Introducción
El globo terráqueo Lenox es una pieza única y especial. Fue elaborado por un cartógrafo medieval a principios del siglo XVI. Basándose en el conocimiento de todo el mundo conocido hasta la fecha, el cartógrafo escribió tres palabras en los bordes del mundo tal como lo conocía, y las tres palabras, traducidas al español, son: “Aquí hay dragones”.
Al contemplar los límites de lo que la humanidad sabía sobre su mundo, todo lo que podía hacer era preocuparse. Dragones acechaban en un futuro inesperado e invisible.
- Si no puede verlo
- Si no sabe dónde está y cuándo podría llegar
- Si no puede superarlo
- Si no lo entiende
- Si significa problemas, sufrimiento o peligro…
La tendencia es a escribir en las páginas de su futuro desconocido: aquí hay dragones. No hay nada que pueda hacer al respecto, excepto preocuparse.
Aunque nosotros hoy sabemos que no hay dragones al acecho en los bordes de los continentes, eso no le ha dado a la población mundial algún tipo de antídoto para acabar con la preocupación. De hecho, siempre hay un nuevo dragón que crea ansiedad.
Investigué un poco y encontré los resultados de una nueva investigación que prueba que la preocupación no se quedó a principios del siglo XVI; de hecho, está en aumento.
Un artículo comparó los miedos de los niños con los miedos de los adultos;
- Los niños temen a los médicos; los adultos temen las facturas de los médicos
- Los niños temen los malos sueños; los adultos temen los sueños incumplidos
- Los niños temen a los payasos; bueno, los adultos también temen a los payasos.
Estudios entre estudiantes universitarios históricamente han demostrado que la depresión es la razón número uno por la que los estudiantes buscan servicios de consejería. En el último año, según la Asociación Americana de Salud Universitaria, la depresión ha sido eclipsada por la ansiedad.
A partir de 1985, la Universidad de Los Ángeles, California comenzó a preguntar a los estudiantes de primer año si se sentían, y cito, “completamente abrumados por la vida” y en 1985, el 18% dijo que sí. Para el 2010, el número había aumentado al 29 %, pero hoy, el número es del 41%.[i]
Lo cual es significativo porque los estudiantes universitarios son el grupo demográfico más entusiasmado con la vida. Sin embargo, casi uno de cada dos está abrumado por el futuro.
Esto llevó a un popular autor y periodista a escribir: “Si eres un ser humano que vive en [el siglo XXI] y no tienes ansiedad, algo anda mal contigo”.[ii]
La verdad es que, sin importar la edad que tenga, nunca podrá dejar atrás la capacidad de estar ansioso… siempre hay un dragón de preocupación cerca que necesita matar.
Una de las realidades de la vida espiritual que los nuevos creyentes, en especial, se sorprenden al descubrir, es el simple hecho de que venir a Cristo por fe no borró automáticamente a los dragones del mapa de nuestros pensamientos… y los bordes del mañana.
Si ese fuera el caso, Jesús nunca tendría que haber tratado el tema de la preocupación, como lo hizo en varias ocasiones.
Las cartas de los Apóstoles también están llenas de exhortaciones a confiar en la providencia de Dios; confiar en Su fidelidad y Su capacidad para hacer que todo en última instancia obre para nuestro bien.
Si los cristianos estuvieran vacunados automáticamente contra el brote de ansiedad, el apóstol Pablo nunca habría ordenado a una de las congregaciones más maduras que conocemos que no se afanaran por nada (Filipenses 4:6).
Matar al dragón de la ansiedad – desde el primer siglo hasta el siglo XXI – es una parte diaria de la batalla del cristiano. Y el creyente debe combatirla a diario.
Corrie Ten Boom, que sobrevivió a un campo de concentración en Alemania durante los últimos meses de la Segunda Guerra Mundial, lo puso de la siguiente manera: “La preocupación no vacía el mañana de su aflicción; vacía el hoy de su fuerza.”
En otras palabras, la preocupación no cambia nada sobre el mañana, pero de seguro le perturba la mente hoy.
No es de sorprender que el apóstol Pedro aborde el tema de la preocupación y la ansiedad. Y lo hace con unas palabras fuertes, exigentes, poderosas, inspiradas, donde da un ultimátum y luego una afirmación.
Le invito a abrir nuevamente conmigo la primera carta de Pedro y continuar nuestro estudio en el capítulo 5, versículo 7. Eso es todo lo que quiero tratar hoy… sólo un versículo – que es extremadamente profundo y oportuno.
El Ultimátum
Primero, quiero que note el ultimátum de Pedro:
echando toda vuestra ansiedad sobre Él… (1 Pedro 5:7a)
Necesito señalar primero que esta frase es parte del versículo anterior. Fíjese en el versículo 6:
Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo; echando toda vuestra ansiedad sobre él… (1 Pedro 5:6-7a)
En otras palabras, ha permitido que Dios lo humille y reconoce que Su mano poderosa está en control de todo en su vida, y que Él, en el momento justo (como estudiamos en nuestro último programa) lo exaltará. Eso es:
- Él va a invertir sus circunstancias.
- Sus dificultades o problemas o enfermedad o dolor o aflicción o lo que sea – él lo va a transformar.
- Cuando sea y dondequiera que Él decida hacerlo.
Podría ser en esta vida, donde goce reveces temporales de la desgracia y su vida se vuelva más llevadera; podría ser en ese día venidero cuando habrá un revés permanente y eterno y la cruz abra paso a la corona.
Pero mientras tanto, mientras se humilla bajo la poderosa mano de los propósitos y la providencia de Dios, asegúrese de echar toda tu ansiedad sobre Él.
La palabra que Pedro usa, traducida ansiedad, da la idea de que lo tiran y jalan en numerosas direcciones, como si lo estuvieran estirando.[iii]
Esta palabra se usaba a menudo para describir las preocupaciones de la vida. Se usó al escribir que estas preocupaciones le quitan el sueño. Los filósofos griegos escribieron, “los necios tratan de ahogar estas ansiedades en el amor o en la bebida; pero sólo la muerte puede librarnos de estas preocupaciones de la vida.[iv]
No había ninguna solución para el incrédulo. El dragón de la ansiedad era prácticamente invencible.
Pero Pedro aquí le dice al creyente: eso no es así. No se deje desanimar por la ansiedad. De hecho, esto no es una sugerencia, es un ultimátum.
Pedro usa un imperativo aquí; es posible que desee escribir en su Biblia un signo de exclamación al final de esta frase: ¡echando toda su ansiedad sobre Él! (signo de exclamación)
El verbo echar aquí tiene la idea de arrojar algo sobre otro. Se usó para describir ese evento en el que los discípulos echaron sus mantos sobre el lomo del pollino en el que Jesús entraría a Jerusalén (Lucas 19:35)
Los estudiosos de la Biblia creen que es muy probable que Pedro esté aludiendo el Salmo 55:22, donde David escribe: Echa sobre Jehová tu carga, y él te sustentará.
David escribió este salmo cuando estaba luchando con la traición y los ataques de personas que deberían haberlo defendido y apoyado.[v]
En otras palabras, la lucha personal de David con las preocupaciones, la aflicción y la ansiedad relacionada con sentirse completamente solo y atacado lo llevó a escribir bajo inspiración: Voy a tomar todo esto y echarlo sobre los hombros de mi poderoso Señor.
Este es el punto: no se rinda ante sus circunstancias, entregue sus circunstancias al Salvador. Y eso resulta ser un ultimátum para todo cristiano.
La Afirmación
En segundo lugar, fíjese, aquí viene la afirmación – versículo 7: …porque él tiene cuidado de vosotros.
Así como echar toda nuestra ansiedad sobre Él no es una sugerencia, sino un ultimátum, esta frase no es una pregunta, es una afirmación.
No hay signo de interrogación al final de este versículo. Pedro no escribe: “Echando toda vuestra ansiedad sobre Él porque ¿creo que Él se preocupa por usted? Porque espero que Él sepa lo que está pasando en su vida… No lo sé… no podemos estar seguros, ¿verdad?
No. Pedro, de hecho, usa la palabra para cuidado aquí, lo que implica que alguien tiene interés en otra persona como resultado de pensar, conocer, prever.[vi]
En otras palabras, Jesús no solo se preocupa por usted, sino que vio que el problema, la tristeza, el dolor, el desafío o la dificultad se presentaría en su vida con anticipación… y Él no solo anticipó todo esto, ya que Él se preocupa por usted, Él sabía lo que iba a necesitar con anticipación.
¿Y qué es lo que necesita? Puede ser:
- El valor para no huir
- La sabiduría para empezar de nuevo, o dar el siguiente paso;
- la fuerza para enfrentarse al dragón y la confianza en el gran cazador de dragones: su Salvador Jesucristo.
Así que, note esta maravillosa implicación de la pluma inspirada de Pedro. Tratar de entender la eternidad y la omnisciencia del Señor nos puede causar un gran dolor de cabeza, pero piense en lo siguiente:
- Esa prueba a la que se enfrenta fue en sí misma el resultado de la previsión de Dios;
- y el cuidado que necesitaba para pasar por esa prueba también fue parte de su previsión: Dios ya ha pensado en todo lo que necesitaría de antemano.
Es por eso que, cuando sale de ese capítulo desafiante de su vida, puede ver cómo alguien apareció en el momento correcto, con la palabra correcta, o la cantidad correcta de dinero, o la solución correcta… y siempre estamos un poco sorprendidos.
Y decimos cosas como: “No lo vas a creer, pero:
- en el momento justo sonó mi teléfono.
- o en mi hora más oscura apareció un amigo
- o en el último momento llegó el paquete
- o cuando tenía que estar seguro, llegó la respuesta.
Y adivine qué: Pedro nos informa aquí que así sucedió porque Dios sabía de antemano, y Dios se preocupó y programó exactamente lo que necesitaba… anticipadamente.
El gran misionero Hudson Taylor estaba en Gran Bretaña en una ocasión viajando y predicando. Él vivió con una confianza y una fe tan sencillas en la provisión de Dios. Había dependido del Señor durante casi 50 años sirviendo en China sin ningún apoyo financiero garantizado.
Más de una vez recibió dinero de George Mueller, el director del orfanato, como si George Mueller pudiera darse el lujo de regalar dinero.
Bueno, Hudson Taylor estaba parado en la estación de tren cuando un pastor lo reconoció y se presentó. Estaban esperando el mismo tren y se subieron juntos y se sentaron juntos.
Finalmente, el carrito de comida llegó por el pasillo y el pastor se ofreció a comprar el almuerzo de Hudson Taylor, y disfrutaron de una comida juntos.
Después de un rato, el conductor bajó por el pasillo para vender y/o perforar los boletos para ese tramo del viaje. Hudson titubeó por un segundo y el pastor se ofreció a comprarle el boleto. Después de que el conductor se fuera, el pastor le preguntó a Hudson si realmente tenía dinero. Él sonrió y dijo: “no tengo nada de dinero”. El hombre dijo: “Pero estabas esperando este tren, y necesitabas comer, ¿cómo supiste que vendría y podría ayudarte?”. Hudson Taylor lo miró y le dijo la famosa respuesta por la que había vivido durante muchos años: “Oh, no lo sabía, pero mi Padre sí”.
Mi padre lo sabía. Me encanta leer historias así. Simplemente no me pida que las viva. Prefiero leer sobre ellas.
Matar a esos dragones de la ansiedad implica obedecer un ultimátum… seguido de confiar en esta afirmación.
Echando toda vuestra ansiedad sobre El. . . porque Él tiene cuidado de vosotros.
Por cierto, esta palabra traducida ansiedad es integral. Representa todo lo que podría preocuparle; cualquier cosa por la que pueda perder el sueño; cosas grandes y cosas pequeñas; cosas importantes y cosas triviales. Si está ansioso por eso, a Él le importa.
Podría traducir esta frase toscamente, “para Él es un cuidado por ti”.[vii]
Podemos parafrasearlo de la siguiente manera: lo que sea que esté en su mente, estuvo en Su mente primero: Él conoce el color, el tamaño y la forma de cada dragón al que se enfrentas.
La Aplicación
Entonces, ¿qué hacemos con este ultimátum y esta afirmación? Permítame darle cuatro puntos de aplicación:
-
¡Esto es algo que debe hacer!
Eche sus preocupaciones sobre Él como los discípulos echaron sus mantos sobre el lomo de ese pollino. Tienes que hacer eso, regularmente. La verdad es que a menudo nos cuesta entregarle nuestras preocupaciones a Jesús porque no estamos seguros de que Él va a hacer lo que nosotros queremos con ellas.
Lo que es otra forma de no humillarnos bajo la poderosa mano de Dios, que es lo primero que debemos hacer. Humillarnos bajo el control soberano de Dios precede a entregarle nuestras preocupaciones.
Y eso es porque no solo está echando sus preocupaciones sobre Él, usted mismo se está arrojando a sus brazos. Está entregándole a sus seres queridos. Está entregándole su futuro, sus expectativas, esperanzas y planes. Significa que usted renuncia a tener el control… Reconoce que él lo tiene.
Un autor ilustró vívidamente este texto al escribir que entregarse a Su cuidado se siente saltar en bungee desde un puente alto; ya no tiene el control. . . está totalmente indefenso y dependes de la fuerza de esa banda elástica gigante.[viii]
No es muy alentador ¿o sí? La buena noticia es que Jesús no es una banda elástica, Él no se rompe, Él es el Señor soberano del universo, fiel y oportuno.
En segundo lugar,
-
¡Esto es algo que tiene que creer!
Todas las demás religiones del planeta tienen adherentes que intentan hacer que su dios se preocupe; El cristianismo le da la promesa que nuestro Dios ya lo hace. Él tiene cuidado de vosotros.
Aun así, para usted en este momento, puede que esta sea nada menos que una asombrosa declaración de fe y confianza. En este momento, está en el proceso de confiar en Dios en la oscuridad. Ahora mismo está caminando con Él por el valle.
Podrías escribir en los márgenes del mapa de su vida ahora mismo: ¡Aquí hay dragones! Y sí, hay dragones que matar… especialmente el dragón de la ansiedad.
Recuerde continuamente esta afirmación: Él se preocupa por usted.
El fiel pastor Gardner Taylor, estaba predicando en Luisiana durante la Gran Depresión. La electricidad estaba llegando a esa parte del país, y él estaba en una iglesia rural que tenía solo una pequeña luz colgando del techo para iluminar todo el salón. Era joven e inexperto, pero estaba predicando con pasión cuando en medio de su sermón, de repente, se cortó la electricidad. El edificio quedó completamente a oscuras; El Dr. Taylor no sabía qué decir, siendo un predicador joven. Titubeó buscando palabras hasta que uno de los diáconos sentado en la parte trasera del salón levantó la voz y gritó: “¡Predica, pastor! ¡Todavía podemos ver a Jesús en la oscuridad!”
Guau ¡Esa declaración por sí sola es todo un sermón! A veces, ese es el único momento en que podemos verlo, en la oscuridad. Y Pedro nos está informando que, ya sea que podamos verlo en la oscuridad o no, él puede vernos.[ix]
Podremos perderle el rastro, pero Él nunca nos pierde el rastro. Esta es una afirmación que usted puede obedecer y creer.
En tercer lugar,
-
¡Esto es algo que tiene que practicar!
Cada vez que venga un pensamiento que le trae ansiedad, cuando una preocupación comienza a entrar en su mente, practique lo antes posible la disciplina del rechazo. Decida que no va a lidiar con eso. Se lo va a entregar a Jesús.
Me llamó la atención que esta es una de las pocas veces en la vida en que está bien tirar cosas.
Nunca he tirado una red de pescador; Tampoco he tirado mantas sobre el lomo de un pollino… pero esta imagen es fascinante.
Me hizo pensar en todas esas pelotas de béisbol que lancé cuando jugaba en las ligas menores cuando era niño… hace muchos, muchos años. De hecho, fue literalmente en el siglo pasado.
Todos los equipos eran patrocinados por empresas locales, y recuerdo tener vergüenza porque nuestro patrocinador era una tintorería local llamada “La tintorería del pueblo.” No es exactamente el mejor nombre para un equipo… y éramos tan pequeños y el nombre de la compañía era tan largo, que cuando bordaban “La tintorería del pueblo” en nuestra camiseta, nos terminaba dando vuelta todo el cuerpo.
¿Por qué no podría haber sido algo corto y genial como Adidas? Bueno, Adidas ni siquiera se había inventado para ese entonces.
Me encantaría decirle que era un muy buen lanzador. No lo era. De hecho, después de una temporada, le pregunté al entrenador si podía dejarme en la primera base y no lanzar de nuevo y estuvo de acuerdo – ni me protestó.
Todavía recuerdo lo importante que era calentar para mantenerse ágil, ponerse hielo en el codo después de un partido.
El creyente también necesita desarrollar un buen brazo para lanzar nuestra ansiedad… mantener su espíritu ágil, su fe estirada en oración… poner hielo a sus pensamientos regularmente con la verdad de las escrituras… porque en cualquier momento, necesitará arrojar la preocupación lo más lejos posible, y no solo arrojarla, sino dar en el blanco: se la arrojará al Señor.
Usted está lanzando, y Jesús está cuidando.
- ¿Cómo sabe que Él va a manejar el problema? Él dijo que lo haría;
- ¿Cómo sabe que a Él le importa? Él dijo que así es;
- ¿Cómo sabe que Él está interesado en eso? ¡Él dijo que lo está!
Escuche, si no lo cree, ¡es su palabra contra la de Dios! ¿A quién le va a creer?
- Esto es algo que tiene que hacer;
- Esto es algo que tiene que creer;
- Esto es algo que tiene que practicar.
Finalmente,
-
Este es Alguien en quien tiene que confiar.
Cuando Pedro escribe aquí: Porque Él tiene cuidado de vosotros, él usa el tiempo presente para informarnos que Jesús nunca deja de tener cuidado. Esto es continuo, interminable, nunca cesa, nunca disminuye, nunca se detiene. Él tiene cuidado de usted.
El problema es que dejamos de lanzar. No es que a Jesús le deje de importar. Envíale los dragones.
Conclusión
Concluyo compartiendo una porción de mi biografía favorita de Hudson Taylor. Hubo un momento en que aumentaban las demandas de la Misión al Interior de China. Habían más de 1.000 misioneros en el campo, varias escuelas y edificios de la misión. La necesidad de fondos y las presiones financieras habrían enterrado a otros en la ansiedad y preocupación.
En una ocasión, Hudson Taylor sumó los fondos y descubrió que solo tenían 25 centavos en la cuenta de bancaria de la misión. Él le escribió una nota a su esposa y también a contador: “Tenemos esto: 25 centavos, más todas las promesas de Dios.”[x]
Tenemos 25 centavos, más todas las promesas de Dios.
Pedro nos invita a la profundidad de la fe donde arrojamos, como él solía arrojar sus redes de pesca… echamos nuestras cargas sobre Aquel que nos ha prometido Su cuidado sin fin.
Entonces, eche toda tu ansiedad sobre el Señor, porque Él nunca dejará de cuidarle.
—
[i] Benoit Denizet-Lewis, Why Are More American Teenagers Than Ever Suffering From Anxiety? New York Times Magazine (10-11-2017)
[ii] Alex Williams, Prozac Nation Is Now the United States of Xanax, New York Times (6-10-2017)
[iii] Warren W. Wiersbe, Be Hopeful (David C Cook, 1982), p. 155
[iv] Gerhard Kittle, Theological Dictionary of the New Testament: Volume IV (Eerdmans Publishing, 1967), p. 589
[v] Adapted from John MacArthur, 1 Peter (Moody Publishers), p. 2004, p. 279
[vi] John Phillips, Exploring the Epistles of Peter (Kregel, 2005), p. 197
[vii] D. Edmond Hiebert, 1 Peter (BMH Books, 1984), p. 313
[viii] Adapted from Charles R. Swindoll, Living Insights on James, 1 & 2 Peter (Zondervan, 2010), p. 244
[ix] Adapted from Timothy George’s sermon “Unseen Footprints,” PreachingToday Audio (Issue 290)
[x] Dr. & Mrs. Howard Taylor, Hudson Taylor: Volume II (OMF International, 1918), p. 256