Introducción
Juan Bunyan fue un pastor bautista en Inglaterra durante los difíciles días del reinado de Carlos II, cuando se prohibieron las reuniones en casas y solo se permitía ir a la iglesia oficial de Inglaterra.
Como resultado de negarse a adoptar estas normas y gracias a su persistencia en predicar sin una licencia del gobierno, Juan Bunyan terminó pasando varios años en prisión.
En cierta ocasión le prometieron liberarlo si dejaba de predicar; Su famosa respuesta fue: “Si me dejan salir hoy, estaré predicando mañana”.
Dios tenía un plan para que la influencia de Bunyan fuera aún mas grande; porque sería mientras cumplía dos sentencias de prisión que él escribiría su obra clásica titulada El Progreso del Peregrino.
Si no lo ha leído, realmente necesita hacerlo.
Su libro comienza diciendo lo siguiente. Voy a leer un par de párrafos para despertar su interés en leer este libro.
En mi sueño vi a un hombre de pie, vestido de harapos y de espalda a su casa; tenía un libro en las manos y una pesada carga sobre los hombros. Vi que abría el libro y lo leía; y mientras leía lloraba y temblaba y, sin poder contenerse, clamó con desesperación, diciendo:
—¿Qué debo hacer?
En este estado lamentoso, regresó a su casa procurando ocultar su congoja para que su esposa y sus hijos no la notaran. Pero no pudo guardar silencio por mucho tiempo, porque su sufrimiento empeoraba. Al fin dijo:
—Ay mi querida esposa, y ustedes, hijos de mi corazón, estoy afligido a causa de una carga que me abruma. Además, sé de buena fe que esta nuestra ciudad será quemada con fuego del cielo. Todos moriremos en ella si no hallamos algún modo de escapar.
Su familia quedó atónita, no porque creyeran lo que les decía, sino porque pensaban que tenía un ataque de angustia. Avanzaba la noche, y esperaban que dormir le apaciguara el cerebro, por lo que se apuraron a acostarlo. Pero la noche era tan angustiosa como el día. Y en lugar de dormir, la pasó llorando y gimiendo.
Cuando amaneció, le preguntaron cómo se sentía y les contestó:
—Me siento peor.
Empezó a hablarles nuevamente, pero ellos comenzaron a endurecerse. Les pareció que tratándolo con dureza y mal humor lo haría reaccionar: a veces se burlaban, a veces lo regañaban y a veces no le hacían caso. Por eso, se retiraba a su cuarto a llorar su infelicidad, iba al campo para orar por ellos con pesar, y también para aliviar su propio sufrimiento. Caminaba solo por los campos, leyendo a veces y a veces orando. Y así fueron pasando los días.
Una vez, mientras andaba en el campo leyendo su libro, y muy angustiado, lanzó un grito como lo había hecho antes, diciendo:
—¿Qué haré para ser salvo?
Vi también que miraba para un lado y para el otro, como para echarse a correr; pero sin saber qué rumbo tomar, se quedó donde estaba. Entonces vi acercarse a él un hombre llamado Evangelista, que le preguntó:
—¿Por qué lloras?
Contestó:
—Señor, veo por el libro que tengo en mi mano, que estoy condenado a morir y que después seré juzgado. No quiero lo primero y no estoy preparado para lo segundo.
—¿Por qué no quieres morir en vista de que te persiguen tantos males?
El hombre contestó:
—Porque temo que la carga que llevo sobre mis hombros me hunda más en el sepulcro.
—Si tal es tu estado —respondió Evangelista—, ¿por qué te quedas parado sin hacer nada?
—Porque no sé a dónde ir —contestó él.
Entonces Evangelista, señalando un llano muy espacioso, le dijo:
—¿Ves a lo lejos aquella puerta angosta? ¿No ves a lo lejos el resplandor de una luz?
—Creo que sí.
—Entonces, —le dijo Evangelista— no pierdas de vista esa luz, dirígete derecho hacia ella y verás la puerta que, cuando llamas, se abrirá y se te dirá lo qué debes hacer.
Y vi en mi sueño que el hombre echó a correr; pero no se había alejado mucho cuando su esposa y sus hijos, el verlo, empezaron a dar voces, rogándole que volviese. Pero el hombre se tapó los oídos y siguió corriendo, exclamando:
—¡Vida! ¡Vida! ¡Vida eterna!
Sin volver la vista, siguió corriendo hacia el centro de la llanura.[i]
Juan Bunyan continúa describiendo a dos vecinos que corren tras él para atraparlo y traerlo de regreso a casa a la fuerza. Sin embargo, Cristiano, que era el nombre de este Peregrino, les dijo: “Ustedes viven en la Ciudad de Destrucción… Déjenme, vecinos y es más: Vénganse conmigo”.
Finalmente, después de una aventura tras otra, Cristiano escapa de la Ciudad de la Destrucción y entra a salvo en la Ciudad Celestial de Dios.
No es de extrañar que este libro haya sido un éxito de ventas, especialmente en Inglaterra y Estados Unidos durante más de 300 años.
Esta es la historia de un hombre cuya vida y mensaje anunciaron el juicio venidero, así como una invitación a unirse a él y escapar de la ira venidera.
En Hebreos 11:7 vemos algo sorprendentemente similar.
Aquí encontramos a un hombre que efectivamente se mete los dedos en las orejas e ignora el ridículo, la ira, el rechazo, el pecado y la tentación que lo rodea, y durante más de 120 años construye un arca y le dice al mundo: “El juicio se acerca… vengan conmigo… este es el camino a la vida.”
Principios de Fe
La mayoría de las veces, recordamos a los héroes de la Biblia principalmente por una cosa.
Cuando piensa en Daniel, piensa en el foso de los leones; en Jonás y el gran pez; en Noé y el arca.
La verdad es que deberíamos pensar más en Noé y su fe.
Es el único héroe mencionado en Hebreos 11 cuya biografía comienza y termina con una referencia a su fe.
Mientras comenzamos nuestro estudio hoy, permítanme darle el primero de dos principios que provienen directamente de la vida y el testimonio de Noé.
En primer lugar, Noé nos demostrará el principio de que:
- La fe proclama la verdad en medio de la incredulidad.
Muy a menudo, nos apresuramos al momento dramático de la historia y pasamos por alto el escenario de la historia.
El escritor de Hebreos 11 comienza el versículo 7 diciendo: “Por la fe Noé, cuando fue advertido por Dios acerca de cosas que aún no se veían”
Y una de esas cosas que aún no se veían era el juicio venidero de Dios sobre un mundo increíblemente malvado.
El mundo cada vez se corrompía más y más. La violencia, el ocultismo, y la inmoralidad estaban fuera de control.
Los héroes de la generación de Noé eran admirados por su fuerza y su poder y su malvado dominio sobre los demás.
Génesis 6:5 lo resume de esta manera: “Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal.
¿Qué tan malo era?
Si reunimos los diferentes pasajes que hablan de la condición humana antes del diluvio, así como antes del juicio de fuego que se avecina, encontrará estas similitudes:
- Vivían preocupados por asuntos temporales (Lucas 17:27)
- Hubo un rápido avance en tecnología (Génesis 4:22)
- Sus intereses estaban ligados solo al materialismo (Lucas 17:28)
- Había una devoción desmesurada por el placer y la comodidad (Génesis 4:21)
- No se preocupaban por Dios ni en sus creencias ni en su conducta (2 Pedro 2:5)
- Sentían un desprecio total por el pacto matrimonial (Génesis 4:19)
- Sentían un rechazo hacia la autoridad de la palabra de Dios (1 Pedro 3:19)
- Hubo una explosión demográfica (Génesis 6:1)
- La violencia era generalizada y el valor de la vida humana se había degenerado (Génesis 4:23)
- El mal estaba fuera de control en la sociedad (Génesis 6:5)
- La inmoralidad, el vicio y la corrupción eran lo común (Génesis 6:12).[ii]
Estos son los días de Noé.
Cada vez se parecen más.
No es ningún secreto que nuestro mundo en general está ansioso y dispuesto a aplaudir a cualquiera que vaya en contra de la Palabra y el diseño de nuestro Dios Creador.
Cuando descubrimos la profundidad del libertinaje, la maldad y la depravación que existía en los días de Noé; más nos sorprendemos de este increíble testimonio – Moisés registra en Génesis 6:9, “con Dios caminó Noé” … lo que significa que él caminaba prácticamente solo.
En medio de esta noche oscura de libertinaje y maldad se encuentra esta luz solitaria – este hombre de fe que ha estado viviendo, tapándose los oídos, por así decirlo.
La fe proclama la verdad en medio de la incredulidad
Génesis 6:4 indica que en la generación de Noé habían héroes, hombres de renombre, famosos y aclamados por la sociedad… Noé no era uno de ellos.
Así que, rápidamente descubrimos a través del testimonio de Noé que la fe viva está más interesada en la aprobación de Dios que en el aplauso de los hombres.
Este si que era verdaderamente un hombre que marchaba al ritmo de otro tambor.[iii]
- En segundo lugar, la fe practica la piedad en medio de la incertidumbre.
Hebreos 11:7 continúa dándonos la respuesta de fe de Noé: Por la fe Noé, cuando fue advertido por Dios acerca de cosas que aún no se veían, con temor preparó el arca en que su casa se salvase.
La palabra traducida “temor” da la idea de “temor santo”. O sea, Noé no le tenía miedo a Dios; sino que, como escribió un autor, él tenía una reverencia y una devoción por la palabra de Dios… él tenía un corazón reverente en un mundo oscuro.[iv]
Tenga en cuenta este hecho sorprendente: el número de personas que verdaderamente seguían la norma de Dios para el matrimonio, la moralidad, la familia y la integridad se ha reducido a una sola familia.[v]
Y eso es todo… una familia se subirá al arca, aunque el mundo entero estaba invitado.
¡Solo una familia!
No como hoy que hay millones de creyentes que siguen a Dios de todo corazón, e incluso comunican la verdad del evangelio con valor.
Ese no era el caso en la generación de Noé.
Noé va a predicar por 120 años y nadie más que su familia inmediata creerá y entrará al arca.
En los días de Noé, solo había un hombre dispuesto para escuchar a Dios. Y el escritor de Hebreos nos informa que Dios advirtió a Noé de cosas que aún no se habían visto.
Al indagar en los pasajes que hablan de este héroe de nuestra fe, descubrimos que Noé no solo recibió la profecía del juicio de Dios, sino que también recibió los detalles del juicio de Dios.
El capítulo 6 de Génesis nos muestra estos detalles… así que acompáñeme allí en su Biblia.
Génesis 6:14-22 resumen 120 años de la vida de Noé.
Y la razón por la que he titulado este segundo principio de fe, piedad en medio de la incertidumbre, es simplemente porque todo lo que Dios estaba a punto de ordenarle a Noé que hiciera, era completamente desconocido para él.
En otras palabras, Dios le pedirá a Noé que haga cosas en las que no tiene absolutamente ninguna experiencia.
Dios usará a un granjero para construir el barco más grande conocido por la humanidad.
Va a pesar más de 18.000 toneladas y estará en su propiedad, sobre la tierra – no en el agua.
Note Génesis 6:13. Dijo, pues, Dios a Noé: He decidido el fin de todo ser, porque la tierra está llena de violencia a causa de ellos; y he aquí que yo los destruiré con la tierra.Hazte un arca de madera de gofer; harás aposentos en el arca, y la calafatearás con brea por dentro y por fuera. Luego Dios le da las dimensiones del arca. Saltémonos al versículo 17. Y he aquí que yo traigo un diluvio de aguas sobre la tierra, para destruir toda carne en que haya espíritu de vida debajo del cielo; todo lo que hay en la tierra morirá.
Según este pasaje, el diluvio cubriría la tierra y mataría a todo ser que respire, lo que nos permite saber que los seres acuáticos sobrevivirían fuera del arca.
De acuerdo con las dimensiones proporcionadas, esta arca tendría unos 140 metros de largo, unos 24 metros de ancho y 14 metros de alto.
Esto sería más largo que una cancha de futbol y tan alto como un edificio de 4 pisos.
El área total de la plataforma habría sido de casi 9000 metros cuadrados y el volumen total habría sido de unos 120 mil metros cúbicos.
Los ingenieros navales que han estudiado este diseño creen que es uno de los diseños de barcos más estables que se conocen.[vi]
Pero tenga en cuenta que no se habría parecido al Titanic. En realidad, era más como una barcaza de fondo plano. No fue diseñada para moverse a través del agua, sino simplemente para flotar.[vii]
Era una barcaza gigantesca con miles de compartimentos suficientes para transportar dos de cada una de las especies de animales que respiran aire en el mundo.[viii]
De hecho, según las medidas del arca y la cantidad de especies terrestres catalogadas hoy, ni siquiera se habría necesitado la mitad del espacio de la cubierta para albergarlos – lo que significa que había espacio en el arca para varios miles de personas – personas que Noé esperaba que subieran a bordo y escaparan con él de la Ciudad de Destrucción y de la ira venidera de Dios.
Permítame agregar un comentario más sobre el diseño del arca. No va a encontrar referencia alguna a algún tipo de remos, velas, un ancla, o incluso un timón.
Dios estaría a cargo de todo eso. Él conduciría, por así decirlo. Él era el Capitán de este barco.
Quizas este pensando: Bueno, suponiendo que las 35,000 especies de animales terrestres hayan subido al arca en parejas, lo que nos da un total de 70,000 animales, ¿cómo se supone que Noé y su familia los podrían cuidar durante todo un año – que es el tiempo que estuvieron dentro del arca.
En Génesis 6:14 aparece una palabra clave que nos informa que cada cubierta debía subdividirse en aposentos. Podría traducir esa palabra hebrea como, “nidos”. En otras palabras, Noé hizo nidos en toda el arca para los animales.
Si bien no se nos dice lo que sucedió durante esta travesía de un año, ¿cree que sea mucho imaginar que Dios hizo que animales hibernaran por ese tiempo?
Aunque no se nos dice que sea el caso, es muy probable que, en lugar de que Noé y su familia tuvieran que alimentar a todos estos animales y evitar que ese elefante aplastara a los demás animales al salir corriendo al ver un ratón – Dios simplemente puso a los animales a hibernar.
Si creemos lo que otros pasajes de la Biblia dicen en cuanto al dominio de Dios sobre su creación, podemos observar que Él:
- Cerró sobrenaturalmente la boca de los leones hambrientos para que no pudieran comerse a Daniel en el foso de los leones (Daniel 6)
- Ordenó a los pájaros que le entregaran comida a Elías (1 Reyes 17)
- Le encargó a un gran pez que se tragara a Jonás y luego perdiera el apetito 3 días después (Jonás 1:17)
- Hizo que un pez sostuviera una moneda en la boca para que Pedro la usara para pagar sus impuestos, ¡lo que me hace querer ir a pescar! (Mateo 17:27)
- Dios incluso cambió las capacidades mentales y vocales de un asna, permitiéndole mantener una conversación con un profeta bastante cabeza dura (Números 22:28)
Si Dios puede hacer que los animales entreguen comida y aún hablen, ¿no cree que puede hacer que los animales se duerman?
Hay otra evidencia de que los animales actuaron de manera algo diferente durante este año en el arca. Solo después de que los animales dejaran el arca, Dios les ordenaría a los animales que se reprodujeran y se multiplicaran (Génesis 8:17). Tenemos todos los indicios de que entraron al arca en parejas y se fueron en parejas. En otras palabras, al arca no se subieron dos conejos y al año siguiente salieron unos 300. Así que, o los animales estuvieron hibernando, o Dios suspendió sus instintos naturales de reproducirse durante ese año.[ix]
Un comentarista señaló que, aunque Dios le dijo a Noé que llevara comida para todos los animales en el capítulo 6, versículo 21, esta comida podría haber sido para cuando los animales despertaran al final del viaje y necesitaran las fuerzas para salir y buscar su propia comida.
Esto es lo que también sabemos a partir del texto.
Dios definitivamente alteró los patrones normales de miles de animales para que hicieran ¿qué? Para que dejaran su hábitat natural e hicieron algo en contra de sus instintos naturales. Ellos no solo caminaron juntos en parejas hacia la enorme e imponente arca, sino que también subieron por la pasarela en parejas y luego siguieron órdenes, tal vez divinas, para que entraran a sus habitaciones indicadas.
Es decir, algo extraño estaba sucediendo aquí para que todos estos animales cooperaran. No puedo lograr ni que mi perro se siente… no me obedece y me conoce. De hecho, a veces la única forma que hay de que venga es sobornarla con un hueso.
Obviamente, Dios está haciendo algunas cosas bastante milagrosas aquí no solo para hacer que los animales vengan, sino para que se comporten alrededor de personas que no conocen y luego ocupen su lugar en uno de los miles de compartimentos.
Hace poco leí sobre un productor de cine en Italia que quiso representar la historia del arca de Noé. Se invirtió mucho tiempo y esfuerzo en entrenar a algunos animales del zoológico para que caminaran de dos en dos por una rampa hacia un modelo del arca. Cuando llegó el momento de la filmación, un búfalo se asustó y se abalanzó por la rampa, se estrelló contra el costado del arca y salió corriendo.[x]
Eso es lo que hacen los animales normalmente.
¿Se imagina los desafíos que enfrentaría Noé? Ha estado construyendo un arca durante más de 100 años; le han dicho que los animales van a llegar, y que necesita construir nidos para todas las criaturas terrestres.
No asuma que está pensando: “Ah, no es gran cosa”. Me imagino que Noé está pensando, “¿Qué sé yo sobre los elefantes?”
Dios le está pidiendo a Noé que le crea y le obedezca a pesar de los miles de obstáculos que debe haber tenido, y sus propias dudas sobre sus propias habilidades que deben haber inundado su mente y corazón.
Ese notable principio de fe operó no solo en su corazón, sino que también controló su vida:
- La fe proclama la verdad en medio de la incredulidad.
- La fe practica la piedad en medio de la incertidumbre.
Y Noé siguió adelante.
La Veracidad del Recuento Bíblico
Ahora permítame responder brevemente a algunas objeciones sobre el diluvio.
En Génesis 7:17, se nos dice que el diluvio cayó cuarenta días sobre la tierra; y las aguas crecieron, y alzaron el arca, y se elevó sobre la tierra. Y subieron las aguas y crecieron en gran manera sobre la tierra; y flotaba el arca sobre la superficie de las aguas. Y las aguas subieron mucho sobre la tierra; y todos los montes altos que había debajo de todos los cielos, fueron cubiertos. Quince codos más alto subieron las aguas, después que fueron cubiertos los montes. Y murió toda carne que se mueve sobre la tierra
Estoy francamente sorprendido de que, por muy claro que sea de entender este pasaje, hay muchos dentro de la iglesia que creen que este fue un diluvio local y no global.
Hay muchos incluso dentro de la iglesia que toman la historia de Noé y el diluvio y la convierten en un cuento popular que Dios inventó solo para que Moisés animara al pueblo de Israel. Como si necesitaran una buena historia para levantarles la moral.
Un gran problema con todos los puntos de vista que descartan la historicidad y autenticidad de este evento es las declaraciones de otros pasajes en la Biblia.
Como el profeta Isaías que escribe sobre el diluvio global (Isaías 54:9); Ezequiel menciona a Noé específicamente, dos veces, como un hombre justo; Lucas incluye a Noé en la genealogía oficial de Cristo; el apóstol Pedro usa el diluvio global como una ilustración de la inminente tormenta de fuego global de la ira de Dios que todavía está por venir; y, por último, Jesucristo mismo usó el diluvio como un ejemplo de su juicio global cuando regrese. (Mateo 24:37-39)”.
Dios también nos ha dejado un maravilloso registro fósil que ha dejado fósiles de criaturas marinas incluso en las altas montañas de hoy.
Como señaló un geólogo creacionista, incluso en las partes más altas del Monte Everest, hay capas de fósiles que han sido depositadas por el agua.[xi]
Muchos científicos creyentes están examinando más de cerca las implicaciones de pasajes como el Salmo 104 que indican que solo después del diluvio, Dios elevó las montañas más alto y hundió los valles entre ellos. Estoy de acuerdo en que estos pasajes hablan de una intervención repentina de Dios transformando la topografía de la tierra a través del diluvio.
Tenemos suficientes registros de erupciones volcánicas e inundaciones modernas para revelar el poder de las fuerzas naturales para erosionar y tallar formaciones en roca sólida.
Leí acerca de una inundación en la que las aguas de la inundación y las olas arrojaron rocas de 3,000 kg sobre una pared de rompeolas y movieron bloques de concreto de 30,000 kg casi una distancia de un campo de fútbol. Y eso fue solo una pequeña inundación en una ciudad.[xii]
Una breve inundación local cerca de Los Ángeles erosionó y volvió a depositar 76.000 metros cúbicos de escombros de tierra y roca. Otra inundación provocó una avalancha en los Andes donde suficiente agua, rocas y barro, literalmente enterraron dos ciudades enteras.[xiii]
El diluvio cambió la topografía de nuestra tierra por completo. Y no solo la cambió, sino que la envejeció. Lo que parece haber tardado millones de años podría haber sucedido en 1 año.
El Gran Cañón, por ejemplo, no necesitó millones de años de erosión por el río Colorado; solo necesitó la catástrofe global cuando Dios erupcionó las fuentes del abismo y cubrió la tierra con una inundación masiva y furiosa.
Por cierto, no es extraño encontrar científicos, geólogos y evolucionistas incrédulos que explican lo que están descubriendo en términos de algún tipo de evento cataclísmico.
Recuerdo cuando nuestros hijos estaban en segundo grado. Una tarde, un profesor trajo algunos fósiles e incluso unos huesos de dinosaurio para hablar del mundo prehistórico. Decidí asistir, sin que mis hijos lo supieran, no quería ponerlos nerviosos, solo quería hablar con ellos después de la escuela sobre esta charla sobre la evolución.
Cuando el profesor estaba finalizando su presentación, hizo el comentario de que la desaparición de los dinosaurios siempre ha sido un misterio, aunque puede haber ocurrido debido a alguna catástrofe en el planeta.
Para mi asombro, vi a uno de mis hijos levantar su mano. Pensé: “Oh no, será que está empezando a creer en estas cosas. ¿Se va al lado oscuro? ¿Qué va a decir delante de toda la clase?” El profesor lo miró y le dijo: “¿Sí, joven?” Y mi hijo dijo: “Fue el diluvio”.
Desde entonces, se convirtió en mi hijo favorito. Broma.
¿Pero no vivieron los dinosaurios hace millones de años? Se estará preguntando. Permítame leer de un artículo que no estará en el libro de texto de ciencias de su hijo. Indica claramente que los huesos de dinosaurios no son tan antiguos como nos dicen los evolucionistas. Hace unos 20 años, científicos de la Universidad de Montana encontraron huesos de T-Rex que no estaban completamente fosilizados.
De hecho, algunas secciones de los huesos se consideraron frescas. Por supuesto, si estos huesos tuvieran millones de años, las células sanguíneas ya se habrían desintegrado. Un informe de uno de estos científicos registró: “El laboratorio estaba lleno de murmullos de emoción porque me había concentrado en algo que ninguno de nosotros había notado antes: pequeños objetos redondos, rojo translúcido con un centro oscuro… eran fragmentos de glóbulos rojos. Las células sanguíneas son principalmente agua y no podrían haberse conservado en el tiranosaurio de 65 millones de años.[xiv]
Poco se ha dicho sobre este increíble hallazgo. Las implicaciones eran simplemente demasiado grandes como para considerarlas.
Conclusión
Permítame concluir nuestro estudio señalando dos lecciones más a partir del testimonio de Noé, este gran hombre de fe.
Primero, la fe es obediencia a pesar de la presencia de obstáculos.
¿Se imagina los obstáculos que tuvo que superar? No existían camionetas, motosierras ni grúas… y, sin embargo, Noé cree en la palabra de Dios y construye un barco más grande de lo que alguna vez habría soñado.
En segundo lugar, la fe es obediencia a pesar de la falta de experiencia.
Dios no eligió a Noé porque sabía cómo construir botes y cuidar elefantes.
La única calificación que poseía Noé era que él caminó con Dios. Y Dios lo prepararía para todo lo demás. Lo que resulta ser la misma historia de fe en la vida de cada creyente que está dispuesto a caminar con Dios.
[i] Adapted from The Pilgrim’s Progress by John Bunyan, PDF posted on Logos.com
[ii] Adapted from Henry Morris, The Genesis Record (Baker Book House, 1976), p. 174
[iii] Charles R. Swindoll, The Practical Life of Faith: A Study of Hebrews 11-13 (Insight for Living, 1989), p. 12
[iv] R. Kent Hughes, Hebrews: Volume 2 (Crossway, 1993), p. 88
[v] The Life Application Bible: Hebrews (Tyndale House, 1997), p. 181
[vi] John MacArthur, Hebrews (Moody, 1983), p. 320
[vii] John Whitcomb, The World that Perished (Baker, 1988), p. 25
[viii] Ibid, p. 24
[ix] Adapted from John Whitcomb, p. 34
[x] John Whitcomb, p. 26
[xi] Don Batten, Ken Ham, Jonathan Sarfati & Carl Wieland, The Answers Book (Master Books, 1990), p. 176
[xii] Whitcomb, p. 70.
[xiii] Ibid, p. 69
[xiv] Ken Ham, The Great Dinosaur Mystery Solved (Master Books, 2000), p. 18