Introducción
En una revista cristiana encontré un par de entrevistas que le hicieron a unas personas muy mayores.
Una mujer entrevistada era Jeanne Calment, quien fue verificada como la persona con más edad en el mundo en ese entonces, con 120 años de edad. Ella estaba llena de vida y humor también. Cuando le pidieron que describiera como veía su futuro, ella respondió, “muy corto.”
Realmente me gusta la determinación de otra mujer que fue entrevistada. Como ella nunca se había casado, le dijo a su pastor que se asegurara que no hubieran portadores de féretro en su funeral. Él le preguntó, “¿y por qué pediría eso?” Ella respondió, “bueno, si no quisieron sacarme a pasear cuando estaba viva; no los voy a dejar que me saquen a pasear cuando esté muerta.”
Francamente, para la mayoría de las personas, hablar acerca de la muerte no es cuestión de risa, ¿o sí?
Sin embargo, hay algo en el corazón del ser humano que cree que esta vida no es el fin de su existencia.
Randy Alcorn escribe en su libro titulado, Cielo, acerca de la creencia innato que tiene el ser humano de que de alguna forma va a vivir para siempre. Los aborígenes australianos imaginaban el cielo como una isla distante más allá del horizonte. En México, Perú y la Polinesia se creía hace mucho tiempo, que después de la muerte los espíritus iban al sol o a la luna. La antigua leyenda Babilónica llamada la Épica de Gilgamesh, habla de un lugar de descanso para los héroes, e incluso habla acerca de un árbol de la vida.
Es cierto, como la palabra de Dios dice en Eclesiastés 3:11, que
…Dios ha puesto eternidad en nuestros corazones…
A través de la historia, uno de los temas más ha inquietado a la humanidad es el de la vida después de la muerte.
La pregunta no es tanto, “¿vamos a vivir para siempre” sino, “¿Donde vamos a vivir por siempre.”
Permítame colocarlo de esta manera, “¿qué pasará con usted después de que muera?
Para cuando su familia esté preparando su funeral, ¿que estará experimentando usted?
Estas son las mismas preguntas que encontramos en el libro más antiguo de la Biblia. Job comienza a preguntar acerca de la vida y la muerte, obviamente ya que pensaba que su vida iba a terminar pronto.
El Tercer Consejero de Job – Zofar
Hemos descubriendo ya que los amigos de Job han estado arruinando los últimos días de su vida. Vayamos al capítulo 11 en el libro de Job, donde el último de los tres consejeros de Job se levanta para hablar. Quiero ir rápidamente a través de su discurso antes de entrar en profundidad al tema de la vida después de la muerte.
Se asume que Zofar es el amigo más joven de Job porque es el último en hablar.
Note Job 11:1-2.
Respondió Zofar naamatita, y dijo: ¿Las muchas palabras no han de tener respuesta?
¿Y el hombre que habla mucho será justificado?
Note el versículo 5.
Mas ¡oh, quién diera que Dios hablara,
Y abriera sus labios contigo,
A Zofar obviamente le faltan los modales de Elifaz, que empezó hablando con un poco más de tacto que el resto. Pero él, por lo menos, no tiene la cobardía de Bildad que se escondió detrás de sus tradiciones.[i]
Zofar el Zelote es totalmente directo y ataca a Job de frente. El no mide sus fuerzas ni la dureza de sus palabras. Él está convencido, como los demás, de que Job está sufriendo porque ha pecado contra Dios.
Es interesante notar que todos nosotros somos un poquito más como Zofar de lo que nos gustaría admitir.
Job era uno de los hombres más sabios y piadosos en el mundo, según las mismas palabras de Dios en Job 1. Dios fue el que dijo, “Job es perfecto… un hombre justo que odia el pecado.”
Nosotros somos como Zofar, Elifaz y Bildad – ya que sin importar cuan sabia y buena pueda haber sido una persona en el pasado, cuando aparecen las desgracias tendemos a preguntarnos si realmente todo eso está pasando por culpa de un pecado oculto; alguna mala decisión de su parte.
- Cuando uno de sus hijos se va de la casa asumimos que los padres no deben haber sido tan buenos y comprometidos como aparentaban en público.
- Un hombre tiene un ataque al corazón y las personas asumen que estaba trabajando muy duro y quizás no estaba pasando suficiente tiempo con su familia.
- Un vecino cae en banca rota y la gente asume él sabía lo que le esperaba.[ii]
Asumimos naturalmente que algún tipo de error, o fracaso, o incluso pecado es la respuesta a cualquier sufrimiento que entra en la vida de alguien.
Zofar va directo al grano. El incluso sugiere en Job 11:7 que Dios no ha castigado a Job por todos sus pecados. Él dice.
Conocerías entonces que Dios te ha castigado menos de lo que tu iniquidad merece.
En otras palabras, “Job, la verdad es que la tienes más fácil de lo que deberías”
Luego Zofar le recuerda a Job que él no es competencia para Dios. En Job 11:7-11 Zofar entrega este discurso condescendiente acerca del hecho de que Dios es “más alto, más profundo, más extenso y más ancho” que cualquier cosa que podemos imaginarnos. Note que él le recuerda a Job en el versículo 11,
Porque él conoce a los hombres vanos;
Ve asimismo la iniquidad, ¿y no hará caso?
En otras palabras, “Job, Dios sabe que eres un hipócrita – ¡Él lo sabe!”
Luego Zofar insulta a Job. Note el versículo 12
El hombre vano se hará entendido,
Cuando un pollino de asno montés nazca hombre.
La palabra en hebreo traducida “vano” se refiere a alguien quien es inepto moralmente; vacío – un hombre sin razón o sentido. Hoy en día significaría, “tonto, o cabeza hueca.” De hecho, así es como lo traduce la Biblia de las Américas y la Nueva Traducción Viviente. Voy a parafrasear el versículo para mostrarle la brutalidad y la insensibilidad con la que Zofar habla. “Job, un tonto cabeza hueca como tú nunca va a poder llegar a ser sabio, tal como un burro salvaje nunca va a poder dar a luz un bebe humano.”[iii]
O puesto de otra forma: Job, ¿crees que eres sabio y entendido? Eso no va a pasar hasta que las vacas vuelen y que llueva de abajo hacia arriba.
Detengámonos por un momento y reflexionemos en esta escena. Póngase en el lugar de Job, sentado sobre las cenizas en el basurero del pueblo. Usted lo ha perdido prácticamente todo. No ha podido dormir o comer en días. En su piel tiene una comezón incontrolable y además tiene una fiebre altísima. Está devastado y casi delirando por la muerte de sus hijos – su familia. Su medio de trabajo y todo su dinero se han esfumado, y ahora sus amigos más cercanos le han dado la espalda.
Warren Wiersbe escribe, “Cuan triste es cuando las personas que deberían ministrar y animar terminan creando miseria.”[iv]
Zofar dice en Job 11:13-14, “Arrepiéntete Job, confiesa tu pecado. Si lo haces, tu vida va a volver a la normalidad.”
“Y si no,” termina advirtiéndole a Job en el versículo 20,
Los malos serán cegados;
no tendrán escapatoria;
su única esperanza es la muerte.
Con estas palabras, Zofar simplemente destruye el espíritu de Job. Él lo condena a morir, a menos que siga su consejo y se arrepienta de sus pecados ocultos.
Este tiene que ser el punto más bajo en la vida de Job.
Los tres amigos de Job han hablado. Uno a uno lo han hecho sentir menos amado y más desesperanzado.
La Respuesta de Job.
Job responde a sus tres consejeros con sus propias palabras llenas de sarcasmo y amargura en el capítulo 12. Note lo que dice en el versículo 2.
Ciertamente vosotros sois el pueblo,
Y con vosotros morirá la sabiduría.
En otras palabras, “ustedes evidentemente tienen toda la sabiduría del mundo, y cuando mueran, ya no va a haber más sabiduría en la tierra.”
Luego Job contraataca. Note el versículo 3.
También tengo yo entendimiento como vosotros; no soy yo menos que vosotros.
O sea, “no soy un tonto, cabeza hueca.”
Job continúa diciendo, “sé que soy un chiste para ustedes ahora. Se ríen disimuladamente cuando intento probarles mi integridad y carácter.”
Note el versículo 4.
Yo soy uno de quien su amigo se mofa,
Que invoca a Dios, y él le responde;
Con todo, el justo y perfecto es escarnecido.
“Vamos, sigan riéndose” dice Job, “sigan insultando – no soy menos que ustedes.”
El repite esto nuevamente en Job 13:2
Como vosotros lo sabéis, lo sé yo;
No soy menos que vosotros.
Job dice en efecto, “yo se tanto acerca de Dios como ustedes.”
Luego, comienza a dar su propia descripción del carácter y el poder de Dios en Job 12:13-22
Con Dios está la sabiduría y el poder;
Suyo es el consejo y la inteligencia.
Si él derriba, no hay quien edifique;
Encerrará al hombre, y no habrá quien le abra.
Si él detiene las aguas, todo se seca;
Si las envía, destruyen la tierra.
Con él está el poder y la sabiduría;
Suyo es el que yerra, y el que hace errar.
Él hace andar despojados de consejo a los consejeros, y entontece a los jueces.
Él rompe las cadenas de los tiranos,
Y les ata una soga a sus lomos.
Él lleva despojados a los príncipes,
Y trastorna a los poderosos.
Priva del habla a los que dicen verdad,
Y quita a los ancianos el consejo.
Él derrama menosprecio sobre los príncipes,
Y desata el cinto de los fuertes.
Él descubre las profundidades de las tinieblas,
Y saca a luz la sombra de muerte.
Job dice, “ya se todo esto”
En Job 13:1, él dice,
Todas estas cosas han visto mis ojos,
Y oído y entendido mis oídos.
Esto no es nada nuevo.
En el versículo 4, Job los llama a todos,
… médicos inútiles…
En otras palabras, están usando un tratamiento que no ayuda en lo absoluto. Están prescribiendo medicinas para el alma que solo empeoran las cosas. Pero sin importar cuan terrible se ponga el asunto, sin importar que haga Dios conmigo – De hecho, si Dios fuera a quitarme la vida – aun lo reconocería como mi Dios y aun esperaría en Él.”
Esta es la increíble declaración de Job en el capítulo 13, versículo 15.
He aquí, aunque él me matare, en él esperaré…
Este es el versículo que muchos recuerdan cuando piensan en la perseverancia de Job.
Habiendo ya estudiado juntos los primeros 12 capítulos del libro de Job, estoy ahora aún más sorprendido por su respuesta.
Si. Job ha pasado la prueba. Él clama, “Aun si Dios me matare, mi esperanza está en él.
En su punto más bajo, Job rehúsa maldecir a Dios.
¡Nosotros también podemos pasar la prueba!
- Puede haber confianza incondicional en Dios
- Puede haber obediencia sin garantías
- Puede haber fe sin sanidad o prosperidad
- Es posible, aunque no es fácil, confiar en medio de las mayores dificultades.
Las Preguntas de Job – Vida Después de la Muerte
Entendamos que, aunque Job pasa esta prueba, el aún está agobiado y abrumado con el pensamiento de que su vida va a terminar pronto. Aunque Job va a declarar más adelante su fe en su Redentor, para este punto, en Job capítulo 14, en su dolor, Job está profundamente angustiado y de sus labios salen unas preguntas importantes. El francamente, no sabe si Dios va a terminar con su vida.
Job de hecho, le pide a Dios en Job 14:13, que
…lo esconda en el Seol… hasta que se apacigüe su ira contra el…
Job se pregunta, “Si Dios fuera a ponerme en el Seol; si fuera a morir, ¿que pasaría después?
En este capítulo, Job va a hacer dos preguntas profundas que la humanidad ha estado preguntándose desde entonces. Son las preguntas acerca de la vida después de la muerte.
¿A donde van las personas después de morir?
Note la pregunta de Job en el capítulo 14:10.
Mas el hombre morirá, y será cortado;
Perecerá el hombre, ¿y dónde estará él?
Job quiere saber dónde va a estar el día después de que muera. Él quiere conocer su destino.
Para los santos del Antiguo Testamento, la muerte era sombría y la tumba era preocupante, inquietante. Job no tenía el registro de las Escrituras como lo tenemos nosotros hoy. Él no podía abrir la concordancia en su Biblia y buscar los versículos que hablan de la muerte y la eternidad. Tampoco podía abrir un comentario Bíblico exegético que le explicara que decía la Biblia sobre este tema, y mucho menos podía abrir un Diccionario Bíblico y encontrar las respuestas que buscaba.
Hoy, no solo tenemos el registro completo de la Palabra de Dios, tenemos además muchísimos libros que explican en detalle lo que dicen las Escrituras.
En los días de Job, habían más preguntas que respuestas. Así que Job pregunta con toda sinceridad en el capítulo 14:10, “Cuando alguien muere, ¿a donde va?”[v]
¿A donde van las personas después de morir?
Job mismo menciona un lugar llamado “Seol” en Job 14:13. Quizás la pregunta de Job tiene menos que ver con su destino que con los detalles acerca de su destino. ¿Que es el Seol? ¿Como es el Seol?
Esta palabra hebrea, “Seol,” aparece casi 70 veces en el Antiguo Testamento. Existe mucha confusión acerca de esta palabra ya que, a veces, se traduce como “infierno” y otras veces se traduce como “la tumba.”
El Seol no es el infierno; y aunque la palabra también puede referirse a la tumba, tampoco es la tumba.
El Seol era el lugar donde iban los espíritus de los fallecidos.
En otras palabras, la tumba es el lugar donde se coloca el cuerpo del fallecido, pero el Seol es el lugar donde el espíritu del fallecido vive.
En el Antiguo Testamento, al parecer, ambos justos e impíos iban al Seol después de Morir.
El rey David, de hecho, bajo inspiración divina escribió,
Como a rebaños que son conducidos al Seol,
La muerte los pastoreará, (Esto es, a los impíos)
Y los rectos se enseñorearán de ellos por la mañana; Se consumirá su buen parecer, y el Seol será su morada.
Pero Dios redimirá mi vida del poder del Seol,
Porque él me tomará consigo (Salmo 49:14-15).
En otras palabras, David esperaba ir al Seol cuando muriera, pero no esperaba estar allí para siempre.
Además, la Biblia habla de un lugar llamado Hades. El Hades y el Seol son el mismo lugar. De hecho, es la traducción griega de la palabra Seol.
Encontramos una de las descripciones más detalladas del Seol en Lucas 16.
Lucas 16:22- 26 dice.
Aconteció que murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham; y murió también el rico, y fue sepultado. Y en el Hades alzó sus ojos, estando en tormentos, y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno.
Entonces él, dando voces, dijo: Padre Abraham, ten misericordia de mí, y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua, y refresque mi lengua; porque estoy atormentado en esta llama.
Pero Abraham le dijo: Hijo, acuérdate que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro también males; pero ahora éste es consolado aquí, y tú atormentado.
- En este pasaje claramente vemos que el Hades está compuesto por dos secciones.
Una sección es un lugar de sufrimiento, y el otro es un lugar de consuelo.
- Este pasaje enseña también que el Hades es un lugar donde todos los sentidos de la persona están en funcionamiento
El hombre rico clama, “Solo quiero una gota de agua,”
…estoy atormentado en esta llama… (Lucas 16:24)
- Este pasaje indica que aquellos que están en el Hades saben que merecen estar allí.
Un autor comentó que el hombre que está sufriendo en el Hades nunca se quejó ni reclamó que su situación era injusta. Él nunca dijo, ¡no debería estar aquí! Él se queja del dolor, nunca de una injusticia.[vi]
- El Hades es un lugar en donde hay memoria y emociones.
Este hombre, de hecho, va a demostrar compasión por los perdidos. Él tiene algunos hermanos que él sabe que van en su misma dirección.
Note lo que dice Lucas 16:27-30.
Entonces le dijo: Te ruego, pues, padre, que le envíes a la casa de mi padre, porque tengo cinco hermanos, para que les testifique, a fin de que no vengan ellos también a este lugar de tormento.
Y Abraham le dijo: A Moisés y a los profetas tienen; óiganlos. Él entonces dijo: No, padre Abraham; pero si alguno fuere a ellos de entre los muertos, se arrepentirán.
¿Puede creerlo? ¡Este hombre esta repentinamente preocupado con las misiones y el evangelismo! Este hombre tiene más pasión por los perdidos que muchos cristianos con vida. Quizás es porque él ahora sabe por seguro la quinta observación.
- El Hades no es un lugar imaginario
Cada no-creyente que muere va al Hades, y luego después del juicio final, será confinado al lago de fuego por siempre. Según Apocalipsis 20, el Hades va a vaciar sus habitantes delante del gran trono blanco de Dios donde serán condenados y enviados al lago de fuego que conocemos como el infierno.
Por ahora, las almas de aquellos que mueren sin Cristo van al Hades donde sufren tormento y esperan su juicio final.
No es de sorprenderse que este hombre quiere que sus 5 hermanos escapen de lo que él está viviendo. El Hades no es un lugar imaginario; es real. Y este hombre sigue allí.
Entendamos que este lugar de tormento – el Hades ahora y eventualmente el infierno – no es algo que la iglesia inventó para tratar de asustar a la gente para que se porten bien. De hecho, no es algo que siquiera podríamos inventar. Es parte del registro inspirado de las Escrituras.
El infierno, como el Hades, es un lugar literal. Hoy por hoy, el Hades es el lugar que retiene a aquellos que esperan el juicio. El infierno es el lugar final y definitivo de juicio y tormento.
Pedro escribió que
…El Señor… mantiene castigados a los perversos hasta el día del juicio final (2 Pedro 2:9)
El infierno no es el gueto. No es el tráfico en la hora punta. No es una mala relación o un trabajo difícil. El infierno no es pobreza o una enfermedad. Querido oyente, no hay tal cosa como “infierno en la tierra.” Sin importar cuan fea se pueda poner la cosa en la tierra, nunca se va a comparar a este lugar de eterno tormento.
¿Donde estará usted el día después de que muera?
El apóstol Pablo dijo de aquellos que creen el evangelio, que
Confiamos… que estar ausentes del cuerpo, es estar presentes al Señor (2 Corintios 5:8).
A nosotros, aparentemente, se nos dará una especie de cuerpo temporal para que podamos disfrutar de la presencia de Cristo. Tendremos labios para hablar y cantar. Tendremos emociones y todos nuestros sentidos como Lázaro.
Ahora, ¿que le ocurrió a aquellos quienes, junto con Lázaro fueron al Hades – a la sección de consuelo?
¿Como es que aquellos que ahora mueren, van al cielo y no al Hades?
Juan escribe en Apocalipsis 20 que los habitantes del Hades serán arrojados al infierno después del juicio final – así que no pueden haber creyentes del Antiguo Testamento o del Nuevo testamento allí. ¿qué es lo que pasó con ellos?
Pablo escribe que,
…cuando Cristo subió a lo alto, el llevó cautiva la cautividad (Efesios 4:8).
En otras palabras, Cristo llevó a estos creyentes desde el Hades al cielo.
Pablo continúa diciendo en Efesios 5:9-10
Ahora esta expresión “el subió” ¿que significa sino que El también había descendido primero a las partes más bajas de la tierra?
El que descendió, es el mismo que también subió por encima de todos los cielos para llenarlo todo.
Colosenses 2 alude a este evento histórico cuando Cristo descendió al Hades, no para sufrir en algún tipo de infierno, sino con el propósito de entregar las noticias de su triunfo sobre Satanás y para
…exhibirlo públicamente a través de su triunfo en la Cruz (Colosenses 2:15).
El Hades ya no es el lugar donde están los creyentes, ellos están en el cielo y cada uno que muere en Cristo va al cielo igualmente.
Cuando alguien muere, ¿vivirá otra vez?
Job hace una segunda pregunta importante en Job 14:14,
Si el hombre muriere, ¿volverá a vivir?
La respuesta es, “Si, para siempre”
Jesucristo nos dio la respuesta a esta pregunta que ha estado ligada al corazón de la humanidad cuando dijo,
… yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque este muerto vivirá. (Juan 11:25)
Aquellos que ponen su fe en Jesucristo van a tener este futuro – vida eterna en un cielo nuevo y una tierra nueva como su hogar.
La pregunta de verdad no es, “¿Vamos a vivir para siempre?” La pregunta es realmente “¿Donde vamos a vivir para siempre?”
Hay vida después de la muerte. Job lo sabía intuitivamente, y nosotros también.
Esta no es una especulación filosófica, este no es un mito religioso; este no es un invento para hacer que la gente se sienta mejor. Esta es la respuesta de parte de Dios. Esta es la palabra del Creador, y Su palabra es totalmente confiable, completamente creíble, y eternamente verdadera.[vii]
Conclusión
¿Donde estará usted el día después de su muerte?
Usted estará totalmente consciente; usted será usted, más vivo que nunca, vestido en un cuerpo temporal ya sea sufriendo en el Hades esperando el juicio final, o disfrutando de la presencia y el gozo y la adoración y servicio a Cristo. Para aquellos que creen en el evangelio – el día después que muera, usted estará experimentando el fin de todos sus problemas. Usted será libre – porque después de la muerte usted estará con vida.
[i] David McKenna, Mastering the Old Testament: Job (Word Publishing, 1986), p. 99.
[ii] Mike Mason, The Gospel According to Job (Crossway, 1994), p. 141.
[iii] David J. A. Clines, Word Biblical Commentary: Job 1-20 (Word, 1989), p. 266.
[iv] Charles Swindoll, Job: A Man of Heroic Endurance (Word, 2004), p. 111.
[v] Ibid., p. 122.
[vi] Ibid., p. 38.
[vii] Sam Gordon, Hope and Glory: I & II Thessalonians, p. 161.