Para responder a esta pregunta necesitamos volver al Antiguo Testamento. Leemos esto en el libro de Génesis:
“Cachorro de león, Judá;
De la presa subiste, hijo mío.
Se encorvó, se echó como león,
Así como león viejo: ¿quién lo despertará?No será quitado el cetro de Judá,
Ni el legislador de entre sus pies,
Hasta que venga Siloh;
Y a él se congregarán los pueblos.Atando a la vid su pollino,
Y a la cepa el hijo de su asna,
Lavó en el vino su vestido,
Y en la sangre de uvas su manto.Sus ojos, rojos del vino,
Y sus dientes blancos de la leche”(Génesis 49:8 al 12).
En ese pasaje, Jacob estaba dando un discurso profético a cada uno de sus hijos. Cuando llegó a Judá, él dijo que uno vendría de esa tribu y reinaría para siempre. Jacob usó la metáfora de un león para referirse a este gobernante. Los leones son fuertes, poderosos y muy temidos. Casi nadie se atrevería a meterse con ellos.
Entonces, cuando Jesús es llamado “el León de Judá” es porque Él es el cumplimiento de esa profecía. Él es el rey prometido que reina para siempre, fuerte y poderoso como un león.
Stephen