Introducción
El día de hoy estaremos concluyendo nuestro estudio del Salmo 73, a donde le invito a que abra su Biblia conmigo. Como vimos anteriormente, Asaf es el compositor de este salmo en donde nos entrega su testimonio con completa transparencia y sinceridad. Lo primero que nos quiso compartir es que estuvo muy cerca de caer espiritualmente. . . lo cerca que estuvo de abandonar su caminar con Dios.
Aquí estaba, uno de los tres líderes principales de adoración de Israel – uno de los compositores más prolíferos y famosos. Todos conocían y cantaban sus canciones. El pueblo lo tenía en alta estima como uno de los lideres espirituales más prominentes de su tiempo. Y, ahora, en la última canción que había lanzado, estaba confesando que por poco se aparta del Señor.
Es como si uno de los grandes compositores de himnos, Isaac Watts, tirara la toalla.
Es como si John Newton, autor de “Sublime Gracia” dijera, renuncio.
En una ilustración más contemporánea, esto sería como que los Gettys, compositores de bellos himnos como “El poder de la Cruz” y “Solo en Jesus” anunciaran que ya no quieren seguir a Cristo.
Ese fue el testimonio de Asaf
¿Y por qué?
Porque, como Asaf admitió con tanta transparencia, las personas impías parecen tener mejor suerte que el pueblo de Dios. Ese era su problema.
Ahora bien, hay que reconocer que no toda persona malvada prospera y no toda persona piadosa sufre, y aun menos en la misma medida que Job, por ejemplo.
Pero el problema para Asaf es que no entiende como es que Dios permite que aún una sola persona malvada prospere y alguna persona piadosa sufra. No lo puede entender.
En otras palabras, ¿No deberían los malvados siempre fallar y sufrir, mientras que las personas piadosas que aman y sirven al Señor deberían siempre tener éxito? ¿Por qué las cosas parecen estar al revés?[i]
Vimos que Asaf comienza a mirar a su alrededor. . . y llega a la conclusión de que la gente mala parece tener menos problemas que la gente piadosa.
Míralos, dice Asaf . . . parecen deslizarse con facilidad a lo largo de la vida; parecen gozar de mejor salud (v. 4). Parecen tener menos estrés en la vida (v. 5).
¡Dios los está dejando salirse con las suyas!
Pero luego, Asaf llega a un punto de inflexión en el versículo 17. Es en ese momento que él llevó toda su angustia al santuario – lo más probable es que Asaf usa la palabra santuarios en plural para referirse al atrio exterior del tabernáculo – y derramó allí todo lo que tenía en su corazón delante del Señor.
Y allí, en los santuarios de Dios, en el atrio del Tabernáculo de Dios, se acordó que la respuesta no se hallaba en su capacidad de razonar, sino en lo que Dios había revelado.
Eso es lo que dice Dios. Asaf, esto es lo que Dios ha revelado.
¿Y que es lo que Dios ha revelado?
Si mira el versículo 17 verá que Asaf escribe, Comprendí el fin de ellos. En otras palabras, mientras estaba en comunión con Dios, recordé cual es el final de la historia para los impíos.
Asaf se da cuenta que esta vida es solo el comienzo. De hecho, él recordó el justo juicio venidero de Dios y que todas las cosas buenas que disfrutan los impíos son pasajeras y duran solo un momento.
Como estudiamos en nuestro último programa, la dura verdad es que los buenos tiempos sobre la tierra son el único cielo que los impíos alguna vez disfrutarán. La bella esperanza del creyente es que los tiempos dolorosos sobre la tierra son el único infierno que alguna vez sufriremos.
Como verá, Asaf logra ver el último capítulo – el último párrafo de la historia. Y la forma en que termina una historia cambia la forma en que uno ve cada capítulo anterior, ¿cierto? Lo cambia todo.
En 1899, la muerte de dos hombres famosos sacudió el mundo – dos hombres cuyas vidas terminaron de forma completamente diferente. Todos los diarios lo reportaron. La gente lo comentó; la iglesia en general lo sabía. Todo mundo se enteró y pausó por un momento debido a esta noticia.
Uno de estos hombres era Robert Ingersoll. Él fue el ateo más famoso de su generación. Era popular, cómico, educado, elocuente. . . Él denunció abierta y públicamente la existencia de Dios y la posibilidad de un cielo o infierno eterno.
Sus conferencias en la Universidad de Harvard donde negaba la posibilidad de la inmortalidad se convirtieron efectivamente en un éxito de ventas y el tema de conversación en la cultura popular.
Era famoso por decir, entre otras cosas, “Este es mi credo: el único lugar para ser feliz es aquí (en esta vida); y el único momento para ser feliz es ahora «.
La gente se agolpaba para escucharlo como si sus ideas fueran la séptima maravilla del mundo.
Me pareció interesante que su padre había sido un pastor presbiteriano durante muchos años, un buen cristiano. De hecho, en un momento llegó a servir junto a Charles Finney, el famoso evangelista.
Pero Ingersoll rechazó el evangelio y crecería para desafiar abiertamente la existencia de Dios y cualquier cosa más alla de esta vida – cuando uno muere, eso es todo. Es más, A. B. Simpson, el fundador de la Alianza Cristiana y Misionera, llamó a Robert Ingersoll “ese blasfemo atrevido.”
En el apogeo de su fama, la gente pagaba $ 1 por un boleto solo para escucharlo hablar. Eso era una enorme suma de dinero en esa época simplemente para ir a escuchar a alguien hablar.
A menudo sacaba su cronómetro y decía: «¡Si hay un Dios, lo desafío a que me mate en 10 segundos!» Y luego comenzaría la cuenta regresiva. 10 – 9 – 8 – había gente que se desmayaba literalmente al ver tal desafío en contra de Dios. 3 – 2 – 1…
Allí permanecía de pie sosteniendo su reloj mientras la gente contenía la respiración y luego de unos segundos, cuando era obvio que no estaba muerto, anunciaba: «Como verán, Dios no existe». Y la gente se ponía de pie y lo ovacionaba.
Ahora, si yo fuera Dios… todo lo que habría en ese escenario al final de los 10 segundos sería su reloj de bolsillo. Puff.
Dios, evidentemente, es más paciente que yo – menos mal . . . y mucho más amable; sin embargo, aún ahora, escribe el apóstol Pablo, Dios está acumulando su ira hasta el día del juicio. (Romanos 2:5).
Pero ese era el problema de Asaf. Él pensó que Dios debería haber hecho algo. Él escribe en el versículo 9: «Señor, ellos te están desafiando. O sea, ¡haz algo! ¡siléncialos al menos! No deberían quedar sino relojes sobre los escenarios.
Pero luego lo recordó – lo entendió. Dios lo hará. . . un día.
Cuando todos los incrédulos de toda la historia de la humanidad sean juzgados ante el Gran Trono Blanco, Dios, el Juez justo que lo sabe todo y lo ha visto todo, les mostrará su culpa e incredulidad tan claramente que Pablo escribe, «toda boca se cerrará». (Romanos 3:19)
Con la gravedad de esa revelación, todo cambia para la perspectiva de Asaf.
Lo que descubrimos a continuación es un cambio radical en este poema.
De hecho, a lo largo de este Salmo ha habido un interesante cambio de pronombres. Sé que no suena tan emocionante, pero déjame mostrarle como esto influye en nuestra aplicación.
En la primera parte de este Salmo, Asaf usó constantemente los pronombres – ellos y sus; v. 4, [ellos] no tienen congojas por su muerte. . . v. 5, No pasan trabajos como los otros mortales; v. 8, Se mofan, etc.
Pero luego él cambia y comienza a quejarse de su propia vida. . . y los pronombres cambian a yo y a mí. Verdaderamente en vano he limpiado mi corazón – versículo 13 – Y lavado mis manos en inocencia; Pues he sido azotado todo el día…
Escuche, siempre que nuestros ojos estén en otras personas con envidia, no pasará mucho tiempo antes de que nuestros ojos se posen en nosotros mismos. . . y todo gira en torno a mi mismo.
Pero luego hay otra transición, como mencioné. El punto de inflexión de Asaf ocurre en el versículo 17 y luego en el versículo 18 vemos este cambio de pronombres de yo a tu, en referencia a Dios.
Ciertamente Tu los has puesto en deslizaderos (v.18) En asolamientos Tu los harás caer.
Luego, cuando se refiere a si mismo, Asaf solo lo hace para expresar su error y arrepentimiento.
Y luego, en esta sección final, los pronombres cambian nuevamente. Asaf comienza a cantar de Dios y él cambia lo pronombres a Tu (hablando de Dios) y yo (hablando de si mismo).
¡Ahora son Dios y Asaf juntos!
Querido oyente, esta es una de las verdades transformadoras de la vida cristiana. No se trata de ellos; no se trata de usted solamente; se trata de Dios y usted, juntos.
Note el versículo 25 – ¿A quién tengo yo en los cielos sino a ti? Y fuera de ti nada deseo en la tierra.
Los ojos de Asaf dejan de mirar la prosperidad de los demás; sus ojos dejan de enfocarse en los problemas de su propia vida. . . sus ojos se dirigen hacia arriba y se enfocan en Dios.
Ahora permítanme señalar tres resultados en la vida de Asaf. Podríamos llamarlo, tres resultados de la reunión de Dios y Asaf.
- Primero, observe su visión renovada.
Mire el versículo 25 nuevamente; ¿A quién tengo yo en los cielos sino a ti? (refiriéndose al Señor); Y fuera de ti nada deseo en la tierra.
En otras palabras, la perspectiva de Asaf ya no está ligada a la tierra.
Piénselo, ¿Cuán diferente sería nuestra actitud si viviéramos perfecta e ininterrumpidamente a la luz de nuestro futuro eterno?
Imagine si pudiera ir al cielo por una semana y luego regresar;
- ¿Qué desearía?
- ¿Para qué viviría?
- ¿Cómo vería sus pruebas?
- ¿Cómo valoraría a otras personas?
- ¿Cómo amaría a la iglesia?
- ¿Cómo oraría? y ¿con qué frecuencia?
- ¿Cómo oraría por los perdidos?
- ¿Qué leería?
- ¿Por qué lloraría?
- ¿Qué sacrificios haría?
Todo cambiaría, ¿no es así?
Los pies de Asaf casi se habían deslizado hacia la desobediencia y la desesperación hasta que Dios le reveló el juicio venidero del incrédulo y la gloriosa esperanza del cielo.
Y ahora, Dios es todo lo que quiere. Su perspectiva cambió completamente.
Y piense en esto, querido oyente. Nosotros tenemos mucha más revelación de parte de Dios que la que tenía Asaf.
Tenemos el canon completo de las escrituras. vivimos a la luz del Nuevo Testamento. Tenemos el testimonio de los Apóstoles y el Libro de Apocalipsis – las descripciones del futuro de parte de Pablo y el Apóstol Juan quienes pudieron conocer el cielo antes de su muerte.
- Vieron la gloria del Señor y Su trono:
- Vieron la gloriosa casa de oro del Padre
- con sus doce pisos que llegan hasta la atmósfera y más allá;
- Vieron árboles frutales dando fruto constantemente junto al río de la vida que cae en cascada desde el trono de Dios.
- Vieron el brillante resplandor del Señor que ilumina la noche.
- Probaron la dulzura de la comunión con Dios que hace impensable el dolor en el cielo.
A la luz de todo eso – Asaf canta aquí – ¿Que podría robarme mi deseo por Ti, oh Dios? No hay nada mejor.
Asaf logró comprender lo que realmente importa en la vida.
Tenga en cuenta que ninguna de las circunstancias cambió en la vida de Asaf. . . nada a su alrededor cambió. . . pero su perspectiva cambió cuando recuperó su enfoque en Dios.
Asaf experimentó una visión renovada.
- En segundo lugar, Asaf experimentó un realismo sensato
Él recupera una visión realista de sí mismo. Note el versículo 26. Mi carne y mi corazón desfallecen;
Mas la roca de mi corazón y mi porción es Dios para siempre.
Este es un realismo equilibrado.
Asaf no se está sintiendo mejor porque ahora es más fuerte; no está cambiando su tono porque todos sus problemas se han arreglado; Él está mucho mejor porque ha vuelto a confiar en Dios y Su poder.
De hecho, observe que Asaf no dice que su corazón es nuevamente fuerte como una roca. Él dice que Dios es su roca y su porción – Él es su fortaleza ahora que ha vuelto a descansar en Él.
Hay una gran diferencia.
Asaf habla con realismo espiritual y vaya si es refrescante.
Él dice: Mi carne y mi corazón desfallecen – puede traducir esta frase como – mi carne y mi corazón se han gastado. . . se han consumido.[ii]
¡Esta absolutamente agotado!
Por cierto, no pase por alto la maravillosa revelación de la fidelidad de Dios aquí; Él no abandonó a Asaf y no lo abandona a usted mientras está en la oscuridad de sus dudas y la miseria de las frustraciones cuando se centra en si mismo.[iii]
Mi carne y mi corazón desfallecen. . . pero Dios . . . pero Dios es siempre fiel para seguir siendo la roca – la fuerza de mi corazón y mi porción para siempre.
Asaf no solo recupera una perspectiva realista sobre sí mismo; él también recupera una perspectiva realista sobre los perdidos.
Note el versículo 27. Porque he aquí, los que se alejan de ti perecerán; Tú destruirás a todo aquel que de ti se aparta – o que te es infiel.
Esa última frase, traducida idiomáticamente como “aquel que se aparta” o “que es infiel,” en el original, literalmente significa prostituirse. El versículo dice, “Tu destruirás a todo aquel que se prostituye (espiritualmente, podríamos agregar)
Esa es una metáfora realista para definir y describir el pecado.
Eso es el pecado: Es preferir a otro, poniendo su enfoque, su pasión, su energía, sus planes, su imaginación, su atención, su dinero y su tiempo, en algo diferente a Dios y lo que a Él le agrada.
Y esa es una de las razones por la que el pecado es tan terrible: en realidad estamos regalando algo que le pertenece a Dios.
Sobre todo, la adoración y el amor que solo Dios merece.
Asaf experimenta una visión renovada; un realismo sensato;
- Finalmente, Asaf experimenta una misión revitalizada
Mire la estrofa final de esta alabanza – versículo 28, Pero en cuanto a mí, el acercarme a Dios es el bien; He puesto en Jehová el Señor mi esperanza,
Para contar todas tus obras.
Cuando era niño, la iglesia a la que asistíamos tenía letras de madera pegadas a la pared detrás del púlpito.
Las letras formaban la frase, «Conocerlo y darlo a conocer»
“conocerlo y darlo a conocer”
Esto es, en otras palabras, el deseo y la resolución de Asaf en la conclusión de su canto.
Conocerlo a Él. . . Presten atención, escribe Asaf, en el versículo 28, «Es bueno para mí estar cerca de Dios».
Que gran verdad ¿Cierto, querido oyente?
He hecho del Señor Dios mi refugio. He puesto en Él mi esperanza.
Spurgeon comenta sobre este versículo: “Siempre es bueno, y siempre será bueno para mí acercarme al mayor bien, la fuente de todo bien, a Dios mismo. Su presencia es un gran privilegio y una cura para una multitud de problemas.[iv]
Y Asaf dice: Ahora que estoy caminando con Él y soy fortalecido por Él y estoy refugiado en Él, ahora puedo hablarles a otros acerca de Él.
Es conocerlo y darlo a conocer.
Joni Eareckson Tada, una hermana en Cristo que sufre de cuadripléjia y ha impactado las vidas de muchísimas personas con su testimonio, escribió un artículo que leí hace unos años y registró un incidente cuando estaba hablando en una conferencia para mujeres cristianas. Una mujer le dijo: “Joni, siempre te ves bien, tan feliz en tu silla de ruedas. ¡Ojalá tuviera tu alegría!»
Joni respondió: «La verdad es que no es así. De hecho, déjame contarte cómo me desperté esta mañana. Este es mi día normal. Después de que mi esposo, Ken, se va a trabajar a las 6:00 am, estoy sola hasta que escucho que se abre la puerta de la casa a las 7:00 am. Ahí es cuando llega una amiga a levantarme. Mientras la escucho preparar café, oro: “Señor, mi amiga pronto me bañará, me vestirá, me sentará en mi silla, me cepillará el cabello, me lavará los dientes y me conducirá hasta la puerta. No tengo fuerzas para afrontar esta rutina una vez más. No tengo recursos. No tengo una sonrisa para mostrar este día. Pero tu si, Señor. ¿Puedo tener la tuya? ¿Puedes darme de tus fuerzas? Joni luego se dirigió hacia esta mujer y le dijo: “[Dejame decirte que] cualquier alegría que veas hoy en mi, fue ganada con dificultad esta mañana.[v]
Solo entonces ella estuvo lista para hablar, viajar, grabar sus programas de radio, escribir, etc.
Ella dependía de Dios. . . permaneció cerca de Él. . . cambió su debilidad por Su fuerza, para que no solo pudiera conocerlo, sino también para que pudiera darlo a conocer.
Asaf le promete al Señor en el último compás de su canción: Contaré todas tus obras.
Cuando este Salmo comenzó, Asaf conocía todo acerca de todos los demás. . . eso lo llevó a enfocarse solo en sí mismo; pero finalmente dijo: “Señor, quiero conocerte a Ti y solo a Ti. Quiero saberlo todo y, más que nada, quiero contarles a todos los que conozco todo lo que sé de Ti.
Oh, y un día. . . se que mi vida aquí va a terminar. . . y estaré en mi eterno hogar para siempre, contigo. Ese es el final de esta historia. . . pero el comienzo de otra mucho mejor. . .
Al comienzo de nuestro estudio, mencioné que habían dos hombres en particular que murieron en 1899. Todos se enteraron de esto. La iglesia conocía tanto sus muertes como sus vidas.
Cuando el ateo Robert Ingersoll murió, su esposa y su familia estaban tan angustiados y atormentados que se negaron a que retiraran su cuerpo de la casa. . . hasta que se convirtió en una amenaza para su salud. Él había enseñado que esta vida era todo lo que había; y ahora que había terminado, su familia no podía soportar la idea de que no había nada más allá de la muerte… y así murió sin esperanza y vacío, este brillante y elocuente ateo.
Pero en 1899, un evangelista sin educación que era conocido por hablar con muchos errores gramaticales también murió. Su nombre era Dwight Lyman Moody. Y sus últimas palabras no podrían haber sido más elocuentes. Estaba a unos momentos de la muerte y su familia estaba amontonada a su alrededor cuando se despertó un poco y de repente dijo: “Veo que la tierra se aleja. . . el cielo se abre. . . Dios me está llamando «. El hijo de Moody, William, estaba allí y le dijo: «Padre, estás soñando». A lo que Moody respondió: “Esto no es un sueño, William, esto es felicidad. . . esto es gloria”.[vi]
El final de una historia y el comienzo de otra – una historia gloriosa e incomparable que nunca jamás terminará.
Él me toma de la mano derecha; cantó Asaf. . . y después me recibirá en gloria.
[i] W. Graham Scroggie, The Psalms: Volume II (Pickering & Inglis, 1949), p. 140
[ii] Adapted from Donald Williams, Mastering the Old Testament: Psalms 73-150 (Word, 1987), p. 27
[iii] Adapted from Scroggie, p. 141
[iv] Charles Haddon Spurgeon, The Treasury of David: Volume 2 (Zondervan, 9th printing: 1977), p. 253
[v] Adapted from Joni Eareckson Tada, “Joy Hard Won,” Decision (March 2000), p. 12
[vi] Richard D. Phillips, Hebrews (P & R Publishing, 2006), p. 467