Introducción
Comencemos el estudio de hoy con un pequeño examen sorpresa. Lo que quiero que usted haga es, simplemente, completar la frase con la primera cosa que le venga a la mente.
- Noé y – el Arca.
- Zaqueo subió a un –árbol sicómoro.
- Daniel y –el foso de los leones.
- Adán y – Eva
- Ahitofel y – es broma – tampoco se que decir!
- Jonás y – el gran pez.
Parte del problema que tenemos con estas historias bíblicas es que solo las estudiamos superficialmente – nos concentramos en lo extraordinario y sensacional. Pero hay mucho mas acerca de Noé que el arca que el construyó; Hay muchísimo mas en la vida de Daniel que el foso de los leones; y hay mucho mas acerca de Zaqueo que su aventura trepando un árbol. De la misma manera, hay mucho mas que podemos decir de Jonás que el hecho que se lo tragó un pez.
La verdad es que cuando pensamos en Jonás, automáticamente se nos viene a la mente una ballena. Es como si el profeta solo fuera el protagonista de una fabulosa historia de pesca.
En menos de 50 versículos, leemos de una gran tormenta en el mar, la conversión de un grupo de marineros idólatras, un rescate milagroso, una canción de alabanza, el arrepentimiento de una nación malvada, la revelación de la relación de Dios con los Gentiles incrédulos, un judío desobediente y el poder de Dios sobre la creación – usando el viento, un pez, una calabacera, un gusano para llevar a cabo sus propósitos.
El libro de Jonás es, en varias maneras un microcosmo – una pequeña representación de la relación y la soberanía de Dios sobre toda la creación, todos los reinos y toda la historia.[i]
Normalmente, uno no piensa en Jonás y el avivamiento nacional mas grande de la historia de la humanidad – que justamente ocurrió después del sermón mas corto jamás predicado.
No pensamos en Jonás y la misericordia de Dios.
No pensamos en que Jonás fue el primer misionero en la historia de la humanidad, enviado por Dios a una nación Gentil. Nunca nos ponemos a pensar en el hecho que él es el único profeta enviado al extranjero con un mensaje de arrepentimiento.
Es más, no pensamos de Jonás como la señal de la resurrección de Cristo.
Querido oyente, el libro de Jonás es mucho mas que la historia de un gran pez.
Objeciones a la Historia de Jonás
Con razón Satanás a través de la historia ha intentado convertir el libro de Jonás en un objeto de burla. Por siglos, el típico profesor liberal ha intentado desacreditar, ridiculizar y destruir la credibilidad del libro de Jonás.
Como varios en la audiencia han tenido que lidiar con eso, o van a estudiar en escuelas o universidades en las que los profesores van a poner en tela de juicio la historia de Jonás, permítame darle cinco de las objeciones mas comunes en contra de este libro.
- Primero, los incrédulos critican la abundancia de milagros en el libro de Jonás.
Francamente, uno espera que esto suceda.
Ellos no creen que Dios envió a un pez para que se tragara a Jonás. De hecho, ni siquiera creen que Dios haya creado a los peces para comenzar, así que ¿Cómo podemos esperar que crean que Dios mandó a un pez? Si no creen que Dios haya creado a las plantas y animales en Génesis 1, ¿Cómo podemos esperar que crean en Jonás capitulo 1?
Uno nunca va a poder convencer a un incrédulo del poder de Dios hasta que este haya depositado su fe en Cristo. Hasta ese entonces, tal como dijo Pablo en 1 Corintios 2:14,
“…el hombre natural (inconverso) no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios…”
- Segundo, los incrédulos creen que el libro de Jonás es un cuento de hadas por la singular misión que Jonás recibió.
Los eruditos liberales señalan que Dios nunca había mandado a un profeta judío a una nación gentil. Así que, este debe ser un cuento para que los judíos se sientan bien de si mismos.
Sin embargo, el hecho que Dios no hubiera mandado a un profeta a una nación gentil no quiere decir que nunca lo haría. La verdad es que existen precedentes bíblicos de Dios obrando en otras naciones antes de Jonás. Tanto Elías como Eliseo, bajo dirección divina, interactuaron con reyes paganos. Así que, el hecho que Jonás fuera enviado como un mensajero especial a un pueblo pagano no es algo difícil de imaginar.
- Los incrédulos critican esta historia, en tercer lugar, porque Jonás se refiere a Nínive en tiempo pasado.
En el capitulo 3, versículo 3, Jonás dice:
“…Y era Nínive ciudad grande en extremo…”
Sin embargo, ese tipo de expresión es perfectamente aceptable en una narración histórica. La mayor parte del libro de Jonás es justamente eso: una narración de sucesos históricos.
- Una cuarta objeción de los incrédulos es que ellos no creen que Jonás haya estado jamás en Nínive a causa del tiempo que él dice que le llevo caminar de un extremo de la ciudad a la otra.
Jonás escribe, en el versículo 3 del capitulo 3,
“…Y era Nínive ciudad grande en extremo, de tres días de camino.”
Sin embargo, se sabe que Nínive se podía cruzar de punta a punta en un solo día.
Pero ¿Qué hay de los alrededores – de los suburbios de este reinado que era más poderoso que el reino del norte?
Sabemos, por lo que dice la arqueología y la historia, que la población de Nínive era de más de 100 mil personas. Si yo fuera a predicar en una ciudad, por más que no sea tan grande, si tiene 100 mil habitantes, me va a llevar varios días, si no semanas hacerlo.
- La última objeción es que Jonás usa algunas palabras que parecen incompatibles con su propio vocabulario.
¿No es bueno saber cuan bien conocen los eruditos el vocabulario del mismo Jonás?
La verdad es que las palabras en cuestión aparecen en libros del Antiguo Testamento anteriores o posteriores a la época de Jonás.[ii]
Jonás no es un personaje de historieta. El era una persona real, viviendo en un tiempo real con un desafío real en sus manos.
Trasfondo de Jonás
Jonás, de hecho, era profeta en la corte del rey Jeroboam II, quien gobernó el reino del norte de Israel 750 años antes del nacimiento de Cristo.
Jonás ya había dado una famosa profecía que se cumplió cuando el reino del norte recuperó parte de su territorio perdido en 2 Reyes 14. Le invito a escribir esta referencia en el margen de su Biblia, 1 Reyes 14:25, allí leemos lo siguiente:
“El [Dios] restauró los límites de Israel desde la entrada de Hamat hasta el mar del Arabá, conforme a la palabra de Jehová Dios de Israel, la cual él había hablado por su siervo Jonás hijo de Amitai, profeta que fue de Gat-hefer.”
Este versículo corrobora el periodo de tiempo y el lugar del ministerio de Jonás. 2 Reyes hasta menciona su pueblo natal, que en los tiempos de Cristo pasaría a conocerse como Galilea.
Piense en esto. El profeta, cuya biografía proveería una ilustración de la resurrección de Cristo, profetizó en la misma región en la que Cristo viviría y predicaría.
Jonás profetizó para Dios durante el ministerio de Oseas y Amos. Es muy posible que Jonás haya sido entrenado por su precursor, Eliseo.[iii]
Un autor escribió lo siguiente: “Jonás habría sido uno de los profetas principales en la escuela de profetas cuando Eliseo estaba llegando al final de su maravilloso ministerio.”[iv]
Es interesante pensar que Jonás y Eliseo se conocieron.
Jonás fue uno de los profetas reverenciados por los judíos. De hecho, el padre de Andrés y Pedro, discípulos de Cristo, se llamaba Jonás. Probablemente, lo nombraron en honor al famoso profeta. Usted recordará que a Pedro se lo conocía como “Simón, hijo de Jonás” en Mateo 16:17.[v]
Así que el pueblo reconocía a Jonás como el profeta que ayudó a Israel a salir adelante; el profeta que predicó en la campaña evangelística mas grande de la historia de Israel –y vio al reino pagano de Nínive venir a Dios. Y el comenzó su campaña desde una transporte especial –enviado por Dios.
El historiador Josefo menciona a Jonás en sus escritos.[vi]
Ciento cincuenta años después de la muerte de Salomón, Jonás esta predicando en Israel. Esto no es ficción, no es una fábula, es real. Jonás era una persona real.
Entonces, permítame invitarle a examinar más en profundidad estos 48 versículos de la Escritura y conocer la vida y los tiempos del profeta Jonás.
Introducción a Jonás
El versículo 1 dice:
“Vino palabra de Jehová a Jonás…”
Siempre que leemos que la palabra de Jehová “vino” a alguien, eso quiere decir que esa persona era un verdadero profeta de Dios.[vii]
Los falsos profetas afirmaban hablar de parte de Dios o que habían recibido un mensaje de Dios. Sin embargo, los falsos maestros cuando hacen esto, simplemente están usando el nombre de Dios en vano.
Que la palabra de Jehová viniera a alguien era una marca de autenticidad. Esa persona era un verdadero profeta, o bien, esa persona debía llevar acabo una misión especial de parte de Dios. En el caso de Jonás, esta era la marca auténtica de su ministerio profético.[viii]
Cuando la palabra de Jehová venía a alguien, significaba que algo iba a suceder. Alguien iba a entrar en acción. Algo iba a sucederle a alguien.
Note que no se nos dice nada acerca de Jonás. No leemos nada acerca de su lugar de nacimiento ni su ministerio previo. No hay presentación alguna; no hay introducción.[ix]
Ni siquiera sabemos como fue que la palabra de Jehová vino a Jonás. ¿Un sueño; una visión; una voz; un ángel? No lo sabemos. No hay detalles, solo se nos dan los hechos.
Quizás usted haya descubierto que todo lo que sucede en este libro, sucede rápido. Todo lo que no es indispensable, queda afuera.
Ahora, note lo que dice el resto del versículo 1,
“Vino palabra de Jehová a Jonás hijo de Amitai…”
¿Quién es Amitai? Tal como le acabo de decir, no lo sabemos; no es importante para el resto de la historia.
No obstante, si quiero mencionar el significado interesante de estos dos nombres, que nos dan una idea del drama que se va a desarrollar.
Jonás es la palabra hebrea para “paloma”. Era común que los Hebreos nombraran a sus hijos con nombres de animales, esperando que el niño creciera y exhibiera las mejores características de su nombre.[x]
La paloma era conocida por su gracia, su vuelo, el hecho que era inofensiva, y por sobre todas las cosas, por ser un símbolo de la paz.
Desde Génesis 8:11, cuando la paloma regresó al arca de Noé con una rama de Olivo en el pico, la paloma se convirtió en un símbolo de esperanza y paz. De hecho, hasta el día de hoy, la paloma con un olivo es un símbolo de paz.
Cada vez que vemos una paloma en una bandera o un emblema, aparece volando, dando a entender su rol como mensajera.
Entonces, este hombre cuyo nombre es el símbolo de paz, es enviado como mensajero para extender la rama de olivo a una nación que se dirigía hacia la destrucción. Jonás, “la paloma” esta por ser enviado por el emperador de los cielos para ser un embajador de paz.
El pasaje nos dice que Jonás era el hijo de Amitai. El nombre Amitai proviene de la palabra Hebrea que nos da el termino “Amen” en el latín, lo cual significa ‘confirmar o reafirmar la verdad.’
Entonces, Jonás, hijo de Amitai, significa “el mensajero de paz, el hijo de verdad.”
Esto es mucho más que una coincidencia. Este es el mensajero de paz que va a ir a proclamar la verdad.
Jonás no fue a los Ninivitas y les habló acerca de la paz, el amor y el gozo. El fue y les dijo la verdad –“Si ustedes no se arrepienten, serán destruidos.” No podemos tener paz con Dios a menos que creamos la verdad de Dios.
Jonás va a entregar la verdad a una nación pagana al borde del desastre. El va a vivir su nombre.
Sin embargo, Jonás no quiere hacer esto ¿no es así? Esta es la parte que siempre recordamos.
Ahora bien, no seamos tan duros con Jonás antes entender bien los hechos. En nuestro próximo estudio vamos a ver que significaba y que implicaba ir a los Ninivitas –un pueblo que era reconocido por su brutalidad. Ellos eran conocidos por desmembrar a sus enemigos, un miembro a la vez, dejándoles el brazo y la mano derecha para poder estrecharles la mano y sonreírles mientras los veían sufrir desangrándose hasta la muerte.
Note que Jonás no recibe garantías de parte de Dios que la gente lo va a escuchar o que él va a sobrevivir. Ninguna garantía de eso. Si nosotros hubiéramos estado en la misma situación, me parece que nos hubiéramos comprado un boleto para huir también.
Creo que podemos resumir la breve historia de Jonás en cinco puntos principales:
- Jonás corre
- Jonás nada
- Jonás ora
- Jonás predica
- Jonás se enfada
También podemos ver un paralelo, como lo hizo un comentarista, entre el ministerio de Jonás y la historia del hijo prodigo.
En los primeros dos capítulos, Jonás cumple el papel del hijo prodigo, quien se alejó de su padre. Él se fue con la herencia de las riquezas de su padre, pero se las queda para el mismo, para gastarla como él quiera.
En los últimos dos capítulos, Jonás cumple el papel del hermano del hijo prodigo que se enoja; que se rehúsa entrar a la fiesta de su hermano arrepentido.[xi]
Sin importar como hagamos el bosquejo, creo que entenderá la razón por la que he titulado esta serie de estudios del libro de Jonás “El profeta prodigo”.
Lecciones Claves de Jonás
Ahora que hemos tenido una introducción del libro de Jonás, ¿Cuáles son algunas de las lecciones claves que podemos aprender a esta altura? Permítame sugerirle algunas.
- Primero, este atento –Dios nos ha entregado su palabra a nosotros también.
¿Alguna vez se detuvo a pensar en que la palabra de Jehová vino a usted también? Es así – usted seguramente tiene una Biblia en casa o tiene acceso a una.
Ahora, usted dirá, “Pero yo no soy como Jonás –no soy un profeta.”
Yo tampoco; ni siquiera soy hijo de profeta. Pero la verdad es que Dios ha hablado.
“Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo…” (Hebreos 1:1-2a)
Tenemos en nuestras manos las palabras de los profetas y las palabras de Cristo y sus apóstoles. Y estas son útiles para:
“…enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.” (2 Timoteo 3:16-17)
Dios ha hablado. Así que este atento a lo que Él le diga por medio de su palabra –esta lo equipara de por vida.
- Segundo, ánimo –Dios puede usar a cualquiera para llevar a cabo su voluntad.
Vamos a ver a Dios usando a marineros paganos, una tormenta en medio del mar, una planta, un gusano y un profeta cabeza dura.
Esta es la gracia de Dios –hasta este profeta cabeza dura fue escogido por Dios para producir un avivamiento nacional.
Así que este alerta y animado.
- Tercero, tenga cuidado –la obediencia pasada no garantiza obediencia futura.
Estoy de acuerdo con los comentaristas que creen que Jonás era un hombre ya viejo cuando sucedieron estas cosas.[xii]
La gran prueba para Jonás estaba reservada para sus últimos años. Es una situación muy similar a la de Daniel, que tenia más de 80 años de edad cuando fue arrojado al foso de los leones.
Jonás había servido a Dios por años. Había estado en contacto con Eliseo y seguramente enseñó en la escuela de profetas.
Nadie se habría sorprendido al escuchar que Jonás había sido escogido para esta misión riesgosa y difícil de parte de Dios.
Jonás era el hombre indicado
Francamente, pienso que Jonás se hubiera avergonzado de saber que 3 mil años mas tarde, creyentes como nosotros se pondrían a escudriñar sus acciones, emociones, orgullo, temores y fracasos. Pienso que se hubiera avergonzado de saber que nosotros íbamos a analizar cada rincón de su biografía.
Piénselo –Jonás tenia años de servicio fiel como profeta de Dios y solo tenemos un versículo que nos lo declara en 2 Reyes, pero el tiene un par de meses de fracasos y hay un libro entero al respecto.
Esto me recuerda uno de los propósitos por los cuales Dios nos dio el Antiguo Testamento –Pablo dijo en 1 Corintios 10:6 que lo tenemos como ejemplo.
En otras palabras, estas historias y biografías nos van a enseñar lo que no debemos hacer y lo que debemos hacer.
Estoy agradecido de que Dios no nos dio un libro acerca de los éxitos de Jonás y un solo versículo acerca de su fracaso. De ser así, no aprenderíamos lo suficiente de lo que necesitamos en nuestra lucha diaria por obedecer la Palabra de Dios.
Este es un libro para creyentes que se equivocan.
Este es un libro para advertir y desafiarnos a hacer bien las cosas.
El testimonio de Jonás sigue siendo profundo y provechoso para nosotros el día de hoy. Querido oyente, años de servicio y obediencia en el pasado no garantizan fidelidad en nuestro servicio futuro. Ninguno de nosotros ha alcanzado la meta aún.
Así que este alerta, este animado, y tenga cuidado.
[i] James Bruckner, NIV Application Commentary: Jonah (Zondervan, 2004), p. 17.
[ii] James Montgomery Boice, Minor Prophets: Volume 1 (Baker, 1983), p. 262.
[iii] Henry M. Morris, The Remarkable Journey of Jonah (Master Books, 2003), p. 18.
[iv] J. Sidlow Baxter, Explore the Book (Zondervan, 1960), p. 148.
[v] Ibid., p. 19.
[vi] Josephus, quoted by T. Desmond Alexander, Obadiah, Jonah, Micah (Intervarsity Press, 1988), p. 75.
[vii] Bruckner, p. 41.
[viii] The Minor Prophets: An Exegetical and Expository Commentary (Baker, 1993), p. 552.
[ix] William L. Banks, Jonah: The Reluctant Prophet (Moody Press, 1966), p. 13.
[x] Ibid., p. 14.
[xi] Warren W. Wiersbe, Life Sentences: Key Themes of 63 Bible Characters (Zondervan, 2007), p. 175.
[xii] John Phillips, Exploring the Minor Prophets (Kregel, 1998), p. 137.
