En la historia a la que se refiere, Abigail salió y habló con David sin que su marido lo supiera. Ella hizo esto para salvar su vida. Nabal, su esposo, había actuado neciamente, y David planeó vengarse matándolo. Abigail se enteró de que David venía y salió a disuadir a David de lo que planeaba hacer. Ella le dio a David muy buenos consejos.
- Primero, animó a David a no rebajarse al nivel de Nabal (1 Samuel 25:23-25). Ella sabía que estaba casada con un hombre necio y testarudo, y animó a David a seguir un camino diferente.
- Segundo, ella le recordó que no debía tomar el asunto en sus propias manos (1 Samuel 25:26). Dios había impedido que David se vengara hasta ese momento, y David no debería actuar de esa manera.
- En tercer lugar, ella expresó su preocupación de que David estaba por menospreciar su alto llamamiento (1 Samuel 28:28). David había estado peleando las batallas del Señor. Esa era una digna labor. Pelear por su propio honor empañaría su papel de pelear por el honor de Dios.
- En cuarto lugar, ella desafió sabia y valientemente a David a no jugar el papel de Dios (1 Samuel 25:29). Dios estaba cuidando a David, y David no necesitaba preocuparse por cuidarse a sí mismo. Dios puede encargarse de todos los enemigos de David, y se lo demostró a David en su encuentro con Goliat.
- Finalmente, Abigail animó a David a no olvidar su papel futuro (1 Samuel 25:30-31). David había sido llamado a ser el rey de Israel. Cumplir ese papel no debería venir también con el peso de una conciencia culpable por haber matado a un hombre en venganza.
Para llegar al corazón mismo de su pregunta, la razón por la que creo que Abigail debe ser elogiada en lugar de condenada es porque la Biblia la elogia. Note cómo se la describe en 1 Samuel 25:3:
Era [Abigail] de buen entendimiento y de hermosa apariencia, pero [Nabal] era duro y de malas obras.
No solo era hermosa, sino que la Biblia la elogia por ser de buen entendimiento. Esa frase significa que ella tenía una perspicacia sobresaliente. Ella era sabia. Abigail amaba a Dios tanto como su esposo era rebelde contra Dios. Abigail amaba a su pueblo tanto como Nabal se amaba a sí mismo. Ella era espiritualmente sabia y Nabal estaba espiritualmente ciego.
Abigail no era rebelde. Ella era una pacificadora. Ella no violó ningún mandato bíblico ni pecó contra su esposo.
Stephen