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Hemos llegado, en nuestro estudio del libro de Apocalipsis, al momento culminante de la Historia de Redención. Él Rey viene. En este programa estudiaremos la descripción que nos da el apóstol Juan del ansiado del regreso de Jesucristo al planeta Tierra.
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Introducción

            El 21 de agosto de 2009, el líder supremo de Irán, el Ayatolá Jomeini, llamó a todos los musulmanes en su país y en todos los países contiguos a intensificar sus preparaciones para la llegada del mesías Islámico conocido como el Madi, o el duodécimo Imam. Esta es su versión del Mesías, que va a venir a traer la paz al mundo.

            Me pareció interesante que muchos eruditos islámicos creen que su Madi, o líder mundial venidero, se encuentra escondido en este momento, pero que hará su aparición en el Medio Oriente y, cuando lo haga, va a reinar sobre el mundo por 7 años, seguido por una resurrección global. Nosotros como cristianos, también creemos que un líder mundial que va a ofrecer paz en el Medio Oriente y básicamente tratará de reinar sobre todo el mundo por 7 años ¿o no? Y hemos aprendido que él será el último engañador mundial.

            Estos son días fascinantes para el creyente, ¿No es así? Todo lo que tenemos que hacer es meternos al internet o ver los reportes de las noticias para descubrir un creciente fervor por los eventos apocalípticos.

            Ya sea Nostradamus, que sigue ayudando a vender revistas en el supermercado con todas sus predicciones, o el calendario maya, o el oráculo chino – la fiebre sigue creciendo.

            Si ha habido alguna vez un tiempo en la historia en que el mundo está esperando y anticipando la venida de una persona que haga una diferencia a nivel global, es ahora.

            La elección de cada presidente hoy depende de que este logre convencer al público de que puede ofrecerles una palabra clave, esperanza. No solo para el país sino que para todo el mundo.

            Las personas hoy piensan globalmente. Estamos más consciente de los eventos a nivel mundial que nunca antes.

            El sentido de responsabilidad global es ahora el distintivo clave de culturas civilizadas. Lo vemos desde los niños de segundo grado que les enseñan a salvar el planeta, hasta los líderes del gobierno, que están tan preocupados de las emisiones de propano en la atmosfera como de la economía del país, hasta los líderes religiosos que tratan de adaptar sus doctrinas ofensivas para que todos puedan llevarse bien.

            El mundo y su futuro parecen estar en la mente de todos. Vaya tiempo para ser un cristiano. Cuan critico es que tengamos una respuesta.

            ¡Que maravilloso es tener la revelación inspirada y objetiva de Dios, que nos dice exactamente lo que va a pasar en la Tierra durante los tiempos futuros. Sabemos quiénes serán afectados, como escapar los juicios divinos, y más importantemente, que el Rey Soberano esta en control de todo lo que ocurra.

            Las verdades profetizadas acerca del regreso de Cristo conforman los eventos más anticipados de toda la historia de redención. Desde el pecado del primer Adán hasta la segunda venida del Segundo Adán, cuando Cristo establece su reino – la humanidad, y especialmente el pueblo de Dios ha estado esperando este momento. Este es el momento cuando:

  • El verdadero rey va a recibir el cetro de autoridad. (Génesis 49)
  • Dios va a establecer el trono del hijo de David. (2 Samuel 7)
  • El Hijo va a reinar sobre la tierra con vara de hierro. (Salmo 2)
  • Las naciones serán juzgadas. (Joel 3)
  • El rey va a derrotar a sus enemigos. (Zacarías 12)
  • Jerusalén se convertirá en el centro del reino del Mesías. (Zacarías 12)
  • Los ángeles van a juntar los incrédulas para su juicio. (Mateo 25)
  • Jesucristo va a descender visible y físicamente en santa majestad para juzgar y reinar sobre el mundo. (Apocalipsis 19)

            No es de sorprenderse que la segunda venida de Cristo se considera como la culminación de la historia de redención.[i]

            Aunque el cristiano promedio sabe más acerca de la primera venida de Cristo, su segunda venida es el enfoque de la mayor parte de la Escritura.

            La Biblia nunca guardó silencio acerca de este tema. De hecho, la segunda venida de Cristo a reinar sobre el planeta Tierra se menciona en algún punto en al menos 17 libros del Antiguo Testamento; Jesucristo habló a su segunda venida 21 veces, y 7 de cada 10 capítulos en el Nuevo Testamento mencionan la segunda venida.[ii]

            Por cada versículo bíblico que habla de la primera venida de Cristo hay 8 versículos que hablan acerca de su segunda venida.

            Aun así, el cristiano promedio está más familiarizado con la primera venida de Cristo, simplemente porque es parte de la historia. Por el otro lado, hay cierta confusión acerca de su segunda venida. Parte de esta confusión viene porque las profecías del Antiguo Testamento no hacen una clara distinción temporal entra las dos venidas de Cristo. Ya que estos dos eventos proféticos parecen estar juntos y casi mezclados, muchos judíos rechazaron a Jesucristo como el Mesías. Las profecías del Antiguo Testamento hablaban de un Mesías sufriente pero reinante…. Muchos judíos, en los tiempos de Jesús, pensaron que el salvador sufriente se convertiría en el Rey conquistador en su primera venida. Esto provocó mucha desilusión cuando vieron que lo segundo no ocurrió. Ellos no se dieron cuenta que él vino por primera vez para sufrir, pero que luego vendría una segunda vez para reinar.[iii]

            Hemos llegado a este momento en la historia del mundo, en nuestro estudio del libro de Apocalipsis, registrado por el apóstol Juan. Él nos provee una descripción séptuple de estos eventos culminantes, cuando Jesucristo vuelve al planeta Tierra.

La Segunda Venida de Cristo

            Miremos los detalles de su venida en Apocalipsis 19, continuando donde quedamos en nuestro último estudio, versículo 11.

Y vi el cielo abierto, y he aquí, un caballo blanco; el que lo montaba se llama Fiel y Verdadero…

  1. Presentación

            En este versículo, nos encontramos con una presentación. Se nos presenta a este rey venidero al menos de 4 formas diferentes en Apocalipsis 19, y los nombres se atribuyen al rey soberano son “Fiel y Verdadero.”

            Ahora, ¿Porque se usan estos nombres? Porque no otros nombres ya que se usaron antes en la Escritura? Nombres como,

  • El Señor Jesús. (Hechos 7:59)
  • Jesucristo. (Marcos 1:1)
  • Cristo, el Hijo de Dios. (Juan 1:29)
  • El Rey de gloria. (Salmo 24:10)
  • El Alfa y Omega. (Apocalipsis 1:8)
  • El León de Judá. (Apocalipsis 5:5)
  • La Esperanza de gloria. (Colosenses 1:27)
  • El Pan de vida. (Juan 6:35)
  • El Dios eterno. (Isaías 40:28)
  • La Palabra de Vida. (1 Juan 1:1)
  • El Sumo Sacerdote. (Hebreos 6:20)
  • El Buen Pastor. (Juan 10:11)
  • El Dios fuerte. (Isaías 9:6)
  • El Salvador del mundo. (1 Juan 4:14)

            ¿Porque no se usa ninguno de estos? Quizás, es porque ninguno de ellos pueden aplicar a menos que Él cumpla su palabra, y que su palabra sea verdad.

  • ¿Qué tipo de Señor sería él, si no dijera la verdad?
  • ¿Qué tipo de Dios sería Él, si no pudiera cumplir sus promesas?
  • ¿Qué tipo de príncipe sería Él, si no conquistara a sus enemigos?
  • ¿Qué tipo de Sumo sacerdote sería Él, si no pudiera santificar para siempre a sus escogidos?
  • ¿Qué tipo de rey sería Él, si no volviera a reclamar su trono?

            Juan escribe.

            … Él … es… Fiel y Verdadero…

            Donald Grey Barnhouse, un antiguo pastor que escribió prolíferamente, ilustró este punto en su comentario de Apocalipsis al contar la historia de una mujer que estaba en su lecho de muerte. Esta mujer era cristiana, con un gran entendimiento de su seguridad de salvación. En una ocasión, la visitó un joven ministro que no era convertido. Él nunca había visto a alguien tan seguro de su futuro con el Señor como ella, y pensó que debía advertir a esa pobre alma del peligro de ser tan dogmática. Ella le dio una gran lección. Barnhouse escribió que ella le dijo, “Si despertara en la eternidad, y me encontrara entre los perdidos, el Señor perdería mucho más que yo.” El ministro preguntó “¿Como es eso?” Ella respondió, “Aunque yo perdería mi alma, Él perdería su buen nombre.”

            Cuan cierto. Si Dios fuera, aunque sea por un momento y con una sola persona, un poco infiel y mentiroso, Él lo perdería todo.

            Ya que la Biblia habla más de sus promesas relativas a la segunda venida de Cristo, ¿le sorprende ahora Juan escribe, “vi el cielo abierto y el soberano Señor descendiendo – tal como prometió – Él ha cumplido su palabra.”

            Él es fiel y verdadero…

  • Transporte

            Segundo, note en el versículo 11 no solo la presentación de Cristo, sino también su método de transporte.

            Juan escribe.

            …y he aquí, un caballo blanco; y el que lo montaba…

            ¡He aquí! O en otras palabras “¡mire lo que está pasando! – un caballo blanco y el Señor montándolo.”

            Para Juan y su generación, un caballo blanco claramente simbolizaba a un general o un emperador victorioso. El senado romano le dio permiso a Julio Cesar de manejar un carruaje tirado por caballos blancos a través de Roma para celebrar su victoria en el Norte de África.

            Durante celebraciones victoriosas como estas, Roma decoraba todo lo que podía con tela y flores blancas. Juvenal, el poeta romano que vivió durante los tiempos del apóstol Juan describió que en tiempos de victoria, Roma se convertía en “una ciudad de blanco.”[iv]

            Los ciudadanos salían de sus casas y de sus trabajos para acudir en masa a la celebración de Cesar.

            Mientras que un caballo blanco simboliza el triunfo de un emperador victorioso, también creo que Cristo montará literalmente un caballo blanco a través de los cielos y bajara sobre monte de los Olivos.

  • Vindicación

            El tercera descripción de este evento culminante podría ser resumido en la palabra “vindicación.” La última parte del versículo 11 dice,

…y con justicia juzga y hace la guerra.

            Esta es la Batalla de Armagedón, a la cual vamos le echaremos un vistazo en nuestro próximo programa.

            Jesucristo no está trayendo solo un coro de voces, Él está trayendo un ejército. Los ejércitos mencionados un poco más adelante en este párrafo no son huestes angelicales, aunque las huestes angelicales van a estar rodeando a Jesucristo cuando Él venga. Este es el cumplimiento de la Escritura que dice que Cristo y su iglesia un día vendrán en gloria a juzgar el mundo.

            El libro de Judas repite esta misma profecía, que fue hecha miles de años atrás por Enoc, el tátara, tátara, tátara, tátara, tátara, tátara, tátara nieto de Adán. Enoc dijo que,

      … el Señor [vendría] con muchos millares de sus santos, para ejecutar juicio sobre todos…

            (Judas 14-15a)

            ¡Imagíneselo! A solo 7 generaciones de distancia de Adán, Enoc profetizó, no de la primera venida del Mesías sino de su segunda venida.

            Zacarías profetizó que Jehová vendría un día, y que se pondría de pie sobre el monte de los Olivos mientras derrotaba a todas las naciones impías. Zacarías dijo.

Y vendrá el Señor mi Dios, y todos los santos con Él. (Zacarías 14:5)

            A todo esto, este es un maravilloso versículo para mostrarle a los Testigos de Jehová. En esta profecía, es Dios, Jehová, quien viene y posa sus pies sobre el monte de los olivos. En Mateo 24 es Jesús, Dios encarnado, quien vuelve a establecer su reino.

            Pablo escribió de este mismo evento cuando envió las noticias a la iglesia en Corinto de que ellos un día juzgarían al mundo juntamente con Cristo (1 Corintios 6:2-3)

            Este apóstol también escribió acerca del glorioso día de la revelación de Cristo como el Soberano Señor cuando le dijo a la iglesia en Colosas.

      Cuando Cristo, nuestra vida, sea manifestado, entonces vosotros también seréis manifestados con Él en gloria. (Colosenses 3:4)

            Jesucristo y sus amados serán vindicados para siempre.

  • Visión

            La cuarta descripción que Juan registra acerca de este evento es la perfecta visión de Cristo. Note lo que Juan escribe acerca de Cristo en la primera parte del versículo 12.

Sus ojos son una llama de fuego

            Su santa visión que penetra el corazón de la humanidad es parte de su juicio santo. Nada escapa su conocimiento.

            Estos ojos que una vez reflejaron gozo y ternura cuando interactuaba con los niños; esos ojos que reflejaron compasión cuando se encontró con personas en necesidad; esos ojos que comunicaron tristeza por un discípulo que lo negó tres veces; esos ojos que le mostraron perdón a ese mismo discípulo, junto con otros que lo habían abandonado; esos ojos que lloraron por Jerusalén; esos ojos que derramaron lagrimas frente a la tumba de su amigo Lázaro… ahora arden con el fuego de su santo juicio.[v]

            El mundo querrá decir, “¿Como puedes juzgarnos? Tu no estabas ahí. No me viste hacer nada malo.”

            La verdad implícita en este versículo es que Él viene con una visión omnisciente. Él es un testigo ocular como el soberano omnipresente. Él tiene toda la información necesaria para establecer un veredicto justo.

  • Dominio

            La siguiente palabra que resume la descripción de Juan de la segunda venida de Cristo es dominio mundial. Note más adelante en el versículo 12.

…sobre su cabeza hay muchas diademas

            Una diadema era una corona de realeza. Ester recibió una diadema cuando se convirtió en reina de Persia. (Ester 2:17)

            Una diadema, por lo general, no era nada más que una elaborada vincha de 5 cm de ancho. A esta se le podían poner Joyas o grabar algunas insignias.

            Gracias a las excavaciones arqueológicas, hoy podemos ver muchas imágenes y relieves de antiguos reyes con sus diademas.

            Se han excavado grabados de un Rey asirio donde se lo ve con una elaborada diadema en la cabeza, de la cual cuelga una brillante cinta roja bordada en oro que cae por su hombro.

            Otro relieve muestra a un emperador Persa cuyo nombre me fue imposible pronunciar. Él tenía una diadema colorida – una vincha roja con un penacho verde.

            Otro grabado muestra a un típico emperador llevando una diadema común. Esto es lo que podría estar en la mente de los lectores originales del libro de Juan.

            Descubrí que después de que Ptolomeo VI, el faraón o rey de Egipto, derrotara Antioquía, 160 años antes del nacimiento de Cristo, él llevó dos de estas diademas sobre su cabeza – una representando su soberanía sobre Egipto y la otra, representando su soberanía sobre Asia. Probable había algún tipo de insignia identificando el reino.

            Así que, lo que Juan está diciéndonos cuando escribe que Cristo está usando “muchas diademas,” es que Cristo ha conquistado a cada rey y cada reino.

            Mas evidencia del dominio total de Cristo es el siguiente versículo. La primera parte del versículo 13 dice.

            Y está vestido de un manto empapado en sangre,

            Algunos han sugerido que esta sangre es un recordatorio de su propia muerte. Personalmente, no lo creo, simplemente porque esta es una escena de juicio, no de redención.[vi]

            La profecía de Isaías quita toda duda cuando escribe lo siguiente:

      ¿Por qué es rojo tu ropaje, y tus vestiduras como las del que pisa en el lagar?

      El lagar lo he pisado yo solo; de los pueblos, ningún hombre estaba conmigo. Los pisé en mi ira y los hollé en mi furor; su sangre salpicó mis vestiduras y manché todo mi ropaje.

      Porque el día de la venganza estaba en mi corazón…

      (Isaías 63:2-4)

            En otras palabras, esta escena muestra el terrible día del juicio en la Batalla de Armagedón. Allí, vemos a Cristo, victorioso y con la sangre de sus enemigos literalmente manchando toda su ropa.

            El común de las personas seguramente estaría sorprendido al escuchar una descripción de este tipo acerca de Dios. El problema es que la mayoría del mundo incrédulo no entiende que Dios los considera sus enemigos por rechazar a su hijo y blasfemar su nombre. Ellos han sido engañados por el dios de este siglo, Satanás, que les dice que todo está bien; como un hombre me dijo recientemente, “No tengo problemas con el de arriba – Él no mataría una mosca.”

            La verdad de la Escritura es que Él está acumulando su ira hasta que se cumpla el tiempo de su paciencia, y luego la derrame como un tsunami imparable.

            Ya hemos aprendido que la sangre de esta batalla va a fluir hasta los frenos de los caballos. Porque los incrédulos no quisieron aplicar, por así decirlo, la sangre de Cristo sobre sus corazones, Cristo va a aplicar la sangre de ellos en su ropa. El mundo quedará completamente horrorizado por la venganza implacable e inmisericorde de Dios desatada al final de los tiempos.

            Esto es lo que Pablo les advirtió a los atenienses en Hechos 17, cuando les dijo que todos necesitaban arrepentirse porque,

            …[Dios] ha establecido un día en el cual Él juzgará al mundo en justicia… (Hechos 17:31)

            Ese día ha llegado.

            Pablo continúa diciendo que será específicamente el Dios encarnado, Jesucristo, quien llevará a cabo el juicio del trino Dios. (Hechos 17:31).

            Ahora, mientras Juan continua describiendo esta increíble escena, por si acaso tuviéramos alguna duda todavía acerca de quién es este rey venidero, Juan lo presenta con otro nombre, uno que ya usó años a atrás. Note la última parte del versículo 13.

            y su nombre es: El Verbo de Dios.

            Este es el “logos” (logoj) de Dios. Juan lo presentó usando esta misma expresión en Juan 1:1.

En el principio era el Verbo (la palabra, el logos). Y el verbo era con Dios, y el verbo era Dios.

            Ahora, el Verbo viene para reinar, cumpliendo las profecías la llegada de Jehová al monte de los Olivos.

            El verbo que viene para derrotar a sus enemigos y reinar sobre el planeta tierra es el mismo “logos” que habitó entre nosotros y del cual vimos su gloria (Juan 1:14), y a quien, todos los que le recibieron – al “logos” la palabra, el verbo– fueron hechos hijos de Dios (Juan 1:12).

  • Tenemos la palabra escrita de Dios – Juan 5:39.
  • Tenemos la palabra hablada de Dios – Juan 3:34.
  • Tenemos la palabra viva de Dios – Juan 1:1 y Apocalipsis 19:13 (agregue este a su lista de versículos que claramente declaran la deidad de Jesucristo).
  • Nuestra Biblia es la Palabra escrita de Dios.
  • Nuestro mensaje del evangelio es la Palabra hablada de Dios.
  • Nuestro Salvador es la Palabra viva de Dios.[vii]

            La palabra escrita, compuesta por la Palabra viva, nos da el poder para entregar la palabra hablada a este mundo, que un día va a tener que rendir cuentas delante de Jehová, quien volverá a la tierra para reinar. Él es Jehová en la carne, la palabra viva, el verbo – la expresión visible del Dios trino. (Colosenses 1.15)

            Hay otra palabra que vino a mi mente mientras estudiaba este párrafo.

  • Regocijo

            Para el mundo, esto será diferente – todo será terror, sangre y horror, sabiendo que han rechazado a la Palabra viva de Dios. Pero, para el creyente, que estará en esta escena, volviendo con Cristo, una palabra describe esta escena, y es la palabra “regocijo.” Note el versículo 14.

      Y los ejércitos que están en los cielos, vestidos de lino fino, blanco y limpio, le seguían sobre caballos blancos.

            Esta es la misma descripción que vimos antes, en este mismo capítulo, de la vestimenta de la novia de Cristo. Esta es la iglesia que es representada aquí. La palabra plural traducida “ejércitos,” indica que hay distintos grupos de personas. Muchos creen aquí se incluirían los santos del Antiguo Testamento, los mártires de la tribulación, y los ángeles.

            Sin embargo, la ropa que Juan describe es la ropa de la novia – “lino fino, blanco y limpio”

            Este es un mensaje de triunfo para la iglesia.

            En los días de Juan, la iglesia estaba siendo perseguida, maltratada, y exiliada – como lo fue el mismo Juan, mientras escribía Apocalipsis.

            Este es el cumplimiento final de la promesa que Cristo le dio a su iglesia cuando dijo.

      …Edificaré mi iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella. (Mateo 16:18)

            Para el creyente, la línea de tiempo se ha completado – arrebatamiento, o resurrección, una reunión, y un regreso a la Tierra para el reino de Cristo. Los días de conflicto, rechazo y persecución de la iglesia habrán acabado.[viii]

            No pase por alto el hecho de que los creyentes, tal como Cristo, están volviendo en caballos blancos.

            ¿Es este simplemente un lenguaje simbólico? Ciertamente Juan escribe figurativamente en el versículo 15, cuando nos dice que la palabra de Dios sale de la boca de Cristo como una espada.

            Sin embargo, Juan ha dicho dos veces ya, que este es el medio de transporte divinamente provisto – caballos blancos – el transporte de un rey conquistador.

            Lo que hace de esta escena aún más impresionante, es que en los días de Juan, el ejército no montaba sobre caballos blancos – ese privilegio era reservado solamente para el emperador – los demás caminaban detrás de él.

            ¡Oh! Pero este emperador es diferente. Él ha provisto el mismo medio transporte para sus amados.

            Una de las únicas diferencias que notamos aquí, es que la ropa de los ejércitos no están manchadas con sangre. ¿Porque? Porque Cristo es quien pelea. Es solamente su palabra la que derrota a los ejércitos enemigos en la batalla de Armagedón. Él pelea y la batalla se termina en un momento – nosotros solo celebramos.

            El tiempo imperfecto del verbo traducido, “le seguían,” hablando de los ejércitos siguiendo al Señor, nos hacen pensar en Cristo, como el guerrero celestial, que viene con sus ejércitos montados sobre sus caballos blancos, cabalgando detrás de su líder [galopando desde los cielos para enfrentarse a los ejércitos enemigos].[ix]

            No creo que haya ninguna razón para considerar que estos caballos blancos son meramente un simbolismo. Personalmente, creo que los ejércitos van a venir cabalgando sobre verdaderos caballos blancos. Aun, hasta el día de hoy, sin importar cuantos tipos de transporte hayamos inventado, y sin importar cuán rápido podamos viajar, no hay nada tan majestuoso como un caballo a todo galope.

            En la plaza central de Las Colinas, Texas, mi esposa y yo vimos lo que se ha convertido en la escultura equina más grande en el mundo. Hay 9 estatuas de caballos de bronce – algunos posando como si estuvieran a todo galope, corriendo a través de un estanque de agua. En el estanque, y debajo de las pezuñas de estos caballos, hay rociadores de agua que dan la impresión de los caballos están en movimiento. Es hermoso, y personas alrededor del mundo han viajado para verla.

             Como vivimos en una zona media rural, a veces podemos ver caballos pastando detrás de nuestra casa. Sin importar que estamos haciendo, cuando escuchamos el estruendo de las pezuñas, corremos hacia la ventana y nos detenemos para observar a esos caballos correr por el campo. El sonido y la vista es imponente.

            Imagine lo que Juan está viendo y oyendo – millones y millones de caballos blancos galopando a través del cielo hacia Jerusalén. El rey viene, y con él, sus santos.

            Permítame dar una séptima y última palabra que describe esta escena.

  • Exaltación

            Note el versículo 16 mientras Juan describe a nuestro comandante.

Y en su manto y en su muslo tiene un nombre escrito: REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES.

            Esta frase en griego se entiende mejor si la traducimos de esta forma

Y en su manto, a nivel del muslo tiene un nombre…

            El Señor no está mostrando el muslo. Lo que Juan está describiendo es que su manto va colocado de tal forma, que a la altura de su muslo se puede ver este magnífico título del Señor.

            El muslo era el lugar donde el guerrero amarraba su espada.[x]

            Lo que nos dice que la única arma que trae nuestro Señor es el poder de su palabra. Atado a su muslo simplemente hay un nombre.

            Este es un nombre sobre todo nombre – En el único otro lugar donde aparece esta expresión completa es en Apocalipsis 17, y está al revés.

            Los dos títulos en este nombre son atribuidos a Dios por separado en otras partes de la Biblia, pero aquí ambos se le atribuyen Jesucristo. Esta es otra declaración de su soberanía y deidad.

            Él es el Rey de Reyes y Señor de Señores.

            A los Césares le encantaba que los llamaran rey y señor.

            El bordado en este manto simplemente declara que no hay rey más supremo que Cristo; no hay Señor más grande que nuestro Señor. Todos los demás son subordinados suyos. Todo se encuentra al estrado de sus pies.

            ¡Vaya procesión que Juan describe aquí! ¡Que estruendo! ¡Que majestad y gloria!

            Cuán bueno es nuestro Dios. Aún en esta escena vemos como Jesucristo continua derramando su gracia sobre nosotros.

            ¡Nosotros estamos en esta escena! Débiles como somos, Jesucristo nos permite montar victoriosos de la misma forma él mismo.

            Si alguno de nosotros fuéramos Dios, seguramente querríamos destacar y montar el caballo, y que los demás vayan en patineta, o que caminen.

            Seamos honestos, somos personas limitadas, muchas veces faltas de fe; somos impacientes, egoístas, cobardes, débiles, y aún tropezamos en nuestro caminar con Dios con frecuencia; y sin embargo todo habrá quedado en el pasado solo gracias a Jesucristo, quien no solo nos perdona y nos da una nueva vida, sino que también nos permite ser parte de procesión triunfante; ¡y no solo eso, sino que nos permite ir junto con Él, galopando de la misma forma que el Rey de Reyes y el Señor de Señores!

            Imagine que el presidente, recién electo, venga a su casa y le diga, “Mire, cuando asuma la presidencia, quiero que este allí, a mi lado.”

            Imagine al príncipe de Gales diciéndole, “Escuche, cuando sea coronado rey y me siente en mi trono, estoy planeando poner otra silla para que se siente a mi lado.

            ¿Cree que es posible? Por supuesto que no.

            Pero algo que es infinitamente mejor que eso va a pasar de verdad en nuestras vidas. El Rey de Reyes está por venir, y Él nos va a invitar a usar el mismo tipo trasporte de él usará en la procesión, diciendo básicamente, “tu vienes conmigo.”

            La última vez que anduve a caballo, me caí – pero no será así cuando vuelva con Cristo. Evidentemente voy a tener que tomar unas lecciones de montura en el cielo.

            El rey nos va a decir, “Monten sus caballos. Es tiempo de que vuelva a la Tierra como prometí, y ustedes vienen conmigo.”

            Cuanto gozo, cuanta gloria, cuanta emoción, y qué oportunidad nos espera cuando Cristo tome el trono y todos sus santos reinen junto con Él en su reino.

            Como Pablo le escribió a Tito, “Aguardamos la esperanza bienaventurada y este maravilloso evento, cuando la gloria de nuestro gran Dios, y Salvador, Cristo Jesús, sea revelada.” (Tito 2:12-13)

            Y como Martin Lutero, que podamos decir, “solo hay dos días marcados en mi calendario – “hoy” y “aquel día”             ¡Aquel gran y glorioso día!


[i] John MacArthur, Revelation: Volume 2 (Moody Press, 2000), p. 211.

[ii] Ibid., p. 217.

[iii] David Jeremiah, What in the World Is Going On? (Thomas Nelson, 2008), p. 214.

[iv] Mark W. Wilson, Zondervan Illustrated Bible Backgrounds Commentary: Revelation (Zondervan, 2002), p. 114.

[v] MacArthur, p. 217.

[vi] MacArthur, p. 217; Kendell H. Easley, Holman New Testament Commentary: Revelation (Holman, 1998), p. 353.

[vii] Daymond R. Duck and Larry Richards, Revelation (Thomas Nelson, 2006), p. 290.

[viii] Edward Hindson, Revelation: Unlocking the Future (AMG, 2002), p. 195.

[ix] Robert L. Thomas, Revelation: Volume 2 (Moody Press, 1995), p. 388.

[x] Easley, p. 355.

Este manuscrito pertenece a Stephen Davey. Puede ser usado sin fines de lucro y con las atribuciones necesarias.

A menos que se indique lo contrario, las citas bíblicas provienen de las versiones Reina Valera 1960, La Biblia de las Americas y la Nueva Biblia de las Americas.

Reina-Valera 1960 ® © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988. Usado con permiso.

La Biblia de las Américas (LBLA), Copyright © 1986, 1995, 1997 por The Lockman Foundation. Usado con permiso. www.LBLA.com

Nueva Biblia de las Américas (NBLA), Copyright © 2005 by The Lockman Foundation. Usado con permiso. www.NuevaBiblia.com

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