Según World Atlas (Atlas Mundial), se estima que hay 2.2 billones de cristianos en el mundo. Estados Unidos constituye el porcentaje más significativo de cristianos por país, con un estimado de 230 millones de cristianos. Sin embargo, ¿son todos estos cristianos en las estadísticas cristianos genuinos? ¿Cómo determina uno si es un cristiano genuino o no?
Las creencias inquietantes del cristianismo en general
El 2020, la encuesta del ministerio Ligonier en cuanto al estado de la teología reveló algunos hallazgos preocupantes sobre las creencias cristianas en Estados Unidos. En respuesta a la afirmación: “Solo aquellos que confían únicamente en Jesucristo como su Salvador reciben el regalo gratuito de Dios de la salvación eterna”, el 40 % de los encuestados no estuvo de acuerdo. En otras palabras, ¡muchos de los que se suponen que son cristianos negaron la exclusividad de Cristo (una enseñanza central del cristianismo)!
Esta tendencia no se limita a los cristianos laicos. Una encuesta reciente realizada por la Universidad Cristiana de Arizona encontró tendencias preocupantes en las creencias de los pastores cristianos. Una de las creencias más preocupantes reveladas es que al menos un tercio de los pastores en los Estados Unidos creen que uno puede ganarse un lugar en el cielo siendo una buena persona. Entonces, tanto a nivel laico como a nivel pastoral (que se supone que es el liderazgo educado de la iglesia) existen preocupaciones significativas.
Siempre ha sido un elemento central de la creencia cristiana que estamos muertos al pecado, incapaces de conseguir la vida eterna a través de las buenas obras. Sólo se nos puede conceder la vida eterna poniendo nuestra fe en el don de la gracia ofrecido en Cristo Jesús (Efesios 2:8-9). Tito 3:5 habla fuertemente en contra de la idea de que las buenas obras contribuyen a nuestra salvación. Pablo escribe: “Él nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino según su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación del Espíritu Santo”. Además, el cristianismo siempre ha enseñado la exclusividad del evangelio. Jesús mismo dijo: “nadie viene al Padre sino por mí” (Juan 14:6).
¿Qué debemos hacer con los cristianos que niegan los componentes clave de la fe cristiana?
Advertencias de las Escrituras
Una de las realidades más graves de las Escrituras es que muchos no cristianos se unirán a la iglesia bajo el pretexto de ser cristianos. Pablo advirtió a la iglesia en Hechos 20:29-30 que “lobos rapaces entrarán entre vosotros”. Esta advertencia no se refería principalmente a las presiones externas. Más bien, Pablo se aseguró de que la iglesia supiera: “De entre vosotros mismos se levantarán hombres que hablen cosas perversas, para arrastrar tras sí a los discípulos”. En otras palabras, ¡el peligro surge desde adentro! Los cristianos siempre deben estar en guardia porque regularmente habrá lobos feroces que pretenden ser cristianos. Estos seudocristianos descarriarán a muchos (ej. Mt 7:15; 2 Cor 11:3; Gál 2:13; 2 Tim 3:6).
Las Escrituras no solo nos advierten que habrá muchos falsos maestros dentro de la iglesia que descarriarán a los cristianos. La Escritura dice que muchos se engañarán a sí mismos pensando que son cristianos cuando no lo son. Jesús mismo advirtió que muchos pensarán que son cristianos cuando en realidad no lo son. En una de las advertencias más severas, Jesús dice:
No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. En aquel día muchos me dirán: ‘Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?’ Y entonces les declararé: nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad.
Mateo 7:21-23
Sin ambigüedades, Jesús deja en claro que habrá muchos en el día final del juicio que se asociaron con Jesús e hicieron buenas obras en Su nombre. Sin embargo, estos individuos serán expulsados porque no eran creyentes genuinos. Son identificados como hacedores de maldad.
La realidad de los falsos seguidores de Cristo ha estado presente desde que Jesús pisó la tierra. Jesús regularmente desanimaba a las personas que lo seguían superficialmente (ej. Mateo 8:19-22; Mateo 19:16-22; Juan 6:66). Para ahuyentar al seguidor superficial, Jesús habló regularmente sobre el alto costo de ser cristiano.
De manera similar, Pablo no asumió que todos los que iban a la iglesia eran seguidores genuinos de Cristo. Amonestó a la iglesia de Corinto: “Examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe. Examinaos a vosotros mismos” (2 Cor 13:5). Pablo y los otros apóstoles reconocieron la misma realidad que Jesús: habrá falsos maestros y falsos creyentes.
Jesús había enseñado a sus seguidores a esperar que los seguidores genuinos de Cristo fueran pocos. Llamó a la gente a: “Entrar por la puerta estrecha. Porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella. Porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos los que la hallan” (Mateo 7:13-14). Con estas palabras, Jesús dejó claro que son pocos los que le siguen de verdad. En otras parábolas, Jesús también enseñó que habrá individuos que parecen creyentes hasta que llegue la prueba de la vida, entonces se apartarán (ej. Mt 13:20-22).
La seria realidad es que las Escrituras están llenas de la idea de que no todos los que se identifican como cristianos son cristianos genuinos.
¿Quién es un cristiano genuino?
Con advertencias tan severas, ¿cómo puede uno saber si su fe es genuina o no? ¿Cómo puede uno saber si un maestro es un regalo de Dios y no un engañoso lobo con piel de oveja?
Así como la Escritura nos advierte, también nos ayuda. “Si me amáis, guardaréis mis mandamientos” (Juan 14:15). Estas palabras son pronunciadas por Jesús y representan lo que significa ser cristiano. Un verdadero cristiano ama a Jesús y obedecerá lo que Él ha mandado. Eso no significa que los cristianos sean personas perfectas. Pablo describió la lucha diaria con la carne que experimentan los cristianos (Rom 7:21-25; Gal 5:16-21). Sin embargo, un creyente genuino obedecerá la Palabra de Cristo por lo que es y de quién es. Un creyente genuino no rechazará lo que Dios ha revelado en las Escrituras.
Un ejemplo de esto es la actual discusión entre cristianos sobre los temas LGBT. La marca entre los cristianos genuinos y los cristianos falsos se hace bastante evidente. Pablo escribió en 1 Corintios 6:9-10 que los que practican la homosexualidad no heredarán el reino de Dios. Esa es una clara declaración de exclusión. Sin embargo, muchos en la comunidad cristiana intentan evitar esas declaraciones. Sin embargo, Pablo habla sin ambigüedades de parte de Cristo como su representante. Una señal reveladora de un falso maestro o un falso cristiano es que, entendiendo lo que dice la Escritura, lo rechaza.
“Os escribo estas cosas a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna” (1 Juan 5:13). Juan escribió su primera carta para que uno pueda saber que tiene vida eterna. Juan da una variedad de pruebas para que uno sepa que es un creyente genuino.
- Ninguno que niega al Hijo tiene al Padre. El que confiesa al Hijo tiene también al Padre (1 Juan 2:23)
- Ninguno que permanece en él sigue pecando; Ninguno que sigue pecando lo ha visto ni lo ha conocido (1 Juan 3:6)
- Ninguno que ha nacido de Dios practica el pecado, porque la simiente de Dios mora en él; y no puede seguir pecando, porque ha nacido de Dios (1 Juan 3:9)
Una de las pruebas de Juan es la identificación correcta del Hijo, Jesucristo. De los encuestados por la encuesta en 2020, el 51 % estuvo de acuerdo con la afirmación: “Jesús fue un gran maestro, pero no era Dios”. Incluso entre los evangélicos, el 30% estuvo de acuerdo con esa afirmación. ¡Esto es espantoso entre los que dicen ser cristianos! Tal comprensión básica de quién es Jesús, según la fe cristiana, incluye Su deidad. En cuanto a la creencia ortodoxa, estamos viviendo en tiempos malos. Un porcentaje significativo de los llamados cristianos en realidad niegan los principios fundamentales de la fe.
Pero no se trata sólo de cuestiones doctrinales. Juan afirma que los cristianos vivirán vidas que son drásticamente diferentes a la cultura que los rodea. Un verdadero creyente, uno que ha nacido de Dios, no puede continuar en el pecado. Sin embargo, desafortunadamente, muchos de los autodenominados cristianos están marcados por vidas pecaminosas que no se diferencian del mundo que los rodea. Los creyentes que están contentos y felices en su pecado dan evidencia de que no son cristianos genuinos.
Viviendo en una cristiandad artificial
Este no ha sido un artículo feliz, pero es necesario. Es un artículo de advertencia.
Regularmente hablo con personas acerca de iglesias que yo consideraría dirigidas por falsos maestros y pobladas por falsos cristianos. Desafortunadamente, en el tiempo y el mundo en que vivimos, hay muchos lugares donde es fácil afirmar ser cristiano. Como tal, hay muchos supuestos cristianos que están engañando y siendo engañados. Debemos ser conscientes de esto y encontrar iglesias bíblicas sólidas donde podamos prosperar con el compañerismo de creyentes genuinos. Debemos ser parte del cristianismo genuino donde escuchamos la Palabra de Dios enseñada fielmente y sin transigencias.
Este artículo ha sido traducido y adaptado con el consentimiento de su autor. Puede encontrar el artículo original en la página web del autor.https://petergoeman.com/not-all-christians-are-true-christians/