Lección 11: Listo Para Lo Que Venga

Pasaje Bíblico: Filipenses 1:21-26.
Aún sin saber cuales eran los planes de Dios para su vida, el apóstol Pablo declara su convicción de que «El vivir es Cristo y el morir es Ganancia.» En este programa estudiamos con mayor profundidad lo que esto significa y las aplicaciones que eso tiene para nosotros como cristianos.

En 1934, John y Betty Stam junto con su hijita de 3 meses, Helen, estaban sirviendo como misioneros en un pequeño pueblo en el interior de China.

            Desafortunadamente, una guerra civil había estallado cerca de donde ellos estaban, en la cual, guerrilleros comunistas estaba peleando contra las fuerzas del gobierno.

            El juez del pueblo sabía que esta guerra iba a amenazar la vida de cualquier extranjero, en especial a los misioneros, así que fue al hogar de los Stam y les rogó que escaparan por sus vidas.

            No queriendo arriesgar la vida de su esposa e hija, John arregló para que Betty y la bebe fueran escoltadas hacia un lugar seguro; pero antes de que pudieran llevar a cabo su plan, la división numero 19 de la armada comunista había logrado entrar al pueblo.

            Se podían oír los disparos a través de las calles mientras las fuerzas rebeldes saqueaban y asesinaban al pueblo. No pasó mucho tiempo hasta que algunos de los guerrilleros empezaron a forzar la entrada de la misión.

            John abrió la puerta, invitó a los guerrilleros a entrar y les preguntó si tenían hambre. Betty puso té y torta sobre la mesa para ellos. Ignorando la cortesía de esta familia, los guerrilleros demandaron que les entregaran todo el dinero que tuvieran. John se los entregó.

            Después de esto, los hombres maniataron a John mientras el rogaba por la seguridad de su esposa e hija. Ellos tres fueron llevados a una cárcel donde unos presos fueron liberados para hacer lugar para ellos. En medio de todo el caos, la pequeñita empezó a llorar – nada podía consolarla. Finalmente, uno de los guerrilleros ofreció matarla, ya que estaba molestando a todas las tropas.

            Uno de los prisioneros que estaba en el proceso de ser liberado preguntó cómo alguien podría aun pensar en matar a un bebe inocente. El guerrillero se dio la vuelta y le dijo, “dejaré vivir al bebe por esta noche si tú tomas su lugar.” Y con una furia salvaje, mutiló al prisionero en el patio de la prisión.

            Los Stam sabían que no iban a dejarlos vivir por mucho tiempo más.

            John escribió apresuradamente una carta a la misión explicando cómo habían sido capturados, y terminó su nota con las palabras, “sea Cristo glorificado ya sea en nuestra vida o en nuestra muerte.”

            Al siguiente día, mientras estaban saliendo, John le entregó la carta al jefe de la oficina de correos, y el quien era cristiano le preguntó a donde estaba yendo. John miró a este hombre y en voz baja respondió, “no sé a dónde están yendo estos guerrilleros, pero nosotros vamos al cielo.”

            Ese día, después de ser obligados a caminar por 20 kilómetros, llegaron a un pueblo donde se detuvieron por la noche, era la casona de un hombre rico que había escapado antes de que estos llegaran.

            A Betty le permitieron cuidar de su hijita ese día; pero Betty hizo más que eso. Ella se apuró en alimentarla, la abrazó, y luego la envolvió en una bolsa de dormir y la escondió en una de las habitaciones de la casona. Dentro de la bolsa de dormir ella puso una muda de ropa y todo el dinero que tenía – 10 dólares.

            A la mañana siguiente, la joven pareja fue llevada a la plaza del pueblo sin su bebe, pero ninguno de los soldados pareció notarlo.

            John y Betty habían sido firmemente maniatados. Mientras eran llevados por entre medio de los soldados y algunos ciudadanos curiosos que miraban, les sacaron sus abrigos, como se hacía tradicionalmente cuando un criminal estaba por ser ejecutado. John estaba descalzo, habiéndole entregado sus calcetines a Betty para ayudarla a mantenerse abrigada en el frio invierno.

            El oficial al mando ordenó que John se arrodillara. John y Betty se dijeron unas palabras de las cuales no tenemos registros y luego John se arrodilló; y mientras oraba, un guerrillero sacó su espada y lo decapitó con un solo golpe.

            Los transeúntes testificaron que Betty no gritó, sino que se estremeció y luego cayó sobre sus rodillas al lado del cuerpo de su marido; y allí, con sus manos atadas, estando arrodillada a su lado, la misma espada se levantó por los aires y cayó nuevamente, poniendo fin a su vida.

            Su bebita, Helen, fue encontrada dos días más tarde. Su llanto en esa casa abandonada había despertado la curiosidad de los vecinos. Ellos llamaron a un pastor chino que vino y la llevó a su hogar.

            Tiempo más tarde, la pudieron entregar a sus abuelos maternos quienes servían también en China como misioneros para que la criaran. Posteriormente, ella llegó a los Estados Unidos donde vivió con sus tíos. Ella creció, llegando a convertirse en una gran mujer de Dios. Ella partió a la presencia del Señor hace unos años atrás.

            Respecto a sus padres, un pequeño grupo de cristianos enterró sus cuerpos en una colina cercana.

            John tenia 27 años… Betty tenia 28.

            Sus muertes impactaron e inspiraron miles de cristianos. Por ejemplo, en el Instituto Bíblico Moody, 700 estudiantes dedicaron sus vidas al servicio misionero inmediatamente después de escuchar la historia.

            Una biografía fue escrita en su honor unos años más tarde por la nuera de Hudson Taylor.

            El testimonio del valor de John y Betty no fue el primero en ser registrado en las crónicas de la historia de la iglesia.

            De hecho, en sus lápidas junto a sus nombres fueron escritas las palabras de otro mártir. Sus lápidas dicen:

  • John Cornelio Stam, “Que Cristo sea magnificado ya sea por vida o por muerte”
  • Elisabeth Scott Stam, “Para mí el vivir es Cristo y el morir es ganancia.”

Esas palabras vienen de la carta del apóstol Pablo a la iglesia en Filipos.

            Tal como John y Betty Stam, Pablo no tenía idea en aquel momento que era lo que el Señor iba a permitir en su futuro.

            Sin embargo, él quiere que todo el mundo sepa el lema, la consigna por la cual vivía su vida.

            Dado lo que conocemos acerca del futuro de Pablo, el leer estas palabras en el capítulo 1 provocan un sentido de solemnidad, silencio y reverencia.

            El planea volver a ver a estos creyentes, pero nunca lo logrará. Y nosotros sabemos por qué.

            Pablo sería eventualmente decapitado y de esa manera llegaría a la presencia del Señor.

            Pero por ahora, meditemos en la pasión de su corazón. Filipenses 1:21. Porque para mí el vivir es Cristo y el morir es ganancia.

            En otras palabras, no tengo idea cuales son los planes de Dios para mi vida – pero sé que, si vivo es por causa de Cristo… y si muero, las cosas se ponen aún mejores.

            ¿Alcanzó a notar cual fue el pronombre personal que Pablo usó al principio de la oración? Pablo hace de esta idea algo intensamente personal cuando dice, ¡para mí![i]

            Es como si estuviera diciendo, “yo no sé tú, pero para mí la vida es Cristo y el morir es ganancia.”

            Es interesante la forma en que Pablo escribe aquí, acortando la frase y puntualizándola para producir énfasis. Si traducimos literalmente esta oración desde el griego diría algo como:

  • Vivir – ¡Cristo!
  • Morir – ¡Ganancia!

            Y la ausencia de los verbos permite que el lector complete la oración. vivir es Cristo; vivir significa Cristo; vivir depende de Cristo; vivir honra a Cristo. Pablo lo escribió como para que todos esos pudieran aplicar. Para Pablo, el fundamento, el centro, el propósito, la dirección, el poder y el significado de la vida es Cristo.[ii]

            William Barclay escribió que:

  • Para Pablo, Cristo había sido el comienzo de su vida – en ese dia en el camino hacia Damasco donde fue cautivado por la gloria de Cristo. Él fue el comienzo de la vida de Pablo.
  • Para Pablo, Cristo era la continuación de su vida – no había día en el que Pablo no viviera consciente de la presencia de su Señor.
  • Para Pablo, Cristo era el fin de su vida – y entre mayor era Pablo, mayor era su deseo por el día de su reencuentro con Cristo.

            Barclay agregó, Cristo le había dado a Pablo una tarea en su vida, ser un apóstol; Cristo era la fortaleza de su vida, y Cristo era el galardón en su vida. Barclay concluyó: si hubieran quitado a Jesucristo de la vida del apóstol Pablo, no habría quedado nada de él.[iii]

            No puedo sino preguntarme, si quitaran a Cristo de nuestra vida – ¿notaríamos que falta algo? ¿cambiaría en algo nuestra vida?

            ¿Cuánto tiempo podríamos sobrevivir sin Su gracia?

  • Quizás usted vive fielmente por su familia, ¿pero ve su familia a Cristo a través de usted?
  • Quizás está profundamente involucrado en una carrera universitaria o en su trabajo, pero ¿ven sus compañeros de universidad o trabajo a Cristo a través suyo?
  • Quizás en este momento, usted está pasando a través de alguna enfermedad, o alguna prueba ¿es evidente que Cristo es su fuente de fortaleza y paz?

            Pablo escribe bajo arresto domiciliario, encadenado a un guardia Pretoriano, “La vida para mí es Cristo y la muerte es vivir con Cristo por siempre.”

            A todo esto, es imposible no darse cuenta de que Pablo no demuestra miedo o aprensión alguna en esta declaración. Pablo no le teme al futuro. Sea lo que sea, vida o muerte, no importa.

            Recuerdo cuando era niño, estando un viernes a la noche en la sede de capellanes para el ejército, que un marinero había prometido regalarme su moneda si él no podía adivinar en qué lado caería la moneda. Yo estaba emocionado con la idea de ganarme la moneda, pero cuando arrojó la moneda al aire, dijo, “cara yo gano, sello tu pierdes.” Fue completamente decepcionante. cara, yo gano; sello, tu pierdes… el juego estaba diseñado para que él siempre ganara.

            Esa es la perspectiva de Pablo acerca de su futuro – viviendo yo gano… muriendo yo gano.

            El logo de una organización misionera es la imagen de un buey con un arado en la tierra a un lado, y al otro lado un altar de piedra. Debajo de esa imagen estaban las palabras, “listos para cualquiera.” Ese es el eslogan del Apóstol Pablo.[iv]

            Ese es el lema de su vida.

            Y mientras espera su sentencia, él se goza y confía en Cristo. En los años 1800s, Spurgeon escribió lo siguiente, “he aprendido a besar la ola que me arroja contra la Roca Eterna.”

            Ahora, lo que Pablo escribe puede ser categorizado en estas dos ideas – la razón para vivir y la verdad acerca de la muerte.

            Y Pablo identifica al menos tres razones para querer seguir viviendo.

 

  1. En primer lugar, Pablo quiere beneficiar la obra.

            Note el versículo 22. Mas si el vivir en la carne resulta para mí en beneficio de la obra, no sé entonces qué escoger.

            La palabra traducida aquí beneficiar la obra viene de la palabra fructificar.

  • Expresa la idea de vivir un día a la vez, demostrando un espíritu de control, el cual produce actitudes fructíferas; Pablo se refiere a estas actitudes como el fruto del Espíritu. (Gálatas 5:22-23 – amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza);
  • El beneficiar la obra no solo se refiere a tener actitudes fructíferas, sino también a tener acciones fructíferas – en Filipenses 1:11 Pablo llama frutos de justicia a las buenas obras.
  • Pablo también habla de añadir fruto para referirse a la conversión de nuevos creyentes. Una metáfora para un evangelismo fructífero.

            Pablo anticipa que uno de los beneficios de vivir un poco más es la oportunidad de ser fructífero y beneficiar la obra de Cristo.

            Pablo quiere producir fruto eterno, tesoros duraderos.

            Ha pensado alguna vez acerca de que cada tesoro terrenal – posesiones, comida, vestimenta, dinero, trabajo, casas, autos – lo que sea; todos los tesoros terrenales vienen con fecha de vencimiento.[v]

            Tarde o temprano, las cosas terrenales se van a arruinar, se van a oxidar, a deteriorar.

            Lo que sea que el Espíritu de Dios produzca, dura para siempre. Y ese es un tesoro de verdad.

            Betty Stam escribió estas palabras en algún momento previo a su martirio en China, “cuando nos consagramos a Dios, pensamos que estamos haciendo un gran sacrificio cuando en realidad solo estamos abandonando algunas baratijas… y cuando nuestras manos están vacías, Él las llena con sus tesoros.”

            Pablo nos dice, “una de las razones por las que quiero vivir es para poder tener más oportunidades de beneficiar la obra, multiplicando tesoros verdaderos que durarán por siempre.”

            En segundo lugar, la razón para seguir viviendo es para…

 

  1. Incentivar crecimiento espiritual

            El versículo 24 dice, Pero quedar en la carne – esto es permanecer con vida – es más necesario por causa de vosotros. Y confiado en esto, sé que quedaré, que aún permaneceré con todos vosotros, para vuestro provecho y gozo en la fe.

            En otras palabras, sé que el tiempo que Dios me permite estar aquí con vida es para su provecho…

            La palabra que traducimos como provecho es la misma palabra que apareció antes en el versículo 12 traducida como progreso, cuando Pablo se refería a que sus circunstancias habían contribuido para el avance del evangelio.

            Esta palabra significa literalmente cortar hacia delante.[vi]

            Conlleva la idea de estar abriéndose camino con un machete a través de un bosque espeso lleno de arbustos.

            Es una palabra que se refiere progresar a pesar de los obstáculos que puedan provocar resistencia.[vii]

            Pablo ya ha usado esta palabra para destacar la idea de que Dios nos permite avanzar – incluso cuando pareciera que vamos en reversa.

            Pablo nunca insinúa que el ministerio o que el crecimiento espiritual es algo fácil – demanda trabajo, es difícil, hay que trabajar y esforzarse en ello, tal como esa persona que avanza al abrirse camino a través de los matorrales.

            Y es interesante notar que Pablo no solo está interesado en avanzar en su propio crecimiento – él está igualmente interesado en que los creyentes en Filipos avancen en madurez juntamente con él.

            Pablo aquí es un vivo ejemplo de lo que dirá en unos versículos más adelante donde escribe, “no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros.”

            Y es admirable la actitud de Pablo que está dispuesto a posponer ir al cielo – si el Señor lo permite – para el beneficio de estos creyentes. Y note esto, Pablo ya ha visto el cielo personalmente. Él ya ha estado allí. Él ya sabe cómo es, conoce cuan maravilloso es.

            Si ha estudiado la vida de Pablo entonces recordará que él fue entrenado por el Espíritu Santo por un periodo de 3 años en el cual estuvo aislado (Gálatas 1:17); y durante ese tiempo de entrenamiento, no sabemos cómo, por cuanto tiempo, o por qué, pero el Espíritu Santo milagrosamente lo llevó por un tour por el cielo.

            De hecho, cuando Pablo les escribió a los Corintios, admitió que no tenía idea de que si había ido en el cuerpo o en el espíritu – había sido tan glorioso. Pablo escribió que había visto cosas que Dios no le permitía que describiera a los demás y que había oído cosas que Dios no le permitía repetir (2 Corintios 12:2)

            Y déjeme decirle que personalmente me hubiera gustado que Dios le hubiera permitido a Pablo que trajera un suvenir del cielo, o que le hubiera dejado sacar una foto o dos por lo menos.

            Pero Dios no se lo permitió, y probablemente es porque no somos tan pacientes como Pablo y al ver las glorias del cielo nos sentiríamos tentados a saltar de un edificio para llegar allí más rápido.

            O sea, si hoy nos dieran un tour por el cielo, al volver a casa dejaríamos de tomar nuestras vitaminas, el aceite de pescado y el resto de las pastillas para mantenernos saludables… empezaríamos a comer más comida chatarra para simplemente terminar con el asunto más rápido… y con una sonrisa en el rostro.

            A Pablo no le fue permitido revelar lo que vio en el cielo, pero lo interesante es que aún después de haber visto el cielo, y las maravillas y el esplendor del cielo, él estaba dispuesto a posponer todo aquello con el fin de ayudar a otros creyentes a crecer en su fe – con el fin de ser de bendición para ellos y así contribuir en su madurez y crecimiento espiritual.

            Pero note, Pablo vio el cielo, estuvo allí.

            Y no es de sorprenderse entonces de su disposición para vivir o morir.

            Él o sería de bendición para la obra o se iría al maravilloso lugar que había visto, a ese glorioso lugar donde ansiaba vivir.

            Vivir… es Cristo.

            Morir… es ganancia.

            Así que no perdamos de vista esto – Pablo está dispuesto a posponer el cielo para ayudar a otros cristianos a crecer en su fe y gozo.[viii]

            Esto nos lleva a la tercera razón para vivir.

            Pablo no solo quiere:

  • Beneficiar la obra
  • Incentivar crecimiento espiritual

            En tercer lugar, él quiere:

 

  1. Magnificar a Cristo

            El versículo 26  nos muestra cual es el deseo principal de Pablo al mantenerse con vida. Para que abunde vuestra gloria de mí en Cristo Jesús por mi presencia otra vez entre vosotros.

            En otras palabras, si Pablo tiene la oportunidad de permanecer con vida, los filipenses tendrían aún más razones para adorar a Dios, porque Dios habría respondido positivamente a sus oraciones.[ix]

            O sea, si el Señor me permite permanecer con vida algún tiempo más y seguir ministrando, ya sea un año o dos más, Cristo va a ser glorificado en la iglesia y aunque tenga que esperar más tiempo para llegar al cielo, está bien, porque Cristo está siendo glorificado.

            Si los creyentes pueden recibir un mayor incentivo para glorificar a Cristo a través de mi ministerio, entonces estoy totalmente dispuesto a permanecer con vida.

            ¿Puede imaginárselo? Pablo estaba tan dedicado a las personas que estaba dispuesto a sacrificar su propia comodidad por causa del evangelio.

            De hecho, el está dispuesto a posponer su llegada al cielo para poder darles a los creyentes mayor razón de magnificar a Cristo.

            Mientras estudiaba varios sitios que registraban la biografía de John y Betty Stam, más me convencía de que ellos debieron de haber estado ya sea leyendo, estudiando, o memorizando este párrafo de la carta de Pablo a los Filipenses.

            Sus cartas están inundadas de este tipo de vocabulario; por ejemplo, en su última carta enviada desde China en 1934, John Stam había escrito a sus padres, “Dios sabe nuestro final, pero nosotros hemos decidido que, por vida o por muerte, Cristo será magnificado.”[x]

            Déjeme preguntarle lo siguiente, ¿son nuestras vidas el motivo de que otros profundicen su deseo de adorar a Dios?

            ¿Guían nuestras vidas a otras personas glorificar a Cristo?

            Yo no sé usted, pero a veces he estado en compañía de algunas personas, que luego de conversar y pasar un tiempo con ellos, he sentido la necesidad de alejarme de todos y orar y decir, “Señor, no te adoro como debería, no te busco como realmente debería; pero ahora que he estado en la presencia de estas personas; como he sido motivado para regocijarme en ti y adorarte y glorificarte mi Salvador.”

            Estoy convencido de que, para convertirnos en ese tipo de persona, necesitamos imitar las razones de Pablo para vivir.

            Resumir nuestra vida con este lema: Para mí el vivir es Cristo y el morir es ganancia.

            De hecho, déjeme animarle a que durante la siguiente semana – ya sea mentalmente o físicamente – tome un pedazo de papel y escriba las palabras,

                        Para mí el vivir es – espacio

                        Para mí el morir es – espacio

 

El mundo no nos ofrecerá ninguna ayuda para completar la oración… solo obstáculos que tendremos que enfrentar día a día.

            Un comentarista aludió a unas excavaciones en Cartago, donde entre las ruinas hay una inscripción tallada por un soldado Romano. La inscripción dice: reír, cazar, bañarme y jugar, eso es vida.”[xi]

            En otras palabras, para mí el vivir es cazar, ir a la piscina y divertirme.[xii]

            Completemos las oraciones; “para mí el vivir – es jugar un deporte; para mí el vivir es salir de compras, viajar, ver televisión, titularme… tener la casa propia…  para mí el vivir es lo que sea para lo que quiera vivir.”

            Ahora, no me malentienda. La vida se compone de todas esas cosas – la pregunta es – son esas partes de su vida o son la razón de su vida.

            Pablo, por oficio, hacia tiendas… ¿cree usted que la razón de vida de Pablo era hacer tiendas?

            La mayoría de las personas hoy en día viven por el fin de semana… tienen un trabajo solo para pagar lo que van a hacer durante el fin de semana. La frase se repite día a día, “no puedo esperar a que llegue el viernes” ¿eso es todo? ¿disfrutar el fin de semana?

            Usted probablemente conoce a alguien que no solo le gusta el futbol, sino que es de lo único que sabe hablar – de hecho, no puede esperar a que llegue el próximo domingo para ver todos los partidos de la fecha. ¿Es eso todo lo que hay en la vida?

            Quizá conozca personas que ahorraron toda su vida para poder retirarse e ir a vivir en una cabaña en la playa. ¿Es eso todo lo que hay en la vida?

            ¿Cuantas de las cosas que usted realmente quiere en la vida tienen una fecha de vencimiento?

            ¿Son las personas sus mayores tesoros?

            ¿Es el Señor su mayor gozo y felicidad?

            ¿Son sus más profundas oraciones que otros puedan crecer en fe y gozo para con otros?

            Aquí están las razones de Pablo para vivir

  • Beneficiar la obra
  • Incentivar crecimiento espiritual
  • Magnificar a Cristo

            Siendo una mujer joven de solo 18 años, 10 años antes de que fuera martirizada en China, Betty Stam había escrito una oración que más tarde sería publicada a través del mundo occidental:

           

Señor, te entrego todos mis planes y propósitos

Todos mis deseos y esperanzas

Y acepto tu voluntad en mi vida.

Te entrego a Ti mi vida, mi todo

Completamente para Ti para ser tuya por siempre.

Lléname y séllame con tu Santo Espíritu

Úsame como tu deseas, envíame a donde quieras

Y obra en mi vida tu voluntad cualquiera sea el costo

Ahora y para siempre.

 

            Este poema seria copiado por una niña de 12 años en el margen de su Biblia – una niña que un día el mundo conocería como Elizabeth Elliot. El fruto continúa siendo multiplicado hasta el día de hoy.

            El esposo de Elizabeth se convertiría en uno de los mártires más famosos de la historia de la iglesia. Un hombre que una vez escribió: No es tonto aquel que da lo que no puede retener, para ganar lo que no puede perder.

            Lo que es otra forma de decir como Pablo, “para mí el vivir es Cristo y el morir es ganancia.”

            Permítame concluir leyendo del libro El Valle de la Visión, el cual es una colección de oraciones de los puritanos – esta oración en específico reafirma el tipo de oración que queremos tener después de estudiar el propósito de la vida de Pablo.

 

Oh Dios,

 

Vengo a ti siendo un pecador. Traigo a Ti mis tristezas y preocupaciones para entregarte cada una de ellas por completo.

Cada pecado clama por la sangre preciosa de Cristo;

Dame una fe más intensa en las verdades eternas,

            grabando dentro mío las cosas que entiendo a través de la experiencia; No permitas que avergüence de la verdad del evangelio,

Para que pueda llevar su oprobio,

Vindicarlo,

Ver a Jesús como su esencia

Conocer en él el poder del Espíritu.

Señor, ayúdame, porque soy muchas veces tibio y frio;

Mi incredulidad arruina mi confianza,

El pecado me hace olvidarte

Que las malezas que crecen en mi alma sean cortadas de raíz;

Permíteme entender que solo vivo de verdad cuando vivo para Ti;

Que todo lo demás es insignificante.

Que haré para glorificarte y adorarte, el mejor de los Seres

O que pudiera consagrar mi alma y mi cuerpo para tu servicio.

Sin reservas para siempre.

Pero cuando he hecho todo lo posible,

No seré capaz de ofrecer más que una pequeña fracción de la alabanza que Tu mi glorioso Dios te mereces.[xiii]

           

 

 

Este manuscrito pertenece a Stephen Davey, predicado el día 23/11/2014

© Copyright 2014 Stephen Davey

Todos los derechos reservados

 

 

[i] G. Walter Hansen, The Pillar New Testament Commentary: The Letter to the Philippians (Eerdmans, 2009), p. 81


[ii] Ibid


[iii] Adapted from William Barclay, The Letters to the Philippians, Colossians, and Thessalonians (Westminster Press, 1975), p. 27

[iv] Sam Gordon, An Odyssey of Joy: Philippians (Ambassador, 2004), p. 53

[v] Matt Chandler, To Live Is Christ, To Die Is Gain (David C. Cook, 2013), p. 36


[vi] Adapted from Fritz Rienecker & Cleon Rogers, Linguistic Key to the Greek New Testament (Regency, 1976), p. 546

[vii] MacArthur, p. 81


[viii] Adapted from Warren W. Wiersbe, Be Joyful: Philippians (Victor Books, 1978), p. 38


[ix] Adapted from Life Application Bible Commentary: Philippians, Colossians & Philemon (Tyndale, 1995), p. 41


[x] Gordon, p. 53


[xi] R. Kent Hughes, Philippians (Crossway Books, 2007), p. 59


[xii] Ibid


[xiii] Adapted from The Valley of Vision, ed; Walter Bennett (The Banner of Truth Trust, reprint, 2002), pp. 232 & 235