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Dios nos dio una gran cantidad de analogías maravillosas en las Escrituras para describir nuestra relación con Él, pero ninguna es tan conmovedora como la relación entre un pastor y un cordero. Estudiemos juntos el tan conocido Salmo 23 para descubrir por qué.
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Introducción

A principios de cada año, me llega una revista a la casa con un compendio de las noticias mas importantes del año anterior.

Es a la única revista que me suscribo. Esta muy bien escrita y tiene fotografías a todo color y de página completa.

En fin, esto es lo que encontré en la edición que cubría los eventos del 2013.

Una fotografía de página completa mostraba a soldados de Kenia buscando a hombres armados en un centro comercial en Nairobi – estos hombres armados causaron pánico y terror durante horas, matando a 67 compradores e hiriendo a 200 más.

Otra fotografía mostraba las consecuencias de las explosiones de unas bombas caseras en la línea de meta de la Maratón de Boston, matando a 3 y mutilando e hiriendo a casi 300 más.

Imágenes a color mostraban los conflictos en Siria y Egipto, donde se produjo el derrocamiento de su presidente.

Otros conflictos alrededor del mundo también atrajeron la atención de todos; ya sea las ambiciones nucleares de Irán o el crecimiento de Al Qaeda en Argelia.

El presidente de Corea del Norte, descaradamente condenó a un misionero estadounidense a 15 años de trabajos forzados; y en caso de que los cristianos no recibieran el mensaje en Occidente, también ordenó la ejecución pública de 80 personas por una variedad de delitos, incluida la posesión personal de una Biblia.

En occidente también se han producido batallas, pero de un tipo diferente. En la mayoría de nuestros países, no hay problema en que tengamos una Biblia, pero nuestra cultura está luchando para que no sea legal obedecerla.

  • En Estados Unidos, se aprobó un proyecto de ley para definir el estado de la persona cuando está en el útero.
  • Muchos países están preparándose para unirse a los otros que ya han redefinido lo que significa el matrimonio. Un hombre ahora puede tener un marido y una mujer ahora puede tener una esposa.
  • En partes de Estados Unidos, hay leyes que ahora prohíben cualquier tipo de asesoramiento para menores que intente “convertirlos” a la heterosexualidad.
  • Mientras tanto, entre los heterosexuales: La promiscuidad y la inmoralidad cada vez se sale más de control. De hecho, las presentaciones musicales y teatrales más aclamadas han sido las más obscenas – aplaudiendo lo que llaman “libertad de expresión sexual.” [i]
  • Otro evento histórico tomo lugar hace poco: El número de parejas que eligen convivir ha superado el número de los que eligen casarse en varios países.

Me parece trágicamente irónico que la iglesia evangélica se haya pronunciado en contra de la unión homosexual, pero no ha dicho prácticamente nada sobre la fornicación heterosexual.

La Biblia es realmente clara en ambos aspectos, ¿no es así?

Francamente, el mundo está confundido, sin rumbo mientras trata de tomar decisiones que cada vez son peores y más engañosas en cuanto a los distintos aspectos de la vida.

Y la iglesia promedio está igualmente confundida.

El mundo no provee – y no puede proveer respuestas. No existe un líder que conozca el camino hacia la verdadera satisfacción y el propósito genuino, el significado real y la esperanza duradera en la vida.

Me parece fascinante que algunas de las palabras más sabias para la vida provengan de las canciones inspiradas de un adolescente. No de un anciano con sabias experiencias de vida, sino un joven apasionado para el Señor y ungido por el Espíritu Santo.

Una de las primeras canciones compuestas por David es una de sus más famosas.

Esta canción efectivamente pregunta: ¿tiene usted un líder? ¿Sabe quién es su Pastor? ¿Está siguiendo al correcto?

Le invito a que me acompañe al Salmo 23 y descubra de nuevo, o quizás por primera vez, que esta canción no es más que la evidencia de por qué realmente debemos seguir a este Pastor.

Él será el único capaz de hacer y proveerle todas las cosas que usted realmente necesita en la vida… y aún más.

Probablemente se haya dado cuenta que el Salmo 23 es el Salmo más citado en los funerales. Pero en mi opinión, este salmo no habla no tanto de morir… sino de vivir.

El Salmo se puede dividir fácilmente en 2 secciones; la primera sección es del versículo 1 al versículo 3. Podría escribir en el margen de su Biblia la palabra Provisión – estos tres versículos revelan la provisión del Pastor.

La segunda sección es desde el versículo 4 hasta el versículo 6 y, nuevamente, una palabra resume la composición de David: es la palabra Protección.

Y David describirá vívidamente la protección de su Pastor.

La Provisión del Pastor

Antes que nada, David nos presenta al Pastor, por su nombre.

Note, Jehová es mi pastor.

David usa el nombre Jehová… el gran nombre del Antiguo Testamento que literalmente significa “Yo soy el que soy”.

En varias versiones de la Biblia encontramos que dice “el Señor es mi pastor.” Eso lo hacen siguiendo la tradición judía de no pronunciar el nombre de Jehová por una cuestión de reverencia. A demás, sinceramente no sabemos como se pronunciaba exactamente ya que este nombre de Dios en hebreo solo tiene tres letras, que en español serian JHV. Este nombre hace referencia a la autosuficiencia y la eternidad de Dios.[ii]

Él no necesita nada. Él no necesita ser atendido, es nuestro privilegio hacerlo; Él no necesita que lo ayuden; es nuestro mayor honor colaborar con Él; No necesita ser adorado, aunque es nuestro acto y actitud más sublime. Él no necesita nada.

Jehová es autosuficiente.

Hay casi un juego de palabras aquí en esta primera frase del salmo. El Dios que no necesita nada está a punto de hacerse cargo de todo lo que nosotros necesitamos.

La gracia y la humildad ligadas a esta palabra inicial son asombrosas.

David escribe: “El gran Dios todopoderoso, autosuficiente y eterno… ha intervenido en mi tiempo y mi espacio y se ha convertido en mi líder personal.

El Dios creador está interesado en mi pequeño mundo insignificante.

Y cuanto más sabemos sobre el mundo y el universo, más consientes somos de nuestra pequeñez.

Si no lo ha hecho aún, busque en internet una comparación de tamaños entre los distintos planetas y estrellas; las imágenes y las comparaciones son asombrosas.

Por ejemplo, si compara el tamaño de la tierra con el del sol, parecemos una canica y el sol parece una bola de boliche.

Pero compare el sol con la estrella Arturo y el sol va a parecer del tamaño de una canica y Arturo del tamaño de una bola de boliche… y la tierra, un pequeño punto.

Solo mire la estrella más cercana además del sol, Alfa Centauri. Resulta ser 186 veces más grande que el planeta Tierra.

Usted puede verla a través de un telescopio común. Pero si viajara hasta Alfa Centauri y se llevara su telescopio, y luego tratara ver el Planeta Tierra, no podría hacerlo. Somos demasiado pequeños.

Y, por cierto, si decide viajar a esta, la estrella más cercana, después del sol, usted tendría que viajar a la velocidad de la luz por más de 4 años. Pero eso es si puede viajar a 300,000 km por segundo, eso significa que debería viajar alrededor de 1.100.000 km por hora, o sea, parecido a cuando va tarde a la iglesia.

Bueno, si pudiera viajar tan rápido, y realmente llegara a Alfa Centauri, cuando llegue a esa estrella, apenas se habría movido dentro de nuestro universo, porque hay 400 mil millones de estrellas más allá… solo en esta galaxia.

Y he leído que nuestra galaxia no es tan grande, a decir verdad. Hay galaxias espirales con más de un billón de estrellas y galaxias elípticas gigantes con 100 billones de estrellas.[iii]

¿No es reconfortante saber que el número de estrellas es mayor que la deuda nacional?

Según las estimaciones que verifiqué esta semana, la cantidad de galaxias ahora – no de estrellas, sino de galaxias – ronda los 200 mil millones… y por cierto, con cada nueva invención astronómica, ese número crece aún más.

Cuanto más lejos podemos ver… adivine qué, ¡hay más galaxias!

¿Sabemos cuántas hay? ¿Podremos numerarlas alguna vez? No…pero David escribirá en el Salmo 147:4, El conoce el número de las estrellas.

Y no solo las cuenta, A todas ellas llama por sus nombres.

El profeta Isaías escribe también: “Levantad en alto vuestros ojos, y mirad quién creó [las estrellas]… a todas llama por sus nombres (Isaías 40:26).

Ese Dios Creador, que ha nombrado a cada una de esas estrellas, se inclina, por así decirlo, y de buena gana y con gentileza se preocupa por los pequeños detalles de su vida y la mía.

Echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros (1 Pedro 5:7).

Aquí está el joven David, acostado por la noche bajo el cielo de Belén, mirando hacia arriba, y reflexionando mientras compone uno de sus primeros himnos de alabanza, que el Dios todopoderoso y todo suficiente es mi Pastor.

Por cierto, el resto de este Salmo tiene sentido, si entiende bien al Pastor.

Si ignora a este líder… si niega a este Creador… si evita a este Pastor, ninguna parte del Salmo 23 puede ser una promesa para usted.

Todo depende de esta primera frase.

Observe además que el versículo 1 dice, “Jehová es… no “Jehová será” o, “Jehová solía ser mi pastor.” Voy a probarlo durante unos meses y, si funciona, podría serlo.

Esta Canción no funciona para aquellos que quieren cantar: “Jehová casi es mi pastor… Jehová más adelante será mi Pastor, estoy pensándolo todavía.

No, Jehová es – ¡tiempo presente!

Note que esta frase no solo está en presente, sino que tiene un pronombre posesivo. Jehová es mi pastor. Este Dios poderoso es mi guía personal.

David no comienza cantando: “Jehová es el Pastor de mi padre… o Pastor de mi tío…”

Eso no es suficiente.

Me reuní con una pareja no hace mucho tiempo atrás y después de compartir el evangelio con ellos les pregunté si les gustaría entregar sus vidas a Cristo en ese momento.

La mujer dijo: “Sí, me gustaría orar ahora mismo y pedirle a Cristo que me salve y entregarle mi vida.” Pero su esposo miró hacia abajo y dijo: “Realmente no quiero hacerlo.”

Cuando salieron de mi oficina, ella tenía un Pastor, y él todavía estaba vagando perdido.

David no nos anima a cantar: “El Señor es el Pastor de mi esposa o el Pastor de mi esposo. Oh, déjame contarte acerca de mi abuelo, él solía ser un cristiano devoto, sin lugar a dudas, el Señor era Su Pastor.”

¡Excelente! Pero no es suficientemente.

Dios no tiene nietos.

Por más maravillosos que sean – los nietos son geniales, ¿no? Es decir, son mucho mejores que… los niños del vecino.

David nos está entregando las promesas de la provisión de Dios, pero note esto: todas estas provisiones dependen de esta relación personal.

La canción de David comienza diciendo: “¡El Señor es mío!”

Qué trágico fue ver una calcomanía en un auto la semana pasada que decía, “La tierra no nos pertenece, nosotros le pertenecemos a la tierra”. ¿Le pertenece a este planeta? ¿Eso es todo?

David dice: “Yo le pertenezco al Creador… del universo.”

David luego termina esta primera frase diciendo: Jehová es mi pastor.

La música de David se convierte inmediatamente en una metáfora. Él está diciendo que su relación con Dios es como la de una oveja con su pastor.

Una vez más, la gracia de Dios es asombrosa.

En Israel, como en otras culturas antiguas, el trabajo de un pastor se consideraba como una de las ocupaciones más humildes de todas. Si una familia necesitaba un pastor y no podía permitirse el lujo de contratar uno, el niño más joven, como David, se encargaba del trabajo.

Un estudioso de la Biblia escribió: “Los pastores tenían que vivir con sus ovejas las veinticuatro horas del día, los siete días de la semana. Su tarea era interminable. Día y noche, verano e invierno, con buen tiempo y durante tormentas eléctricas y noches heladas. Ellos alimentaban, guiaban y protegían a sus ovejas. ¿Quién en su sano juicio elegiría ser pastor?”[iv]

A lo largo del Antiguo Testamento, Dios se presenta voluntariamente como un Pastor. Y en el Nuevo Testamento, el Señor Jesús no rehúye a esta ocupación tampoco. De hecho, él declaró abiertamente: Yo soy el buen Pastor (Juan 10:11).

Y supongo que el Señor se llama a Sí mismo nuestro Pastor porque somos como ovejas.

Por lo que he visto, aprendido y leído, las ovejas:

  • Son completamente indefensas – todo lo que pueden hacer es correr;
  • Carecen de sentido de orientación, por lo que si se alejan, no pueden encontrar el camino de regreso;
  • Mientras que otros animales se lamen, o ruedan por la hierba para limpiarse, las ovejas no se limpian y parecen felices de permanecer sucias;
  • Se siguen entre ellas, incluso en situaciones peligrosas;
  • No tienen discernimiento en lo que comen, a menudo arriesgando su salud;
  • Otros animales tienen el sentido del olfato para encontrar comida o agua, pero las ovejas dependen completamente de su pastor porque sin él estarían perdidas.[v]

De hecho, la Biblia compara a una persona que se aleja del camino con una oveja.

El profeta Isaías dijo: Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino… (Isaías 53:6)

El mismo David escribiría más tarde en el Salmo 119:176: “Yo anduve errante como oveja extraviada.

La raza humana necesita desesperadamente un Pastor.

Así que David comienza diciendo: “Escuchen, todos. Necesitan saber quién es mi Pastor. Su nombre es Jehová. Y su canción implica que todos nosotros deberíamos tenerlo a Él de Pastor también. De hecho, ¿por qué querríamos a alguien más?

David termina el versículo 1 diciendo algo sorprendente. “Jehová es mi pastor, nada me faltará“.

Ahora, ¿qué quiere decir esto? Quiere decir que no me faltará nada de lo que realmente necesito.

Piense en esto, ¡a las ovejas sin pastor les falta todo!

Pero cuando Jehová es su pastor – Aquel que no necesita nada – Él es capaz de saber y luego darle lo que Él sabe que necesita.

Así que puede decir en cualquier momento de su vida: lo que sea que no tenga, Dios sabe que no es algo que necesito; y lo que sea que tengo, Dios sabe, por la razón que sea, que necesitaba tenerlo.

Ahora David pasa a describir la Provisión del Pastor. Y para entender esta descripción, necesitamos entender lo que significa ser una oveja.

Note que David canta en el versículo 2. “En lugares de delicados pastos me hará descansar”.

¿Qué significa eso?

Me hará descansar. Así es como me decía mi madre. “Vamos, a descansar. Ya es hora de irse a dormir.”

Era todo un desafío mantenerme en la cuna… y tampoco necesitaba alarma por la mañana. Antes de que mis padres quisieran despertarse, ahí estaba haciendo ruido.

¿Está David diciendo aquí que con suficientes amenazas y algunas palizas, Dios eventualmente nos va a mandar a descansar?

¿Qué pasa si queremos correr un poco más en los pastos, o levantarnos y tomar un trago de agua?

Cuando nuestros hijos eran pequeños, teníamos problemas con nuestro perro – era indisciplinado y francamente un poco peligroso con los niños, especialmente durante las tormentas eléctricas… así que lo dimos en adopción.

Le anuncié a mi esposa y a nuestros hijos: No más perros. Ya es suficiente… demasiados problemas y gastos. No más perros.

Un par de semanas después de promulgar la ley de los medos y persas, un cachorro Beagle de la calle siguió a uno de mis hijos a casa.

Él había estado en el parque, jugando a la pelota con sus amigos. El cachorro no tenía collar. De hecho, lo encontraron enredado en el arco. Lo desenredaron de la red; obviamente lo habían abandonado; tenía hambre y sed; cojeaba… parecía que se estaba esforzando para darnos pena.

Mi esposa me llamó a la oficina y me dijo: “Cariño, sé que dijiste que no más perros, pero déjame contarte primero lo que pasó…”

Por supuesto que nos quedamos con el cachorro. Cuando llegué a casa, tuvimos una consulta familiar en el garaje para nombrar a este cachorro. Recientemente había estado predicando sobre la soberanía de Dios y el hecho de que la suerte no existe – que importa, ¡eligieron llamarlo “suertudo”! Yo sugerí providencia – o soberanía de Dios.

No. Le pusieron “suertudo.”

Unos días después pude escuchar a mi hija afuera de la casa tratando de enseñarle a sentarse. Podía escucharla repetir: “Siéntate, ¡Vamos, siéntate!”

Y me di cuenta de que no estaba funcionando. Así que salí y le enseñé que debía empujar suavemente al perro hasta que se sentara mientras le ordenaba que se sentara al mismo tiempo. Le aseguré que eventualmente el perro entendería la conexión.

¿Es a eso a lo que se refiere David aquí? Me hará descansar. “Descansa. Vamos. Sentado, sentado. Aaah ¡dale!”

Lo que David está diciendo aquí es que Dios hace posible que me recueste y descanse.

Si lee los escritos de Phillip Keller, quien fue pastor de ovejas, y de Timothy Laniak, un hombre que pasó un buen tiempo con pastores del Medio Oriente aprenderá que las ovejas se niegan a acostarse hasta que varias cosas se hayan resuelto, y todas tienen que ser atendidas por el pastor.

  1. En primer lugar, las ovejas no van a descansar en el suelo si tienen hambre.

Se quedarán de pie, buscando comida, insatisfechas.

Por eso David agrega la descripción de descansar sobre “delicados pastos” o “verdes pastos.”

En otras palabras, las ovejas están acostadas porque están atendidas en un lugar con buenos pastos para comer.

Y estos verdes pastos no surgieron por casualidad.[vi]

En la región de Judá es difícil encontrar pasto.

Es más, Keller escribe: “Los pastos verdes fueron el producto de un tremendo trabajo. Fueron el resultado de la limpieza de terrenos desnivelados y rocosos; de arrancar arbustos y raíces; de arar profundo y preparar el suelo con cuidado; de sembrar y plantar granos especiales; de regar con agua y cuidar. Si las ovejas iban a disfrutar de los pastos verdes en medio de las colinas pardas y áridas [de Belén], el pastor tenía un tremendo trabajo que hacer”.[vii]

En otras palabras, las ovejas hambrientas nunca se acuestan, permanecen de pie, buscando un bocado más.

David está diciendo: “Puedo recostarme y descansar porque mi alma no tiene hambre; ¡mi corazón está satisfecho!”

  • En segundo lugar, las ovejas no descansarán si tienen miedo.

Keller escribe que las ovejas son tan tímidas y asustadizas que incluso una liebre que salta repentinamente detrás de un arbusto puede causar la estampida de todo un rebaño. Cuando una oveja corre asustada, una docena de otras saldrán corriendo ciegas de miedo, sin detenerse a ver qué las asustó.

Cualquier susto… cualquier sospecha de coyotes, pumas, osos o incluso perros, y las ovejas se mantendrán de pie, listas para hacer lo único que pueden hacer: ¡correr!

Nuevamente, la solución es el pastor. Keller escribe que para disipar su miedo el pastor simplemente tiene que aparecer en escena. Tan pronto como las ovejas ven a su pastor y saben que esta cerca, se tranquilizan… e incluso descansan.

La analogía es obvia, ¿no?

En la vida del cristiano no hay sustituto para el conocimiento de que nuestro Pastor está cerca. No hay sustituto para caminar en comunión con Jesucristo.

No hay solución como confiar, creer y aplicar la promesa de Jesucristo: “Nunca te dejaré ni te desampararé“. Entonces (dice el escritor de Hebreos) podemos decir confiadamente: “El Señor es mi Ayudador, no temeré lo qué pueda hacerme el hombre (Hebreos 13:6)

  • En tercer lugar, las ovejas no descansan si tienen sed.

David agrega al final del versículo 2 esta frase interesante, Junto a aguas de reposo me pastoreará.

Las ovejas no se acercan a ninguna fuente de agua que no este quieta – como un río por ejemplo. Si se caen al agua, su gruesa capa de lana puede absorber agua y hundirlas.[viii]

Keller agrega que cuando las ovejas tienen sed, se inquietan y salen en busca de agua. Si no hay un buen pastor que las lleve a un suministro de agua limpia, tranquila y pura, van a tomar de los pozos o zanjas contaminadas, enfermándose con parásitos y gérmenes.[ix]

Una vez más, la alabanza de David es una oda al buen Pastor que se toma el tiempo y el esfuerzo de formar un estanque tranquilo de agua clara y limpia a partir de un arroyo o río.

Este es el mismo Pastor que nos promete satisfacer nuestra hambre y sed de justicia (Mateo 5:6).

En otras palabras, todos los demás pastores del mundo lo conducirán a fuentes de agua peligrosas, contaminadas, que no lo van a satisfacer.

Así que el mundo está lleno de gente perdida y errante. Hay hogares rotos, corazones rotos, vidas rotas, sueños rotos, falta de propósito… personas luchando por sobrevivir en una tierra seca; sedientos y hambrientos. Han perdido el rumbo y beben agua contaminada.

Mateo nos dice que Jesús, al ver la gente, sintió compasión por ellos, porque estaban desamparados y dispersos como ovejas sin pastor. (Mateo 9:36)

¿Sabe cuál es nuestra misión en la vida? Unirnos al canto de David y decirle a nuestro mundo: Mira, no sé a quién estás siguiendo, pero realmente deberías escuchar acerca de mi pastor.

¡La hierba es más verde aquí! Así que ven y déjame presentarte a mi Pastor.

Hace años escuché la historia de un hombre a principios de la década de 1930 que estaba al costado de la carretera, debajo del capó, tratando de que su Ford Modelo A volviera a arrancar. Un hermoso automóvil conducido por un chofer se estacionó detrás, y de él bajó un caballero mayor, delgado y bien vestido. Él se acercó y le preguntó al hombre si podía echar un vistazo debajo del capó. Después de unos minutos, le dijo al hombre que podría poner en marcha su auto otra vez. Efectivamente, lo pudo poner en marcha. El hombre agradecido no pudo contener su curiosidad. Él le dijo: “Sinceramente, no parece un mecánico… ¿Cómo supo cómo arreglar mi auto? “El hombre respondió en voz baja: “Bueno, mi nombre es Henry Ford… e inventé tu auto… Sé cómo se supone que funciona.”

No importa lo que diga el mundo… no importa lo que decidan los tribunales… no importa lo que enseñen sus profesores… Dios lo creó… su Dios creador lo inventó.

Y Él sabe cómo se supone que funciona su vida.


[i] Excerpted from World Magazine, January 11, 2014, p. 43 

[ii] James Montgomery Boice, Psalms: Volume 1 (Baker Books, 1994), p. 207 

[iii] http://www.universetoday.com/102630/how-many-stars-are-there-in-the-universe/#ixzz2pO2HR87r 

[iv] Ibid, p. 208 

[v] Expanded from Charles R. Swindoll, Living Beyond the Daily Grind, Volume 1 (Word Publishing, 1988), p. 69 

[vi] Phillip Keller, A Shepherd Looks at Psalm 23 (Zondervan, 1970), p. 45 

[vii] Ibid 

[viii] Lloyd John Ogilvie, Falling Into Greatness (Thomas Nelson, 1984), p. 53 

[ix] Keller, p. 50 

Este manuscrito pertenece a Stephen Davey. Puede ser usado sin fines de lucro y con las atribuciones necesarias.

A menos que se indique lo contrario, las citas bíblicas provienen de las versiones Reina Valera 1960, La Biblia de las Americas y la Nueva Biblia de las Americas.

Reina-Valera 1960 ® © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988. Usado con permiso.

La Biblia de las Américas (LBLA), Copyright © 1986, 1995, 1997 por The Lockman Foundation. Usado con permiso. www.LBLA.com

Nueva Biblia de las Américas (NBLA), Copyright © 2005 by The Lockman Foundation. Usado con permiso. www.NuevaBiblia.com

Pies de nota han sido provistos para citar las fuentes correspondientes cuando el texto lo ha requerido. En caso de haber omisiones no intencionales, futuras revisiones incluirán las anotaciones apropiadas.

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