Introducción
Hay un viejo dicho registrado en un comentario de la tradición y cultura judía llamada la Mishná. Es una antigua expresión que hacía referencia a los discípulos que seguían tan de cerca a su mentor, que se decía que vestían el polvo de su maestro.
En otras palabras, caminaban tan cerca de su maestro, que terminaban cubiertos con el polvo que levantaban sus sandalias.[i]
La palabra griega traducida discípulo (mathetes) significa “aprendiz, uno al que se le enseña, un estudiante dentro del currículum requerido del maestro”.
Estamos a punto de encontrarnos con doce hombres cubiertos de polvo. Los conocemos como los doce discípulos de Jesús, y cuando se gradúen, llegarán a ser apóstoles – comisionados – enviados – con la misión de hacer más discípulos de Jesucristo.
El Evangelio de Lucas ha llegado al punto donde la hostilidad del mundo religioso en contra de Jesús se ha vuelto obvia e intencional.
Para cuando termine de leer el versículo 11 de Lucas capítulo 6, los líderes religiosos ya estarán planeando el asesinato de Jesús.
Ahora, en este punto de la historia, Jesús tiene cientos de discípulos. Algunos de ellos son seguidores sinceros, pero muchos no lo son. Él está a menos de dos años de ser crucificado.
Y el Señor ahora determina que es tiempo de reunir a un grupo cercano de hombres. Le asistirán en sus milagros, compartirán sus comidas, viajaran con Él a todas partes, serán testigos de cada momento, escucharán cada sesión de preguntas y respuestas, oirán sus sermones que ira repitiendo cientos de veces por donde vaya; finalmente, aprenderán a imitar sus actitudes, perspectivas y ministerio.[ii]
Estos son los doce hombres que literalmente seguirán sus pisadas, comenzarán a vestir su polvo y en última instancia compartirán su corazón por alcanzar el mundo con el evangelio.
La oración para la elección
Le invito a abrir su biblia en el Evangelio de Lucas capítulo 6. Vemos allí que antes de nombrar estos doce discípulos, Jesús va a pasar la noche en oración.
Note el versículo 12:
En aquellos días él fue al monte a orar, y pasó la noche orando a Dios. Lucas 6:12
La frase traducida “pasó la noche en oración” proviene de una sola palabra que se usa una vez en todo el Nuevo Testamento.
Y, como era de esperarse, este es un término médico que sólo el Dr. Lucas usaría con frecuencia, porque se usaba para describir una vigilia de toda una noche cuidando a un paciente.[iii]
Uno se encuentra sentado toda la noche con un individuo desesperadamente enfermo, y obviamente no quiere ir a dormir por la intensidad de lo que está ocurriendo.
Lo que hace de esta escena un episodio más intenso aun, es el hecho de que Lucas escribe aquí que Jesús esta continuamente en oración – pasa la noche entera hablando con Dios.[iv]
En otras palabras, lo que usted tiene aquí es una reunión de oración donde se encuentra la Trinidad. Esta es una santa reunión, la sagrada comunión de los miembros de la Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, pasando la noche conversando.[v]
¿Puede imaginarlo? Esto es tan sagrado que Lucas no agrega ningún comentario descriptivo, simplemente dice que sucedió.
Y tenga en cuenta que Jesús no está aquí orando: “Padre, sé que necesito elegir doce hombres, pero no estoy seguro de Pedro que parece un poco desequilibrado, de Judas que me parece un poco sospechoso y Mateo que tiene la peor reputación en Capernaúm. No sé, tal vez debería elegir algunos sacerdotes fieles del templo o uno o dos rabinos. ¿Qué piensas que debo hacer?”
No, el omnisciente Hijo de Dios es plenamente conocedor de estos doce hombres y su elección ya fue determinada desde antes de la fundación del mundo.
Jesús no está ahí afuera tratando de estudiar para un examen final. No está confundido. No, es una comunión con Dios el Padre y Dios el Espíritu Santo sobre el significado de este momento en la historia de la humanidad, algo planeado desde la eternidad.
Como comenta un autor, Jesús no estaría orando sobre si debe elegirlos o no, Jesús estaría orando por ellos.
Su ministerio de intercesión se intensifica por estos hombres. Él conoce sus defectos, Él sabe a qué se van a enfrentar, Él conoce su futuro.
De hecho, Jesús le dirá a Pedro más tarde: Satanás va a tratar de sacudir y arruinar tu vida, pero yo he rogado por ti” (Lucas 22:32).
Era una verdad para los primeros discípulos y es verdad para usted también: Jesús sabía todo acerca suyo antes de que diera un paso para seguir los Suyos.
Al comenzar nuestro estudio sobre estos primeros discípulos, quiero que tenga un par verdades en mente:
Jesús no escogió a sus discípulos porque Él los necesitaba, sino porque ellos lo necesitaban a Él.[vi]
Por eso elegirá a hombres que nunca esperaríamos que Él eligiera, y nos rascamos la cabeza pensando porqué el Señor elegiría a estas personas sin educación o pedigrí religioso, sin trasfondos sociales prestigiosos. Muy por el contrario, eran hombres que nadie habría considerado para convertirse en los discípulos del Señor.
¿Cómo van a ayudarle? ¿En qué estaba pensando?
Sólo tiene unos 18 meses antes de regresar al cielo. Será mejor que empiece con hombres que realmente le ayuden a que su causa tenga éxito. Es así como los negocios funcionan, como los emprendimientos tienen éxito. Usted se rodea de personas que son buenas para usted – hábiles en sus áreas designadas.
Me encontré con este pequeño documento ficticio varios años atrás. Alguien imaginó un reporte de la oficina de consultores de gestión asesorando a Jesús en cuanto a la elección de sus discípulos. El reporte comienza:
“Gracias por enviar las hojas de vida de los doce hombres que ha elegido para puestos administrativos en su nueva organización. Todos ellos han tomado nuestras pruebas de personalidad y habilidades gerenciales, y teniendo en cuenta los resultados, es nuestra opinión que la mayoría de sus nominados carecen de la formación, educación y aptitud para el tipo de trabajo que realiza su empresa. Simón Pedro es dado a un temperamento violento y tiene altas probabilidades de perder el control. Andrés no muestra potencial para el liderazgo. Tomás muestra una tendencia a aislarse que socavará la moral del equipo. Felipe no tiene capacidad visionaria y los dos hermanos, Jacobo y Juan, ponen el interés personal por encima de la lealtad a la empresa. Creemos que es nuestro deber informarle que Mateo ha sido puesto en período probativo por nuestra Oficina de Investigación de Fraudes. Santiago hijo de Alfeo, y Tadeo tienen inclinaciones hacia la izquierda radical y parecen emocionalmente inestables. Sin embargo, hay un candidato que tiene un gran interés y mentalidad empresarial, está muy motivado y es responsable. Así que recomendamos como su director financiero a Judas Iscariote”.
Ese reporte no está muy lejos de la realidad.
¿No es interesante que el Señor no escogió a un solo rabino? No escogió un escriba, pasó por alto al Sumo Sacerdote y su familia.
Ninguno de los hombres que eligió vino de la maquinaria religiosa, sino que eligió hombres de los campos de Galilea y la mayoría de ellos eran pescadores.
Jesús no está tratando mejorar su imagen como Mesías codeándose con la élite religiosa; Él mismo va a capacitar a sus representantes con un mensaje radicalmente nuevo.
Jesús eligió a sus discípulos, no porque Él los necesitaba, sino porque ellos lo necesitaban a Él.
Y eso es cierto hasta el día de hoy. Jesús no lo necesita a usted o a mí. Nosotros necesitamos de Él. La gloria del Evangelio y la Gracia de Cristo consisten en que Él planeó y se deleita en incluirnos a usted y a mí como sus colaboradores sirviendo con Él, aunque podría haber tronado los dedos, crear a la iglesia y llevarla al Cielo inmediatamente.
Pero no lo hizo.
Él elige discípulos que entienden que lo necesitan a Él, que quieren caminar cerca de Él, para aprender de Él, y terminar vistiendo – con gran alegría y aprecio total – el polvo de sus sandalias.
Jesús escogió a sus discípulos no por quienes eran, sino por lo que llegarían a ser.[vii]
Recuerde quiénes eran cuando Jesús los llamó por primera vez a seguirlo. Vaya si no fue una elección interesante.
No sólo fue una elección interesante humanamente hablando, sino que eran muy diferentes uno del otro. Usted podía prever que nunca se llevarían bien.
Está todo el espectro político. Se dice que para cuidar una relación no se debe hablar de política o religión, pero eso es todo de lo que hablarán. Está Simón el Zelote que se agarraría a puñetazos con cualquiera que pensara que no hacía falta salir de la opresión romana de inmediato.
Los zelotes odiaban la autoridad romana. Ellos amaban su nación y se revelaban contra roma al punto de armar disturbios, intentos de golpes de estado, matando romanos sin remordimiento. Eventualmente organizarían una gran guerrilla para intentar derrocar a Roma. Eran nacionalistas, patriotas hebreos.
Hoy conducirían sus motocicletas y camionetas por la ciudad, ondeando grandes banderas israelíes y rifles automáticos. Tendrían calcomanías en su parachoques que dirían: Si no amas a Israel, te ayudo a empacar.
Pero ahora Simón el Zelote está en el mismo grupo con Mateo, que traicionó a su país vendiéndose a los romanos para convertirse en un cobrador de impuestos y defraudar a su propio pueblo judío. ¡Era un traidor!
Si Jesús hubiera mandado a estos dos hombres compartir una habitación por una noche, Mateo habría desaparecido para la mañana.
Sumado a eso, estos doce hombres están en todo el espectro emocional y de personalidad: Pedro es rápido e impetuoso, es un riesgo; Felipe es cuidadoso y metódico, siempre está calculando los hechos.
Natanael, también conocido por su nombre hebreo Bartolomé, tiende a creer todo lo que escucha, mientras que Tomas dudar de todo. Algunos son de clase alta, mientras la mayoría son de clase media o baja.
Algunos tienen cierto nivel de educación, mientras que la mayoría son analfabetos.
¡Son muy diferentes! ¿Cómo van a llevarse bien?
¿Cómo vamos a llevarnos bien entre nosotros que somos discípulos del Señor? ¿Es acaso porque somos parecidos? ¿Nos llevaremos bien porque somos iguales emocionales, política, educativa y económicamente? No. Es sólo porque estamos siguiendo al mismo Maestro.
Llevamos el mismo polvo mientras caminamos tras el Salvador.
Hay cuatro pasajes en el Nuevo Testamento que nos dan una lista de los nombres de estos doce discípulos: Mateo 10, Marcos 3, Hechos 1 y aquí en Lucas 6.
En cada lista, los nombres aparecen casi en el mismo orden. Y en cada lista, Pedro siempre aparece primero y Judas Iscariote en último lugar.
Los discípulos están divididos en tres grupos de cuatro. El primer grupo es el más destacado. Hablan e interactúan más. A veces Jesús los invita a cosas que a los otros no. Parecen tener una comunión más estrecha con Jesús. Tenemos más información en el Nuevo El testamento sobre ellos que de los demás.
Y en este primer grupo de discípulos se encuentran Pedro, Andrés, Jacobo y Juan. Dos pares de hermanos biológicos.
Pedro
El líder de este primer grupo de discípulos que conforman el círculo cercano de Jesús es, por supuesto, el discípulo más conocido: Simón Pedro. Es mencionado en los evangelios más que cualquier otra persona a excepción de Jesús. Nadie habla tanto como Pedro, y el Señor no le habla a otra persona tanto como a Pedro. Ningún discípulo es tan reprendido por el Señor como Pedro y ningún otro discípulo reprende al Señor, excepto Pedro.[viii]
Todo el mundo conoce los fracasos de Pedro, como la vez en Mateo 14, que se bajó de la barca para caminar en el agua hacia Jesús, miró las olas y empezó a hundirse.
¡Pedro no pudo seguir y terminó empapado!
Bueno, pero, tampoco olvide que Pedro es el único discípulo dispuesto a intentar caminar sobre el agua, mientras los otros están en la barca agarrados a su asiento con todas sus fuerzas.
Pedro haría más preguntas que todos los otros discípulos juntos.
Ahora, el nombre “Pedro”, es más que nada un apodo que le dio Jesús cuando se encontraron por primera vez, en Juan 1:42. Juan registra:
Y mirándole Jesús, dijo: Tú eres Simón, hijo de Jonás; tú serás llamado Cefas (que quiere decir, Pedro). Juan 1:42b
Pedro es un nombre griego y Cefas arameo que significa: “Piedra o roca”.[ix]
El Señor básicamente le da a Simón este apodo, no porque fuera fuerte y firme, sino porque el Señor iba a hacerlo fuerte y firme.
En este momento aquí en Lucas 6, Pedro es impredecible, inestable, es seguro de sí mismo y cabeza dura; es apasionado, luego frío; es genial haciendo promesas que no es capaz de cumplir.
Oh, pero cada vez que escuchaba su apodo le recordaba aquello en lo que el Maestro quería que se convirtiera.
Más tarde se convertirá en un hombre firme bajo una presión increíble. No estará dispuesto a abandonar o ceder bajo persecución. Él predicará el primer sermón de la era de la iglesia cuando es creada por el Espíritu Santo en Hechos capítulo 2 el día de pentecostés.
Los historiadores Eusebio y Clemente nos cuentan que después de décadas de fiel ministerio, el apóstol Pedro será obligado a ver a su propia esposa crucificada; la historia registra que Pedro la animó a permanecer firme mientras se la llevaban.
Cuando llegó su turno de morir, pidió ser crucificado cabeza abajo dando testimonio de que él no era digno de morir como lo había hecho su Señor. Así murió clavado en una cruz de cabeza.[x]
Andrés
El siguiente discípulo mencionado por Lucas aquí en el capítulo 6 es el hermano de Simón Pedro, Andrés.
Pedro y Andrés eran compañeros el negocio familiar pesquero que tenían en la costa del Mar de Galilea.
No lo sabemos con seguridad, pero hay indicios históricos de que Andrés era el hermano mayor de Pedro – lo que hace esta relación más interesante porque Andrés viviría a la sombra de Pedro.
De hecho, a lo largo del Nuevo Testamento, muchos de los versículos que nombran a Andrés, agregan el pequeño comentario de que él era el hermano de Pedro, como si eso lo hiciera más reconocible: “¿Quién eres tú? Oh, eres el hermano de Pedro”.
Andrés va a ser mencionado nueve veces en el Nuevo Testamento, y en la mayoría sólo lo mencionan de pasada.
Pero lo que es aún más interesante para mí es que Andrés fue el primero de los hermanos en mostrar cualquier tipo de interés espiritual. Él había viajado para escuchar a Juan el Bautista quien se encontraba predicando su mensaje de arrepentimiento.
Andrés había creído el mensaje, Juan lo había bautizado personalmente y lo había invitado a convertirse en uno de sus discípulos. Andrés evidentemente pasaba sus días con Juan y sus noches pescando con su hermano Simón Pedro, que aparentemente no estaba muy interesado.
Pero luego se nos da este increíble encuentro en el Evangelio de Juan – en el capítulo 1:
El día siguiente otra vez estaba Juan, y dos de sus discípulos, y mirando a Jesús que andaba por allí, dijo: “He aquí el Cordero de Dios.” Lo oyeron hablar los dos discípulos, y siguieron a Jesús… Andrés, hermano de Simón Pedro, era uno de los dos que había oído a Juan, y habían seguido a Jesús. Juan 1:35-37; 40
Lo que significa que Andrés siguió a Jesús antes que Pedro lo hiciera. De hecho, es muy probable que Andrés haya sido el primero de los doce discípulos. Es el primero en creer que Jesús era el Mesías.
Y si se pregunta si Andrés quiso ocultar su nuevo vínculo con Jesús. Es decir, después de todo, si Pedro se enteraba, vendría y lo pondría en segundo plano. “Conozco a Simón, he vivido bajo su sombra durante años, yo llegué a aquí primero”.
Bueno, el versículo 41 deja las cosas claras:
Este halló primero a su hermano Simón, y le dijo: Hemos hallado al Mesías (que traducido es, el Cristo). Y le trajo a Jesús. Juan 1:41-42a
Lo primero que hace Andrés es decirle a su familia sobre Jesús, y específicamente a su hermano Simón. Francamente sin Andrés, tal vez nunca hubiera llegado Simón Pedro. Hay una notable humildad en Andrés. Nunca lo vemos quejarse del liderazgo de Pedro, incluso si eso significa pasar a un segundo plano y quedar a la sombra de su hermano Simón Pedro.
Si estudia la vida de Andrés a través del Nuevo Testamento, descubre que él está constantemente involucrado en traer personas a Cristo.
Eusebio, el historiador del tercer siglo, escribió que Andrés abriría camino hacia las regiones exteriores de lo que hoy conocemos como Rusia. Él también seria martirizado. Fue crucificado para ser exactos.
Evidentemente, Andrés llevó a Cristo a la esposa de un Político poderoso en el Imperio Romano. Este líder político se enfureció por la conversión de su esposa al cristianismo, y exigió que se retractara. Ella se negó y él tomó represalias arrestando a Andrés y ordenando su muerte.[xi]
Así que Andrés terminó su ministerio tal como lo había comenzado, trayendo a alguien a los pies de Jesús.
¿Sabe usted lo que la iglesia necesita hoy? ¿Mejores programas? ¿Más dinero? ¿Más publicidad y respaldo de buenas empresas y gente conocida? ¿Más aprecio y respeto?
No, lo que necesitamos son más hombres y mujeres como Andrés, que lo primero que piensan es: “Necesito ir a decirle a mi amigo, a mi familiar y a mi compañero de trabajo sobre Jesús”.Aquí están Simón Pedro y Andrés, hermanos, pescadores que se convirtieron en hermanos espirituales: en pescadores de hombres… discípulos que se convirtieron en un ejemplo de cómo llevar con perseverancia y alegría el polvo de las sandalias de nuestro Maestro, mientras seguimos los pasos de Jesús.
[i] Adaptado de la Mishná, 1;4
[ii] Adaptado de Charles R. Swindoll, Insights on Luke (Zondervan, 2012), p. 149
[iii] Ibídem.
[iv] David E. Garland, Exegetical Commentary on the New Testament: Luke (Zondervan, 2011), p. 272
[v] John MacArthur, Twelve Ordinary Men (W Publishing Group, 2002), pág. 15
[vi] Darrel L. Bock, Baker Exegetical Commentary on the New Testament: Luke 1-11 (Baker, 1994), p. 447
[vii] Swindoll, pág. 150
[viii] MacArthur, pág. 39
[ix] Bruce B. Barton, Life Application Bible Commentary: Luke (Tyndale, 1997), pág. 146
[x] MacArthur, pág. 60
[xi] MacArthur, pág. 74