas!
Las iglesias protestantes van a seguir, aunque algunas quedarán prácticamente vacías. Las iglesias católicas van a tener misa como siempre. La iglesia mormona no se va a perder un segundo. El islam, el hinduismo, el budismo, el taoísmo, el judaísmo y todos los “ismos” van a continuar.
El elemento que se va a perder es la verdadera sal de la tierra. Todos aquellos que han puesto su fe solamente en Cristo serán arrebatadas y las personas religiosas que quedarán sobre el planeta son las que nunca lo hicieron.
Las personas que ya no estarán sobre el planeta, son las que decían, “¡eso está mal!” cuando se proponía transar con la Escritura.
Las personas que ya no estarán sobre el planeta son las que testificaban la verdad de que la salvación se encuentra exclusiva en Cristo.
Este testimonio – esta luz y sal se habrá ido. El mundo será capaz de ponerse de acuerdo y unificarse rápidamente ya que la doctrina será dejada a un lado con gusto. Las religiones del mundo van a fusionarse rápidamente.
Cuando se organizó el concilio de iglesias en Ámsterdam en 1948, uno de sus objetivos fue unificar a todas las ramas del cristianismo bajo una organización (y uso el término cristiano muy ampliamente aquí). Incluidas estaban las iglesias protestantes, católicas, y ortodoxas.[xi]
Su sueño se convertirá en realidad. Los deseos del Papa actual de hallar unidad con el Islam y el judaísmo también se harán realidad.
Las religiones del mundo se unirán en una confundida Torre de Babel.
Un autor dijo que lo más probable es que más y más denominaciones se unan y que haya un creciente énfasis en el ecumenismo – el cuál es el término para los esfuerzos de unir todas las religiones del mundo en una sola religión mundial.[xii]
Todo lo que se necesita es que la novia de Cristo desaparezca. El mundo va a quedar sin la sal y la luz del evangelio por un breve periodo de tiempo, y todo se va a descontrolar.
- La segunda característica de la religión babilónica es su asociación satánica.
Note el versículo 3.
Y me llevó en el Espíritu a un desierto; y vi a una mujer sentada sobre una bestia escarlata, llena de nombres blasfemos, y que tenía siete cabezas y diez cuernos.
Ya hemos aprendido que el imperio del anticristo será el séptimo imperio mundial – el imperio romano revivido – y va a ser compuesto por una coalición de 10 reyes. No vamos a tomar el tiempo nuevamente de ir a través de cada una de estas frases que describen el reino del anticristo.
Sin embargo hay un versículo que quiero que note – versículo 9.
Aquí está la mente que tiene sabiduría. Las siete cabezas son siete montes sobre los que se sienta la mujer
La referencia a estos siete montes ha hecho que algunos crean que esta mujer – este sistema de religión falsa – es la iglesia católica romana, ya que Roma está asentada entre siete montes. Sin embargo, esta interpretación no solo es muy limitada – sería realmente extraño que todo el mundo se convierta al catolicismo– sino que también, contradice la siguiente frase. Note que no hay un punto, al final del versículo 9, sino una coma.
Las siete cabezas son siete montes sobre los que se sienta la mujer [coma], y son siete reyes.
En otras palabras, los siete montes son siete reyes o reinos. ¿Quienes son estos reyes?
Juan nos lo dice en el versículo 10,
Y son siete reyes; cinco han caído, uno es y el otro aún no ha venido.
“Gracias Juan, eso fue realmente claro y revelador.”
Bueno, en realidad esto si nos ayuda, si entendemos la metáfora.
…cinco [reyes o reinos] han caído…
Cuando estudiamos la historia del mundo, aprendemos que cinco imperios occidentales han caído – Egipto, Asiria, Babilonia, Medo-Persia, y Grecia.[xiii]
La pregunta entonces es, ¿Cual imperio es? Piense en periodo histórico en el que Juan estaba viviendo. Él vivió durante del reino del imperio Romano.
E Imagine que – solo queda un imperio más para que venga y domine el mundo, el reino del Anticristo.
El próximo imperio mundial, dominado por una sola persona, será el último imperio en la historia de la humanidad.
El hecho de que la ramera (o este sistema religioso) está montada sobre la bestia, nos dice que ella está asociada – y quizás aún, al principio, en control del anticristo.[xiv]
- La tercera característica de la religión babilónica es su riqueza y su unión.
Note el versículo 4.
La mujer estaba vestida de púrpura y escarlata, y adornada con oro, piedras preciosas y perlas, y tenía en la mano una copa de oro llena de abominaciones y de las inmundicias de su inmoralidad.
La ropa purpura y escarlata era la más cara que se podía comprar. Para hacer producir este tipo de ropa, se debían usar millones de moluscos que producen ese tipo de tinta. Estos generalmente se encontraban en la región del Mediterráneo. En los tiempos de Juan, unos 30 ml de púrpura costaba más de medio kilo de oro.
La religión que captura la atención mundial será elaborada, atractiva y muy adinerada.
Me parece interesante que esta mujer está adornada con cosas que el cielo tiene en abundancia – oro, perlas y piedras preciosas. Esto me hizo pensar que, comparada con el cielo, las religiones del mundo solo parecen baratijas.
Recuerdo estar jugando un juego de mesa con mi hija menor cuando ella era chica. El juego se trataba de que los jugadores movían una pieza sobre el tablero, y si caían en ciertos casilleros, podían escoger una pieza de joyería para ponerse. El ganador termina teniéndolo todo – aros que parecían grandes rubíes, un collar con joyas de plástico, y aun una corona dorada de plástico. Tengo una foto que me sacaron después de ganar una vez; y ahí estoy con todos los collares y perlas – ¡lo que no se ve muy lindo! Pero para mi hija, tener todas esas joyas de plástico era la gran cosa.
El cielo va a hacer que toda la joyería de este mundo parezcan ornamentos plásticos y pequeñas piezas de un juego de mesa.
- La cuarta característica de la religión babilónica es su perversión.
Note el versículo 5.
y sobre su frente había un nombre escrito, un misterio: BABILONIA LA GRANDE, LA MADRE DE LAS RAMERAS Y DE LAS ABOMINACIONES DE LA TIERRA
En otras palabras, ¡todo empezó con Babilonia! La cuna de rebelión organizada, la adoración a la creación, la exaltación del universo, la devoción astral, la idolatría, y todo ese tipo de cosas es Babilonia. Ella es la madre de la prostitución espiritual – entregando la adoración que le pertenece solamente a Dios a otra cosas.
Se nos dice que su nombre está en su frente. Es interesante notar que las prostitutas en el primer siglo – lo cual era una profesión legal y próspera en aquel tiempo – llevaban su nombre en una bufanda sobre su cabeza o en una colorida cinta para el cabello. Esta era la forma en que se hacía propaganda; era la forma de que recordaran su nombre y la volvieran a pedir.
Así que esta ramera espiritual busca que la recuerden y la deseen. Sin embargo, esto no le va a funcionar muy bien después de todo.
- La quinta característica de la religión babilónica es su propósito sangriento.
Note el versículo 6.
Y vi a la mujer ebria de la sangre de los santos, y de la sangre de los testigos de Jesús.
Desde el tiempo de la antigua Babilonia hasta el día de hoy, las falsas religiones han provocado un baño de sangre después de otro en contra de los creyentes.
Al llegar a la tribulación, esta ramera está borracha – totalmente ebria con la sangre de los cristianos.
- La Sexta, y última, característica de la religión babilónica es su destrucción final.
Saltémonos al versículo 16.
Y los diez cuernos que viste y la bestia, éstos odiarán a la ramera y la dejarán desolada y desnuda, y comerán sus carnes y la quemarán con fuego
Cuando el anticristo revele su imagen y profane el lugar santo, él y su confederación de 10 reinos no van a necesitar más a la Gran Ramera.
La mayoría de los eruditos creen que esta religión mundial será reemplazada alrededor de la mitad de la tribulación, cuando el anticristo afirme ser dios y demande ser adorado.
¿Qué le pasará a este sistema religioso, adinerado y mundial? Esta ramera será deshonrada, devorada, y destruida.[xv]
Probablemente, ella reclamará algún derecho de reinar junto con los demás, pero ellos simplemente se van a deshacer de ella. El anticristo no va a necesitarla y va a deshacerse de ella de una vez por todas.
¿Donde esta Dios durante estos días de blasfemia? ¿Seguirá aún n control? ¿Se habrá salido esta situación de sus manos?
Note el versículo 17. No lo pase por alto.
Porque Dios ha puesto en sus corazones el ejecutar su propósito: que tengan ellos un propósito unánime, y den su reino a la bestia hasta que las palabras de Dios se cumplan.
El retorno de Babilonia y la religión de Babel es parte del plan de Dios. La llegada del conflicto final entre Babilonia y Jerusalén es parte Su plan de redención. Dios es el autor de la historia de estas dos ciudades.
Desde Génesis hasta Apocalipsis, los propósitos de Dios van a ser cumplidos. Sépalo. Dependa en ello.
Y en su vida ahora mismo también, sin importar la lucha, el sufrimiento, el caos, o el conflicto que esté viviendo, los propósitos de Dios para usted serán cumplidos, de forma perfecta y a su debido tiempo.
Cristo, el heredero al trono de Jerusalén, vendrá, y nosotros con Él para poner fin al conflicto entre la ciudad del hombre y la ciudad de Dios. Este conflicto finalmente llegará a su desenlace, cuando la ciudad de Jerusalén derrote a la ciudad de Babilonia, y Cristo reine sobre el trono de David para siempre.
[i] The Zondervan Pictorial Encyclopedia of the Bible: Volume 3, ed. by Merrill C. Tenney, (Zondervan, 1975), p. 459.
[ii] John Phillips, Exploring Genesis (Loizeaux Brothers, 1980), p. 104.
[iii] James Montgomery Boice, Genesis: Volume 1 (Zondervan, 1982), p. 343.
[iv] Boice, p. 341.
[v] Mark Hitchcock, The Second Coming of Babylon (Multnomah, 2003), p. 41.
[vi] Hitchcock, p. 41.
[vii] Hitchcock, p. 41; David Jeremiah, Escape the Coming Night: Volume 3 (Turning Point, 1994), p. 118.
[viii] The International Standard Bible Encyclopedia: Volume 1, ed. by Geoffrey W. Bromiley (Eerdmans, 1979), p. 384.
[ix] Hitchcock, p. 46.
[x] Hitchcock, p. 101.
[xi] John Walvoord and Mark Hitchcock, Armageddon, Oil, and Terror (Tyndale, 2007), p. 142.
[xii] Daymond R. Duck and Larry Richards, The Book of Revelation (Thomas Nelson, 2006), p. 248.
[xiii] John MacArthur, Revelation: Volume 2 (Moody Press, 2000), p. 170.
[xiv] Sam Gordon, Revelation: Worthy is the Lamb (Ambassador, 2000), p. 343.
[xv] John Phillips, Exploring Revelation (Loizeaux Brothers, 1991), p. 219.