Introducción
En el prefacio de un comentario del libro de Proverbios, Robert Alden escribe estas palabras:
Desde 1955, el conocimiento objetivo se ha duplicado cada cinco años. Nuestra generación posee más datos sobre el universo y la personalidad humana que todas las generaciones anteriores juntas. Piénselo de esta manera: los graduados de la escuela secundaria de hoy han sido expuestos a más información sobre el mundo que Platón, Aristóteles y el [apóstol Pablo] en conjunto. En términos de información académica solamente, ni Aristóteles ni el apóstol Pablo podrían pasar un examen de ingreso a la universidad el día de hoy.[i]
Lo que encuentro especialmente irónico es que gran parte de esta cita ahora está tremendamente desactualizada. Alden escribió esto en 1983, y ahora está muy atrasado en cuanto a sus datos.
Según un informe reciente del Secretario de Educación de los Estados Unidos, solo el conocimiento técnico se está duplicando, no cada cinco años, sino cada dos años. Esto significa que los estudiantes que están comenzando un título técnico de cuatro años, encontrará que la mitad de lo que aprenden en su primer año de estudio estará desactualizado en su tercer año de estudio. De hecho, se previó que, para el año 2010, el conocimiento técnico se duplicaría cada setenta y dos horas.
Imagínelo. En la década de 1950, el conocimiento técnico en cuanto a sus máquinas, computadoras y artilugios se duplicaron cada cinco años. Luego fue cada dos años. Ahora es cada tres días y medio.
Este informe continuó diciendo que algunos de los diez trabajos principales en Estados Unidos ni siquiera existían en el año 2000. Esto significa que estamos preparando a los estudiantes para realizar trabajos que no se han creado, utilizando tecnologías que no han sido inventadas, con el fin de resolver problemas que ni siquiera sabemos que existen.
¿Cómo nos podemos preparar para esto?
Escuche estos datos aún más asombrosos del Departamento de Educación:
- la cantidad de mensajes de texto enviados y recibidos cada día excede la población del mundo;
- Si lee el periódico por una semana, usted se expone a más información de la que tuvo la persona promedio a lo largo de toda una vida en el siglo XIX.
¿Cómo nos preparamos para un futuro cuando no tenemos idea de como luce? ¿Cómo podemos manejarlos cambios a nuestro alrededor? ¿Cómo nos preparamos para manejar tentaciones y tipos de presión que eran inconcebibles hace veinticinco años?
El Internet era algo que no nadie podía siquiera imaginar hasta los años 60.
Y la verdad es que, con todo nuestro conocimiento, el mundo no se ha convertido en un lugar mejor. De hecho, sigue estando en el mismo lío en el que siempre ha estado. Lo único que ha cambiado es que ahora tenemos mas herramientas e información. Pero, todos los avances en información y tecnología no han transformado nuestro mundo en un lugar mejor.
Alumnos de universidades destacadas llegan a dominar la información sobre una pequeña parte de la vida, pero no pasarían el primer grado cuando se trata de vivir sabiamente con otros.[ii]
Un autor dijo que la sociedad de hoy está poblada con una cosecha abundante de fracasos brillantes.[iii]
La verdad es que el conocimiento no es suficiente. Incluso si la información se duplicara cada veinticuatro horas, el mundo todavía estaría lleno de personas educadas pero que son un desastre.
¿Por qué? Porque, mientras que algunas cosas cambian, algunas cosas no. En otras palabras, las condiciones de la experiencia humana pueden cambiar rápidamente, pero la condición del corazón humano no lo hace.
Sí, ahora se publican unos 3.000 libros nuevos todos los días en nuestro mundo. Pero esto solo prueba aún más las palabras de Pablo a Timoteo, que le dijo que, en el mundo, los incrédulos, siempre están aprendiendo, y nunca pueden llegar al conocimiento de la verdad (2 Timoteo 3:7).
Esta es la razón por la que alguien puede graduarse en las mejores universidades y ser los mejores de su clase y al mismo tiempo, fracasar en las instituciones básicas de vida.
Debe haber más que solo conocimiento.
Datos e información no proporcionan el fundamento para la vida. Eso es de lo que se trata el libro de Proverbios.
Le invito a que abra su Biblia en esta colección inspirada de Proverbios, capítulo 1, versículo 7. Allí encontramos el versículo clave – la tesis – la premisa teológica de toda la colección de proverbios. Dice:
El principio de la sabiduría es el temor de Jehová;
Los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza (Proverbios 1:7).
El conocimiento, la sabiduría y la instrucción son sinónimos en este contexto para simplemente establecer la idea de Proverbios. Estos permiten que una persona tome la decisión correcta, por la razón correcta, en el momento correcto y aplicarlo con el espíritu correcto para lograr el efecto correcto, porque han decidido que la máxima prioridad en su vida va a ser su relación con Dios.
Ya que los insensatos o necios son personas que ni creen en Dios ni desean una relación con Él, ellos desprecian el conocimiento, la sabiduría y la instrucción, como indica la última parte del versículo 7. Esto significa que un insensato es alguien que no puede tomar la decisión correcta por la razón correcta en el momento adecuado y aplicarlo con el espíritu adecuado para lograr el efecto correcto.
Por cierto, en la Biblia, un insensato o necio no es alguien con un coeficiente intelectual bajo. No tiene nada que ver con su promedio de notas en el colegio o su examen de admisión a la universidad.
Las palabras “insensato” y “necio” se usan unas veintiséis veces en el Antiguo Testamento. Diecinueve de esas veces las encontramos en el libro de Proverbios.
El Insensato
El insensato se describe a todo color en todo el libro de Proverbios. Permítame mostrarle seis características del insensato que he descubierto.
- El necio es arrogantemente irresponsable.
Salomón escribe,
El camino del necio es derecho en su opinión;
Mas el que obedece al consejo es sabio (Proverbios 12:15).
- El necio es insubordinado.
Como Salomón describe,
El necio al punto da a conocer su ira;
Mas el que no hace caso de la injuria es prudente (Proverbios 12:16).
En otras palabras, el hombre prudente retiene sus sentimientos deshonrosos.
- El necio no solo es irresponsable e insubordinado, sino que también es imposible de enseñar.
El necio menosprecia el consejo [o instrucción] de su padre; Mas el que guarda la corrección vendrá a ser prudente (Proverbios 15:5).
Salomón escribe, en Proverbios 26:11,
Como perro que vuelve a su vómito,
Así es el necio que repite su necedad.
En otras palabras, simplemente nunca aprende. De hecho, el necio no puede concebir que pueda equivocarse. Pero la raíz de su problema no es mental, sino espiritual.
- El necio también es incontenible.
Proverbios 20:3 dice:
Honra es del hombre dejar la contienda;
Mas todo insensato se envolverá en ella.
La mayoría consideraría honorable detener un argumento, pero al necio le encanta discutir.
El necio es descrito en Proverbios como una persona irresponsable, insubordinada, imposible de enseñar, e
incontenible. Veamos otra descripción más.
- El necio es incorregible.
En otras palabras, hay un lado irredimible e incurable en su necedad ya que niega la existencia de Dios, quien es el único que puede rescatarlo. El necio persiste en amar su arrogante autoestima y su estilo de vida pecaminoso.
Salomón dice:
Aunque majes al necio en un mortero entre granos de trigo majados con el pisón,
No se apartará de él su necedad (Proverbios 27:22).
A veces solo podemos sacudir la cabeza asombrados al ver la necedad de la gente. Saqué algunos artículos del diario como ilustraciones de la necedad que probablemente no podría sacar de esta gente ni a los golpes.
- Este es de Texas:
Amy Brasher, de cuarenta y cinco años, fue arrestada en San Antonio después de que un mecánico la denunciara a la policía, ya que había encontrado dieciocho paquetes de marihuana en el compartimento del motor del coche que la mujer había traído para un cambio de aceite. Según la policía, Brasher dijo más tarde que no se había dado cuenta de que el mecánico tendría que levantar el capó para cambiar el aceite.
- Aquí hay uno de Michigan:
Un hombre entró a un Burger King, a las 7:50 a.m., mostró su arma y exigió efectivo. El empleado le dijo que no podía abrir la caja registradora sin ingresar un pedido de comida. Así que, el hombre pidió unos aros de cebolla, pero el empleado le dijo que no estaban disponibles para el desayuno. Él hombre, frustrado, simplemente se dio la vuelta y se fue.
- Este es de Kentucky:
Dos hombres intentaron abrir un cajero automático atando una cadena desde la máquina al parachoques trasero su camioneta. En lugar de sacar el panel frontal de la máquina, arrancaron el parachoques de su camioneta. Asustados, abandonaron el lugar y condujeron a casa – dejando la cadena atada al cajero, con su parachoques todavía unido a la cadena – con la placa/patente de su vehículo todavía en el parachoques.
Es por eso que Proverbios dice que, ni a golpes se puede sacar la necedad de un necio.
¿Por qué? Porque en el corazón del problema hay una persona no redimida, que ha elegido su necedad.
Permítame mostrarle una característica más de un necio que es un tanto obvia.
- El necio es impío.
David escribió,
Dice el necio en su corazón: No hay Dios… (Salmo 14:1a)
Y como alguien dijo una vez: “Donde no hay Dios, todo está permitido.”
Esta es la razón de que, como escribió Salomón en Proverbios 14:9, Los necios se mofan del pecado…
Literalmente, los necios se burlan de la culpa.
Están comprometidos a vivir una vida impía. Los necios se burlan de aquellos que se aferran a los absolutos morales. Dicen que sentir culpa por el pecado es simplemente un vestigio de la era victoriana – es culpa de la religión – simplemente hay que ignorarla y seguir adelante.
Esta es la razón por la que pueden haber ingenieros, médicos, mecánicos, maestros de escuela brillantes, pero completamente faltos de sentido común y completamente incapaces de desarrollar relaciones abnegadas, sino que se han descarriado moralmente.
Definido bíblicamente, un necio es alguien que tiene la mente cerrada a Dios, cuya conciencia está cauterizada por el pecado, y cuyo corazón está completamente dedicado a sí mismo.
La Persona Sabia
El sabio, en cambio, es el que teme al Señor. Salomón lo puso de esta manera, en Proverbios 1:7,
El principio de la sabiduría es el temor de Jehová…
La palabra hebrea traducida como “principio” se usa cincuenta veces en el Antiguo Testamento y puede dar la idea de algo que es fundamental o mejor. La palabra en hebreo deriva de la palabra “cabeza,” lo que sugiere que es primero o principal.
Un erudito del Antiguo Testamento escribió: “No es simplemente un punto de partida, es un fundamento sobre el cual construir.”[iv]
En otras palabras, Salomón está diciendo: “El mejor conocimiento; La base de todo conocimiento verdadero es una relación de asombro y respeto e intimidad y adoración con el Dios fiel y verdadero.”
En Proverbios 9:10, Salomón dijo esto nuevamente, solo que un poco diferente. Él escribió:
El temor de Jehová es el principio de la sabiduría,
Y el conocimiento del Santísimo es la inteligencia.
En otras palabras, la capacidad de tomar las decisiones correctas en el momento adecuado con el espíritu adecuado por la razón correcta y para lograr el efecto correcto es una relación correcta con el Dios Creador.
“El temor de Jehová es el principio de” – el fundamento para el “conocimiento.”
Significado de “El Temor del Señor”
Ahora, es importante que entendamos qué significa “el temor de Jehová,” porque este es el principio de la sabiduría.
Esta frase es una expresión compuesta; así que no podemos resolver este asunto separando las dos ideas y estudiando las palabras “temor” y “Jehová” por separado.
Esto sería como separar “rompecabezas” y estudiar todo lo que puedas sobre el verbo “romper” y luego estudiar la palabra “cabeza.” Terminaría con un instrumento de tortura – lo que a veces es una descripción bastante buena. O piense en la planta “madreselva.” ¿Es acaso esa planta la madre de la selva? No. Así que no siempre sirve estudiar las palabras de esta manera.
Sin embargo, muchos intentan hacer precisamente eso con esta expresión. Estudian la palabra “temor” y luego la aplican a la relación con Dios.
Ciertamente, el concepto de “temer a Dios” es un concepto bíblico. Cada vez que leemos de una persona que estuvo en la presencia de Dios, vemos que generalmente terminan desmayándose de miedo.
- Isaías lloró al ver una visión de Dios. El dijo: “¡Ay de mí, que soy muerto!” (Isaías 6:5)
- El apóstol Juan vio la gloria de Dios y, “Cayó a sus pies como muerto” (Apocalipsis 1:17)
- “¡Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo!” dice Hebreos 10:31.
- Incluso Daniel, después de ver al visitante angelical, que bien pudo haber sido Cristo mismo antes de nacer en Belén, comenzó a temblar incontrolablemente y no tenía fuerzas (Daniel 10).
Así que, ¿Está Salomón diciendo que el sabio vive su vida con una sensación de miedo y terror – sufriendo episodios de desmayos cuando se encuentra con el Dios viviente?
¿Es así como vivimos sabiamente en un mundo de necios?
Creo que la mejor forma de interpretar esta frase es dejando que la misma Biblia la interprete. De hecho, esto es verdad con cualquier texto de la Escritura. Buscar analogías en la Biblia es parte esencial para comprender correctamente las Escrituras.
Esta frase, usada por Salomón, es maravillosamente explicada cuando simplemente sacamos nuestra concordancia bíblica y leemos los otros pasajes que hablan de lo mismo.
Características de los que temen al Señor
Veamos tres características de aquellos que temen al Señor:
- Primero, ellos gozan y se deleitan en la palabra de Dios.
David escribió,
Bienaventurado el hombre que teme a Jehová,
Y en sus mandamientos se deleita en gran manera. (Salmo 112:1)
En el Salmo 119:103 David escribe:
¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras!
Más que la miel a mi boca.
Y ahora podrías decir: “Está bien. Entonces, el que teme al Señor, obviamente, ama Su palabra.”
Sin embargo, el temor del Señor es más que solo leer y amar la palabra de Dios.
- En segundo lugar, ellos tienen un deseo apasionado de aplicar la palabra de Dios.
David escribió en el Salmo 128:1,
Bienaventurado todo aquel que teme a Jehová,
Que anda en sus caminos.
Salomón lo dejó aún más claro en Proverbios 14:2 donde dice,
El que camina en su rectitud teme a Jehová;
Mas el de caminos pervertidos lo menosprecia.
Entonces, el sabio se deleita en la palabra de Dios y aplica la verdad de Dios a su vida. Veamos otra característica más.
- En tercer lugar, ellos confían en las promesas de Dios.
David escribió en el Salmo 147:11,
Se complace Jehová en los que le temen,
Y en los que esperan en su misericordia.
Estas son las características de aquellos que temen al Señor.
Cómo desarrollar el temor del Señor
Permítame ahora hacer y responder rápidamente otra pregunta, “¿Cómo podemos desarrollar el temor del Señor en nuestras vidas, para poder así vivir sabiamente en un mundo de necios?
- Primero, la exposición constante a la palabra de Dios desarrollará el temor del Señor en usted.
Esto es obvio, ¿verdad? Si el temor del Señor se evidencia al estudiar y aplicar la palabra de Dios, entonces el camino para desarrollar un mayor temor del Señor es estudiar su Palabra aún más.
Me pareció interesante que más de siete millones personas cada año se meten a los diccionarios en línea, y una de las diez palabras mas buscadas, es la palabra “integridad.” Un profesor de universidad comentó acerca de este interesante fenómeno diciendo, “Quizás la integridad se está volviendo tan escasa, ahora se desconoce hasta su definición.”[v]
Generalmente, tenemos la impresión de que el sabio es una persona que sabe todas las respuestas en cuanto a los temas importantes, como las relaciones, la integridad, la comunicación, la honestidad, la pureza, etc., etc. Sin embargo, la verdad es que un sabio, en la Biblia, es una persona que realmente sabe a quien ir con sus preguntas para obtener respuestas.
Escuche las palabras de David en el Salmo 119:38,
Confirma tu palabra a tu siervo, que te teme.
El temor del Señor es una relación – con la palabra escrita (la Biblia) y la palabra viva (Jesucristo).
- En segundo lugar, la oración desarrollará aún más el temor del Señor en usted.
Escuche esta oración de David, que he parafraseado,
Dios mío, enséñame Tus lecciones de vida, para que mantenga el rumbo. Dame entendimiento para que pueda hacer lo que me pides – Toda mi vida será una respuesta obediente y gozosa a tu voz. Guíame en el camino de tus mandamientos. ¡Cómo amo recorrer esta calle! Dame una inclinación por tus palabras de sabiduría y no por acumular dinero. Desvía mis ojos de las distracciones baratas. Fortaléceme en el camino que ando. Afirma tus promesas hacia mi – promesas para todos los que te temen… Mira cuanta hambre tengo de tu consejo. Preserva mi vida a través de tus caminos de justicia. (Salmo 119:33 en adelante)
¡Qué oración! Esta es una oración que nos ayudará nadar en este océano de cambio e información.
La palabra de Dios y la oración desarrollan nuestro caminar sabio.
Veamos uno más.
- En tercer lugar, el temor de Dios se desarrolla también mediante el sabio consejo.
Este sabio consejo puede venir de los padres, compañeros, amigos, etc. Porque, como descubriremos en nuestro estudio de Proverbios, “…en la multitud de consejeros hay seguridad (Proverbios 11:14).
Recuerde, una persona sabia, según la Escritura, admite que no tiene todas las respuestas.
Me encontré con este fascinante relato de Chuck Yeager, el famoso piloto de finales del siglo XX. Él estaba volando un F-86 sobre un lago en Sierra Nevada cuando decidió pasar cerca de la casa de un amigo que vivía al borde del lago – simplemente hacer vibrar sus ventanas para divertirse.
Durante un giro lento, de repente sintió que su alerón se bloqueó. Esta es la parte del ala que tiene bisagras y que podemos vemos desde la ventana del avión cuando se levantan o se bajan. Yeager dijo: “Fue un momento complicado, estaba volando a unos 45 metros del suelo boca abajo.”
Un piloto con menos experiencia podría haber entrado en pánico con resultados fatales, pero Yeager logró hacer una maniobra para elevar el avión, y el alerón se desbloqueó.
Al llegar a unos 4500 metros, donde era más seguro, Yeager intentó la maniobra de nuevo. Cada vez que giraba el problema volvía a ocurrir. Sabía que tres o cuatro pilotos habían muerto en circunstancias similares, pero hasta entonces, los investigadores no tenían idea del origen del defecto fatal del avión.
Yeager aterrizó y se le dio su informe a su superior, y luego, los inspectores se pusieron a trabajar. Ellos encontraron que un perno en el cilindro de alerones que había sido instalado al revés. Parecía estar del lado correcto, pero este perno particular tenía que insertarse al revés. Finalmente encontraron al culpable de esta falla. Era un hombre mayor en la línea de montaje que había ignorado las instrucciones en cuanto a cómo insertar el perno porque, según él, “Un perno no se atornilla al revés, se ajusta de arriba hacia abajo.” ¡Él creía saber lo que era mejor! Yeager cuenta que nadie le había dicho a este hombre cuántos pilotos había matado.[vi]
Qué hombre tan necio.
Una persona sabia es aquella que dice: “Señor, dame las instrucciones. Yo no sé más que tú.”
Conclusión
Entonces ¿Como podemos vivir sabiamente en un mundo de necios?
El fundamento – lo principal no es tener todas las respuestas, sino tener una relación viva, cercana, honesta, comprometida y abierta con nuestro Redentor.
Así que, incluso cuando la tecnología cambia con tanta rapidez y el mundo que nos rodea parece ser tan inestable, no necesitamos saber que es lo que viene:
- En su lugar, nos aferramos con reverencia y respeto a la Roca de nuestra salvación;
- Aplicamos con pasión su revelación;
- Y nos regocijamos en las promesas y la seguridad de Su redención.
Esta es la forma en que podemos vivir sabiamente en un mundo de necios.
[i] Robert L. Alden, Proverbs: A Commentary on an Ancient Book of Timeless Advice (Baker, 1983), p. 7.
[ii] Ibid., p. 7.
[iii] Ibid., p. 7.
[iv] Peter A. Steveson, A Commentary on Proverbs (BJU Press, 2001), p. 9.
[v] http://www.cnn.com, Dec. 10, 2005.
[vi] Matt Friedeman, The Accountability Connection (Victor Books, 1992), http://preachingtoday.com.