En 1975, Raymond Dunn nació con una fractura de cráneo y falta de oxígeno que le provocó graves discapacidades intelectuales. A medida que Raymond crecía, la familia descubrió más complicaciones médicas. Su cuerpo sufría hasta 20 convulsiones por día. También era ciego, mudo y prácticamente inmóvil.
Raymond tenía alergias severas. Después de numerosos intentos de encontrar algo que pudiera digerir, su madre y los médicos encontraron un solo alimento. Era una fórmula a base de carne hecha por la empresa Gerber Foods. Pero en 1985, Gerber dejó de fabricar la fórmula con la que Raymond estaba mejorando.
Carol Dunn recorrió el país para comprar lo que les quedaba a las tiendas. Acumuló cajas y cajas del producto para su hijo. Pero en 1990, se acabó su suministro.
Cuando algunos empleados de Gerber recibieron la noticia, hicieron algo al respecto. Muchos de ellos donaron cientos de horas de trabajo para sacar equipos viejos, instalar una línea de producción, obtener una aprobación especial del departamento de agricultura y producir la fórmula, todo para un niño especial.
En enero de 1995, Raymond Dunn, conocido como el “niño Gerber”, falleció. Pero durante su breve vida, inspiró un sorprendente nivel de bondad.
La bondad está arraigada en el amor de Dios.
Aunque cada año en noviembre se celebre el “Dia mundial de la Bondad”, la mayor parte del mundo ignora que la bondad está arraigada en el amor de Dios. En 1 Corintios 13:4, Pablo comienza su definición del verdadero amor diciéndonos que “el amor es paciente y bondadoso…”
Lo que hace que la bondad sea única entre los otros atributos del amor es que requiere un compromiso activo. Es posible mantener la distancia y limitar el contacto si tiene problemas en una relación en particular. Es posible evitar a esa persona y así evitar el conflicto.
Pero el amor, como Dios lo define, es mucho más que la falta de conflicto. La bondad no funciona a distancia. La bondad es algo que demuestra. La bondad requiere participación, no evasión.
¡La bondad no es para débiles!
La iglesia primitiva sabía lo que significaba demostrar bondad. En el siglo segundo, los incrédulos se sorprendieron de la bondad de los cristianos hacia las personas que los rechazaban. Se sorprendieron tanto que se les ocurrió un nuevo apodo. A menudo cambiaban una letra griega, convirtiendo “Cristiani” (seguidores de Cristo) en “Crestiani” (hecho de bondad).
¿Sorprendemos a alguien hoy con nuestra amabilidad? ¿Está el mundo asombrado por la demostración de bondad en nuestras vidas?
Le animo a someterse nuevamente a Dios para que pueda demostrarle a su mundo la bondad de Dios. Cuando lo hace, se convierte en un ejemplo único e irrefutable del amor de Dios
Este artículo ha sido traducido y adaptado con el consentimiento de su autor. Puede encontrar el artículo original en la página web del autor.https://www.wisdomonline.org/articles/kindness-is-not-for-the-weak-at-heart