Introducción
Para millones de personas, la noticia fue devastadora. En los últimos años, una gran corporación o industria bancaria tras otra tuvo que reconocer que la información financiera de sus clientes había sido violada.
Millones de cuentas bancarias han sido pirateadas y su dinero robado.
Recientemente leí que un grupo de hackers han robado unos $ 34 millones de dólares solo en este año.
¡$34 millones de dólares!
Pero otro grupo de piratas informáticos impactó 34 millones de vidas. Lograron acceder ilegalmente a un negocio en línea llamado Ashley Madison, un sitio de citas por internet con un objetivo principal: permitir que las personas casadas encuentren a otras personas casadas para engañar a sus cónyuges.
Su lema publicitario es la frase: “La vida es corta. Tenga una aventura amorosa.”
Y más de 34 millones de personas se han suscrito.
Los hackers querían cerrar el sitio, así que accedieron al sitio y luego publicaron los nombres, edades, direcciones, números de teléfono e incluso mensajes personales que los usuarios habían enviado a otros clientes casados.
Líderes empresariales quedaron expuestos; banqueros, profesores, ministros, autores, personal de la ONU y empleados del Vaticano salieron a la luz.
El sitio web de Ashley Madison había sido apodado el Google del engaño amoroso. Su presidente denunció públicamente la violación de datos como “un acto delictivo”. El FBI está llevando a cabo una investigación completa.
Querido oyente, en este caso, el problema no es tanto el delito cibernético; el problema es el corazón pecador – y el delito cibernético, el robo y el adulterio son simplemente el fruto del pecado.
Sir Arthur Conan Doyle, médico, inventor y autor de la novela Sherlock Holmes, vivió en Inglaterra hace más de 100 años atrás. En una ocasión, simplemente como broma, envió un telegrama anónimo a varios de sus conocidos y amigos con posiciones prominentes. El telegrama simplemente decía: “Todo se descubrió”. Él no esperaba lo que sucedió como resultado. En 48 horas, la mayoría de las personas que habían recibido uno de sus telegramas habían abandonado el país y habían desaparecido.
Francamente, nadie, especialmente el creyente, se levanta por la mañana pensando en arruinar su reputación, su integridad, su matrimonio o su vida.
Y no suele suceder con una sola decisión de cometer un gran pecado. Casi siempre es el resultado de muchas pequeñas decisiones, muchas concesiones pequeñas, muchos pecados a través del camino.
Hace unos años, un grupo de investigación le preguntó a un grupo de adultos que se consideraban cristianos evangélicos, en cuál de los siguientes ocho comportamientos se habían involucrado durante la última semana. Los resultados fueron sorprendentes.
Solo en los últimos siete días:
- el 28% había usado malas palabras;
- el 20% había apostado;
- el 19% había visto pornografía;
- el 12% había contado chismes sobre otra persona;
- el 12% se había emborrachado;
- el 11% había mentido sobre algo;
- Y el 9% había estado involucrado sexualmente con alguien que no era su cónyuge.[i]
En una sola semana.
Comparto todo eso simplemente para decir que ningún creyente nunca está fuera de peligro. Sinceramente, todos tenemos la capacidad de cometer cualquier tipo de pecado y fracasar en cualquier situación. No debemos tratar de controlar u ocultar nuestros pecados; debemos confesarlos y arrepentirnos de ellos.
El apóstol Pedro les escribió y les recordó a los creyentes que estuvieran alerta – literalmente, permanezcan despiertos – porque el diablo – esa serpiente antigua – también es como un león rugiente, que anda alrededor buscando a quien devorar (1 Pedro 5:8).
Ese verbo devorar significa que lo tragará entero. En otras palabras, el diablo no podrá tener su alma, pero si puede destruir su vida entera.
Nadie juega ni coquetea con un león hambriento. No le da una palmadita en la cabeza y le dice: “Lindo gatito, lindo gatito.”
Tampoco le da la espalda a una serpiente peligrosa. Usted se mantiene alerta.
El otro día estaba manejando devuelta a casa cuando vi una serpiente que se deslizaba por la calle. No era oscura ni gris, sino que tenía patrones rojizos y color café – era venenosa. No lo pensé dos veces, pisé el acelerador y la pasé por encima.
No me detuve a hablar con ella… la atropellé.
No negocie con el pecado. No juegue con él ni lo trate de controlar discretamente. Puede tragárselo entero.
Instrucciones para una Vida Piadosa
Regresemos al Salmo 1 y recordemos la advertencia.
Mire el versículo 1. Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos – recuerde esa palabra clave – andar – que significa que el hombre o mujer piadoso no se une y camina junto con la persona que le dará un consejo perverso.
Sigamos leyendo, Ni estuvo en camino de pecadores. Esto se refiere a tomar una posición, estar de acuerdo con la perspectiva de estas personas impías que lo invitan a pecar.
No camine con ellos ni se ponga de su lado.
Porque si lo hace, note el siguiente paso en el versículo 1: Ni en silla de escarnecedores se ha sentado.
O sea, al principio está solo caminando con ellos; luego pasa a quedarse parado – pasa a estar de acuerdo con ellos; y luego se sienta con ellos. Ya es uno más de ellos.
No camine, no se pare ni se siente bajo la influencia de aquellos que no quieren tener nada que ver con Dios y Su palabra. Arruinará sus relaciones, su matrimonio… y potencialmente toda su vida.
Esto es lo que no debe hacer. Pero decirle a alguien lo que no debe hacer no es suficiente, ¿verdad?
El versículo 1 nos dice lo que no debemos hacer, pero el versículo 2 continúa diciéndonos que es lo que debemos hacer.
Note el versículo 2, Sino que en la ley de Jehová está su delicia.
La siguiente palabra clave para subrayar es la palabra delicia.
Note, su delicia o deleite está en la ley de Jehová. ¡La Palabra de Dios es nuestro gozo y alegría!
Es nuestra delicia.
Si usted se deleita en una persona, quiere gastar tiempo con esa persona. Si se deleita con una canción, quiere escuchar o cantar esa canción. Si se deleita con un libro, quiere leer ese libro. Si te deleitas con algún pasatiempo, va a querer dedicarle todo el tiempo que pueda.
La persona bienaventurada se deleita en la Palabra de Dios.
- No anda con los malvados, porque no se deleita en ellos;
- no está con los pecadores porque no se deleita en ellos;
- no se sienta con los burladores porque eso no le agrada ni interesa.
Él se deleita en la Ley del Jehová.
En los Salmos, la ley se usa a menudo, no solo para referirse a los cinco libros de Moisés, la Torá, sino para toda la Palabra de Dios, los mandamientos y la voluntad expresa del Señor.
Lo que significa que el salmista aquí no se refiere a una parte de la revelación de Dios, sino a toda ella.
El apóstol Pablo le dice lo mismo a Timoteo: Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar (lo que es correcto), para redargüir (lo que está mal), para corregir (cómo hacer lo correcto), para instruir en justicia (cómo mantenerse en lo correcto),a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra. (2 Timoteo 3:16 y 17)
El progreso en la vida, el matrimonio y las relaciones se trata de poner en práctica toda la Palabra de Dios.
Algunas personas solo toman un versículo o dos y lo tuercen tanto que hacen que defienda su opinión, distorsionando su perspectiva.
Hace un tiempo, leí la historia de un hombre que se tomó de uno o dos versículos de la Biblia en un libro para hombres que trataba sobre cómo ser el verdadero hombre de la casa. De hecho, el libro se titulaba “El hombre de la casa”.
Un día lo estaba leyendo durante su viaje desde el trabajo a la casa. Pensó que era hora de probarlo con su esposa. Entró por la puerta principal, la señaló con el dedo y dijo: “De ahora en adelante, yo soy el hombre de la casa; mi palabra se debe cumplir porque soy el líder. Así que, esta noche vas a preparar mi comida favorita; y cuando termine de comer, me prepararás un baño y cuando termine de relajarme en el baño, ¿adivina quién me vestirá y peinará? ” Su esposa le dijo: “Bueno, ese sería el director de la funeraria”.
El salmista no nos dice que nos deleitamos en uno o dos versículos sacados de contexto que apoyan nuestros deseos. Él está insinuando que nos deleitamos en la totalidad de la Palabra para que terminemos apoyando los deseos de Dios.
Deleite es la primera palabra clave para practicar.
La segunda palabra clave para practicar es la palabra meditar. Note la última parte del versículo 2, Y en su ley medita de día y de noche.
La palabra hebrea para meditar literalmente significa pronunciar sonidos.[ii]
Permítame señalar algo no muy conocido acerca de la meditación. La palabra meditación significa susurrar, musitar… se refiere al movimiento de la boca.[iii]
Es el mismo verbo que se usa para describir el gruñido de un animal o el murmullo de una paloma, incluso una vaca que rumia.[iv]
Este fue el mandato que Dios le dio a Josué: no dejes que el Libro de la ley se aparte de ¿qué? – de tu boca. (Josué 1:8)
En otras palabras, está pensando en ello constantemente, estás repitiéndo para si mismo las implicaciones de los versículos que está leyendo… lo está pensando y digiriendo mentalmente. Está hablando en voz baja concentrándose en lo que dicen las Escrituras y no en lo que dictan tus sentimientos.
La meditación no es vaciar su mente; es llenar su boca y su mente con la Palabra de Dios.
Hay una moda más en la iglesia evangélica que me preocupa, y se llama “la oración contemplativa.” Esta es la práctica de permanecer en silencio y esperar escuchar la voz de Dios.
Es una práctica que se remonta a la iglesia católica medieval y la soledad del monasterio. Condujo al misticismo; condujo a la confusión, no a la claridad.
Querido oyente, nosotros no esperamos a que Dios nos hable, Él ya nos ha hablado. Y la verdadera idea de la meditación no es sentarse en silencio; es recordar, pensar y repetir la verdad de las Escrituras porque realmente quiere seguirla.
Ese es el desafío: ¡Usted quiere obedecerla!
¿En qué está meditando? ¿Qué está ocupando su mente?
Así es cómo puede progresar en su matrimonio, en sus relaciones, en su madurez espiritual: Se deleita – usted medita en la Palabra de Dios.
Y esto es lo que le sucede a la persona que hunde las raíces de su mente y su vida en la tierra de la Palabra de Dios con una actitud de sumisión y obediencia.
Tres palabras comienzan a caracterizar la vida de este individuo, sus relaciones y ciertamente su matrimonio. Son características que tienen los árboles.
- La primera palabra es “estable.”
Note el versículo 3; Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas.
Encontramos aquí la ilustración de un árbol firmemente enraizado; es saludable porque puede extraer del agua que tiene cerca. Crece fuerte y estable.
Pablo les escribió a los Colosenses, De la manera que habéis recibido al Señor Jesucristo, andad en él;arraigados y sobreedificados en él, y confirmados en la fe… (Colosenses 2:6-7)
Así es esta persona que dice “no” al consejo seco y polvoriento del mundo y dice “sí” al agua de la palabra de Dios.
La analogía es que las raíces de su vida beberán de la sabiduría y el consejo de Dios. Eso si, tenga paciencia. Ningún árbol crece de la noche a la mañana. Como un árbol, se necesitan años para construir una vida. Pero puede empezar en este mismo momento.
- La segunda característica de la persona piadosa cuya vida se vuelve “como un árbol” es la palabra “fructífero.”
Note el versículo 3 de nuevo: Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto en su tiempo.
En otras palabras, las raíces que absorben la verdad espiritual darán como resultado un fruto espiritual. Y qué es este fruto espiritual sino el fruto del Espíritu. Pablo escribe Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza. (Gálatas 5:22)
Y, por cierto, considere cómo eso podría afectar su matrimonio
Quizás esté pensando, ¡pero lo he intentado! He estado trabajando en mi matrimonio durante años. No tienes idea por cuánto tiempo lo he intentado.
¿Ha pensado alguna vez en que Adán murió a la edad de 930 años? No sabemos cuando Eva murió pero es posible que Adán y Eva estuvieran casados durante 900 años.
900 años.
Quizás esté pensando, no estoy tan mal después de todo.
Un hermano de la iglesia se me acercó hace unos años, llevaba casi 60 años casado. Él me dijo, con absoluta seriedad; Tengo el secreto para un buen matrimonio”. “Dime, ¿cual es?” Le dije. Él me respondió: “El día que me casé, le dije a mi esposa: “No voy a intentar manejarte la vida; y tu no tratarás de manejarme la mía.”
¡Había tenido 60 años para practicar ese secreto!
Escuche, querido oyente, el problema no es tratar de cultivar amor, bondad y paciencia. El verdadero problema es echar raíces en la Palabra de Dios, y permitir así que el carácter y la sabiduría divina fluya a través nuestro produciendo el fruto del amor la paciencia, la bondad, etc.
Estable… fructífero…
- Una palabra más: Perseverante
Note más adelante en el versículo 3, Y su hoja no cae;
Y todo lo que hace, prosperará.
Cuando llegan los tiempos difíciles, este árbol resiste. ¿Lo notó? Es un árbol de hoja siempre verde. Sus hojas no se secan ni se caen con el calor del verano o los fríos meses de invierno.
De hecho, observe la comparación en el versículo 4. Los malos no son así, sino que son como la paja que el viento dispersa. En otras palabras, están aquí hoy y mañana se van. Los malvados suenan tan sabios y sofisticados ahora, pero fíjese, ellos no se levantarán en el juicio. Es decir, la santa verdad y la penetrante lógica de Dios desarmarán sus defensas y demostrarán su rebeldía.
La persona piadosa, tal como un árbol, tiene raíces; el incrédulo está constantemente a la deriva en las tormentas de este mundo.
Hace algún tiempo, leí que uno de los legisladores de Alemania propuso una ley que terminaría legalmente las uniones matrimoniales después de siete años. La legislación permitiría que las parejas extendieran sus matrimonios o dejaran que expiraran automáticamente después de finalizar el séptimo año.[v]
La idea ahora se llama arrendamiento matrimonial.
Un articulo del diario de Washington defendió el concepto con estas palabras: “Así es como podría funcionar un contrato de arrendamiento conyugal: Dos personas se comprometen a contraer matrimonio por un período de tiempo: un año, cinco años, diez años, el plazo que les convenga. El contrato de arrendamiento matrimonial podría renovarse al final del plazo tantas veces como desee una pareja. Podría terminar durando toda la vida si vale la pena continuar con la relación. Pero si la relación es mala, la pareja podría ir por caminos separados al final del período. Se evita el desorden del divorcio, y terminar con su matrimonio puede ser tan simple como desocupar una [propiedad] en alquiler.[vi]
Este es el consejo seco e infructuoso del impío. Sus vidas inestables y egocéntricas son sacudidas como la paja por los vientos de la vida. No saben lo que es ser estable, fructífero y perseverante.
Permítame ponerlo de esta manera: Sus vidas nunca echan raíces.
¿Sabe cual es la diferencia entre el arrendamiento matrimonial y el pacto del matrimonio?
En su tremendo libro, Las Disciplinas de un Hombre Piadoso, Kent Hughes escribe sobre su amistad con Robertson McQuilkin, el ex presidente de la Universidad Internacional de Columbia. La esposa de Robertson, Muriel, se encontraba en las últimas etapas de su Alzheimer cuando el Dr. McQuilkin renunció a su posición de presidente para cuidar de ella.
En su carta de renuncia, escribió: “Mi querida esposa, Muriel, ha tenido problemas de salud mental durante unos ocho años. Hasta ahora he podido atender tanto sus necesidades cada vez mayores como mis responsabilidades de liderazgo en la universidad. Recientemente se ha vuelto evidente que Muriel está contenta la mayor parte del tiempo que está conmigo, pero casi nunca cuando estoy lejos de ella. No es solo “descontento”. La da mucho miedo, incluso terror de haberme perdido y siempre va a buscarme cuando salgo de casa. Está claro que ella ahora me necesita a tiempo completo. Tome asta decisión, en cierto modo, hace 42 años atrás, cuando prometí cuidarla “en salud y enfermedad… hasta que la muerte nos separe. Entonces, como hombre de palabra, lo haré. Ella ha cuidado de mi durante todos estos años. Si la cuidara durante los próximos 40 años, aún no habría cumplido mi deuda de gratitud. Este deber, sin embargo, puede parecer sombrío y estoico. Pero es más que eso. La amo. No tengo que preocuparme por ella… tengo el privilegio de hacerlo.[vii]
Esto es mucho más que un enamoramiento temporal cuando todo sale a su manera. Esta es la perseverancia de un hombre o una mujer que elige el camino de la bienaventuranza. No es el camino más fácil o el más simple, pero es un camino caracterizado por la estabilidad, la perseverancia, y una vida fructífera.
Es posible tener ese tipo de vida, querido oyente. Es un camino que corre junto a las aguas de la Palabra de Dios – donde se nos invita a hundir las raíces de nuestro corazón y vida en la tierra y luego dar frutos como este.
Conclusión
Me acuerdo que, cuando era niño, teníamos un árbol en el patio trasero… perfecto para escalar. Un roble con ramas fuertes, perfectas para cuatro niños, y perfectas para una madre que desesperadamente nos necesitaba fuera de la casa.
Construimos una casa en el árbol sobre esas ramas. No era la gran cosa. Clavamos unas tablas en distintas direcciones, y finalmente construimos una pequeña plataforma. ¡Cómo amamos ese árbol y nuestra casita en el árbol!
Ahora, lo que hizo que esa casa en el árbol fuera una realidad no fue nuestro ingenio o nuestra habilidad. Todo dependía de la fuerza de las ramas de ese árbol.
No pude sino pensar: El mejor lugar para construir un matrimonio, una vida, está en las ramas de un árbol sólido… estable… que ha sido plantado junto a las aguas de la Palabra de Dios.
Ese árbol rechaza el agua contaminada de la sabiduría del mundo. Sus raíces beben del río de la verdad de Dios.
Me encanta como Alan Redpath, antiguo pastor de la Iglesia Moody lo expresó. Él le dijo a su congregación hace muchos años: “No tengo una fórmula mágica para su santidad. No tengo ningún tratamiento mágico que ofrecerle. No tengo ningún atajo para obtener la fuerza espiritual. Todo lo que puedo hacer es decir: “Vuelva a su Biblia… Vaya otra vez a su Biblia “. Porque las transacciones más grandes de la vida [son entre usted y Dios en Su palabra]; las transacciones más importantes de la vida se realizan, no en la iglesia, sino a puerta cerrada”.
Regrese a la Biblia… y beba.
Y el resultado será una vida estable… fructífera… y perseverante.
Será siempre verde… no como la paja seca y vacía del mundo, arrastrada por todo viento de doctrina, opinión y tendencia.
Usted querido creyente… usted es como un árbol de hoja siempre verde.
Y su matrimonio… sus relaciones… su negocio… su caminar en la vida está construido como las fuertes ramas de un árbol, plantado junto a corrientes de verdad divina. Así que beba más – llénese de la Palabra de Dios.
[i] The Barna Group, “Young Adults and Liberal Struggle with Morality,” barna.org (8-25-08)
[ii] Donald Williams, Mastering the Old Testament: Psalm 1-72 (Word Publishing, 1986, p. 27
[iii] Williams, p. 27
[iv] Lloyd John Ogilvie, Falling Into Greatness (Thomas Nelson, 1984), p. 20
[v] Madeline Chambers, Glamorous politician wants law to allow 7-year itch,” Reuters (09-21-07)
[vi] The Washington Post, A high divorce rate means it’s time to try ‘wedleases’, Paul Rampell, August 4, 2013
[vii] Adapted from R. Kent Hughes, The Disciplines of a Godly Man (Crossway, 1991), p. 35