Introducción
No es inusual hablar con alguien que se ha resistido al mensaje del evangelio hasta que le ocurre algo dramático.
La iglesia está llena de personas que llegaron a Cristo a través de algún tipo de dificultad que abrió su corazón al mensaje del evangelio. Dios en Su misericordia les permitió atravesar un profundo valle de sufrimiento o pérdida para llevarlos al lugar donde recibieron el evangelio.
Recuerdo haber visitado a un joven en el hospital que había escuchado y rechazado el evangelio durante años, pero después de recibir un disparo y apenas escapar de la muerte, su exterior duro se transformó en tierna receptividad y confió en Cristo.
El cuerpo de Cristo está lleno de testimonios de creyentes que eran tibios, hasta que sucedió algo traumático en sus vidas que los llevó a un punto en el que realmente se comprometieron a cambiar en algún aspecto de obediencia o entrega a la voluntad de Dios.
No hace mucho leí la biografía de John MacArthur, un pastor que ha predicado fielmente por más de 40 años en la misma iglesia. Me imagino que varios en la audiencia lo han escuchado en la radio o han leído alguno de sus libros y comentarios.
Lo entrevistaron para su 40 aniversario como pastor. Allí contó el incidente en el que Dios realmente le llamó la atención. Él estaba en el asiento del pasajero de un automóvil que avanzaba a toda velocidad por la carretera con otros cinco estudiantes universitarios, a unos 120 kilómetros por hora. El conductor perdió el control. el auto terminó volteándose sobre el techo y patinó por la carretera por varios metros.
Nadie usaba los cinturones de seguridad en esos días, pero sorprendentemente ninguno de los otros chicos salió disparado del auto cuando se volcó. John dijo que la razón por la que el auto no siguió dando vueltas fue porque su puerta se abrió cuando el auto volcó, y la puerta actuó como una abrazadera. John fue el único estudiante literalmente expulsado del coche. Dice que recuerda ir deslizándose por la carretera sobre su espalda al lado del automóvil. Él dijo: “Podía verlo girando a mi lado” mientras ambos patinábamos por la carretera. Él no se rompió ningún hueso, pero pasaría meses en el hospital recuperándose, ya que, toda la parte posterior de su cuerpo estaba incrustada con asfalto y algunas partes de la espalda y la parte inferior de su cuerpo se rasparon hasta el hueso.
Él dijo en esa entrevista que fue entonces cuando aceptó el diseño de Dios para su vida.[i]
No tengo duda alguna de que, dada la oportunidad, cada uno de nosotros podría contar su propia historia de lo que Dios hizo para abrir nuestros ojos al evangelio, o quebrantar nuestra voluntad ya siendo creyentes, para someter algún área de nuestra vida a Su voluntad.
De hecho, estoy seguro de que lo que más le preocupa ahora es caminar con Dios tan consistentemente como le sea posible. Quiere más que nada que el legado de su vida se resuma de la siguiente manera: Usted caminó con Dios.
¿No le parecería útil si tuviéramos un ejemplo de cómo luce ese tipo de vida? ¿No le gustaría tener un ejemplo de carne y hueso que demostrara ese tipo de legado para nosotros?
En su gracia, Dios nos ha proporcionado un ejemplo a través del próximo héroe de la fe que encontramos en nuestro estudio de Hebreos.
Su nombre es Enoc y la Biblia lo menciona en tres pasajes diferentes. Lo encontramos aquí, en Hebreos 11:5; En Génesis 5 y en la pequeña carta de Judas, casi al final de la Biblia.
La Vida de Enoc
Lo que quiero hacer hoy es reconstruir la biografía de Enoc reuniendo estos tres pasajes bíblicos. Y quiero hacerlo en orden consecutivo, como él lo habría vivido.
Con eso en mente, la Carta de Judas registra la primera declaración cronológica de la biografía de Enoc; y es esta:
- Enoc fue la séptima generación desde Adán
Eso lo encontramos en el versículo 14 de Judas.
Ahora, ¿por qué es importante recalcar eso? Es decir, ¿es esa alguna especie de declaración impresionante sobre su pedigrí? Como si fuera descendiente de una familia influyente; o es un pariente lejano de un rey o presidente. Bueno, ese no es el punto aquí.
Si estudia a los descendientes de Adán, notará que Enoc venía de un linaje piadoso de creyentes. Fue el séptimo descendiente del linaje de Set, el hijo de Adán.
Y esta frase en particular nos lleva a notar quien fue la séptima generación del linaje de Caín, el otro hijo de Adán. El séptimo en la descendencia de Caín fue Lamec. Y había un mundo de diferencia entre Enoc y Lamec.
Génesis capítulo 4 registra los descendientes de Caín y Génesis capítulo 5 registra los descendientes de Set. Ahora, no se confunda cuando estudie estas dos genealogías, porque en ambas hay hombres llamados Enoc y Lamec. Así que, tiene que observar si Enoc y Lamec descendieron o no de Caín, el linaje impío, o de Set, el linaje piadoso.
Lamec, el descendiente de Caín, era la personificación de la impiedad. Él se jactó de haber matado a un niño por ofenderlo.
De hecho, en Génesis 4, él se jacta de ser 70 veces más malvado que su antepasado, Caín, quien fue el primer asesino del mundo. “Já, Caín no es nadie comparado conmigo.”
Agregue a eso el hecho de que Lamec fue el primero en comenzar la práctica de la poligamia, violando el ideal creado por Dios para el matrimonio.
Todo eso nos dice que Lamec fue el ejemplo perfecto de la corrupción humana – era un hombre egocéntrico, brutal e impío que desafió la autoridad de Dios.
Entonces, cuando Judas nos recuerda aquí que Enoc fue el séptimo en la línea de Adán, le informa al estudiante de la Biblia que la vida de Enoc corre paralela a la de Lamec… lo que nos informa que Enoc vivió en tiempos de gran maldad.
Por su parte, Enoc fue un ejemplo de piedad y devoción a Dios. Lamec fue un ejemplo de rechazo y desafío a Dios. Enoc representará cómo ir al cielo y Lamec definirá lo que se necesita para ir al infierno.
Enoc representará la justificación eterna y Lamec representará el juicio eterno.
- Enoc fue el padre de Matusalén
La segunda parte de la biografía de Enoc se encuentra en el capítulo 5 de Génesis, donde se nos dice en el versículo 21 que él vivió sesenta y cinco años y se convirtió en el padre de Matusalén.
Ahora, esto nos dice algo más profundo de lo que pareciera primera vista.
En Judas, encontramos otra observación que vamos a analizar en mayor detalle en unos minutos; pero necesito mencionarla brevemente aquí.
Judas nos dice que Enoc se convirtió en profeta. En otras palabras, recibió revelación de Dios; de hecho, como veremos en unos minutos; esta fue una revelación específica sobre un juicio.
Lo que también sabemos es que esta revelación lo llevó a ponerle por nombre a su hijo, Matusalén. Porque Matusalén significa: “Cuando esté muerto, vendrá”.[ii]
Esa era una referencia a ese juicio. Dios le reveló a Enoc – y este le predicó a su generación – que el juicio de Dios estaba en camino.
Si estudia a los descendientes de Adán y toma en serio los datos cronológicos, notará que Adán fue creado en el primer año de la creación, específicamente en el sexto día de la creación.
Y Adán vivió durante 930 años. Algunos creen que antes del diluvio, la atmósfera contaba con una capa extra que protegía a la tierra de los rayos dañinos, creando un efecto invernadero y regando la tierra diariamente con un rocío pesado porque la lluvia aún no había caído sobre el planeta.[iii]
La Biblia no es del todo clara sobre este tema y no se nos dice cómo es que la humanidad pudo vivir tantos años; sin embargo, la Biblia dice claramente que así fue.
Si explora el capítulo 5 de Génesis, descubrirá que el patriarca Jared nació 460 años después de Adán – sin duda se conocían – todos estos patriarcas se conocían muy bien.
Luego nació Enoc, y en comparación con el resto de los Patriarcas, él murió muy joven a la edad de 365 años.
Eso era ser joven.
De hecho, a la temprana edad de 65 años, él y su esposa tuvieron su primer hijo, un hijo varón. Y aunque no se nos dan los detalles, sabemos que Dios visita a Enoc de alguna manera y le informa del juicio venidero.
Dios también le informa que la vida de su hijo será la medida de su paciencia, porque cuando ese niño muriera, Dios prometió juzgar a la raza humana.
“Así que nombra a tu hijo, Matusalén,” dice Dios. No para avergonzarlo en su graduación cuando leyeran su nombre completo y todos digan: “¿Qué clase de nombre es ese?”
“Ponle ese nombre porque él se convertirá en una demostración viva del significado de su nombre… “Cuando él muera, vendrá el juicio”.
Y eso fue exactamente lo que ocurrió.
Si hace el cálculo, tomando los datos de Génesis 5, notará que Noé nació en el año 1056. También se nos dice que él vivió 950 años. Además, según Génesis 9:28, se nos dice que Noé vivió 600 años antes del diluvio y 350 años después de este – lo que es un dato maravillosamente útil porque nos permite fechar el año exacto del diluvio.
Y ese año fue 1656, que resulta ser el año exacto en que murió Matusalén.
¿Puede imaginárselo? Está en la sala de partos y Dios le informa que, en sus brazos, sostiene la longitud de la mecha divina… y adivine qué, la mecha se acaba de encender… y no sabes cuánto tiempo pasará antes de la explosión.
Mientras que este niño viviera, el juicio se aplazaría.[iv]
Ahora, tenga en cuenta que no tenemos registro de que Dios le dijera a Enoc cuánto tiempo viviría su hijo. Estoy seguro de que le habría sorprendido saber que Matusalén viviría hasta los 969 años.
Capaz que aún pensó que su hijo moriría en su infancia. Seguramente no viviría mucho, ya que la raza humana estaba viviendo en total depravación y rebelión en contra de Dios. Estaba involucrada en la adoración demoníaca y la adoración astral. Esa generación estaba marcada por el asesinato, la brutalidad y el pecado. Los hombres ahora se jactaban de matar niños. La poligamia y todos sus abusos sexuales contra las mujeres estaban de moda. Enoc debe haber estado pensando: “Mi hijo no va a vivir mucho tiempo”.
Posiblemente, Enoc pensó que su hijo no pasaría de los 2 meses o los 2 años.
Ahora entra en escena la tercera descripción de la biografía de Enoc:
- Enoc caminó con Dios
¡El nacimiento de su hijo lo cambia todo! Como sobrevivir a un accidente automovilístico, o a una enfermedad grave, o la bancarrota. El nacimiento de Matusalén alteró dramáticamente la vida de Enoc para siempre.
Desde el momento en que Enoc sostuvo al pequeño Matusalén en sus brazos, él fue un hombre nuevo.
De hecho, Dios quiere asegurarse de que no pasemos por alto la importancia de esta experiencia en la vida de Enoc. Génesis 5:21 dice: “Y caminó Enoc con Dios, después que engendró a Matusalén”.
Toda su perspectiva de vida cambió radicalmente.
Francamente, eso es algo bueno para todo hombre que se convierte en padre. Ese es el momento en el que le sorprende el hecho de que ahora es responsable de formar a la próxima generación – lo van a observar, lo van a imitar, va a necesitar caminar con Dios como nunca antes.
Me recuerda el testimonio de un hombre que luchó contra su alcoholismo – no había nada que pudiera detenerlo. Ni las luchas financieras que tuvo debido a la adicción o las súplicas de su esposa y las cosas que ella tuvo que prescindir y el mal estado de su hogar… Y luego tuvieron un hijo. Uno pensaría que eso podría haberlo cambiado, pero no fue el nacimiento de su hijo lo que impactó su corazón. Fue un día de invierno cuando este padre salió de su casa y comenzó a caminar a través de la nieve hacia una taberna cercana. Detrás de él escuchó a su hijito gritando: “Papá, espera… papi, más despacio”. Este hombre se dio la vuelta para ver a su hijo dando pasos gigantes para poder pisar donde su padre había pisado. “Vuelve adentro,” gritó el padre. “¿Qué estás haciendo?” Su pequeño le dijo: “Mira, papi, soy lo suficientemente grande ahora para andar en tus pisadas”. El padre se estremeció con un sentimiento de culpa. Se acercó, levantó a su hijo en brazos y se dirigió de vuelta a casa, diciéndose más para sí mismo que para su hijo: “Bueno, en ese caso, será mejor que cambie de dirección”.
Ahora, es importante entender que Enoc era de la descendencia piadosa de Set. Enoc ya seguía a Dios – él ya era un creyente, por así decirlo. No era un idólatra. De hecho, nadie se habría sorprendido al ver que Dios lo eligió para ser una de sus voces proféticas en la tierra.
En uno de sus comentarios, el pastor Kent Hughes señala que el Antiguo Testamento distingue entre las personas que caminan ante Dios, las que caminan en pos de Dios, y las que caminan con Dios – literalmente, junto a Dios.[v]
Hay una diferencia entre seguir a Dios y caminar con Dios. A veces, pueden significar lo mismo, pero otras veces pueden implicar algo diferente… algo mas profundo.
No se nos dice que cosas cambiaron en la vida y el corazón de Enoc, pero antes del nacimiento de su hijo, su epitafio no decía: “Caminó con Dios”.
Pero después del nacimiento de su hijo, cualquiera que haya sido la obstrucción, la falta de deseo y pasión, la falta de sumisión o la transigencia en algún área de su vida, Enoc evidentemente lo enfrentó y comenzó a caminar no solo en pos de Dios y ante Dios: no solo siguió a Dios; él comenzó una caminata íntima y cercana con Dios.
¿Qué Se Necesita Para Caminar Con Dios?
Ahora permítame detenerme aquí por un momento y responder una pregunta muy práctica. ¿Qué se necesita para caminar con Dios?
En realidad, es bastante sencillo de describir. Caminar con Dios requiere las mismas decisiones necesarias para que usted y yo caminemos juntos.
- Primeramente, tenemos que acordar el destino.
Si usted quiere dar la vuelta a la manzana 5 veces y yo quiero caminar hasta el almacén de la esquina para comprarme unas galletas, evidentemente tenemos que ir por caminos separados. Usted lamentablemente se va a perder las galletas.
No podemos caminar juntos a menos que estemos caminando en la misma dirección. Debemos tener el mismo propósito, el mismo objetivo en mente.
- En segundo lugar, no podemos caminar juntos a menos que mantengamos la misma velocidad o ritmo.
No puedo tocar el timbre y decirle: “¿Qué le parece si vamos a dar una vuelta caminando?”, Y usted dice “Seguro”; y yo le digo, “¿sabe qué? mientras se pone las zapatillas, voy a empezar a caminar.
Si camina alrededor de la cuadra 10 pasos detrás mío o 10 pasos adelante mío, es posible que estemos en la calle al mismo tiempo, pero no vamos a estar conversando o disfrutando del compañerismo del otro.
Simplemente estamos en el mismo vecindario, pero no estamos caminamos juntos.
Para caminar con alguien, debe tener el mismo propósito en su espíritu y el mismo ritmo en su caminar.
Perspectivas de Fe
Algo sucedió con el propósito, el ritmo y la pasión de Enoc.
Hebreos 11 nos dice que él comenzó a ejercer una fe viva y apasionada en dos perspectivas distintas.
- Primero, Enoc comenzó a confiar por fe en que Dios realmente existe.
Note el versículo 6. Pero sin fe es imposible agradar a Dios. En otras palabras, si no confía en Él – en cuanto a su propósito en la vida y su ritmo en la vida – no puede tener una comunión cercana con Él. Y, a todo esto, esta instrucción es para los creyentes, no los incrédulos.
No está hablando de una fe salvadora, está hablando de una fe santificadora que considera la comunión cercana con Dios como el mayor tesoro de la vida.
¿Y qué tipo de fe es esa? Continúe leyendo Hebreos 11:6, porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay.
La primera perspectiva en este camino de fe es vivir con la perspectiva que cree que Dios existe.
Pero ¿no creen eso todos los cristianos? Seguro que si.
La pregunta es, ¿actuamos consecuentemente? Enoc comenzó a caminar consecuentemente.
La pregunta es, ¿verdaderamente lo reconocemos en todos nuestros caminos? ¿Nos apoyamos en Él en busca de sabiduría? ¿O actuamos como si Él probablemente no estuviera en nuestro vecindario y, por lo tanto, caminamos a nuestro propio ritmo y para nuestros propósitos y, ojalá, a Dios no le molestará?
Debemos ser ese tipo de cristiano del que la gente piensa: “Vaya, el/ella realmente cree que Dios está vivo”.
- La segunda perspectiva es esta: No solo vive consiente de que Dios esta realmente vivo, sino que cree por fe que Dios está realmente involucrado en su vida.
El escritor de Hebreos agrega, “debes creer… que Él es galardonador de los que le buscan.”
Esta carta fue escrita para unos cristianos hebreos que estaban sufriendo – estaban necesitados; muchos de ellos martirizados; se preguntaban si Dios estaba realmente con ellos, e incluso si lo estaba, ¿de verdad se preocupaba por ellos?
La gente se burló de Enoc por su compromiso con Dios – él predicaría durante 300 años y su cultura solo se volvería más depravada.
Y luego Noé comenzaría a construir un arca y continuaría la labor evangelística de Enoc. Entre Enoc y Noé, podemos calcular un esfuerzo evangelístico combinado de más de 400 años. Y nunca hubieron resultados – nunca.
Sin duda, los creyentes leyendo esta carta a los Hebreos se estarían preguntando si permanecer puros, si seguir caminando con Dios y manteniendo un testimonio distintivo en medio de una cultura depravada realmente valía la pena el esfuerzo.
¿Está Dios realmente vivo y en control? ¿Está realmente al tanto de mi situación?
Y ¿no es esa nuestra lucha a menudo en nuestro corazón? Cuando la prueba es dura y se siente solo y piensa: “Señor ¿Estás ahí? Señor, ¿has notado lo que está pasando en mi vida? ¿Acaso te importa?”
Todo cristiano sincero quiere fortalecer su caminar con Cristo, quiere tener comunión con Cristo, quiere agradar a Cristo.
¿Cómo podemos desarrollar entonces nuestro caminar de fe? ¿Cómo puede fortalecer su legado de fe al caminar con Dios?
Comience a practicar estas dos perspectivas: viva creyendo que Dios esta vivo y actúe sabiendo que Dios verdaderamente toma nota de lo que está sucediendo en su vida.
Cinco Formas de Desarrollar Su Fe
He disfrutado leer los escritos de Thomas Manton, un pastor puritano que predicó y pastoreó a fines del siglo XIX. Él escribió un comentario devocional sobre Hebreos 11. En una sección de su libro, él señaló cinco formas en que podemos desarrollar nuestra fe. Son las siguientes:
- Primero, puede desarrollar su caminar de fe mediante la reflexión.
Él escribió: “No hay nada que uno aprecie y, a la misma vez, permita que su mente ignore”. En otras palabras, piense en Cristo, piense en el cielo y su felicidad venidera. Piense acerca de la gloria y la belleza de su futuro con Él. Reflexione en ello. Sueñe sobre su futuro en el cielo.
- En segundo lugar, desarrolle su caminar de fe mediante la argumentación.
Ahora, esto no quiere decir que busquemos salir a pelear. Esto quiere decir que debemos discutir con nosotros mismos siempre que comencemos a dudar o flaquear… Debemos meditar en la Palabra y dedicar nuestra mente a la verdad de las promesas de Dios. Discuta con cualquier pensamiento que se oponga a la esperanza que Dios le ha dado.
¿Cuándo fue la última vez que tuvo una buena discusión consigo mismo?
- En tercer lugar, desarrolle su caminar de fe mediante la súplica.
Él escribe, ore los Salmos y clame junto a David: “Oh Señor, guíame según tu consejo”. “Envía tu luz y tu verdad; éstas me guiarán”.
- Cuarto, desarrolle su caminar de fe mediante la dedicación.
Él escribe: “¿No luchan los hombres y hacen guerra para escalar hasta lo más alto en el mundo? ¿No se levantan temprano y se acuestan tarde, solo para mantener sus frágiles vidas que se están desmoronando hasta convertirse en polvo? ¿Y no haremos nosotros nada por Dios? ¿No deberíamos ser aún más laboriosos?
¡Bien dicho!
Si queremos desarrollar nuestra fe, debemos hacerlo mediante la reflexión, la argumentación, la súplica y la dedicación. Finalmente:
- Número 5, desarrolle su caminar de fe mediante la expectativa.
Ansíe… anhele la venida de Cristo, como la biblia nos exhorta en Tito 2:13 “estamos aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo”.
Así es como desarrolla su caminar de fe.[vi]
Y, por cierto, este tipo de vida no lo aleja de la gente, no lo lleva a aislarse y vivir solo en medio de las montañas, alejándose de la civilización y las presiones normales de la vida.[vii]
De hecho, Enoc, se involucró apasionadamente con su generación, debido a su caminar de fe.
Continuando con la biográfica de Enoc, leemos que él no solo fue la séptima generación desde Adán, el padre de Matusalén, y que él caminó con Dios – en cuarto lugar:
- Enoc advirtió del juicio venidero
La pequeña carta de Judas, versículo 14 nos informa que Enoc profetizó diciendo: He aquí, viene el Señor con sus santas decenas de millares, para hacer juicio contra todos, y dejar convictos a todos los impíos de todas sus obras impías que han hecho impíamente.
¿se dio cuenta que Enoc está diciéndole a su mundo que son un montón de pecadores impíos?
¿Qué tan popular es eso?
Y está profetizando que Dios vendrá y juzgará al mundo.
Gracias a que ahora contamos con la profecía más completa de Apocalipsis, sabemos que este evento tomará lugar al final de la Tribulación, cuando Cristo y su iglesia regresan para juzgar al mundo y Cristo establezca Su reino.
Pero lo que Enoc no sabía era que Dios iba a aplicar este juicio a un evento anterior que tomaría lugar tan pronto como muriera su hijo Matusalén.
Y ese juicio mundial sería el Diluvio.
Y lo más probable es que Enoc no sabía cuando sería ese juicio venidero. Solo sabía que iba a ocurrir.
Piense en esto. Para cuando Matusalén cumple 850 años, Enoc ya ha muerto y Dios le dice a Noé que comience a construir un arca.
Recuerde, Matusalén es una ilustración viva de la misericordia y la paciencia de Dios.
¿No es interesante que el hombre cuya muerte señalaría el comienzo del juicio divino es el hombre que Dios determinó que viviría más tiempo que cualquier otro ser humano?
Así de paciente es Dios con la humanidad incrédula.
Noé comienza la construcción del Arca y la multitud comienza a burlarse.
Matusalén cumple 940 años… y Noé y su familia están trabajando en el interior del Arca, creando las distintas habitaciones, y áreas de almacenamiento.
Matusalén cumple 967 años cuando Noé cuelga la puerta de las bisagras de esa enorme arca. Matusalén cumple 968 años mientras Noé y su familia meten sus pertenencias y la comida al arca.
Luego… Matusalén cumple 969 años y los animales comienzan a aparecer en parejas y se suben al arca terminada. La familia está subiendo a bordo cuando escuchan la noticia… El abuelo Matusalén ha muerto.
Por cierto, él nunca reservó un asiento en el Arca porque sabía que no era necesario. Su muerte señalaría el juicio de Dios.
Todos los Patriarcas de la línea de Set habían fallecido, excepto Noé.
Y el juicio de Dios, prometido casi mil años antes ahora llega y por primera vez en la historia humana, se escucha el sonido de un trueno y la lluvia comienza a caer.
Hablaremos de eso en nuestro próximo programa.
Pero por ahora, retrocedamos un poco y observemos cómo la última pieza de la biografía de Enoc encaja entra en escena.
Enoc no solo fue la séptima generación desde Adán; no solo fue el padre de Matusalén; no solo caminó con Dios; no solo advirtió a su mundo del juicio venidero, sino que finalmente,
- Enoc fue el primer ser humano en desaparecer… Dios se lo llevó a Su presencia sin que atravesara la muerte
Hebreos 11:5 nos dice: Por la fe Enoc fue traspuesto para no ver muerte, y no fue hallado, porque lo traspuso Dios.
Esta palabra griega tiene la misma idea de ser arrebatado.[viii]
Enoc desapareció de repente. No se nos dice cómo, solo se nos dice que sucedió.
Y el texto indica que no lo pudieron encontrar – Lo que significa que enviaron grupos de búsqueda. Probablemente, la familia de Enoc sospechó de la familia de Caín.[ix]
¿Quién lo vio por última vez? ¿Dónde estaba antes de desaparecer? ¡Vamos, las personas no pueden simplemente desaparecer!
Quizás hoy podría suceder lo mismo, solo que esta vez, cada persona que ha puesto su fe en Jesucristo desaparecerá repentinamente – seremos arrebatados al cielo para estar por siempre con el Señor.
Enoc no solo fue un profeta anunciando el juicio venidero de Dios sobre la tierra; Enoc también se convirtió en el primero en experimentar la habilidad de Dios para trasladar a una persona de la tierra al cielo en un abrir y cerrar de ojos.
Él simplemente desapareció.
Warren Wiersbe escribe que Enoc había estado caminando con Dios durante tantos años que su traslado al cielo ni siquiera fue una interrupción.[x]
Su legado es que caminó con Dios y que en realidad se fue con Dios.
Conclusión
En la biografía del pastor G. Campbell Morgan que estoy leyendo estos días, encontré la siguiente historia: “Una niña llegó a casa de la escuela dominical, después de escuchar la historia de Enoc. Ella dijo: “Mamá, hoy escuchamos acerca de un hombre maravilloso”. La madre le pidió que le contara sobre lo que había oído. “Su nombre era Enoc, y sabes, mamá, él salía a caminar con Dios”. La madre respondió: “Eso es maravilloso… pero ¿cómo termina la historia? “Oh, un día ellos caminaron y caminaron, y llegaron tan lejos que Dios le dijo a Enoc, “Estás muy lejos de casa, ahora. Mejor, ven a mi casa y quédate conmigo”.[xi]
Y así termina la biografía de un hombre que nos dejó un legado de fe; un hombre que ejemplificó lo que significa caminar con Dios… y literalmente marcharse con Dios. Lo cual también es Su plan para nosotros. Cada uno de nosotros que le pertenecemos un día terminaremos nuestro caminar de fe cuando nuestro amado Señor nos invite Su casa y quedarnos a vivir con Él allí, para siempre.
[i] Excerpts from John MacArthur’s testimony at Grace To You
[ii] James Montgomery Boice, Genesis: Volume 1 (Zondervan, 1982), p. 232
[iii] Henry M. Morris, The Genesis Record (Baker Book House, 1976), p. 60
[iv] Ibid, p. 235
[v] R. Kent Hughes, Genesis (Crossway, 2004), p. 120
[vi] Thomas Manton, By Faith: Sermons on Hebrews 11 (The Banner of Truth Trust, 2000), p. 20
[vii] G. Ch. Aalders, Genesis: Volume 1 (Zondervan, 1981), p. 141
[viii] John MacArthur, Twelve Unlikely Heroes (Thomas Nelson, 2012), p. 18
[ix] Boice, p. 231
[x] Andy Stanley, How Good is Good Enough? (Multnomah, 2003), p. 8
[xi] Adapted from G. Campbell Morgan, The Triumphs of Faith: Expositions of Hebrews 11 (Baker, 1980), p. 66