Lección 34: Más Que Un Deseo

Pasaje Bíblico: Filipenses 3:20 – 4:1.
Seguramente ha escuchado que si algo es muy bueno para ser verdad, entonces no lo debe ser. En estos versículos estudiaremos algunas verdades que suenan demasiado buenas para ser ciertas, pero que realmente son mas que un lindo deseo… son una realidad para todo creyente en Jesucristo.

Cinco multimillonarios se encuentran actualmente invirtiendo en formas para no solamente extender la vida humana, sino que para ponerle fin definitivamente al problema de la muerte.

            Uno de ellos hizo una gran inversión en organizaciones dedicadas a desarrollar – entre comillas – “rejuvenecimiento biotecnológico.” Un artículo que leí admitía que nada ha resultado de las investigaciones todavía.

            Otro multimillonario fundó una compañía de nanotecnología prometiéndole a los inversionistas que el proyecto sería un éxito y que él personalmente planeaba vivir “millones de años.” Su compañía silenciosamente calló en la banca rota hace unos meses atrás.

            Luego hay un multimillonario europeo que comenzó lo que denominó, la iniciativa 2045. Esta iniciativa promete que los seres humanos serán inmortales para el año 2045. Esto sería posible, según ellos, tan pronto como puedan desarrollar “cuerpos artificiales.”

            Estos millonarios aparentemente han visto la película Terminator demasiadas veces.

            Pero el multimillonario que parece estar más determinado a lograrlo es el fundador y presidente de una compañía de procesamiento de información. Él, personalmente, ha invertido más de $40 millones de dólares en su propia fundación medica dedicada a entender los procesos que desarrollan la vida. En simples palabras, buscan entender porque envejecemos y morimos para encontrar la cura para la muerte.

            Según estudios recientes, este multimillonario tiene un patrimonio de 48 billones de dólares. Lo que lo coloca como uno de los hombres más adinerados del mundo.

            Recientemente él dijo en una entrevista, “la muerte me pone muy enojado. No tiene ningún sentido.”[i]

            Así que, tomen, aquí hay 40 millones para eliminar la muerte… francamente todos ellos eventualmente van a desear haber invertido más de su dinero – de hecho, todo su dinero – para poder tratar, una vez más, de ganar un momento más de vida.

            Este millonario me hizo recordar a la Reina Elizabeth I, quien murió en 1603. Durante sus 45 años de reinado ella nunca se sacó su anillo real – su posesión más preciada – y una semana antes que muriera, ella permitió que sus doctores lo removieran porque este literalmente le había comido la carne.  Ella tenía 2000 vestidos colgando en sus armarios, los cuales revolucionaron el mundo de la moda; ella tenía sirvientes en su enorme reino, esperando atender cada uno de sus deseos.

            Mientras ella luchaba con su enfermedad terminal y se acercaba a la muerte, ella hizo el conmovedor comentario, “todas mis posesiones por un poco más de tiempo.”

            La raza humana, intuitivamente trata de evadir lo que Dios ha ordenado – la Biblia dice, está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio (Hebreos 9:27).

            La muerte no es el final – es solo una puerta, Y esa puerta lleva al destino determinado por su relación con el Dios viviente. Y hay solamente dos destinos eternos.

            Cuando el Titanic se hundió, mas de 1000 personas cayeron a las frías aguas y lucharon por sus vidas. Después de que las noticias de la tragedia del Titanic llegaron a tierra firme, el desafío fue como informar a las personas si sus seres queridos estaban entre los sobrevivientes o los que no lo habían logrado. Sin reporteros de televisión, o celulares, o internet, la información tardo en difundirse.

            En una oficina naviera en Liverpool, Inglaterra, se puso un enorme panel; por un lado estaban los nombres de las personas que habían sido confirmadas como salvas; y del otro lado del panel estaban los nombres de las personas confirmadas como perdidas.

            Cientos de personas se juntaron para ver las noticias. Cuando un mensajero traía información nueva, aquellos esperando sostenían la respiración, preguntándose de qué lado del panel el mensajero escribiría el nuevo nombre: “Confirmado como salvo,” o “confirmado como perdido.”

            Aunque los viajeros del Titanic fueran de primera, segunda, o tercera clase; después de que el barco se hundió, solo habían dos categorías; los salvos y los perdidos.

            Querido oyente, este viejo barco llamado Tierra que viaja a través del espacio a 10800 km/h está efectivamente acercándose a su destino final.

            Y cada pasajero sobre este planeta pertenecerá a una de dos categorías. No va a importar cuan linda y espaciosa haya sido su habitación o cuanto equipaje haya traído consigo; no va a importar si viajo en primera o en tercera clase; si trapeaba los pisos de la cocina o si comía en el salón VIP.

            Lo que va a importarle a cada ser humano es simplemente esto; en que columna va a estar escrito su nombre; en los “confirmados como salvos” o los “confirmados como perdidos.”

            El Apóstol Pablo va a hacer mención de estas dos categorías de la siguiente forma, “aquellos que pertenecen a la tierra” y “aquellos que pertenecen al Cielo.”

            Si estuvo con nosotros en nuestro último estudio, recordará que Pablo describió a los habitantes de la tierra en Filipenses 3. Le invito a abrir su Biblia allí, para ver como Pablo describe de cuatro formas distintas a las personas que rechazan la cruz de Cristo.

  • Su condenación es segura – versículo 18 – aun ahora lo digo llorando, que son enemigos de la cruz de Cristo – versículo 19 – el fin de los cuales será perdición – esto es, eterna separación de Dios.
  • Sus deseos son sensuales – versículo 19 también
  • Sus gustos son vergonzosos – esto es, se glorían en cosas vergonzosas.
  • Y finalmente, sus fascinaciones carecen de visión a largo plazo – Pablo lo pone de esta forma al final del versículo 19 – solo piensan en lo terrenal.

            Simplemente están cautivados por lo que sea que el mundo diga o haga o ame o apoye o considere importante.

            Están enfocados en el mundo

  • El materialismo es su religión
  • La moda es su liturgia
  • Las celebridades son sus guías espirituales
  • Las posesiones son sus mayores anhelos
  • La tierra es realmente el único cielo que quieren.

            A B. B. King, el famoso músico de blues que murió el 2015, le preguntaron acerca de la vida después de la muerte y él respondió, y lo cito, “No sé qué pasa después de esta vida… pero creo que el infierno está aquí en la tierra; y que el cielo es disfrutar a una hermosa mujer.”[ii]

            En otras palabras, el infierno es sufrir dolor en la tierra, y el cielo es experimentar placer en la tierra. Muchas personas estarían de acuerdo; un infierno literal simplemente no es posible; un cielo literal con un Rey Jesús en un trono por siempre suena interesante pero no es realista. Una eternidad no debe ser más que un lindo deseo.

            En este punto del pasaje, Pablo realmente no toma el tiempo para responder o probar la realidad del cielo y el infierno. Él simplemente entrega con lágrimas en sus ojos, estas cuatro descripciones de aquellos que serán confirmados como perdidos.

            Y Pablo ahora se enfoca en aquellos que pertenecen al cielo…. Y de la misma manera, él los describirá en cuatro formas distintas.

            En primer lugar, él describe.

 

  1. El lugar al cual pertenecemos

Note el versículo 20 – Pablo escribe, Mas nuestra ciudadanía está en los cielos.

            En otras palabras, aquí está el gran contraste que nos separa.

            Aquellos que están perdidos se aferran a la tierra; aquellos que son salvos pertenecen al cielo. Las personas están ya sea ligadas y enfocadas en la tierra – o ligadas y enfocadas en el cielo.

            La palabra ciudadanía viene del sustantivo politeuma – el cual nos da las palabras, política… político…metrópolis.[iii]

            De hecho, la palabra griega para ciudad es polis. Cesar Augusto le había conferido a la ciudad de Filipos el impresionante estatus de colonia Romana – y los filipenses estaban orgullosos de ser ciudadanos romanos, aunque estuvieran a varios kilómetros de Roma.

            Cuando un bebe nacía en Filipos, era importante que su nombre fuera registrado en los registros legales. Si vamos al capítulo 3 y al final del versículo 3 de Filipenses, verá que Pablo alude a esta costumbre cuando menciona que los nombres de los creyentes son escritos en el libro de la vida – el registro del Cielo.

            Pablo está sacando ilustraciones de su cultura para enseñarle a los creyentes unas maravillosas lecciones acerca del cielo.

  • Los Filipenses eran súbditos leales de su emperador
  • Ellos eran ciudadanos registrados en el libro de Roma
  • Su ciudad era una extensión de Roma.
  • Ahora, el creyente es un súbdito leal de su emperador – Jesucristo
  • Hemos sido registrados como ciudadanos en el libro del Cielo – habiendo nacido espiritualmente a través de la fe en Cristo
  • La iglesia es una extensión y una representación del cielo.[iv]

            En otras palabras, el cristiano ha sido asignado por Dios como un embajador, a una embajada – la iglesia local – la cual está localizada en un país extranjero, representando los intereses de su país natal. Nuestra ciudadanía está en los cielos.

            Sam Gordon escribió, “Usted vive en el planeta tierra, pero usted pertenece a otro mundo. Usted arma su carpa aquí, pero no echa raíces. Los cristianos no son vagabundos sin un hogar; no somos fugitivos, huyendo de casa; somos peregrinos, viajando a casa.”[v]

            Así que, siempre que viaje y donde sea que viaje a través de esta vida, no olvide llevar su pasaporte mental. Usted está representando otro país mientras viaja a través de este. Usted es un ciudadano del Cielo.

 

  1. En segundo lugar, Pablo describe la persona a quien esperamos.

            Versículo 20 nuevamente; Mas nuestra ciudadanía está en los cielos – ahora note – de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo.

            Mire, para el creyente, el cielo no solo se trata de un lugar, se trata de una persona. Y el creyente está ansioso esperándolo.

            ¿y a quien estamos esperando? Pablo describe la persona que estamos esperando ver, enumerando varios de sus títulos.

            Él es Cristo – la palabra para referirse al Mesías ungido. Él es Salvador, un término poco común para Pablo – solo usado una docena de veces en sus cartas. La mayoría de los eruditos bíblicos creen que esto se debía al hecho de que este era uno de los títulos favoritos de Cesar, ya que Roma le había otorgado el título a Cesar de salvador del mundo.[vi]

            Las monedas romanas durante los días de Pablo llevaban una imagen del emperador reinante, y todas las monedas acuñadas en las regiones griegas generalmente tenían impresas este título, salvador.[vii]

            El próximo título – también usado por el emperador – es kurios, o Señor. Durante tiempos catastróficos – terremotos, hambrunas, guerra – el imperio miraba a su Señor y Salvador para que los rescatara – los salvara.[viii]

            Lo que Pablo esta efectivamente contrastando es el hecho de que aquellos ligados a la tierra tienen un Salvador y Señor, y el creyente tiene su Salvador y Señor – como si estuviera haciendo la pregunta – ¿cual Señor y salvador prefiere tener?

            Y piense en esto también, Pablo era un erudito en el Antiguo Testamento. El sabía exactamente lo que él estaba haciendo mientras le confería a Jesús estos títulos – esto habría sido un escándalo para los judíos especialmente.

            Mire lo que dice el profeta Isaías – y mientras lo escucha, piense en los títulos que Pablo ha usado a través de la carta de Filipenses para Jesús. Isaías 45:14 Ciertamente en ti está Dios, y no hay otro fuera de Dios. Verdaderamente tú eres Dios que te encubres, Dios de Israel, que salvas… Mirad a mí, y sed salvos, todos los términos de la tierra, porque yo soy Dios, y no hay más… a mí se doblará toda rodilla, y jurará toda lengua. Y se dirá de mí: Ciertamente en Jehová está la justicia y la fuerza (Isaías 45:14-15, 22-24).

            ¿Notó los paralelos?

Dios es nuestro Salvador – Isaías 45:14

Jesucristo es nuestro Salvador – Filipenses 3:20

Dios es el Señor/Jehová – Isaías 45:24

Jesucristo es Señor/Jehová – Filipenses 3:20; 2:12.

            Y ante este Salvador y Señor toda rodilla se doblará y toda lengua confesará la verdad de Su gloria; Isaías 45:23 y Filipenses 2:11

            Es como si Pablo estuviera diciéndoles a todos – Tenemos un Salvador infinitamente mejor que Cesar. Él nos trae algo que Roma… y Washington… Beijing…Londres ni ninguna capital del mundo pueden proveer. Nosotros vamos a donde realmente pertenecemos para ser unidos eternamente con la Persona a quien ansiosamente esperamos.

            Y ahora… porque Jesús es más que un profeta, o un sacerdote, o un buen hombre, o un gran maestro – porque él es la encarnación de Jehová mismo y el Señor soberano de todo lo que existe – él es capaz de hacer algo increíblemente milagroso que afectará a todos nosotros cuyos nombres están en el registro del Cielo.

 

  1. Pablo ahora describe la promesa a la cual nos aferramos

            Comencemos la lectura en el versículo 20; Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo; el cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya, por el poder con el cual puede también sujetar a sí mismo todas las cosas.

            Imagine a los Filipenses, si es que nunca antes habían recibido las noticias de la futura resurrección de sus cuerpos.

  • O de la transformación inmediata de sus cuerpos en el rapto de la iglesia, si es que permanecían con vida para ese entonces
  • Una transformación de mortalidad a inmortalidad – de debilidad a fortaleza – del polvo a una gloria esplendorosa
  • Si ellos no hubieran leído las cartas a los Tesalonicenses en donde se describe esta transformación detalladamente
  • Si esas cartas no habían circulado todavía por Filipos
  • Ellos sin duda en este momento habrían dicho a quien estaba leyendo la carta en voz alta – ¡para!
  • Por favor repite lo que acabas de decir – y más lento si es posible.

            Esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo; el cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya (¡¿cómo?! ¿Es esto solo un simple deseo? Oh no – aquí está el cómo…), por el poder con el cual puede también sujetar a sí mismo todas las cosas.

            ¿Quien es aquel que demostró poder sobre la muerte y la tumba?  ¿quién es aquel que caminó sobre la tierra en un cuerpo glorificado ¿Quién es aquel que reveló el brillo de un cuerpo transfigurado? ¿quién mejor para realizar el milagro de la transformación para todos lo que creen… que Jesucristo? Nuestro Señor y Salvador.

            El verbo transformar aquí da a entender un evento dramático y sobrenatural donde Cristo cambiará la forma de nuestro cuerpo de uno bajo y humilde a uno glorioso.[ix]

            ¿Como? Por el poder que él tiene.  Nuestra transformación sería imposible si Jesucristo no fuera omnipotente, omnisciente, y omnipresente.

            Note cuidadosamente esto – Pablo está anhelando la transformación de su cuerpo actual – En otras palabras, Dios no va a desechar el cuerpo de Pablo, y el suyo tampoco; Dios va a transformar nuestros cuerpos.[x]

            No sabemos cómo lo va a hacer – o sea, exactamente, como lo va a hacer con todo el polvo y las cenizas, y los huesos de millones de creyentes repartidos alrededor del mundo y en los océanos del mundo; no sabemos cómo, pero sabemos quién.

            Y porque él es omnisciente, él sabe donde esta cada rastro de ADN, cada átomo, cada célula. Y Pablo dice aquí que nuestros cuerpos inmortales serán conformados a la semejanza del cuerpo glorificado del Señor.

            Esa es una gran pista. Los evangelios registran que cuando Jesucristo resucitó, hubo una continuidad en su cuerpo físico, su apariencia física – de hecho, el aun escogió mantener las cicatrices en sus manos y su costado. Y el por supuesto recordaba eventos y nombres de su vida antes de ser glorificado.

            Así que cuando reciba su cuerpo glorificado habrá una continuidad de ADN – una continuidad en nuestra forma física – una continuidad de memoria – continuidad de personalidad. Todo será perfeccionado en gloria, pero usted seguirá siendo usted.[xi]

            Si usted muere como Susana, no va a despertar como Cindy… o Franco.

            Si usted muere como Franco, no va a despertar como Willy, o Cindy.

            Si usted era alto y bien parecido como yo – será glorificado de la misma manera – usted será usted – solo glorificado e inmortalizado y perfeccionado sin una naturaleza pecaminosa.

            ¿Es este un simple deseo? El apóstol Juan escribió, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es (1 Juan 3:2).

            Los ángeles le dijeron a los discípulos mientras miraban como Jesús ascendía al cielo en Hechos 1:11 – Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo.

            En otras palabras, el cuerpo que los discípulos vieron después de la resurrección de Jesús es el mismo cuerpo que verán cuando él regrese por ellos y el resto de la iglesia.[xii]

            Lo que significa – entre otras cosas – que el cuerpo de Jesús que ascendió al cielo 2000 años atrás – si el volviera por nosotros hoy – su cuerpo no habría envejecido en lo absoluto.

            ¿Que más sabemos acerca de nuestros futuros cuerpos inmortales? Jesús predicó que los creyentes resplandecerán como el sol en el reino de su Padre. (Mateo 13:43)

            Que tan brillante resplandecerá – o sea, ¿es eso siquiera literal? Claro que es literal; de hecho, tenemos un vistazo de lo que esto será a partir de la biografía de Moisés… de lo que ocurre cuando uno está en la presencia de la gloria de Dios. Éxodo 32 revela el encuentro de Moisés con la gloria de Dios y que, como resultado de este, su propio cuerpo físico experimentó un anticipo de la transformación. La cara de Moisés literalmente brillo tan fuerte que tuvo que usar un velo, porque era enceguecedor a los ojos de los Israelitas.

            Cuando los tres discípulos vieron la gloria del Señor resucitado y también transfigurado sobre el monte – el prototipo de cuerpo clarificado que se nos ha sido prometido – Mateo registra que resplandeció su rostro como el sol, y sus vestidos se hicieron blancos como la luz. (Mateo 17:2)

            Un día usted, querido oyente, será un ser brillante e inmortal en el reino de Dios – su rostro brillará como el sol y su ropa será como una brillante luz.

            Oh esta promesa es mucho más que no tener dolores, y enfermedades y problemas… su cuerpo, el cual es temporal, débil, y pecaminoso será transformado en el poder y la presencia del Señor y usted brillará glorioso, eterno, y sin pecado.

            Ahora… piense por un momento acerca de lo que significa para Jesucristo, el tomar el polvo de cuerpos que han muerto miles de años atrás – y reconstituirlos y remodelarlos, y transformar lo que usted era en lo que usted se convertirá por siempre.

            Dios no va a desechar su cuerpo – él va a transformar su cuerpo. Así que, en esa transformación, Jesucristo creará y remodelará – como Pablo escribe – por el poder con el cual sujeta asimismo todas las cosas.

            Solo que, por esta vez, Él va a trabajar con material ya existente – parecido como cuando creó a Eva. Génesis 2 nos informa que Él creó a Eva a partir de una costilla de Adán.

            Dios tomó una costilla.

  • No algo de la cabeza de Adán , como para que ella lo dominara
  • Ni tampoco de los pies de Adán, como para que el la pisoteara
  • Sino a partir de una costilla – como si estuviera diciendo, ella pertenece a tu lado.

            Leí acerca de un niño que mientras estaba corriendo por el patio le dio un calambre en por el área de las costillas y corrió a la casa y dijo, “mami, creo que voy a tener una esposa”

            Antes de dejar esta idea de los atributos divinos de Cristo en esta milagrosa recreación que viviremos usted y yo; permítame compartirle lo que escribió un médico acerca del cuerpo humano. “El cuerpo contiene aproximadamente 100 trillones de células. Cada una de ellas desarrolla miles de reacciones químicas diferentes. Así que una resurrección requeriría un poder fenomenal para dar vida a cada una de esas células. Además, tendría que hacerlo de tal manera de que las células nerviosas reinicien su función particular; las células del corazón reinicien las suyas, las células sanguíneas y las células óseas también y así.

            Al morir – Él sigue explicando – todas estas células no solo se detienen, sino que se deshacen en una especie de polvo microscópico; así que, una resurrección física requeriría de miles de procesos en trillones de células las cuales deben ser recreadas y reiniciadas al mismo tiempo; esto requeriría no solo un poder increíble, sino que también un conocimiento inimaginable. Todavía es un misterio para el mundo científico como las células de nuestros cuerpos interactúan…. Jesucristo tendrá que saber toda la información de las trillones de células de cada uno de nuestros cuerpos y luego tener el poder para volverlas a formar – y luego reiniciar todas nuestras funciones en un misma fracción de segundo.[xiii]

            Pablo escribe de esta forma a los Corintios, “en un abrir y cerrar de ojos – así de rápido – los muertos serán resucitados incorruptibles, lo corruptible se vestirá de incorrupción, y nosotros seremos transformados (1 Corintios 15:50)

            Creo que esto es lo que Pablo implica cuando escribe que todas las cosas están sujetas a él mismo (versículo 21) – o sea, cada molécula; cada célula, cada átomo, cada rastro de ADN, cada elemento, desde lo microscópico a lo gigantesco – todo será transformado por Jesucristo.

  • Este es el lugar donde pertenecemos
  • Esta es la persona a quien esperamos
  • Esta es la promesa a la cual nos aferramos

Y mientras tanto, en cuarto lugar

 

  1. Esta es la prioridad que tenemos

            Pablo ahora concluye esta idea con una aplicación Filipenses 4:1 – Así que, hermanos míos amados y deseados, gozo y corona mía, estad así firmes en el Señor, amados.

            Manténganse firme… no se dé por vencido

  • Sin importar lo que Cesar ordene
  • Sin importar lo que Roma le haga sufrir
  • Sin importar que su cuerpo ya no funcione como antes
  • Sin importar las luchas que enfrente y la oposición que encuentre
  • Sin importar con que pecado esté luchando y que la batalla parece que nunca se pone más fácil
  • Sin importar los desafíos que lo rodee.

Permanezca firme

  • Hay un lugar donde usted va a ir
  • Hay una persona que vendrá por usted en cualquier momento
  • Hay una promesa increíble para usted

            Usted pertenece al cielo; usted está camino al cielo. Usted va tener un cuerpo glorificado para el cielo. Usted está esperando incluso ahora ser llevado al cielo por el Dios de los cielos.

            ¿Es usted uno de los confirmados como perdido? O ¿es uno de los confirmados como salvo? al final de su vida, estas dos categorías serán lo único que importe.

  • No importará donde durmió a bordo
  • O cuanta comida logró comer
  • O cuánto dinero tenía en su bolsillo
  • O cuán importante era a los ojos de los demás
  • Cuantos amigos tenia a bordo
  • Quien era su familia

            Lo que realmente va a importar cuando llegue al final del su viaje en esta vida, es si su nombre está escrito en el registro de la Tierra – entre los perdidos; o si su nombre está escrito por fe en Jesucristo en el registro del Cielo – entre los salvos

            Un día seremos glorificados… perfeccionados… inmortales… sin pecado… brillando por siempre como la luz del sol… adorando por siempre la gloriosa majestad del Hijo de Dios.

            El cielo no es solo un lindo deseo…. Es real e inimaginablemente maravilloso. Ponga su fe en Jesucristo, y un día será una realidad para usted también.

 

 

Este manuscrito pertenece a Stephen Davey, predicado el día 28/02/2016

© Copyright 2016 Stephen Davey

Todos los derechos reservados

 

[i] Adapted from Nitasha Tiku, Billionaires Will Disrupt Death If It’s The Last Thing They Do, Valley Wag (8-22-13)

[ii] Daniel Silliman, How the Church Gave B.B. King the Blues, The Washington Post (5-15-15).


[iii] R. Kent Hughes, Philippians (Crossway, 2007), p. 158


[iv] Adapted from Warren W. Wiersbe, Be Joyful: Philippians (Victor Books, 1978), p. 105

[v] Adapted from Sam Gordon, An Odyssey of Joy: The Message of Philippians (Ambassador, 2004), p. 141


[vi] Tremper Longman III & David E. Garland; General Editors: The Expositor’s Bible Commentary: Volume 12 (Zondervan, 2006), p. 250

[vii] Dennis E. Johnson, Philippians (P & R Publishing, 2013), p. 238


[viii] Ibid


[ix] G. Walter Hansen, The Letter to the Philippians (Apollos, 2009), p. 27


[x] Ibid, p. 273


[xi] Adapted from Hansen, p. 273


[xii] John MacArthur, I Corinthians (Moody Bible Institute, 1984), p. 439


[xiii] Adapted from Thomas A. Miller, Did Jesus Really Rise from the Dead? (Crossway, 2013), p. 133