Introducción
Hace poco más de un año, tres jóvenes estaban conduciendo de camino a casa después de pasar una tarde jugando a los bolos en las afueras de Tampa, Florida. Kevin estaba conduciendo su auto blanco; su amigo Brian viajaba en el asiento del pasajero delantero, y Randall estaba sentado en el asiento trasero.
Aunque estaba oscuro, sabían que tenían el derecho de paso mientras conducían a través de una intersección, o asumieron que tenían el derecho de paso ya que no había ninguna señal de “pare” visible en la intersección. El problema era que alguien había robado la señalética como una broma.
Solo que esta vez, el conductor de un camión de dos toneladas acercándose a la intersección también pensó que tenía el derecho de paso porque la señal de stop también había sido robada en esa intersección en particular.
La colisión se llegó a escuchar a varias cuadras de distancia y los tres jóvenes en ese auto murieron instantáneamente.
Al investigar el asunto, se logró capturar algunos jóvenes que admitieron haber robado docenas de señales de transito y tirarlas al río en las afueras de la ciudad.[i]
Evidentemente, robar señales de tráfico es una broma popular estos días. De hecho, leí la semana pasada que, en solo en el estado de Texas, se vandalizan unas 50.000 señales de tráfico cada año – costándole al estado más de dos millones de dólares anuales. También aprendí que la señal de transito favorita para robar o quitar es la señal de pare.
A las afueras de Tampa, Florida, costó mucho más que unos dólares; fue mas que una broma inocente – les costó la vida a tres jóvenes.
Creo que en nuestro mundo hay otra señal de tránsito que se están quitando constantemente del camino – otro tipo de “señal de alto.” Y se están eliminado con una velocidad alarmante y resultados igualmente alarmantes: hay víctimas en todas partes.
Francamente, nuestra cultura ha eliminado la señal de “pare” en prácticamente todo asunto tocante a la sexualidad. Peor aún, las señales de “pare” han sido reemplazadas con carteles que dicen “Acelere”, o incluso, “Felicitaciones por no detenerse”.
Nuestra cultura ahora considera el comportamiento sexual fuera del matrimonio como “estilos de vida alternativos” o “Actividades legales entre adultos, siempre que haya consentimiento mutuo” y se les quita la importancia diciendo cosas como “Ya tu sabes como es la gente ” o “Los hombres son así.” Nuestra generación incluso ha tomado la palabra “seguro” y la ha atribuido al sexo fuera del matrimonio.
Querido oyente, no existe tal cosa como el sexo seguro fuera del matrimonio. Esto es como:
- Ir a una parte del océano donde se han avistado tiburones y se han observado peligrosas corrientes y oleajes y poner un letrero que dice: “Nado Seguro.”
- Ir al borde del carril rápido de la autopista y colocando un letrero que dice: “Cruce peatonal Seguro.”
- Ir al borde de una zanja de drenaje junto a una planta industrial y colocar un cartel que dice, “Agua potable segura.”
No existe tal cosa como un pecado seguro tampoco.
Me he sentido desafiado al leer los escritos de un autor que dio algunas poderosas advertencias sobre la promiscuidad e infidelidad a partir de su propia experiencia en casa. Él había visto los efectos del pecado en su propio padre que tristemente se había involucrado con otra mujer.
El padre de este autor, de hecho, se había involucrado con la esposa de uno de sus empleados. Él había usado su poder a su favor – ya sabe – él era el jefe. Pero ella voluntariamente accedió pensando que esto solo podría beneficiarla económicamente. Cuando ella quedó embarazada, el jefe se puso furioso. Él no quería que nadie se enterara – podría arruinar su imagen y por todo lo que había trabajado. Entonces, él le hizo hacer un voto de silencio y luego, sin que ella lo supiera, uno de sus miembros de seguridad se aseguró de que su marido no regresara vivo del trabajo. Este hombre más tarde se casó con la mujer y este autor resultó ser su segundo hijo.
Su nombre, por cierto, era Salomón.
Él había visto la devastación de primera mano. Él se había enterado del encubrimiento de su padre. De hecho, Salomón, tristemente, seguiría su mismo camino hacia la ruina total. Pero mientras seguía buscando la pureza y la integridad, él escribió en su colección de Proverbios una advertencia tras otra sobre la inmoralidad sexual para beneficio de su propio hijo y, por la gracia de Dios, para beneficio de cada uno de nosotros también.
Salomón también estaba preocupado por las señales de alto robadas. Con sus palabras, es como si estuviera corriendo alrededor colocando letreros por todos lados. Si las palabras de Salomón se convirtieran en señales de tránsito, estas dirían:
- ¡Peligro adelante!
- ¡Callejón sin salida!
- ¡Prohibido el paso!
- ¡Hacer una vuelta en U!
- ¡Pare!
Me pareció interesante que este es el único tema al que Salomón dedica dos capítulos enteros al igual que porciones importantes en otros capítulos.
En términos generales, Salomón nos quiere hablar de los peligros de la “fornicación.” La palabra griega es “porneia”, de la cual, irónicamente, obtenemos la palabra “pornografía.” Es la actividad sexual ilícita traducida a menudo como “inmoralidad, adulterio y fornicación.” Y a lo largo de las escrituras, el creyente es advertido constantemente de sus peligros.
Pablo les escribió a los corintios:
el cuerpo no es para la fornicación, sino para el Señor, y el Señor para el cuerpo (1 Corintios 6:13b).
Él escribe más adelante, en 1 Corintios 6:18-20,
Huid de la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre cometa, está fuera del cuerpo; mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca.
¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?
Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.
Mientras hablo, estoy convencido de que alguna persona en la audiencia está involucrada en inmoralidad con otra persona que no es su cónyuge, o está a punto de involucrarse, o simplemente está comenzando a reconocer que con un par de conversaciones más, la oportunidad se va a presentar.
Está a punto de beber agua contaminada; está a punto de intentar nadar contra la marea. Podrá sentirse increíble y quizás sienta mariposas en el estómago nuevamente, pero déjeme decirle, usted está “bailando en la cubierta del Titanic.” Recuerde mis palabras, siga por ese camino y va a haber un desastre – un naufragio en su futuro.[ii]
Salomón nos mostrará cómo se luce este naufragio. Él nos llevará al lugar de la colisión y va a ilustrar su advertencia tan gráficamente como pueda en Proverbios capítulos 5 y 7, y en parte del capítulo 6.
Aventuras Peligrosas
- Empieza con deleite (Proverbios 5:1-3; 7:1-18).
Note Proverbios 5:1-3a.
Hijo mío, está atento a mi sabiduría,
Y a mi inteligencia inclina tu oído,
Para que guardes consejo,
Y tus labios conserven la ciencia.
Porque los labios de la mujer extraña destilan miel…
La palabra para “extraña” quizás esté traducida en su Biblia como “extranjera” o aun “prohibida.” Salomón está usando una palabra que se refiere a una mujer “con la que no tiene relación” – en otras palabras, ella no es la esposa de este hombre.
Por cierto, ella aparecerá una y otra vez a lo largo de Proverbios – en los capítulos 6, 7, 20, 22, 23, y 27.
… y su paladar (o su hablar) es más suave que el aceite. Salomón concluye el versículo 3.
Vayamos al capítulo 7 de Proverbios y escuche mientras Salomón observa y describe a un hombre correr hacia una intersección, ignorando las divinas señales de advertencia diciendo “¡Pare!”
Note Proverbios 7:6-15.
Porque mirando yo por la ventana de mi casa,
Por mi enrejado,
Vi entre los simples,
Consideré entre los jóvenes,
A un joven falto de entendimiento,
El cual pasaba por la calle, junto a la esquina,
E iba camino a la casa de ella,
A la tarde del día, cuando ya oscurecía,
En la oscuridad y tinieblas de la noche.
Cuando he aquí, una mujer le sale al encuentro,
Con atavío de ramera y astuta de corazón.
Alborotadora y rencillosa,
Sus pies no pueden estar en casa;
Unas veces está en la calle, otras veces en las plazas,
Acechando por todas las esquinas.
Se asió de él, y le besó.
Con semblante descarado le dijo:
Sacrificios de paz había prometido,
Hoy he pagado mis votos;
Por tanto, he salido a encontrarte,
Buscando diligentemente tu rostro, y te he hallado.
La verdad es que a esta mujer realmente no le importa quién es – ella sólo va a usarlo para satisfacer sus propios deseos; y, a decir verdad, el también va a usarla para lo mismo. La implicación, sin embargo, es que ella ya sabe quien es, o sabe algo acerca de él.
Ella continúa diciendo, en Proverbios 7:16-17,
He adornado mi cama con colchas
Recamadas con cordoncillo de Egipto;
He perfumado mi cámara
Con mirra, áloes y canela.
¿Por qué se incluyen todos estos detalles acerca del lino y las diferentes especias? El lino egipcio, por su parte, se refiere a la ropa de cama de color rojo, que era un lujo en aquellos días. El color era un signo de estatus, por lo que específicamente menciona linos de colores en el versículo 16. Además, los perfumes que dice tener también eran importados de lugares remotos, por lo que eran muy caros. Perfumes como estos eran muy preciados e incluso formaban parte del tesoro de un rey.[iii]
Esta mujer se está presentando como si fuera una reina. En otras palabras, ella no es una simple mujer pobre de mal vivir – ella es adinerada, tiene conexiones, es sensible, trabajadora, sofisticada, e incluso de mentalidad religiosa. ¿Notó lo que dice en Proverbios 7:14? Ella dice: “Estoy al día con mis sacrificios y mis votos.”
Y ella no está ahí para cualquiera. Ella ha esperado a este muchacho. Ella lo adula en Proverbios 7:15, diciendo, “te he estado buscando por todas partes” Tu eres el único digno de mi amor.”
Las personas involucradas en el adulterio se han convencido a si mismas y entre ellas que valen más de lo que su cónyuge ve o piensa de ellos, y que la persona con la que están es alguien capaz de apreciarlos de verdad. El problema es que el fundamento de la apreciación es la integridad, la confianza y la verdad; lo que significa que tienen que involucrarse en algo que está destinado a la desilusión porque carece de integridad y confianza y la verdad.
Escuche las estadísticas de un estudio entre hombres que estuvieron involucrados en una relación adúltera y que, por eso, dejaron a su cónyuge. Estos hombres fueron entrevistados diez años después de su aventura y la ruptura de su hogar.
- El 33% estaba intensamente enojado con la vida;
- El 50% terminó divorciándose nuevamente, la mayoría de ellos de la mujer que habían creído que era la respuesta a todos sus problemas;
- El 80% experimentó la misma o una menor calidad de vida económicamente;
- El 50% de los hombres menores de cincuenta años estaban descontentos en su nuevo matrimonio;
- El 66% de los hombres mayores de cincuenta estaban infelices en su nuevo matrimonio
- El 80% [note este porcentaje] se volverían a casar sus exesposas y desearían recuperar lo que perdieron si tuvieran la oportunidad.[iv]
Aquello que comienza con miel y dulzura, eventualmente se vuelve dañino y amargo. Comienza con deleite, pero la segunda etapa llega pronto.
- El deleite se convierte en disgusto (Proverbios 5:4-6).
Mire Proverbios 5:3-4.
Mas su fin es amargo como el ajenjo,
Agudo como espada de dos filos.
Sus pies descienden a la muerte;
Sus pasos conducen al Seol.
En otras palabras, el sabor de la miel se reemplaza por el sabor del ajenjo – un pequeño arbusto en Medio Oriente del cual se hacía una bebida amarga.
Oh, el amargo sabor de los celos;
la pérdida del respeto;
el sentido de la traición;
el conocimiento intuitivo de la culpa;
todo empezó con emoción
pero terminó en gran amargura.
¡Mire cómo está terminando la historia!
Al comentar este pasaje, Warren Wiersbe escribió: “Salomón está sugiriendo que una persona sabia necesita comprobar cual es el destino antes de comprar un boleto.”[v]
El deleite se convierte en disgusto y luego avanza a la siguiente etapa.
- El disgusto desemboca en la deshonra (Proverbios 5: 8-10; 6:27 y 33).
Note Proverbios 5:8-10.
Aleja de ella tu camino,
Y no te acerques a la puerta de su casa;
Para que no des a los extraños tu honor,
Y tus años al cruel;
No sea que extraños se sacien de tu fuerza,
Y tus trabajos estén en casa del extraño;
Qué descripción más perfecta de la pensión alimenticia. Qué vívida descripción de la frustración provocada por el pecado. Quizás ni siquiera sea su pecado; quizás para usted, es el pecado de su cónyuge que ahora tira sus años y su trabajo y su dinero a la cuenta de banco de otra persona. A usted le digo: “Recuerde, un día Dios va a tomar los libros y ajustará las cuentas. Usted siga haciendo lo correcto.”
Sin embargo, para el que está considerando el adulterio, Salomón escribe, en Proverbios 6:27,
¿Tomará el hombre fuego en su seno
Sin que sus vestidos ardan?
También escribe en Proverbios 6:33,
Heridas y vergüenza hallará,
Y su afrenta nunca será borrada.
Es decir, aunque confesión y perdón siempre son posibles para los que están verdaderamente arrepentidos, las consecuencias se sentirán durante toda la vida tanto en la vida de los hombres, mujeres y niños y familias que atraviesan el dolor de la traición y el pecado.
Adán y Eva fueron perdonados, pero ¿cree usted que alguna vez olvidaron cómo era la vida en el jardín?
Salomón le dice al hombre o la mujer que está manejando hacia una intersección, “Mire las señales de tránsito – dicen cosas como, “Libertad”; “Emoción”; “Aceptación”; “Gratificación.” Pero no ignore la señal de “pare.” Estás jugando con fuego – y te vas a quemar.”
Estas son aventuras peligrosas.
El deleite se convierte en disgusto; disgusto desemboca en deshorna, y continúa a la siguiente etapa.
- La deshonra conduce al desastre (Proverbios 5:11).
Mire Proverbios 5:11.
Y gimas al final,
Cuando se consuma tu carne y tu cuerpo,
Salomón está implicando la presencia de enfermedades de transmisión sexual.
Esta es la parte que no aparece en las películas. No. Por el contrario, el volumen de la bella música aumenta y los afectos se elevan mientras ceden a sus pasiones y fornican.
Sin embargo, Salomón no está escribiendo el guion para un comercial. No está tratando de conseguir un éxito de taquilla. Él esta diciendo la verdad.
El pecado sexual trae una cosecha de deterioro y pérdida. Y Salomón destaca varias pérdidas.
- Primero, está la pérdida de salud.
La pérdida de salud se menciona en este versículo.
… se consuma tu carne y tu cuerpo (Proverbios 5: 11b).
En nuestra era del sexo seguro, entre comillas, los medios de comunicación están prácticamente callados en cuanto a la epidemia de las enfermedades de transmisión sexual – y ni hablar de los efectos emocionales y físicos de la culpa, la traición y la desesperación.
Josh McDowell escribe en su libro Es Bueno o Es Malo, que todos los días, más de 4.000 adolescentes contraen una enfermedad de transmisión sexual. De hecho, mientras el mundo promociona diferentes formas de protección, el Instituto de Salud Pública de Minnesota informó que ahora hay veintiún enfermedades de transmisión sexual que no se pueden prevenir con métodos anticonceptivos.[vi]
Millones de personas sufren hoy de enfermedades incurables contraídas por el pecado sexual.
Bruce Waltke, un erudito del Antiguo Testamento agregó en su comentario de este texto, una estadística del Centro del Servicio de Salud Pública – una estadística que nunca va a salir en la televisión o en el diario. Cito: “Una nueva infección transmitida sexualmente se diagnostica cada cuarenta y cinco segundos; y a su paso hay dolor, ceguera, artritis, infertilidad, daño cerebral, enfermedades cardíacas y muerte. A pesar de medio siglo de penicilina y medicinas maravillosas, millones de personas están contrayendo nuevas generaciones de enfermedades, incluyendo cepas incurables de herpes que han mostrado tener relación con el cáncer de cuello uterino y se puede transmitir a los bebés recién nacidos.[vii]
¿Por qué no nos enteramos de esto? Porque vivimos en una cultura que prefiere eliminar las señales de transito y disfrutar del pecado por un tiempo que sujetarse a la ley moral de Dios.
Existe la posibilidad de perder su salud.
- En segundo lugar, está la pérdida de riqueza.
Un estudio encontró que el 73% de las mujeres que dejaron a sus esposos por otro hombre, informaron haber experimentado un estándar de vida más bajo.
No tenemos tiempo para ahondar en todas estas pérdidas, pero lea estos capítulos en Proverbios y descubrirá una pérdida de:
- seguridad;
- amistades;
- confianza;
- reputación;
- paz con Dios;
- comunión con Dios;
- y mucho más.
Lo más caro, destructivo y peligroso en el mundo es la inmoralidad en todas y cada una de sus formas.
El deleite se convierte en disgusto; el disgusto desemboca en la deshonra; la deshonra conduce al desastre; y, en esta exposición de los peligros de la inmoralidad, Salomón revela una quinta etapa.
- El desastre conduce a la desesperación (Proverbios 5:12-14; 7:24-26).
Escuche la desesperación que sale de los labios de la persona que ahora conoce las trágicas consecuencias de sus aventuras peligrosas. Note Proverbios 5:12-14.
¡Cómo aborrecí el consejo,
Y mi corazón menospreció la reprensión!
¡No oí la voz de los que me instruían,
Y a los que me enseñaban no incliné mi oído!
Casi en todo mal he estado,
En medio de la sociedad y de la congregación.
¿Se dio cuenta? Esta persona es parte de la asamblea de Dios – él está en medio del pueblo de Dios. Él es un pródigo que ahora desea no haberse ido nunca del hogar.
“Cómo aborrecí el consejo… y la reprensión. Porqué odié las señales de alto de Dios.”
Salomón termina su ilustración en Proverbios 7:24-26 diciendo,
Ahora pues, hijos, oídme,
Y estad atentos a las razones de mi boca.
No se aparte tu corazón a sus caminos;
No yerres en sus veredas.
Porque a muchos ha hecho caer heridos,
Y aun los más fuertes han sido muertos por ella.
Advertencias sobre las Aventuras Peligrosas
Antes de concluir este programa, permítame aclarar unas cosas y dar algunas advertencias sobre este peligroso tema de la inmoralidad.
- No justifique pequeñas concesiones morales diciendo que son inocentes.
Las aventuras peligrosas no comienzan en el dormitorio – en la sala de reunión; en el aula; en la oficina o en el gimnasio. Comienzan en la mente y el corazón antes de que se lleven acabo en el cuerpo.
- No solo planee pelear las batallas cuando se vuelven realmente peligrosas.
Encárguese de las pequeñas luchas en su mente – el mejor lugar para detenerse es lo más temprano posible. Ya es peligroso si lo está posponiendo o ignorando que sea un gran problema.
- No asuma que está por encima de caer en cualquier tentación.
Nunca se permita pensar:
- “Nunca me va a pasar eso”
- “Ese no es un problema para mí”
- “Eso, a la verdad, no está tan mal”
- “Puedo parar cuando quiera”
No se engañe creyendo esta frase que he escuchado tan seguido decir: “No le estamos haciendo daño a nadie.”
Si. Si lo esta. Hay un costo financiero, físico, emocional, espiritual, va a costarle su reputación, su futuro… El pecado cuesta más de lo que podemos imaginar.
Un autor dijo: “El pecado te costará más de lo que querías pagar; te quitará más de lo que habías planeado dar y te llevará más lejos de lo que alguna vez quisiste ir.”
- Manténgase alejado de cualquier lugar donde no le gustaría que lo encontraran y de cualquier cosa que no querría que lo vieran haciendo.
Escuche esa voz que susurra: “No perteneces aquí; esta fiesta no es donde perteneces; este sitio de Internet o esta sala de chat no es donde deberías estar. ¿Y si te ven?”
¡Considérelo como una señal de advertencia de Dios para huir de allí!
- Oblíguese a ser honesto cuando la tentación llama a la puerta y pídale a Cristo que responda a la puerta.
El poder de la tentación está en el placer de lo que ofrece. Si el “agua robada [no fuera] dulce” (Proverbios 9:17), nadie la robaría.[viii]
El enemigo de su alma sabe que Jesucristo ahora vive en el departamento de su corazón, pero aun así trata de invitarlo a salir. Como si fuera un repartidor de pizzas que llega a su casa por accidente a las 8 de la noche cuando se encuentra en medio de esa dieta. Ese es el peor momento del día.
Cuando la tentación toca a la puerta de su corazón, pídale al Señor que abra la puerta – deje que Él responda y se encargue del problema. Dígale, “Señor, tu necesitas responder porque yo no puedo. Tu tienes que intervenir aquí porque soy débil.”
Déjeme darle una advertencia más.
- Manténgase alerta en todo momento.
Si tuviera un centavo por cada vez que le dije a mis hijos cuando conducían a casa por la noche que tuvieran cuidado con los ciervos, sería rico.
Hay un tramo de camino a nuestra casa donde normalmente se pueden ver ciervos tirados al borde de la carretera porque los chocaron a la noche anterior. Así que, cuando mis hijos me llaman y me dicen: “Vamos de camino a casa”, yo digo instintivamente: “Cuidado con los ciervos, son las 10 de la noche.”
Hace un par de meses, acababa de dejar a mi hija menor en la escuela a las 8 de la mañana, cuando me subí a la carretera – iba llegando a unos 70 kilómetros por hora – y de repente, antes de que pudiera siquiera responder, un ciervo cruzando la carretera corrió justo delante mío – ¡y zas! La cierva rodó unas dos o tres veces – murió instantáneamente; la parte delantera de mi camioneta quedó bastante golpeada, pero a mi no me pasó nada, gracias a Dios.
Mis hijos nunca han atropellado a un ciervo. Pero yo atropelle a uno a plena luz del día.
No se supone que los ciervos salgan a plena luz del día – se supone que deben estar en el bosque cuidando a Bambi o algo así – no que estén cruzando la carretera.
Parte de mi problema fue que, en mi mente, había decidido cuándo los ciervos serían un problema en mi vida, y que, por lo tanto, no serían un problema al conducir a las 8:30 de la mañana.
Créame que ahora estoy alerta a las 8:30 de la mañana.
- No justifique las pequeñas concesiones morales como si fueran inocentes.
- No solo planee pelear las batallas cuando se vuelven peligrosas.
- No asuma que está por encima de caer en cualquier tentación.
- Manténgase alejado de cualquier lugar y cualquier cosa que, en su corazón, sabe que no debería estar haciendo.
- Oblíguese a ser honesto cuando la tentación llama – y pídele a Cristo que abra la puerta.
- Manténgase alerta en todo momento.
Mientras lo hace, no quite las señales de “pare” de donde Dios las ha puesto. Él las puso por una razón – para su salud y esperanza y alegría y progreso y seguridad. Déjalas donde están. Y pídale a Dios que le ayude a prestar atención cada vez que vea una tentación en el camino de su vida.
[i] http://www.usroads.com/journals.
[ii] Tim Stafford, quoted by Robert Jeffress, The Solomon Secrets (Waterbrook Press, 2002), p. 103
[iii] Bruce K. Waltke, Proverbs: Volume 1 (Eerdmans, 2004), p. 379.
[iv] Jeffress, p. 119.
[v] Warren W. Wiersbe, Be Skillful: Proverbs (Victor, 1995), p. 49.
[vi] Josh McDowell, Right From Wrong (Word Publishing, 1994), p. 159
[vii] Waltke, p. 129.
[viii] Jeffress, p. 114.