Lección 5: La Receta para el Gozo

En una edición de la revista académica, Psychology Today (revista dedicada a publicar artículos relacionados con psicología), se reportaron los resultados de una larga encuesta. Esta revista había pedido a sus suscriptores – más de 50.000 personas –que respondieran una simple pregunta, ¿como puede una persona encontrar felicidad?

            Muchísimas respuestas llegaron de todo el país con los diferentes puntos de vista de los encuestados.

            Las personas de un contexto social más bajo típicamente incluyeron “ganar la lotería” como una vía segura de encontrar su felicidad. Las personas con un mayor ingreso económico respondieron de forma similar, diciendo que necesitaban más cosas – cosas que todavía no tenían.

            Varios de los encuestados estaban obviamente confundidos.  No sabían que era lo que querían… no tenían idea de cómo definir lo que es la felicidad o como obtenerla. Ellos también pidieron consejo.

            De hecho, un hombre escribió, “He enumerado las razones por las cuales creo que soy feliz… favor de confirmar si están bien.”

            Es revelador el considerar el hecho de que la palabra “felicidad” en ingles, viene de la palabra inglesa suceso o incidente.

            Y es bastante interesante el ver que la felicidad, para la mayoría de las personas, depende de los sucesos o incidentes en su vida.

            No es de sorprenderse entonces, que la mayoría de los encuestados – y prácticamente cualquier persona que encuentre en la calle – va a definir su felicidad en base a:

            Lo que les pasa a ellos

            Lo que le pasa a su familia y amigos

            Lo que les pasa a sus inversiones

            Lo que le pasa a su salud

            Lo que le pasa a su trabajo

            Lo que le pasa a sus sueños y planes.

            En otras palabras, la felicidad está ligada a las circunstancias de la vida.

            Y es exactamente por esa razón por la cual la felicidad no puede ser garantizada – o al menos mantenida por mucho tiempo, ¿cierto?

            Se convierte en ese elemento escurridizo de la vida el cual toda la humanidad ha estado persiguiendo desde el principio de la historia de la humanidad.

            En tono de broma, Benjamín Franklin hizo una observación a acerca de la constitución de los Estados Unidos, la cual acababa de ser escrita y prometía garantizar vida, libertad y la búsqueda de la felicidad. Robert J. Morgan registró las siguientes palabras de Franklin: “Esta constitución le da el derecho a las personas de buscar la felicidad, pero cada individuo debe encontrarla por sí mismo.”[i]

            La mayoría de las personas, si son honestas, admitirán que todavía no la han encontrado… pero que todavía la están persiguiendo.

            Encontré lo siguiente mientras investigaba acerca del tema… existen casi 8 millones de gatos en la ciudad de Nueva York. Cuando su gato muere en la ciudad de Nueva York, uno no puede simplemente ir y enterrarlo en el parque. La mayoría de los neoyorquinos no tiene patio para poder enterrar a sus gatos; y aun si así fuera, no podrían hacerlo porque es ilegal. La ciudad cobra $50 dólares para ir a su hogar y llevarse a su gato muerto.

            A una mujer emprendedora se le ocurrió una idea para solucionar el problema a mitad de precio. Ella puso un aviso en el periódico que decía, “cuando su gato muera, yo me encargo de el por $25 dólares” mitad de precio. Las llamadas empezaron a entrar.

            Lo que ella hacia era ir a una tienda de artículos usados y compraba una maleta vieja y barata por $2 o $3 dólares. Cuando recibía una llamada, ella iba al apartamento o casa donde la llamaban y ponía al gato cuidadosamente dentro de la maleta. Luego, ella tomaba el metro, temprano en la mañana – el mejor momento para los ladrones y carteristas – ella se sentaba cerca de las puertas, dejaba su maleta desatendida y actuaba como si no estuviera atenta. Tarde o temprano, un ladrón se acercaba a la maleta y al llegar a la siguiente estación, cuando las puertas se abrían, el ladrón tomaba la maleta y salía corriendo con ella.

            ¡Que sorpresa que se llevaba el ladrón de turno!

            El común de la gente en la calle va agarrando maletas creyendo que contienen felicidad duradera… pero nunca realmente cumplen con la expectativa.

            Es imposible leer la carta de Pablo a los Filipenses sin mencionar su contagioso espíritu de verdadera felicidad.

            Una mejor palabra seria “gozo.” Pablo usara esa palabra bastante seguido en esta carta.

            Pero es necesario saber que el gozo es distinto a la felicidad. El gozo es más profundo.

            La felicidad depende de las circunstancias; el gozo depende de las convicciones personales.

            Pablo tenía todas las razones para sentirse de cualquier forma, menos gozoso… Él está bajo arresto domiciliario, donde guardias romanos rotaban día y noche, literalmente esposados a este avejentado apóstol.

            Pablo no está escribiendo desde una cabaña en la playa donde vive una vida fácil y tranquila; Pablo está pasando por momentos difíciles y peligrosos.

            A través de esta carta, él demostrará por medio de su testimonio, y también sus enseñanzas que es lo se requiere para superar las circunstancias actuales y convertirse en un creyente genuinamente gozoso.  Mire, si Pablo podía estar gozoso y los creyentes viviendo en Roma pudieron tener gozo, nosotros también.

            Abramos nuestras Biblias en Filipenses capítulo 1. Pablo está a punto de proveer nada más y nada menos que la receta para el gozo.

            Esta receta puede que lo sorprenda,

            Quiero destacar al menos 4 ingredientes para un gozo genuino, mientras estudiamos este párrafo.

           

1. El primer ingrediente es lo que llamaré, Recordar en Agradecimiento.

 

            Filipenses 1, versículo 3 ­dice – Doy gracias a mi Dios siempre que me acuerdo de vosotros.

            Esta carta de agradecimiento iba en última instancia en agradecimiento a Dios.

            Y no pase por alto como Pablo se refiere a Dios: doy gracias a mi Dios.

            Como verá, la relación de Pablo con Dios, moldeó, influenció, e incluso definió su perspectiva acerca de sus circunstancias.

            Empezamos con este ingrediente – Doy gracias a mi Dios – y ya estamos en buen camino para preparar un buen plato de gozo.

            Note por qué es que Pablo escoge agradecer a Dios… siempre que me acuerdo de vosotros.

            Pablo está escribiendo en tiempo presente – en otras palabras, estoy siempre agradeciendo a mi Dios por ustedes.

            Ahora, es fácil leer esta última parte del versículo 3 y llegar a la conclusión de que Pablo no tiene nada que recordar acerca de la iglesia en Filipos sino lindos recuerdos.

            Es verdad que esta iglesia le ha traído mucho gozo – como descubriremos más adelante;

• Es verdad que Pablo no tiene mucho por lo cual reprender o advertir a esta iglesia;
• Es verdad que las iglesias en Roma y Galicia estaban atravesando por bastantes problemas – incluyendo el deseo de algunos de volver a obedecer las leyes y tradiciones judías;
• Es verdad que la iglesia en Corinto era conflictiva, tolerante a la inmoralidad, y egoísta en su uso público de dones espirituales;
• Es cierto que la iglesia en Éfeso estaba plagada de falsos maestros;
• La iglesia en Colosas estaba empezando a creer en herejías;
• La iglesia en Tesalónica estaba plagada con falsos rumores acerca de Pablo, miembros perezosos, y enseñanzas falsas acerca de la resurrección.[ii]

            Sí, es verdad que la carta a los Filipenses es bastante agradable; pero no cometamos el error de pensar que esta iglesia no tenía problemas.

            Pablo, de hecho, hará algo bastante fuera de lo común en esta carta, al reprender por nombre a dos mujeres que estaban causando conflictos en la iglesia.

            Él va a desafiar a esta iglesia en bastantes asuntos de conflicto.

            Mire, cuando Pablo dice, “Doy gracias a mi Dios siempre que me acuerdo de vosotros,” él no quiere decir que no hay cosas desagradables de las cuales él no está agradecido cuando se acuerda de ellos.

            Lo que quiere decir es que él está escogiendo no concentrarse en esas cosas – o siquiera recordarlas.

            ¿Quiere una receta para el gozo? Empiece por este ingrediente. Empiece a practicar el arte de la memoria selectiva – de todas formas, ya lo hacemos ¿o no? Pero ahora practiquemos el recordar en agradecimiento ­– donde vamos a escoger recordad solo aquellas cosas acerca de las personas que nos hace ser agradecidos.

            Para todos nosotros que tenemos mala memoria – ya tenemos una ventaja.

            Un autor me ayudó a ver esto, aquí, en este pasaje donde Pablo esta obviamente ejerciendo control sobre su mente y pensamientos; este autor escribió que el tener un deseo genuino de recordar y enfocarse en la bondad, amabilidad, y éxito de otros no involucra el negar sus debilidades y errores, sino escoger ignorarlos. Pablo recordará a los Corintios de que deben borrar la lista de cosas que han sido hechas en su contra en 1 Corintios 13; la persona que se enfoca en las faltas, errores, y engaños de otros, es una persona entregada a la carne y controlada por el resentimiento y un espíritu de crítica.[iii]

            Un ingrediente clave para tener un espíritu gozoso es limitar su memoria a lo que produce gratitud a Dios.

            El segundo ingrediente para un gozo genuino es:

 

2. Interceder Fielmente.

            Note el versículo 4. Siempre en todas mis oraciones rogando con gozo por todos vosotros.

            ¿Ha notado el hecho de que Pablo rara vez oraba por cosas… pero que él siempre estaba orando por personas?

            Y note la enorme extensión de su vida de oración. Podríamos subrayar la misma palabra griega 4 veces en los versículos 3 y 4 – es traducida todos o siempre. Doy gracias a mi Dios siempre que me acuerdo de todos vosotros, siempre rogando con gozo por todos vosotros.

            Déjeme parafrasearlo para darle una idea del énfasis que pone a través de esta repetición. Agradezco a mi Dios en todo momento en me acuerdo de ustedes, en todo tiempo y en todas mis oraciones por cada uno de ustedes.

            Él, obviamente, no quiere dejar a nadie fuera de esto.

            Él está diciendo, “entiendan que estoy orando todo el tiempo por todos ustedes.”

            Estas no son palabras vacías como cuando a veces decimos sin pensar – “voy a orar por ti.” [iv]

            Y luego nunca lo hacemos

            Pablo estaba hablando en serio.

            Puede imaginarse a este hombre, una vez un orgulloso fariseo, ahora tan cambiado por la gracia de Dios que ahora con gozo el ora por una mujer de negocios asiática, un carcelero romano que una vez lo hubo torturado, una muchacha que había sido poseída por un demonio la cual lo había acosado.

            Ahora convertidos a Cristo (Hechos 16) – y ahora cada uno de ellos en su lista de oración.

            ¿Puede imaginarse lo que debe haber sido estar en la lista de oración de Pablo?

            ¿Le ha dicho alguna vez una persona con absoluta sinceridad que estaba orando por usted? ¿recuerda que provocó eso en usted? Gozo.

            Bueno, eso también trae gozo a aquellos que oran.

            Y eso es porque aquellos que oran por alguien más están ganando la batalla contra el yo ­– y al hacer eso, están venciendo el mayor obstáculo en el mundo para obtener gozo, lo cual es uno mismo.

            Es imposible ser egoísta y al mismo tiempo experimentar gozo; y aquellos que interceden por otros están ganando esa batalla.

            Para mí, una de las mejores partes del Domingo es saber que hay media docena de personas quienes se juntan para orar a las 8 de la mañana por todos los eventos que tomarán lugar ese día en la iglesia.

            Cuando llego a la iglesia y me preparo para subir al púlpito – el encargado del área técnica me entrega el micrófono y probamos el sonido – paso por la habitación donde un grupo de personas están orando.

            Ellos se hacen llamar, el grupo de oración Aarón y Hur – en honor a esos hombres que sostuvieron las manos de Moisés mientras el oraba durante una batalla crucial (Éxodo 17) – y es lo que ellos hacen… ellos me sostienen – ellos sostienen este ministerio con sus oraciones.

            Puedo decirles que ellos tienen una perspectiva diferente del domingo – ellos tienen una perspectiva totalmente diferente de la escuela dominical, y del culto, y de esta predicación, y de este pastor.

            Como verá, cuando uno intercede por alguien, esto cambia en primer lugar al que intercede.

            Puede imaginarse este apartamento rentado donde un soldado romano esta encadenado al Apóstol Pablo el cual esta en arresto domiciliario – y Pablo dice, “mire, es tiempo de que vaya a través de mi lista de oración.” Y ese guardia tenía que escuchar las intensas oraciones llenas de pasión y gozo de Pablo por los creyentes en Roma.

            Y no pase por alto el hecho de que la vida de oración de Pablo no cambio según sus circunstancias… cuando él decía “Amen,” él estaba todavía encadenado al guardia romano… pero su vida de oración cambiaba su espíritu.

            Sabemos eso porque el todavía sigue encadenado, pero sin embargo él está orando con gozo.

            Si quiere una receta para el gozo, sea limitado en su memoria, pero sea generoso en su oración.

            Los ingredientes para el gozo no son solo recordar con agradecimiento e interceder fielmente, en tercer lugar

 

3. Participar confiablemente    

 

            Note el versículo 5; [rogando con gozo] por vuestra comunión en el evangelio, desde el primer día hasta ahora.

            Por primera vez, Pablo introduce una de sus palabras favoritas. La palabra comunión viene de la palabra koinonia. Dependiendo si es usada como verbo, adjetivo o sustantivo, la palabra puede ser traducida, compartir, hacer ofrenda, ayuda mutua, comunión (Romanos 12:13; 15:26; Hebreos 13:16; 1 Corintios 1:9).

            Pablo usara esta palabra nuevamente en esta carta a los Filipenses para referirse a la participación de los sacrificios de Cristo (capítulo 3:10); en el capítulo 2, él se refiere a la comunión que tenemos en el Espíritu Santo.

            Así que, esta no es una palabra trivial. Pablo no está diciendo que estos Filipenses tenían un simple interés en recibir su carta de oración.

            Él está tratando de decir aquí que ellos estaban profundamente involucrados en participar con él en el evangelio a través de la oración, sacrificio financiero, distribución de cartas a otros, y hospitalidad para con Pablo cuando se encontraba de viaje.

            Todo lo que tenemos que hacer si queremos experimentar gozo tanto personalmente como corporalmente como iglesia es elevar nuestro en entendimiento de koinonia bíblica.

            Un pastor realmente me hizo pensar cuando escribió en su comentario de Filipenses que muchos cristianos van de iglesia en iglesia buscando compañerismo, y al hacer eso solo buscan una fantasía. ¿Que quiere decir con esto?         Compañerismo – comunión bíblica es más que una taza de café después de la escuela dominical, o conversar con otros cristianos después de la reunión, o invitar a otra familia de la iglesia a su casa para almorzar. Y aunque todas esas cosas son excelentes, la comunión a la cual Pablo se refiere aquí va mucho más allá de eso. Es una responsabilidad compartida. Es servir juntos en los estudios bíblicos. Ser voluntario para ayudar en el ministerio de niños. Ir a un viaje misionero con otros. Unirse a un grupo de trabajo para ir en ayuda a los damnificados de alguna catástrofe. Es llevar el evangelio a los pobres. Es unirse a un grupo de hermanos para orar por el mundo.[v]

            Eso es koinonia.

            Eso es compañerismo bíblico.

            William Carey y unos otros pocos entendieron la idea de koinonia que Pablo plantea en esta carta a los Filipenses. Carey se convirtió en el Padre de las Misiones, invirtiendo 40 años de su vida en India. Pero el sabía que no podría hacerlo solo, así que antes de ir, el escribió una carta a un pequeño grupo – y leo lo que escribió – “Hay una mina de oro en India, pero es tan profunda como lo es el centro de la Tierra. Voy a aventurarme a entrar a esa mina, pero ustedes tienen que sostener las cuerdas.”[vi]

            Cada uno de los que sostenía esa cuerda de apoyo financiero y en oración, de interés genuino y participación, experimentó lo que verdaderamente significa koinonia.

            Porque comunión genuina viene a través de ser un colaborador, no solo un espectador.

            La iglesia se parece cada vez más a un partido de futbol, donde miles de personas con una tremenda necesidad de hacer ejercicio observan a 22 hombres en una tremenda necesidad de descansar.

            Hace poco, estaba leyendo los escritos de un pastor ya mayor que escribió que la iglesia hoy en día ha producido una multitud de mochileros eclesiásticos. El pulgar del mochilero dice, “tú compras el auto, tú pagas las reparaciones, mantenimiento y seguro, to pagas por la gasolina – y yo viajo contigo. Pero en caso de algún accidente, yo no me hago responsable. Pasa lo mismo en muchas iglesias el día de hoy; su pensamiento es, “Ustedes van a las reuniones de planificación, los comités, y otros grupos de voluntarios; ustedes lidian con la logística, las necesidades, y los problemas de la iglesia; y ustedes se encargan de los temas financieros y la renta ya que están –  yo simplemente viajo con ustedes. Y si las cosas no me satisfacen, probablemente me voy a quejar, voy a criticar, y quizás me voy de la iglesia – como verán, mi dedo pulgar siempre puede conseguirme un mejor viaje.”[vii]

            ¡Wow! Uno termina de leer ese párrafo y solo puede decir – ouch.

            Kent Hughes fue quien escribió esas palabras, primordialmente para desafiar hombres en su libro Disciplinas de un Hombre Piadoso, el cual escribió hace más de 30 años… me pregunto qué escribiría el día de hoy.

            Mochileros eclesiásticos… bancos llenos de aficionados.

            Señoras y Señores, la iglesia no necesita mejores aficionados… necesita mejor comunión – personas que se unirán a la causa y sostendrán la cuerda.

            Note la confianza y el ánimo de Pablo en el versículo 6. Estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo.

            El día de Jesucristo es una frase profética que solo aparece en el Nuevo Testamento 6 veces – tres de ellas en esta carta a los Filipenses (1:6, 10, y 2:16).

            Esta frase enfatiza ese día en el futuro cuando Jesucristo volverá y se llevará a su iglesia.

            En contraste, encontrará la frase, el día del Señor usada en el Nuevo Testamento; el día del Señor se refiere al día del juicio y la tribulación, descrita por Pablo en 1 Tesalonicenses 5.[viii]

            Pablo no se está refiriendo al día del Señor, sino al día de Jesucristo – el día que la iglesia está esperando y anticipando; el día donde la iglesia será completa en Cristo.

            En otras palabras, Pablo está diciendo que lo que Dios empezó – Dios lo terminará.

            Jesucristo anuncio a sus discípulos en Mateo 16:18 – Sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.

            Edificaré – en el futuro – mi iglesia. Y comenzó en el día de Pentecostés en Hechos capítulo 2.

            Y Pablo anuncia aquí a los filipenses, “Un día, Jesús anunciará – he terminado de construir mi iglesia.”

            En otras palabras, Jesucristo, el maestro de obra, va a continuar su proyecto de construcción hasta que la iglesia haya sido completada.[ix]

            Y creemos que ese día será anunciado con el sonido de trompeta y el llamado de todos los que componen la iglesia – la novia de Jesucristo.

            Pablo entrega este ingrediente de anticipación y gozo a los Filipenses – “Lo que Dios comenzó en ustedes – este trabajo del evangelio en el cual ustedes colaboran conmigo – un día será completado.

            Eso no significa que Dios terminará de salvar – ciertamente, a través de la tribulación habrá millones salvos e Israel será reconstituida como nación (Apocalipsis 19,20);

            Pero Pablo quiere decir que la iglesia será completada— la iglesia será llamada y redimida… luego será glorificada… premiada… unida con Cristo, y luego reinará con Él en su reino.

            En otras palabras, Jesucristo no tendrá un trabajo incompleto.

            Él no ha terminado todavía – pero como Pablo dice aquí en el versículo 6. Estoy persuadido de esto, que es otra forma de decir: estoy seguro de esto, estoy totalmente convencido, ¡no hay duda al respecto!

            Los ingredientes para el gozo incluyen

• Recordar en agradecimiento
• Interceder fielmente
• Participar confiablemente

            Una más:

 

4. Devoción leal

           

            Note el versículo 7. Como me es justo sentir esto de todos vosotros, por cuanto os tengo en el corazón.

            Pablo le dijo a esta iglesia en el versículo 3 que ellos estaban en su mente – y ahora aquí en el versículo 7 el concluye su idea al decirles que ellos están en su corazón.

            ¿Por qué?

            El escribe más adelante, porque ustedes son participantes conmigo de la gracia, ambas en mis prisiones y en la defensa y confirmación del evangelio.

            Cuando Pablo escribe, en la defensa – esa es la palabra apología, de la cual deriva la palabra apologética – la defensa del evangelio contra aquellos fuera de la iglesia.

            Pablo agrega aquí, y en la confirmación del evangelio – La palabra confirmación es una palabra que se refiere a la edificación de la iglesia.

            Estos creyentes estaban colaborando con Pablo en la defensa de la fe contra aquellos fuera de la iglesia y en la edificación de la fe para aquellos dentro de la iglesia.[x]

            En otras palabras, ellos estaban más preocupados acerca del evangelio y la iglesia que acerca de ellos mismos.

            No hay duda que ellos eran muy queridos por Pablo… un hombre escribiendo con cadenas colgando de sus muñecas y tobillos.

            Ellos compartían su pasión… ellos compartían su gozo – ellos entendían su devoción leal al evangelio de Jesucristo.

            ¿Quiere usted gozo en su vida? ¿realmente lo desea? O sea, después de esto, quizás usted puede entender porque no lo quiere de verdad.

            Pero si quiere gozo en su vida, repasemos la receta:

• El gozo se encuentra en recordar con gratitud – lo hemos llamado memoria selectiva; déjeme definirlo así: gozo es escoger recordar cuando las personas nos hacen bien, en vez de recordar cuando nos hacen mal.
• En segundo lugar, el gozo se encuentra en una intercesión fiel – en otras palabras, gozo es escoger orar por personas envés de orar por cosas que queremos.
• En tercer lugar, el gozo se encuentra en participar confiablemente – en otras palabras, gozo es escoger participar en la iglesia envés de mochilear mientras viajamos hasta nuestro destino final.
• Y, en cuarto lugar, el gozo se encuentra en una devoción leal – déjeme ponerlo de esta forma; gozo es escoger defender el evangelio más que preocuparnos en defendernos a nosotros mismos.

Estos son los ingredientes en una receta que:

• Santificarán nuestra memoria
• Darán sabor a nuestras relaciones
• Perfumarán nuestra perspectiva
• Arreglarán nuestras prioridades
• Fortalecerán nuestras lealtades
• Y aumentarán nuestra anticipación en gracia, sabiduría, y gozo.

 

                

Este manuscrito pertenece a Stephen Davey, predicado el día 05/10/2014

© Copyright 2014 Stephen Davey

Todos los derechos reservados

 

—

[i] Robert J. Morgan, Thomas Nelson’s Complete Book of Stories (Thomas Nelson, 2000), p. 406


 

[ii] Adapted from Life Application Bible, Philippians, Colossians & Philemon (Tyndale, 1995), p. 21.


 

[iii] Adapted from John MacArthur, Philippians (Moody Publishers, 2001), p. 20


 

[iv] Adapted from Dennis E. Johnson, Philippians (P & R Publishing, 2013), p. 25


 

[v] Adapted from R. Kent Hughes, Philippians: The Fellowship of the Gospel (Crossway Books, 2007), p. 27


 

[vi] Adapted from Charles R. Swindoll, Clearing the High Hurdles (Insight for Living Study Guide, 1995), p. 54


 

[vii] R. Kent Hughes, Disciplines of a Godly Man (Crossway, 1991), p. 151


 

[viii] Application Bible, p. 26 & MacArthur, p. 28


 

[ix] Johnston, p. 31


 

[x] William Barclay, The Letters to the Philippians, Colossians, and Thessalonians (Westminster Press, 1975), p. 17