Introducción
En 1934, los Veteranos de Guerras Extranjeras colocaron una cruz en el desierto de Mojave, que se encuentra en California, Estados Unidos. Fue un monumento a los soldados que murieron en la Primera Guerra Mundial.
La cruz tenía solo 2 metros de altura. La colocaron sobre una formación rocosa llamada Sunset Rock. Estaba prácticamente en medio de la nada.
Para ver esta cruz, uno tiene que viajar desde Los Ángeles y conducir casi 4 horas al noreste por la autopista 15; luego girar hacia el sur en la calle Cima, un camino de asfalto de dos carriles, y conducir durante 14 km y medio hasta ingresar a la Reserva Nacional Mojave.
Lo más probable es que no vea a ningún otro viajero por ese camino. Una vez que llegue a Sunset Rock, podrá ver la cruz en la cima de esa colina rocosa. No vería ningún letrero o inscripciones explicándole que o porque existe ese monumento; sólo una simple cruz blanca donde ha estado durante unos 80 años.
En 2001, un ex empleado del Servicio de Parques demandó al gobierno, exigiendo que quitaran la cruz. Esa demanda produjo una demanda legal que se extendió por unos largos diez años. De hecho, para tratar de terminar con el conflicto, en un momento dado, un juez propuso que cubrieran la cruz con una caja de madera para que pareciera una valla publicitaria en lugar de una cruz. Pero, evidentemente, eso no fue lo suficientemente bueno para el demandante.
Por alguna razón, esta cruz solitaria en el remoto desierto de Mojave era tan amenazante para la conciencia nacional que la Asociación Humanista Estadounidense, la Alianza Atea Internacional, la Fundación atea para la Liberación de la Religión, Estadounidenses Unidos por la Separación de la Iglesia y el Estado, Personas por el Estilo de Vida Norteamericano y La Unión Americana por las Libertades Civiles se unieron a la campaña para eliminarla.
Este caso en particular logró llegar hasta la Corte Suprema donde, el 28 de abril de 2010, donde, por un voto muy estrecho – por un solo voto de diferencia – la corte dictaminó que esta pequeña cruz blanca no promocionaba la religión y podía permanecer en la cima de esa colina.
Menos de dos semanas después, unos ladrones fueron hasta esta colina rocosa, arrancaron los pernos de montaje y se deshicieron de la cruz y nunca se ha vuelto ha ver desde entonces.
Incluso en el desierto de Mojave, donde casi nadie la veía, la cruz era – y es – un indicador fundamental que simplemente tenía que desaparecer.[i]
Más recientemente, el grupo interreligioso llamado la Conferencia de Liderazgo del Clero Estadounidense le pidió a las iglesias de todo el mundo que retiren sus cruces. Su portavoz dijo que la cruz era un símbolo de opresión y representaba una actitud de superioridad. Eso dijo su portavoz, el reverendo George Stallings, arzobispo de la Iglesia Católica Afroamericana del Templo Imani en Washington, DC.[ii]
Me parece curioso que el apóstol Pablo tuvo el mismo problema con su cultura, ¿no es así? Si, fue en otro tiempo; otra cultura; otros motivos; pero aún así, la cruz era un símbolo problemático. Él le escribió a los corintios que la predicación de la cruz es ofensiva para los judíos y necedad – una ridiculez – para los gentiles (1 Corintios 1:23).
Francamente, el deseo de nuestro mundo incrédulo no es solo quitar el fundamento; sino es quitar aún la misma memoria del Fundador. Ese es el problema de fondo.
Hace unos años leí mientras estaba investigando un par de cosas, que se inauguró el nuevo Centro de visitantes del Capitolio en Washington, D.C. El Centro que costó $ 621 millones de dólares fue diseñado como un lugar de reunión, una parada de descanso y un centro de información para los miles de visitantes que cada año llegan al complejo del Capitolio de los Estados Unidos.
Antes de que abriera, un senador tuvo la oportunidad de conocer y recorrer el lugar, junto a otros senadores, e inmediatamente notó algunas omisiones. Un panel en una pared anunciaba que el lema nacional de Estados Unidos era (traducido del idioma latín) «De muchos, uno»; cuando, de hecho, el lema nacional de los Estados Unidos, establecido por el Congreso en 1956, es «En Dios confiamos.»[iii]
Otra exhibición presentaba una réplica del podio de la Cámara de Representantes, pero omitía las palabras, «En Dios confiamos» que están inscritas en letras doradas sobre la silla principal en la Cámara de Representantes de verdad. Todo lo demás en esa réplica era idéntico, pero faltaba el lema “En Dios confiamos.”
Luego, en otra exhibición estaba la mesa original donde Abraham Lincoln había colocado su Biblia durante su segunda inauguración. La mesa estaba allí, pero no ¿que? Adivine – no estaba la Biblia.
Otra extraña omisión, que mostró cuán profundamente determinados estaban los diseñadores del Centro de Visitantes en borrar a Dios de la historia del país, se encontraba en la exhibición donde estaba una copia de la Constitución. En la Constitución original, la frase justo antes de las firmas dice, «Hecho en Convención por Consentimiento Unánime de los Estados presentes, el día diecisiete de septiembre del año mil setecientos ochenta y siete después de Cristo». Pero la nueva versión había omitido deliberadamente las palabras «después de Cristo».[iv]
Es decir, aquí no es que podían decir, “ups, se nos olvidó poner la Biblia sobre el escritorio.” No. La idea es quitar cualquier mención de Dios.
El problema es que el peligro real para cualquier cultura y en cualquier país – y, a todo esto, no olvide que el apóstol Pablo y la iglesia primitiva vivieron en tiempos así – es que cuando se elimina la proposición absoluta de la existencia de un Dios Creador, uno está invitando a su propia vida, a su propia cultura, a su propia nación todo tipo de peligros – todo tipo de daños y error.
Dostoievski dijo la famosa frase: «Si no hay Dios, todo está permitido». Dostoievski fue un autor ruso cuyos escritos, a todo esto, fueron prohibidos por Joseph Stalin cuando llegó al poder. Curiosamente, la propia hija de Stalin, Svetlana, cuya biografía leí en el verano, se metía a escondidas en su habitación y leía los escritos prohibidos de Dostoievski. Luego desertaría a los Estados Unidos, muriendo hace no muchos años atrás.
Pero piense en la verdad de eso. Qué declaración tan poderosa de este autor censurado dentro de un estado ateo: «Si no hay Dios, entonces todo está permitido».
¿Y qué se ha vuelto permisible?
Hoy en día, ni siquiera es noticia en los titulares la triste e indiscutible realidad que los centros de aborto usan a los bebés para venderlos por partes.
De hecho, la Asamblea de California votó hace no mucho tiempo atrás, que no solo iban a levantar las restricciones para el aborto, sino que iban a desalentar a las mujeres a informarse de que sus pequeños bebés, a las pocas semanas, ya están bien formados y se pueden escuchar los latidos de su corazón. Votaron para obligar a los Centros de Ayuda Pro-Vida a entregar folletos informando que las mujeres pueden optar a un aborto gratuito cubierto por el estado.
Incluso están obligados a imprimir anuncios con tamaño de letra 24. Lo suficientemente grande como para que nadie se lo pierda. ¡Aborto gratis! Allí en un centro de atención Pro-Vida.
Es como publicar un anuncio en una reunión de Alcohólicos Anónimos diciendo ¡Cerveza gratis! para cualquiera que la desee después de la reunión. ¡Absolutamente ridículo!
Con la exclusión de Dios, el valor de la vida es unos de esos fundamentos que simplemente terminan desapareciendo. De hecho, tan preocupante como es este genocidio de bebés en el vientre, proporcionado y promovido por el mismo gobierno, es el hecho que el trato para con los ancianos va para el mismo lugar.
En una reciente conferencia de bioética, una profesora de teología, ni más ni menos, dio una charla donde decía que la calidad de persona no se otorga automáticamente a los seres humanos, sino que es asignada por la cultura. Eso es escalofriante. Piense en lo que pasó con Hitler y los judíos. Ella dijo, y la cito: «Un paciente con Alzheimer, sin memoria y sin personas que lo cuiden, deja de ser una persona. Alguien que todavía tiene amigos o familiares que lo aman y recuerdan, mantiene su calidad de persona». Me pregunto qué pensaría esta persona si terminara sufriendo de Alzheimer.
Y, de todos modos, ¿Quién define lo que es la calidad de persona? Cuando uno elimina al Creador eso también puede significar cualquier cosa.
Un autor describió la sociedad como un desierto sin género, donde las personas ya no nacen siendo hombre o mujer, sino que tienen que determinar su propio género, y si deciden cambiar su género, son aplaudidos como si fueran héroes.
El matrimonio, también, en esta cultura cada vez pierde más su significado alejándose de su definición original según las Escrituras.
Quizas haya escuchado de Rob Bell, un ex pastor, un apóstata que tiene una gran iglesia en Michigan y tergiversa el evangelio diciendo que no hay tal cosa como el infierno y que tarde o temprano todos llegan al cielo – sin importar como. Hace unos meses, fue entrevistado por Oprah Winfrey en su programa. Allí, este ex pastor protestante y escritor reconocido promocionó su último éxito de ventas, un libro acerca del matrimonio, ni más ni menos. Él dijo, y lo cito: «El matrimonio, homosexual y heterosexual, es un regalo para el mundo porque el mundo necesita más amor, no menos».
Oprah luego le preguntó: «¿Cuándo es que la iglesia va a entender eso?»
Él respondió: «Estamos cerca … estamos a unos momentos de que la iglesia lo acepte».[v]
Y creo que, tristemente, está en lo correcto. Espero que su iglesia no. Pero es bastante obvio que la religión cristiana en general cada vez lo acepta más… y con entusiasmo… poco a poco, removiendo los fundamentos.
Hace solo unas semanas, la Primera Iglesia Bautista en Greenville, Carolina del Sur, miembro de la Convención Bautista de Carolina del Sur, votó para aceptar en la membresía a los matrimonios de parejas homosexuales y abrir el camino para que las personas que se identifican como lesbianas, gays, bisexuales y transgénero no solo se unan a la iglesia, sino que puedan ser ordenados al ministerio y puestos en posiciones de liderazgo.
Ahora, ¿No deberíamos haber esperado esto? ¿Nos ha tomado esto por sorpresa? No lo creo
Después de todo, nuestros medios de comunicación, escuelas públicas y universidades han sido durante décadas instrumentos de propaganda dispuestos a adoctrinar a una generación en la normalización de la evolución, el ateísmo y la inmoralidad.
Erwin Lutzer escribió hace no mucho tiempo acerca la hija de uno de los hermanos que sirve en su iglesia. Su maestro de escuela secundaria les dijo a los estudiantes que eligieran un lado del aula y caminaran hacia él. El maestro luego dijo: «Este lado de aquí es para los estudiantes que dicen ser homosexuales o apoyan el estilo de vida de sus amigos homosexuales; el maestro dijo, la otra pared al otro lado de la habitación era para los matones, así que escojan».[vi]
Es decir, o estás de acuerdo o te conviertes en un matón por simplemente no estar de acuerdo.
Lo que ese profesor realmente debería hacer es leer la biografía de Svetlana Stalin donde ella cuenta que, durante el gobierno de Joseph Stalin, si alguien incluso comentaba la posibilidad de que estaba en desacuerdo con alguna posición del Estado simplemente desaparecía.
Déjame recordarle, querido oyente, que lo que enfrentamos no es algo nuevo. Puede que sea nuevo para nosotros, pero no es nuevo en la historia de la humanidad o en la historia de la iglesia y no ha tomado a Dios desprevenido. Y me gustaría que cada uno de nosotros tengamos esta perspectiva misionera: Dios ha decidido colocarnos en este preciso momento en la historia – cuando podría haber nacido en cualquier otra época. Pero Dios lo ha escogido y Él lo ha llamado para este momento en particular y brillar para Él. Cada uno de nosotros debe tener este sentido de responsabilidad – ser capaces de responder a las preguntas. Debemos responder con gracia y con la verdad.
Tenga en cuenta que ningunos de nuestros desafíos actuales son muy originales que digamos. De hecho, cuando Spurgeon predicó en Londres, a finales de los 1800s, la comunidad homosexual tenía su propia zona roja; la prostitución era predominante, el trabajo infantil que sería mejor describirlo como abuso infantil era una realidad voluntariamente ignorada por la mayoría de los lideres del país, y el Parlamento en ocasiones no podía reunirse porque muchos de sus miembros estaban demasiado borrachos para asistir.
Ahora, no quiero que me malinterprete. Es profundamente doloroso ver los valores y las virtudes puestas de cabeza. Es profundamente preocupante ver a la cultura intencional y sistemáticamente intentando borrar a Dios o cualquier mención de Él del panorama general. Es desalentador ver como distintos edificios de gobierno alzan la bandera del arco iris en celebración del desafío deliberado en contra de la definición bíblica de matrimonio que ha sido la norma durante siglos.
Así que no malinterprete esta analogía histórica como si quisiera restarle importancia al problema actual. Es trágico ver a una cultura entregada a las drogas, el alcohol, la pornografía, el aborto, la codicia y la promiscuidad, todo ello justificado, alabado, promovido y aplaudido.
Estoy de acuerdo con un hombre que escribió hace 200 que ya estaba preocupado por la dirección que estaba tomando su país y dijo: «Tiemblo por mi país cuando pienso que Dios es justo y que Su justicia no puede posponerse para siempre».[vii]
Así que la pregunta para nosotros es, ¿Que hacemos? ¿Cómo respondemos?
En cada generación, en cada nación, en un grado u otro, la iglesia debe responder esta misma pregunta.
El Dr. Amo Gaebelein, un estudioso de la Biblia lo llamó «la cuestión candente de nuestros días», y escribió esto en 1939.[viii]
Resulta que esta es la misma pregunta del rey David, el gran compositor de salmos. De hecho, David consideró que esta pregunta era tan importante que mandó que el director de música del pueblo hiciera un arreglo musical y le enseñara la respuesta a todos en su reino en forma de canción.
La pregunta de David es tan crítica hoy como cuando fue compuesta hace 3.000 años.
Su pregunta aparece en el Salmo 11. Así que le invito a que abra su Biblia allí. Hoy comenzamos el estudio de este Salmo que, por la gracia de Dios concluiremos en nuestro próximo programa. Todo lo demás ha sido solo una introducción.
La Pregunta Candente de Nuestros Días
Su pregunta que arde en su mente y corazón aparece en el versículo 3 y dice. Si fueren destruidos los fundamentos, ¿Qué ha de hacer el justo?
Note que David no pregunta: ¿Qué hacemos cuando el techo se cae, cuando la puerta no se abre o si las ventanas se rompen? No ¿Qué vamos a hacer cuando la estructura fundamental sobre la que se sustenta la vida a su alrededor se destruye?
Esa es la pregunta candente de nuestros días.
Ahora regresemos al versículo 1 donde David comienza con esta declaración de completa confianza y dependencia en Dios. Note la primera frase – En Jehová he confiado. Otras versiones lo traducen: “En el Señor hallo refugio.”
Él no escribe, en mi reino encuentro refugio. . . en mi generación. . . en mi casa . . . en mi pequeño mundo me he refugiado. En Jehová estoy seguro.
Ahora, los estudiosos de la Biblia tienen dificultades para identificar cual es el problema exacto que David estaba enfrentando aquí, ya sea que el rey Saúl lo estaba persiguiendo en las montañas para matarlo; o cuando su hijo Absalón conspiró para usurpar su trono y algunos de sus amigos más cercanos lo traicionaron.
No lo sabemos con certeza. Pero esto es lo que sí sabemos: Sabemos que a la persona que sigue a Dios no se le garantiza un viaje tranquilo. Al creyente no se no se le ha prometido la aprobación de su cultura – o el derecho a vivir para el Señor con comodidad y sin dificultades.
Mientras que la cultura aprueba y celebra el pecado y mira con creciente desconfianza y aún odio al cristianismo, me han preguntado varias veces, ¿Qué vamos a hacer con esta creciente marginalización y posible persecución?
David aquí esta siendo perseguido… y este ejemplo nos da al menos el principio bíblico de que, cuando uno sigue al Señor, eso no significa que todo va a ir viento en popa y la gente lo va a aplaudir por su bien vivir. Me temo que la iglesia en nuestra cultura ha estado engañada por mucho tiempo debido a la comodidad y aceptación que hemos disfrutado
Note ahora el consejo que recibe David. Él pregunta en el versículo 1 ¿Cómo decís a mi alma, Que escape al monte cual ave?
No sabemos quien le ha dicho esto a David, pero aparentemente algunas personas le han dado este consejo que lo ha impactado profundamente. ¿Cómo se atreven a decirme esto que realmente a tocado mi alma?
Corre David…. corre y escóndete… Es tu única opción. Eres como un pajarito indefenso… no puedes pelear… vuela a un lugar seguro.
Cuántos han escuchado este tipo de consejo a través de los años y han volado a algún monasterio… algún terreno lejos de la sociedad con otros cristianos… alguna cabaña junto al lago donde pueden escapar las presiones de la cultura… la necesidad de estar en comunión y la misión urgente de la iglesia… algún lugar seguro donde pueda preservar mi pequeña vida.
Una mujer se me acercó después de una reunión hace poco y me dijo que sus amigos iban a comprar un terreno y construir una comunidad privada. Nuestra misión no es escapar del mundo, sino impactar al mundo con el evangelio.
Pero no minimicemos el peligro – note el versículo 2. Porque he aquí, (los consejeros de David le han informado) los malos tienden el arco,
Disponen sus saetas sobre la cuerda,
Para asaetear en oculto a los rectos de corazón.
No será la bomba atómica, pero el arco y la flecha eran el arma más temida en la época de David. No había que preocuparse por el combate cuerpo a cuerpo si uno tenía un buen grupo de arqueros que podían disparar sus flechas primero.
El arco completo más antiguo descubierto por los arqueólogos data de unos mil años antes de que naciera David. De hecho, aprendí mientras estudiaba este asunto que el diseño de ese arco era tan bueno que algunos de los mejores arcos de madera todavía están copiando su diseño.
¿Y se dió cuenta de que estos enemigos lo tienen en la mira en la oscuridad? Es de noche.
La traducción griega del Antiguo Testamento lo traduce como «en una noche sin luna».[ix]
Que es otra forma de decir, David es un blanco fácil. No tiene ninguna posibilidad.
Estos asesores le explican su situación de una forma que aumenta la tensión. Literalmente le dicen: El sol ya se ha puesto; el enemigo ya está en el acto de doblar su arco; ya ha colocado la flecha en la cuerda, ya está apuntando y uno no puede verlo porque está oscuro.[x]
Es como si el líder del pelotón de fusilamiento estuviera gritando, «Parparen, apunten …»
Es en ese momento que David escribe esto.
¡No hay nada que pueda hacer!
Una vez vi una historieta en la que se muestra a dos hombres, de pie contra la pared, frente a un pelotón de fusilamiento. Están atados y con los ojos vendados y el comandante grita: Preparen, apunten. . . y uno se vuelve hacia el otro y dice: «Tengo un plan».
En ese momento en particular, no puedes tener un plan.
Por eso la primera estrofa de este salmo termina con la pregunta: «Si los cimientos son destruidos, ¿qué pueden hacer los justos?»
¿Cuál es el plan? ¡Dímelo!
Bueno, los consejeros de David le dicen: “haz como un pajarito y sale volando. Escápate lo más pronto posible para esconderte.”
Pero ya es muy tarde para eso.
¿Qué puede hacer cuando los fundamentos son destruidos?
La palabra que David usa y traducimos como “fundamento” proviene de una palabra hebrea que significa «el orden establecido de las cosas». David compara la sociedad con un edificio. Los fundamentos de la sociedad: ley, orden, verdad, justicia, moralidad, decencia, integridad, etc.[xi]
Cuando los impíos en medio de las tinieblas pecaminosas hayan atacado y destruido los fundamentos. . . ¿qué podemos hacer?
David responderá a esa pregunta de ocho formas diferentes en la estrofa final de su composición.
Estudiaremos cada una de ellas en nuestro próximo programa.
Así que no se adelante.
Pero mientras tanto, permítame decir esto para tranquilizar su alma: Hay un fundamento debajo de los fundamentos.
Los cimientos de las opiniones de los hombres que se desmoronan tienen por debajo de ellos el fundamento eterno del propósito y el plan soberano de Dios.[xii] Y ese fundamento nunca se derrumbará.
[i] Adapted from Michael Youssef, When the Crosses Are Gone (Kobri, 2011) p. 1
[ii] Ibid p.10
[iii] Ibid p. 5
[iv] Ibid p. 5
[v] Leonardo Blair, Christian Post Reporter, February 17, 2015
[vi] Erwin W. Lutzer, Where Do We Go From Here? (Moody Publishers, 2013) p. 13
[vii] Quotation by Thomas Jefferson posted in the Thomas Jefferson Memorial)
[viii] James Montgomery Boice, Psalms: Volume 1 (Baker, 1994) p.91
[ix] W. Graham Scroggie, The Psalms, Volume 1 (Pickering & Inglis, 1948) p. 87
[x] C.F. Keil and F. Delitzsch, Commentary on the Old Testament: Volume V (Eerdmans, 1988) p. 188
[xi] John Phillips, Exploring the Psalms: Volume One (Loizeaux Brothers, 1988), p. 88
[xii] Adapted from The Preacher’s Complete Homiletic Commentary on the Book of Psalms: Volume 1(Baker reprint, 1978) p. 46