Introducción
Probablemente habrá escuchado la frase, “Cuna de la civilización.” Quizás su profesor se la enseñó en la clase de geografía, historia, o sociedad, y le contó como la civilización comenzó en un valle compuesto por el Rio Tigris y el Éufrates. El primer capítulo de la historia de la humanidad yace en esta creciente fértil entre los ríos Tigris y Éufrates.
Ya que su profesor del colegio se lo haya enseñado o no, la Biblia lo deja aún más claro. Los puntos de referencia que se nos dan en Génesis 2, indican que la ubicación geográfica del Jardín del Edén se encontraba en este valle.
Los ríos Tigris y Éufrates fluían a través de este hermoso jardín, donde Adán y Eva vivían y caminaban con Dios. Por causa de su pecado, registrado en Génesis 3, Adán y Eva fueron expulsados del jardín.
Pero la civilización comenzó – y junto con ella también el asesinato y cualquier otra forma de maldad y depravación. Eventualmente, la humanidad llegó a niveles de perversión y blasfemia tan grandes que Dios juzgó al mundo a través de un diluvio universal. Este literalmente arrasó con la raza humana, y el reino animal.
Sin embargo, Dios primeramente le dio una invitación de gracia y misericordia a la humanidad. Dios invitó a todos a entrar al arca de Noé y así poder salvarse de la ira venidera de Dios.
Noé predicó y advirtió de la ira de Dios por 120 años. Este tiempo fue más que suficiente como para que las noticias viajaran por el mundo, y para que las personas respondieran al mensaje.
Sin embargo, según Génesis 6, nadie respondió al llamado aparte de la familia de Noé. La cuna de la civilización se convirtió en una tumba.
Según Génesis 8, después del diluvio, Noé y su familia desembarcaron cerca de este mismo valle, el valle del Éufrates, sobre las montañas de Ararát. Es el hielo de estas montañas que alimenta el rio Éufrates.
Dios mandó a Noé y a todos los que vendrían a través de él, como se nos dice en Génesis 9, a salir y repoblar la Tierra. Ellos podían disfrutar de adorar y obedecer a Dios nuevamente.
Sin embargo, el biznieto de Noé se rebeló, e hizo un llamado a todas las personas a juntarse y a desafiar a Dios, al construir la primera ciudad después del diluvio – una ciudad de rebelión en contra de Dios. Nimrod se convirtió en el primer César.
Estas personas rebeldes también construyeron una torre, conocida como la torre de babel, y la dedicaron a las estrellas, la luna, y el sol – el Zodiaco, el cual ellos inventaron. Los babilonios llegarían a hacerse mundialmente famosos por su división del cielo en signos zodiacales.
El Zodiaco ha sido descubierto en los restos de antiguos zigurats – torres que encuentran sus raíces en Babilonia. Los techos y paredes de estas torres fueron pintados con dibujos de estrellas y planetas, y eran dedicadas para su adoración a los cielos.
Estas personas habían rechazado al creador y estaban adorando a la creación.
Génesis 11 revela que Dios juzgó a la raza humana una vez más por su rebelión, al confundir su lenguaje. Ya que las personas, de pronto, se vieron hablando distintos idiomas y dialectos, ya no fueron capaces de entenderse unos a otros y seguir construyendo la torre. Como resultado, terminaron diseminándose alrededor del mundo.
Sin embargo, Babilonia nunca quedó abandonada completamente. Esta creció en tamaño e importancia cada siglo hasta que un rey llamado Nabucodonosor la llevó a su máximo esplendor.
500 años antes del nacimiento de Cristo, según el historiador Heródoto, quien asumimos está diciendo la verdad, la ciudad capital de Babilonia era un cuadrado exacto de 24 km por lado. Interesantemente, esta medida es exactamente 25 veces más pequeña que la nueva Jerusalén – una ciudad también con base cuadrada, aunque mucho más grande que Babilonia. A mi parecer, este fue un intento más de parte de Satanás de imitar a Cristo, buscando reproducir la futura capital del Señor.
Como vimos en nuestro estudio pasado, un gran conflicto se extiende a través de historia de la humanidad – el conflicto entre Babilonia y Jerusalén; el reino del ser humano pecador versus el reino de Dios. El corazón de la humanidad, guiado también por ángeles caídos, desea sutilmente hasta el día de hoy traer a la civilización de vuelta bajo el poder de Babilonia.
No dudo que Satanás creía que Nabucodonosor era su anticristo. Él fue adorado como dios, levantó una imagen de sí mismo y proclamó un edicto que buscaba arrasar con los Judíos. Pero Dios desbarató sus planes.
Babilonia era realmente magnífica. Heródoto describió que toda la ciudad– todos sus 96 km, estaba rodeada de una muralla de ladrillos de 26 metros de ancho y 30 metros de altura, con 250 torres altísimas que intimidaban a todo ejército enemigo.
El río Éufrates corría a través de esta ciudad. Las orillas de los ríos en la ciudad estaban bellamente amurallados y habían escalones que permitían un fácil acceso al agua.
En Babilonia también se construyeron los famosos jardines colgantes, hechos por orden de Nabucodonosor para alegrar a una de sus esposas. Estas terrazas llenas plantas exóticas eran cuidadas las 24 horas al día. Estos jardines se convirtieron en una de las 7 maravillas del mundo antiguo.
Este pudo haber sido otro intento sutil de parte de satanás de imitar el jardín del Edén. Quizás esta fue su forma de declarar que el jardín había regresado a la cuna de la civilización, a la ciudad del hombre.
Babilonia fue diseñada para que tuviera 25 avenidas principales que atravesaban la ciudad en líneas rectas, cada una de ellas tenia 45 metros de ancho. Al final de cada avenida habían puertas cubiertas de placas de bronce. Heródoto dijo que al abrir y cerrar estas puertas al amanecer o al atardecer, estas parecían estar en llamas.
Una de estas puertas era la puerta de Ishtar – nombrada en honor a su diosa principal, Ishtar. Los babilonios afirmaban que esta diosa era la reina del cielo y la madre que concibió virginalmente a otro dios que adoraban.
Esa puerta ha sido descubierta, y excavada, y hoy es exhibida en el museo de Berlín. Es un enorme marco azul con dragones dorados.
Se logró excavar también la inscripción del mismo Nabucodonosor. Él había escrito que estas puertas y toda su ciudad habían sido construidas para que las personas quedaran asombradas.[i]
A través de una de estas puertas, entró un joven adolescente judío. Su nombre era Daniel. Seguramente asombrados por la grandeza de Babilonia, los jóvenes cautivos, entre los cuales estaba Daniel, entraron por las puertas de la ciudad y caminaron hasta donde decidirían que hacer con ellos. Sin embargo, Daniel y sus tres amigos no se dejaron intimidar por este enorme imperio entregado a la idolatría y el zodiaco.
Daniel, más adelante, profetizaría acerca de la caída de Babilonia ante los Medos y los Persas, como vemos Daniel 2. Esto es exactamente lo que pasó, según Daniel 5.
Después de que el rey Darío derrotara a Babilonia, llegó un nuevo conquistador, llamado Alejandro Magno. Él decidió hacer esta su capital. Él desmanteló el palacio de Nabucodonosor y planeó reconstruirlo para imitar su gloria original, pero murió antes de completar su cometido.
Tiempo después, Napoleón también hizo planes para reconstruir Babilonia. He leído en París, se encuentran registros de mapas y trazados de Babilonia hechos durante su mandato. Napoleón había querido reconstruir la antigua ciudad, y llamarla Nueva Babilonia, haciendo de esta la capital de su imperio, y el centro gubernamental y comercial del mundo occidental. El también falló en su intento.
Babilonia nuevamente perdió la atención del mundo. Pero hoy, los poderes mundiales desean controlar Babilonia una vez más. La razón, en una sola palabra, es petróleo.
Irak se encuentra sobre una de las reservas de petróleo más grandes del mundo. Los expertos creen que Irak potencialmente podría superar a Arabia Saudita como el mayor productor de petróleo en el mundo.
Un autor escribió, “La idea de la estabilización de Irak y la reconstrucción de Babilonia como un importante centro económico en el Medio Oriente tiene babeando a las compañías petroleras occidentales.”[ii]
Sin embargo, surgió un problema – en la forma de un tirano que tuvo la visión de reconstruir Babilonia y controlar el mundo.
Ese hombre aún se autodenominó como el nuevo Nabucodonosor. Su nombre fue Saddam Hussein. El gastó millones de dólares reconstruyendo el palacio de Nabucodonosor en el mismo lugar donde había estado originalmente.[iii]
Saddam reconstruyo la puerta de Ishtar, con sus dragones dorados y todo. Cada uno de los millones de ladrillos usados para reconstruir la antigua ciudad, tenía estampada su insignia personal, tal como lo hizo Nabucodonosor 2.500 años atrás. El ofreció 1.5 millones de dólares al diseñador que pudiera capturar la esencia y la belleza de los jardines colgantes de Nabucodonosor.
Sadam llegó tan lejos como para acuñar monedas que promovían la conexión entre él y la Babilonia antigua. Él afirmaba que había recibido la visión de restaurar el gran imperio y convertirse en el próximo Nabucodonosor.
Mark Hitchcock, en su libro, La Segunda venida de Babilonia, comentó acerca de la motivación religiosa detrás de los deseos de Sadam que nunca llegaron a las noticias.
Saddam no solo quería destruir a los judíos, sino que también a Irán. ¿Por qué? se preguntará usted. Saddam odiaba a los Iraníes tanto como a los judíos, simplemente porque ellos son los descendientes de los persas, quienes conquistaron originalmente a Babilonia. Él estaba en una misión personal de restaurar el honor de sus antepasados al conquistar Persia – ahora Irán – y a los Judíos.
De hecho, antes de su caída del poder, Saddam republicó un folleto, escrito por su tío, el gobernador de Bagdad, que llevaba por título, “Tres cosas que Dios no debería haber creado: Los Persas, los Judíos y las moscas.”[iv]
Saddam quería deshacerse de los Iraníes y los Judíos. No encontré evidencia de que tratara de deshacerse de las moscas, aunque ese esfuerzo habría sido admirable.
Saddam se encontró con varios obstáculos en su camino de reconstruir Babilonia y destruir a sus enemigos. Uno de ellos fue su necesidad financiera. La misión de Saddam de reconstruir Babilonia requirió millones y millones de dólares.
Sabemos ahora, de hecho, que fue su necesidad de dinero lo llevó a invadir Kuwait. Saddam quería monopolizar al menos el 10% de las reservas mundiales de petróleo para financiar la reconstrucción de Babilonia.
Pero eso no es todo, Saddam también quiso apoderarse de Kuwait porque este era parte del territorio original de la antigua Babilonia, así que él consideraba que ese era su derecho y su propiedad.[v]
Él fracasó en su intento de capturar Kuwait y controlar sus reservas de petróleo. Saddam le había fallado a sus súbditos que creían en él.
Seguramente recuerda cuando mostraron en las noticias el video de la ejecución de Saddam. Los mismos iraquíes lo terminaron rodeando e insultando, le pusieron soga alrededor del cuello y lo ahorcaron.
Saddam fue solo un aspirante más a líder mundial. Él solo fue otro candidato fallido a rey de Babilonia.
Satanás todavía sigue esperando y buscando a otro Nimrod – a otro que reconstruya Babilonia.
¿Porque Satanás aún creería que es posible reconstruir Babilonia? ¡Porque él ciertamente ha leído las profecías en la Escritura!
Satanás ha leído acerca del retorno de Babilonia al poder mundial en los escritos de los profetas y en el libro de Apocalipsis. Él, sin duda, ha estudiado el registro del apóstol Juan acerca del reinado del anticristo y de las antiguas ruinas reconstruidas de la ciudad de Nimrod y Nabucodonosor.
Desde Génesis 11, cuando Nimrod fue destronado y las personas fueron dispersadas por la Tierra, Satanás ha deseado y ha trabajado para manipular los corazones de los líderes mundiales incrédulo para lograr finalmente que la humanidad vuelva a Babilonia.
Un día del polvo se levantará un imperio que reinará sobre el mundo, y establecerá una religión y un gobierno mundial, desafiando una vez más la autoridad y la gloria del Dios creador. Este orden mundial unificado, esta religión mundial, y esta economía global, será el escenario donde veremos la rebelión final de la humanidad en contra de Dios.
Lo que encuentro totalmente fascinante es que todo esto tomará lugar en donde comenzó todo – Babilonia.
Esto encaja perfectamente con el registro profético e histórico de la Biblia. Así que, en contraste a muchos supuestos ministros, eruditos y escritores, Satanás evidentemente cree en la Biblia.
La rebelión organizada en contra de Dios comenzó en la primera ciudad de la Tierra – Babilonia – en la cuna de la civilización. La última rebelión en contra de Dios saldrá una vez más de Babilonia, y en la Batalla de Armagedón, millones van a morir mientras se rebelan en contra Dios. La cuna de la civilización se convertirá en un cementerio.
Capaz haya escuchado la frase, “De la cuna a la tumba.” Bueno, según la profecía bíblica, la cuna será la tumba.
La cuna de la civilización se convertirá en la tumba de la civilización, mientras el ser humano pierde su batalla final contra Dios, y Dios trae su juicio final sobre Babilonia. El apóstol Juan provee los detalles de este evento en Apocalipsis 18.
La Caída de Babilonia es Profetizada
Vayamos al capítulo 18 de Apocalipsis y miremos las palabras de Juan en los versículos 1 al 3.
Después de esto vi a otro ángel descender del cielo, que tenía gran poder, y la tierra fue iluminada con su gloria.
Y clamó con potente voz, diciendo: ¡Cayó, cayó la gran Babilonia! Se ha convertido en habitación de demonios, en guarida de todo espíritu inmundo y en guarida de toda ave inmunda y aborrecible.
Porque todas las naciones han bebido del vino de la pasión de su inmoralidad, y los reyes de la tierra han cometido actos inmorales con ella, y los mercaderes de la tierra se han enriquecido con la riqueza de su sensualidad.
Esta es básicamente una repetición del veredicto que ya estudiamos en el capítulo 17. Sin embargo, en estos versículos, el ángel describe a Babilonia como una ciudad desolada que ahora se encuentra habitada por buitres y demonios. Suena como a un cuento de Edgar Allen Poe.
Babilonia – una vez la ciudad de ensueño, es ahora una pesadilla.
Podrá estar preguntándose ¿Estamos hablando realmente de Babilonia? ¿No cree que ese nombre es figurativo de otra ciudad como Nueva York, Paris, Berlín, o Roma?
Si comenzamos en el Antiguo Testamento, descubrimos que cada vez que aparece la palabra “Babilonia,” esta se refiere a Babilonia – el lugar geográfico que corresponde hoy en día al territorio ocupado por Irak.[vi]
Cuando el nombre de una ciudad se usa en Apocalipsis, el mismo texto nos deja en claro si ese nombre es figurativo o literal. Por ejemplo, en el capítulo 11, Juan se refiere a Jerusalén como Sodoma y Egipto, pero comienza escribiendo,
La gran ciudad que simbólicamente se llama Sodoma y Egipto…
Es importante notar que el capítulo 17 habla acerca del “misterio de Babilonia” como la madre de todo lo que es corrupto religiosamente. Sin embargo, en el capítulo 18 no se usa la palabra “misterio” y, en vez, se usa la palabra “ciudad.”[vii]
Juan menciona varias ciudades a través de Apocalipsis, y a menos que él nos haga saber está usando ese nombre figurativamente, debemos entenderlo literalmente. Éfeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia, Laodicea, Patmos, Armagedón, y Babilonia son todos lugares, regiones o ciudades literales en el Medio Oriente. La descripción de Babilonia en Apocalipsis 17 y 18 encaja perfectamente con la ciudad literal de Babilonia.
Henry Morris escribe que, poniendo las profecías a un lado, Babilonia es una ciudad ideal para reconstruir. Esta no solo se encuentra en la bella y fértil planicie de los ríos Tigris y Éufrates, sino que también, estudios han comprobado que Babilonia se encuentra muy cerca del centro geográfico de todas las masas terrestres. Tiene acceso al Golfo pérsico y está en la intersección de tres grandes continentes, Europa, Asia, y África. No hay lugar más ideal en la tierra para construir un centro mundial de comunicaciones, un centro económico mundial, un banco mundial, un centro educacional, una capital mundial. El gran historiador contemporáneo, Arnold Toynbee, escribió que Babilonia sería el mejor lugar en el mundo para construir una metrópolis cultural. ¿Es tan descabellado entonces pensar que la futura capital del reino mundial del anticristo – la federación de 10 naciones establecidas al principio de la tribulación – será establecida en Babilonia?[viii]
Ahora, como hemos aprendido, la palabra “Babilonia” es usada tanto para la ciudad física, como para el sistema religioso que salió de la misma ciudad. Babilonia es una ubicación geográfica sobre el río Éufrates donde su infame zigurat – la torre de Babel –se convirtió en la fuente de la falsa religión que glorifica a la creación y al universo mientras desafía al Creador.
El anuncio que leímos en el versículo 2 de que Babilonia ha caído es proclamado por el ángel mientras la última copa de ira es derramada sobre la Tierra.
Luego, Juan oye otra voz desde el cielo en los versículos 4 al 5.
Y oí otra voz del cielo que decía: Salid de ella, pueblo mío, para que no participéis de sus pecados y para que no recibáis de sus plagas;
porque sus pecados se han amontonado hasta el cielo, y Dios se ha acordado de sus iniquidades.
En otras palabras, el juicio de Babilonia es justificado porque esta ha rehusado la justificación de Dios a través de Cristo.
Note una palabra que aparece varias veces en este capítulo. El versículo 7 nos dice que el juicio de Babilonia será entregado, según
Cuanto [O al grado que] ella se glorificó a sí misma y vivió sensualmente…
El único lugar en todo el Nuevo Testamento que aparece esta palabra, “sensualmente,” es en este capítulo de Apocalipsis.
La palabra viene del griego “strenos” (strhnoj) que literalmente hace referencia a una promiscuidad sexual desinhibida junto a un lujo excesivo.[ix]
Babilonia va a crear su propia clase de pervertidos sexuales, que gozaran de tanto dinero que van a poder darse el lujo de vivir como quieran.
En otras palabras, ni Roma ni Corinto llegaron a ser tan inmorales y pervertidos como para ser descritos con esta palabra con la que se describe a Babilonia.
Toda la ciudad se convertirá en un parque de diversiones para los ricos y famosos. No van a haber límites ni restricciones para su pecado. Su orgullo y su arrogancia tampoco tendrán límites.
Note esta frase que es fácil de pasar por alto al final del versículo 7.
Porque dice en su corazón: “Yo estoy sentada como reina, y no soy viuda y nunca veré duelo.”
Esta es una cita de Isaías 47, cuando Babilonia es confrontada por creer es una reina que va a reinar por siempre. La frase ,“no soy viuda,” habla del hecho que todos los reyes del mundo son sus esposos. La frase, “nunca veré duelo,” usa el verbo que describe el tipo de lloro que viene a partir de un gran tormento o sufrimiento. En otras palabras, Babilonia piensa que nunca va a experimentar el juicio de Dios.[x]
Y es que, ¿Quien creería que la poderosa Babilonia podría llegar a sufrir? ¿Quien podría imaginarse que el imperio más grande que alguna vez se estableció sobre la faz de la Tierra podría estar en peligro de un colapso fatal? O sea, si Babilonia dice, “Nunca seré derrotada otra vez,” ¿Quien podría contradecirla?.
Sin embargo, El juicio de Dios cae sobre ella y el mundo observa como Babilonia termina en cenizas.
La Caída de Babilonia es Lamentada
Tres categorías de personas son presentadas en este capítulo. Todas horrorizadas, lloran la pérdida de su economía, su poder, su riqueza, su posición y su trabajo.
- Primero, vemos a los monarcas de la tierra. Ellos lamentan la caída de Babilonia en los versículos 9 y 10. Ellos han perdido su poder
- Segundo, vemos a los mercaderes de la tierra. Ellos también, como el versículo 11 nos dice, lloran y se lamentan por ella, porque ya nadie compra sus mercaderías. Ellos han perdido su dinero.
- Tercero, vemos a los marineros. Note los versículos 17 al 18.
“…Porque en una hora ha sido arrasada tanta riqueza.” Y todos los capitanes, pasajeros y marineros, y todos los que viven del mar, se pararon a lo lejos,
y al ver el humo de su incendio gritaban, diciendo: “¿Qué ciudad es semejante a la gran ciudad?”
En otras palabras, Babilonia había sido el centro comercial del mundo entero, con sus enormes bodegas, sus tiendas y almacenes; y ahora todo esto ha desaparecido en una nube de humo.
Babilonia ha comercializado todo tipo de productos, incluyendo esclavos (versículo 13),[xi]
El valor de la vida humana es barato – una persona solo importa si tiene valor para el reino de Babilonia. Esa es la forma en que Babilonia siempre ha operado.
Pero ahora, en un momento, Babilonia ha estallado en llamas.
Un autor escribe, “Los barcos llegando al Golfo Pérsico rápidamente dan la vuelta; las gigantes caravanas de barcos, provenientes de cientos de naciones bajan sus anclas lejos del puerto que ahora se derrumba en medio del fuego. Los marineros sacan sus telescopios y miran atónitos y horrorizados la agonía de Babilonia. Los barcos y naves se amontonan en los puertos del mundo ahora que Babilonia se ha ido para siempre. El comercio mundial ahora está en ruinas.”[xii]
Monarcas, mercantes, y marineros, representando a cada clase y ocupación laboral sobre el planeta se encuentran alrededor del mundo, de pie delante de sus televisores, mirando como su mundo se viene abajo. Ellos comienzan a llorar y gritar.[xiii]
No es común ver a un hombre grandes llorando en público; pero en aquel día, todos estarán llorando a gritos.
Note la rapidez de la llegada del juicio de Babilonia. Leemos la frase “en una hora” en,
El versículo 10 – en una hora ha llegado tu juicio
El versículo 17 – en una hora ha sido arrasada tanta riqueza.
El versículo 19 – en una hora ha sido asolada.
Todos los millones, todas las conexiones, todo el poder, toda la pomposidad, toda la extravagancia – todo lo que parecía importar – ¡perdido!
Cuando el dinero es dios, y dios se ha ido, ¿que queda sino un duelo desconsolado?[xiv]
¿De que le sirve al hombre si gana todo el mundo y pierde su alma?
La caída de Babilonia es como Pearl Harbor, la caída de la bolsa, la gran depresión, la plaga bubónica y el holocausto todo junto en una hora.
La caída de Babilonia es profetizada en los versículos 1 al 8.
La caída de Babilonia es lamentada en los versículos 9 al 20.
La Caída de Babilonia es Completada
Mire los versículos 21
Entonces un ángel poderoso tomó una piedra, como una gran piedra de molino, y la arrojó al mar, diciendo: Así será derribada con violencia Babilonia, la gran ciudad, y nunca más será hallada
Los próximos versículos revelan la perdida completa y devastadora de Babilonia.
- La música cesa según el versículo 22a.
Y el sonido de arpistas, de músicos, de flautistas y de trompeteros no se oirá más en ti…
Toda la música es silenciada. No hay más fiestas. No hay más risas ni canciones.
- El trabajo cesa también como Juan escribe en el versículo 22b.
…ni artífice de oficio alguno se hallará más en ti…
- La vida doméstica cesa como se nos dice en el versículo 22c.
…ni ruido de molino se oirá más en ti…
Cada hogar en la antigüedad molía su propio grano con un pequeño molino. Nadie está preparando comida porque nadie está en casa.[xv]
Note también, en el versículo 23, que
… la luz de una lámpara no alumbrará más en ti…
Babilonia queda en tinieblas y completamente deshabitada, excepto por los demonios que lloran su derrota y las aves carroñeras que continúan alimentándose de los cuerpos muertos por la ciudad.
- Los matrimonios cesan también, como Juan escribe en el versículo 23, como para dejar en claro que no hay esperanza de reconstruir Babilonia.
…tampoco la voz del novio y de la novia se oirá más en ti…
La música, el trabajo, el matrimonio, la vida doméstica, el comercio, y cualquier otra cosa es apagada como una vela por el juicio de Dios.[xvi]
La cuna de la civilización humana es también la tumba de la civilización, mientras Babilonia prepara un ejército global para marchar contra el mismo Dios en la Batalla de Armagedón.
Con el regreso de Cristo y con el poder de su palabra, los ejércitos del mundo son derrotados y Babilonia es reducida a escombros.
La rebeldía de Babilonia en contra de Dios en Génesis termina en Apocalipsis con un último intento de rebelión.
¿Cree usted que el mundo se está preparando para el resurgimiento de Babilonia? ¿Cree que haya interés en reconstruirla? Sí que la hay.
Hoy, las organizaciones educacionales, científicas, y culturales de las Naciones Unidas están aportando millones de dólares para Babilonia y varios otros sitios históricos en Irak. Con la ayuda de contribuyentes privados, las Naciones Unidas está esperando convertir a Babilonia en un centro próspero para el turismo y el comercio. El mismo gobierno de los Estados Unidos ha dado alrededor de un millón de dólares en impuestos para ayudar a reconstruir la ciudad de Babilonia.
Fui invitado a una conferencia de Joel Rosenberg, el autor de varios libros acerca de la actualidad del Medio Oriente y su conexión con las profecías. Junto con otros 25 pastores y líderes cristianos escuchamos a Joel hablar acerca de un número de temas actuales tal como la amenaza de Corea del Norte. El habló acerca del dinero que Irak está acumulando y de su ubicación privilegiada para crecer gracias a sus reservas de petróleo.
Alguien me había regalado uno de sus libros titulado, Epicentro, pero no lo había alcanzado a leer antes de esta conferencia.
Después de que Joel hablara por un tiempo, dejó abierta la posibilidad de que le hicieran preguntas. Yo aproveché y le pregunté si creía en la posibilidad futura de una guerra entre Jerusalén y Babilonia. El respondió, “¡Absolutamente! De hecho, escribí todo un capítulo acerca de ese tema en mi libro Epicentro.”
Sentí como que acababa de preguntarle a Albert Einstein si alguna vez había pensado acerca del concepto de la relatividad. Obviamente era la única persona allí que no había leído su libro.
Pero él fue muy amable conmigo y continuó diciendo, “Todo está acomodándose para que eso ocurra. Creo que el último enfrentamiento será entre Jerusalén y Babilonia.”
No había leído su libro, pero si había estado leyendo este – la Biblia – y no podía estar más de acuerdo.
Después de la reunión, encontré su libro, y lo leí durante el fin de semana. Me pareció fascinante una parte que trataba acerca de un incidente que ocurrió después de la caída de Saddam Hussein. Este incidente ocurrió en el nuevo palacio de Saddam – ubicado donde estuvo el mismo palacio de Nabucodonosor.
Después de la caída de Sadam, en cuestión de semanas, en la misma habitación donde estaba su trono, donde se declaró a sí mismo como el gobernante de la Nueva Babilonia, tomó lugar una reunión evangélica. Se cantaron himnos, se predicó, y se dio toda la gloria al Señor Jesucristo, el Hijo del Dios viviente.[xvii]
Ese es un pequeño anticipo del futuro. El reino del hombre y el reino de Dios se enfrentarán en un duelo final; El anticristo, el rey de Babilonia, contra Jesucristo, el rey que vuelve a Jerusalén. El rey de Jerusalén gana, la batalla se termina, y Babilonia, el reino del hombre, cae.
El siguiente capítulo revela a todos los seguidores de Cristo cantando. Entre ellos estamos usted y yo, querido oyente – cantando en el reino de Cristo,¡Aleluya! La salvación y la gloria y el poder pertenecen a nuestro Dios.
[i] http://en.wikipedia.org/wiki/Ishrar_Gate.
[ii] John Walvoord, Armageddon, Oil and Terror (Tyndale, 2007 ed.), p. 146.
[iii] Steward Custer, From Patmos to Paradise (BJU Press, 2004), p. 193.
[iv] Ibid., p. 128.
[v] Mark Hitchcock, The Second Coming of Babylon (Multnomah, 2003), p. 127.
[vi] Ibid.
[vii] Daymond R. Duck and Larry Richards, The Book of Revelation (Thomas Nelson, 2006), p. 263.
[viii] Henry M. Morris, The Revelation Record (Tyndale, 1986), p. 348.
[ix] Fritz Rienecker and Cleon Rogers, Linguistic Key to the Greek New Testament (Regency, 1976), p. 851.
[x] John MacArthur, Because the Time is Near (Moody Publications, 2007), p. 276.
[xi] Kendell H. Easley, Holman New Testament Commentary: Revelation (Holman Reference, 1998), p. 340.
[xii] John Phillips, Exploring Revelation (Loizeaux Brothers, 1991), p. 226.
[xiii] Duck and Richards, p. 273.
[xiv] Ibid., p. 276.
[xv] Easley, p. 336.
[xvi] Mark W. Wilson, Zondervan Illustrated Bible Backgrounds Commentary: Revelation (Zondervan, 2002), p. 110.
[xvii] Joel C. Rosenberg, Epicenter (Tyndale House, 2008), p. 177.