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Aleluya… ¡Amén!

Cristo está a punto de volver con su novia para establecer su glorioso reino y su magnífico trono sobre la Tierra. Es por eso que las huestes celestiales y los redimidos en el cielo alzan su voz y cantan una maravillosa canción. En este programa nos uniremos a este canto celestial y conoceremos las razones por las que todos están cantando "Aleluya ¡Amén!"
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Introducción

            El sábado 8 de agosto de 1914, Ernest Shackleton zarpó desde Plymouth, Inglaterra, con 29 hombres. Su misión era ser el primero en cruzar la Antártida.

            En una reciente publicación, leí que Shackleton reclutó a sus pioneros con un aviso que decía.

      Se buscan hombres para un viaje peligroso. Poca paga; mucho frio; largos meses en completa oscuridad; peligro constante; no se garantiza un regreso a salvo; pero sí gran honor con el éxito de la misión.

            Este era un hombre honesto – y las personas que reclutó experimentarían todo lo que les prometió.

            Mientras Shackleton y sus hombres navegaban hacia su destino, el barco quedó totalmente atrapado en una plataforma de hielo y se fue rompiendo lentamente. Los hombres quedaron literalmente varados en un enorme tempano de hielo – un bloque plano de hielo que flota libremente sobre el mar.

            Shackleton era un gran líder y se puso a trabajar tan duro como el resto de sus hombres. Ellos le pusieron por sobrenombre, “el jefe.” Él eventualmente se convertiría en su héroe.

            Shackleton mantuvo ocupado a sus hombres durante el día, mientras soportaban la llegada del invierno. Ellos jugaron futbol sobre hielo, hicieron carreras de trineos, y algunas noches cantaron juntos e hicieron fiesta.

            Shackleton demostró ser un líder sacrificial también, dispuesto a cambiar su bolsa de dormir más abrigada con la de alguno de su personal. Él personalmente servía la leche caliente cada mañana y trataba de animarlos.

            En la primavera, cuando se dieron cuenta que su tempano de hielo estaba afinándose y que prontamente iba a quebrarse, lograron llegar a una isla remota. Sabiendo que era muy improbable que alguien los encontrara y los rescatara de esa isla desolada, Shackleton y cinco de sus hombres decidieron arriesgar sus vidas al cruzar 1.300 km de mar abierto en su bote. Y lo lograron.

            Dos veces Shackleton trató de volver para rescatar a sus hombres, pero tuvo que volver. En su tercer intento, después de 105 días de viaje, él cumplió su palabra y rescató a su personal varado.

            Ahora, hay otro lado de la historia que no es tan conocido. Es la historia los hombres que quedaron en la isla mientras Shackleton se fue para buscar ayuda.

            Shackleton dejó a Frank Wild – su segundo en comando – a cargo del campamento. Wild mantuvo la rutina que ya había sido establecida por Shackleton.

            Él asignó las tareas diarias, sirvió la comida, continuó los tiempos de canto y las competiciones atléticas. Wild trabajo duro para mantener la moral de los hombres que parecían estar en una situación desesperanzadora.

            Ya que el campamento se encontraba en constante peligro de ser enterrado en la nieve y quedar completamente invisible desde el mar, Frank mantuvo a sus hombres ocupados paleando la nieve. Estos hombres nunca perdieron la esperanza, pero sí se preguntaban si alguna vez lograrían volver a casa.

            Apenas 4 días de raciones quedaban en el campamento cuando Shackleton finalmente llegó en un barco rompehielos. Él personalmente viajó varias a través de las aguas congeladas para trasladar a los miembros de su personal hasta el barco.

            Los medios de comunicación convertirían esta historia en una leyenda internacional de perseverancia, esperanza, y una promesa cumplida.

            Más adelante, Shackleton se enteró de parte de sus hombres que, cada mañana, Frank Wild les decía, “Prepárense muchachos, el jefe puede venir hoy.”[i]

            El mundo ha recibido una promesa – El Mesías va a regresar a la Tierra.

            Junto a su novia, el Rey de Reyes y Señor de Señores va a regresar en el esplendor de su majestad a rescatar a aquellos que han creído en el evangelio durante la tribulación, y a juzgar a aquellos que lo han desafiado. El rey – el héroe de los salvos, el juez de los incrédulos – viene en persona.

            Antes de la crucifixión, los discípulos le preguntaron a Jesús acerca de su regreso. Esta pregunta no tenía que ver con el arrebatamiento, sino con las profecías de su segunda venida a la Tierra.

            La primera vez que Cristo vino, él cumplió las profecías acerca de su nacimiento virginal, su sufrimiento, rechazo, crucifixión, y resurrección.

            Ahora los discípulos le preguntan cuales serían las señales de su segunda venida. Cristo les respondió contándoles acerca de los disturbios cósmicos y los desastres naturales que ya hemos estado estudiando en el libro de Apocalipsis. Luego el Señor dijo,

Después de la tribulación de esos días… el Hijo del Hombre aparecerá en el cielo… (Mateo 24:29-30)

            Más adelante, Cristo profetizó,

Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los ángeles con Él, entonces se sentará en el trono de su gloria… (Mateo 25:31)

            El rey viene para cumplir su promesa y arreglar todas las cosas.[ii]

            Apocalipsis 19 es el puente entre la tribulación y el regreso de Cristo con su iglesia y las huestes celestiales. De hecho, en nuestra próximo programa vamos a estudiar un mensaje que ya he titulado, “Aquí viene la novia,” porque la iglesia, la novia de Cristo, es descrita en este capítulo como una novia en el día de su casamiento.

            Apocalipsis 19 comienza describiendo la época en la historia de la humanidad cuando Jesucristo está a punto de volver con su novia para establecer su glorioso reino y su magnífico trono sobre la Tierra. Será algo maravilloso

            ¿Es de sorprenderse entonces que, cuando Cristo regresa, todos los que le pertenecen van a estallar en una canción? La atmosfera será absolutamente electrizante.

            Se nos da la letra de la canción al principio del capítulo 19. Apocalipsis 19 dice,

Después de esto oí como una gran voz de una gran multitud en el cielo, que decía: ¡Aleluya! La salvación y la gloria y el poder pertenecen a nuestro Dios.

            Esta es una escena maravillosa, todos los redimidos junto a las huestes del cielo estarán gritando y cantando, “Aleluya.”

            Permítame comentarle algo que encontré fascinante. Esta es la primera vez en todo el Nuevo Testamento que encontramos esta palabra. “Aleluya” no aparece en ningún otro libro del Nuevo Testamento, ni en ningún otro lugar en Apocalipsis

            ¿Porque? Probablemente porque su uso está más relacionado con el contexto del Antiguo Testamento, en el cual la encontramos cerca de 22 veces. La mayoría de las veces que la encontramos, se está celebrando el rescate del pueblo de Dios, Israel, y el juicio de los impíos.

            Así que, en Apocalipsis 19, encontramos esta palabra nuevamente cuando Israel es restaurada en su tierra, y el Hijo de Dios se sienta sobre el trono de David.

            La palabra Aleluya es una palabra hebrea que ha sido transliterada al griego, al español, y a todos los otros idiomas. En cada lugar del mundo que he tenido el privilegio de predicar, he notado que todos conocen y usan la palabra Aleluya. He conocido personas con las cuales la única palabra que teníamos en común era “aleluya.” Ninguno de los dos sabía una palabra en el otro idioma, pero yo decía “aleluya,” y la otra persona se alegraba y respondía, “aleluya.”

            Sin importar a donde vaya, sé que cada cristiano conoce el comienzo de la alabanza que cantaremos cuando regrese nuestro Gran Rey.

            Aleluya, es una palabra compuesta por un verbo y un sustantivo. El verbo “Alelu” es una forma imperativa del verbo “alabar,” y la terminación “ya” de  “Alelu-ya,” es una forma abreviada del nombre de Yawheh , que traducimos Jehová.

            Aleluya entonces significa, Alaba a Jehová.[iii]

            En el Antiguo Testamento, encontramos esta palabra usada frecuentemente en los Salmos. De hecho, los salmos 113 al 118 son llamados los salmos “Halel,” (los Salmos aleluya), por la repetida aparición de esta palabra en el contexto de liberación de Israel y la destrucción de los impíos.

            Ciertamente nosotros también podemos usar esa palabra. No necesitamos esperar hasta llegar al reino porque hemos sido ya rescatados de las garras del enemigo, y nuestros cuerpos son templos vivientes del espíritu de Dios. De hecho, Aleluya es una palabra que deberíamos acostumbrarnos a usar mientras hablamos y cantamos a nuestro Dios.

            Ahora, en Apocalipsis 19 encontramos 4 estrofas de este gran himno de alabanza. Cada estrofa incluye la misma palabra – Aleluya. Note conmigo las cuatro veces que aparece esta palabra en estos primeros 6 versículos de Apocalipsis 19.

  • Versículo 1 – ¡Aleluya!
  • Versículo 3 – y dijeron por segunda vez, ¡Aleluya!
  • Versículo 4 – ¡amén! Aleluya!
  • Versículo 6 – ¡aleluya! Porque el Señor nuestro Dios Todopoderoso reina.

            No es de sorprenderse que numerosos teólogos consideran el capítulo 19 como “el Coro aleluya del cielo.”

El Coro Aleluya del Cielo

            Vayamos a través de estas cuatro estrofas en Apocalipsis 19, y notemos los motivos por las cuales las huestes celestiales y todos los redimidos están cantando el coro aleluya

  1. El primer Aleluya es por lo que Dios ofrece.

            Note el versículo 1 nuevamente.

            …Aleluya…

            ¿Porque? Porque…

      …La salvación y la gloria y el poder pertenecen a nuestro Dios.

            Estas son cualidades del carácter de Dios solo le pertenecen a Él. Solo Él es capaz de ofrecer estas cosas a quienes creen en Jesucristo.  

Mas a todos los que le recibieron [a Jesucristo] a los que creen en su nombre les dio potestad [el poder] de ser hechos hijos de Dios… (Juan 1:12)

            Pablo le escribió a los Tesalonicenses,

Porque no nos ha destinado Dios para ira, sino para obtener salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo. (1 Tesalonicenses 5:9)

            El apóstol Pedro escribió que el fiel creyente recibirá gozo, gloria,y honor cuando sea manifestado Jesucristo (1 Pedro 1:8).

            La salvación, la gloria, y el poder le pertenecen a nuestro Dios – estas son posesión divina, ofrecidas a los creyentes.

            Si está familiarizado con el mundo de la música, sabrá que la banda U2 decidió que en la escenografía de uno de sus tours, pondrían la palabra “coexistan” en todas las pantallas gigantes. La letra “C” está hecha con la luna creciente del Islam, la letra “X” está hecha con la estrella de David, y la letra “T” está hecha con una cruz cristiana. Después de cantar de la violencia de la religión en su canción “Domingo, sangriento domingo,” el cantante de la banda guía a toda la audiencia a cantar, “Jesús, Judíos, Mahoma – ¿cuál es la diferencia? Todos son hijos de Abraham – todos son verdad. ¡Estamos hartos ya de esto! Coexistan.” [iv]

            ¿Que es lo que está diciendo? Él está diciendo que el cristianismo, el judaísmo, y el islam son lo mismo, que son igualmente verdad.

            Pero el cristianismo cree que Jesucristo es el Mesías que vino, que fue crucificado, que resucitó al tercer día, que ascendió a los cielos y un volverá a reinar. El islam no cree que Jesús es Dios encarnado ni que él murió en la cruz, y el Judaísmo cree que el Mesías aún no ha venido. ¿Como puede ser que estas creencias son todas verdad?

            Es lo mismo que decir que si sigue por la misma carretera va a llegar a África, después al polo norte, y luego a Australia.

            Miles de personas, de hecho, millones de personas en nuestra generación creen que no importa lo que creas, o la forma en que creas, tu fe sincera te llevará a Dios.

            Lo mismo piensa Tony Blair, el ex ministro de gran Bretaña, que de alguna forma ha llegado a ser parte de la asociación de líderes religiosos.

            Para mí es un misterio como es que cientos de iglesias han aceptado que Blair, un incrédulo, les diga cómo es la iglesia y sus líderes debería actuar.

            Tony Blair es uno de los participantes principales en este empuje global por una religión mundial. En su grupo de consejeros esta un budista, un hinduista, un anglicano, un pastor protestante, y un rabino judío. Así intenta propagar la idea del ecumenismo.

            Si se mete a internet e investiga acerca su Fundación Ecuménica, encontrará que él dijo – escúchelo cuidadosamente, “El espíritu de Dios se mueve a través de nosotros y de todo el mundo a una velocidad que no puede ser constreñida por ninguna [religión]. Sospeche de las personas que piensan que su religión es el único camino a Dios.”[v]

            ¿Sospeche de quién? Tony Blair está refiriéndose a los cristianos que creen en la exclusividad del evangelio de Jesucristo.

            Nosotros, los creyentes, somos el problema. La gente debe cuidarse de nosotros, según Blair.

            El apóstol Pedro escribió a la iglesia,

      Si sois vituperados [maltratados, desconfiados, burlados] por el nombre de Cristo, dichosos sois, pues el Espíritu de gloria y de Dios reposa sobre vosotros. (1 Pedro 4:14)

            “Un mundo. Una comunidad global. Una economía global. Una sola religión. Unidad y diversidad.” Ese es el mensaje que ha venido de Babilonia, y que está cada día más fuerte en nuestro mundo.

            En nuestro estudio, hemos observado cómo este mensaje ha crecido y ha tomado forma hasta convertirse en realidad bajo el poder del anticristo durante el periodo de la tribulación.

            Pero ahora, en Apocalipsis 19, vemos a Cristo, listo para regresar a la tierra, y una multitud en el cielo cantando una canción. Y note que esta canción no dice, “la salvación es de cualquier dios que le acomode.” No. La letra es Aleluya – ¡alaba a Jehová! La salvación, la gloria y el poder le pertenecen a nuestro Dios.”

            Este es el primer aleluya. Aleluya por lo que Dios ofrece.

  • El segundo Aleluya es por lo que Dios resuelve.

            Note el versículo 3.

…porque sus juicios son verdaderos y justos, pues ha juzgado a la gran ramera que corrompía la tierra con su inmoralidad, y ha vengado la sangre de sus siervos en ella.

            Ella es Babilonia – el sistema mundial y la ciudad capital del mundo.

            El mundo se encuentra corrompido por la arrogancia de Babilonia – su sistema mundial que exalta al ser humano, glorifica a la naturaleza, alaba a los animales, asesina a los cristianos, promueve la inmoralidad, enseña mentiras, ama el dinero, rechaza a Cristo, esta ciega espiritualmente, y está controlada por el diablo; y este es solo el comienzo del perfil de Babilonia, el orgullo de la Tierra.

            Ahora podemos imaginarnos a las huestes de los cielos, a todos los hijos de Dios resucitados, glorificando a Dios por su salvación, por su gloria y poder; pero, no es fácil imaginárnoslos glorificando a Dios por su juicio eterno, justo y terrible. Sin embargo, eso es exactamente lo que vemos en estos versículos. Nosotros, los redimidos, estamos tan emocionados acerca del juicio de Dios como lo estamos acerca de su salvación.

            Mientras Dios mide la justicia divina y el castigo eterno para los seguidores de la bestia y la gran ramera (la religión falsa que sedujo los corazones de la humanidad incrédula) – para la humanidad que no ha querido arrepentirse, y para todos los ángeles caídos – los creyentes estaremos cantando, “Aleluya.” [vi]

            Generalmente no cantaríamos, “aleluya,” al pensar en la destrucción de los impíos ¿o sí?

            Este será el cumplimiento de las palabras de Moisés en Deuteronomio 32:43, cuando él escribe,

      Regocijaos, naciones, con su pueblo, porque Él vengará la sangre de sus siervos; traerá venganza sobre sus adversarios…

            David escribió en el Salmo 96,

      Alégrense los cielos y regocíjese la tierra; ruja el mar y cuanto contiene;

      gócese el campo y todo lo que en él hay. Entonces todos los árboles del bosque cantarán con gozo delante del Señor,

            ¿Porque está toda la naturaleza cantando alabanzas, por así decirlo?

      …porque Él viene; porque Él viene a juzgar la tierra: juzgará al mundo con justicia y a los pueblos con su fidelidad.

      (Salmo 96:11-13)

            Algunos pensarán que el creyente y la hueste angelical del cielo son algo insensibles y hasta crueles por alegrarse en la caída y el juicio de Babilonia. Pero no ignoremos la realidad de que esta ciudad y sus habitantes, seguidores del anticristo, habrá tenido más oportunidades de arrepentirse que cualquier otra persona en la historia de la humanidad.

  • En el capítulo 6 y nuevamente en el capítulo 9 se nos dice que la raza humana, en su mayoría, rehúsa arrepentirse aun cuando reconoce que las plagas y los desastres naturales que caen sobre ella vienen de la mano de Dios.
  • También vemos en el capítulo 7 que estos incrédulos habrán oído la predicación del evangelio más poderosa en la historia de la humanidad a través del ministerio de 144.000 judíos evangelistas.
  • El mundo también oirá y observará el testimonio maravilloso y supernatural de los dos testigos en el capítulo 11.
  • Agregue a esto el hecho de que estas personas van a ver y oír a un ángel, en el capítulo 14, que da vuelta al planeta testificando del evangelio de Cristo.
  • Ellos oyen y observan también a los fieles creyentes escoger ser martirizados en vez de seguir al anticristo, rechazando su marca y caminando con gozo a su ejecución, escogiendo morir por Cristo en vez de abandonarlo.

            Sin embargo, a pesar de todo esto, la mayoría del mundo va a permanecer en su incredulidad, sin querer arrepentirse hasta el mismo final; endurecido en su odio desafiante hacia Dios.[vii]

            La hueste celestial y todos los creyentes gritan con gozo porque Dios va a hacer justicia. Los creyente, que desean ver el mundo lleno de la gloria de Cristo, van a regocijarse cuando Cristo se siente como juez justo y rey soberano sobre toda la tierra.

            Anhelamos el día cuando el nombre de Jesús ya no es más insultado y blasfemado. Deseamos el día cuando sea glorificado en la tierra como en el cielo.

            No sé si escuchó alguna vez acerca de la galería de arte moderno en Glasgow, Escocia. Allí, una Biblia fue puesta en exhibición. Al lado de la Biblia habían varios lápices y una nota que decía, “si sientes que has sido excluido de la Biblia, escribe lo que quieras.”

            Dentro de unos días, tantas personas habían profanado esa biblia con mensajes obscenos e insultos en contra de Dios que la galería tuvo que sacar la exhibición.

            Algunos mensajes que se pueden reproducir al aire decían, “todo esto es una basura sexista….” “Soy bisexual y que.” “No necesito a ningún dios que no esté de acuerdo con mi estilo de vida.”

            Cuando Cristo toma la balanza de santidad y justicia, su justicia prevalece, la palabra de Dios es vindicada, su carácter es exaltado, y nosotros cantamos, Aleluya.”

            Aleluya por lo que Dios ofrece

            Aleluya por lo que Dios resuelve.

  • El tercer Aleluya es por lo que Dios cumple.

            Note versículo 4

            Y los veinticuatro ancianos y los cuatro seres vivientes se postraron y adoraron a Dios, que está sentado en el trono, y decían: ¡Amén! ¡Aleluya!

            Solo esta vez, la palabra “amén” es añadida a Aleluya.

            Amen es una palabra que expresa afirmación. Podríamos traducirla, “así es, así sea, es verdad.”

            Estos son los ancianos que representan la iglesia arrebatada al cielo a través de los pasajes que revelan el periodo de la tribulación. Ellos están en las vestiduras blancas prometidas a la iglesia, llevan las coronas prometidas a la iglesia, y se sientan en tronos también prometidos a la iglesia, que reina juntamente con Cristo.

            Note que los ángeles están emocionados de unirse a esta adoración. ¿Porque? Porque ahora, más que nunca, están contentos de haber resistido el intento de satanás de quitarle el trono a Dios. Satanás planeó un atentado contra Dios, y estos ángeles rechazaron ponerse de su lado.[viii]

            Sin embargo. un tercio de las huestes angelicales se unieron a Satanás. Este atentado no fue nada pequeño.

            No hay duda de que Satanás se acercó a sus compañeros de alto como el ángel Gabriel y le dijo, “Estoy planeando algo grande. Ponte de mi lado y juntos podremos derribar a Dios. Tú serás mi mano derecha en mi reino.”

            Gabriel dijo “no” a la invitación. Él creyó la palabra del Señor que dice que su reino es eterno y que su palabra es fiel y verdadera.

            Seria Gabriel quien más adelante anunciaría al profeta Daniel que el reino de Dios vencería a los reyes de Satanás. (Daniel 9)

            Y ¿Que es lo que está pasando en estos versículos? La palabra de Dios se está cumpliendo.

            Creo que Gabriel está pensando, “Que bien que me quedé del lado de Dios.”

            “Su palabra se ha cumplido. Amen. Aleluya.”

            “Aleluya” por lo que Dios ofrece.

            “Aleluya” por lo que Dios resuelve.

            “Aleluya” por lo que Dios cumple.

  • El Aleluya final es por lo que Dios ocupa.

            Mire los versículo 5 y 6. A todo esto, No sabemos quién dice estas palabras. Podría ser un querubín o la iglesia. Apocalipsis 19:5-6.

      Y del trono salió una voz que decía: Alabad a nuestro Dios todos sus siervos, los que le teméis, los pequeños y los grandes.

      Y oí como la voz de una gran multitud, como el estruendo de muchas aguas y como el sonido de fuertes truenos, que decía: ¡Aleluya! Porque el Señor nuestro Dios Todopoderoso reina.

            Dios está en su trono. Él es victorioso. Él ahora ocupa un trono sin obstrucción, competencia o rebelión. Todos lo ven por lo que realmente es – el rey soberano del universo.

            Tiempo atrás, el ángel Gabriel apareció a una virgen adolescente llamada María, y le anunció que ella concebiría por el Espíritu de Dios y tendría un hijo varón que no sería otro que el cumplimiento de todo lo que los profetas habían predicho. El sería el Mesías, y Gabriel le dijo a María…

            Él tendrá el trono de David…

            Y Él reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin.

            (Lucas 1:32-33)

            Este es el comienzo del cumplimiento de esta profecía.

            El Señor nuestro Dios todopoderoso reina. Aleluya.

            ¿Puede imaginarse el sonar de esta alabanza que, según Juan registra, será como el estruendo de muchas aguas?

            ¿Ha ido alguna vez a las cataratas del Niagara? Que majestuoso, poderoso, y maravilloso es el sonido del agua que ruge al caer. 170.000 metros cúbicos de agua caen cada minuto. Con mi familia fuimos un par de años atrás y fue realmente espectacular. Mucho mejor que un parque de diversiones – este nunca se apaga. ¡Imagine lo que será esta adoración, que suena como las del Niágara!

            Sin embargo, cuan maravilloso es, aún si es solo una voz – su voz – el día de hoy ofreciendo alabanza, con fe y confianza en que la palabra de Dios es verdad.

            Amén y aleluya son grandes testimonios de fe de este lado del reino. Es un gran testimonio que usted diga por fe, “su palabra es verdad;” que usted cante en medio de sus lágrimas “Él es digno de alabanza.”

            Unos meses atrás, estuve en el hospital, junto a un querido amigo y compañero de trabajo que se encontraba muy mal de salud. Él ya había estado en el hospital previamente con una condición crónica que ahora parecía irreversible y fatal. Él había estado en soporte vital por varios días, y su cuerpo se estaba deteriorando.

            En el hospital, me enteré que los doctores le  habían dado a Denis 12 horas de vida, y que luego iban a desconectarlo de las máquinas. Ellos habían hecho todo lo que podían. Entré a su habitación y le dije “adiós.” Su querida esposa, una de nuestras secretarias, me pidió que predicara en su funeral. Hablamos de algunos de los detalles del funeral, y me fui triste del hospital. Maneje a casa y le conté a mi esposa las noticias.

            Sin embargo, durante la noche algo paso – nadie sabe con seguridad qué – pero Denis empezó a mejorar. Sus signos vitales mejoraron dentro de unas horas. Lo desconectaron del soporte vital y pidió algo de comer y tomar. Dentro de unos días, él estaba de vuelta en el trabajo.

            No sigo planeando su funeral, a todo esto – probablemente él viva más que yo.

            Su esposa me dijo más adelante que, mientras él volvía a la vida, literalmente – mientras él empezaba a respirar por sí mismo nuevamente y le quitaban el tanque de oxígeno – las enfermeras lo escucharon cantar. Él estaba inconsciente, pero estaba cantando el coro aleluya.

            Él es un fiel creyente que confía en Dios, y aún mientras estaba inconsciente, él tenía esta melodía en mente. Él estaba cantando una palabra una y otra vez – esta palabra, “aleluya” – que está reservada para el pueblo de Dios.             Esta es la palabra de los redimidos; es la palabra para aquellos que han sido rescatados. ¡Aleluya! ¡Aleluya! ¡Amen!


[i] David Jeremiah, What in the World Is Going On? (Thomas Nelson, 2008), p. 235.

[ii] Edward Hindson, Revelation: Unlocking the Future (AMG Publishers, 2002), p. 187.

[iii] David J. MacLeod, “Heaven’s Hallelujah Chorus,” Bibliotheca Sacra (Jan.-Mar. 1999), pp. 72-84.

[iv] http://www.olivetreeviews.org.

[v] Ibid.

[vi] Kendell H. Easley, Holman New Testament Commentary: Revelation (Holman, 1998), p. 347.

[vii] John MacArthur, Revelation: Volume 2 (Moody Press, 2000), p. 195.

[viii] Donald Grey Barnhouse, Revelation: God’s Last Word (Zondervan, 1971), p. 351.

Este manuscrito pertenece a Stephen Davey. Puede ser usado sin fines de lucro y con las atribuciones necesarias.

A menos que se indique lo contrario, las citas bíblicas provienen de las versiones Reina Valera 1960, La Biblia de las Americas y la Nueva Biblia de las Americas.

Reina-Valera 1960 ® © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988. Usado con permiso.

La Biblia de las Américas (LBLA), Copyright © 1986, 1995, 1997 por The Lockman Foundation. Usado con permiso. www.LBLA.com

Nueva Biblia de las Américas (NBLA), Copyright © 2005 by The Lockman Foundation. Usado con permiso. www.NuevaBiblia.com

Pies de nota han sido provistos para citar las fuentes correspondientes cuando el texto lo ha requerido. En caso de haber omisiones no intencionales, futuras revisiones incluirán las anotaciones apropiadas.

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