Lección 14: El Tesoro de Otra Persona

Lección 14: El Tesoro de Otra Persona

Pasaje Bíblico: 1 Pedro 2:6-9.

¿Tiene usted algo de valor sentimental? Lo que para usted es muy valioso, quizás, para otra persona no valga mucho. Lo mismo pasa con Jesucristo. Para algunos, Él es un tesoro. Para otros, Él es basura. A diferencia de los objetos de valor sentimental, su evaluación de la persona de Cristo va a definir su destino eterno.

Transcripción

Introducción

Trescientos años antes del nacimiento de Jesucristo, un autor griego escribió la frase, la belleza está en los ojos de quien la mira. Hace unos 100 años, una autora inglesa utilizó la expresión en una de sus novelas y, desde entonces, ha sido una descripción perfecta de la naturaleza humana.

Otra versión contemporánea, en la que pienso cuando voy a una venta de garaje, es la frase, la basura de alguien es el tesoro de otra persona.

La verdad es que todos tenemos tesoros únicos. Significan algo especial para nosotros, incluso si no significan mucho para los demás.

Vaya a una sala de estar o a una oficina ejecutiva y rápidamente observará nada menos que una muestra de lo que esa persona considera valioso.

Si entra a mi oficina, varias cosas le llamarán la atención: fotos de mi esposa y mi familia, libros, y más libros, y una colección de cosas que traje de distintas partes del mundo: una piedra de Israel; una espada de Japón; una lámpara de barro con siglos de antigüedad; monedas de la India y de otros países donde el Señor me ha permitido ir a predicar.

Tendemos a comprar y, ciertamente, mostrar las cosas que valoramos.

Me metí a Internet para ver cuáles son los artículos más caros jamás subastados. Y no me sorprendió encontrar artículos que muchos de nosotros no pensaríamos que valgan la cantidad de dinero que se gastó en ellos. Y, quizás, considere que algunos de los artículos valen la pena.

El primer artículo fue el primer libro impreso en los Estados Unidos, cuando todavía solo había colonias. Este es el primer libro impreso en este país y, curiosamente, fue el Libro de los Salmos. Fue impreso por los puritanos de la Colonia de la Bahía de Massachusetts en 1640. Se vendió por $14 millones de dólares.

El precio más alto jamás pagado por un manuscrito fue para comprar uno de los cuadernos de Leonardo da Vinci. Bill Gates lo compró por $ 30 millones de dólares.

Ahora, si le gustan los diamantes, el siguiente artículo le va a interesar. Obviamente los diamantes se consideran un tesoro valioso.

Un diamante rosa de 59 quilates estableció el precio récord pagado por un diamante cuando se lo subastó hace unos años por $83 millones de dólares. Si no le gusta el rosa y hay un diamante naranja, que se vendió en una subasta por $35 millones.

Si quiere decorar su hogar, hay una alfombra que está entre los 22 artículos más caros alguna vez subastados. La alfombra tiene diseño único hecho en los 1700s en Irán. Era propiedad de un ejecutivo estadounidense. Cuando murió en 1925, se lo dejó a una galería de arte. Y luego, el 2013, la subastaron por $33 millones de dólares.

También encontré el reloj más caro jamás subastado. Un relojero tardó 6 años en fabricarlo y se completó en 1933. Cuenta con instrumentos que pueden medir el amanecer y el atardecer, las fases de la luna y una esfera que muestra el mapa estelar de los cielos de Manhattan. Este reloj se vendió, a un postor anónimo, por $11 millones de dólares.

Si tiene dinero para gastar puede comprar esta silla que encontré. Fue elaborada por un diseñador irlandés en el siglo XIX con madera lacada y cuero. Permaneció en Francia durante casi 200 años hasta que recientemente fue subastada en París por 28 millones de dólares. Veintiocho millones de dólares… por una silla

Si no necesita una silla, pero está buscando una mesa de comedor, encontré una que se fabricó durante la dinastía Ming.

Se vendió en una subasta por $9 millones de dólares. Dudo que tenga una etiqueta que diga “hecho en China”.

Otro de los artículos subastados más caros del mundo fue una estatua de un gato. No me lo estoy inventando. Esa estatua fue realmente uno de los 22 artículos más caros.

Escuche esto, fue elaborado hace 2100 años, en Egipto y está tallado en bronce. Cuando se subastó hace un par de años por 2 millones de dólares, estableció un récord para una estatua egipcia de un gato.

Evidentemente hay muchos más, pero este es el más caro, ¡y puede ser suyo por solo $2 millones de dólares!

Por último, un artista llamado Jeffrey Koons creó 5 esculturas de acero inoxidable, llamadas perros de globos inflados. Cada una es de un color diferente. Están diseñadas para parecerse a las figuras de globos que hacen los payasos, aunque estas miden casi 4 metros de altura.

El más famoso de los cinco simplemente se llama “El perro de globo naranja.” El artista lo elaboró ​​hace 25 años y fue subastado en noviembre de 2013 por 58 millones de dólares.

¿Puede imaginárselo? y eso que me gustan los perros, pero ¿un perro de globo de 4 metros de altura por $58 millones de dólares? No gracias.

La verdad es que la belleza está en el ojo del espectador. La basura de alguien es el tesoro de otra persona.

Francamente, se puede aprender mucho sobre una persona por lo que esta aprecia.[i]

En su carta inspirada, el Apóstol Pedro destaca este concepto e incluso lo convierte en un principio bíblico.

Permítame mostrárselo. Abra su Biblia conmigo en Primera de Pedro, capítulo 2 – allí donde Pedro nos describe como piedras vivas. Somos parte de un magnífico edificio cuyo fundamento no es otro que la Piedra Viva, nuestro Señor Jesús.

 

El Rechazo de la Piedra Angular

Lo que sigue a continuación es una serie de citas del Antiguo Testamento. Continuemos allí.

La primera cita que encontramos viene de Isaías 28:16. Retomemos nuestro estudio en 1 Pedro 2:6 –

Por lo cual también contiene la Escritura: He aquí, pongo en Sion la principal piedra del ángulo, escogida, preciosa; Y el que creyere en él, no será avergonzado.

Pedro aquí se está refiriendo a Jesucristo, la Piedra Viva que ahora se conoce como la piedra angular, colocada en Sion. Sión hace referencia a Israel, la nación y la tierra prometida.

Nuestro Señor vino a ofrecer Su reino a la nación de Israel. Ellos lo rechazaron y, de acuerdo con el plan de Dios (eso no lo tomó por sorpresa, dicho sea de paso), este reino literal terrenal fue pospuesto hasta que Cristo y Su iglesia regresen para reinar sobre la tierra en ese reino de 1,000 años. (Apocalipsis 20:1-7).[ii]

La primera vez que Jesús vino, hace unos 2000 años, la nación de Israel lo rechazó. Pedro se refiere a eso en su segunda y tercera cita – note el versículo 7 donde Pedro ahora cita del Salmo 118:22-23 –

La piedra que los edificadores desecharon, Ha venido a ser la cabeza del ángulo.

Pedro se refiere al rechazo nacional de Cristo por parte de los constructores, los líderes de Israel, y por supuesto, la nación junto con ellos, incluido el Imperio Romano.

Pedro va más allá y cita a continuación Isaías 8:14 y entrega una nueva advertencia a todos los que leen esta profecía acerca de Cristo: Mire 1 Pedro 2, versículo 8 donde Pedro lo describe como:

Piedra de tropiezo, y roca que hace caer.

En otras palabras, aquellos que rechazan a Jesús no construyen sus vidas sobre Él. Tropiezan y caen sobre Él y así arruinan sus vidas.

Esto sucedió en la primera venida de Jesucristo. La nación de Israel no construyó su futuro sobre Su oferta del reino, se sintieron ofendidos, literalmente, escandalizados, por Su oferta… diciendo, ¿quién se cree que es este hijo de carpintero? Él no puede ser el Hijo de David, el Mesías esperado. Y si lo es, ciertamente no va a morir.

Por eso el Apóstol Pablo aclaró que la cruz era tropezadero para el judío (1 Corintios 1:23).

Nuestros amigos pactistas – creyentes que no creen en un futuro para la nación de Israel, o el rapto, o para varios de ellos, un reino literal – ellos argumentarían que, porque Pedro usa estos pasajes del Antiguo Testamento, entregados originalmente a Israel, para describir a la iglesia, especialmente el versículo 9 donde se nos llama un linaje escogido y una nación santa – bueno, eso solo puede significar, dirían ellos, que Dios ha reemplazado a Israel con la iglesia. Entonces, todas las profecías del futuro de Israel ahora solo aplican a la iglesia.

Ese no solo es un salto interpretativo injustificado a partir del uso de Pedro de estos pasajes, que él usa para ilustrar algunas de las bendiciones de la iglesia; sino que más seriamente espiritualiza las profecías y, como resultado, niega tantos otros pasajes donde Dios hace promesas a la nación de Israel.

  • promesas acerca de su regreso como nación
  • promesas sobre la venida de un rey
  • promesas del establecerlos en la tierra prometida
  • promesas de un reino literal y el reinado del Hijo de David en Jerusalén.

Y permítame agregar a esto que, si la iglesia reemplaza a Israel, entonces la iglesia borra la esperanza gloriosa y la promesa de un Israel arrepentido, luego de un período futuro de 7 años que la Biblia llama La Tribulación.

A Israel se le ha dado una gloriosa promesa de que, como nación, después del juicio y la ira de Dios, se arrepentirán y le darán la bienvenida a su Mesías cuando regrese para gobernar sobre ellos.

Zacarías 13 escribe sobre la experiencia de Israel en el juicio de la Tribulación y escribe:

Y acontecerá en toda la tierra, dice Jehová, que las dos terceras partes serán cortadas en ella, y se perderán; más la tercera quedará en ella. Y meteré en el fuego a la tercera parte, y los fundiré como se funde la plata, y los probaré como se prueba el oro. El invocará mi nombre [esto es Israel], y yo le oiré, y diré: Pueblo mío; y él dirá: Jehová es mi Dios.

Estas profecías de juicio y el arrepentimiento nacional de Israel se cumplirán tan precisamente como se cumplieron las profecías sobre la primera venida del Mesías.

Y escuche esta profecía, que también será cumplida por la nación reunida y arrepentida de Israel. Dios promete en Zacarías 12:10,

Y derramaré sobre la casa de David, y sobre los moradores de Jerusalén, espíritu de gracia y de oración; y mirarán a mí, a quien traspasaron, y llorarán como se llora por hijo unigénito, afligiéndose por él como quien se aflige por el primogénito.

En otras palabras, van a darle la bienvenida al Señor la segunda vez. Lo traspasaron con clavos la primera vez, lo coronarán la segunda vez como su Rey soberano.

Y el pueblo morará en la tierra y Jerusalén habitará confiadamente. (Zacarías 14:12).

Por lo que puedo ver, eso no ha sucedido todavía, ¿verdad? ¿Está Israel disfrutando de su tierra en seguridad? No todavía. ¿Han recibido al Mesías que rechazaron y clavaron en la cruz? No todavía.

Cuando organiza los eventos cronológicamente, puede ver que:

  • Cuando la iglesia esté completa (Romanos 11)
  • La iglesia será arrebatada a la Casa del Padre (1 Tesalonicenses 4)
  • Entonces el Señor volverá en juicio y sin embargo misericordia al mundo en general – y la nación incrédula de Israel en particular (Zacarías 13)
  • y una multitud entre el pueblo judío vendrá al arrepentimiento y fe (Apocalipsis 7)
  • y al final de la Tribulación recibirán a Jesús cuando Él descienda para establecer Su Reino (Zacarías 12-14)

Los cristianos que estaban leyendo esta carta del Apóstol Pedro, tanto creyentes gentiles como judíos ahora en la iglesia, se estaban preguntando lo mismo que el Apóstol Pedro y el Apóstol Pablo.

Estarían preguntando: ¿qué le está pasando a Israel ahora que la nación ha rechazado la piedra angular?

Permítame leer lo que Pablo les escribió claramente a los creyentes en Roma:  

No quiero, hermanos, que ignoréis este misterio, para que no seáis arrogantes en cuanto a vosotros mismos: que ha acontecido a Israel endurecimiento en parte, hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles;   y luego todo Israel será salvo (Romanos 11:25-26).

Dios no ha retirado Su promesa de la nación de Israel comenzando con Abraham en Génesis 12. Dios no ha cambiado de opinión. Sus promesas siguen siendo, hasta el día de hoy, irrevocables.

Ahora, para la iglesia, en este período de tiempo principalmente de conversión y bendición de los gentiles, existe un gobierno genuino y espiritual de Cristo en los corazones de los creyentes.

Pablo nos describe como embajadores de Cristo. Representamos Su reino. Los términos reino y gobierno a menudo aparecen en relación con el creyente.

Eso no significa que el reino literal ahora solo va a ser un reino espiritual. Eso no significa que el futuro reino literal y la futura nación literal de Israel han sido eliminados.

Simplemente significa que nosotros, ahora mismo, como iglesia, en este período de la historia, estamos incluidos en muchas de estas promesas. Nosotros, hoy, somos una nación de sacerdotes, ministrando directamente para Dios (1 Pedro 2) somos, incluso ahora, embajadores del reino y el gobierno de nuestro Señor en nuestras vidas (Efesios 6:20).

Ahora, con todo eso en mente – y soy consciente de que me metí profundamente en este tema profético y lo resumí muy velozmente.

Con eso en mente, lo que Pedro hace es informarnos que algunas cosas nunca cambian. Una de ellas resulta ser la Persona de la Piedra Angular.

Desde el Libro de Isaías en el Antiguo Testamento hasta esta carta de Pedro, la Piedra Angular es el Mesías, el Hijo de Dios, Jesucristo nuestro Señor.

Y otra cosa que no cambia es la actitud de la humanidad hacia la Piedra Angular: el valor que la gente le da al tesoro invaluable de Cristo.

Para algunas personas, Jesús no vale nada. Para nosotros que creemos, Él es precioso – observe el versículo 7.

Para vosotros, pues, los que creéis, él es precioso; pero para los que no creen, La piedra que los edificadores desecharon,

Para los incrédulos, Jesús no es deseado ni tiene valor, y es de esperar esa opinión de Él… pero para nosotros, Jesús es un tesoro.

De hecho, lo que Pedro hace aquí es describir el impacto que el Señor tiene en la vida de las personas, basado en su opinión de Él.

En otras palabras, aunque para algunas personas Él es basura, para otras Él es un tesoro… y lo que Pedro agrega aquí es que su evaluación de Jesús va a determinar su destino eterno.

 

Las Consecuencias de Su Evaluación de la Piedra Angular

Para organizar los siguientes versículos que veremos hoy, me gustaría dividirlos en dos puntos. El primero sería recepción y reivindicación. El segundo punto sería, rechazo y condenación.

  1. Recepción y reivindicación

Fíjese nuevamente en el versículo 6:

He aquí, pongo en Sion la principal piedra del ángulo, escogida, preciosa;

La piedra del ángulo era la piedra clave en la construcción de un edificio durante los días de Pedro.

Servía como la plomada del edificio, es decir, se usaba para medir y determinar todos los ángulos del edificio, tanto vertical como horizontalmente. Tenía que ser perfectamente cuadrada para que los ángulos del edificio fueran perfectos.[iii]

Pedro compara la piedra angular con Cristo en este capítulo. El apóstol Pablo también les escribió a los creyentes de Éfeso que Jesucristo es la piedra angular (Efesios 2:20).

Para nosotros, los que creemos, Pedro escribe en el versículo 7: Él es precioso.

Esa palabra se puede traducir, costoso, valioso, de gran valor.[iv]

Si Jesús fuera subastado al mundo, Él nunca traería tanto interés o un precio como el que traería un diamante rosa o una silla de cuero o una mesa de comedor de la dinastía Ming o un perro de acero inoxidable.

Para el mundo, eso es un verdadero tesoro. Pero para el creyente, son solo cosas… que se oxidan y se estropean y se desgastan. ¡Pero Jesucristo es un tesoro eterno!

¿Y se dio cuenta de lo que sucede con aquellos que consideran a Jesús valioso? Mire la última parte del versículo 6: Y el que creyere en él, no será avergonzado.

¡Cuanto necesitaban estos creyentes del primer siglo, y los creyentes de todo el mundo hasta el día de hoy, escuchar estas palabras! No será avergonzado, decepcionado. Esta piedra angular no le fallará. Él es fiel. Él es sólido como una roca. Él no tiene precio.

Un día Él será vindicado, y el evangelio será vindicado. Las profecías nos informan que cuando los reinos de esta tierra hayan pasado, Su reino permanecerá para siempre – a través del reino milenial y luego para siempre en los nuevos cielos y la nueva tierra.

Aunque la vida a menudo está llena de decepciones, nunca se sentirá decepcionado de su piedra angular. Y lo mejor está por venir.

Para nosotros que hemos gustado que el Señor es bueno, como Pedro escribió antes, sabemos la verdad… conocemos el valor de nuestro Tesoro.

Pedro ahora termina estas citas sobre la piedra angular con una advertencia para aquellos que no creen.

Para los que creen en Cristo, hay recepción y reivindicación; pero para los que no creen, hay:

  1. Rechazo y condenación

Versículo 7 –

Para vosotros, pues, los que creéis, él es precioso; pero para los que no creen, La piedra que los edificadores desecharon, Ha venido a ser la cabeza del ángulo; y: Piedra de tropiezo, y roca que hace caer.

En otras palabras, en lugar de recibir a Cristo, tropiezan con Él. En lugar de estar en pie, tropiezan y caen.[v]

El incrédulo que rechaza a Jesucristo como piedra angular termina, en esta analogía, tropezando con Él y luego siendo aplastado en el juicio por Él.[vi]

Note la última parte del versículo 8. Porque tropiezan en la palabra, siendo desobedientes.

¿Notó que el problema no es que no entiendan la verdad? El problema es que no quieren obedecer la verdad.

No es un problema de ignorancia, es un problema de rebeldía.

Pedro termina este versículo escribiendo, a lo cual fueron también destinados.

Ahora, en un principio pareciera como que los incrédulos predestinados a juicio aparte de su propia elección. Pero Pedro acaba hablar de su elección de resistir y desobedecer la Palabra.

Ellos no quieren a Jesús. No tiene ningún valor para ellos. No vale la pena tenerlo.

Lo que Pedro está diciendo aquí es que la consecuencia del juicio y la condenación, por su incredulidad, está determinada.

En otras palabras, están destinados a juicio por su incredulidad.

La gente tropieza con Cristo, no porque no puedan creer, sino porque no quieren creer.[vii]

Concuerdo con John MacArthur quien escribe en su comentario sobre este texto que Dios no destina activamente a las personas a la incredulidad, sino que establece el juicio y la condenación de cada incrédulo como consecuencia de su desobediencia y su negativa a creer.[viii]

Estoy de acuerdo en que es una advertencia para aquellos que no creen: su destino es seguro e inmutable… sin Cristo.

Un día se presentarán ante esta Piedra Angular Viviente que se sentará en ese día como su Juez (Apocalipsis 20:11-15) – y darán cuenta, no de su incapacidad de creer, sino de su oposición deliberada de la ley de Dios escrita en sus corazones (Romanos capítulo 2).

Pero incluso en la advertencia, no puedo evitar sentir que Pedro aquí, en realidad, está animando indirectamente al creyente. Es como si les dijera: Estan enfrentando el rechazo de su mundo, pero anímense. Pertenecen a Aquel que fue rechazado por Su mundo – y todavía es rechazado hoy.

Para ellos Él es basura, pero para nosotros Él es un tesoro duradero. Y un día Él será vindicado y coronado como Rey de Reyes.

 

Conclusión

Leí sobre un incidente interesante en un seminario en Estados Unidos, donde era costumbre invitar a profesores para dar una charla a la hora del almuerzo. También se invitaba a la comunidad a pasar la hora del almuerzo escuchando al profesor invitado – algún autor o erudito de renombre.

En una ocasión invitaron a un teólogo liberal que había enseñado durante años en varios seminarios liberales. El tema que expuso fue por qué no es verdad que Jesucristo resucitó literalmente – que Jesús simplemente vive en la memoria de sus discípulos a través de la metáfora y el símbolo de la resurrección.

Citó erudito tras erudito y libro tras libro. Concluyó que, dado que no existía tal cosa como una resurrección histórica literal de Jesús, la iglesia necesitaba repensar sus prácticas y creencias.

Luego preguntó si había alguna pregunta. Después de unos 30 segundos de silencio, un hombre mayor se puso de pie cerca del fondo del auditorio. “Doctor, solo tengo una pregunta”, dijo mientras todos los ojos se fijaban en él.

Metió la mano en su bolsa de almuerzo y sacó una manzana y le dio un mordisco. “Doctor, mi pregunta es bastante simple”, dijo, mientras continuaba comiendo su manzana. “No he leído los libros que citó y no puedo recitar las Escrituras como usted lo ha podido hacer en varios idiomas…”

Le dio otro mordisco a su manzana. “No sé mucho sobre todos los autores y eruditos que citó.” Terminó su manzana y dijo: “Todo lo que quiero saber es esto; Dígame, ¿la manzana que acabo de comer era dulce o amarga?

El doctor respondió: “No puedo saber la respuesta a esa pregunta: no he probado su manzana”. El creyente de cabello blanco tiró el corazón de su manzana en su bolsa de papel, miró hacia arriba y con calma dijo: “Tampoco usted ha probado a mi Jesús”.

Para todos los que si lo hemos hecho… Él es precioso… fiel… valioso… invaluable.

 

 

 

Este manuscrito pertenece a Stephen Davey, predicado el 2017

© Copyright 2017 Stephen Davey

Todos los derechos reservados

 

 

[i] John Phillips, Exploring the Epistles of Peter (Kregel, 2005), p. 90

[ii] Adapted from John MacArthur, I Peter (Moody Publishers, 2004), p. 120

[iii] MacArthur, p. 121

[iv] D. Edmond Hiebert, 1 Peter (BMH Books, 1984), p. 13

[v] R.C. Sproul, 1-2 Peter (Crossway, 2011), p. 64

[vi] Adapted from MacArthur, p. 123

[vii] Mounce, quoted in Hiebert, p. 141

[viii] Ibid, p. 123

Esperamos que este recurso lo haya bendecido.
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