Introducción
El autor inglés H. G. Wells, famoso por sus novelas “La máquina del tiempo” y “La guerra de los mundos,” una vez escribió una historia menos conocida llamada «El país de los ciegos».
Es una historia sobre un valle lujoso e inaccesible en Ecuador donde todos han nacido ciegos. Nadie tenía un concepto de vista o color o aún noticias de un mundo exterior. Lo tenían todo, excepto la vista.
Finalmente, un joven del mundo exterior que estaba explorando esa región, accidentalmente cayó por un acantilado, atravesando el profundo follaje de este bosque, y finalmente aterrizó en el suelo. Él sobrevivió y accidentalmente encontró este país olvidado.
No pasó mucho tiempo antes de que se encontrara con la gente y cuando se dio cuenta de que cada persona que conocía era ciega – de hecho, toda la población de esta cultura oculta – reunió a todos los que pudo y comenzó a hablarles de las cosas que estaban a su alrededor – el color y la belleza de la creación – y él también les habló de otro mundo más allá del valle.
Los habitantes de ese lugar se sentaron y escucharon, con rostros tristes y abatidos… pero al final decidieron no creerle. De hecho, después de que muchos de ellos se cansaran de sus historias, llegaron a la conclusión de que su vista le había hecho perder la cordura. Él simplemente debía estar loco.
A pesar de esto, el joven decidió quedarse por un tiempo y trabajar entre ellos. No pasó mucho tiempo antes de que se enamorara de una chica de una familia importante y decidiera casarse con ella y establecerse en este País de Ciegos.
El padre de la chica acudió a un anciano y médico respetado, para hablar sobre este matrimonio. Llegaron a la conclusión de que nunca funcionaría a menos que ocurriera algo radical.
El médico dijo: “Estoy prácticamente seguro de que, para curarlo de su locura, debemos quitarle los ojos.”
El padre preguntó: «¿Entonces recuperará la cordura?»
«Oh, sí, entonces estará perfectamente cuerdo y será un ciudadano bastante admirable.»
El padre regresa y le informa al joven que puede casarse con su hija solo si se somete a una operación que lo cegará de por vida.
El hombre se fue a pensarlo. El autor escribe que el joven fue a un lugar solitario con hermosos prados cubiertos de flores blancas con la intención de esperar allí hasta la hora de su sacrificio. Sin embargo, mientras caminaba, miró a su alrededor contemplando la belleza de la creación. Vio salir el sol por la mañana como un ángel con una armadura dorada, y la maravillosa luz del sol reflejándose en el valle.
Fue allí, que se dio cuenta de que este valle no era más que una trampa de ignorancia y vanidad, y escapó con su vida de este País de los Ciegos.[i]
De una manera muy real, la isla de Creta era un país de los ciegos. Estaba esclavizada al pecado y envuelta en la oscuridad espiritual, entregada a la borrachera y la inmoralidad. Era una cultura espiritualmente en bancarrota.
Y la respuesta, el plan de acción, implicaría un cuerpo de creyentes dinámico, unificado, saturado del evangelio y sumiso a Cristo, un grupo de creyentes que entendía su misión.
Encuentro fascinante que la solución de Pablo a la falsa enseñanza y los falsos maestros en la isla de Creta no fue solo enviar a Tito a estas iglesias para colocar pastores calificados en el liderazgo, sino también para darle al resto de la iglesia una tarea especial.
La solución no sería repentina… Tomaría toda una vida el implementarla… requeriría ser una influencia diariamente como sal y luz.
Como verá, la diferencia entre nosotros y el joven en la novela es que nosotros no escapamos con nuestras vidas – nosotros damos nuestras vidas – invertimos nuestras vidas en la oscuridad que nos rodea, donde brillamos como luz en esta cultura.
Estamos en el mundo de los ciegos, pero no pertenecemos a él.
Estamos aquí como embajadores del Rey de la Luz, con el mensaje de luz para un pueblo que el apóstol Pablo describió como cegado por el dios de este mundo; por eso, nosotros oramos para que sus ojos se abran al glorioso evangelio de Jesucristo (2 Corintios 4:4).
No será fácil. Ellos piensan que hemos perdido la cabeza. Creen que estamos inventando todo esto.
Querido oyente, usted esta viviendo en un mundo decidido a silenciar cualquier revelación proveniente de otro mundo. Están decididos a eliminar la luz y vista espiritual.
Esta semana leí una ilustración más de la fascinación de este mundo por eliminar todo lo que tenga que ver con el verdadero Dios y su luz. Un juez en Estados Unidos propuso una solución para el caso que la Unión Americana de Libertades Civiles le había presentado, un caso que presentaba una demanda en contra de una escuela secundaria en Virginia que había exhibido los 10 mandamientos durante la última década en la pared de uno de sus edificios. El juez dictaminó que la escuela podría continuar mostrando los 10 mandamientos solo si eliminaba los cuatro primeros mandamientos que hacen mención explícita a Dios. El juez ordenó que la escuela debía entrar en mediaciones con la Asociación para llegar a un acuerdo.[ii]
El mundo no quiere ver referencia alguna a nuestro Creador. Por eso dicen, “Vamos a quitar las cosas de Dios de su campo visual para que recuperen la cordura y se conviertan en buenos ciudadanos en el país de los ciegos.
Si alguna vez la iglesia ha necesitado reconocer la ceguera de su mundo – si alguna vez la iglesia ha necesitado mostrar la gloriosa luz del evangelio – ese tiempo es ahora.
Entonces ¿Qué debemos hacer ahora? ¿Cuál es nuestro plan de acción?
Pablo proporciona la respuesta en su carta a Tito. Él comenzó una conversación familiar seria y directa en el capítulo 2, versículo 1, donde dijo: «Pero tú, Tito. . . pero en cuanto a ti, habla lo que está de acuerdo con la sana doctrina.»
En otras palabras, “dile le verdad a la gente… y comienza con la iglesia.”
Quizás haya notado que este capítulo termina de la misma manera. Mire el versículo 15. Esto habla – la misma palabra – y exhorta y reprende con toda autoridad.
El capítulo comienza y termina con el mismo mandamiento.
Solo que en el versículo 15, Pablo amplía la idea con 3 imperativos. Usted podría agregar un signo de exclamación después de cada verbo: “Habla (signo de exclamación); exhorta (signo de exclamación) y reprende (signo de exclamación).”
Seguramente ya se habrá dado cuenta que estas no son sugerencias u opciones. De hecho, estas instrucciones forman la descripción del trabajo de cada pastor/anciano/maestro/líder de iglesia. Es más, estas instrucciones forman el plan de acción para la iglesia en general.
Echémosle un vistazo a este plan para la iglesia en la isla de Creta… y en cualquier país igualmente.
Conversación
A la primera instrucción la vamos a denominar conversación.
Pablo escribe en el versículo 15, «Esto habla”. Él usa una palabra griega (λαλεω) que se puede traducir como, «anunciar o revelar o dar algo a conocer.” Puede usarse para describir una enseñanza cuidadosa.[iii]
Pero también puede referirse a una simple conversación.
No solo hace referencia a un sermón, a debates de apologética y disertaciones teológicas. Pablo está hablando de una conversación que puede tomar lugar en el comedor; en la calle; en los pasillos del trabajo; sentado al borde de la cama antes de que sus hijos se vayan a dormir.
Pablo dice: “Sé que suena simplista y no tan estratégico, pero este es el plan de acción: hable de Jesucristo. Tráigalo a sus conversaciones… permítale ser el tema de conversación en la cancha de futbol o cuando sale a comer, o cuando va de viaje.”
Y, por cierto, esa es una maravillosa forma de conocer a otros cristianos.
Mi esposa y yo conocimos a unos creyentes en el aeropuerto que nos ayudaron con nuestro equipaje. Tanto de ida como de vuelta del viaje, estábamos listos para hablar del evangelio, cuando ambos nos dieron una respuesta que nos daba a entender que ya eran cristianos. En ambos casos terminamos disfrutando de la comunión de unos hermanos que no sabíamos que pertenecían a la familia de Dios.
Este verbo se refiere a las conversaciones comunes de la vida.
Pero Pablo escribe más específicamente: «Esto habla.»
Ahora, ¿Qué es esto que debemos hablar? Pablo se está refiriendo a hablar de las cosas que escribió en el versículo 1, las cosas que concuerdan perfectamente con la sana doctrina.
Pablo está diciendo: «Habla de las cosas que mencioné en los 14 versículos anteriores».
Habla de:
- lo que significa ser un hombre mayor honorable;
- Una mujer mayor comprometida a ser sobria;
- El papel de una madre;
- la responsabilidad del joven de madurar;
- La ética de ser un empleado honesto;
- Convertirse en un hombre o una mujer de palabra
. . . habla de estas cosas!
Y no solo aquí, habla allá afuera. Brilla por el bien de tu mundo que anda en oscuridad. Habla de esto con los ciudadanos del País de los Ciegos.
Querido oyente, los temas del cristianismo no deben reservarse para el domingo. Hágalos parte de su conversación diaria.
Motivación
En segundo lugar, no solo debemos conversar, sino también motivar. Mire la segunda instrucción.
Pablo escribe en el versículo 15: Esto habla (signo de exclamación), y ahora note, y exhorta (signo de exclamación).
Este verbo es un poco más intenso. Es una de las palabras favoritas del apóstol Pablo y viene del verbo griego parakaleo(παρακαλεω) que significa llamar a su lado.
Pablo usa esta palabra 9 veces en sus cartas a Timoteo y Tito, y 64 veces más en sus otras cartas.[iv]
Dependiendo del contexto, puede traducirlo con el matiz de alentar, aconsejar, recomendar o incluso amonestar.
Nuevamente, esta es una palabra más fuerte que hablar o conversar. Esta palabra implica más que simplemente declarar y explicar la verdad. Conlleva la idea de rogar o suplicar.[v]
Lleva la emoción de alguien que trata de persuadir o convencer o invitar a alguien a que venga.
¡No es solo una conversación, es una invitación! ¡Y demanda hacer algo al respecto!
Es la diferencia entre informarle casualmente a alguien que hay un incendio forestal y decirle que su camisa está en llamas.
“Esto es realmente importante… ahora mismo. . . ¡para ti!” Esa es la idea,
Querido oyente, estamos en el país de los ciegos y nos debería apasionar que los habitantes entiendan que hay cosas que deben ver. . . ¡Hay otro mundo allá fuera!
Hay elementos en Tito 2 de los que no solo debemos hablar, sino que hacer algo al respecto.
La gracia de Dios ha aparecido, trayendo la oferta de salvación a todos los hombres. “Únanse a nosotros, por favor, mientras esperamos la aparición de la gloria de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo.”
Como dice el versículo 14, necesitamos exhortarnos los unos a otros a ser celosos por las buenas obras. Y, mire, hay una diferencia entre estar disponible para hacer buenas obras y ser celoso de buenas obras.[vi] Estar disponible significa crear una lista de buenas intenciones y resoluciones; el ser celoso significa comenzar a cumplir esa lista, una resolución a la vez.
La conversación debe llevar a la motivación.
Mientras pensaba en las diferencias entre la conversación y la motivación, se me vino a la mente que es posible hablar de algo sin involucrarse personalmente. Sin embargo, uno no puede motivar a otra persona – no puede suplicar, felicitar, aconsejar o alentar a alguien – sin involucrarse personalmente en su vida.
Como Abraham Lincoln quien, en 1850, recibió una carta de su hermanastro, John Johnston, quien le escribió a Lincoln y, una vez más, le pidió dinero para poder saldar sus deudas.
En numerosas ocasiones, Lincoln simplemente le había dado el dinero y listo… hasta que llegó esta solicitud habitual una vez más.
Esta vez, Lincoln decidió involucrarse personalmente en un esfuerzo por motivar a su hermano a dejar de endeudarse.
Él escribió la siguiente carta:
Querido Johnston,
No creo que sea lo mejor acceder a tu solicitud de 80 dólares. En los diversos momentos en que te he ayudado un poco, me has dicho que ahora puedes sustentarte muy bien. Sin embargo, en muy poco tiempo, te encuentro en la misma dificultad nuevamente. Ahora, esto solo puede suceder por algún defecto en tu conducta. ¿Cuál es ese defecto? Creo que lo sé. No eres flojo, pero eres ocioso (es decir, estás en neutral). Desde que la última vez que te vi, dudo que hayas trabajado un día completo… este hábito de perder el tiempo es tu dificultad. Es muy importante para ti, y aún más para tus hijos, que rompas este hábito. Ahora necesitas algo de dinero; y lo que propongo es que trabajes para alguien que te lo pague… y ahora te prometo que por cada dólar que ganes, entre hoy y el primero de mayo, te daré otro dólar. Ahora, si haces esto, pronto pagarás tus deudas y, lo que es mejor, desarrollarás un hábito que te impedirá endeudarte nuevamente.
Cariñosamente tu hermano
Abe Lincoln[vii]
Alteración
Pasemos a la tercera instrucción de Pablo. El plan de acción para la iglesia no solo es conversar y motivar, sino también alterar.
La palabra que Pablo usa aquí es una palabra (ελεγχε) que significa corregir o incluso condenar.[viii]
Como verá, estos verbos se vuelven cada vez más intensos y fuertes.[ix]
No solo hay conversación y motivación, sino alteración. ¡Y comienza con nosotros!
La verdad que debemos hablar (las cosas que estudiamos en el capítulo 2) eventualmente se abren camino en nuestros corazones y exigen un cambio radical.
Capaz le sea útil pensar en la iglesia como en una sastrería a la que lleva su vestido o sus pantalones. Usted va a allí porque necesita que le modifiquen algo – algo no encaja, algo no está bien y necesita que lo ajusten, alteren, y cambien.
La verdad es que usted no volvería a la sastrería a menos que hayan alterado lo que trajo… por eso fue en primer lugar.
¿Se imagina al sastre diciéndole: «Mire, no quería ofenderlo sugiriendo que todo lo que me trajo necesitaba un cambio, así que todo lo que hice fue plancharlo… ahora se ve mucho mejor.»
Querido oyente, usted y yo no vamos a la iglesia para vernos mejor… vamos para ser alterados.
Eso es lo que la provoca la adoración genuina en nuestras vidas.
Un puritano definió la buena adoración como aquella que aviva nuestra conciencia por la santidad de Dios; alimenta nuestras mentes con la verdad de Dios; purga nuestra imaginación por la belleza de Dios; abre nuestro corazón al amor de Dios, y nos hace dedicar nuestra voluntad al propósito de Dios.[x]
¿cómo estuvo la adoración esta mañana? Oh, sabes qué, no cantamos ninguna de mis alabanzas favoritas. . . No vi a ninguno de mis amigos. . . y el mensaje fue muy largo.
Oh… pero, ¿fue santificada tu imaginación? ¿Tu corazón enfocado en la belleza de Dios? ¿Tuviste un encuentro a través de la palabra, las alabanzas y la oración con el amor, la belleza y la santidad de Dios?
Nuestra adoración a Dios debe ser como un sastre que trabaja en nosotros en la medida en que permitimos que haga modificaciones.
Tito, esta es tu descripción de trabajo, principalmente como pastor y maestro en la isla de Creta – pero aplica también para incluir a toda la iglesia. Todos tenemos la misión de comunicar la verdad que cambia vidas y corazones a este País de los Espiritualmente Ciegos.
Y la verdad no siempre es una conversación tranquila o incluso una motivación apasionada. A veces, la verdad provoca una colisión, donde su vida y su mensaje confrontan directamente a su generación.
Martin Lutero comentó este versículo en el siglo 16 y escribió: “Me resulta imposible evitar ofender a los hombres culpables, porque no hay forma de evitarlo sino por nuestro silencio o su paciencia; y silenciosos nosotros no podemos ser por orden de Dios, y pacientes ellos no pueden ser por su culpa.»[xi]
Tenga en cuenta que Pablo agrega la frase en el versículo 15: Esto habla, exhorta y reprende – note – con toda autoridad.
Y el mundo piensa: Ahora si que has ido demasiado lejos. Puedes hablarme del cristianismo e incluso puedes animarme a cambiar, pero no me digas que tienes algún tipo de autoridad sobre mí.
La autoridad es una mala palabra en nuestra cultura. La autoridad es simplemente algo que se interpone en nuestro camino, lo que nos impide hacer lo que queremos hacer – interrumpe nuestra libertad personal.[xii]
Muchos pastores hoy se niegan a entregar la verdad acerca del pecado o el juicio por temor a perder su influencia o su popularidad.
A muchos padres hoy les han hecho pensar que si actúan con autoridad van a perder el amor de sus hijos.
Autoridad se ha convertido en una mala palabra. Y hoy puede que hasta se sienta avergonzado como padre, maestro, joven o líder si otros consideran que habla con autoridad – atreverse a sugerir: eso es correcto… eso está mal… eso es piadoso… eso es pecaminoso.
Mire, el País de los Ciegos se siente mucho más cómodo con las opiniones que con la verdad.
Y esto es lo que el enemigo quiere silenciar: El mensaje con la autoridad de Dios que le dice al mundo: «Este es el camino al cielo; ese es el camino al infierno.»
Nosotros estamos entregando el mensaje con la autoridad de Dios.
William Barclay escribió en el siglo pasado: “Los ojos del pecador deben de ser abiertos a su pecado; la mente de los equivocados debe ser guiada a darse cuenta de su error; el corazón de los descuidados debe despertarse. El mensaje cristiano no es opio para adormecer a las personas; es [una] luz cegadora que les muestra a ellos como son y a Dios como él es.”[xiii]
Querido creyente, usted esta en la tierra de los espiritualmente ciegos: Hábleles de la luz del glorioso evangelio que les dará la vista eterna.
Y estas son las buenas noticias: Cuando usted dice estas cosas – cuando se atreve a decir «la Biblia dice». . . “La palabra de Dios dice” – Pablo nos deja saber que usted tiene el respaldo del cielo.
Así que hable, exhorte y reprenda o corrija.
¿Hay cosas que necesitamos corregir?
Qué tal la creencia que,
- La vida comenzó por casualidad
- El universo comenzó por casualidad
- Los seres humanos son animales
- Un bebé antes de nacer no tiene el mismo valor que uno que ya nació.
- El sexo fuera del matrimonio puede ser seguro
- Lo que sea legal es correcto
- Pornografía es para el adulto maduro
- Divorcio no daña a los niños
- Las religiones son todas iguales
- Hay muchas maneras de llegar a Dios.
Y esos son solo unos ejemplos.
Pablo identificó a Jesús en el versículo 13 de este capítulo con una gran declaración de esperanza en cuanto a nuestro futuro; una declaración que está bajo ataque nuevamente. Pablo escribe: Aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo.
En el país de los ciegos, todos creen que Jesús es simplemente uno de los muchos caminos al cielo.
Es uno de los muchos salvadores; siempre y cuando seas sincero.
Y hay muchos supuestos pastores y líderes espirituales que hoy predican ese mensaje de universalismo. Puede verlos en la televisión o comprar sus libros en la librería cristiana.
Esta semana recibí una revista cristiana que señalaba, con algo de valor, el disfraz del universalismo en los escritos de Brian McLaren, quien ha sido nombrado como uno de los evangélicos más influyentes del país, lo que no hace más que revelar el trágico estado de las iglesias evangélicas.
En su libro titulado Una nueva clase de cristianismo, McLaren rechaza la afirmación de que la Biblia proporciona certeza. El afirma que una de las cosas preocupantes acerca del cristianismo es su dogmatismo… su certeza.»
Otro autor está de acuerdo y escribe que lo que debemos hacer es mantener vivas las grandes preguntas, porque eso es realmente más importante que responderlas.
Pero ¿Deberíamos querer dejar abierta la pregunta en cuanto a nuestro destino eterno? ¿Podemos verdaderamente estar seguros?
El apóstol Juan respondió hace 2.000 años: «Estas cosas que les he escrito a ustedes que creen en el nombre del Hijo de Dios, para que sepan que tienen vida eterna» (1 Juan 5:13).
Para que lo sepas… suena bastante seguro, ¿no?
Otro ex pastor evangélico, Rob Bell, en su libro El amor gana, simplemente modifica la herejía del universalismo con un giro inteligente, al decir que toda persona sincera irá al cielo por medio de Jesús, aunque en realidad no haya creído en Él. Él hasta se burla de la creencia de que Dios puede mandar a un incrédulo al infierno. Él escribe: «Mientras tu corazón esté bien o tus acciones estén a la altura, estarás bien.»[xiv]
Eso es como decirle a un paciente con cáncer: «Siempre y cuando te pongas ropa linda y lustres tus zapatos, estarás bien.»
Pablo escribe: esa no es una opción… así que entrega la verdad a este país donde nadie puede verla. Esta verdad involucra conversación, motivación y alteración…y no esperes pétalos de rosa en respuesta.
Después de haber transmitido nuestros sermones durante varios años, he recibido todo tipo de respuestas:
- algunos han demandado que pida disculpas publicas por lo que he enseñado;
- algunos intentan cambiar nuestra doctrina;
- Otros afirman que he difamado su doctrina, iglesia y creencias.
- Otros me envían libros para que lea y cambie de opinión. . .
- Otros me han escrito para decirme que me vaya a pasear, solo que en un lenguaje más colorido.
Y quizás es por eso que Pablo concluye diciéndole a Tito y a todos los demás que enseñan la verdad de la palabra de Dios, aquí al final del versículo 15, Nadie te menosprecie.
Podríamos traducirlo de la siguiente manera: No dejes que nadie te descarte. Sigue diciendo la verdad independientemente de lo que te digan.
La palabra traducida menospreciar solo aparece aquí en todo el Nuevo Testamento. Es una palabra compuesta que puede traducirse, “despreciar o mirar en menos.”
De hecho, Pablo usa el pronombre singular en segunda persona «Tú,» poniendo énfasis en la responsabilidad de Tito. Tito, asegúrate de que nadie pase por alto tu autoridad y engañe al rebaño o incluso que haga cambiar tu mensaje.
Así que aquí está el plan de acción. Esta es la manera en que podemos impactar diariamente la vida de las personas que viven a su alrededor.
Aquí está:
- Haga de Jesucristo parte de su conversación diaria.
- Haga del cristianismo su desafío motivador para los demás.
- Haga de la verdad de las Escrituras la base de su alteración – de ese cambio radical tanto en usted como a través de usted, al vivir una vida piadosa que desafía y confronta a quienes lo rodean.
Y permítame animarlo, querido oyente. Pablo escribe estas tres instrucciones en tiempo presente. En otras palabras, «No se detenga… siga haciéndolo.»[xv]
Siga conversando al respecto… sigue suplicándole a los demás a creer… siga alentando a otros a seguir a Cristo… siga invitando a otros a unirse a esta causa… Siga viviendo de esta manera… siga… siga.
¡Mantenga el rumbo!
Nunca lo olvide, estamos en el País de los Ciegos, pero nos dirigimos a un país de eterna vista, gloria, compañerismo, luz, belleza, perfección y adoración sin fin.
Estoy seguro de eso… tengo absoluta certeza… Sé que es verdad. . . porque la palabra de Dios ha hablado
Este manuscrito pertenece a Stephen Davey
© Copyright 2012 Stephen Davey
Todos los derechos reservados
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[i] Adapted and edited from http://www.preachingtoday.com/illustrations/2008/october/2100608.html
[ii] World Magazine, “Water it Down” June 15, 2012, p. 94
[iii] John MacArthur, Titus (Moody Press, 1996), p. 132
[iv] Charles Ray, First & Second Timothy, Titus, and Philemon (AMG Publishers, 2007), p. 182
[v] MacArthur, p. 132
[vi] John A. Kitchen, The Pastoral Epistles for Pastors (Kress Christian Publications, 2009), p. 539
[vii] Richard Lawrence Miller, Lincoln and His World: Volume 3 (McFarland, 2011), p. 219
[viii] Fritz Rienecker/Cleon Rogers, Linguistic Key to the Greek New Testament (Regency, 1976), p. 655
[ix] Kitchen, p. 540
[x] Warren W. Wiersbe, 50 People Every Christian Should Know (Baker Books, 2009), p. 64
[xi] Martin Luther, Offending the Guilty, Leadership, Volume 6, no. 3; posted on preachingtoday.com
[xii] John Benton, Straightening Out the Self-Centered Church (Evangelical Press, 1997), p. 141
[xiii] William Barclay, The Letters to Timothy, Titus, and Philemon (Westminster Press, 1975), p. 258
[xiv] Above quotes from Charles McCracken, “The Push to Reinvent Christianity” (Israel My Glory, July/August 2012), p. 14
[xv] James Burton Coffman, Coffman Commentary Series: 1 & 2 Thessalonians, 1 & 2 Timothy, Titus and Philemon (ACU Press, 1986), p. 322