Introducción
El Muro Conmemorativo de los Veteranos de Vietnam es uno de los monumentos nacionales más conocidos de Estados Unidos. Está ubicado en Washington, D.C., y está diseñado con 144 paneles de granito negro. En estos paneles de granito están grabados más de 58.000 nombres en orden alfabético, según el día en que murieron.
No hay epitafios o reseñas. Los nombres están escritos sin fanfarrias ni adornos, rindiendo tributo silencioso a los 58.318 soldados que sacrificaron sus vidas por su país.
Entre estas personas, 17,000 de ellos estaban casados, 12 de ellos tenían 17 años y 5 de ellos tenían 16. 997 de ellos murieron en su primer día en el campo de batalla y 1,448 de ellos murieron en su último día de servicio – es decir, el día anterior a la finalización de su período de servicio militar.
Grabados en esa pared de granito están representadas innumerables historias; muchísimas familias impactadas hasta el día de hoy.
Me pareció interesante y conmovedor que este muro de piedra fue diseñado para que el observador pueda ver su propio reflejo mientras lee los nombres, uniendo simbólicamente el pasado y el presente.
La verdad es que cada nombre importa; cada nombre cuenta. Cada nombre marcó la diferencia en la historia en el pasado y ha dejado su huella en el presente.
Si lleva algún tiempo en la fe y ha leído la Biblia, probablemente haya descubierto con bastante rapidez que a Dios le importan los nombres.
Las páginas de las Escrituras a menudo son como paredes de granito donde cada nombre inscrito en el pasado ha impactado nuestras vidas en el presente.
Aquellos que han leído la Biblia de tapa a tapa, saben que Primero y Segundo de Crónicas son como el Monte Everest en cuanto a esto. Es una lista después otra. De vez en cuando, necesita un tanque de oxígeno para seguir adelante.
Pero desde la perspectiva de Dios, como se nos recuerda en 1 Corintios 10:11, todos estos nombres son significativos en más formas de las que podríamos imaginar.
De hecho, el muro de las Escrituras está diseñado para que vea su propio reflejo en sus páginas, mostrando el significado del pasado en el significado de su presente y la seguridad de su futuro.
Ninguna lista de nombres es más significativa que la primera página del evangelio de Mateo.
Mateo está conectando las afirmaciones de Jesucristo con la realidad – con personas reales, una familia real, un Mesías real – con una afirmación real de un trono real y un reino de verdad.
En su comentario sobre este texto, un teólogo contó sobre su tiempo ministrando en la India. Allí él conoció a un ex hindú que había llegado a la fe en Cristo cuando era joven simplemente al estudiar la genealogía de Jesucristo en Mateo capítulo 1.
Cuando le preguntaron porque este texto fue tan impactante para él, dijo que por primera vez había encontrado una religión que estaba arraigada en la historia en contraste con las mitologías del hinduismo y el budismo. Había encontrado al verdadero Mesías arraigado en la realidad de la historia.[i]
Gemas en la Genealogía de Cristo
Y eso es exactamente lo que Mateo quiere hacer. Volvamos a esta lista de nombres; y lo que quiero hacer en nuestro estudio de hoy es identificar al menos 6 gemas que simplemente brillan en este capítulo… 6 verdades que podemos apreciar si tomamos el tiempo para hacer una pausa y mirar esta asombrosa genealogía de Jesús.
- La primera gema es esta: los caminos de Dios a menudo son inexplicables.
En otras palabras, Dios a menudo no explica los misterios de lo que hace o no hace. Sus caminos y sus pensamientos a menudo no tienen explicación.
Por ejemplo, al comienzo de esta genealogía, uno se pregunta por qué Dios elegiría incluir a ciertos individuos en su genealogía real.
¿Por qué, por ejemplo, en el versículo 2, se menciona a Judá? ¿Por qué Dios eligió a Judá? ¿Lo merecía más que sus hermanos? Bueno, si estudia la historia de los hijos de Jacob, verá que, con la excepción de José y Benjamín, todos ellos protagonizaron actos absolutamente escandalosos.
Sabemos que nueve de los diez hermanos mayores de José conspiraron para matarlo. Lo arrojaron a una cisterna para que muriera de hambre.
Para no ser ellos los responsables de matar a su propio hermano y a la misma vez ganar algo de dinero, Judá propone venderlo a unos traficantes de esclavos que pasaban cerca. Eso obviamente era mejor que matarlo, pero tampoco era mucho mejor. Cuanta indolencia, apatía… cuanta insensibilidad. Como mencionamos en nuestro estudio pasado, años mas tarde, Judá va a protagonizar otro escándalo más. El va a romper una promesa importante con un familiar en necesidad y luego va a dejar embarazada a su nuera creyendo que es una prostituta.
Rubén, el primogénito de Jacob, podría ser un mejor candidato para ser parte de la genealogía de Jesús ya que evidentemente no estuvo de acuerdo con la conspiración en contra de José y había planeado rescatarlo. Lamentablemente, cuando regresa, a José ya lo habían vendido. Él es, incluso, el único que llora por él (Génesis 37). Sin embargo, él también protagoniza un escándalo al acostarse con una de sus madrastras y así denigrar a su padre.
Ni hablar de Simeón y Leví que no solo les mintieron descaradamente a los habitantes de Siquem, sino que protagonizaron una masacre al matar a todos los hombres de la ciudad cuando estaban indefensos y desprevenidos, se robaron todas sus posesiones y llevaron cautivos a sus familias.
Sabemos que Judá se arrepiente de haber sido parte del complot en contra de su hermano, pero, aún así, parece extraño que lo eligiera para ser el jefe de la tribu real de la que descenderá el hijo de David. Dios simplemente lo hace.
Me pareció igualmente sorprendente que varios otros hombres en esta genealogía no sean los primogénitos de sus familias. Generalmente, el primogénito era el heredero más importante o prominente.
Judá, Jacob, e incluso el rey David, quien fue el menor de sus hermanos. Esto iba en contra de los procedimientos normales en cuanto a la repartición de la herencia familiar. Esto ponía de cabeza la tradición. Así de imprevisible e inexplicable es el plan soberano de Dios.
Dios hace las cosas a Su manera y nosotros simplemente nos debemos aferrarnos a la promesa de que todo lo que Dios hace, es correcto (Daniel 9:14).
- Dios no explica por qué hace ciertas cosas en una familia y no en otras;
- Él no explica por qué permite que el mal afecte a un miembro de la familia, mientras que otros permanecen a salvo;
- Él no explica por qué algunos de los miembros de su familia sufren dificultades o problemas de salud mientras que otros nunca padecido igualmente.
La naturaleza inexplicable del plan soberano de Dios es evidente en esta genealogía… y también en la suya.
Dios sabía quiénes serían sus padres. Usted no los pudo elegir. Él planeó que fueran sanos y adinerados o pobres y llenos de enfermedades o una mezcla de ambos. También planeó en qué país nacería y en qué período de la historia. Y no fue porque lo mereciéramos más que otros que nacimos después de la invención de la electricidad, y los automóviles y el fútbol. Pero ¡que bueno! ¿verdad?
La verdad es que Dios no solo planeó que naciera en el mundo en este momento, Él planeó el mundo en que usted viviría.
Él planeó cada detalle y arregló cada circunstancia para que al final de su vida, y muchas veces a través de ella, pudiera adorarlo más profundamente y confiar en Él incluso en Sus caminos inexplicables.
William Cowper lo expresó muy bien en el himno que escribió:
De maneras misteriosas Dios obra
para realizar sus maravillas;
Planta sus pisadas en el mar
y cabalga sobre la tempestad.
Profundos e insondables
Sus caminos que nunca fallan
Él atesora sus brillantes diseños
y obra su voluntad soberana.
¡Oh santos, cobrad ánimo!
Las nubes que tanto temen
Están llenas de misericordia y pronto lloverán
bendiciones sobre su cabeza.
Los caminos de Dios a menudo son inexplicables
- La segunda gema está estrechamente ligada a la primera; Los planes de Dios a lo largo de la historia son imparables.
Al leer esta genealogía, rápidamente observará que, aunque el plan de Dios involucró a hombres y mujeres débiles y pecadores, Sus planes para el linaje del Redentor fueron ininterrumpidos.
Sí, Tamar, Judá, Manasés, Betsabé, David y Acaz son todos responsables de su pecado. Es más, su inclusión señala la importancia de la cruz del Mesías que murió por pecadores como ellos y nosotros.
La realidad es que Jesús, aunque nunca pecó, definitivamente estaba relacionado con muchos pecadores. ¡Qué familia! ¡qué grupo de pecadores!
Quizás este pensando en sus parientes, ¿verdad?
Como ya lo hemos señalado, si Jesús no se avergüenza de su relación con sus antepasados, no se avergonzará de su relación con sus descendientes: usted y yo, pecadores, adoptados en la familia de Dios por la fe.
Este es el punto: incluso el pecado de los antepasados de Jesús fue incapaz de frustrar los propósitos y planes de Dios.
Eso es lo que Satanás estaba intentando hacer a lo largo de la historia familiar de Jesús – sin éxito.
Y lo mismo ocurre en su propia vida:
- A pesar de que su vida está afectada por el pecado (y debe llevar eso a la cruz);
- A pesar de que su vida se ve afectada por otros pecadores;
- Aunque su mundo esté gobernado por Satanás (quien anhela frustrar los planes de Dios para su propia vida)
Nada puede desviarlo del camino que Dios ha planeado para usted hacia esa Ciudad Celestial.
Querido creyente, esta es la preciosa verdad que aprendemos a partir de esta genealogía. Usted lo va a lograr. Va a lograrlo gracias al imparable plan de Dios que lo salvó; gracias a su antepasado en la fe, Jesucristo, quien lo redimió y un día lo glorificará. Usted va a lograrlo. Usted va llegar a su destino celestial.
Quizás haya notado los nombres en los versículos 13-15 –Abiud engendró a Eliaquim, y Eliaquim a Azor; Azor a Sadoc, etc. Quizas haya notado esos nueve nombres y se haya preguntado ¿Quiénes son? Sabe qué, no tengo ni idea. La verdad es que no sabemos absolutamente nada sobre ellos. Nada.
¿Sabía que puede buscar a todos los miembros de la familia de la Reina de Inglaterra y al menos obtener un párrafo de información?
¡Esta es la familia del Rey de Reyes!
Y lo único que sabemos sobre estas personas son sus nombres, que esas generaciones abarcaron unos 500 años de historia y que pertenecieron a la familia del Señor Jesús.[ii]
No tenemos idea de qué contribución hicieron en el planeta tierra. No tenemos ni idea si fueron piadosos o impíos; seguidores del Señor o idólatras.
Prácticamente todos se han olvidado de por qué importaban, pero no Dios. Él no los ha olvidado, y ya que Dios los usó de alguna manera en esta imparable cadena de eventos, el Espíritu de Dios le dijo Mateo, incluye estos nombres también.[iii]
No pude sino pensar en el hecho de que, hasta el día de hoy, el evangelio de Cristo avanza gracias hombres y mujeres desconocidos; jóvenes y adultos que nunca aparecen en los titulares.
No tenemos idea de quiénes son los millones de cristianos que están haciendo discípulos o cómo han contribuido al plan global e imparable de Dios. Aunque son desconocidos para nosotros, Él los conoce.
Y para todos nosotros, esta genealogía nos recuerda que el mismo Dios que guio el imparable proceso de la venida de Cristo está guiando el imparable progreso de la iglesia; Él está guiando la vida de cada cristiano.[iv]
Puede que usted sea un desconocido o alguien muy conocido. Alguno en la audiencia podrá aparecer en los titulares del diario y otros puede que ni siquiera compren un periódico, y mucho menos lean uno. Ya sea que aparezca en los titulares o no, Dios sabe quién es usted. Resulta que usted, querido creyente, es parte de Su imparable plan.
La tercera gema que encontramos en la genealogía de Jesús es esta:
- El patrón de piedad en el linaje es impredecible.
Solo quiero tocar este tema brevemente. Me pareció fascinante que no haya una garantía o un patrón en cuanto al caminar con Dios de un padre y su hijo.
En el versículo 9 se menciona a Ezequías, un rey piadoso que quitó los ídolos y altares paganos de Israel (2 Crónicas 20).
Pero el hijo de Ezequías, Manasés, fue uno de los reyes más malvados de la historia de la nación. Él reconstruye todos los altares paganos que su padre había derribado e instauró nuevamente la idolatría en Israel y aún en el templo.
Luego, según 2 Crónicas 33, Manasés se arrepintió y siguió a Dios. Es una de las historias de conversión más sorprendentes del Antiguo Testamento. Él derribó los altares de los ídolos y condujo al pueblo de regreso a la adoración a Dios.
Y quizás piense: “¡Vaya, esto va a provocar un cambio que dure por generaciones!”
Sin embargo, cuando el hijo de Manasés, Amón, llega al trono, evidentemente ignora el arrepentimiento de su padre y pasa su reinado de dos años adorando a los ídolos.
Y quizás piense: “Oh no, ahora va a ser un desastre durante generaciones”. Pero luego, Amón tiene un hijo llamado Josías, y él se convierte en uno de los reyes más piadosos de la nación.
Él solo tenía 8 años cuando llegó al trono, pero pronto eliminó toda idolatría de la tierra, comenzó a renovar el Templo, encontró los empolvados y olvidados libros de Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio y terminó guiando a la nación de regreso a Dios.[v]
¡Totalmente imprevisible! ¿verdad? Un padre piadoso tiene un hijo impío que tiene un hijo piadoso que tiene un hijo impío.
Este es el punto – y esta verdad también se aplica a su árbol genealógico – en última instancia, es la gracia de Dios la que se magnifica en la conversión de cada miembro de la familia.
La salvación no se hereda. Padres, tengan cuidado de creerse culpables por la incredulidad de su hijo. Al mismo tiempo, tengan cuidado de no atribuirse el mérito que su hijo camina con el Señor.
Padres, tengan cuidado creerse culpables por la infidelidad de su hijo; y tengan cuidado de no atribuirse el mérito de la fidelidad de su hijo.
Debemos cumplir nuestra responsabilidad de criar a nuestros hijos en el Señor, evangelizarlos, disciplinarlos, enseñarles la Palabra de Dios… pero debemos descansar en el Señor y entender que la salvación es individual y la fidelidad al Señor de su hijo no depende de usted… ¡eso es un gran alivio!
Dios salva sin importar su pedigrí espiritual… Él salva tanto al hijo del creyente más piadoso como al hijo del criminal más infame.
- Aquí hay otra gema que encontramos en la genealogía de Jesús: tanto las pruebas de fe como la obediencia en una persona son imprevisibles.
En el versículo 9 encontramos al rey Uzías. Su vida está registrada en mayor detalle en 2 Reyes 14. Él caminó con Dios y tuvo grandes victorias mientras confió en Dios y le pidió fuerza y sabiduría. Todo iba bien y su futuro era brillante.
De hecho, él llegó a rey cuando solo tenía 16 años. Y, en lugar de vivir alocadamente, él decide seguir a Dios y reina durante 52 años.
Pero en algún momento las semillas del orgullo empezaron a brotar en su vida, tal vez en su larga serie de victorias militares. Y Satanás pacientemente cebó el anzuelo de la confianza en sí mismo y el orgullo y luego esperó y esperó y esperó.
En el relato de su vida en el capítulo 26 de 2 Crónicas, leemos que su fama se extendió lejos, porque fue ayudado maravillosamente, hasta hacerse poderoso.
Mas cuando ya era fuerte, su corazón se enalteció para su ruina; porque se rebeló contra Jehová su Dios, entrando en el templo de Jehová para quemar incienso en el altar del incienso – eso era algo que solo los sacerdotes tenían permitido hacer.
De repente, la lepra brotó en la frente y lo expulsaron del templo. Él terminó en cuarentena por el resto de su vida. Él había comenzado muy bien, pero terminó mal.
Querido oyente, la fidelidad a Dios en el pasado no garantiza la fidelidad a Dios en el futuro. Y créame que Satanás tiene una tentación preparada para usted y para mi. Y como depredador experto, resulta que él sabe ser muy paciente.
Nunca crea la mentira de que su testimonio o su integridad están garantizados. Uzías empezó bien, pero terminó mal.
Igualmente, Ezequías, quien se menciona en el versículo 9, comenzó bien, pero terminó siendo infiel.
En 2 Crónicas 20, leemos que el Señor le informó que la enfermedad que tenía lo llevaría a la muerte. Pero Ezequías oró y le rogó al Señor que lo salvara de esa enfermedad, y Dios le concedió su petición. Él le dijo que viviría 15 años más.[vi]
Ahora podría pensar que después de ese tipo de oración contestada, Ezequías nunca volvería a dudar de Dios. Pero lo hizo. De hecho, más tarde en su vida, comenzó a desconfiar de la protección de Dios y, aunque fue advertido, hizo un pacto secreto con Babilonia, que finalmente se convirtió en la ruina de la nación.
Querido oyente, si comienza a pensar: “¿Sabes que? si Dios tan solo responde esta oración, dejaré de dudar de Él; si Él me da esto, nunca lo volveré a cuestionar; no será más que alabanza y adoración de ahora en adelante”. No cuentes con eso.
Las pruebas imprevistas de fe están a la vuelta de la esquina. Es por eso que siempre debemos depender de Dios. Necesitamos su misericordia, sabiduría y fuerza cada día.
No se confíe. No descanse en su registro de fidelidad pasado. Dependa en Dios cada momento.
Continuemos viendo otra gema en esta genealogía:
- El plan de Dios no es convencional.
No es necesario leer esta genealogía por mucho tiempo para descubrir que Dios está haciendo las cosas de manera diferente a lo que cualquiera hubiera imaginado.
Es como si Mateo quisiera recordarle a cada lector judío de las vergonzosas realidades de su herencia. En el versículo 3, menciona a Judá, el padre de Pérez y Zera, pero ¿por qué seguir hablando de Tamar?
En nuestro último programa mencionamos que Tamar fue la nuera de Judá. Ella quedó viuda y Judá se negó a cumplir su responsabilidad de conseguirle otro esposo para que tuviera un heredero. Ella, entonces, se disfrazó de prostituta, fue a donde sabía que Judá podría verla, quedó embarazada de él y la obscena historia solo empeora después.
¿Por qué incluir a Tamar? De hecho, Tamar era cananea.
En el versículo 5, leemos que Salmon fue el padre de Booz, quien fue el padre de Obed. Espere un segundo, eso no es lo que dice. Mateo escribe, Salmón engendró de Rahab a Booz. ¿Quién es ella?
Ella no era alguien que fingió ser una prostituta; ella era, de hecho, una prostituta de profesión.
A pesar de que ella demostró fe en el Señor, es rescatada cuando los muros de Jericó se derrumban y se casa con un príncipe de Israel, siempre se la recuerda como “Rahab la Ramera” (Hebreos 11).
¿Por qué? Para empezar, no todo el mundo se identificaría con la vida de un Abraham o incluso un Salomón o un David. Pero todos pueden identificarse con una pecadora como Rahab.
Este también es un recordatorio sutil de que, si bien podemos recordar la vida pecadora de donde Dios nos sacó, debemos asegurarnos de no ignorar nuestro futuro.
Y con eso, permítanme agregar una la última observación – la última gema de la genealogía que veremos hoy. Es esta:
- Ningún pecador perdido es irredimible.
Rahab era la única persona en Jericó que estaba interesada en el Dios de los espías israelitas que escondió en su azotea.
Y antes de que los espías se fueran, le dijeron que colgara una cuerda escarlata de su ventana si realmente quería seguir a Israel y a su Dios vivo y verdadero.
Cuando Israel volvió a esa ciudad, una ciudad cuyos muros estaban a punto de derrumbarse, allí estaba esa cuerda escarlata.
Ella puso su fe y su esperanza en la misericordia del Señor… y Él no la defraudó. Piense en esto. ella no tenía esperanza, pero ahora iba a arriesgarlo todo por su esperanza en un Dios que perdonaba y aceptaba. Y Rahab pasa de ser una ramera sin esperanza a una mujer perdonada – mejor aún, ella luego se convierte en un pariente del Mesías, en parte del árbol genealógico de Jesús.
Nunca voy a olvidar de una vez que fue a predicar a Medellín, Colombia. Se había alquilado un auditorio para la conferencia y varios miles de personas habían venido a escuchar. Prediqué un mensaje sencillo acerca del evangelio – sobre la encarnación y la humildad de Cristo – y luego invitamos a que todo el que quisiera saber más acerca del evangelio pasaran al frente donde había varios pastores y consejeros preparados.
Una hora después, cuando la mayoría de la gente se había ido y varias personas habían aceptado a Cristo. Uno de los pastores me presentó a una mujer a la que evidentemente varias personas habían invitado; habían estado orando por ella, para que viniera esa noche.
Parecía tener entre veinte y treinta años. Ella empezó a contarme de que había vivido una vida de prostitución y vendía drogas para uno de los carteles de la ciudad. Con lágrimas en los ojos me dijo que estaba dejando esa vida atrás; y ahora era una seguidora de Jesucristo.
No pude evitar pensar en Rahab. Qué pasado; ¡pero que futuro!
Querido creyente, ninguno de nosotros estábamos demasiado lejos para que la misericordia y la gracia de Dios nos alcanzaran. Mire su vida pasada, pero no se detenga ahí; Siga al Señor en su vida presente. Y luego intente – simplemente intente imaginar su vida futura con Cristo en el cielo.
[i] Myron S. Augsburger, The Communicator’s Commentary: Matthew (Word Books, 1982), p. 23
[ii] Grant R. Osborne, Exegetical Commentary on the New Testament: Matthew (Zondervan, 2010), p. 67
[iii] William Hendriksen, New Testament Commentary: Matthew (Baker Book House, 1973), p. 115
[iv] Adapted from Osborne, p. 69
[v] Adapted sequences from Osborne, p. 66
[vi] More observations adapted from Osborne, p. 66
