Introducción
He leído – y he descubierto que es muy cierto – que cada cultura, de hecho, cada corazón humano anhela intuitivamente algún tipo de respuesta a estas 6 preguntas profundas:
- ¿Existe realmente un Dios?
- ¿De dónde vengo?
- ¿Qué determina el bien o el mal?
- ¿Por qué a veces me siento mal por mi comportamiento?
- ¿Dónde encajo yo en el flujo de la historia?
- ¿Qué me pasará después de morir?[i]
Encienda la tele en el Discovery Channel o el Animal Planet o lea la revista de National Geographic o cualquier libro de ciencias o historia y descubrirá que las respuestas a esas 6 preguntas son básicamente:
- No existe un Dios creador;
- Eres el resultado de millones de años de evolución;
- Usted determina lo que es correcto o incorrecto por sí mismo;
- Los malos sentimientos que tiene son culturalmente condicionados y necesita superarlos;
Como escribió un evolucionista – de manera totalmente consistente con sus creencias: “No hay razón para suponer que los códigos morales existentes reflejan alguna verdad superior captada por inspiración divina”. “En cambio”, escribe, “la moralidad es simplemente una idea que evolucionó en la mente humana como una herramienta para incrementar el éxito reproductivo; lo que sea que lleve nuestros genes a la próxima generación es moralmente correcto”. El concluye diciendo, “tanto los hombres como las mujeres son biológicamente programados para ser infieles a sus cónyuges… la devoción monógama de por vida no es natural”.[ii]
Seguramente, ese es el tipo de persona con el que le gustaría que se case su hija, ¿verdad?
El evolucionista responde a la cuarta pregunta, ¿dónde encajo yo en el flujo de la historia? diciendo:
- Usted no encaja en el flujo de la historia más que como un invasor del planeta – y, por cierto, la raza humana está interfiriendo con la paz y armonía de la naturaleza. Somos animales evolucionados y egoístas que solo destruyen el planeta.
- y en cuanto a la última pregunta, después de su muerte, todo se termina.
Es importante entender que todas esas ideas derivan de la respuesta a la primera pregunta: ¿hay realmente un Dios que me creó? Porque si lo hay, Él tendría un propósito para mí, un estándar de moralidad para mí, un lugar en la historia para mí y un futuro después de la muerte para mí.
La verdad es que sus creencias en cuanto a los orígenes del planeta determinan sus creencias en cuanto a su destino.
Muchos no saben que Charles Darwin, en un principio, le atribuyó a Dios la creación de las primeras formas de vida. Pero para 1871, el ya habría rechazado a Dios y escribió: “Podríamos concebir que en algún pequeño estanque cálido, con todo tipo de amoníaco y sales fosfóricas, luz, calor y electricidad, se formó químicamente un compuesto proteico listo para sufrir cambios aún más complejos”.[iii]
No importa que el estanque, el amoníaco, la electricidad, la luz y el calor tuvo que venir de alguna parte.
Y no importa que toda la evidencia que tenemos de tantas disciplinas científicas nos muestra que la complejidad no se desarrolla a partir de la simplicidad; las cosas no se vuelven más complejas, no evolucionan, se deterioran.
Un premio Nobel y profesor de Harvard admitió el desafío que enfrenta la creencia occidental en la evolución y el origen de la vida cuando dijo: “Uno sólo tiene que contemplar la magnitud de esto para [admitir] que la generación espontánea de un organismo vivo es imposible”. Pero luego agrega: “Sin embargo, aquí estamos, el resultado de una generación espontánea”.[iv]
No es de extrañar que Erwin Lutzer escribió en una ocasión: “Simplemente no tengo la suficiente fe como para ser un evolucionista”.
El diseño y la complejidad de incluso las formas de vida más simples son asombrosas. Incluso los evolucionistas ahora están usando frases como “azar dirigido” y “fuerza vital” y “predestinación bioquímica” – eso debe ser para los evolucionistas reformados, supongo.
Por cierto, Darwin escribió esta confesión personal más tarde en la vida, en una carta, que, dicho sea de paso, nunca aparece en los libros del colegio o en los canales de televisión. Él escribió: “Lamento decir que, honestamente, no puedo llegar tan lejos como tú con respecto al concepto de diseño. Soy consciente de que estoy en un completo lío sin esperanza. No puedo pensar que el mundo, tal como lo vemos, sea el resultado del azar y, sin embargo, no puedo considerar cada cosa por separado como el resultado del Diseño… de nuevo digo que estoy, y permaneceré para siempre, en un lío sin esperanza”.[v]
Querido oyente, Darwin francamente necesitaba un héroe que lo ayudara a salir de ese lío. Desafortunadamente, eligió el “azar” como el héroe de la historia.
Darwin vivió en Londres durante los días de mayor desarrollo espiritual y predicación; varios pastores estaban llenando sus iglesias con la exposición bíblica, incluidos Joseph Parker y Charles Spurgeon. D. L. Moody había llegado a Inglaterra y grandes avivamientos se produjeron mientras Darwin publicaba y defendía su teoría.
Tristemente, la mayoría de la gente rechazaría la explicación bíblica de un Creador a favor de la suya.
Este no es un problema nuevo. A lo largo de la historia, han existido muchas teorías de los orígenes en un intento de negar a Dios y aún responder a las preguntas más básicas de la vida: quiénes somos, de dónde venimos, tenemos un propósito, cómo encajamos en la historia, y qué sucede después de morir.
Oh, pero ahora somos mucho más inteligentes que antes. ¡Incluso podemos reemplazar al Dios Creador! Dicen algunos.
Lo que me recuerda la parábola donde dos científicos tuvieron una audiencia con Dios y le dijeron: “Hemos desarrollado tantos procesos que creemos que podemos crear un ser humano tal como Tú lo hiciste”. Dios les dijo: “Está bien”. Los científicos se agacharon y agarraron un puñado de tierra para comenzar y Dios dijo: “No, no, vayan a buscar su propia tierra… Yo también creé eso”.
Por la Fe Entendemos
Ahora tal vez esté pensando, “¿Qué tiene que ver esto con nuestro estudio de Hebreos? ¿Pensé que estábamos estudiando Hebreos 11?”
Lo estamos. Lo que pasa es que el primer héroe mencionado en Hebreos 11 no es otro que nuestro Dios Creador.
Él es el héroe supremo de la historia. No es la casualidad, más tiempo, y más tiempo, y miles de millones de años más de tiempo. No, Dios, el Creador de todas las cosas.
Él es la respuesta a quiénes somos, de dónde venimos, por qué existimos y dónde está nuestro futuro después de la muerte.
Y estas son las buenas noticias: todos nosotros podemos convertirnos en demostraciones de fe en la vida, basándonos en el hecho de que Dios es el creador de la vida.
Así que no es de extrañar que la primera persona que encontramos en este capítulo de héroes de la fe sea nuestro Dios Creador.
Note el versículo 3 del capítulo 11; Por la fe (Le animo a subrayar esa frase; aparecerá 17 veces más en este capítulo). Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía.
Me encanta la combinación de estas palabras: “Por la fe entendemos”.
Nuestra fe le da sentido a nuestro mundo. Nuestra fe en un Creador aclara la cuestión del origen, el propósito y e importancia del ser humano.
En otras palabras, esta es la forma de salir del lío.
Note que no está escrito, “por la fe entendemos todo”. No, por la fe entendemos, básicamente, que Dios lo hizo todo.
La palabra traducida “entender”, viene de la palabra griega que se refiere a la capacidad de percibir. Un erudito en griego dijo que esta palabra significa percibir con inteligencia reflexiva.[vi]
En otras palabras, usted mira la naturaleza y el mundo que lo rodea y percibe que debe haber habido un creador; Tal como cuando mira un reloj y los mecanismos que lo hacen funcionar y percibe inteligentemente que debe haber un relojero que lo hizo.
Un autor creó una parábola en la que unos ratones construyeron un nido y se quedaron a vivir dentro de la base de un piano vertical. La música del instrumento pronto llenó su pequeño mundo e inundó de armonía cada rincón oscuro. Al principio, la música impresionó a los ratones. Se sintieron reconfortados y maravillados al pensar que había alguien ahí afuera produciendo la música. Aunque no lo podían ver, sabían que alguien estaba arriba, pero cerca de ellos, tocando el piano. Les encantaba hablar y pensar en el Gran Pianista al que no podían ver. Entonces, un día, un atrevido ratón se subió a una parte del piano y regresó para decirles a los demás que había descubierto cómo se producía la música. Las cuerdas eran el secreto: cuerdas bien estiradas, de distintas longitudes que vibraban formaban la música. Por lo tanto, debemos reconsiderar nuestras antiguas creencias, terminó diciendo. Nadie, salvo los más conservadores, continuó creyendo en el Pianista Invisible. Más tarde, otro explorador regresó y continuó explicando que los martillos eran el origen secreto de la música. Una gran cantidad de martillos saltando y golpeando las cuerdas producían el sonido. La armonía era una cuestión de matemáticas y la música era todo el resultado de la mecánica. El Pianista Invisible llegó a considerarse como un mito, aunque el pianista siguió tocando.[vii]
Por la fe creemos en un Pianista porque escuchamos la armonía de la música; creemos en un diseñador por el diseño que vemos a nuestro alrededor; al igual que creemos en la existencia del viento, aunque no podamos verlo… solo podemos ver sus efectos.
Y por sus efectos percibimos con inteligencia su existencia.
También se nos dice aquí en este versículo que es por la fe que entendemos que el universo fue constituido por la palabra de Dios. La palabra traducida “constituido” es una palabra que significa “equipar”.[viii]
Cuando se va de viaje, empaca todo lo que sabe que va a necesitar. Y según el relato de Génesis, reiterado aquí en Hebreos, la tierra de fue equipada para la vida desde el principio.
Lo que significa que Dios creó la tierra y el reino animal con la apariencia de edad para que funcionara.
De hecho, si viajara en el tiempo a esos primeros 6 días de la creación y llegara momentos después de la creación de Adán. Notaría que Adán no era un bebé, sino a un hombre adulto. Usted podría hablar con él ya que fue creado con la capacidad de comunicarse y funcionar. Si llegara a la conclusión de que Adán tenía más de una hora de vida, estaría equivocado. Él fue creado completamente maduro.[ix]
Y esa es la forma en que Dios creó el mundo y sus habitantes. Hebreos nos dice que Dios lo creó completamente equipado para la vida.
De hecho, Dios tuvo que haberlo hecho de esa manera, de lo contrario, Adán no habría tenido nada para comer.
En Génesis 1:11 se nos dice que Dios creó árboles que ya estaban maduros y que daban fruto. Una vez más, uno supondría que el árbol tenía varios años de vida. Pero acababa de ser creado y ya estaba totalmente equipado para sustentar la vida de los animales y la humanidad que comerían su fruto sin tener que esperar un año o más para que creciera y diese frutos mientras se morían de hambre.
Génesis 1 nos informa que Dios creó un universo en pleno funcionamiento. Lo que significa que el sol, la luna y las estrellas fueron creados con su luz y propiedades ya beneficiando a la tierra.
Un roble ya tenía 9 metros de altura para brindar sombra y protección, lo que significa que, si lo cortara, contaría el número apropiado de anillos de crecimiento, porque ahora sabemos que los anillos de crecimiento del árbol no son solo signos de la edad, sino también sirven como parte del sistema vascular del árbol, lo que es esencial para su salud y fortaleza.[x]
Entonces, écheles un vistazo a los árboles, las estrellas y el sol, el reino animal, a Adán y Eva, y encontrará un planeta equipado para la vida en el momento de la creación.
¿Y cómo lo hizo Dios? ¿Durante miles de millones de años? Note nuevamente lo que dice Hebreos 11: Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios.
Él habló y existió. En el principio creó Dios los cielos y la tierra.
Totalmente equipados en una semana para sostener la vida. y cuanto más aprendemos sobre nuestro planeta, más reconocemos cuántas cosas necesitaban existir inmediatamente para sostener la vida.
Lo que la evolución considera como nada menos que asombrosas coincidencias que hacen que el universo sea apto para la vida, nosotros sabemos que provino de la mente omnisciente y el poder ilimitado de Dios. Desde las propiedades moleculares del agua hasta el equilibrio de las cargas eléctricas en el protón y el electrón, toda la estructura del universo físico esta equilibrada y diseñada para sustentar la vida en la Tierra.[xi]
¿Dice la Biblia en este texto que Dios creó algunas cosas en su etapa inicial para que luego evolucionaran durante miles de millones de años?
No, lea más en este versículo; de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía.
En otras palabras, Dios no usó cosas visibles para crear el mundo y el reino animal y el universo. Las únicas excepciones fueron Adán y Eva como está escrito en Génesis.
A Adán lo hizo del polvo de la tierra para recordarle a la humanidad que su cuerpo no va a durar para siempre – polvo es y al polvo volverá; y a Eva la creó a partir de la costilla de Adán para revelar que su diseño es que la mujer sea sumisa y dependa de su marido, mientras que al mismo tiempo se asocia con él como alguien que pertenece a su lado.
Todo eso para decir, la Biblia no deja espacio para creer que Dios creó un poco de amoníaco en un pequeño estanque cálido en algún lugar y luego lo programó para que evolucione durante miles de millones de años.
Génesis 1:1 – En el principio, creó Dios…
Por cierto, ese verbo traducido “crear” contiene la idea de que Dios creó todo de la nada. No solo eso, sino que esta palabra también transmite el concepto de falta de esfuerzo. Facilidad.[xii]
Me encanta esto. Dios creó todo lo que existe – la maravillosa, vasta, e increíblemente compleja creación – y note esto, para Él, fue fácil.
¡Fácil!
Él es mi héroe… ¿Es el suyo también?
David escribió: Por la palabra de Jehová fueron hechos los cielos, y todo el ejército de ellos por el aliento de su boca… Teman delante de él todos los habitantes del mundo.
En otras palabras, ¿no debería ser ese el resultado al percibir inteligentemente la verdad de la creación?
David continúa escribiendo,
Porque él dijo, y fue hecho; El mandó, y existió…
El consejo de Jehová permanecerá para siempre;
Los pensamientos de su corazón por todas las generaciones…
Bienaventurada la nación cuyo Dios es Jehová,
(Salmo 33:6-12)
Qué trágico es saber que vivimos en una nación cuyo Dios no es Jehová – donde incluso hablar de un universo creado por Dios es considerado absurdo – un insulto al intelecto humano.
Como he dicho antes, estamos viendo a nuestro mundo borrar la firma del Pintor de Su obra.
Un profesor de universidad defendió abiertamente la decisión de cualquier profesor de reprobar a cualquier estudiante de su clase, sin importar su registro de calificaciones, si ese profesor descubre que el estudiante cree en la creación”.[xiii]
Otro profesor escribió en la Revista del Centro Nacional de Educación Científica: “No se debe confiar en ningún defensor de tal propaganda (hablando del creacionismo) para que enseñe clases de ciencia o administre programas de ciencia en cualquier lugar o en ninguna circunstancia; además, si alguno lo está haciendo ahora, debería ser despedido”.[xiv]
El mundo que rechaza a Dios está enceguecido y como Darwin dijo, está en un lío sin esperanza.
Pero esta es la forma de salir del lío… Por la fe entienda que el universo fue constituido por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía.
Y cuando lo hace, descubre las respuestas a esas 6 preguntas fundamentales de la vida.
Conclusión
Permítame concluir nuestro estudio dándole tres principios alentadores que vienen por consecuencia de la verdad de la creación:
- Si la palabra de Dios fue suficiente para equipar al universo para sostener la vida, Su palabra es suficiente para sostener su vida.
En otras palabras, si por la fe puede confiar en Dios por lo que hizo miles de años atrás, por la fe puede confiar en Él por lo que sucedió ayer; lo que pasó hoy… y lo que podría pasar mañana.
Puede confiar en Él: Él ha equipado su coche para el viaje que ha preparado especialmente para usted.
- En segundo lugar, si Dios conocía todos los detalles necesarios para crearlo; Él conoce todos los detalles necesarios para redimirlo.
Sin Dios, no hay esperanza. Solo hay un vacío y una gran falta de propósito y valor en la vida.
Pero, En el principio era el verbo y el verbo era con Dios y el verbo era Dios – y el verbo se hizo carne y habitó entre nosotros. (Juan 1:1 y 14)
Dios vino. Y Aquel que tuvo el poder y el conocimiento para crearnos, tuvo el poder y el conocimiento para redimirnos.
Y a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios. (Juan 1:12)
Querido oyente, su creencia de los orígenes determina su destino.
Usted existe gracias a Su plan creativo; está equipado con una brújula moral; es libre de la culpa del pecado que sabes que ha cometido cuando se acerca a Él, arrepentido y confiando en la obra de Jesucristo en la cruz. Usted tiene un propósito al servirle y tiene un futuro preparado por él.
Y tenga en cuenta que este no es solo un pequeño tema del cual podemos debatir. Un día de juicio viene sobre el mundo entero que se presentará ante el Dios Creador.
Ya sea que lo nieguen o lo acepten, todos, un día, tendrán que presentarse delante de Él.
Una historia para niños cuenta que Dos figuras de madera se despiertan y se encuentran sobre un viejo periódico bajo el sol ardiente. Una figura está pintada de amarillo y la otra de rosa.
De repente, Amarillo se sienta y pregunta: “¿Sabes lo que estamos haciendo aquí?”
Así comienza un debate entre las dos marionetas sobre el origen de su existencia.
Rosa examina sus características bien formadas y concluye: “Alguien debe habernos creado”.
Amarillo no está de acuerdo. “Yo digo que somos un accidente”, dice y empieza a describir cómo cree que pudo haber sucedido. Una rama pudo haberse desprendido de un árbol y caer sobre una roca afilada, dividiendo un extremo de la rama convirtiéndolo en estas dos piernas. Entonces, el viento podría haber enviado la rama rodando colina abajo hasta que se astilló y le dio forma. Quizás un relámpago cayó de tal manera que astilló la madera convirtiéndola en brazos y dedos. Los ojos se pudieron formar gracias a los pájaros carpinteros que perforaron la madera. Con suficiente tiempo. Mil, un millón, tal vez dos millones y medio de años, podrían suceder muchas cosas inusuales”, dice Amarillo. “¿Por qué nosotros no?”
Las dos figuras discuten por un tiempo hasta que finalmente, su discusión se interrumpe por la aparición de un hombre que sale de una casa cercana. Él se acerca a las marionetas, las recoge y revisa su pintura. “Mmm… ya están listas”, comenta, y poniéndolos debajo del brazo, se dirige de regreso a la casa.
Amarillo, mirando por debajo del brazo del hombre, le susurra al oído a Rosa: “¿Quién es este tipo?”
¿No es esa precisamente la pregunta que todos debemos responder?[xv]
La primera de las 6 preguntas existenciales del ser humano es ¿Existe un Dios? seguido de, ¿de dónde vengo? y terminando con, ¿que sucede después de que muera?
Sin embargo, nuestro creador no nos ha dejado como a Amarillo y a Rosa. La palabra de Dios nos revela quién es Él y responde a nuestras preguntas existenciales.
No es casualidad que el apóstol Pedro predicara el primer sermón de la era del Nuevo Testamento y proclamó en su sermón la verdad de la creación y terminó con un llamado al arrepentimiento y la entrega a este Señor Viviente.
Si la palabra de Dios fue suficiente para equipar al universo para sostener la vida, Su palabra es suficiente para sostener su vida.
Si Dios supo todos los detalles necesarios para crearle; Él conoce todos los detalles necesarios para redimirle.
- En tercer lugar, si Dios creó los cielos y la tierra, Él es capaz de crear un cielo nuevo y una tierra nueva.
Cada vez que la Biblia menciona la creación, la describe como un evento pasado y completo: una obra inmediata de Dios sin miles de millones de años necesarios para que la tierra funcione como lo hace hoy.
Cada vez que la Biblia menciona la nueva creación, también la describe como una creación instantánea. Habla de una ciudad completa con calles doradas y puertas de perlas.
Cuando Jesús dijo en Juan 14 que iba a preparar un lugar para nosotros, no significó que se iba a poner el overol e iba a trabajar hasta que nos lleve al cielo. No hay andamios en el cielo. El apóstol Juan recibió un tour por el cielo hace 2.000 años y ya estaba terminado.
Piense en esto, si a un evolucionista se le concediera dar un recorrido por el cielo, miraría las calles de oro y trataría de calcular cuántos años y cuántas minas de oro se habrán necesitado para sacar todo ese oro y luego cuánto tiempo habría llevado refinarlo todo, y luego moldearlo y colocarlo en la calle.
Miraría las puertas de perla y pensaría ¿Cuánto tiempo habría tardado esa pobre ostra en formar esa perla?
No. Todo fue creado por la palabra de Dios.
La creación está ligada al evangelio. El primer Libro de la Biblia nos da la descripción de este mundo y el último Libro de la Biblia nos da una descripción del próximo mundo.
Y ese durará para siempre.
Creemos eso por fe – una fe sustentada por la fiel revelación de Dios – una fe respaldada por cada descubrimiento en el mundo de la naturaleza a medida que nuestro conocimiento continúa expandiéndose con respecto a la increíble complejidad y el magnífico diseño de la naturaleza.
El capítulo 11 de Hebreos lo expresó de la manera más simple posible: Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía. Y con eso, la lista de héroes ha comenzado, y el primer héroe de la lista es, apropiadamente, el héroe supremo… quien no es otro que nuestro Dios Creador.
[i] Adapted from Darrell W. Johnson, The Glory of Preaching (InterVarsity, 2009), p. 67
[ii] Quoted in World Magazine, April 22, 2000, p. 21
[iii] Erwin Lutzer, Twelve Myths Americans Believe (Moody, 1993), p. 32
[iv] John MacArthur, The Battle for the Beginning (W Publishing Group, 2001), p. 40
[v] Roy B. Zuck, General Editor, Vital Apologetic Issues (Kregel, 1995), p. 123
[vi] Kenneth S. Wuest, Hebrews in the Greek New Testament (Eerdmans, 1969), p. 195
[vii] R. Kent Hughes, Hebrews: Volume 2 (Crossway, 1993), p. 64
[viii] Fritz Rienecker/Cleon Rogers, Linguistic Key to the Greek New Testament (Regency, 1976), p. 706
[ix] MacArthur, p. 55
[x] Ibid, p. 55
[xi] Charles Colson and Nancy Pearcey, How Now Shall We Live? (Tyndale House, 1999), p. 98
[xii] R. Kent Hughes, Genesis (Crossway, 2004), p. 19
[xiii] Kendrick Frazier, “Competence and Controversy,” Skeptical Inquirer (Volume 8, Fall 1983), pp. 2-5
[xiv] John Patterson, “Do Scientists and Educators Discriminate Unfairly Against Creationists?” Journal of the National Center for Science Education, Fall 1984, p. 19
[xv] Charles Colson and Nancy Pearcey, How Now Shall We Live? (Tyndale House, 1999), p. )