Artículos Sabiduría

Categorías de Pecado

Escrito por Stephen Davey. Publicado originalmente bajo el título “Categories of Sin

Un miembro de la iglesia de Martín Lutero tuvo la oportunidad de vender su casa por 10 veces el monto que pagó por ella. Pero en lugar de felicitar a su hermano por la ganancia que iba a obtener, Lutero amenazó con excomulgar a este miembro de su iglesia a menos que redujera el precio que pedía a la mitad, señalando la “codicia desenfrenada” de ese creyente como la razón de su disciplina.

No estoy escribiendo este artículo para decirle que no venda su casa con ganancias o que no tome decisiones financieras inteligentes; pero este ejemplo ayuda a comunicar un principio más amplio: no hay una lista uniforme de los pecados que requieren disciplina en la iglesia.

La lista de pecados de los puritanos que requerían la disciplina de la iglesia incluía decir malas palabras, hacer trampa y ser ocioso entre los pecados más extremos; otras listas incluyen participar en corridas de toros, evasión de impuestos y contrabando como pecados que requieren la disciplina de la iglesia.

Si bien Dios no le dio a la iglesia una lista exhaustiva de pecados que requieren disciplina, sí nos dio cuatro categorías generales de pecados que requieren confrontación por parte de otro creyente o de la iglesia.

1. PECADOS QUE DESTRUYEN LA UNIDAD DE LOS CRISTIANOS

Si alguien intenta crear división a través de falsas enseñanzas, está intentando socavar la unidad del cuerpo (Romanos 16:17, Tito 3:9).

La unidad de la iglesia es más importante para Dios que las expresiones externas de adoración. En Su Sermón del Monte, Jesús describe a una persona en el templo haciendo su sacrificio que recuerda un conflicto con otro creyente. “Deja tu ofrenda allí delante del altar”, ordena Jesús, “y vete. reconcíliate primero con tu hermano, y luego ven y presenta tu ofrenda” (Mateo 5:24).

2. PECADOS QUE ENREDAN A UNA PERSONA EN CONDUCTA INMORAL

En un articulo anterior, examinamos brevemente la carta de Pablo a la iglesia en Corinto, y su llamado a disciplinar a un hombre atrapado en inmoralidad sexual. Debían negarle la comunión con el resto del cuerpo de Cristo y debían entregarlo a las consecuencias de su pecado, con la esperanza de que algún día pudiera ser restaurado.

Pablo le escribió a otra iglesia: 

“Si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre” (Gálatas 6:1).

Esta palabra “sorprendido” se refiere a alguien que está “atrapado en el pecado”. Están continuamente volviendo al mismo pecado, sin mostrar arrepentimiento y sin capacidad para detenerse.

Cuando la autodisciplina no puede corregir una tendencia pecaminosa, la disciplina gentil de la iglesia sí puede hacerlo.

3. PECADOS QUE RECHAZAN LA PALABRA DE DIOS

Pablo le contó a Timoteo acerca de dos hombres a quienes “entregó a Satanás” a causa de su blasfemia.

Estos dos hombres pueden haber estado maldiciendo directamente a Dios o, más probablemente, simplemente tergiversaron la verdad de Dios como se revela a través del Antiguo Testamento, los Evangelios y las Epístolas.

Cada iglesia debe estar cimentada en la Palabra de Dios, unida en su confianza en la Biblia como el fundamento de todas las cosas. Se requiere disciplina de la iglesia cuando alguien trata de cambiar incorrectamente el significado de la Palabra de Dios o la rechaza por completo.

Debido a que un cuerpo necesita que todos los miembros tomen su dirección desde la misma base, el cuerpo debe corregir a un miembro que busca su propia autoridad.

4. PECADOS QUE DAÑAN EL TESTIMONIO DE LA IGLESIA

Hay algunos casos en que el comportamiento en la iglesia es inaceptable incluso para el estándar del mundo exterior. El testimonio de la iglesia es lo que Jesús describió como un candelabro que alumbra el mundo oscuro.

Cuando el pecado en la iglesia hace que esa luz se apague, o incluso contribuye a la oscuridad, el testimonio de esa iglesia se arruina.

En estos casos, los pecados de una persona pueden empañar el testimonio de toda la iglesia, por lo que toda la iglesia debe responder para corregir estos pecados.

Hermanos, es mejor reprender con amor a un creyente que comprometer nuestra capacidad de alcanzar a nuestra comunidad debido a la hipocresía pecaminosa que hay entre nosotros.

 

Este artículo ha sido traducido y adaptado con el consentimiento de su autor.
 
Puede encontrar el artículo original en la página web del autor.