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Antes de que el mundo escuchara el primer llanto de Jesús, mucho antes de que Él tomara su primer aliento en la tierra, Dios ya estaba demostrando su providencia a los necesitados. Como lo narra Lucas en su evangelio, la fidelidad de Dios se manifestó primero en un humilde sacerdote llamado Zacarías. La fidelidad que Dios mostró a este siervo humilde es la misma que usó para revelar el regalo de su Hijo, y es la misma fidelidad que Él nos ofrece hoy.
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Introducción

Si le preguntara cuál de los autores bíblicos nos proporcionó la mayor cantidad de contenido en el Nuevo Testamento, probablemente respondería que es el apóstol Pablo. Él escribió trece cartas o epístolas en el Nuevo Testamento. Pero no. No fue Pablo.

Si pensara que fue el apóstol Juan porque escribió el Evangelio de Juan, el Apocalipsis y tres sus breves epístolas (primera, segunda y tercera de Juan) se equivocaría de nuevo.

Un autor del Nuevo Testamento, que no era apóstol, sino un médico gentil incircunciso, escribió la mayoría del texto del Nuevo Testamento – una gran obra de dos tomos.

Su nombre es Lucas.

El tomo o volumen uno de su serie de dos partes, se llama el Evangelio de Lucas y el tomo dos es el libro de los Hechos.

Sólo en volumen, el 25% del contenido del Nuevo Testamento fue escrito por este médico creyente.[i]

Estos dos tomos fueron escritos para un funcionario del imperio llamado Teófilo. El término «excelentísimo», también se puede expresar como «su excelencia» y es el mismo término que Pablo usó para dirigirse a dos gobernantes en Hechos 23 y Hechos 26.[ii]

En el segundo tomo, Lucas escribe en Hechos capítulo 1 y versículo 1:

Y a partir de ese punto, este segundo tomo revela los detalles de la llegada del Espíritu Santo, la creación de la era de la iglesia y las primeras actividades de los apóstoles.

Volviendo al Evangelio de Lucas, al comienzo de esta serie de dos tomos, Lucas le dice a Teófilo exactamente cuál fue su motivo al escribirlo. El versículo 1 dice:

En el primer tratado, oh Teófilo, hablé acerca de todas las cosas que Jesús comenzó a hacer y a enseñar hasta el día en que fue recibido arriba… Hechos 1:1-2a

Puesto que ya muchos han tratado de poner en orden la historia de las cosas que entre nosotros han sido ciertísimas, talcomo nos lo enseñaron los que desde el principio lo vieron con sus ojos, y fueron ministros de la palabra, me ha parecido también a mí, después de haber investigado con diligencia todas las cosas desde su origen, escribírtelas por orden, oh excelentísimo Teófilo, para que conozcas bien la verdad de las cosas en las cuales has sido instruido. Lucas 1:1-4

Lucas fue compañero de viaje del Apóstol Pablo y se hace aparente, porque lo que acabo de leer es en realidad una larga oración (como Pablo nos suele acostumbrar)

Y la palabra clave de esta declaración de propósito que escribe el doctor Lucas es certeza – para que conozcas bien – para que sepas la verdad precisa – para que tengas certeza de las cosas que te han enseñado.

Teófilo, yo quiero que tengas la certeza, que entiendas bien y que comprendas con seguridad el Evangelio.

Pareciera ser una maravillosa coincidencia que el nombre de este hombre sea Teófilo, que significa «amigo de Dios». La verdad de este pasaje es aplicable a cada creyente desde entonces hasta el día de hoy – para cada uno de nosotros que, por la fe en Jesucristo, ahora no solo somos hijos de Dios sino también amigos de Dios.[iii]

Lucas quiere que el creyente desarrolle los fundamentos de su fe, y la evidencia para fortalecerla durante estos tiempos inciertos.

Él dice aquí que ha examinado los testimonios de testigos. Él ha revisado las notas de sus entrevistas con los apóstoles y cientos de creyentes que vieron al Señor, que caminaron con Él, le oyeron predicar y realizar milagros.

De hecho, cuando Lucas dice que buscó la información de estos testigos, que desde el principio vieron las cosas con sus propios ojos, él utiliza una palabra que no se encuentra en ningún otro lugar del Nuevo Testamento – la palabra griega autoptes, de la que sacamos nuestra palabra autopsia.[iv]

El Dr. Lucas está examinando cuidadosamente el registro histórico – recopilando, ordenando y precisando todos los hechos y datos históricos.

Escuche, el cristianismo nunca ha dicho:  «Cierre los ojos, deje de pensar y trate de creerlo».[v]

No, el cristianismo dice: «Compruebe las evidencias, analice los informes de la autopsia cuidadosamente; Mire a este hombre: su nacimiento, vida, muerte y resurrección. Mírelo en toda su perfección y gloria – y entonces crea».

Este es el Dios que vino a nuestro mundo caótico y condenado; Jesucristo, 100% Dios, 100% hombre, que dijo en Lucas 19:10: «el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido”.

Francamente, no podría pensar en un mejor momento para examinar las verdades sobre Jesucristo, del Evangelio de Cristo y de las declaraciones de Cristo, que en estos días de llenos de caos y desorden, cuando la sociedad busca borrar al verdadero Jesús de las páginas de nuestro mundo.

Dejemos que este relato del evangelio haga lo mismo que en los cristianos que vivían unos 50 años después de la muerte de Lucas. Tertuliano, teólogo, lider de la iglesia en sus comienzos y testigo de los hechos escribió que «El Evangelio de Lucas renovó su fe» – revitalizó y refrescó la fe del creyente.[vi]

Ahora, para hacer eso, uno pensaría que Lucas se sumergiría inmediatamente en la narración del nacimiento de Jesús.

Pero el Dr. Lucas no tiene apuro.  Él va a escribir el libro más largo del Nuevo Testamento.[vii]

Primero, él nos va a presentar a dos personas que tenían todas las razones para estar rezagados en su fe, derrotados y desanimados – y, a decir verdad, ellos estaban un poco desanimados.

Aunque la cultura y el contexto han cambiado entre el primer siglo y el siglo XXI, las verdades bíblicas que desarrollan la certeza de nuestra fe no han cambiado en absoluto.

Permítame llevarlo a través de esta sección inicial del libro de Lucas, señalando al menos tres verdades inmutables para todo corazón que hoy necesita ser renovado y refrescado.

Aun cuando el soberano Dios parece irrelevante, Él todavía está en control.

Observe cómo empieza el relato del evangelio de Lucas en versículo 5:

Hubo en los días de Herodes, rey de Judea, un sacerdote llamado Zacarías… Lucas 1:5a

En los días de Herodes, había un sacerdote. Podría escribir en el margen de su biblia, «que tiempo tan terrible para ser sacerdote». De hecho, era una época horrible para vivir en esa parte del mundo y tratar de caminar con Dios.

Herodes el Grande estaba en el trono. Puesto en el poder unos 40 años antes del comienzo de este capítulo. Orgulloso, malvado y brutal.

Él va a matar a tres de sus hijos para evitar que se suban al trono que él cuidaba celosamente. Su título favorito era «Rey de los Judíos» – un título que está a punto de verse amenazado. 

Herodes tuvo nueve o diez esposas – no estamos seguros – pero sabemos que ejecutó a una de ellas sin razón aparente.[viii]

Agréguele a esto el hecho de que los líderes religiosos eran corruptos, encadenados a las tradiciones y rebeldes en sus corazones a la palabra de Dios.

Dios ya no era importante en el ámbito político y religioso. Lo consideraban irrelevante.

Vivir durante el reinado de Herodes ya era lo suficientemente malo, y ser sacerdote en un sistema religioso corrupto solo lo empeoraba.

Lucas está preparando la escena para volver a enseñarnos esta inmutable verdad.

El sacerdote Zacarías parece estar aferrándose a este salvavidas – a esta importante verdad – incluso cuando Dios parece irrelevante, Él todavía está en control.

Incluso cuando Dios parece ausente, Él es consciente de cada dolor.

Leamos de nuevo el versículo 5:

Hubo en los días de Herodes, rey de Judea, un sacerdote llamado Zacarías, de la clase de Abías; su mujer era de las hijas de Aarón, y se llamaba Elisabet. Lucas 1:5

Deténgase allí por un momento.

En esos días, el sacerdocio estaba formado por varios miles de hombres organizados en 24 divisiones; ellos servían en el templo durante una semana en diferentes momentos del año.[ix]

Lucas nos dice que Zacarías estaba en la división de Abías, lo que quiere decir que vivía fuera de Jerusalén. Esta división era bastante insignificante en el esquema del poder religioso. Estos sacerdotes no eran parte de la élite, codeándose con los grandes y famosos. No tenían conexiones influyentes en el mundo religioso. Vivían en el campo.

Lo más probable es que, cuando no estaba sirviendo de sacerdote, Zacarías se dedicara a la agricultura para cubrir sus gastos.

Llevaba décadas fielmente casado con Elisabet. Lucas nos dice aquí que ella era descendiente directa de Aarón, el primer sumo sacerdote de Israel.

Y ambos amaban a Dios – observe su testimonio tal como lo describe Lucas en el versículo 6:

Ambos eran justos delante de Dios, y andaban irreprensibles en todos los mandamientos y ordenanzas del Señor. Lucas 1:6

Ahora, Lucas no está diciendo que eran personas perfectas, que nunca pecaban, sino que eran personas que obedecían la ley de manera persistente y decidida. Amaban a Dios y lo obedecían lo mejor que podían.

Y tenga en cuenta, que tenían todas las razones para suponer que Dios no estaba muy al tanto de su situación. Dios no les concedía aquellas promesas del pacto, por las que habían trabajado duro para defender y servir.

Uno esperaría que Lucas siguiera en su relato, diciéndonos que ellos tenían un montón de hijos. Sin embargo, él nos cuenta de su esterilidad. Se creía que esta era una señal de que Dios estaba disgustado con ellos al retener sus bendiciones. Durante el período del Antiguo Testamento, la obediencia en el pueblo de Israel conllevaba la bendición de ser fructífero como dice Deuteronomio 7:14.

La gente automáticamente asumía que algo malo debía estar pasando en alguna parte. Zacarías y Elisabet parecían caminar con Dios, pero Él no había les había dado la bendición de tener un hijo, por lo que algo debía estar pasando puertas adentro. Por eso Lucas sale a aclarar las cosas y enfatiza la integridad de su carácter aquí. Ellos no estaban siendo juzgados por Dios, aunque a simple vista ese parecía ser el caso durante esos días del Antiguo Testamento. 

De hecho, al final de este capítulo, Elisabet se alegrará de que Dios haya quitado su afrenta del pueblo. 

Por desgracia, los rabinos habían estado enseñando la tradición legalista de que varias clases de personas no podían disfrutar de una estrecha comunión con Dios – esto incluía a un hombre soltero, y una pareja que no tenía hijos.[x]

Por supuesto, el mismo Señor Jesús echaría por tierra estas ideas erróneas. Él mismo nunca tuvo una esposa ni hijos; sin embargo, experimentó la comunión más cercana con Dios Padre que nadie ha experimentado.

Pero ese es la oscura nube religiosa bajo la cual han tenido que vivir durante toda su vida matrimonial. 

Ahora con eso de trasfondo, se nos dice aquí en el versículo 8, que a la división de Zacarías que contaba con varios cientos de sacerdotes, le toca comenzar una semana de servicio.

El versículo 9, nos dice que se echaron suertes para determinar cuál sacerdote tendría el privilegio especial de quemar el incienso en el Lugar Santo, justo afuera del Lugar Santísimo.

Este habría sido el honor máximo, el punto cúlmine en el ministerio de un sacerdote. De hecho, un sacerdote sólo podía hacer esto una vez durante su ministerio.[xi]

Y muchos sacerdotes entre los 10.000 que servían en ese momento, nunca tendrían la oportunidad de hacerlo.

Así que, aquí está Zacarías, tal vez en la última etapa de su sacerdocio, elegido para arrojar el incienso sobre las brasas calientes del altar dentro del Lugar Santo.

Una vez adentro, sin duda habría mirado con asombro a su alrededor; los muebles, los candelabros, el pan, esa enorme cortina de 10 metros de alto, bordada con querubines de oro protegiéndolo del lugar Santísimo del otro lado – estar tan cerca habría sido asombroso.

En este momento, Zacarías está representando a Israel y trae las oraciones de la nación que ascienden en ese dulce aroma de incienso, elevándose delante del Señor. 

Se nos dice aquí en el versículo 10, que una multitud de adoradores estaba orando fuera del templo mientras él realizaba esta sagrada tarea.

Este sacerdote campesino que había servido fielmente al Señor – Este hombre que, junto a su esposa, sin duda se preguntaban por qué la bendición de Dios siempre parecía llegar a otras personas, pero no a sus vidas – este hombre seguramente no podía esperar a llegar a su casa para decirle a su esposa Elisabet que había sido elegido por Dios para esta increíble experiencia.

Pero, mientras la nube de incienso se va dispersando, él se da cuenta de que no está solo.

El versículo 11 dice: 

Y se le apareció un ángel del Señor puesto en pie a la derecha del altar del incienso. Y se turbó Zacarías al verle, y le sobrecogió temor. Lucas 1:11-12

Esa es la forma bíblica de decir que casi se desmaya. El ángel Gabriel podría haber necesitado un poco de sales aromáticas para despertarlo.

Recuerde, este es el fin de 400 años de silencio entre Dios y la humanidad. Entre el final de Malaquías en el Antiguo Testamento y este momento aquí, no ha habido una palabra de parte de Dios – no han habido apariciones de ángeles, ni palabras proféticas, ni sueños, nada de nada durante 400 años hasta ese momento.

Versículo 13:

Pero el ángel le dijo: Zacarías, no temas; porque tu oración ha sido oída, y tu mujer Elisabet te dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Juan. Y tendrás gozo y alegría, y muchos se regocijarán de su nacimiento. Lucas 1:13-14

Gabriel pasa a describir a continuación el ministerio profético de Juan el Bautista – como será conocido – el precursor de Jesús el Mesías.

Pero volvamos a leer la primera parte del mensaje de Gabriel. Él le dice a Zacarías: Tu oración ha sido oída, y tu mujer Elisabet te dará a luz un hijo.

Pero, espere un segundo. Esa no había sido su oración en el Lugar Santo.

  • Él está orando por la nación;
  • Él ora por la venida del Mesías.
  • Él probablemente está orando por un avivamiento entre los líderes religiosos;
  • Él incluso pudo estar orando por la conversión del rey Herodes.

Él no oraba para que Elisabet tuviera un hijo. A estas alturas, ellos ya tienen unos 70 o incluso 80 años según estudiosos de la Biblia. Se nos dice que ellos eran de «edad avanzada».[xii]

Zacarías había orado por esto cincuenta años atrás. Cuarenta años atrás, él y Elisabet habían llorado juntos mientras orar por esto. Treinta años atrás, tal vez incluso veinte años atrás seguían orando, pero ahora ya el tiempo se había acabado.

Aquella habitación desocupada en su hogar ya nunca vería un bebé. El sonido de un niño jugando y corriendo nunca resonaría en las paredes de su casa.

Imagine esta increíble revelación. Dios parecía ausente, los cielos no habían hablado, pero Gabriel se aparece ahora y dice: «Dios escuchó tu oración hace cincuenta años; Él la escuchó hace cuarenta; conocía el anhelo, el dolor que sentían con Elisabet».

“Dios sabía por qué estabas orando hace treinta años. Dios supo cuándo desististe y dejaste de pedir”. 

¿Cuánto tiempo ha esperado usted la respuesta a una oración? ¿Señor, la escuchaste? Han pasado cuatro meses, tal vez cuatro años, ¿se imagina usted cuarenta años?

Incluso cuando Dios parece ausente, Él todavía se preocupa por usted – el conoce su dolor.

Déjeme darle una verdad inmutable más:

Incluso cuando las cosas parecen imposibles, Dios es capaz de hacer lo inimaginable.

Mire, Zacarías no cree lo que Gabriel le dice. Él le pregunta al ángel en el versículo 18:

En qué conoceré esto? Porque yo soy viejo, y mi mujer es de edad avanzada. Lucas 1:18b

A propósito, esposos, hay una lección de diplomacia que podemos aprender aquí. Notó que Zacarías dijo: «Yo soy viejo, pero mi esposa es de edad avanzada» ¡Brillante!

Volviendo al tema: Zacarías dice: ¿Cómo es que voy a tener un hijo? Soy viejo ¡es imposible! 

Por cierto, más adelante en el capítulo 1, María le preguntará a Gabriel, «¿Cómo puede ser esto?»; pero su pregunta es diferente a la de Zacarías.

El lenguaje original, nos permite entender que ella no entiende cómo iba a funcionar el proceso.[xiii]

¿Cómo puede concebir una virgen?

Pero Zacarías, por el otro lado, no cree que él y su esposa siendo viejos – perdón, de avanzada edad – puedan tener un bebé.

Para María es una pregunta de biología, para Zacarías es una cuestión de fe; quiere más pruebas, quiere una señal de Dios… lo que me parece hasta cómico, ya que está hablando con un ángel. ¿Qué más necesita?

Aquí está la conversación del versículo 18 otra vez:

En qué conoceré esto? Porque yo soy viejo, y mi mujer es de edad avanzada.  Respondiendo el ángel, le dijo: Yo soy Gabriel, que estoy delante de Dios; y he sido enviado a hablarte, y darte estas buenas nuevas. Lucas 1:18b-19

Observe el juego de palabrasZacarías dice: yo soy viejo. Pero el ángel responde: Yo soy Gabriel y estoy en presencia de Dios.Cuando las cosas parecen imposibles, ese resulta ser el tiempo perfecto. Gabriel podría haber escuchado el testimonio de personas través de toda la historia humana: En esos momentos es cuando nuestro gran Dios se goza en dar un paso al frente y hacer lo inimaginable.

Gabriel luego le dice a Zacarías que, por causa de su incredulidad, no podría hablar durante los próximos nueve meses.

Una vez terminado su servicio en el templo, corre a casa, como nos dice el versículo 23. Me lo imagino lleno de gozo, asombro, miedo y estupor al mismo tiempo.

No puede esperar para darle la noticia a Elisabet – probablemente llevo a su mula hasta unos impresionantes cinco kilómetros por hora.

Entra corriendo en la casa, agarra a Elisabet e intenta pronunciar algunas palabras, pero no le salen. No funciona, así que empieza a jugar charadas con ella.  Este juego tienen más de dos mil años por si no lo sabía. Mueve los brazos. Modula y gesticula le mejor que puede: ¡vas a tener un bebé!

Todo esto lo ve claramente en el idioma griego. (broma)

Ella probablemente piensa que está loco. Sin duda debería haberse jubilado antes.

Obviamente, ella puede ver la seriedad en su rostro y las lágrimas de alegría en sus mejillas; Dios había escuchado sus oraciones décadas atrás.

Y ahora, en el momento cuando era absolutamente imposible, el Dios de lo imposible, el todopoderoso creador, va a realizar el milagro.

Al final del capítulo, se nos dice en el versículo 24, que Elisabet concibió y permaneció en su casa durante los siguientes cinco meses. “¿Sera un sueño? ¿En serio es verdad? ¡Que alegría tan grande!

¿Puede imaginarlos tomándose un retrato familiar diez meses después?

«Hola, ¿quieren hacerse una foto con su bisnieto?»

«No, este es nuestro bebé y acabamos de tenerlo hace un par de meses». 

Fuera de broma, Lucas es el único escritor de los Evangelios, que nos da suficientes detalles pre y postnatales – probablemente porque él era médico.

Y evidentemente amaba a la gente, este médico amado, como Pablo lo llamó en (Colosenses 4:14); él amaba la vida. Me da la impresión de que habría sido una tremenda persona.

De hecho, el verbo «gozarse», aparece más veces en el Evangelio de Lucas que en ningún otro libro del Nuevo Testamento.[xiv]

La frase «alabado sea Dios», aparece más veces en el Evangelio de Lucas, que en todo el resto del Nuevo Testamento.[xv]

Y desde el principio podemos entender el porqué: nuestra fe no es un invento. La certeza de nuestra fe se basa en estas verdades inmutables, y nos lleva a la alegre certeza de que:

  • Incluso cuando la autoridad de Dios parece irrelevante para el mundo que nos rodea, Él tiene el control
  • Incluso cuando Dios parece ausente y los cielos están en silencio, Él tiene cuidado de cada uno de nosotros. Él conoce cada anhelo, cada dolor y cada oración.
  • Incluso cuando las cosas parecen imposibles, Dios está preparado y plenamente capacitado para hacer lo inesperado, lo inimaginable y lo milagroso.

¡Sólo imagine ese retrato familiar!

Mire a ese anciano con una sonrisa de oreja a oreja. 

  • Zacarías significa «Dios se acuerda» – y lo hizo;
  • El nombre Elisabet hace referencia a la fidelidad de Dios – y Él fue fiel;
  • El nombre de su pequeño bebé, Juan, significa «Dios es misericordioso», y Él lo es.

Y con esto, Gabriel ha recibe la comisión del Señor de ir a entregar otro mensaje inesperado.

Él le entregó el mensaje a Zacarías de que su esposa, que nunca habría esperado tener un bebé a estas alturas, lo tendría. A continuación, Gabriel le va a decir a una joven virgen, que nunca habría esperado tener un bebé en ese momento, que lo tendría.

Lucas nos está guiando a una declaración milagrosa, que cambia vidas, que rompe el silencio de Dios, que anuncia la venida del Mesías. Estas son las buenas nuevas de gran gozo.


[i] Bruce Larson, The Communicator’s Commentary: Volumen 3 (Word Publishers, 1983), p. 13

[ii] David E. Garland, Exegetical Commentary on the New Testament: Luke (Zondervan, 2011), p. 55

[iii] Ibid, p. 56

[iv] Ibid, p. 24

[v] Adaptado de Life Application Bible: Luke (Tyndale, 1997), p. 2

[vi] Adaptado de William Hendriksen, Exposition of the Gospel According to Luke (Baker Book House, 1978), p. 7

[vii] Charles R. Swindoll, Insights on Luke (Zondervan, 2012), p. 17

[viii] Warren W. Wiersbe, Luke Volume 1: Be Compassionate (Victor Books, 1988), p. 10

[ix] Adaptado de R. Kent Hughes, Luke: Volume 1 (Crossway Books, 1998), p. 19

[x] William Barclay, The Gospel of Luke (Westminster Press, 1975), p. 10

[xi] Garland, p. 65

[xii] John Phillips, Exploring the Gospel of Luke (Kregel, 2005), p. 61.

[xiii] Adaptado de Garland, p. 69

[xiv] Hughes, p. 17

[xv] Barclay, p. 4

Este manuscrito pertenece a Stephen Davey. Puede ser usado sin fines de lucro y con las atribuciones necesarias.

A menos que se indique lo contrario, las citas bíblicas provienen de las versiones Reina Valera 1960, La Biblia de las Americas y la Nueva Biblia de las Americas.

Reina-Valera 1960 ® © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988. Usado con permiso.

La Biblia de las Américas (LBLA), Copyright © 1986, 1995, 1997 por The Lockman Foundation. Usado con permiso. www.LBLA.com

Nueva Biblia de las Américas (NBLA), Copyright © 2005 by The Lockman Foundation. Usado con permiso. www.NuevaBiblia.com

Pies de nota han sido provistos para citar las fuentes correspondientes cuando el texto lo ha requerido. En caso de haber omisiones no intencionales, futuras revisiones incluirán las anotaciones apropiadas.

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