Introducción
Si estuvo con nosotros en nuestro último estudio, recordará que empezamos respondiendo algunas preguntas relacionadas con Apocalipsis 20, la llegada del reino milenial.
La razón por la que creemos en un reino físico y literal, y su rey, es la misma razón por la que creemos en la primera venida física y literal del Rey. La Biblia lo dice.
No puede ser más simple que eso. La Biblia nos lo dice.
Si creemos en las 109 profecías relacionadas con la primera venida del Señor – y en nuestro programa anterior vimos claramente que Jesús cumplió estas profecías física y literalmente – entonces no hay razón para dudar que todas las 220 profecías que quedan, relacionadas con su segunda venida, también serán cumplidas literal y físicamente.
El rey y su reino están por venir al planeta Tierra.
Hagamos un repaso de algunas de las preguntas que respondimos en nuestro estudio anterior de Apocalipsis 20.
- ¿Quien exactamente es el Rey?
Los profetas claramente declaran que el Rey es el Mesías profetizado en el Antiguo Testamento, y revelado en el Nuevo Testamento en la persona de Jesucristo. Frecuentemente, Jesús se llamó a sí mismo “el hijo de Hombre,” su título favorito. Ese título corresponde con la profecía de Daniel acerca del Mesías reinante. Su vida también cumplió con lo que el rey David escribió en su gran salmo mesiánico, que dice
me rodearon… me ha cercado cuadrilla de malhechores; me horadaron las manos y los pies.
(Salmo 22:16)
Isaías también escribió acerca de la humillación y el sufrimiento de Jesús en su primera venida. Leemos en el capítulo 53 versículo 5 al 6,
Mas Él fue herido por nuestras transgresiones, molido por nuestras iniquidades… el Señor hizo que cayera sobre El la iniquidad de todos nosotros.
Este era el plan. Y según la profecía de David, entre otros, Jesús no fue abandonado en la tumba, sino que se levantó de entre los muertos. (Salmo 16:10)
El Mesías resucitado volverá para establecer su reino, según las profecías de Daniel, David, Miqueas, Sofonías, Zacarías, y varios más. De hecho, 36 profetas del Antiguo Testamento hablaron más de la segunda venida que de la primera.
Un reino divino será establecido sobre la Tierra, y ¿quien será el rey? David cita a Dios el Padre diciendo, en el Salmo 2, que el rey coronado será el Hijo de Dios. Dios el Padre dice,
Pero yo mismo he consagrado a mi Rey sobre Sion, mi santo monte [Jerusalén]…
[le he dado] las naciones como herencia suya… oh reyes…de la tierra…
Honrad al Hijo para que no se enoje
(Salmo 2:6,8,10,12)
Apocalipsis 19 ya nos ha revelado la impresionante escena futura cuando Dios el Hijo, vuelve a la Tierra, montando un caballo blanco con sus huestes celestiales. En su vestimenta real, tendrá bordado su sello real, que dice.
… Rey de Reyes y Señor de Señores. (Apocalipsis 19:16)
Y el profeta Zacarías dice que,
Israel lo verá, a quien han traspasado. Y se lamentarán por Él, pero el Señor derramará sobre la casa de David el Espíritu de gracia… (Zacarías 12:10)
¿Quien es el rey venidero? Él es el Mesías del cual profetizaron Isaías y Daniel.
…el Hijo de Hombre que vino a buscar y a salvar lo que se había perdido (Lucas 19:10)
El rey es, como es registrado en Mateo 16:16, nadie más que Jesús, el Mesías prometido.
…el Cristo, el hijo del Dios viviente.
Este es el rey.
- ¿Cuánto va a durar el reino?
Encontramos la respuesta escrita seis veces en los primeros versículos de Apocalipsis 20. Si no estuvo con nosotros en nuestro último estudio, le invito a subrayar todas las veces que se nos revela la duración del reino.
Dios quiere que sepamos que el reino va a durar.
- Mil años (v 2)
- Mil años (v 3)
- Mil años (v 4 )
- Mil años (v 5)
- Mil años (v 6)
- Mil años (v 7)
Él nos lo dice seis veces – probablemente lo dice en serio.
Hombres, si su esposa le pidiera una vez que saque la basura, probablemente podría decirle más tarde que no la escuchó (aunque espero que sea un buen marido y saque la basura la primera vez que se lo piden). Si ella le pidiera dos veces lo mismo, entonces sabe que ella realmente quiere que usted saque la basura. Si ella le pidiera 4 veces, ya no creo que tenga excusa. Pero si le pidiera 6 veces, esta frito – necesita consejería, o una ciudad de refugio.
Deberíamos torcer y distorsionar todo principio de interpretación Bíblica para decir que Dios realmente no nos está diciendo que el reino va a durar 1000 años.
Además, ¿realmente vamos a empezar a cuestionar lo que Dios dice en Apocalipsis acerca de los tiempos que ha establecido? El libro de Apocalipsis nos dice que el cielo va a durar ¿cuánto? ¡Por siempre!
Este es un largo tiempo. Y seguramente que usted lo toma en serio. No creo que quiera espiritualizar o interpretar eso de otra forma. Nunca he conocido a alguien que diga, “Todos los que creemos en Cristo vamos a ir al cielo, pero no creo que dure para siempre.” Dios probablemente no lo dijo de forma literal.”
Cualquiera que estudie este libro de Apocalipsis y sale pensando que Juan no hablaba en serio cuando dijo que va a haber un reino literal sobre la tierra que dure literalmente 1.000 años, donde Cristo será el rey literal tiene cera en los oídos y una venda en los ojos. O más probablemente, tiene sus manos apretadas contra sus orejas y sus ojos cerrados para no ver ni escuchar.
Hay un reino de mil años, que los teólogos han denominado “el milenio.” La palabra “milenio” viene de dos palabras en latín que suenan muy parecidas al español, “mille” y “annum”, al juntarlas significan “mil años.” [i]
Cuatro posiciones acerca del milenio
Ahora, ¿porqué hago tanto énfasis en esto?Porque, en general, los cristianos están divididos en cuatro opiniones acerca del milenio. Voy a comentar cada una de ellas brevemente.
- Preterismo
Esta es la creencia que la mayoría de las profecías del Antiguo Testamento fueron cumplidas en la caída de Jerusalén en el año 70 D.C. El preterismo tiene unos cuantos problemas interpretativos, no siendo el menor de ellos el simple hecho histórico que Apocalipsis fue escrito unos 20 años después de la caída de Jerusalén. Pero el apóstol Juan no estaba escribiendo historia; él estaba escribiendo profecía, cosas que aún no habían ocurrido, como leemos en Apocalipsis 1:1.
Además, si los juicios de Dios cayeron cuando Jerusalén fue destruida el 70 D.C., ¿Cuando fue requerida la marca de la bestia? ¿Donde está el registro de disturbios cósmicos, incluyendo la tormenta de granizos gigantes golpeando la Tierra? Esperaríamos que eso apareciera en las notas de algún historiador. ¿Cuando se secó el Éufrates? Y ¿porque Israel quedó dispersa por los siguientes 2.000 años?
Suficiente de esta posición, que requiere cualquier cosa menos un estudio literal y con sentido común de las escrituras.
- Postmilenialismo
Esta es otra posición metafórica del milenio. El postmilenialismo es la creencia que el reino va a ser traído gradualmente a través del evangelismo, mientras el mundo se vuelve más y más civilizado, organizado, y cristianizado.
En esta perspectiva, la raza humana mejora, y a través del cristianismo, el mundo finalmente llega a un estado de paz y prosperidad.
Podríamos llamar al postmilenialismo el, “club optimista.” La creencia fundamental es que las cosas van mejorar.
Esta es la teología del mundo, a todo esto. La humanidad cree que tiene el poder de mejorar las cosas, a las personas más civilizadas, a las instituciones más buenas y compasivas.
Esta posición fue desarrollada primordialmente en el siglo 16, pero cayó en popularidad – ¿sabe cuándo? Después de dos guerras mundiales, la gran depresión, y un registro bastante obvio del declive moral y el alza del crimen.
El mundo no se está poniendo mejor, se está poniendo peor. Esto es exactamente lo que dijo el apóstol Pablo cuando escribió,
Pero los hombres malos e impostores irán de mal en peor. (2 Timoteo 3:13)
La humanidad no es “básicamente buena,” pero hace cosas malas de vez en cuando; la humanidad es básicamente pecadora y hace algunas cosas buenas de vez en cuando.
El corazón humano es engañoso sobre todas las cosas y perverso… (Jeremías 17:9)
Entonces, dos posiciones acerca del milenio son el preterismo y el postmilenialismo. Ahora, echémosle un vistazo a dos más.
- Amilenialismo.
Otra posición es el amilenialismo, que es la creencia de que la iglesia ha heredado las promesas del reino. Cristo simplemente esta reinando en nuestros corazones y no habrá un reino literal sobre la Tierra.
Aquellos que creen esto deben interpretar profecía tras profecía de forma figurativa y darle un significado espiritual, en vez de tomar la palabra de Dios literalmente.
- Premilenialismo
La última posición que vamos a ver acerca del milenio – y la cual creo que es la que la Biblia enseña claramente – se llama premilenialismo.
Esta enseña que va a haber un reino literal de mil años, donde Cristo va a volver a la tierra para establecerlo.[ii]
El Reino Milenial
Ahora respondamos a algunas preguntas más acerca del reino milenial.
- ¿Quienes serán los súbditos en este reino venidero?
Daniel 7:27 promete que los Santos del Antiguo Testamento reinaran en el reino milenial. Los creyentes del Nuevo Testamento también reciben la promesa de que reinarán con Cristo.
Así que sabemos que en el reino estarán los creyentes del Antiguo y Nuevo testamento, y Juan menciona también un tercer grupo de personas que estarán presentes en el reino.
Note Apocalipsis 20:4.
También vi tronos, y se sentaron sobre ellos, y se les concedió autoridad para juzgar. Y vi las almas de los que habían sido decapitados por causa del testimonio de Jesús y de la palabra de Dios, y a los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, ni habían recibido la marca sobre su frente ni sobre su mano; y volvieron a la vida y reinaron con Cristo por mil años.
En otras palabras, Jesucristo cumple su promesa con aquellos que resistieron al anticristo, rehusaron adorarlo y escogieron adorar a Cristo. Estos mártires de la tribulación serán ambos judíos y gentiles que aceptaron el evangelio de Cristo durante la tribulación.
A todo esto, en el versículo 4, la frase, “volvieron a la vida,” no puede referirse a algún tipo de resurrección espiritual, o simplemente una referencia a al nuevo nacimiento a través de la salvación.
La palara griega es “ezesan” (ezhsan) y cada vez que es usada en el contexto de alguien que ha muerto físicamente, siempre se refiere a una resurrección física, corporal, y literal. [iii]
Finalmente, están los creyentes que viven y sobreviven la tribulación – millones de ellos – mientras que la mayoría de la población mundial muere en medio de los juicios y las catástrofes sobre el mundo.
Permítame resumir, entonces, de esta forma quienes estarán en el reino.
Dos categorías de personas durante el reino milenial
Van a haber dos categorías de personas ocupando la tierra durante el reino milenial. Estarán aquellos que tengan cuerpos glorificados y aquellos que tengan cuerpos terrenales. Para usar el lenguaje del apóstol Pablo, vamos a llamar a estas personas con cuerpos glorificados que reinan juntamente con Cristo, los “inmortales,” y aquellos con cuerpos terrenales, los “mortales” – o la raza humana que finalmente vuelve a poblar la tierra.
- Inmortales
Los santos inmortales, aquellos con cuerpos glorificados, que reinarán con Cristo desde Jerusalén y a través de toda la Tierra son compuestos por tres categorías de personas, según lo que encontramos en la Biblia.
- Primero, el grupo de inmortales será compuesto por creyentes del Antiguo Testamento.
Leemos esto en la profecía de Daniel capítulos 7 y 12.
Esto va a incluir a ambos judíos y gentiles que siguieron de Dios por fe en su plan de expiación.
Por ejemplo, Rut será incluida aunque no era judía. Ella escogió seguir al Dios de Noemí y fue a Belén donde conoció a Booz y se casó con él.
Rut será incluida en este grupo de inmortales junto con su suegra – Rahab, de Jericó, que abandonó su vida de pecado y sus ídolos, y siguió al Dios vivo y verdadero después de que las muros de su ciudad cayeran milagrosamente. Rahab también escogió seguir al Dios de Abraham.
- Segundo, el grupo de santos inmortales con cuerpos glorificados será compuesto por los creyentes del Nuevo Testamento, que fueron ya sea arrebatados o resucitados al final de la era de la iglesia.
Estos santos serán, Pablo escribió, vestidos,
De inmortalidad. (1 Corintios 15:53)
La iglesia hoy también está compuesta por judíos y gentiles. De hecho, la primera iglesia creada por el Espíritu de Dios era principalmente judía, y todo comenzó ¿donde? en la ciudad de Jerusalén.
Tal como los profetas del Antiguo Testamento, los 12 apóstoles del Nuevo Testamento eran judíos. De hecho, el gran embajador del evangelio a los gentiles fue un rabino judío convertido al cristianismo llamado Pablo.
Pablo le recordó a la iglesia en Corinto, compuesta por judíos y gentiles, que ellos, un día estarían entre aquellos que juzgarían el mundo. (1 Corintios 6:2)
- El tercer grupo de inmortales son los mártires resucitados de la tribulación.
Juan específicamente menciona este grupo en Apocalipsis 20:4. Ambos Judíos y Gentiles están incluidos aquí.
Así que estos son los creyentes inmortales, reinando con su Mesías en el reino venidero de Cristo.
- Mortales
Por el otro lado, la segunda categoría de personas en el reino son los mortales. Estas son las personas que aún están en su condición natural, pre-glorificada, en los cuerpos terrenales que nacieron.
Estas personas no han muerto. Ellos se convertirán en la población mundial sobre los cuales reinarán los inmortales.
Como hemos aprendido, al final del periodo de la tribulación, los creyentes que han logrado sobrevivir entrarán al reino de Cristo.
Mateo capítulo 25 nos informa que cuando el Hijo del Hombre venga en gloria a la Tierra, él va a juzgar a los vivos y a los muertos. Aquellos que no creyeron en el evangelio serán enviados al lugar de tormento (Mateo 25:46), pero aquellos que creyeron el evangelio presentado a través de la tribulación, recibirán las maravillosas noticias de que han heredado el reino de Dios (Mateo 25:34).
El reino será poblado inmediatamente por mortales que creyeron en el evangelio durante la tribulación. Según Mateo 25 y la descripción profética de la población mundial, ellos entrarán físicamente en reino sin haber muerto. Ellos no recibirán cuerpos glorificados, pero serán sanados de todas sus enfermedades (Isaías 33:24) y recibirán la capacidad de vivir por muchos años. Tal como hoy, ellos tendrán la capacidad de morir (Isaías 65:20) por lo que necesitarán un cuerpo glorificado para entrar al estado eterno.
Según los profetas, durante el reino milenial, estos mortales se casarán, tendrán hijos, y disfrutarán de los beneficios del reino. Sus hijos tendrán hijos, y nietos, y así, hasta que la Tierra será poblada por billones de personas nuevamente.
Los hijos de estos mortales tendrán que aceptar el evangelio de Cristo cuando crezcan, a todo esto. Dios no tiene nietos, solo hijos. Ellos van a ser pecadores con necesidad de salvación. Solo porque sus padres son creyentes confirmados en su fe y recibidos en el reino milenial, no significa que las generaciones que los siguen también lo pondrán su fe en Cristo. Ellos también deberán creer en Cristo personalmente si es que quieren entrar en la siguiente fase del plan de Dios – el Nuevo Cielo y la Nueva Tierra.
Sin embargo, Dios en su gracia va a hacer que sea muy fácil entender la naturaleza del evangelio en el reino, a través del sistema de adoración en el templo milenial, del cual vamos a hablar más adelante.
Hasta ahora hemos respondido unas cuantas preguntas. Es tiempo para un examen sorpresa ¿está listo? Primera pregunta:
- ¿Quien es el rey? Cristo.
- ¿Cuánto dura el reino de Cristo? Mil años.
- ¿Es realmente clara la Biblia acerca de la duración del reino? Si.
- ¿Cuáles son las categorías de personas que estarán en el reino? Los mortales y los inmortales.
- ¿Quienes formarán la categoría de inmortales que reinaran con Cristo?
- Los creyentes del Antiguo Testamento.
- Los creyentes del Nuevo Testamento.
- Los mártires de la tribulación.
- ¿Quien forman la categoría de mortales que entraran en el reino? Los creyentes que sobrevivieron la tribulación y repoblarán la Tierra.
Excelente, ¡aprobó!
Ahora, respondamos otra pregunta más.
- ¿Cuál será la ubicación del trono de Cristo? O, en otras palabras, ¿donde será la capital del reino?
La respuesta es Jerusalén – la ciudad de Dios – también conocida como el monte de Dios.
David escribió,
Grande es el Señor, y muy digno de ser alabado en la ciudad de nuestro Dios, su santo monte.
Hermoso en su elevación, el gozo de toda la tierra es el monte Sion, en el extremo norte, la ciudad del gran Rey.
(Salmo 48:1-2)
David habla del monte de Dios, de la belleza de su elevada ciudad, y del gozo universal que esta trae.
Si nos remontamos a los tiempos de Abraham, veremos que él estaba buscando una ciudad, no hecha de manos, sino construida sobrenaturalmente. Una ciudad…
…cuyo arquitecto y constructor es Dios. (Hebreos 11:10)
Así que debe haber algo diferente acerca de Jerusalén. Esta ciudad será elevada, magnificente, divinamente concebida, diseñada y construida por el poder creativo de Dios.
Esto nos lleva a otra pregunta.
- ¿Como va a lucir la ciudad de Jerusalén?
El libro clásico de John Walvoord acerca del reino milenial cita las profecías que nos permiten entender los cambios topográficos que tomarán lugar, y realmente cambiarán la superficie de la Tierra.[iv]
Zacarías registra para nosotros en el capítulo 14, versículo 10 que,
Toda la tierra se volverá como una llanura… al sur de Jerusalén; pero ésta se levantará y será habitada en su lugar desde la puerta de Benjamín hasta el lugar de la puerta Primera, hasta la puerta del Angulo, y desde la torre de Hananeel hasta los lagares del rey.
En otras palabras, así será la ciudad de Jerusalén, lo que en aquellos tiempos estaba demarcado por muros.
Luego Zacarías agrega en el versículo 11,
Y habitarán en ella y no habrá más maldición; y Jerusalén habitará en seguridad.
O sea, la ciudad será habitada en su ubicación original, y por fin habrá paz en Jerusalén.
La nación judía ha repetido por siglos, “orad por la paz de Jerusalén.” Esta paz finalmente llegará cuando Cristo reine sobre la Tierra en su reino milenial.
Nuestro mundo no tiene paz ni seguridad. Un autor dijo que siempre que escucha de alguien que es arrestado por perturbar la paz, él se pregunta ¿dónde es que encontraron la paz para empezar?
La paz llegará un día – cuando venga el Príncipe de Paz.
El profeta Isaías nos informa que,
Jehová cambiará el desierto de Sion en paraíso, y su soledad en huerto de Jehová; se hallará en ella alegría y gozo, alabanza y voces de canto, (Isaías 51:3)
Ahora, todos los cambios topográficos alrededor del mundo serán específicamente ordenados para crear una montaña alta, o una meseta, sobre la cual Jerusalén se pose.
En la visión de Ezequiel en el capítulo 40:2, Dios lo llevó a,
la tierra de Israel y [lo] puso sobre un monte muy alto, sobre el cual, hacia el sur, había una construcción parecida a una ciudad.
Janet Willis es la autora de un estudio interesante acerca del reino y la nueva Jerusalén. He disfrutado su investigación y sus bosquejos en el asunto. Su esposo, Scott Willis, ha predicado en nuestra iglesia en el pasado.
Janet es una talentosa artista que ha pintado numerosos cuadros basados en el reino milenial y la nueva Jerusalén. Ella me permitió usar un par de sus pinturas para ayudarnos a imaginar lo que será la grandeza del reino de Cristo en la Tierra durante el milenio. El manuscrito de este mensaje va a estar en nuestra página web, como todos los demás, y va a incluir las imágenes que estoy diciendo. El título de este mensaje, a todo esto es, “Al mundo paz… ¡por fin!”
Los cuadros de Janet nos permiten imaginar, y dimensionar un poco la gran gloria de nuestro futuro con Cristo.
Ahora, este tema inmediatamente genera un gran debate entre los eruditos evangélicos.
Muchos eruditos creen que esta ciudad capital de Dios va a estar suspendida sobre la Jerusalén terrenal durante el reino, y nosotros, los inmortales podremos viajar entre la Jerusalén celestial y nuestros lugares de trabajo sobre el planeta Tierra.
Otros eruditos creen que la Nueva Jerusalén estará plantada sobre la meseta. Esto es lo que vemos en las imágenes de Janet. Nosotros, los inmortales vamos a vivir en esta ciudad y vamos a viajar por el planeta sirviendo a Cristo.
De cualquiera de las dos formas, esta será una escena espectacular.
Cada inmortal tendrá al menos dos hogares, no solo uno. Una de sus residencias estará dentro de la ciudad de Dios, y la estará donde sea que Dios haya determinado que sirva y reine como corregentes con Cristo. Todos nosotros tendremos una residencia dentro de la ciudad de Dios – Jesús lo llamó, “la casa del Padre,” en Juan 14.
John Walvoord una vez sugirió que esta ciudad podría ser construida en forma de pirámide, con el trono de Dios sobre la cima, y el río de la vida fluyendo como una cascada desde el trono a través de los distintos niveles de la ciudad.[v]
Esta es la forma en que Janet ha pintado sus representaciones artísticas. Ella lo ha hecho así por una buena razón.
Es interesante que desde el principio del Antiguo Testamento, las personas recibieron la verdad acerca del reino venidero de Dios y su magnífica ciudad, y cuando el ser humano se rebeló contra Dios, hicieron una estructura piramidal para representar su unión con el cielo – las estrellas y planetas.
Cuando Nimrod se rebeló contra Dios, el construyó una ciudad y una torre – una pirámide – donde la cúspide representaba el cielo (Génesis 11). Aquí fue cuando se creó zodiaco, como hemos estudiado anteriormente. Aun los historiadores seculares dicen que el zodiaco se remontan a Babel y su infame zigurat, o torre piramidal.
El Dios creador, cuyo trono esta sobre la ciudad eterna, es reemplazado por estas torres con imágenes de estrellas y constelaciones. Es el clásico cumplimiento de Romanos 1, que habla del hecho que la humanidad niega al Creador y lo reemplaza con su creación – símbolos de planetas y estrellas, el sol y la luna.
Si viajamos alrededor del mundo, encontramos pirámides escalonadas construidas por las antiguas civilizaciones para realizar su adoración pagana. Estas mismas culturas también tienen su propias versiones del diluvio y sacrificios animales para agradar a los dioses.
Esto meramente prueba que la ley de Dios no solo ha sido escrito en los corazones de la humanidad, sino también que el evangelio fue predicado a Adán, Abraham, Moisés, Noé, y está ligado en las culturas de nuestro mundo que han escogido, a través de las generaciones, crear su propia adoración que eleva a la naturaleza, a las estrellas, al sol y la luna. Con sus pirámides, ellos buscaron imitar la ciudad de Dios de la cual habían escuchado de sus antepasados. Aun Abraham estaba esperando esta ciudad de Dios.
Francamente, apenas podemos imaginarnos la gloria de esta ciudad que habitaremos los inmortales. En Juan 14:2 leemos,
Que en la casa del padre hay muchas moradas.
Mientras el Rey desciende, nosotros veremos cómo esta ciudad defiende de los cielos, mientras la topografía de Jerusalén cambia y se levanta para desplegar la gloria de Dios y el trono de su Hijo (Isaías 2 y Salmo 48).
Isaías dice que toda la Tierra va a volver a las condiciones del Jardín del Edén, como leímos antes.
Sera increíblemente hermoso.
Permítame responder brevemente una pregunta más.
- ¿Como será el sistema de adoración para los inmortales y los mortales?
Nuestra comunión como inmortales será cara a cara con Cristo. Nosotros seremos sacerdotes, Juan escribe en Apocalipsis 20:6, lo que habla de una comunión íntima con Cristo.
Para los mortales en el reino, habrá un nuevo sistema de adoración, revelado en la profecía de Ezequiel.
Ezequiel nos informa que el templo milenial también estará ubicado en la meseta…. Una región de unos 95 km2 que incluyen las moradas de los sacerdotes, la ciudad capital, campos para cosecha, y el templo milenial en el medio.[vi]
El templo será la pieza central en la adoración a Dios a través del reino milenial.
En una de las representaciones de Janet, que va a encontrar en nuestra página web, y que estoy observando en este momento, podemos ver una porción de esta región, la cual incluye nuestras moradas dentro de la ciudad de Dios; y también, a la izquierda, vemos un pequeño edificio dorado, representando el templo milenial.
Es sorprendente siquiera considerar la enormidad de la ciudad dorada. Las medidas en Apocalipsis 21:16, son probablemente una medidas cúbicas. Esto indicaría que la ciudad dorada se levantaría unos 17 km hacia el cielo. Esta representación artística en particular que contrasta la ciudad dorada con las moradas normales de los sacerdotes y los trabajadores del templo, lo dejan a uno perplejo, al solo imaginar cómo será en realidad.
El profeta Isaías menciona que la ciudad de Jerusalén tendrá una característica especial. Durante la noche, la nube que cubrirá la ciudad tendrá apariencia de fuego. En otras palabras, esta ciudad, ambos en el reino y a través del Nuevo Cielo y la Nueva Tierra, contará con una cortina luz y gloria que nunca se cerrara. (Isaías 4:5-6)
Ezequiel también nos informa que en el templo milenial se van a reestablecer los sacrificios animales, y se mezclarán ciertos aspectos de la era de la iglesia.
Los sacrificios animales serán reestablecidos como recordatorios del sacrificio de nuestro gran Rey. Esto se hará para enseñar por mil años la historia de redención a Israel y las naciones de la Tierra.
Un autor me hizo pensar cuando dijo, “¡Cuan necesario serán estos sacrificios! Cuando las personas estén viviendo en la resplandeciente gloria del Mesías, cuán importante será tener siempre delante de ellos un recordatorio de la cruz, algún registro tangible del Jesús humillado, alguna demostración visible de su obra expiatoria, por la cual hemos sido perdonados, salvados, y amados.”[vii]
El reino milenial va a requerir enseñanza – la exposición a la Escritura – que los mortales sean enseñados la palabra de Dios.
Los mortales nacidos en el reino necesitarán ser salvos. El plan de salvación será el mismo entonces como lo ha sido en el Nuevo y el antiguo Testamento.
- El creyente del Antiguo Testamento confiaba en la promesa de Dios de salvación, a través de la expiación de un salvador.
- El creyente del Nuevo Testamento confía en la obra expiatoria de Cristo en la cruz.
- El creyente milenial también va a tener que confiar en la obra expiatoria de Cristo en la cruz.
El hecho no va que el justo vivirá por fe, no va a cambiar.
Podríamos pensaríamos que en medio del esplendor y la gloria de Cristo en el milenio, todos pondrían su fe en Él. Sin embargo, como vamos a descubrir en nuestro próximo estudio, al final del milenio, Satanás es desatado y él encontrara millones de incrédulos que lo seguirán voluntariamente para marchar en contra de Jerusalén.
Una última pregunta.
- ¿Que haremos a través del reino; que haremos como corregentes inmortales?
Ahora, solo estoy conjeturando, pero creo que no me equivoco cuando digo que no podremos parar de sonreír.
Francamente, olvidamos que antes de que lleguemos al Nuevo Cielo y la Nueva Tierra, ya vamos a estar disfrutando los beneficios de la inmortalidad.
Si tengo la oportunidad de enseñar la Biblia en algún colegio o en alguna asamblea en el reino, ya no voy a necesitar mis lentes.
Vamos a tener nuevos cuerpos – perfeccionados en santidad. Esto significa que ya no lucharemos más con el pecado; este cuerpo de muerte ya habrá sido removido en el reino y para siempre después de ello.
No se nos dice será nuestra corregencia en términos prácticos. Podrá ser
- Una posición de liderazgo educacional, donde los inmortales instruyen estratégicamente a los mortales.
- Una posición de liderazgo político en una ciudad, país, o estado.
- Una posición de autoridad, donde tomaremos decisiones relacionadas con la agricultura, asegurándonos de que los recursos del planeta sean administrados apropiadamente.
- Una administración financiera y monetaria sobre las naciones del mundo y sus economías, mientras las vemos crecer y florecer.
- Que dirijamos la adoración a Dios, a través de los métodos establecidos en el milenio.
- Altos puestos de autoridad judicial mientras determinamos asuntos nacionales, y ayudamos a mantener la perfecta justicia sobre la Tierra.
- Posiciones en academias para la creación y compasión de obras musicales, que serán luego ejecutadas en presencia de Cristo.
Todo eso no es solo posible, sino que es meramente el comienzo de las millones de opciones que creo que estarán disponibles para servir al Señor. Cada uno de nosotros que habitaremos el reino de nuestro Señor, tendremos una posición de liderazgo, autoridad, y dignidad, mientras tenemos la oportunidad de servir al Señor efectiva, fructífera, sabia, equilibrada, y gozosamente a través de su reino milenial. Cuan grandioso será.
Una y otra vez, Isaías se menciona esta característica del reino – gozo. Un gozo que sobreabundará en el reino.
Isaías 51:3 es un texto que ya cité anteriormente, pero que no termine de leer. Isaías escribe.
Ciertamente consolará Jehová a Sion; consolará todas sus soledades, y cambiará su desierto en paraíso, y su soledad en huerto de Jehová; se hallará en ella alegría y gozo, alabanza y voces de canto.
Isaac Watts trató de capturar el gozo del reino como es frecuente descrito por el profeta Isaías. Desafortunadamente, el himno que compuso terminó siendo relegado al tiempo de Navidad. La traducción en español, que adapta esta canción cambiando grandemente su significado, es parte de la razón. No creo que él habría imaginado a la iglesia cantando este himno para celebrar la primera venida de Cristo en vez de su segunda venida.
Escuche parte de la letra del himno de Isaac Watts, traducida literalmente, y sin adaptación.
¡Al mundo Gozo! Ha venido el Señor,
Que la Tierra reciba a su rey.
Que cada corazón le prepare lugar
Y el cielo y la naturaleza canten…. Y el cielo y la naturaleza canten.
Él reina el mundo con verdad y gracia,
Y le demuestra a las naciones
Las glorias de su justicia
Y las maravillas de su amor… las maravillas de su amor.[viii] Que gran himno acerca del reino milenial. Verdaderamente podremos cantar “Al mundo gozo,” y ¿por qué no? Al mundo paz…¡por fin!
[i] Sam Gordon, Worthy is the Lamb: Revelation (Ambassador, 2000), p. 404.
[ii] John MacArthur, Because the Time is Near (Moody Press, 2007), p. 296.
[iii] John MacArthur, Revelation: Volume 2 (Moody Press, 2000), p. 238.
[iv] John F. Walvoord, The Millennial Kingdom (Zondervan, 1959), p. 321.
[v] Ibid., p. 334.
[vi] Janet Willis, “The New Jerusalem” (Unpublished notes), p. 30.
[vii] Walvoord, p. 314.
[viii] Text: Isaac Watts; Music: George F. Handel