El don de profecía se encuentra en Efesios 4:11. Fue un don temporal que Dios le dio a la iglesia primitiva cuando esta se estaba estableciendo. De acuerdo con Efesios 2:20, la iglesia fue edificada sobre el fundamento de los apóstoles y los profetas.
El profeta tenía una función principal. Estaba para proclamar un mensaje de Dios. Este mensaje podía ser una nueva revelación de la verdad de Dios o presentaba algo que vendría en el futuro.
La razón por la que Dios dio profetas a la iglesia primitiva, así como a los santos del Antiguo Testamento, es porque todavía no tenían la Biblia completa. Algunos cristianos de la iglesia primitiva solo tenían acceso a algunas partes del Nuevo Testamento y esto, porque en ese momento estaba siendo escrito. El último libro del Nuevo Testamento, el Apocalipsis, no se completó hasta que Juan era ya muy anciano, así que esto se dio a finales del primer siglo. Fue así como Dios usó profetas para enseñar al pueblo. Y por supuesto, los apóstoles y profetas fueron los autores del Nuevo Testamento.
Ahora que nosotros tenemos la Biblia completa, ya hoy no hay necesidad de profetas. Es por esto que, fue un don de carácter temporal y únicamente para la iglesia primitiva. Los pastores y maestros de la Biblia de hoy ya no son profetas. Ellos toman la Palabra revelada de Dios y ayudan a otros a entender lo que esta dice y su significado. Pero no son los depositarios de ninguna nueva verdad, ellos no están recibiendo nuevas revelaciones de parte de Dios o visiones acerca del futuro.
Es posible que alguien pueda usar el título de “profeta”, pero es simplemente para referirse al que dice o proclama la verdad que se muestra en la Biblia. Pienso que lo mejor es ser más cuidadoso con el lenguaje que se usa. Llamarse a sí mismo profeta, tiene la connotación de estar recibiendo una nueva verdad o prediciendo el futuro. El título de pastor o maestro serían mejores y menos confusos.
¡Espero que esto le ayude!