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Venciendo la tentación como Jesús

Todos enfrentamos la tentación a diario, pero ¿sabe cómo enfrentarla? En esta lección, estudiamos el famoso pasaje donde el Señor Jesús es tentado en el desierto por el diablo. A través de esta fascinante narración, descubriremos los recursos prácticos que podemos usar cuando nosotros también enfrentamos al Tentador. Aprenda hoy a vencer la tentación como Jesús.
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Verdades sobre la tentación

La tentación se puede definir, como un acto de incitación a pecar, acompañado de una promesa de placer o ganancia si decidimos hacerlo. Incitación al pecado con la promesa de algo que ganar.

Estamos a punto de ver cómo se desarrolla esto en la vida de Jesucristo, mientras Él entra ahora al desierto para lidiar con el diablo, por así decirlo.

Pero antes de entrar de lleno a este pasaje, quiero aportar tres observaciones en cuanto a la tentación.

La tentación es totalmente imparcial.

En otras palabras, no le importa quién es usted, qué tan maduro sea, cuántos años tenga de vida o en la fe.

De hecho, si Jesucristo – el hombre más espiritualmente maduro que caminó sobre el planeta – pudo ser tentado, ciertamente usted y yo nunca seremos inmunes a su atractiva seducción.

La verdad es que no hay nadie fuera del alcance de la tentación. La tentación es totalmente imparcial.

La tentación es extremadamente persistente.

No es como un péndulo que oscila hacia usted y lo esquiva. Este se aleja y luego regresa. Es más bien como un sabueso que nunca deja de seguirlo y rastrearlo.

No importa si ha tenido éxito en el pasado o no ante la tentación. Por eso, el apóstol Pablo les escribió a los creyentes Corintios: Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga” (1 Corintios 10:12).

Nunca estará fuera de peligro y nunca estará lo suficientemente lejos del alcance de la tentación.

Varios años atrás, leí la historia real de un padre de la iglesia primitiva, que creyó que su problema con el pecado eran todas las tentaciones que lo rodeaban – la cultura, la sociedad, las personas y las tentaciones visuales o audibles. Por lo que decidió alejarse de su pueblo y estar lejos de todos los estímulos que lo bombardeaban en su vida diaria. 

Comenzó a vivir una vida bastante primitiva en una cueva que encontró en la ladera de una colina. Sus necesidades eran simples, él plantó su jardín y cazaba para comer. Pero eventualmente tuvo que regresar a la vida de la aldea. Él escribió en su diario personal estas palabras: “Incluso allí, completamente solo, era tentado con pensamientos de orgullo y las tentaciones mundanas todavía tocaban a mi puerta. Allí, en una cueva la tentación me encontró”.

La tentación es extremadamente persistente.

Aquí una característica más:

La tentación es cuidadosamente personalizada.

¿Alguna vez pensó en el hecho de que Satanás también es un pescador de hombres y mujeres y jóvenes?

Y como cualquier pescador hábil, no tiene solo un método para atrapar a todos. Tiene todo tipo de señuelos para los diferentes tipos de peces. 

Hice una pequeña investigación sobre la pesca y leí que los arqueólogos han encontrado cañas de pescar que se remontan al antiguo Egipto. Se ha encontrado hilo de pesca en excavaciones que datan de unos 4.000 años de antigüedad y está elaborado con seda tejida. 

Los señuelos de pesca, a menudo se fabricaban con bronce y cobre. Se encontró un señuelo de la era vikinga. Era un simple gancho unido al extremo de una cuchara de cobre. Estaba diseñado para captar los rayos del sol.

Se han encontrado señuelos pintados para parecer insectos y gusanos con cientos de años de antigüedad.

La pesca es realmente una ciencia. Nunca he sido bueno para las ciencias y será por eso que nunca he atrapado un pez.

Me han invitado a pescar en los lagos de por acá cerca, y hasta me han invitado a pescar a mar adentro. No es lo mío, pero ¡gracias de todos modos!

Al único lugar donde estaría dispuesto para ir a pescar, es al puente de madera del parque, donde la gente arroja pan al agua y los peces suben como locos a la superficie para comer. Tal vez allí podría pescar algo.

Si hay toda esta estrategia, ciencia y planeación en los señuelos para capturar un pez, no debería sorprendernos que Satanás nos estudie también. Él busca el señuelo adecuado, en el momento justo y si no picamos, pacientemente lo cambia y pone otro señuelo.

Y no sólo es culpa del diablo. Nuestra naturaleza pecaminosa también le da muchas oportunidades, municiones e información para atacarnos.

La tentación es totalmente imparcial, extremadamente persistente y cuidadosamente personalizada.

Entonces ¿qué esperanza tenemos? Si no podemos evitar la tentación, ¿cómo podemos enfrentarla?

Bueno, estamos a punto de recibir un increíble modelo de vida en Jesucristo. Él va a depender y ejercitar lo mismo que nosotros podemos el día de hoy: obediencia, sumisión, humildad, paciencia y una mente y corazón saturados de la Palabra de Dios.

La tentación de Jesús en el desierto

Le invito a abrir su Biblia en el Evangelio de Lucas, capítulo 4, y veamos cómo Satanás echa el anzuelo de la tentación en el estanque del corazón y vida del Señor Jesús.

Observe el versículo 1:

Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán, y fue llevado por el Espíritu al desierto. Lucas 4:1

Este desierto tiene varios cientos de kilómetros y se lo apodaba “La desolación.”  Es seco y caliente como un horno con una superficie de piedras filosas brillaban con el calor del sol y desciende en picada unos 400 metros de altura hacia el mar Muerto.[i]

No podía haber un mejor escenario para esta batalla entre dos príncipes – el príncipe de las tinieblas y el Príncipe de la Paz.

Ahora se nos dice aquí – y no pase esto por alto — que Jesús está lleno del Espíritu Santo. Esto es, está bajo el control del Espíritu Santo. El Señor también nos ordena a nosotros que seamos iguales a diario, llenos o dominados por el Espíritu Santo (Efesios 5:18). Entonces, Jesús está en perfecta comunión con el Espíritu Santo. 

¿Notó el contraste de estos dos ambientes? Él está en el Espíritu y en el desierto. Normalmente no los pondríamos juntos ¿verdad?

Asumimos que si estamos donde el Espíritu de Dios quiere que estemos, el lugar no va a parecerse en nada a un desierto.

Pensamos que deberían ser pastos verdes y aguas tranquilas todo el tiempo (Salmo 23:2); puede ser. Pero también puede que sea una temporada donde Él le prepara una mesa en presencia de sus enemigos (Salmo 23:5).

Por más difícil de imaginar que sea, es posible estar lleno del Espíritu y enfrentar al diablo al mismo tiempo.

También se nos dice aquí en el versículo 2:

(Jesús), lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán, y fue llevado por el Espíritu al desierto por cuarenta días, y era tentado por el diablo. Y no comió nada en aquellos días, pasados los cuales, tuvo hambre. Lucas 4:1b-2

Ahora tenga en cuenta que, si “cuarenta días” está vinculado a la frase “siendo tentado”, y el relato del Marcos los vincula claramente, esto significa que Jesús no fue tentado al cabo de cuarenta días, Él estuvo siendo tentado durante todo el tiempo – durante 40 días. [ii]

Marcos dice que estuvo allí en el desierto cuarenta días, y era tentado por Satanás. Marcos 1:13.

Por cuarenta días no paró de tentar a Jesús. Durante cuarenta días, Satanás estuvo buscando su punto débil. Estuvo cambiando el cebo cada día; muchas veces a lo largo del día y en la noche. 

Y ahora aquí, al cabo de 40 días, cuando Jesús está físicamente agotado y hambriento, Satanás ataca con todo lo que tiene. Lo que vemos aquí son tres tentaciones culminantes y estratégicas.

Y aquí está la primera, versículo 3:

Entonces el diablo le dijo: Si eres Hijo de Dios, di a esta piedra que se convierta en pan. Lucas 4:3

Permítame darle un título a cada tentación. Podríamos resumir esta primera tentación simplemente como:

Tentación 1: ¡Póngase en primer lugar!

Dios el Padre no quiere darte lo mejor. No quiere darte lo que necesitas.

Ahora, cuando el diablo dice aquí en el versículo 3: “Si eres Hijo de Dios…” no está negando que es el hijo de Dios ni lo está poniendo en duda.

Esta es una afirmación. Efectivamente está diciendo: “En vista de que eres el Hijo de Dios, ¿por qué estás pasando hambre?”[iii]

¿Cómo puedes tú, el Hijo de Dios, pasar hambre?

Tienes una necesidad legítima como ser humano y tienes el poder de Dios, entonces ¿por qué no usas tu deidad para resolver los problemas de tu humanidad?

Satanás está tentando a Jesús a desconfiar del cuidado de Dios, salga de Su papel como representante de la raza humana y se encargue de sus problemas por sí mismo.[iv]

Quiere que Jesús utilice sus atributos divinos para servirse a sí mismo. “Jesús, ponte en primer lugar; sírvete a ti mismo”. Si Jesús hace esto, por una fracción de segundo estaría pecando de egoísmo.

Pero hay algo aún más sutil en esta tentación. Satanás está diciendo entre líneas: “Tu Padre no te está dando algo que necesitas. ¿No quiere lo mejor para ti? ¿Acaso no le interesan tus necesidades? ¿No sabe que estás pasando hambre? ¿Qué está esperando? Tal vez, después de los 40 días es hora ya de que empieces a valar por ti mismo – que te pongas en primer lugar y dejes de depender de Su cuidado y provisión.[v]

¿Cuántos de nosotros hemos caído con esta trampa? “Estoy en el desierto, tengo necesidades legitimas; estoy sufriendo y no hay luz al final del túnel. Hay cosas buenas que Dios no me da. ¿Qué está esperando? Tal vez tengo que ponerme en primer lugar.

Pero en lugar de morder el anzuelo, Jesús responde con la Biblia en el versículo 4:

Jesús, respondiéndole, dijo: Escrito está: No solo de pan vivirá el hombre… Lucas 4:4 (Deuteronomio 8:3)

A propósito, Jesús no dijo: “El hombre no vivirá de pan y punto”. No, él dijo: “No sólo de pan vivirá el hombre”. Jesús no quería pan a costa de perder su comunión con Dios el Padre.

Para Jesús, era mejor tener hambre en la voluntad de Dios, que tener el estómago lleno fuera de la voluntad de Dios.[vi]

Ahora, tenga en cuenta que Jesús va a contrarrestar cada tentación citando las Sagradas Escrituras. Su mente y corazón estaban saturados con la Palabra de Dios.

Él es un ejemplo para nosotros de la verdad del Salmo 119:11 que dice: “En mi corazón he guardado tus dichos, Para no pecar contra ti”.

¿Cómo nos ayuda esto?

Bueno, la Palabra de Dios le da a usted la mente de Dios, la sabiduría de Dios, los límites morales de Dios, la perspectiva de Dios, las advertencias de Dios, los mandamientos de Dios y el consejo de Dios.[vii]

Usted debe enfrentar al diablo con la mente, la sabiduría, los límites, la perspectiva, las advertencias, los mandamientos y el consejo de Dios.

Cuando nos regimos por estos, podemos resistir al diablo.

Bueno, este es un llamado entonces para todos nosotros nos pongamos a memorizar la Escritura, meditar en la Palabra, internalizarla de tal manera que podamos recordar y aplicar su mensaje en medio de la tentación.

Y, observe que, después de cada tentación, Jesús va a citar un versículo del Libro de Deuteronomio.

¿Cuándo fue la última vez que hizo su devocional en el Libro de Deuteronomio? Me pregunto, ¿cómo enfrentaría la tentación si todo lo que tuviera a disposición fuera el libro de Deuteronomio? Evidentemente, eso fue todo lo que necesitó el Señor Jesús para vencer.

Continuamos con la segunda tentación en el versículo 5. Esta vez, podemos resumir la tentación en las siguientes palabras:

Tentación 2: ¡Tome el camino fácil!

Dios le está pidiendo demasiado.

Y le llevó el diablo a un alto monte, y le mostró en un momento todos los reinos de la tierra. Y le dijo el diablo: A ti te daré toda esta potestad, y la gloria de ellos; porque a mí me ha sido entregada, y a quien quiero la doy. Lucas 4:5-6

Satanás obviamente tiene poder delegado de parte de Dios. El Señor no solamente lo creó con sus capacidades, sino que le otorga y aún limita su poder. Él diablo nunca ha escapado del control soberano de Dios. Ahora, con este poder delegado, logra llevar a Jesús a un lugar alto. El Evangelio de Mateo lo describe como una montaña muy alta, y allí Satanás le muestra a Jesús el poder y la gloria de los reinos terrenales.

Satanás no miente aquí, por cierto. Tres veces, Jesús va a describir a Satanás como “el príncipe de este mundo” en el evangelio de Juan (Juan 12:31; 14:30; 16:11); el apóstol Pablo lo llama “el príncipe de la potestad del aire” (Efesios 2:2) y “el dios de este siglo”(2 Corintios 4:4).

A Satanás se le ha dado delegado un poder temporal grande e impresionante. Pero solo tenga en cuenta que está atado con una correa y Dios es quien la sostiene.

De hecho, Satanás mismo admite aquí que su autoridad es delegada. Él dice: porque a mí me ha sido entregada (la potestad o el poder sobre estos reinos del mundo)[viii]

Los reinos no le pertenecen para siempre, sólo por un tiempo. Pero Dios le ha permitido controlarlos por ahora; así que, le promete a Jesús, legítimamente, por el poder que le ha sido dado, que puede entregárselo a Jesús – que puede tenerlo todo ahora. Ese es el señuelo.

Quizás se esté preguntando, ¿por qué esto sería una tentación para Jesús?

Satanás está sugiriendo sutilmente que la voluntad del Padre implica demasiado sufrimiento. ¿Por qué no tomarse un atajo? “Yo puedo darte el poder sobre las naciones para que establezcas tu reino ya mismo. No necesitas hacer nada. No necesitas hacer tu ministerio y sufrir la traición ni el dolor de la cruz.”

Jesús conoce el Salmo 2, conoce su destino como el Señor soberano de las naciones. Satanás sabe que Jesús lo sabe.

Pero aquí está el señuelo: “¡Te doy un atajo fácil y sin dolor!”[ix]

“¡Puedes evitar la cruz y ponerte la corona ahora! La voluntad del Padre para ti es sufrimiento, agonía, sangre, dolor, lágrimas y rechazo. No hace falta que vivas todo eso. Tu eres Dios el Hijo; puedes tener los reinos de este mundo sin sufrir ni morir”.

Puedes tener la gloria sin Getsemaní.[x]

Este es el señuelo, pero aquí está el anzuelo versículo 7:

 Si tú postrado me adorares, todos serán tuyos. Lucas 4:7

La palabra adoración, aquí se refiere a inclinarse ante el diablo. Jesús tiene la opción de cambiarse de bando. Cambiar su lealtad a Satanás.[xi]

Es sólo una pequeña reverencia, pero – versículo 8:

Respondiendo Jesús le dijo: Escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás. Lucas 4:8 (Deuteronomio 6:13)

Satanás quiere que mordamos el mismo anzuelo y no consideremos el hecho de que estamos haciendo un trato con el diablo que quiere gobernar nuestras vidas.

Y una de sus estrategias, es poner en nuestra mente el señuelo, la idea de que la voluntad de Dios es demasiado difícil, que Él nos pide demasiado. Vivir para Él es demasiado difícil. Creí que Dios haría mi vida más fácil.

¿Dónde está el atajo? Tiene que haber un camino más fácil.

Ese es el señuelo, pero el anzuelo está en que el camino fácil es el camino ancho que lleva a la destrucción y él se enseñorea de todos los que escogen andar por su camino.

Un maestro de la clase de jóvenes en la iglesia les dio esta advertencia: “Escuchen, si ustedes van conduciendo y ven al diablo haciendo seña al lado de la carretera pidiendo que lo lleven, no se detengan, no abran la puerta, no lo dejen entrar, porque si lo hacen, no pasará mucho tiempo antes que él esté conduciendo el carro”.

Esta segunda tentación, entonces, básicamente le dice “tome le camino más fácil”. Basta de sufrir siguiendo la voluntad de Dios y toma mi atajo.

Finalmente, Satanás presenta su tercera tentación que podríamos resumir como:

Tentación 3: ¡Haga las cosas a su manera!

La Palabra de Dios debe adaptarse a sus gustos y propósitos.

El engaño es increíblemente sutil, continuemos leyendo en el versículo 9:

Y le llevó a Jerusalén, y le puso sobre el pináculo del templo… Lucas 4:9a

La palabra traducida pináculo significa punta – o pequeña ala – probablemente se refería a la cornisa en la esquina sureste del templo. El historiador Josefo la describe en el primer siglo diciendo que era como una azotea que se elevaba unos 150 metros sobre el valle del Cedrón. Si miraba hacia abajo desde allí le daría vértigo.[xii]

Es allí entonces que Satanás se para junto a Jesús y le dice:

… Si eres Hijo de Dios, échate de aquí abajo; porque escrito está: A sus ángeles mandará acerca de ti, que te guarden; y, En las manos te sostendrán, Para que no tropieces con tu pie en piedraLucas 4:9b-11

Satanás está citando aquí el Salmo 91, un Salmo que celebra la protección de Dios sobre Su amado pueblo. 

Pero Satanás saca este versículo de contexto y dice: “Hagamos que este versículo se aplique a tu espectacular salto desde la cornisa del templo. Dios dice que protegerá a los fieles y ya que eres fiel ¿por qué no pones a prueba a Dios Padre ahora mismo? Toma este versículo y úsalo para justificar tu propia agenda. Es hora de que hagas las cosas a tu manera”.

Antes de continuar, no pierda de vista el hecho de que el diablo puede citar las Sagradas Escrituras.[xiii]

Satanás ha escuchado hasta ahora a Jesús responder dos veces con las Escrituras y con una increíble y brillante habilidad de engaño Satanás dice: “Bueno, aquí tengo un par de versículos para ti de mis salmos favoritos”.

Satanás es obviamente un estudiante de las Escrituras, pero el problema es que las tuerce para que le sirvan de excusa en su rebeldía con Dios.

Hasta el día de hoy, la mayoría de las sectas y muchos incrédulos con los que he podido conversar, no rechazan la Biblia, simplemente la reinterpretan o le agregan y quitan cosas.

Algunos hasta han venido a tocarme el timbre y lo primero que dicen es: “Le interesaría aprender de la Biblia”. Y yo siempre les digo: “Bueno, la verdad es que tengo cierto interés en aprender de la Biblia”.

Pero ya sabe, una cosa es hablar de esas sectas y esos incrédulos que ignoran los pasajes que no les gustan y reinterpretan la Biblia, mientras pasamos por alto el hecho de que nosotros podemos usar la Biblia para justificar cualquier cosa que queramos hacer.

A menudo usamos frases como “Dios me lo dijo” o “Dios me está guiando a hacer esto o aquello”, pero en el fondo de esta charla espiritual, hay una agenda personal.

Satanás quiere que Jesús reinterprete el Salmo 91 como le conviene.

Este señuelo de Satanás aquí es aún más tentador y engañoso, porque hay una profecía de Malaquías capítulo 3 que dice: y [el Señor] vendrá súbitamente a su templo (Malaquías 3:1).

Satanás está desafiando a Jesús, una vez más, a saltarse el calendario divino, a tergiversar el significado de las Escrituras, y, con una espectacular caída en el patio del templo, buscar cumplir una profecía y anunciar su identidad antes del tiempo establecido.

“Hazlo a tu manera Jesús, prueba a tu Padre y mira si no te recompensa protegiendo tu acto de fe. ¡Será asombroso!”.

Y Jesús responde en el versículo 12:

Dicho está: No tentarás al Señor tu Dios. Lucas 4:12 (Deuteronomio 6:16)

En otras palabras, no le diga a Dios lo que tiene que hacer, no use Su palabra para desobedecer Su voluntad. No voy a poner a Dios a prueba. Voy a confiar en Él y obedecer su palabra.

Continuamos en el versículo 13 leemos:

 Y cuando el diablo hubo acabado toda tentación, se apartó de él por un tiempo. Lucas 4:13

Como un in incansable sabueso detrás de su presa, Satanás seguirá de cerca al Señor. Por ahora lo deja tranquilo, pero seguirá buscando la ocasión oportuna para volver a atacar.

Imaginemos ahora la gloria y la maravilla de esta verdad: Jesús nunca pecó. Nuestra única esperanza, seguridad, confianza y gozo, está en el hecho de que Él nunca mordió el anzuelo, Él nunca pecó.

Él fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado (Hebreos 4:15).

…el no hizo pecado, ni se halló engaño en su boca (1 Pedro 2:22).

Jesucristo será ese Cordero sin defecto, digno de llevar todos nuestros pecados, porque diariamente – en pensamiento, acción, o intención mordemos el anzuelo y diariamente acudimos a Él para ser liberados del anzuelo que nos ha vuelto a atrapar.

Pero aquí está nuestro ejemplo a seguir. Él solo uso los mismos recursos que tenemos. Él nos está mostrando cómo enfrentar al diablo; estos son nuestros recursos en la batalla:

Recursos cuando nos enfrentamos al diablo:

  • Sométase a la dirección del Espíritu de Dios – aunque lo lleve al desierto;
  • Sea paciente con el tiempo de Dios, aunque no Se ajusta a su agenda;
  • Esté dispuesto a sufrir según la voluntad de Dios;
  • Satúrese de la Palabra de Dios.

Jesús 100% Dios, pero 100% humano, eligió aquí utilizar sólo los recursos que como humanos tenemos hoy a nuestra disposición.

Y como hombre, se enfrentó al diablo y ganó. Venció por usted y por mí. ¡Él venció! Y por eso, usted también puede vencer hoy a la tentación.


[i] William Barclay, The Gospel of Luke (Westminster Press, 1975), pág. 43

[ii] David E. Garland, Exegetical Commentary on the New Testament: Luke (Zondervan, 2011), p. 180

[iii] Warren W. Wiersbe, Be Compassionate: Luke, volumen 1 (Victor Books, 1989), pág. 41

[iv] Leonard Ravenhill, Tried and Transfigured (FOR Publishers, 1962), pág. 5

[v] Darrell L. Bock, Baker Exegetical Commentary on the New Testament: Luke, Volumen 1 (Baker Académico, 1994), pág. 373

[vi] Adaptado de Warren W. Wiersbe, Be Compassionate: Luke, Volumen 1 (Victor Books, 1989), p. 41

[vii] Adaptado de R. Kent Hughes, Luke: Volumen 1 (Crossway, 1998), p.138

[viii] Garland, pág. 186

[ix] Bruce B. Barton, Life Application Bible Commentary: Luke (Tyndale, 1997), pág. 87

[x] Charles R. Swindoll, Insights on Luke (Zondervan, 2012), pág. 98

[xi] Bock, pág. 377-378

[xii] Hughes, pág. 136

[xiii] Garland, pág. 187

Este manuscrito pertenece a Stephen Davey. Puede ser usado sin fines de lucro y con las atribuciones necesarias.

A menos que se indique lo contrario, las citas bíblicas provienen de las versiones Reina Valera 1960, La Biblia de las Americas y la Nueva Biblia de las Americas.

Reina-Valera 1960 ® © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988. Usado con permiso.

La Biblia de las Américas (LBLA), Copyright © 1986, 1995, 1997 por The Lockman Foundation. Usado con permiso. www.LBLA.com

Nueva Biblia de las Américas (NBLA), Copyright © 2005 by The Lockman Foundation. Usado con permiso. www.NuevaBiblia.com

Pies de nota han sido provistos para citar las fuentes correspondientes cuando el texto lo ha requerido. En caso de haber omisiones no intencionales, futuras revisiones incluirán las anotaciones apropiadas.

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