Lección 26: Haciendo Planes en Lápiz

Pasaje Bíblico: Filipenses 2:19,23-24.
Frecuentemente, la vida va en direcciones muy distintas a las que planeamos o aún queremos. En este programa aprenderemos el balance entre hacer planes para nuestra vida y descansar en los planes de Dios.

En un artículo titulado, El Arte y la ciencia del retraso, un autor ilustraba el valor de tomar una pausa de vez en cuando en el trabajo y la vida.

            El escribió acerca de un cirujano que creó una lista que incluía varios “puntos de pausa” para mantenerlo enfocado durante el proceso de cirugía.

            El tenía tres puntos de pausa; el primero era antes de la anestesia – una pausa para chequear la identidad del paciente y asegurarse de que tenían a la persona correcta en el quirófano; el segundo punto de pausa era justo antes de hacer la incisión – para asegurarse de que iba a cortar en el lugar correcto – este punto de pausa le da también a todo el equipo de cirujanos una última oportunidad de tomar un respiro; la tercera pausa era después de la cirugía y antes de suturar al paciente – pausando para asegurarse que habían retirado todos los instrumentos, esponjas y agujas.

            Ninguna de esas pausas tomaba más de 1 minuto, pero estos retrasos autoimpuestos hacían toda la diferencia. El 2008, varios hospitales empezaron a usar la lista de este cirujano, y el índice de complicaciones en cirugías fue reducida en un 36 porciento.[i]

            La verdad es que, ninguno de nosotros quiere ser retrasado por nada – el ascensor, la luz roja, la entrevista, los resultados del examen. Pero todos nosotros queremos que en ciertas ocupaciones se siga una lista y se tomen pausas lo suficientemente largas como para asegurarse del procedimiento antes de comenzar – como un cirujano antes de cortar, o un abogado antes de firmar los papeles de la hipoteca, o un piloto antes de despegar.

            Retrasos intencionales pueden salvarnos de muchos problemas… puede incluso salvar vidas.

            Nosotros hemos estado estudiando una carta que fue escrita mientras el Apóstol Pablo estaba experimentando un retraso divino.

            El está escribiendo su carta a los Filipenses bajo arresto domiciliario – restringido en lo que podía hacer personalmente y ministerialmente.  

            Él ha estado queriendo ir a Roma y ponerse a ministrar – subirse al pulpito por así decirlo… no quedarse en la cárcel

            Pero este momento es un tiempo en el que los planes de Pablo han sido puestos en pausa – de hecho, este es el periodo de su vida cuando Dios borra varios planes de la lista Pablo y escribe otros nuevos.

            En nuestro último estudio, nos enfocamos en el breve, pero alentador testimonio de Timoteo que encontramos en Filipenses capitulo 2.

            Y descubrimos un gran ejemplo de humildad en este fiel colaborador e hijo en la fe de Pablo.

            Porque la idea era enfocarse en Timoteo, nos saltamos un par de versículos, específicamente versículos 19, 23, y 24.

            Hoy nos vamos a enfocar en estos tres versículos.

            Y lo que descubriremos son varias razones de porque nuestros planes necesitan ser escritos en lápiz… nunca sabemos cuándo Dios va a apretar el botón de pausa… o corregir todo… o hacernos esperar mientras el cambia nuestros planes.

            Estos versículos nos muestran que incluso personas piadosas, disciplinadas, apasionadas y determinadas como el apóstol Pablo escribe sus planes en lápiz por así decirlo… y Pablo claramente se somete al derecho de Dios de usar su divina goma de borrar.

            Permítame entonces entregarle cinco buenas razones para usar un lápiz cuando usted hace planes en su vida.

            En primer lugar,

  1. Planear en lápiz lo prepara para las puertas abiertas

            Note Filipenses 2:19. Espero en el Señor Jesús enviaros pronto a Timoteo.

            Ahora el versículo 23 – Así que a éste espero enviaros, luego que yo vea cómo van mis asuntos.

            O sea, no estoy completamente seguro que es lo que va a pasar en mi futuro; no estoy seguro lo que va a decidir la corte Romana; pero estoy haciendo planes mientras tanto.

            Este era el deseo del apóstol Pablo… visitar la iglesia en Filipos – y enviar a Timoteo antes que él fuera; pero por el momento, la puerta estaba cerrada.

            Pero envés de sentarse de brazos cruzados, él estaba ocupado planeando con Timoteo, hablando con Timoteo – sin duda viendo los detalles del viaje y discutiendo los objetivos ministeriales para Timoteo en Filipos – para que tan pronto como el Señor abriera las puertas, ellos estuvieran listos.

            Esta actitud me recordó a Nehemías; el asociado más confiable del rey Artajerjes – el copero real. Nehemías siente una carga por su ciudad y su gente en Jerusalén.

            Me encanta esta escena. Como el Libro de Nehemías parte con la imposibilidad de Nehemías de esconder sus emociones y el rey nota que Nehemías esta triste y deprimido por algo y le pregunta cuál es el problema. Y Nehemías le cuenta. El rey le responde diciendo, “mira Nehemías, te dejare ir a Jerusalén… tienes idea de que es lo que necesitaras.”

            Y Nehemías responde en el momento, “Si le place al rey, que se me den cartas para los gobernadores al otro lado del río, para que me franqueen el paso hasta que llegue a Judá; y carta para Asaf guarda del bosque del rey, para que me dé madera para enmaderar las puertas del palacio de la casa, y para el muro de la ciudad, y la casa en que yo estaré. (Nehemías 2:7-8)

            En otras palabras, Nehemías ya había trazado la ruta que tomaría para Jerusalén y cuanta madera él iba a necesitar para las puertas; él le pide al rey no solamente que le permita ir y emprender el proyecto de construcción, pero él también le pide al rey que financie el proyecto.

            Eso es lo que se llama soñar estratégicamente… Estoy listo Señor… si esa puerta se abre, esto es lo que creo que traerá gloria a tu nombre y avanzará tu reino.

            Para Pablo, mientras escribe aquí, la puerta no está abriéndose… pero cuando la puerta se abra y si la puerta se abre, el ya está listo para llevar a cabo sus planes.

            Nuevamente … si Dios abre las puertas.

            Lo cual nos lleva a la segunda observación:

  1. Planear en lápiz nos obliga a ser flexibles.

            En otras palabras, cuando no hay puertas abiertas, no trate de abrir una a la fuerza; no empiece a patear y empujar la puerta para que se abra; no trate de usar sus habilidades de agente especial para abrir la puerta y mucho menos trate de derribarla.

            Está en sus planes… por lo que puedes ver, la puerta dice “oportunidad”… y parece correcto, tiene sentido. Ya paso los filtros, ya oró por eso y determinó que es una buena decisión… ¿porque entonces no se abre la puerta?

            Note los limites en los planes de Pablo – espero en el Señor Jesús enviaros pronto a Timoteo.

            O sea, estoy esperando y estoy planeando esto. De hecho, la palabra griega implica un sentido de confianza… que es lo que va a pasar. Pero mis planes están limitados por la voluntad y el propósito del Señor Jesús.[ii]

            Pablo dice, “Jesús es mi Señor – lo que significa, Yo soy su siervo y mi vida no está para hacer mi voluntad sino la suya.

            Pero hoy usamos una frase para expresar la misma ida cuando decimos, “Si Dios quiere.” Esa es una frase maravillosa, a todo esto. No es solo un cliché – Es un punto de pausa… un recordatorio mental y verbal de que debemos ser flexibles con nuestros planes.

            Todos deberíamos usar esta frase más seguido.

            Dietrich Bonhoffer, un pastor y teólogo alemán que fue puesto en un campo de concentración durante la Segunda Guerra Mundial y luego ejecutado por órdenes personales de Adolfo Hitler solo tres semanas antes de que Hitler se suicidara. Bonhoffer escribió, “debemos estar listos para permitirnos ser interrumpidos por Dios. Dios estará constantemente cruzando nuestros caminos y cancelando nuestros planes; Los cristianos quizás no quieran que sus vidas sean interrumpidas. Pero es parte de la disciplina de humildad; nosotros no asumimos que nuestro horario depende de nuestra mera administración, pero deberíamos permitir que este sea organizado por Dios.”[iii]

            Hacer planes en lápiz es parte de la disciplina que desarrolla humildad.

            Así que Pablo aquí puede ser visto actuando en humildad mientras hace sus planes de viajar bajo la dirección del Señor Jesús; él le entrega sus planes al Señor para que el decida aprobarlos o no.[iv]

            Y a todo esto, no pase por alto lo que esto significa para Timoteo… él también queda en espera.

            ¿Lo han puesto en espera alguna vez? ¿Como se siente? llame a una corporación hace no mucho atrás y la contestadora automática me dijo que mi llamada era muy importante… y que el representante me iba a atender enseguida. Y luego la contestadora automática me empezó a contar todo acerca de esta maravillosa compañía – cuán importante era – lo que podía hacer por mí – de hecho, esta llamada según ellos iba a cambiar mi vida… lo cual era otra forma de decir, solo un tonto pensaría en colgar… y empezó a repetir lo mismo una y otra vez hasta que pude cantar de memoria la cancioncita que tenían de fondo. Finalmente colgué… dándome cuenta que mi vida no iba a ser cambiada después de todo.

            A nadie le gusta ser puesto en espera.

            Pablo aquí, está en espera… pero también Timoteo – y quizás para él, el asunto podía ser más frustrante, ya que el tenía que esperar por las ordenes de Pablo.

            Timoteo es talentoso, enérgico, hábil, inteligente y está listo para servir.[v]

            Y ahora, la posibilidad de que se quede en Roma con Pablo o que viaje a Filipos parece estar en el aire.

            Un escritor lo puso de esta forma, Dios es siempre fiel en su perfección, pero a veces es difícil de seguir en sus propósitos; de hecho, él es a veces impredecible en sus caminos. Como creyente, usted puede estar seguro de donde esta con el Señor, pero pocas veces puede saber dónde va a ser llevado por el Señor.[vi]

            Así que planee… pero no se aferre a sus planes con mucha fuerza.[vii]

            Y aprenda a no solo decir de vez en cuando, sino a realmente creer, “si Dios quiere, o Dios mediante”

            Ahora, en caso de que este tipo de perspectiva lleve a alguien a pensar que la vida cristiana es fatalista – una actitud como “que importa, va a pasar lo que tenga que pasar,” déjeme hacer otra observación.

  1. Planear en lápiz lo protege de una actitud de letargo.

            Ahora note como Pablo agrega estas palabras cargadas de emoción en el versículo 19. Espero en el Señor Jesús enviaros pronto a Timoteo, para que yo también esté de buen ánimo al saber de vuestro estado.

            Pronto… Estoy esperando – confío que Timoteo ira a ustedes pronto… versículo 23, Por lo tanto espero enviarlo inmediatamente.

            Pablo puede estar en espera, pero él está listo para la acción.

  • Él no puede estar más lejos de ser apático acerca del futuro
  • Él no puede estar más lejos de ser dejado acerca de su misión

            Espero hacer cosas prontamente, inmediatamente.

            Tan pronto como el Señor de la luz verde.

            Dios podrá cambiar los planes de Pablo, pero no pase por alto el hecho de que Pablo tenía un plan que Dios había cambiado.

            John MacArthur escribió en su comentario de la carta de Pablo a los Corintios: Pablo nunca estaba satisfecho con simplemente descansar en lo que había logrado; Pablo nunca vio un barco sin querer abordarlo y llevar el evangelio al mundo entero; el nunca vio una montaña sin querer cruzarla para edificar a los santos; el siempre vio más trabajo esperando ser hecho; mas almas esperando ser salvas; mas creyentes esperando ser edificados.[viii]

            La verdad es que cada creyente que se pone a meditar y saca punta a su lápiz para planear con humildad y compromiso no va a ser tentado a quedarse apático, de hecho, todo lo opuesto ocurrirá.

            Nosotros deberíamos estar gastando más lápices.

            En 1674, la iglesia consideraba que cantar himnos era pecado – si no herejía. Cantar cualquier cosa que no estuviera en los Salmos estaba totalmente prohibido. Sin embargo, el director de un colegio creyó que la poesía podía ser un buen instrumento en el crecimiento espiritual de sus estudiantes. Así que escribió varias estrofas para que fueran cantadas de forma privada, con estrictas instrucciones de que estas solo podían ser cantadas en sus habitaciones en momentos devocionales.

            El junto copias de estos himnos para sus estudiantes y las tituló, “Un manual de Oraciones para el uso de los eruditos de la Universidad de Winchester, 1674.

            Uno de sus himnos tenia 11 estrofas que él había diseñado para animar a sus estudiantes para permanecer sometidos a los propósitos de Dios y al mismo tiempo ser activos.

            El himno dice algo así:

Aviva, mi alma y como el sol

A diario Tus planes dispón

Quita mi pereza y levántame

para gozoso como sacrificio a presentarme

 

Señor, mis votos a ti renuevo

Protege mi voluntad y pensamientos

Dispersa mis pecados como la niebla

Y de tu espíritu mi vida llena

Dirígeme, contrólame este día

Todo lo que piense, haga, o diga

Que todo mi poder y todas mis fuerzas

Puedan ser solo en ti halladas

 

Y la onceava estrofa dice:

A Dios, el Padre celestial,

Al Hijo, nuestro Redentor,

Y al eternal Consolador,

Unidos todos alabad.

             Hacer planes en lápiz.  

  • Nos prepara para las puertas abiertas
  • Nos obliga a ser flexibles con nuestros planes.
  • Nos protege del letargo.

 

  1. En cuarto lugar, hacer planes en lápiz nos recuerda que Dios es soberano para cambiar nuestros planes.

            Salomón lo puso de esta forma en Proverbios 16:9, El corazón del hombre piensa su camino; Mas Jehová endereza sus pasos.

            Note como Pablo escribe cuidadosamente esta idea en el versículo 23. Así que a éste espero enviaros, luego que yo vea cómo van mis asuntos.

            ¿Se da cuenta lo que se está sugiriendo en esta admisión? El gran apóstol Pablo no tiene la menor idea de lo que va a pasar con su vida.[ix]

            Si alguna vez pensó que, si solo fuera más espiritual, usted podría saber que va a pasar más adelante, anímese.

            Pablo no tiene idea de que va a pasar en su vida. Pero no hay ningún rastro de resentimiento aquí… o de auto compasión… Él no dice, solo quisiera que Dios me mostrara… No. Lo que encuentra en Pablo es la misma actitud que nosotros deberíamos tener – tan pronto como vea que es posible, voy a enviar a Timoteo.

            Hay una sola forma en que uno puede llegar a este tipo de actitud y es cuando reconocemos que Dios es soberano y nosotros sus siervos.

              Sometidos, entregados a su Señor soberano.

            Jill Briscoe, escribió acerca de un evento bastante chistoso pero profundo a la misma vez.

            Involucraba a su hijo mayor, David, quien años atrás cuando era pequeño, le dijeron un viernes que no iría al colegio el siguiente lunes porque le iban a tomar unos rayos X. Llego el lunes y David se metió al auto; su rostro tan blanco como sus dientes, sus ojos grandes con miedo. Su padre le dijo, “David, ¿no tendrás miedo o sí? David respondió, “por supuesto que tengo miedo papi” ¿Porque tienes miedo? A lo que el pequeño David dijo, “papi, yo sé lo que es una ejecución”

            Él había entendido mal– desde el viernes hasta el lunes, él había pensado que iba a ser ejecutado, en vez de examinado. Jill escribe, “aun así, David se metió al auto, confiando en la voluntad de su padre.”[x]

 

  1. El planear en lápiz nos permite confiar al Señor nuestro futuro.

            Mire el versículo 24. Y confío en el Señor que yo también iré pronto a vosotros.

            La palabra que Pablo usa aquí para confiar (peitho; πειθω) viene del verbo que también puede significar, estar convencido – o estar persuadido.[xi]

            Él usó este mismo verbo en el capítulo 1, versículo 25 cuando escribió, confiado en esto, sé que quedaré, que aún permaneceré con todos vosotros.

            Pero nuevamente, note la limitación que pone Pablo a su perspectiva entusiasta del futuro.

            Mire nuevamente, y estoy convencido – podría traducirlo – en el Señor que yo también iré pronto a vosotros.

            Estoy convencido… realmente creo que esto es lo que el Señor va a hacer, pero el Señor quizás no quiera que esto pase después de todo… y si el Señor no quiere que pase, no pasará.

            Pablo escribe con una ansiosa anticipación y con una sabia cautela que viene a partir de su caminar con el Señor.

            Él ha escrito a los creyentes en Romanos capitulo 1 como él había estado pidiendo por la voluntad de Dios, para ir a ellos.

            Y ahora, el escribe a los Filipenses desde Roma. Él había logrado llegar hasta allí… aunque no en la forma que el creyó que iba a llegar.

            Dios también había corregido esos planes por completo.  

            Note lo que Pablo no escribe aquí en el versículo 24.

  • Y confío en la justicia de la ley Romana que iré pronto a vosotros
  • Y confío en mi posición como ciudadano Romano
  • Confío en que tendré un juicio justo
  • Confío en que tendré un buen juez porque cuando ocurra, lograre ser liberado e iré a Filipos.

            No, no – estoy convencido – confío en el Señor.

            En otras palabras, confío en mi Dios soberano quien controla todas las cosas

  • Mi libertad y mi encarcelamiento
  • Mi comodidad y mi incomodidad
  • Mi salud y mi enfermedad
  • Mi riqueza y mi pobreza.[xii]

            Así que, ¿cómo es que usted planea para el futuro? Ya sea al escoger una universidad, o una carrera; un esposo, o una esposa; una promoción, cambiar de trabajo, mudarse a otra casa, o aun buscar una nueva profesión.[xiii]

            Sáquele punta a su lápiz… piense, ore, mida los costos, estudie la Palabra – no para encontrar alguna respuesta mística de parte de Dios, pero para poder entender el carácter de Dios y sus promesas.

            Y luego, con humildad, escriba sus planes en lápiz, consciente de que su Señor tiene la última palabra – la divina goma de borrar – y la capacidad soberana de rechazar sus decisiones y redirigir sus pasos y reordenar su calendario e incluso restringir sus deseos y cambiar sus sueños.

            Consciente… sometido… descansando en su soberana garantía de que él es capaz de obrar todas las cosas para nuestro bien – esto es, incluso las cosas que no son buenas, Dios obra para que ayuden para nuestro bien… ¿y que es nuestro bien? El siguiente versículo clarifica que es para que podamos ser conformados a la imagen de Jesucristo (Romanos 8:28-29).

            Esta es la confianza de la cual Alan Redpath, el antiguo pastor de la iglesia Moody, escribió una vez. Él dijo: no hay nada; ninguna circunstancia, ningún problema, ninguna prueba que pueda tocarme hasta que haya pasado la inspección y la aprobación de Dios. Si ha llegado tan lejos como para afectarme, ha llegado con un gran propósito porque ha venido desde el trono de Dios.[xiv]

            Hacer planes en lápiz

  • Nos prepara para las puertas abiertas
  • Nos obliga a ser flexibles
  • Nos protege del letargo o la apatía
  • Nos recuerda que Dios es soberano
  • Nos permite confiar a Dios nuestro futuro
  1. Por último, hacer planes en lápiz nos recuerda que la gracia de Dios es suficiente.

            Me encanta esta frase – note el toque personal de Pablo, que cuando nos ponemos en su lugar hasta llega a emocionarnos. Pablo escribe con completa transparencia en el versículo 24. Y confío en el Señor que yo también iré pronto a vosotros.

            En otras palabras, sé que Timoteo será una bendición para ustedes – pero yo quiero ir también a verles.

            No solo quiero leer su reporte o escuchar acerca de ustedes… quiero ir y estar con ustedes. Espero ir a ustedes pronto.

            No sabemos si el logró ir. Hay buenos argumentos para ambas posiciones.

            Pablo ya había escrito en el capítulo 1 que el saldría ganando en cualquier situación – ya sea si lo liberaran de prisión y fuera reunido con ellos, o si muriera y fuera liberado… de esta vida.

            Pero una cosa es cierta – Pablo encontraría que la gracia de Dios es suficiente cualquiera fuera la resolución del asunto.

            Así que aquí está la lista que necesitamos hacer en aquellos momentos cuando Dios nos coloca en un momento de pausa.

  • Estoy preparándome para puertas abiertas
  • Soy capaz de ser flexible con mis planes
  • Estoy siendo activo y diligente
  • Reconozco que Dios es soberano para cambiar mis planes
  • Soy capaz de someterme a la soberana corrección de mis planes
  • Confío que la gracia de Dios será suficiente

            Sus amigos la conocían como Lina Sandell. Ella nació en Suecia en 1832 en una familia pastoral. Ella amaba a su padre y frecuentemente viajaba con él a otros lados.

            En una ocasión, cuando ella tenía 26 años, ellos estaban viajando en barco, yendo hacia otro lugar de ministerio. Una tarde ellos estaban juntos en la cubierta, disfrutando la maravillosa creación del Señor, cuando, por alguna extraña razón, el motor del barco se sacudió inesperadamente y el padre de Lina cayo al mar. Fue imposible rescatarlo – en cuestión de segundos, mientras ella miraba incapaz de hacer algo, él murió ahogado.

            Tantos planes que tenían para el ministerio… e incluso planes personales fueron de pronto borrados por Dios.

            Pero nuevas líneas fueron escritas con el tiempo. Lina Sandell escribiría más de 600 himnos de alabanza, confianza y fe.

            Uno de sus himnos resume nuestro estudio de hoy… habla acerca del corazón de cada creyente, como Timoteo y el apóstol Pablo, cuyas vidas están en pausa… en medio de un retraso divino… o con planes redirigidos, un sueño o deseo frustrado… relaciones y vida completamente rediseñada.

            Una estrofa dice lo siguiente:

Día en día Cristo está conmigo,

Me consuela en el medio del dolor.

Pues confiando en su poder eterno,

No me afano ni me da temor.

 

Sobrepuja todo entendimiento

La perfecta luz del Salvador.

En su amor tan grande e infinito

Me dará lo que es mejor.

 

Oh Señor, ayúdame este día

A vivir de tal manera aquí.

Que tu nombre sea glorificado

Pues anhelo solo honrarte a ti.

 

Con la diestra de tu gran justicia

Me sustentas en la turbación.

Tus promesas son sostén y guía

Siempre en ellas hay consolación.

 

Este manuscrito pertenece a Stephen Davey, predicado el día 10/05/2015

© Copyright 2015 Stephen Davey

Todos los derechos reservados

[i] Frank Partnoy, Wait: The Art and Science of Delay (PublicAffairs, 2012), p. 181


[ii] G. Walter Hansen, Pillar New Testament Commentary: The Letter to the Philippians (Apollos, 2009), op. 193

[iii] Quoted in R. Kent Hughes, Philippians (Crossway Books, 2007), p. 109


[iv] Hansen, p. 193


[v] John MacArthur, Philippians (Moody Publishers, 2001), p. 200


[vi] Adapted from Graham Cook, Embracing Change, (Quiet Compass, April, 2003)


[vii] Adapted from Dennis E. Johnson, Philippians (P & R Publishing, 2013), p. 171


[viii] John MacArthur, 1 Corinthians (Moody Press, 1984), p. 461

[ix] Sam Gordon, Philippians: An Odyssey of Joy (Ambassador, 2004), p. 100.


[x] Citation: http://www.preachingtoday.com/illustrations/1998/november/5447.html


[xi] Fritz Rienecker & Cleon Rogers, Linguistic Key to the Greek New Testament (Regency, 1976), p. 138

[xii] Adapted from J.A. Motyer, The Message of Philippians (IVP Academic, 1984), p. 138


[xiii] Johnson, p. 172


[xiv] Citation: http://www.preachingtody.com/illustrations/2002/july/13762.html