Pasaje Bíblico: Santiago 3:17-18.
Seguramente que, para este entonces, ya está convencido de que quiere tener la sabiduría divina; pero, ¿Cuales son las marcas de una persona que vive sabiamente? ¿Cómo puede medir si está creciendo en la sabiduría de Dios? Descubrámoslo juntos en este programa
La semana pasada tuve el privilegio de hablar con uno de nuestros exalumnos del seminario. Él me contó que también estaba predicando a través de la epístola de Santiago, y hasta me envió una copia de uno de sus sermones.
En la introducción de uno de sus sermones, él hacía referencia a un artista popular de los años 90’, un comediante llamado Jeff Foxworthy. Él llegó a la popularidad gracias a su rutina titulada: “Puede que usted sea un campesino”
En su lista, Jeff incluía las siguientes características:
Sin ánimo de ofender, el punto aquí es obvio. ¿Cómo puede conocer a una persona? Bueno, simplemente obsérvela. Vaya a su casa o a su trabajo. Acompáñela por un tiempo y descubrirá cómo realmente es.
Ahora, el apostol Santiago está tratando de dejar en claro cómo es la verdadera sabiduría. Él, efectivamente, nos dirá: “Puede que usted sea una persona sabia si…” y luego completará la oración.
Y es que él sabe lo facil que es que malentendamos lo que él ha estado enseñandonos.
Como el hombre que sabía que el cumpleaños de su esposa se acercaba, así que le preguntó, tratando de no levantar sospechas, “Mi amor, si pudieras pedir un deseo ¿cual sería?” Ella pensó por un momento y luego dijo con una sonrisa, “Me gustaría volver a los ocho.” Él pensó, “Perfecto, ya se que voy a hacer.”
Así que en la mañana de su cumpleaños, él la llevó a desayunar afuera y luego fueron a un parque de diversiones. ¡Vaya día que tuvieron! Se subieron a todas las atracciones, incluyendo las montañas rusas y la vuelta al mundo. Cinco horas mas tarde, ya con mucha hambre, fueron a un McDonalds para comer unas hamburguesas y un helado. Luego, él la llevo al cine a ver la ultima película animada de Disney.
Llegada la noche, la mujer se metió a la cama exhausta, y ya se le cerraban los ojos cuando su marido le dijo: “Bueno, ahí tienes tu deseo ¿Cómo se sintió tener 8 años de nuevo? La mujer, con un ojo abierto y uno cerrado, sorprendida, le dijo: “Me refería volver a la talla 8, no a mi edad.”[i]
Una cosa es escuchar lo que nos dijo nuestra esposa…otra diferente es haberle entendido bien.
En el último párrafo de Santiago capítulo 3, el Apóstol ha hecho un contraste entre la sabiduría del mundo y la sabiduría de Dios. Y él no quiere que nadie diga, “Ah, yo pensé que la sabiduría era así… pensé que tal vez se refería a otra cosa.”
Así que, en los próximos versículos, él va a asegurarse de que nosotros escuchemos y entendamos lo que esta diciendo.
Él va a decirnos “Ustedes saben que son sabios si…”
Y Santiago va a darnos siete características de una sabiduría piadosa y genuina, de manera que no haya lugar a para la confunsión.
Leamos entonces Santiago 3, del 13 en adelante.
“¿Quién es sabio y entendido entre vosotros? Muestre por la buena conducta sus obras en sabia mansedumbre.
Pero si tenéis celos amargos y contención en vuestro corazón, no os jactéis, ni mintáis contra la verdad; porque esta sabiduría no es la que desciende de lo alto, sino terrenal, animal, diabólica.
Porque donde hay celos y contención, allí hay perturbación y toda obra perversa.
Ahora el versículo 17: Pero la sabiduría que es de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía.
Y el fruto de justicia se siembra en paz para aquellos que hacen la paz.”
Estas son siete características de la sabiduría verdadera. Las podríamos llamar: “Siete maneras de saber si estamos creciendo en la sabiduría de Dios.”
La primera palabra aparece en el versículo 17 y es la palabra “pura”. Note nuevamente: “…Pero la sabiduría que es de lo alto es primeramente pura…”
Las palabras ‘primeramente pura’ no hacen referencia simplemente a que esta es la primera característica de la lista. Esto significa que esta es la característica principal de la sabiduría y, por lo tanto, es presentada primero.
En otras palabras, la pureza es de primera en importancia.[ii]
Esta palabra hace referencia a la integridad moral y a un vivir santo. Es lo opuesto a la sabiduría del mundo – usted recordará que en el versículo anterior la sabiduría del mundo es descrita como confusión y corrupción – el versículo 16 dice “perturbación y toda obra perversa”
La sabiduría del mundo es sensual, criminal, demoníaca, y depravada.
Ahora Santiago nos dice que la sabiduría celestial es, principalmente, limpia moralmente.
Esta palabra hace referencia a alguien que se aleja de todo tipo de suciedad.[iii]
Alguien que trata al pecado como a una bolsa de basura –uno no deja una bolsa de basura en el medio de la sala de estar – la lleva al vertedero o la deja fuera de la casa para que se la lleve el camión de la basura.
¿Se ha le roto la bolsa de basura alguna vez? Es una experiencia placentera, ¿cierto? ¡No! Nos apuramos para recogerla, nos tapamos la nariz, usamos guantes, agarramos la basura con la punta de los dedos… es un asco.
Y esa es la idea aquí. Santiago nos dice que la persona sabia se disgusta más y más con la miseria del pecado. No abraza al pecado, no lo promueve. No lo cubre, no piensa en él ni se deleita en él.
La persona que está creciendo en sabiduría siente que el pecado cada vez es más y más asqueroso… porque está creciendo más y más en pureza.
Y Santiago pone esta palabra primero porque cada adjetivo en esta lista depende de esta palabra –puro.
Dicho de otra manera, si usted no quiere ser puro –si no odia el pecado – ni se moleste en estudiar las siguientes características (misericordioso, pacifico, amable y benigno).
Si uno no tiene pureza, entonces va a estar en el camino equivocado para encontrar o demostrar sabiduría.
Y a propósito, la pureza es la primera indicación para determinar qué es sabio y que no lo es.
Usted necesita preguntarse ¿Es esto puro, limpio y justo? Si no lo es, no necesitamos siquiera orar preguntando es una decision sabia o no. No necesitamos orar: “Señor, realmente necesito tu sabiduría para saber si debo pagar los impuestos o no este año.”
Uno no necesita preguntarle a Dios si es sabio o no:
Uno nunca necesita ir a Dios y decirle: “Necesito sabiduría para todas estas cosas.” ¿Por que? Porque ya sabemos si eso es puro o pecaminoso.
La sabiduría de Dios va a guiarlo a alejarse de la impureza –si siquiera va a querer tocar lo inmundo, y mucho menos, orar para ver si es la voluntad de Dios o no.
Hace varios años atrás, una mujer me contó acerca de una relación que tuvo por un tiempo. Ella era soltera y el hombre era casado –ambos decían ser creyentes- ambos estaban involucrados en la iglesia. Ella me dijo: “Yo estaba tan lejos del camino de la sabiduría- estaba tan cegada, que hasta nos poníamos a leer la Biblia y orar antes de cometer adulterio.
Uno no necesita orar acerca de ciertas cosas.
Y si lo que usted cree haber recibido de Dios es verdaderamente la sabiduría del cielo, esta siempre va a ser pura y justa.
Entonces, el creyente que quiere crecer en sabiduría, puede hacerse esta simple pregunta en cuanto a sus pensamientos, palabras y acciones: “Mientras pienso esto, o digo esto, ¿Estoy permaneciendo puro?[iv]
Eso ayuda y mucho. Es por eso que Santiago pone a la pureza primero. La sabiduría de Dios es pura…es limpia.
Santiago continua en el versículo 17 agregando la palabra “pacifica.” Uno puede traducir este adjetivo como: “amante de la paz.”
A todo esto, como esta característica viene después de la pureza, esto no se refiere a la persona amorosa que deja de lado la verdad para poder vivir tranquila.
Este amante de la paz es una persona sabia que no cede ante el pecado para mantener la paz.
De hecho, Jesucristo dijo que Su verdad no traería paz, sino espada- es decir, el evangelio traería problemas entre familiares (Mateo 10:34). El creyente muy probablemente experimente problemas en vez de paz.
Sin embargo, tal como dijo un erudito en griego: “Esta palabra ‘pacifico’ se refiere a una persona que le hace frente al pecado- y al hacerlo, tiene hambre de paz, anhela curar todas las divisiones por medio de un consejo sabio.”[v]
No es alguien que crea conflictos, sino que su deseo y sus obras demuestran que busca la paz.
Esto es todo lo contrario a una persona contenciosa, que se queja de lo que hacen los demás; que va a imponer sus gustos sin importar lo que los demas piensen. ¡Aquí vengo yo! Así que cuidense. No.
Una persona pacífica, aunque no va a ceder ante el pecado – y aún pueda crear conflictos y ser perseguido por su fe – va a buscar la harmonía en humildad. Va a trabajar en la reunificacion de las personas en conflicto. Va a buscar la resolución de los problemas, aunque eso signifique que tenga que salir perdiendo en algunos aspectos – porque la paz y nuestro testimonio de Cristo son más importante que nuestro orgullo o cosas materiales.
Santiago luego agrega otra palabra más a esta lista de siete. En el versículo 17 encontramos la palabra “amable.”
Ahora, esta es una palabra distinta a la que encontramos en el versículo 13, donde Santiago hace referencia a la mansedumbre de una persona sabia. En el versículo 13, Santiago usó una palabra que es sinonimo de humildad.
La palabra aquí en el versículo 17 se refiere a alguien que sigue confiando en Dios cuando enfrenta injusticia.[vi]
El famoso filósofo griego, Platón, usó esta palabra para describir a alguien que responde sabiamente ante la pérdida de derechos e intereses personales.[vii]
Uno podría parafrasear esta palabra, gentil, como “alguien que cede su lugar a otra persona.” Como cuando sube una mujer embarazada al transporte público y otra persona le cede su asiento – una costumbre que tristemente se está perdiendo en algunos lugares.
Podemos ver un ejemplo de esta palabra en Génesis 13, cuando Abraham le dijo a Lot, su sobrino, “escucha, tenemos mucha gente y mucho ganado como para tratar de vivir en la misma tierra; así que, voy a dejarte escoger. Puedes quedarte con el lugar que quieras.” Y Lot respondió: ¿En serio? ¿Puedo elegir?
Así que Lot pensó por un momento y luego le dijo a Abraham, “me quedo con el valle del Jordán.” Y Abraham podría haber dicho: Mira, he estado pensando en estos últimos 5 segundos, y ya que soy mayor que tu, voy a ejercer mi derecho y me voy a quedar con el valle del Jordán. Mala suerte.”
Pero no fue así. Abraham cedió. Él dio un paso al costado y le cedió a Lot la tierra que él quiso.
¿Y que tal usted, querido oyente? ¿Tiene la reputación de ser una persona que cede? ¿o siente que es muy importante para eso? Cuando quería simplemente sentarse en el sofá y mirar television despues de un largo día de trabajo, pero su esposa ahora le pide ayuda con los niños… ¿cede… es amable? ¿o reclama sus derechos?
Y que tal cuando él planeó algo, y justo es el mismo día que usted estaba pensando descansar, o juntarse con su amiga. ¿Sabe lo que es ceder… es amable? Espero que si.
Qué tal cuando el profesor no está siendo razonable en clase, o con las tareas. ¿Cómo trata con él? Obviamente, que dependiendo la situacion, usted quiera tratar el tema con él… pero ¿le devuelve la mano siendo cortante, hablando mal de él con los otros compañeros? ¿o es amable?
Puro, pacífico, amable… y Santiago continúa y nos da una cuarta descripción y meta de una persona que busca crecer en sabiduría.
El versículo 17 dice, “…la sabiduría que es de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable –y ahora – benigna…”
Esta palabra se refiere a alguien con quien es fácil trabajar – una persona dispuesta a razonar, que no se pone a la defensiva o se enoja cuando no opinan lo mismo. Es una persona con la que uno se puede poner de acuerdo – alguien razonable.
En los días de Santiago, esta palabra se usaba en un contexto militar para describir a alguien que obedecía las ordenes sin cuestionarlas. También se usaba para referirse a un niño que se sometía a la voluntad de sus padres.[viii]
Lo opuesto a ser benigno sería ser cabeza dura, rebelde ante las autoridades en su vida. ¡Es tán facil reconocer a una persona sabia en este aspecto!
La persona benigna esta siempre abierta a la corrección, y no anda quejandose del jefe con los compañeros de trabajo.
Esta es la persona que, cuando le dicen que hizo algo mal, en vez de ofenderse dice: “gracias, voy a considerar lo que me dijo, así para la próxima vez puedo hacerlo mejor.”
¿Se ofende facil usted, querido oyente? Si no esta seguro, ¡pregúntele a las personas a su alrededor!
Considere las ideas y pensamientos de otros, aunque se opongan a los suyos. Considere la crítica – la buena y la mala – porque siempre hay algo que aprender. Nadie es perfecto. Piense en lo que le dicen y muestre discernimiento, no disgusto.
Eso significa ser benigno.
Santiago nos da a continuación, la única característica doble de la lista. La sabiduría de lo alto esta llena de misericordia y buenos frutos.
¿Se da cuenta del contraste aquí? La sabiduría del mundo en el versículo 16 participa de todo lo malo, pero la sabiduría del cielo participa de todo lo bueno.
Esa es la razón por la que tenemos esta característica doble. La misericordia no es sentir la necesidad de los demás, sino suplir la necesidad de los demás.
La misericordia no es solo un sentimiento, es una acción.
La misericordia siempre se demuestra, y una persona que esta creciendo en sabiduría, crece también en misericordia.
La sabiduría del mundo quiere recibir misericordia pero no entrega misericordia.
Que contraste con la sabiduría de demostrada por José –ese primer ministro de Egipto en Génesis 45. Cuando el finalmente tuvo a sus hermanos a disposición, decidió mostrarles misericordia en vez de venganza.
La sabiduría de este mundo no muestra misericordia alguna. La sabiduría de Dios es misericordiosa. De hecho, es el evangelio de misericordia
Así que, cuando el Señor trae a su vida una situación en la que usted puede mostrar misericordia, ¿qué hace? ¿Simplemente muestra algo de simpatía diciendo: “pobre, que dificil situación que le toca. Que triste” y se da la vuelta para seguir con su vida? O va y visita. Entrega su tiempo o una palabra de consuelo. Le prepara un almuerzo. Porque la verdadera misericordia va acompañada de buenos frutos.
Ahora Santiago agrega una característica más al camino de la sabiduría. Al final del versículo 17 escribe que la sabiduría de lo alto es “sin incertidumbre.”
Esto puede parecer una contradiccion al principio de ser benigno o razonable, Pero Santiago no esta refiriendose a una persona que es obstinada o terca. Esta palabra se refiere a ser inamovible en lo que se refiere a sus principios.
Dicho de otra manera, usted se ha comprometido con Cristo y no le va a fallar. No importa como sean las pruebas- usted esta decidido a seguirle. Inamovible.
Usted se compromete a ser puro hasta el matrimonio, y rehusa ceder ante la tentacion.
Usted se compromete a serle fiel a su cónyuge, y usted va a permanecer firme aún cuando sienta que esa otra persona podría amarlo, entenderlo, o aprecierlo más. Usted va a ser fiel, y va a hacer todo l o posible para restaurar su relación – irá al pastor, a algun buen consejero cristiano – usted será inamovible.
No va a vacilar entre si ir o no a ese lugar que sabe que dañará su testimonio, o donde indudablemente sabe que terminará uniendose al pecando – su decision es no, y sin importar cuanto lo inviten y cuanto lo animen, y cuanto lo molesten, su respuesta no va a cambiar.
Usted no va a tomar ventaja de una situacion, sabiendo que está mal, porque su compromiso es con el Señor.
Usted va a priorizar su relacion con Dios – el estudio de la Palabra, la oración, la comunion con los hermanos – aunque la presion de sus amigos, su familia, compañeros de trabajo, o la sociedad lo tienten a hacer otra cosa.
Lo mas sabio que uno puede hacer con su vida es comprometerse con Cristo cada dia, de manera que, cuando enfrente al mundo, no va a tener que decidir de que lado está- no va a vacilar de un lado a otro…usted está seguro y convencido.
Y cuando fracasa, confiesa y se levanta nuevamente.
La última característica que vemos en el versículo 17 es que la sabiduría de lo alto no es hipócrita.
La palabra griega ‘hupocrites’ hace referencia a un actor –alguien que literalmente usa una mascara.[ix]
En los días de Santiago, los actores griegos no se cambiaban de ropa para interpretar a otro personaje, sino que usaban distintas mascaras.
Santiago dice que la sabiduría no usa mascara. No hay lugar para disimular en la vida de un creyente que busca madurar.
Ahora, note nuevamente lo que Santiago dice en el versículo 18. “Y el fruto de justicia se siembra en paz para aquellos que hacen la paz.”
En otras palabras, una persona sabia siembra este tipo de semillas descritas aquí- y se beneficia de una cosecha de justicia.[x]
Santiago esta diciendo aquí que si usted siembra las semillas de sabiduría, obtendrá la cosecha y el fruto adecuado – una cosecha de justicia y paz con Dios, con otros y con su propia conciencia.
Santiago dice: Si usted quiere ese tipo de fruto- ese tipo de cosecha- primero tiene que sembrar ese tipo de semillas.
Me da tanto gozo que Santiago haya escrito en el versículo 5 del capitulo 1, “Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios…”
Y en el griego, esta frase indica que todos la necesitamos. Es decir, ese versículo se podría traducir: “Como a todos nos falta sabiduría, pidámosle a Dios que nos la de.”
Pero tenga en mente que estará diciendo: “Señor, yo quiero este tipo de fruto en el huerto de mi vida.” Y el Señor va a decir: “Entonces prepárese para que se remueva y prepare el terreno…y que se saquen las malezas…y las circunstancias y comodidades sean transplantadas…con el equilibrio perfecto de agua fresca y sol.”
Como verá, uno le esta diciendo a Dios, “Señor, ven y planta esas semillas para que pueda crecer en sabiduría y demostrar esos frutos y flores- que tienen un agradable a Cristo y un buen testimonio para el mundo. Porque son:
Así que oremos para que Dios nos de sabiduría, no porque solo queremos un poco mas de ella, sino porque no podemos vivir sin ella.
Este manuscrito pertenece a Stephen Davey
© Copyright 2011 Stephen Davey
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[i] Charles Swindoll, Job: Man of Heroic Endurance (W Publishing, 2004), p. 98
[ii] Charles R. Swindoll, James: Practical and Authentic Living (Insight for Living, 1991), p. 126
[iii] D. Edmond Hiebert, James (BMH Books, 1992), p. 210
[iv] R. Kent Hughes, James: Faith That Works (Crossway Books, 1991), p. 157
[v] Hiebert, p. 210
[vi] Fritz Rienecker/Cleon Rogers, Linguistic Key to the Greek New Testament (Regency, 1976), p. 735
[vii] Spiros Zodhiates, The Labor of Love (AMG Publishers, 1985), p. 185
[viii] Rienecker/Rogers, p. 735
[ix] Warren W. Wiersbe, James: Be Mature (Victor Books, 1979), p. 112
[x] Craig L. Blomberg & Mariam J. Kamell, Zondervan Exegetical Commentary on the New Testament: James (Zondervan, 2008), p. 177