Introducción
Si fuera a preguntarle cual fue uno de los factores más importantes que desencadenó en la caída la monarquía rusa, el asesinato del Zar Nicolás II y su familia, el surgimiento de un hombre llamado Lenin y el comunismo ruso – si fuera a preguntarle cual fue una de las causas fundamentales que preparó el camino para todo esto, es muy poco probable que en su respuesta mencione a un hombre llamado Grigory Yefimovich
Cuando Grigory aún era un adolescente, él llegó a tener una reputación por dos cosas: en primer lugar, él era conocido por predecir ciertos aspectos del futuro – y evidentemente tuvo el suficiente éxito en sus predicciones para ser considerado un joven con conexiones espirituales.
Él también era conocido por su estilo de vida inmoral. Tanto así que las personas del pueblo lo conocían por el sobrenombre Rasputín, que significa “perversión o libertinaje.”
Cuando Rasputín tenia 22 años, hizo un peregrinaje con motivos espirituales al monte Athos en Grecia. Allí, él se colocó bajo la influencia de una secta religiosa conocida como los Flagelantes. Ellos creían que pecar era necesario para la salvación – entre más uno pecara más segura era su salvación. Dos años más tarde, Rasputín reapareció en Rusia donde fue considerado como un hombre religioso… un hombre santo incluso. Él hacía encantamientos e hipnosis que parecían ayudar a algunos de los enfermos en el pueblo… y mientras tanto el continuó con su estilo de vida inmoral.
Eventualmente, Él llegó a St. Petersburgo, donde la sociedad estaba muy interesada en el mundo de lo oculto y los espíritus. El rápidamente llegó a ser conocido como un sacerdote que podía conectarse con el mundo de los espíritus, y que incluso podía sanar a algunos enfermos.
Cuando la familia del Zar Nicolás se enteró de él y lo invitaron a su hogar para que sanara a su hijo que sufría de hemofilia. A través de hipnosis, Rasputín fue capaz de aliviar un poco el sufrimiento de su hijo. Por esa razón, Rasputín fue bienvenido en el palacio como un amigo cercano y confiable – Alexandra llego a reverenciarlo como un hombre enviado por Dios para salvar a su hijo, y el reino de su esposo. Aun después de que Alexandra recibiera reporte tras reporte de la vida inmoral de Rasputín y sus escándalos financieros, ella rehusó hacer algo al respecto – ella siempre protegió a este hombre que tenía el poder de ayudar a su hijo.
Cuando la Primera Guerra Mundial estalló en Europa, el Zar Nicolás tomó el mando del ejército, delegándole aún más poder Alexandra y a Rasputín en Rusia.
Líderes claves fueron exiliados, instituciones fueron desbaratadas, la economía y la moral pública tocaron fondo. Huelgas y disturbios estallaron en la capital. Rumores empezaron a circular acerca de la relación entre Rasputín y Alexandra.
Un grupo del gabinete conspiró secretamente para matar a Rasputín. La noche del 30 de diciembre de 1916, Rasputín fue invitado a lo que él pensó era una fiesta – allí el recibió una copa de vino envenenado, luego le dispararon cuando trato de escapar. Luego, lo ataron y lo arrojaron a un rio donde murió ahogado.
El daño que causó en la monarquía rusa fue irreparable. Algunos amigos de Rasputín aún estaban al poder, y el Zar había perdido credibilidad, junto con la reina Alexandra. Todo estaba listo para una revolución.
Solo tres meses más adelante, el Zar Nicolás y su familia fueron asesinados brutalmente por un grupo de rebeldes rusos llamados Bolcheviques. El vacío de poder fue llenado por el líder de esos rebeldes cuyo sobrenombre era Vladimir Lenin, quien trajo consigo las nuevas ideas del Marxismo.
A su llegada al poder le guiarían tres años de guerra civil. Al final, el pueblo ruso nunca obtuvo lo que le habían prometido.
Un historiador escribió, “si no hubiera habido un Rasputín, tampoco habría habido un Lenin – sin Lenin no se habría habido propagado el comunismo ateo a través del imperio Soviético por casi 100 años. ¿Cual fue el factor detrás de todo esto? Un hombre influenciado por el demonio, lleno ambiciones malévolas. No tengo duda que Satanás es un experto determinado a influenciar y engañar.
Cuan seguido solo se necesita un solo individuo – en el lugar correcto, en el momento correcto – con la teología incorrecta y con un corazón rebelde para causar un desastre.
Lecciones de las Últimas Horas de Saúl
Unos de los días más oscuros de Israel están a punto de comenzar; y detrás de todo esto, se encuentra un rey desobediente, quien, en su desesperación, decidió involucrarse con el mundo de lo oculto.
Si la imagen de Saúl no estaba ya profundamente manchada, lo que él hace en sus últimas 48 horas de vida, es terminar de arruinarla por completo. Él va a añadir leña al fuego. Él va a buscar el consejo de una bruja – de una médium – una mujer que supuestamente podía comunicarse con el mundo de los espíritus. Y así Saúl va a rebelarse más contra el Señor mientras se mete al espiritismo.
Ya que la vida y muerte de Saúl están relacionadas íntimamente con la vida de David y su pronta coronación como rey, me gustaría que pausemos por un momento y estudiemos las últimas horas de vida de Saúl y aprendamos algunas lecciones importantes a partir de ellas.
Vamos a dividir este estudio en tres puntos principales.
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Primero, Vemos la Tragedia de Vivir una Vida sin Arrepentimiento.
Para estudiar las últimas horas de Saúl de forma cronológica, necesitamos volver al capítulo 28 de primero Samuel. Allí, el capítulo comienza informándonos que los filisteos están reuniendo fuerzas para pelear contra Israel.
Mientras tanto, Saúl ha estado tan preocupado, tan obsesionado con David, que ha ignorado el creciente peligro que presentan los filisteos.[i]
Él ha estado tan concentrado en matar a David que ha puesto en riesgo a su propio reino y la seguridad de su propia nación.
Los filisteos han estado afilando sus espadas y Saúl ni se ha dado cuenta. Pero los filisteos sí que han estado observando a Saúl… y saben que el momento perfecto para la guerra ha llegado.
Si estuvo con nosotros en nuestro último estudio, recordará que en esta precisa ocasión, el rey filisteo, Aquis, invita a David, quien ha estado viviendo en su territorio y fingiendo lealtad a filistea, a que pelee junto a él contra los Israelitas. David queda arrinconado y se ve obligado a ir con Aquis a la guerra.
Si David peleaba en aquella batalla, él habría sido cómplice de la muerte del rey Saúl y sus hijos.
Por la providencia de Dios, los otros reyes filisteos rechazan la ayuda David y sus hombres de guerra y los envían devuelta a casa. Mientras esto está sucediendo desde la perspectiva de David en los capítulos 29 y 30, esto es lo que está pasando en la vida de Saúl.
Note el versículo 3 del capítulo 28.
Ya Samuel había muerto, y todo Israel lo había lamentado, y le habían sepultado en Ramá, su ciudad. Y Saúl había arrojado de la tierra a los encantadores y adivinos.
En otras palabras, toda forma de ocultismo estaba prohibida en Israel. Los adivinos, los canalizadores de espíritus, los que prometían contactarse con los muertos – todos ellos fueron censurados o expulsados de Israel según la ley de Dios.
Porque no todo es actuación, humo y abracadabras, sino porque es peligroso y destructivo… y porque distraía a Israel, que debía seguir la palabra y la voluntad de Dios, revelada a través de los profetas – no las palabras de algún adivino.
Este versículo está aquí no solo para dar un poco de contexto, sino para mostrar cuan irónico e inconsecuente es lo que va a pasar después con Saúl.
Ahora note el versículo 4.
Se juntaron, pues, los filisteos, y vinieron y acamparon en Sunem; y Saúl juntó a todo Israel, y acamparon en Gilboa (que es una montaña a todo esto). Y cuando vio Saúl el campamento de los filisteos, tuvo miedo, y se turbó su corazón en gran manera.
El verbo turbarse literalmente significa temblar – es la misma palabra que se usa para describir cuando el monte Sinaí se estremeció mientras Dios descendía para entregar la ley de Moisés.[ii]
Saúl está literalmente temblando de miedo.
Note el versículo 6.
Y consultó Saúl a Jehová; pero Jehová no le respondió ni por sueños, ni por Urim ni por profetas.
Entre paréntesis, El Urim era uno de los objetos especiales que usaban los sacerdotes para recibir la revelación de la voluntad de Dios. No sabemos cómo funcionaba, pero si sabemos que Dios respondía si, o no a través de ese método.
Ahora Saúl obviamente tiene unos cuantos problemas en su vida y necesita un consejo. Él ha perdido a su comandante más brillante y exitoso, David, quien nunca había perdido una sola batalla.[iii]
Él ha perdido contacto y comunión con Dios. Él no está preparado para esta batalla y realmente no parece tener un plan. Así que antes de salir a la batalla, él quiere saber si va a poder ganar o no.
“Si o no”
Y los cielos guardan silencio.
Unos de las palabras más tristes que Saúl dijo en su vida se encuentran el versículo 15, cuando lamenta que Dios no le responde. En el versículo 15 el recalca el hecho de que Dios se había apartado de él y que ya no le respondía mas.
David va a revelarnos el porqué de esta situación a partir de su propia experiencia, cuando el escribe en el Salmo 66:18, Si en mi corazón hubiese yo mirado a la iniquidad, el Señor no me habría escuchado.
Ahora, David no está diciendo que Dios literalmente no escucha cuando rehusamos arrepentirnos de un pecado, porque sabemos a partir de la Escritura que Dios es omnipresente y omnisciente, y Él realmente lo escucha todo. De hecho, Él sabe lo que vamos a decir antes de que lo digamos.
Lo que David quiere decir es que Dios no va a atender a nuestra oración cuando nuestro corazón no se ha arrepentido.
Lo que es trágico aquí, es que Saúl ha escogido desobedecer, en vez de adorar y honrar a Dios. Uno no puede hacer las dos cosas al mismo tiempo.
Chuck Swindoll contó acerca de una situación que vivió varios años atrás cuando, una tarde, fue de visita al hospital. Mientras él caminaba por el estacionamiento, vio al esposo de la mujer que había ido a visitar. Los dos asistían a su iglesia. El hombre estaba parado en la entrada del hospital, fumando. El hombre vio que Swindoll venía caminando hacia donde estaba – aún lejos – y evidentemente no quería que su pastor lo viera fumando; así que, metió su mano junto con el cigarrillo encendido en el bolsillo. Swindoll comentó, “justo había decidido ir a conversar con él por un rato.” Mientras conversaban el hombre se puso rojo, y se movía nerviosamente mientras el humo salía de su bolsillo. Finalmente, Chuck Swindoll se rió y le dijo, “¿mire, porque no mejor lo termina?” El hombre respondió “¿que terminar qué?” y se fue apurado en medio de una nube de humo.
Querido oyente, no podemos ir a Dios por consejo o comunión, no podemos acercarnos a Él con una necesidad mientras, al mismo tiempo, estamos tratando de esconder algo de Su presencia.
Saúl está quejándose, “Dios no me responde… Dios no me presta atención” Y al mismo tiempo está guardando un corazón desobediente en medio de sus vestimentas reales, y él lo sabe.
Él puede ahora escuchar los gritos de guerra de los filisteos, pero no puede oír la voz de Dios.[iv]
Esta es la tragedia de una vida sin arrepentimiento.
En segundo lugar, permítame destacar:
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La Realidad del Mundo Espiritual.
Mire conmigo el versículo 7.
Entonces Saúl dijo a sus criados: Buscadme una mujer que tenga espíritu de adivinación, para que yo vaya a ella y por medio de ella pregunte. Y sus criados le respondieron: He aquí hay una mujer en Endor que tiene espíritu de adivinación.
Evidentemente, esta era una de las médiums que había escapado de Israel. En hebreo, a ella se la describe como una mujer que era maestra en la necromancia.[v]
En otras palabras, ella consultaba a los muertos para poder adivinar el futuro.
Saúl ha rechazado a los profetas y a la palabra de Dios – su desobediencia ha bloqueado su comunión con Dios.
Y es interesante que Dios usa la visita de Saúl a esta médium – esta bruja de Endor – para reiterar y reafirmar su juicio contra Saúl.
Note lo que pasa después – versículo 8.
Y se disfrazó Saúl, y se puso otros vestidos, y se fue con dos hombres, y vinieron a aquella mujer de noche; y él dijo: Yo te ruego que me adivines por el espíritu de adivinación, y me hagas subir a quien yo te dijere. Y la mujer le dijo: He aquí tú sabes lo que Saúl ha hecho, cómo ha cortado de la tierra a los evocadores y a los adivinos. ¿Por qué, pues, pones tropiezo a mi vida, para hacerme morir? Entonces Saúl le juró por Jehová, diciendo: Vive Jehová, que ningún mal te vendrá por esto.
Ridículo ¿verdad? Saúl le jura a esta bruja en el nombre del Dios a quien rehúsa obedecer o reconocer.
Note el versículo 11.
La mujer entonces dijo: ¿A quién te haré venir? Y él respondió: Hazme venir a Samuel. Y viendo la mujer a Samuel, clamó en alta voz.
En otras palabras, la mujer gritó de susto… lo que es chistoso; ella evidentemente no estaba esperando que eso pasara. Y a todo esto, Samuel aparecer antes de que ella lo llame con algún encantamiento, o trance, o cualquier otra cosa.
A propósito, Dios puede hacer eso, de la misma forma que Él trajo a Moisés y a Elías para conversar con Jesús en el monte de la transfiguración.[vi]
Ahora, mucho se ha debatido si este era o no Samuel. ¿Como sabemos fue verdaderamente Samuel el que habló de parte del Señor, y no un demonio o cualquier otro muerto?
Bueno, le voy a dar cinco razones por la que creo que fue Samuel.
- Primero, porque la mujer lo vio y lo describió – en sus propias palabras – diciendo en el versículo 14, veo a un dios que sube de la tierra – y ella luego lo describe como un hombre anciano cubierto de un manto.
- Segundo, porque Saúl lo reconoció y se inclinó delante de él, por respeto.
- Tercero, porque el texto bíblico nos dice que fue Samuel – tres veces, de hecho.
- Cuarto, porque el mensaje que entregó fue el mismo que le había entregado a Saúl años atrás cuando Dios pronuncio juicio en su contra por no arrepentirse – versículos 16-18.[vii]
- Y una razón más, porque Samuel sabía el futuro
Los muertos no saben el futuro – no más de lo que los vivos lo pueden conocer – a través de la revelación de Dios.
Sin embargo, tenga en mente que hay demonios en todas partes del mundo, y ellos pueden comunicarse rápidamente entre ellos.
Uno de ellos puede leer su correo electrónico – o ver esa carta que le enviaron dos días atrás, pero que todavía no le ha llegado. Ellos saben cuál era sobrenombre de su abuelo y el nombre de su mascota favorita también.
El diablo tiene recursos y puede usar muchos métodos para engañar. Así que no trivializamos el mundo espiritual, pero tampoco nos enfocamos en ellos y ciertamente no le pedimos información.
Ni el diablo ni ningún demonio, conoce el futuro. Pueden especular… y conocen las profecías bíblicas, pero eso es todo.
Sin embargo, mire cuan especifica es la profecía de Samuel – quien obviamente está profetizando de parte de Dios – note el versículo 19. Y Jehová entregará a Israel también contigo en manos de los filisteos; y mañana estaréis conmigo, tú y tus hijos;
En otras palabras, mañana vas a estar muerto.
El profeta Samuel le había dado un mensaje de juicio, pero también le había dado una última oportunidad de arrepentirse.
Habría sido fantástico leer que Saúl cayó de rodillas y rogó a Dios por misericordia y perdón. Sin embargo, leemos en el versículo 20 que Saúl cayó al suelo y tuvo mucho miedo por las palabras de Samuel. Y él no tenía fuerzas, porque no había comido en todo el día y toda la noche – y no leemos de ningún susurro de arrepentimiento por su pecado, ningún ruego para que el Dios de Samuel lo perdonara.
Por el contrario, los siguientes versículos nos dicen que él cena con una bruja y obviamente llega a la conclusión de que nada malo le va a pasar – porque él come y se va, sin siquiera considerar la palabra de Dios – de que esa iba a ser su ultima cena.
Él va a ir a la batalla con sus hijos, aunque Samuel había profetizado su derrota y muerte – quizás él pensó, voy a poder salirme con las mías de alguna forma… Seguro que lo imaginé todo… quizás puedo escapar de la muerte.
La cita de Saúl con la muerte va a tomar lugar tal como Samuel le había anunciado. Y, a todo esto, nosotros también, querido oyente, un día vamos a tener nuestra cita con la muerte… ¿está preparado? ¿Ha arreglado sus cuentas con Dios, a través de colocar su fe en Jesucristo? Espero que así sea.
El capítulo 31, nos cuenta las sangrientas noticias de la cita de Saúl con la muerte. Los filisteos derrotan a Israel, los hijos de Saúl mueren en batalla, y Saúl, que termina herido de muerte, decide echarse sobre su propia espada, para acabar con su propia vida antes de que algún filisteo lo encuentre.
Este es el día que los filisteos habían estado anticipando por años. Ellos encuentran a Saúl, le quitan su armadura, y la colocan en el templo de su diosa.
Luego celebran su victoria, atribuyéndola a fortaleza de su ejército y sus dioses falsos. Saúl se convierte en motivo de burla, y todos en filistea se burlan de Dios por no haber podido proteger al rey de su pueblo.
Un autor escribió, “Saúl había escogido día a día vivir en desobediencia. Él fue un hombre totalmente ingrato con Dios, quien le había dado todo, incluido el reino. El vivió con una actitud que decía, “No necesito a Dios. Voy a vivir como yo quiera, y morir como yo quiera.”[viii]
Aquí vemos la tragedia de vivir una vida sin arrepentimiento. Vemos la realidad del mundo espiritual.
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Tercero, vemos las consecuencias de un corazón inquebrantable
Los israelitas ahora se encuentran huyendo. El ejército está diezmado y dividido. Israel ahora vuelve derrotado, habiendo perdido todo el territorio que había conseguido desde que Saúl había asumido al trono.[ix]
Pasaría un día o dos antes de que David escuchara las noticias de la muerte de Saúl.
Pero detrás de toda las malas noticias y esta trágica serie de eventos, sabemos que Dios está en control, y que Él no ha acabado con Israel. Este es solo el comienzo.
Conclusión
Permítame concluir con algunas similitudes entre la escena que acabamos de estudiar y la escena en el monte calvario.
Sé que esto suena extraño – comparar la muerte de Saúl con la muerte de Jesús, pero considere el hecho que la muerte de Saúl pareció marcar el fin de toda esperanza nacional. Cuando Saúl murió, muchas personas pensaron seguramente, “este es el fin para Israel– los filisteos seguramente van a terminar conquistarnos ahora.”
En una forma similar, la muerte de Cristo pareció ser el fin de toda esperanza espiritual. El enemigo parecía haber ganado. Parecía que el Salvador, el Mesías había muerto definitivamente, y con él, toda esperanza de un cielo y un reino eterno.
La muerte de Saúl preparó el camino para un plan totalmente nuevo, y marcó el comienzo del reino de David, de cuyo linaje vino el Mesías. Cuando Jesús murió, el preparó el camino para el comienzo de un nuevo linaje de redimidos – la iglesia.[x]
La muerte de Saúl llevó a que una persona que nunca se esperaría que llegara a ser un rey, se sentara sobre el trono – un pastorcito desconocido de una familia pobre. También, la muerte de Jesús y su gracia salvadora – ha tocado la vida de personas de las que nunca se esperaría mucho – personas como usted y yo – para que podamos sentarnos en el trono como coherederos y corregentes con Cristo.
La muerte del rey Saúl concluye el libro de primero Samuel… pero un segundo libro está a punto de abrirse, contándonos acerca del reinado de David. La muerte de Jesucristo concluyó el libro de su sufrimiento… pero otro libro está a punto de abrirse… cuando el venga en gloria y se siente sobre sobre el trono de David en su glorioso reino eterno.
El rey va a llegar a Jerusalén y su reinado va a comenzar sobre la tierra… y nosotros, personas de las que nunca se esperaría tal privilegio, nosotros reinaremos con Él.
Un libro ha terminado… pero otro libro está a punto de ser abierto… un libro lleno de gloria y esplendor … y está a solo un par de páginas de distancia.
Este manuscrito pertenece a Stephen Davey, predicado el día 02/03/2014
© Copyright 2014 Stephen Davey
Todos los derechos reservados
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[i] J. Carl Laney, First and Second Samuel (Moody Press, 1982), p. 77.
[ii] Ibid.
[iii] Phillip Keller, David: I (Word Books, 1985), p. 175.
[iv] Davis, p. 150.
[v] Laney, p. 78.
[vi] Keller, p. 177.
[vii] Laney, p. 79.
[viii] Charles R. Swindoll, David: Man of Passion & Destiny (Word Publishing, 1997), p. 123.
[ix] Kenneth L. Chafin, 1, 2 Samuel (Word Books, 1989), p. 233.
[x] Adapted from Swindoll, p. 125.