Aquí viene la novia

Introducción

            Hay pocos eventos más especiales en el planeta que una boda. Y no hay evento más especial en la vida de una persona que su propia boda.

            Para los casados, ciertos detalles de la boda nunca se olvidan.

            Una de mis fotos favoritas de mi boda, es cuando el fotógrafo capturó el momento exacto cuando mi novia bajaba las escaleras en la parte de atrás del santuario. Su padre estaba esperando abajo para escoltarla por el pasillo. Si mira la fotografía de cerca, va a notar que los ojos de mi novia no estaban dirigidos hacia su padre, sino estaban mirando hacia el frente donde yo estaba parado. Mi corazón latía a mil.

            Uno de los momentos más divertidos fue después de la ceremonia. Con mi esposa fuimos a la casa de sus padres para cambiarnos y salir para la luna de miel. El tema fue que no nos dimos cuenta, sino hasta después de haber llegado a la casa, que nos habíamos olvidado la llave. La iglesia estaba a 20 minutos – y esto pasó antes de que hubieran celulares.

            Dimos vuelta alrededor de la casa y tratamos de abrir la puerta trasera, que también estaba cerrada con llave. Pero, notamos que la ventana del baño estaba abierta. – estaba a unos 2 metros y medio de altura. Así que le hice pie a mi esposa para que pudiera meterse por la ventana. ¡Ella todavía estaba en su vestido de novia y todo! ¡Me hubiera encantado tener una foto de eso!

            Francamente, a través de la historia, las ceremonias de casamiento, el vestido de bodas, y la celebración del casamiento han sido de los acontecimientos más importantes de la raza humana.

            Si un hombre o una mujer judía no tenían un casamiento arreglado por sus padres, los rabinos enseñaban que la mujer nunca debía buscar a su esposo, sino que era el hombre quien debía buscar a su esposa. Ellos decían que esta debía ser la regla, porque el hombre fue formado del barro, pero la esposa fue formada del costado del hombre; por lo tanto, cuando un hombre está buscando a su esposa, él está meramente buscando lo que ha perdido.[i]

            Los rabinos también enseñaban – y me pareció chistoso – que el hombre fue hecho del barro suave y que la mujer fue hecha de una costilla dura, para ilustrar que es más fácil llevarse bien con los hombres que con las mujeres.[ii]

            De hecho, no creo que es para nada chistoso. No puedo creer que estos rabinos hayan enseñado eso.

            Si no lo ha descubierto ya, el plan de salvación es una historia de amor. J. Vernon McGee se refirió a esto como el “romance de la redención.”

            Dios el Padre describe a Israel como su novia. Dios el Hijo es llamado “el novio” y la iglesia es su novia.

            No es de sorprenderse entonces que, mientras la historia humana cambia para siempre con la segunda venida de Cristo, nos encontramos con un evento que se describe como una ceremonia de matrimonio. El regreso de Cristo es el regreso del novio, que viene con la iglesia quien es su novia.

            Fácilmente podríamos titular la primera sección de Apocalipsis 19, “Aquí viene la novia.”

            Es imposible capturar el significado de este momento sin entender primeramente las costumbres matrimoniales de los tiempos bíblicos. Habían al menos cuatro eventos importantes en un casamiento judío durante los tiempos de Cristo. Estos eran

• El desposorio
• La presentación
• La ceremonia
• La fiesta

Las Bodas del Cordero

1. El desposorio

            En Estados Unidos tenemos una cancioncita de niños que dice algo así

Jonny y Susy sentados en un árbol

B-E-S-A-N-D-O-S-E

Primero es el amor

Después el casamiento

Después viene él bebe sentado en el cochecito

            Suena raro, pero en ingles rima bastante bien.

            “Primero viene el amor, después el matrimonio.” Este no era el caso en la típica pareja judía en los tiempos bíblicos. Para ellos era, “primero el casamiento después viene el amor.” Primero era el “Acepto” y después venía el “Te amo.”

            ¿Porque? Porque los casamientos eran arreglados por sus padres. O sea, sus padres decidían con quién debían casarse – lo que creo que es una idea brillante.

            Tengo 2 hijas – y estaría feliz de arreglar este tema para ellas.

            Podían transcurrir muchos años entre el desposorio (este arreglo matrimonial) y la ceremonia de casamiento. Esto es porque el joven judío y su novia podían ser desposados sin siquiera conocerse.

            Este era el sistema y la cultura en los días de Cristo; y lo es aún en muchos lugares alrededor del mundo.

            Ha sido un deleite agregar a nuestro cuerpo de diáconos a un piadoso hombre llamado Raj. Él y Anna, su esposa, son de India, y hace poco celebraron su 7º aniversario de casados. El suyo fue un matrimonio arreglado por sus padres. Raj conoció a Ana el día que quedaron comprometidos.

            De curioso, obvio, les he preguntado en varias ocasiones acerca del proceso y como funciona todo.

            Esta era su cultura. Sus padres, que son creyentes, decidieron que ellos dos debían casarse. Ellos los obedecieron para honrar a sus padres, y desde entonces han prendido a amarse.

            Esta es la cultura de los patriarcas.

            Isaac y Rebeca, en Génesis 24, son un ejemplo de esto. Ellos nunca se habían conocido hasta el día en que se casaron. Moisés registra

            Isaac… tomó a Rebeca y ella fue su esposa, y la amo… (Génesis 24:67)

            Primero vino el casamiento; luego llegó el amor.

            En el arreglo del desposorio, ambos padres se reunían, junto a unos testigos, y negociaban el contrato del desposorio.

            En los días de Cristo, el desposorio era legalmente vinculante. Lo que significa que estaban legalmente casados, y era un evento más importante que el periodo de compromiso en nuestra cultura.

            Durante el periodo de desposorio, el hombre y su futura esposa eran llamados como esposo y esposa.[iii]

            De hecho, si el hombre moría, la mujer era considerada viuda.

            Los dos jóvenes serían fieles, el uno al otro, aunque no estaban totalmente casados, ni habían consumado su matrimonio físicamente.

            Este era un tiempo cuando la futura novia era observada por familiares y amigos, para evaluar su pureza y diligencia en prepararse para el casamiento. El hombre, a su vez, se ocupaba en construir el lugar donde él y su esposa vivirían.

            El periodo de desposorio, el cual duraba un año más o menos, era un tiempo de alegre anticipación y preparación.

            Esta es la razón por la que fue tan devastador para José enterarse que María había quedado embarazada durante el tiempo de su ¿qué? El evangelio de Mateo registra,

            …cuando María estaba desposada con José, antes de que se consumara el matrimonio, se halló que había concebido. (Mateo 1:18)

            En otras palabras, en este tiempo crítico en el proceso de matrimonio, cuando María estaba efectivamente casada; el tiempo cuando ella supuestamente debía estar revelando pureza y compromiso mientras se preparaba para ir a vivir con su desposado, se encontró que ella había quedado embarazada.

            El corazón de José debe haber quedado destrozado. No es de sorprenderse que tomó una aparición angelical para que José continuara con los planes de casamiento.

            Nosotros, la iglesia, la novia de Cristo, deberíamos vivir con una gozosa anticipación y una pura devoción a Cristo quien es nuestro desposado.

            El apóstol Pablo usó este mismo vocabulario para exhortar a la iglesia en Corinto cuando escribió,

            …pues os desposé a un esposo para presentaros como virgen pura a Cristo.

            Pero temo que, así como la serpiente con su astucia engañó a Eva, vuestras mentes sean desviadas de la sencillez y pureza de la devoción a Cristo.

            (2 Corintios 11:2-3)

            Otro aspecto del desposorio era la dote. Esta era el precio que pagaba el novio por su novia.

            En esta cultura, las mujeres tenían muchas responsabilidades en la casa – administrando desde las cosechas hasta el ganado. Debido a su productividad en los negocios familiares, un erudito hebreo escribió, el entregar a una hija se consideraba como una perdida en la fuerza laboral familiar, y una gran incorporación en la familia del esposo. Así que el novio tenía que pagar el precio de una dote para compensar la pérdida.[iv]

            ¡Esa es una gran idea!

            Como ya hemos estudiado de nuestro último programa juntos, Apocalipsis 19 trata acerca de la venida de Cristo a la Tierra con su novia. Encuentro fascinante que el versículo 7 comienza con una referencia a Cristo que puede pasar desapercibida fácilmente. Note lo que el apóstol Juan registra allí.

            Regocijémonos y alegrémonos, y démosle a Él la gloria, porque las bodas del Cordero han llegado

            Él viene como Soberano conquistador. ¿Porque entonces encontramos que en esta escena de bodas, lo llaman “el Cordero”?

            Él será descrito más adelante, en el capítulo 19, con el título supremo.

            Rey de Reyes y Señor de Señores

            ¿No parece que este título de sufrimiento y muerte está fuera de lugar? Aunque, a primera vista pareciera ser así, este no es el caso, porque el Cordero pagó el precio de la dote por su novia.

Pues por precio habéis sido comprados; por tanto, glorificad a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios. (1 Corintios 6:20)

¿Cuál fue el precio que tuvo que pagar por su novia? Su propia vida. (Efesios 5:25)

            Así que la novia aparece junto a su novio, quien es referido como el Cordero.

            Después de que el periodo de desposorio terminaba (el cual nunca era un tiempo fijo), el novio enviaba el mensaje de que estaba en camino a la casa de la novia para llevársela. Lo que ocurre después es la segunda fase del proceso de casamiento.

• La presentación

            En esta fase, el novio viene a llevarse a su novia a casa para prepararse para la ceremonia de casamiento. Él típicamente caminaría hasta la casa de su novia, y volvería con ella a la casa de su padre (el padre del novio).

            Había un breve tiempo de festividades antes de que la ceremonia de verdad tomara lugar. Dependiendo del poder financiero del novio, este tiempo de presentación podía durar hasta una semana. Allí la novia era presentada a la familia y los amigos del novio.

            Si tomamos, entonces, la ilustración de un casamiento tradicional judío, el rapto marcaría el tiempo cuando el novio, el Señor Jesucristo, toma a su novia a la casa de su padre. Durante la Tribulación, la novia arrebatada es presentada en el cielo, (De hecho, hemos observado periódicamente a través de nuestro estudio de Apocalipsis, que la iglesia está en el cielo representada por los ancianos que adoran y cantan al Señor). La presentación de la novia del Cordero en el cielo va a durar siete años.[v]

            Ahora, parecería extraño tener un periodo de tiempo tan largo para presentación de la novia – aproximadamente siete años – mientras la tribulación toma lugar en la Tierra. Sin embargo considere el hecho de que el periodo de desposorio ya ha durado unos 2000 años. Además, el cortejo aún no termina de completarse. Quizás hoy, el último miembro de la novia de Cristo va a aceptar al Señor como su soberano salvador y el llamado de trompeta sonará llevándonos a casa.

            Este es el siguiente evento en el calendario profético para la iglesia – la presentación – el arrebatamiento de la novia.

            Ya hemos sido desposados con Cristo. Tal como en la ilustración del casamiento, él está preparando un lugar para nosotros en la casa de su Padre. Estamos esperando el momento cuando él venga por nosotros y nos lleve a la casa de su padre por un breve periodo de tiempo para presentarnos antes de que tome lugar la ceremonia de casamiento.

            Esta es la idea, en las mismas palabras de Cristo a sus discípulos (y para nosotros) cuando les dijo,

En la casa de mi Padre hay muchas moradas [habitaciones o apartamentos]… voy a preparar un lugar para vosotros.

      …vendré otra vez y os tomaré conmigo; para que donde yo estoy, allí estéis también vosotros.

      (Juan 14:2-3)

            Esta es una promesa para su novia – Cristo va a venir por nosotros, y nos llevará a la casa de su Padre, donde Él ha construido un lugar para que estemos para siempre con Él. ¡Y solo espere para ver el lugar que nos ha preparado!

            La tercer fase del casamiento esta ahora lista para comenzar.

• La ceremonia.

            Una casamiento judío, parecido a un casamiento occidental, involucraba un intercambio de votos, oraciones, y anillos. No se nos dan los detalles de la ceremonia de casamiento entre Cristo y su novia, la iglesia; aunque podemos deducir algunas cosas a partir de otros pasajes de la Escritura.

            Personalmente creo que muchas de las promesas hechas a la iglesia en Apocalipsis 2 y 3 serán parte de la ceremonia de casamiento.

            Permítame darle un ejemplo. Cuando mi esposa y yo nos casamos, yo le di algo que ella nunca había tenido antes. No estoy pensando en el anillo de casamiento; estoy pensando en mi apellido. Toda su vida ella había sido Marsha Gladney, pero ese día, al final de la ceremonia, fuimos presentados por primera vez como el Sr. Y la Sra. Davey. Desde ese punto en adelante, su nombre cambió de Gladney a Davey.

            Cristo le prometió a los creyentes, en Apocalipsis 2:17, que él les daría una gema preciosa con un nuevo nombre inscrito en ella. Él nos dará un nuevo nombre por el resto de la eternidad. Este es un nombre especial y único que el novio le da a su novia.

            Ahora, como en la mayoría de las ceremonias de casamiento, los novios están vestidos de forma especial. En el capítulo 19, por ejemplo, nos dice que el novio viene vestido como un rey.

            Esta también era la costumbre judía. El novio se vestía con las ropas más finas que podía conseguir. La pareja literalmente se vestía como un rey y una reina. Pedían joyas, ropas, y accesorios prestados para tomar el rol de realeza lo mejor posible durante la ceremonia.

            Era tradición durante los días de Cristo, que el novio, llevará una corona de oro en la cabeza, si es que tenía el dinero suficiente para conseguir una. En la tradición judía, el novio también perfumaba su ropa con incienso y mirra.[vi]

            Frecuentemente pensamos en los regalos que los magos del oriente le dieron al niño Jesús – el incienso y la mirra – como unos símbolos de su muerte; y con razón, porque estas fragancias eran usadas frecuentemente durante la preparación de un entierro.

            Sin embargo, estos tres elementos – el oro, el incienso y la mirra –también eran usados por el novio que había venido a recibir a su novia.

            Así que, aún desde su niñez, estos regalos no solo ilustraron la muerte de Cristo, sino que también su victoria. Estos elementos no solo representaron su sepultura sino que también su casamiento.

            Juan, no solo nos da un pequeño vistazo del novio sino que también de la novia. Él escribe en el versículo 7 y 8.

            Porque las bodas del Cordero han llegado y su esposa se ha preparado.

            Y a ella le fue concedido vestirse de lino fino, resplandeciente y limpio, porque las acciones justas de los santos son el lino fino.

            Se nos dan tres palabras que describen el vestido de novia.

• La primera palabra es traducida lino fino.

            Esta era una tela cara y bella.

            José, el primer ministro de Egipto, la usó (según Génesis 41:42), como también lo hizo el rey David (según 1 Crónicas 15:27).

            Esta era la tela de la gente adinerada.

• El vestido de novia también era resplandeciente.

            La palabra viene del griego “lampros” (lampros) que puede ser traducida con la palabra brillante.[vii]

            Hay una brillantez, un resplandor irradiando de este bello vestido.

• Finalmente, la novia esta vestida en un vestido limpio.

            La palabra puede ser traducida también, “puro.”

            Es importante notar que la novia ha recibido este vestido.

            Teológicamente, entendemos que nuestra pureza, justicia, y brillo vienen de Dios, quien ha depositado la justicia de Cristo a nuestra cuenta (Filipenses 3:9).

            Sin embargo, note la última parte del versículo 8 en Apocalipsis 19.

Porque el lino fino es las acciones justas de los santos.

            En otras palabras, vemos ambos, el regalo de Cristo al concedernos nuestro vestido de boda, y la responsabilidad del cristiano que será evidente para todos los demás. Encontramos ambos, un aspecto grupal y aspecto individual en esta ceremonia también.

            Efesios 2:8-10 nos ayuda a entender mejor esta escena.

      Porque por gracia habéis sido salvados por medio de la fe, y esto no de vosotros, sino que es don de Dios;

      no por obras, para que nadie se gloríe.

      Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para hacer buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviéramos en ellas.

            Ya que las buenas obras no contribuyen a que una persona pueda entrar al cielo, muchos se han preguntado qué diferencia van a hacer nuestras buenas obras en el reino. Este pasaje en Apocalipsis nos da una indicación de que nuestras buenas obras serán desplegadas de forma bella y especial.

            Muchos eruditos evangélicos colocan la Bema, o tribunal de Cristo, durante la Tribulación. Este es el evento del cual Pablo escribió en 1 Corintios 3, y 2 Corintios 5. Allí, el pueblo de Dios será premiado por sus obras buenas y fieles. Esto no será para determinar si vamos a entrar al cielo – todos en la Bema son creyentes.

            Sin embargo, este tribunal determinará su posición en el reino venidero; y según este texto, en Apocalipsis 19:9, el veredicto va a afectar como se verá su misma vestimenta.

            Me gusta pensar en esto como una ceremonia de graduación. Todos los graduados tienen una túnica negra o, si no, no estarían en la graduación. Algunas son simples. Otras tienen medallas y detalles indicando algún tipo de honor especial. La de algunos profesores tienen bandas y bordados dorados que denotan su título y rama de estudio.

            Cuando marcho para cada graduación del Seminario Shepherds, mi túnica tiene unas franjas rojas en las mangas, que denotan mis títulos académicos, y una franja más que denota mi posición como el  presidente del seminario. Afortunadamente ningunas franjas revela las notas que me saqué mientras estaba en la universidad.

            Esta es la idea con el vestido de la novia de Cristo. No va a notar lo negativo – informando a las personas de algo que no hicimos – sino que va a reflejar lo que si hemos hecho por Cristo.

            Los ancianos de las iglesias tiene coronas especiales por haber pastoreado fielmente a las ovejas; los mártires también llevarán coronas especiales por su testimonio; aquellos que perseveraron bajo grandes pruebas serán premiados de forma especial; aquellos que tuvieron una vida pura también tendrán un reconocimiento especial.

            Cuando la novia marcha en su procesión nupcial, el vestido simplemente va a reflejar la gloria de Dios que, por nuestra obediencia, hemos permitido brillar a través de nosotros durante nuestro tiempo sobre la Tierra.

            No puedo sino pensar en cómo se verá mi atuendo en aquel momento. ¿Como será verá el suyo?

            Un autor escribió,

      Cuan cierto es que nosotros bordamos sobre la tierra lo que vamos a ponernos en el cielo. A veces aquella realidad no se asienta en nuestra mente. Como usamos los regalos que Dios nos da sobre la tierra va a determinar la forma en que seremos presentados frente al novio cuando venga. Esto es un pensamiento que nos desafía – nos recuerda que solo tenemos una vida, que pronto pasará, y solo lo que hagamos por Cristo durará. [viii]

            Ahora, no se nos dice si la ceremonia de casamiento toma lugar en el cielo después del rapto de la iglesia o sobre la tierra mientras el reino milenial está comenzando.

            La visión de Juan en Apocalipsis 19 parece indicar que la ceremonia acaba de tomar lugar en el cielo. Creo esto, ya que, cuando Cristo vuelve a la tierra con su novia, nosotros ya estamos vestidos en nuestras vestiduras blancas.

            A todo esto, este es un gran argumento a favor del rapto pre-tribulacional. ¿De que otra manera la novia de Cristo – la iglesia – podría descender del cielo con Cristo si es que todavía estaba en la tierra atravesando la tribulación? [ix]

            Como si no fuera suficiente indicación que la iglesia no ha sido mencionada desde capítulo 6 cuando empezó la tribulación, ahora que Cristo vuelve desde el cielo, ¿imagine que? Se menciona claramente a la iglesia– y ella está con Cristo volviendo a la Tierra.

            La iglesia obviamente fue presentada en la casa del Padre por un tiempo, ya la premiaron en la Bema, ya la vistieron para su boda. Cada uno de nosotros que somos miembros de la novia de Cristo, estaremos llenos de gratitud, porque todos nosotros reflejaremos en nuestras vestimentas lo que hemos hecho por el Señor – y tendremos más ganas aún de adorarle por su maravillosa gracia.

            Nosotros estamos en el cortejo, y la marcha nupcial está por comenzar. La marcha nupcial se oye por todo el universo.

            Es fascinante como la progresión de los eventos proféticos reflejan el romance y la tradición de una boda judía durante los días de Cristo.

            Ahora estamos de camino a la última fase de la boda. Es tiempo para el cuarto evento en la boda de Cristo y su iglesia.

• El banquete

            Note el versículo 9.

      Y el ángel me dijo: Escribe: “Bienaventurados los que están invitados a la cena de las bodas del Cordero.”

            Supongo que uno no puede tener una boda sin una fiesta o banquete. Y para preparar la cantidad correcta de comida y bebida, debe haber una lista de invitados.

            Juan escribe una bendición especial para todos aquellos que han sido invitados a participar en el banquete de las bodas del Cordero – una celebración que va a durar 1.000 años, durante el reino de Cristo en la Tierra.

            Así que, ¿quienes son estos que han reservado su lugar en el banquete?

            No puede ser la novia – la novia no puede ser una invitada en su propio banquete.

            Los invitados al banquete incluyen:

• Creyentes del Antiguo Testamento – Mateo 8 y Lucas 13 nos dicen que Abraham, Isaac, y Jacob van a estar en el reino.
• Todos los héroes de la fe en Hebreos 11.
• Juan el bautista, quien se describió a sí mismo como “un amigo del novio.” (Juan 3:29)
• Todos los que aceptaron a Cristo durante la tribulación – que entrarán al reino para servir a Cristo en sus cuerpos mortales.
• Israel que se convirtió a Cristo, su Mesías, durante la tribulación.[x]

            John Phillips escribe.

Entrando vienen los patriarcas, los profetas, los príncipes, los sacerdotes, los escribas en sus atuendos – todos aquellos cuyos nombres están escritos en gloria. Ellos saludan a los novios; ellos toman sus lugares en la mesa; ellos están llenos de gozo y ellos son bendecidos por Dios. Este es el banquete de las bodas de Cristo.[xi]

            Querido oyente, este banquete va a durar 1.000 años y va a culminar en el Nuevo Cielo y Nueva Tierra.

            El apóstol Juan esta tan sobrecogido de gozo por el cumplimiento de todas estas cosas que cae a los pies del ángel y empieza a adorarlo.

            El ángel le dice, en el versículo 10,

No hagas eso… adora a Dios. Pues el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía.        

            ¿Que quiere decir el ángel con esto? El está diciendo.

• La profecía, en su esencia, es acerca de Jesús.
• El contenido de la profecía trata acerca de la primera y la segunda venida de Cristo.
• Jesucristo es la culminación y clímax de la profecía.
• No existe nadie más alto y exaltado que Él.

            Esta es la razón por la que este libro se llama correctamente El apocalipsis, o la revelación, de Jesucristo.

            La profecía encuentra todo su gozo y cumplimiento en Jesucristo.

Bendiciones Nupciales

            Hay otras dos cosas que aprendemos acerca de las bodas judías y que encontramos en la venida de Cristo con su novia.

            Parte de una boda judía ortodoxa, es concluir la ceremonia con la entrega de siete bendiciones; se pronunciaban siete frases. La séptima bendición es la siguiente oración: “En esta séptima bendición, oramos por el tiempo cuando el Mesías vendrá a redimirnos del exilio, para que paz y la tranquilidad pueda reinar sobre el mundo.”

            Esto es exactamente lo que está pasando en Apocalipsis 19. Las bendiciones finales se han vuelto realidad al final de esta ceremonia de matrimonio.

            Sin embargo hay más. En una típica boda judía, mientras la fiesta está a punto de comenzar, los novios toman una copa de vino. Esto se hace como señal de su gozo.

            Piense en esto – mientras la boda más grande del mundo termina, y la fiesta está a punto de empezar, Jesucristo va a cumplir la promesa que hizo mucho tiempo atrás a sus discípulos, una promesa que conmemoramos como iglesia cada vez que tomamos  de la copa.

            Jesucristo nos dijo que él no tomaría del fruto de la vid hasta que la bebiera nuevamente con nosotros ¿cuándo?

            …En el reino (Mateo 26:29)

            Ahora, entonces, cuando Cristo levanta la copa, él cumple esta promesa que ya tiene de 2.000 de antigüedad.

            En ese momento, su promesa finalmente se cumple, y la fiesta de bodas y el reino del Mesías por fin comienzan.

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[i] Alfred Edersheim, Sketches of Jewish Social Life (Eerdmans, 1984), p. 146.

[ii] Ibid.

[iii] Kendell H. Easley, Holman New Testament Commentary: Revelation (Holman, 1998), p. 349.

[iv] Fred H. Wight, Manners and Customs of Bible Lands (Moody Press, 1953), p. 128.

[v] John MacArthur, Revelation: Volume 2 (Moody Press, 2000), p. 202.

[vi] Wight, p. 130.


[vii] Fritz Rienecker and Cleon Rogers, Linguistic Key to the Greek New Testament (Regency, 1976), p. 855.

[viii] Sam Gordon, Revelation: Worthy is the Lamb (Ambassador, 2000), p. 388.

[ix] Robert Thomas, Revelation: Volume 2 (Moody Press, 1995), p. 366.

[x] David Jeremiah, Escape the Coming Night (Word, 2001), p. 222; MacArthur, p. 204.

[xi] John Phillips, Exploring Revelation (Loizeaux Brothers, 1991), p. 230.