Una de las características clave de nuestra cultura es la expectativa de que deberíamos tener todo lo que queremos – lo cual nos guía a demostrar nuestra apreciación hacia los demás con mucho menos frecuencia de lo que deberíamos.
También nos lleva a quejarnos por muchas más cosas de lo que es aun razonable.
Me encontré con esta ilustración que desafortunadamente prueba este punto. Es una serie de notas y comentarios recibidos por los empleados de un Parque Nacional, conocido por sus senderos y vistas espectaculares.
Aquí van unas críticas que recibieron con el pasar de los años:
- Los senderos necesitan ser más anchos para que las personas puedan caminar juntas tomadas de las manos
- Los senderos necesitan ser pavimentados para que sean más fáciles de limpiar en el invierno
- Los lugares donde no hay senderos no están bien señalizados
- Por favor, eviten hacer senderos que van en subida
- Necesitan colocar teleféricos en algunos lugares cerca de los senderos para así disfrutar de las hermosas vistas sin tener que caminar.
- Deberían instalar escaleras en áreas que son empinadas
- Sería bueno tener un restaurante donde terminan los senderos
- Los coyotes hicieron mucho ruido anoche y no me dejaron dormir. Por favor, quiten a estos molestos animales.
- Un pequeño venado vino a mi campamento y se robó mi jarra de pepinillos. ¿Hay alguna forma de reembolso? Por favor, llamar a este número
- Una más: Hay demasiados insectos, arañas, y telarañas. Por favor, rocíen el bosque con insecticida para eliminar estas pestes.[i]
Yo estaría tentado a responder por escrito, “preferimos a las arañas antes que a usted – ellas nunca se quejan.” O algo un poco más diplomático.
Una de las características del mundo, según Romanos 1, es que rehúsa darle gracias a Dios por su creación – y sus atributos, y su gracia a través de todo lo que nos ha dado. Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias (Romanos 1:21).
Un espíritu desagradecido es una marca distintiva del incrédulo. Y por eso también sabemos que un espíritu de gratitud debería ser una de nuestras marcas distintivas como creyentes. Pero solo el saberlo no hace que se vuelva más fácil hacerlo.
Observe a alguien que conoce como agradecer a Dios por su gracia extravagante – la cual se demuestra en tantas formas que ni siquiera estamos conscientes de ellas cada día – observe a esa persona agradecida y descubrirá en ella una facilidad y una disposición a agradecer a otras personas alrededor de ellas también.
En vez de quejarse por la forma que la gente actúa, o por las cosas que no funcionan como esperan, o por el transporte público, estas personas encuentran la forma de enviar una palabra de agradecimiento y ánimo a los demás.
Un escritor lo puso de esta forma: Las oraciones de agradecimiento más maduras no son aquellas ofrecidas por las bendiciones obvias, sino aquellas dadas en gratitud por los obstáculos superados, por las cosas aprendidas y por las ayudas recibidas en momentos de necesidad.[ii]
Así es exactamente como encontramos al apóstol Pablo. Él está en un momento en su vida donde las cosas no han salido como esperaba; él ha estado desilusionado por la aparente falta de preocupación de los creyentes en Roma donde él está ahora bajo arresto domiciliario.
Lo que fácilmente podemos olvidar cuando leemos esta Carta a los Filipenses es el hecho de que Pablo está diciendo “gracias” no solo a Dios, sino también a otras personas.
De hecho, este es uno de los motivos de por qué Pablo está enviando esta carta – para agradecer a esta iglesia sus oraciones y su apoyo financiero. Imagine, escribir una carta de agradecimiento mientras esta encadenado.
Sam Gordon escribió en su comentario que esta carta es la carta de agradecimiento más famosa en la historia de la iglesia – y concuerdo con él.[iii]
Así que le invito a abrir esta carta de agradecimiento en el capítulo 4, versículo 15 donde concluimos en nuestro último estudio.
Lo que quiero hacer es ir a través de varios versículos y darle 5 frases que básicamente destacan el mensaje de esta carta de agradecimiento. Esta es la primera.
- Gracias por ser fieles participes en mi ministerio.
Note el versículo 15. Y sabéis también vosotros, oh filipenses, que, al principio de la predicación del evangelio, cuando partí de Macedonia, ninguna iglesia participó conmigo en razón de dar y recibir, sino vosotros solos.
Pablo les está recordando los comienzos de su ministerio. Cuando él llegó por primera vez a la ciudad de Filipos, en la región llamada Macedonia, no había cristianos, no había iglesia, y nunca un misionero había pisado esa zona. Pablo fue el primero en llegar.
Para el tiempo en que Pablo se fue de Filipos, sin antes haber causado disturbios por predicar y haber sido metido a la cárcel, una iglesia se estaba juntando en el hogar de la primera convertida de la ciudad – y de hecho, de toda Europa – una mujer adinerada llamada Lidia.
Los miembros de esta iglesia incluían una joven esclava, recientemente exorcizada por Pablo que había puesto su fe en Cristo. También estaba la familia entera del carcelero de la penitenciaria local. El había sido salvo después de un terremoto que abrió todas las celdas de la cárcel, pero que gracias a Pablo y Silas ningún prisionero aprovechó para escapar.
Pero Pablo no necesitaba agregar ningún comentario histórico en esta carta de gratitud – es más, el comienza en el versículo 15 diciendo básicamente, ustedes ya saben todo esto.
La generosidad de la iglesia en Filipos hacia Pablo tiene ya una larga historia.[iv]
Y desde su visita inicial, esta iglesia ha permanecido leal y apoyando a Pablo, enviándole ofrendas de tanto en tanto. Y ya que Pablo estaba moviéndose constantemente, a veces le perdían el rastro – como cuando Pablo llegó a Roma.
Pero tan pronto como las noticias les llegaron de que Pablo estaba bajo arresto – de que no tenía nada y que le faltaba de todo – que no podía trabajar o predicar libremente – que pasaba frio durante los meses de invierno – inmediatamente los Filipenses juntaron recursos y enviaron a Epafrodito a encontrarlo.[v]
Pablo típicamente era capaz de sustentarse en sus viajes misioneros al llevar consigo sus herramientas para hacer tiendas. Su práctica general era auto-sustentarse. De hecho, el rehusó recibir ofrendas de parte de los creyentes en Corinto porque podría haber causado un malentendido.
Pero ahora está bajo arresto. Pablo depende de otros – y la palabra que llama la atención en el versículo 15 es la palabra solos.
Solo los Filipenses le enviaron apoyo práctico a Pablo, lo cual significaba que Pablo estaba efectivamente solo. Paremos por un momento y pensemos en lo que eso significa. Para ese punto en el ministerio de Pablo, donde docenas y docenas de iglesias habían sido establecidas – ninguna de ellas – habían captado la visión y el valor del Apóstol Pablo. Todos los demás simplemente, como que se olvidaron de él.
Una de las razones por la que la iglesia en Filipos vale la pena ser recordada, es porque ellos lo recordaron.[vi]
Y su apoyo material y financiero hacia Pablo era realmente una acción de gracias por lo que Pablo había hecho en sus propias vidas.
Con esto en mente, sería bueno parar y desafiarnos a asegurarnos de que agradecemos a aquellas personas que Dios ha usado espiritualmente en nuestras vidas – ese padre, esa madre, ese profesor, aquel mentor, la persona que lo guió a Cristo, quizás el pastor que lo bautizó o le enseño la Biblia.
No lo digo para que me manden dinero o que me escriban cosas lindas a mi correo. Un chocolate sería suficiente. No, es broma. Por favor, no lo haga.
Tome tiempo para escribir su propia carta de agradecimiento a alguien que lo ayudó a crecer en su fe.
Ahora, me gustaría señalar el hecho de que Pablo no describe aquí su apoyo financiero como dinero. Note que él lo llama aquí en el versículo 15, participación.
La palabra traducida participar es la palabra que Pablo ya ha usado antes en el capítulo 1 cuando se refirió a su participación o comunión en el evangelio (1:3-5).
Esta palabra participación es la palabra koinonia, de la raíz koinon y significa participación activa. Aun en el capítulo uno, Pablo también usa la misma palabra para describir esta iglesia como participantes con él de la gracia.[vii]
El está diciendo, “Por todos estos años, hemos estado participando juntos, no solamente experimentando la gracia extravagante de Dios, sino que también entregándola a través del mensaje del evangelio.”
Aquí en el capítulo 4, Pablo una vez más usa esa misma palabra mientras escribe: ustedes han participado conmigo en este asunto.
Si, Pablo insinúa, yo he predicado y viajado, pero porque ustedes me apoyaron y oraron por mí, somos todos igualmente participes y compañeros.
Y entre líneas, podemos ver una enorme lealtad de parte de Filipos hacia Pablo. Otras iglesias habían empezado a criticar a Pablo – en sus métodos e incluso su énfasis en su mensaje de gracia.
La iglesia en Roma parece haber llegado a la conclusión, como ya lo hemos estudiado previamente, que Pablo tiene bien merecido su encarcelamiento y que todo esto es su culpa.
Los Filipenses no siguieron la corriente del pensamiento popular acerca de Pablo.
Y cuando Pablo recibe esta ofrenda de parte de los Filipenses – el transparentemente les dice en esta carta de agradecimiento que nadie más – solo ustedes – han permanecido conmigo y me han apoyado.
Querido oyente, ¿puede imaginarse lo que esto dice acerca de todas las otras iglesias? Cualquiera haya la razón, ellos lo desaprovecharon. ¡lo desaprovecharon!
Pablo incluso menciona aquí en el versículo 16 que aun a Tesalónica – una ciudad que estaba cerca de Filipos – me enviasteis una y otra vez para mis necesidades. ¿dónde estaban los otros? No se nos dice. Pero los Filipenses nunca abandonaron a Pablo y nunca lo olvidaron.
Pablo les dice algo más. No solamente gracias por ser fieles participes en mi ministerio, sino que, en segundo lugar,
- Ustedes comparten mi recompensa
Versículo 17. No es que busque dádivas, sino que busco fruto que abunde en vuestra cuenta.
En otras palabras, estoy emocionadísimo de recibir sus ofrendas no solo por lo que significan para mí, sino por lo que eso significa para ustedes.
Este regalo abunda, aumenta en su cuenta lo que Dios un día les dará.
Pablo está usando terminología bancaria aquí. El presente participio traducido “abundar” – fruto que abunde en vuestra cuenta – es una palabra que se refiere a la multiplicación de un interés compuesto.
Pablo está diciendo, “saquen sus calculadoras espirituales, sus regalos hacia mi están multiplicando sus intereses espirituales lo cual va a ir directamente a su cuenta ministerial de frutos.”[viii]
Como si Pablo estuviera insinuando en su carta de agradecimiento – Amigos, no hay otra iglesia que me considera digna de inversión – pero ustedes si – y les puedo asegurar que su inversión esta incluso ahora multiplicando sus dividendos espirituales.
Siempre que invertimos en el ministerio de alguien – siempre que participamos financieramente en esfuerzos evangelísticos, no estamos simplemente regalando algo, realmente estamos invirtiendo en acciones de alto rendimiento cuyos dividendos durarán por siempre.
Nadie pensó que Pablo era digno de invertir en el – con excepción de los Filipenses… e imagine incluso hasta el día de hoy – incluso en nuestras propias vidas mientras estudiamos esta carta, ellos siguen siendo de impacto – impactando nuestras vidas.
Y aquí estamos, 1900 años más tarde diciendo, nos gustaría ser como ellos.
Pero imagine como todas las otras iglesias desaprovecharon al misionero más importante de la historia de la iglesia – y el evangelista más estratégico que alguna vez pisó la tierra.
No puedo imaginarme el potencial que Dios nos ha dado a través de nuestro seminario – un seminario que nació aquí en esta iglesia. No pierda de vista el gran potencial que tiene.
Nos tomó 10 años de desarrollo llegar a 75 estudiantes graduados; en los últimos 3 años hemos tenido otros 75 graduados. El potencial está creciendo – como un interés compuesto… no lo desaproveche.
Misioneros y pastores y consejeros y maestros y líderes ministeriales, fueron entrenados aquí, invirtieron aquí, oraron aquí, y ahora están sirviendo en 25 estados diferentes en el país y 9 países alrededor del mundo.
Ese es solo un ejemplo. Pero mire a su alrededor y piense en que oportunidades quizá hoy está desaprovechando para incrementar y abundar en fruto espiritual.
Pablo escribe; gracias por ser mis fieles coparticipes, ustedes comparten mi recompensa.
En tercer lugar, Pablo escribe
- Su generosidad me ayudó en todo lo que necesitaba
Note el versículo 18. Pero todo lo he recibido, y tengo abundancia; estoy lleno, habiendo recibido de Epafrodito lo que enviasteis.
Pablo dice lo mismo de tres formas distintas para enfatizar su gratitud.
- primero el escribe, todo lo he recibido – esta frase tiene una connotación comercial ya que usa un vocabulario que hace alusión a un pago que finiquita todas las deudas que una persona pueda tener.
Y, por supuesto, sabemos que Pablo debía renta – la casa donde estaba arrestado no era gratis y Pablo le debía al gobierno Romano.
Esta ofrenda, sin duda, había saldado su cuenta en relación a su renta y otras cosas más.
- Luego él escribe, tengo abundancia. Este verbo griego puede ser traducido, tengo en exceso – literalmente tengo más que suficiente.[ix]
- Finalmente, Pablo dice, estoy lleno. Lo que significa que está completamente abastecido. En términos contemporáneos, Pablo estaría diciendo que su refrigerador, su armario, su cuenta de banco están bien abastecidas.
No apenas… sino completamente abastecidos. Este es un desafío para nosotros como iglesia y como individuos. No seamos tacaños. seamos generosos. Preocupémonos de los misioneros y oremos por ellos.
Y cuando vengan a visitar, ayudémosles. No les demos cosas que nadie más quiere o que ya están todas gastadas.
Me senté hace unos años atrás en el hogar de uno de nuestros misioneros que vive en un país al Este de Europa. Le pregunté cosas acerca del apoyo que recibía de parte de las iglesias. Me contó de las típicas cosas que pasan, pero luego me contó algo que me sorprendió – para mal.
Me contó que uno de sus compañeros de ministerio había recibido de una de las iglesias que lo apoyaba, en más de una ocasión, cajas de bolsas de té usadas… si, usadas. Le dije, “esto tiene que ser una broma.” No lo era.
Luego, me mostró un gran barril en su armario lleno de ropa enviada de parte de iglesias – se rió y me dijo que les presta esa ropa a todos los hijos de misioneros para que los usen como disfraces y se diviertan un rato. Me dijo, “ninguno de nuestros hijos querría salir a la calle usando esta ropa vieja y desgastada.” Mientras me contaba todo esto, noté que no estaba resentidos o amargado – simplemente lo tomaban como si nada. Pero más que nada, sentían tristeza – no por ellos mismos – sino por las iglesias.
Toda iglesia que fracasa en ser generosa en lo que respecta al evangelio es una iglesia pobre espiritualmente.
Y la razón que no es generosa – y envían ropa gastada y bolsas de té usadas – es porque sus corazones y su visión y su fe está totalmente debilitada.
La forma en que usted y yo damos dinero y cosas materiales al Señor y sus siervos es realmente una ventana a través de la cual Dios – y otros – pueden efectivamente ver nuestros corazones. Me pregunto que ve Dios y los otros en nuestra iglesia.
Pero aquí está la parte alentadora de la carta de agradecimiento de Pablo. Reconozca que no está regalando nada; usted está invirtiendo en la compañía más grande del planeta.
No pude sino pensar en Hudson Taylor – un gran misionero, fundador de la Misión al interior de China en 1865. Enormemente marginado, malentendido, criticado. Primordialmente porque hizo lo impensado.
Hudson Taylor se rasuró la mitad de su cabeza, la parte del frente, se tiño el pelo de negro, se dejó una trenza y usó la vestimenta de profesor chino.
Muchas iglesias y colaboradores que lo apoyaban desde Inglaterra dejaron de apoyarle. Solo años después, el mundo se dio cuenta del tesoro que Hudson Taylor realmente era.
Un hombre se quedó con él desde sus primeros días – su nombre era George Mueller. Generalmente pensamos en George Mueller necesitando levantar su propio sustento, y él lo hizo. Pero lo que muchos no saben es del fiel y continuo apoyo dado de parte este anciano en la fe para este joven misionero en China.
Él le envió una carta a Hudson que decía, “querido hermano, el trabajo del Señor en China pesa cada día mas en mi corazón, y por lo tanto he estado deseando y orando para ser capaz de asistirte más y más con dinero así también en oración. Últimamente he tenido especialmente un deseo de ayudar a los queridos hermanos y hermanas que están contigo. Mi objetivo principal es decirte que te amo en el Señor y que oro todos los días por ti. Pensé que sería de ánimo para ti en tus dificultades, pruebas, adversidades, y desilusiones oír de uno más que te aprecia y te recuerda delante del Señor.”
Dentro de la misma carta había un cheque que hoy en día equivaldría a unos $1000 dólares. Al pasar de los años, los montos incrementaron hasta que George Mueller le estaba enviando a Hudson Taylor, un equivalente a $75.000 dólares cada año.[x]
¿Piensa usted que Mueller regalo algo? Oh, no – el había visto lo que pocos pudieron ver – una enorme inversión – y los intereses en su cuenta siguen multiplicándose hasta el día de hoy.
Nunca piense que cuando da dinero o cosas materiales por la causa del evangelio, esta simplemente entregando algo.
No está entregando nada… usted está invirtiendo en la eternidad… y puede permitirse ser generoso.
Y Pablo ahora provee aún más incentivos para dar generosa y sacrificialmente. En cuarto lugar, Pablo le dice a los Filipenses,
- Dios ha tomado nota de lo que han hecho por mí.
Note la última parte del versículo 18. habiendo recibido de Epafrodito lo que enviasteis; olor fragante, sacrificio acepto, agradable a Dios.
Pablo cambia su vocabulario bancario a uno relacionado con el templo; y él quiere que entendamos que las ofrendas son como sacrificios sobre el altar para la gloria de Dios.[xi]
Pablo está aludiendo a las ofrendas que se hacían en los tiempos del Antiguo Testamento. Estos sacrificios podían ser de grano, o animales, y los aromas que ascendían eran por así decirlo agradables a Dios.
Este lenguaje es usado metafóricamente para el creyente en otras partes de la escritura.
- David dice que los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado (Salmo 51:17)
- Pablo instó a los creyentes en Roma a presentar sus cuerpos en sacrificio vivo, santo agradable a Dios (Romanos 12:1).
- El escritor de Hebreos exhortó a sus lectores a ofrecer siempre a Dios, por medio de él, sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan su nombre (Hebreos 13:15); También en el versículo 16 agrega, de hacer bien y de la ayuda mutua no os olvidéis; porque de tales sacrificios se agrada Dios.
Y ahora aquí en Filipenses, Pablo quiere que entiendan que ellos no le han dado simplemente un poco de dinero; él quiere que entiendan que ellos han dado algo que no ha pasado desapercibido para Dios.
No fue un retiro financiero – fue una adoración espiritual.
- ¿Sabe que es lo que ha hecho cuando puso dinero en la ofrenda?
- ¿Sabe que es lo que ha hecho cuando compró comestibles para una familia en necesidad?
- ¿Sabe que es lo que ha hecho cuando le escribió un cheque a ese estudiante que está preparándose para el ministerio?
- ¿Sabe que es lo que ha hecho cuando le ofreció su casa a un siervo del Señor para que descanse, o su vehículo para viajar, o un pasaje en avión?
Pablo querría que usted entendiera que sus ofrendas no solo tienen que ver con su estado financiero, sino que con su adoración. Usted construyó un altar y sobre él puso su ofrenda que trajo un aroma agradable a la misma presencia de Dios – sacrificio acepto…agradable a Dios.
Y ahora Pablo agrega estas maravillosas palabras de aliento para estos necesitados creyentes Filipenses que le dieron aun a pesar de su propia pobreza.
Pablo escribe en quinto lugar.
- Dios responderá a sus necesidades tal como ustedes respondieron a la mía.
Versículo 19. Mi Dios pues suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.
Mi Dios – me encanta – no cualquier dios – no los dioses del panteón griego o romano… no los dioses de los egipcios o los atenienses… pero mi Dios – mi Dios verdadero – el suplirá todo lo que necesitan.
Queridos Filipenses, ustedes dieron de su pobreza, pero Dios les va a dar – note, conforme a sus riquezas.
Esta frase puede ser entendida como: en cambio por como ustedes me han dado, Dios va a suplir todas sus necesidades tan generosamente como solo Dios puede hacerlo.[xii]
Y Pablo dice, él les suplirá conforme a sus riquezas. Esto es lo que significa: suponga que necesito un poco de dinero y usted tiene un millón de dólares. Si yo le presentara mi necesidad a usted y usted me diera un cheque por $10 dólares, usted me estaría dando conforme a sus riquezas. Pero si usted me diera un cheque en blanco y me dijera, escriba el monto que necesita, hasta un millón de dólares – usted estaría dándome conforme a sus riquezas.[xiii]
Eso es exactamente lo que Pablo enfatiza aquí – note, Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria, en Cristo Jesús.
Ahora tenga en mente que el contexto inmediato aquí tiene relación con Dios supliendo las necesidades de los Filipenses tal como ellos han suplido las necesidades de Pablo.
Pablo no está diciendo aquí que Dios le dará al cristiano un cheque en blanco para lo que sea que quiera o para lo que sea que cree que necesita.
Hemos aprendido en nuestro último estudio, a partir del versículo 13 – todo lo puedo en Cristo que me fortalece – que Pablo no está diciendo, que podemos hacer todo lo que queremos. Y ahora el versículo 15 que podemos tener todo lo que queremos.
La promesa aquí simplemente es esta:
Podemos hacer todo lo que Dios quiere que hagamos. Vamos a tener todo lo que Dios quiere que tengamos. Dios nos dará lo que realmente necesitamos como resultado de dar nuestro tiempo y posesiones para ayudar a otros en necesidad.
Ese es el contexto inmediato. El contexto más amplio es que Dios ha prometido suplir nuestras necesidades – necesidades legitimas que Dios se ha propuesto a suplir. El va a suplir nuestras necesidades, no nuestra codicia.
Jesús nos enseñó a orar por nuestro pan de cada día, no por el postre.
- Ninguna ofrenda que damos pasa desapercibida para Dios
- Ninguna necesidad que tengamos nosotros pasa tampoco desapercibida para Él.
Esto no significa que nunca vamos a tener necesidades en la vida – pero significa que Dios, en su tiempo nos va a satisfacer.
Hudson Taylor escribió después de un tiempo devastador de perdida y sufrimiento en la misión allí en China – él escribió a sus amigos lo siguiente, “No puedo leer, no puedo pensar, ni siquiera puedo orar… pero puedo confiar.”
En una ocasión, su fe fue realmente probada; Hudson Taylor escribió a un socio de ministerio “tengo 25 centavos en mi cuenta – piénselo, 25 centavos mas todas las promesas de Dios.[xiv]
Al escribirle una carta de agradecimiento a George Mueller en una ocasión que su ofrenda había llegado justo a tiempo, Hudson Taylor le escribió “nuestra fe nunca había sido tan probada; y la fidelidad de Dios nunca había sido tan experimentada.[xv]
Cuando pasa a través de estas circunstancias termina confiando más en Dios; poniendo su fe en Él; adorándole, dándole gloria; esperando en su provisión.
Y es la razón por la que Pablo termina esta carta de agradecimiento con una doxología – como si dijera, “ok, ahora cantemos.”
Versículo 20. Al Dios y Padre nuestro sea gloria por los siglos de los siglos. Amén.
Note como él cambia de decir mi Dios en el versículo 19, a nuestro Dios en el versículo 20.
Pablo está diciendo, canten esta doxología conmigo – le daremos la gloria por los siglos de los siglos.”
Y cuando Pablo escribe amen – lo cual significa, “así sea” – o “si, es verdad,” él está invitando a toda la asamblea en Filipos a responder diciendo “amen.” [xvi]
O sea, el tono de esta carta habría sido algo como: al Dios y Padre nuestro sea gloria por los siglos de los siglos, ¿Amen? Y toda la congregación respondería – Amen.
En otras palabras, Pablo concluye diciendo, “¿¡Que podemos hacer sino adorar a Dios por su gracia extravagante, por su fiel provisión, y por su gloria infinita!?”
A Dios, el Padre celestial
al Hijo, nuestro Redentor;
al eterno Consolador,
unidos, todos alabad.
—
[i] Adapted from Mike Neifert, Light and Life (February 1997), p. 27
[ii] Fleming Rutledge, The Bible and The New York Times (Eerdmans, 1999); submitted by Aaron Goerner, Utica, New York; citation:www.preachingtoday.com
[iii] Sam Gordon, An Odyssey of Joy: The Message of Philippians (Ambassador, 2004), p. 179
[iv] William Barclay, The Letters to the Philippians, Colossians, and Thessalonians (Westminster Press, 1975), p. 86
[v] Adapted from James Montgomery Boice, Philippians (Baker Books, 2000), p. 252
[vi] Boice, p. 251
[vii] R. Kent Hughes, Philippians: The Fellowship of the Gospel (Crossway Books, 2007), p. 190
[viii] Adapted from Hughes, p. 192
[ix] John MacArthur, Philippians (Moody Publishers, 2001), p. 307
[x] Adapted from Howard Taylor, Hudson Taylor and the China Inland Mission: Volume One (OMF, 1996), p. 183
[xi] Warren Wiersbe, Be Joyful; Philippians (Victor Books, 1978), p. 126
[xii] Adapted from David E. Garland, Philippians: The Expositor’s Bible Commentary: Volume 12 (Zondervan, 2006), p. 260
[xiii] Adapted from J. Dwight Pentecost, The Joy of Living: A Study of Philippians (Zondervan, 1973), p. 244
[xiv] Hudson Taylor, Volume 2, p. 256
[xv] Hudson Taylor, Volume 2, p. 257
[xvi] Adapted from G. Walter Hansen, The Letter to the Philippians (Eerdmans, 2009), p. 328