Pasaje Bíblico: Santiago 4:4-6.
La vida es impredecible. Modas y tendencias cambian rápidamente. Cada generación va en búsqueda de cosas distintas. Sin embargo, la Biblia nos entrega la verdad de Dios que es aplicable en todo momento. Así que, sin importar cuánto cambie la sociedad, en este pasaje encontramos el único camino que nos llevará a la satisfacción en la vida.
Cada mes de Agosto, la universidad de Beloit, en EE.UU., publica una lista. Esta lista tiene el propósito de dar un panorama general de la cultura y el pensamiento común de la nueva generación de estudiantes que están a punto de entrar a la universidad.
Miles de profesores universitarios en todo el país leen y comparten esta lista al principio de cada año escolar. Este es un gran recordatorio de cuan rápido cambian las cosas de generación a generación. Más importantemente, les ayuda a prepararse mejor para enseñarles efectivamente.
Esta lista publicó que los alumnos que se han matriculado este año, han crecido en una era en que la tecnología y la comunicación instantánea son la norma. Estos estudiantes jamás han usado un teléfono de línea. De hecho, no saben lo que es jugar con el cable del teléfono mientras hablan.
Permítame compartir parte de esta lista de cosas que distinguen a los jóvenes de hoy de la antigua generación:
En los últimos años tantas cosas han cambiado. La cultura cambia constantemente.
Una prueba de la inspiración de la Biblia y del poder eterno del evangelio, es que estos siguen siendo tan relevantes y vigentes en la actualidad como lo eran en la década de los ’90, y como lo eran en el año 90 d.C., cuando el Nuevo Testamento terminaba de completarse.
Desde hace un tiempo ya, hemos estado estudiando una epístola del Nuevo Testamento, escrita por Santiago, el pastor/enseñador de la iglesia de Jerusalén. Y hasta el día de hoy, esta epístola nos enseña la verdad de quienes somos y como debemos vivir- con o sin teléfonos inteligentes, autos eléctricos, y Facebook.
Como se habrá dado cuenta, esta es una epístola bastante confrontacional. Nos obliga a enfrentar nuestros problemas más profundos.[i]
En nuestro último programa, estuvimos en los primeros versículos del capitulo 4 de Santiago, y descubrimos la dura verdad acerca de nuestro corazón pecaminoso. Este constantemente busca satisfacción en placeres y deseos pecaminosos.
Sin embargo, también descubrimos la verdad que el entregarse a esos deseos solo lleva a una vida insatisfecha.
El famoso comentarista, William Barclay dijo lo siguiente:
“Todo comienza con el deseo. Ese deseo –de tener esa persona, esa relación, ese trabajo, esa droga, o lo que sea- pasa de ser un deseo a algo que domina sus pensamientos- piensa en eso desde que abre los ojos y luego sueña con eso al dormir. Pasa de ser un deseo a una pasión que lo domina. Tanto así que la persona comienza a pensar y planear estrategias para conseguirlo. Tal es su pasión que aún va a considerar eliminar cualquier cosa o cualquier persona que se interponga en su camino. Todo esto puede pasar por su cabeza por un buen tiempo. Hasta que un día, la imaginación se transforma en acción; y la persona se encuentra dando los pasos necesarios para obtener lo que desea. Cada pecado es el resultado de un deseo que fue alimentando- y al alimentar ese deseo, este creció y pasó a convertirse en una acción.”[ii]
Pero Santiago no se detiene allí, sino que profundiza en el tema de nuestros malos deseos y nos advierte acerca de los malos motivos que podemos tener al orar. Él sabe que solemos enmascarar nuestros deseos egoístas con un vocabulario cristiano. Buscamos que Dios nos dé lo que queremos, como si fuera el genio de la lámpara.
Santiago dice que el creyente que hace esto no va rumbo a una vida de satisfacción, sino todo lo contrario- este se dirige hacia una vida insatisfecha y vacía. Ese creyente no va en pos de la sabiduría y el discernimiento, sino hacia la necedad; y así nunca va a llegar a tener gozo pleno, sino culpa y desolación.
Un pastor del siglo 18 lo puso de la siguiente manera: “De todos los que han experimentado con el egoísmo, díganme, ¿alguno ha tenido éxito? De todos los que han hecho del dinero su ídolo, ¿hay alguien satisfecho? De todo el que ha trabajado en los campos de la ambición ¿Se ha saciado alguno? De todos los que han vivido en sensualidad, ¿quedó alguien satisfecho? ¿Puede alguien responder afirmativamente? No, ni uno solo.[iii]
Entonces, ¿Qué vamos a hacer al respecto? ¿Cómo podemos vivir una vida que satisfaga?
A continuación encontramos la respuesta inspirada por Dios… una gran verdad para todas las generaciones. Sin importar cuanto haya cambiado la sociedad; sin importar cuanto haya avanzado la tecnología –ya sea que viaje a caballo o en un auto eléctrico- hay un solo camino que puede llevarlo a la satisfacción.
He bosquejado la respuesta de Santiago en cuatro puntos. El primero es este:
Note lo que dice Santiago 4:4, “ ¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios.”
En otras palabras, usted debe escoger a sus enemigos…y también a los amigos correctos –Dios en primer lugar- ¡porque estamos en guerra!
Y es crítico que sepa quienes son sus enemigos y quienes son sus verdaderos amigos en medio de la batalla.
Ahora, el fuerte vocabulario de Santiago aquí, ha hecho que algunos piensen que él no le esta hablando a creyentes. O sea, ¡él comienza el versículo llamándonos adúlteros!
Algunos dicen que es imposible que un cristiano pueda recibir esta descripción de adultero. O sea, no hay forma de que un verdadero se oponga a Dios ¿o si?
La verdad es que los creyentes judíos que estaban leyendo esta carta habrían entendido inmediatamente la palabra ‘adultero’ como referencia a la infidelidad espiritual.
En la Biblia se describe a Israel varias veces como la esposa de Jehová. En otras palabras, existe un pacto de amor y fidelidad entre Dios y su pueblo.
Por ejemplo, en Éxodo 34 leemos que Dios le advirtió al pueblo que no actuara como una ramera y fuera tras otros dioses.
Los profetas generalmente describían al pueblo de Israel como una generación adúltera cuando caían en la idolatría. Aún Jesucristo le dijo a los judíos incrédulos en Mateo 16:4 “Una generación perversa y adúltera busca señal, y no se le dará señal.”
Jesucristo también se refiere a Israel como a una generación adultera.
Ahora, en el Nuevo Testamento también leemos que la iglesia es la novia de Cristo (Efesios 5 y Apocalipsis 19). Estamos espiritualmente casados con Cristo (Romanos 7:4).
Esto nos deja saber que Santiago simplemente esta hablando como los profetas del Antiguo Testamento, advirtiéndole al pueblo de Dios que el ir en pos del mundo es, en realidad, adulterio espiritual.
Y ¿qué hace el adultero sino buscar satisfacción en otra persona en lugar de su conyugue?
Así que, aquí tengo una pregunta para usted ¿Es posible que un creyente busque satisfacción y deleite en algo o alguien aparte de la voluntad de Dios?
La respuesta es si – se llama pecado.
Santiago viene de frente y nos dice: El pecado es adulterio espiritual.
Que manera interesante de ver el pecado ¿no le parece? Santiago revela que el pecado es una violación del pacto de amor que tenemos con el Señor.
Es importante notar también que Santiago usa la palabra griega kosmos aquí para hablar del mundo. Esta palabra no se refiere al planeta Tierra – a su geografía, a la bella creación de Dios. Esta palabra se refiere a la sociedad que es hostil para con Dios. Se refiere al sistema pecaminoso mundial. Se refiere a los valores egoístas que caracterizan a nuestra cultura.[iv]
Esta palabra ‘mundo’ que encontramos en la Escritura describe a todo lo que no es santo. De manera que tenemos estos dos afectos opuestos – la amistad con el mundo y la amistad con Dios. Si amamos a uno, nos alejamos del otro. Es simplemente imposible mantenerse cerca de ambos.[v]
Y, a todo esto, la palabra que aparece dos veces aquí traducida como ‘amistad’ o ‘amigo,’ se trata de algo mucho mas allá de una amistad casual.
La palabra que Santiago usa es la palabra griega filia. Lleva la idea de una amistad basada en intereses comunes – deseos en común – la búsqueda de cosas en común. Es una palabra que denota afecto y que se traduce muchas veces como ‘amor’ en el Nuevo Testamento.
De hecho, en Juan 16:27 se usa para explicar el amor del Padre para los que son salvos. Es una palabra que hace énfasis en la conexión emocional y la satisfacción que la amistad trae a ambas partes.
¿Es posible que el creyente y el mundo tengan los mismos intereses – que vayan detrás de las mismas cosas, que quieran las mismas cosas – dinero, fama, popularidad, placer, comodidad y demás? ¿Es posible que nuestros intereses y nuestras preocupaciones se conformen a un mundo impío?[vi]
Si, es posible. Existe la tentación de encariñarse más con el mundo que con Dios; de ser más amigo del mundo que de Dios.
¿Alguna vez se le ocurrió que la pérdida de comunión no es ni más ni menos que una perdida de amistad? Nunca dejamos de ser hijos de Dios, pero si podemos dejar de ser amigos.
Uno no puede perder la salvación, pero si puede perder su comunión.
Y Santiago está diciendo ¿No se dan cuenta? versículo 4 – ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios?”
Esta obviamente es una pregunta retórica. La clara respuesta es: “Si, ya lo sabemos.”
Entonces, al ser así, ¿Por qué están amigándose con el mismo enemigo de Dios? ¿Por qué, entonces, le demostrarían afecto al mundo?
Piénselo de esta forma. La palabra para amistad en griego tiene relación con la palabra besar. El besar es un acto de afecto o deseo. Ciertamente es parte del adulterio. Así que podríamos decir que la amistad, el amor al mundo es como estar besándose con el mundo.
Leí acerca de una escuela que estaba teniendo un problema: Las chicas de 6to grado estaban en la moda de pintarse los labios en el recreo y, para el horror del encargado de limpieza, comenzaron la tradición besar el espejo, dejándolo lleno de lápiz labial. A ellas les parecía divertido.
La directora les dio varias advertencias a las chicas, las amenazó con sanciones, trató de todo pero nada funcionó.
Hasta que se le ocurrió una idea. Ella llamó a todas las chicas un día y las llevó al baño. Allí estaba nuevamente el espejo lleno de besos. Ella empezó a explicarles lo difícil que era limpiar las marcas de lápiz labial, y luego llamó al encargado de limpieza. Ella le dijo: “¿Sería tan amable de mostrarnos cuan difícil es limpiar estos espejos?”
–“Por supuesto,” dijo él.
El hombre agarró un cepillo, lo sumergió en el agua de uno de los inodoros y comenzó a limpiar el espejo.
Nunca más aparecieron marcas de lápiz de labios en los espejos.
¿Quién querría besar el espejo ahora?
Y eso es exactamente lo que encontramos en estos versículos. Santiago nos está diciendo, “ustedes saben que amigándose – y aun, adulterando con el mundo.” Están besando la suciedad del pecado…y están lastimando al amor de su vida. ¿Porqué querrían hacer eso?
El mundo esta en guerra con Dios y ustedes están durmiendo con el enemigo. Eso los pone del lado equivocado de la batalla. ¿¡Qué están haciendo!? Usted no tienen nada que hacer allí.
Además, jamás encontrarán satisfacción en esa relación. Despierten…dice Santiago en el versículo 4. Ustedes ya saben esta verdad; así que póngase del lado correcto de la batalla.
En segundo lugar…
Santiago hace otra pregunta muy directa aquí, en el versículo 5. Note: “¿O pensáis que la Escritura dice en vano…?
En otras palabras, ¿Creen que Dios lo dice en broma? ¿Acaso creen que Dios nos dio la Biblia porque no tenía nada mejor que hacer, así que compiló unas cuantas frases lindas y algunas historias para que podamos leer antes de irnos a dormir?
Santiago esta escribiendo con un poco de sarcasmo aquí. Él esta diciendo: ¿Piensan que la Biblia es algo que pueden tomar y dejar a la ligera? ¿O de verdad creen que es la palabra de Dios y la autoridad para nuestras vidas?
Y Santiago sabe que los creyentes van a decir: “Si, es cierto, La Biblia es la palabra de Dios.”
Lo que nos lleva a la obvia conclusión que debemos obedecer lo que la Biblia nos dice.
Entonces ¿cree usted de verdad lo que enseña la Escritura? ¿Toma en serio las advertencias de Dios? ¿Cree en las promesas de la Biblia? ¿Desea seguir los mandamientos de la Escritura?
Santiago espera que digamos si a todas estas preguntas.
¡Entonces póngalo en práctica! ¡Vívalo! El desobedecer la voz de Dios a través de la Biblia es, a lo menos, peligroso. Es ir por el camino que lleva a la desilusión.
Un hermano de nuestra iglesia me contó hace un tiempo atrás que hizo un curso de buceo en aguas profundas. Como parte del entrenamiento, lo llevaron a un lugar tan profundo y oscuro, que si no fuera por su linterna, él no podía ver absolutamente nada. Él me contó de lo fácil que es desorientarse en esas condiciones – de tal manera que, a veces, no podía distinguir para qué dirección estaba la superficie o el fondo – cual era la derecha o la izquierda.
Él me dijo: “Uno pierde el sentido de la gravedad, y al no tener un punto de referencia en la oscuridad, uno puede estar nadando hacia abajo, mientras piensa que esta nadando hacia arriba.”
En el entrenamiento le dijeron que si llegaba a desorientarse y quería ir a la superficie, él simplemente tenia que seguir las burbujas de su tanque de oxigeno. Su entrenador le dijo, “las burbujas siempre están en lo correcto.”
Nosotros vivimos en una cultura cambiante, donde es fácil desorientarse. ¿Que cosas están bien y que cosas están mal? ¿Que es sabio y que es necio?
Y esta es la lección que nos da Santiago: siga la Biblia…ésta habla con un propósito…y jamás se equivoca.
En esta era llena de avances tecnológicos, puede que nos parezca muy básico y anticuado, pero las burbujas no se equivocan nunca. Y de la misma manera que las burbujas, la Biblia nunca se equivoca. Siempre va a guiarlo a una vida que vale la pena vivir.
Pablo le escribió a Timoteo y le recordó que la escritura es útil para enseñar, instruir, reargüir, corregir e instruir en la justicia- es decir, una vida justa, correcta.
Así que póngase del lado correcto de la batalla; Ponga en práctica la palabra de Dios; y en tercer lugar,
El versículo 5 continúa diciendo: “…El Espíritu que él ha hecho morar en nosotros nos anhela celosamente?”
Nuevamente, es posible que le suene extraño escuchar que el Espíritu de Dios este celoso. Pero para la audiencia judía de Santiago esta expresión era bastante familiar, ya que, en el Antiguo Testamento, Dios solía referirse a si mismo como un Dios celoso.
Al comienzo de los diez mandamiento Dios dice, “…porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte y celoso…” Éxodo 20:5
Luego, más adelante, en Éxodo 34, Moisés le dice lo siguiente al pueblo de Israel: “..pues Jehová, cuyo nombre es Celoso, Dios celoso es.”
Esto simplemente significa que Dios no tolera rivalidad alguna. De la misma manera que un marido y su esposa anhelan fidelidad de parte del otro y sienten celos si ven que aparece un rival que compite por el amor de su pareja, Dios tiene celos por nuestra fidelidad.
A todo esto, esta es otra prueba de que Santiago le esta escribiendo a creyentes –porque el Espíritu no mora en el incrédulo. El Espíritu mora en, nosotros, los creyentes – versículo 5,
Y el Espíritu que mora en nosotros cuida con celos nuestra relación con Dios. Él se entristece cuando pecamos contra Dios.[vii]
El Espíritu de Dios habla a nuestros corazones y mentes por medio de la Biblia. Él toca nuestros corazones, nos entristece y revela nuestra culpa cuando buscamos suplir nuestras necesidades en otro que no sea el Señor.
Santiago esta diciéndonos, “dejen de tener al mundo de amante.” Si quieren una vida satisfecha, vayan al Señor, quien verdaderamente puede suplir sus necesidades.
Este es un cuadro del Espíritu Santo anhelando que amemos a Dios exclusivamente y que rehusemos entregarnos a los brazos de algún rival.[viii]
Dios nos quiere completamente para si mismo- Él es así de celoso. El quiere nuestra completa devoción.[ix]
Él no va a tolerar rival alguno – y según Santiago capitulo 4, los rivales contra quienes debemos luchar son el mundo (versículos 4-6) y, como vimos en nuestro último programa, nuestra carne – es decir, nuestros deseos (versículos 1-4).
Sintonice la frecuencia del Espíritu, por así decirlo, y usted escuchara la melodía que alaba a Dios.
Sintonice la frecuencia de la carne, y las canciones y melodías que va a escuchar van a alimentar Su ego- lo que usted quiere.
¿Sabía usted que la canción mas popular que se toca en los funerales en los Estados Unidos es la misma canción que inmortalizó Frank Sinatra – una canción escrita originalmente por Paul Anka, titulada “A mi manera”?
No estaba seguro si debía leer la letra de una canción así en este programa, pero no encontré una mejor ilustración de lo que hay en el corazón humano, que sintoniza la frecuencia del mundo en vez de la del Espíritu.
Y para empeorar las cosas, esta canción canta desde la perspectiva de una persona que esta muriendo – alguien que ha llegado al final de su vida. Esa es parte de la razón de que sea tan popular en los funerales.
La canción dice así:
“Y ahora, el final está aquí.
Y así, enfrento el telón final.
Amigos míos, lo diré sin rodeos,
Expondré mi argumento, del cual estoy seguro.
He vivido una vida plena,
Viajé por cada uno de los caminos.
Y más, mucho más que esto,
Lo hice a mi manera.
¿Cosas de que arrepentirme? he tenido solo unas pocas
Pero igualmente, muy pocas como para mencionarlas.
Hice lo que debía hacer
Y lo hice sin sentir culpa.
Planée cada uno de mis trayectos,
Cada paso cuidadoso a lo largo del camino.
Y más, mucho más que esto,
Lo hice a mi manera.
He amado, he reído y llorado.
Tuve malas experiencias, me tocó perder.
Pero ahora, mientras las lágrimas desaparecen,
Encuentro todo tan divertido
Pensar que hice todo eso.
Y permítanme decir, que lo hice sin timidez,
‘Oh, no, yo no soy asíyo lo hice a mi manera’.
¿Porque, que es una persona? ¿qué es lo que ha conseguido?
Si no se tiene a sí mismo, entonces no tiene nada.
Decir las cosas que realmente siente
Y no las palabras de alguien que se arrodilla.
Mi historia demuestra que asumí los golpes
Y lo hice a mi manera.” [x]
Querido oyente, ¿Qué frecuencia esta sintonizando? El mundo va a cantar “hágalo a su manera.” El Espíritu va a decirle: “Hágalo a la manera de Dios.”
Viva a su manera y llegará al destino de la insatisfacción. Viva acorde al Espíritu y la Palabra de Dios y, si bien puede que pase por dolor y por momentos difíciles y poco gratificantes, al final llegará a su destino llamado satisfacción.
Así que: Póngase del lado correcto de la batalla; ponga en práctica la verdad de Dios; sintonice la voz del Espíritu; y, en cuarto lugar:
Note el versículo 6. Este es un versículo que pensé que podría utilizar para un sermón entero, pero Santiago lo usa para concluir este pensamiento en particular. Dice: “Pero él da mayor gracia.”
Pero, espere un momento… ¿mayor que qué?
Romanos 5:20 nos recuerda: “…mas cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia.”
Gracia para cada situación. No existe ninguna necesidad que supere a Su gracia. Para nuestras necesidades diarias, hay gracia cada día. Para nuestras necesidades inmediatas, hay gracia inmediata. Para nuestras necesidades que nos desbordan, hay gracia desbordante.[xii]
La parte del versículo que dice “él da mayor gracia” esta en presente, lo que significa que Él nos da esta gracia continuamente.[xiii]
Nunca deja de fluir…jamás la vamos a agotar… ¡Siempre hay mas!
Un autor cuenta la historia de un jovencito, uno de siete hermanos, que tuvo un accidente y lo tuvieron que llevar al hospital. Él venía de una familia muy pobre, en donde se solía pasar hambre y en donde tenían que compartir un vaso de leche entre 3 o 4 hermanos.
Bueno, una vez que el jovencito fue hospitalizado, una enfermera le trajo un vaso de leche. El miró el vaso y luego le pregunto a la enfermera ¿Cuánto puedo tomar? La enfermera se dio cuenta de por qué le preguntaba, y con lagrimas en los ojos le dijo: “Puedes tomar todo lo que desees.”[xiv]
Es parte de nuestra naturaleza el tener necesidad…y parte de la naturaleza de Dios el dar.
La pregunta es ¿De verdad lo quiere? ¿De verdad lo anhela?
Note lo que dice el resto del versículo 6, para ver si puede recibir esta gracia. Dice:
“Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes.”
En otras palabras, ¿De verdad cree que lo necesita?
La persona orgullosa va a decir: “Yo estoy bien, no necesito a nadie.” El creyente humilde va a decir: “Necesito a Cristo en cada momento.”
Querido oyente, los que mas se benefician de la gracia son los que más reconocen su necesidad. Y los que más necesitan, más van a recibir y más van a agradecer y amar a Dios.
Santiago dice:
Y al hacerlo, su corazón estará en una posición de humildad para recibir la gracia de Dios.
Concluyo con la letra de este maravilloso himno:
Su gracia es mayor si las cargas aumentan,
Su fuerza es mayor si la lucha es más cruel,
Si más son las penas, mayor es su gracia,
Si más son las cargas, mayor es su paz.Si nuestros recursos se habrán agotado,
Si fuerzas nos faltan para caminar,
Si a punto ya estamos de desanimarnos
El tiempo ha llegado en que Dios obrará.Pero aunque las luchas fatiguen mi alma
En nombre de Cristo las he de vencer,
Su gracia constante me ayuda en la vida
Pues si Él es mi guía seguro estaré.Su amor no termina, su gracia no acaba,
Un límite no hay al poder de Jesús,
Pues de sus inmensas riquezas en gloria
Abundan sus dones, abunda su amor.[xv]
Este manuscrito pertenece a Stephen Davey
© Copyright 2011 Stephen Davey
Todos los derechos reservados
—
[i] R. Kent Hughes, James: Faith That Works (Crossway Books, 1991), p. 176.
[ii] William Barclay, The Letters of James and Peter (Westminster Press, 1976), p. 100.
[iii] Hughes, p. 169.
[iv] John MacArthur, James (Moody Press, 1998), p. 193.
[v] Adapted from Spiros Zodhiates, The Labor of Love (AMG Publishers, 1981), p. 242.
[vi] Zodhiates, p. 241.
[vii] Warren W. Wiersbe, James: Be Mature (Victor Books, 1979), p. 124.
[viii] D. Edmond Hiebert, James (BMH Books, 1992), p. 233.
[ix] Charles R. Swindoll, James: Practical and Authentic Living (Insight for Living, 1991), p. 138.
[x] Written by: Paul Anka, Claude Francois, Gilles Thibault, Jacques Revaux Arranger: Don Costa.
[xi] Hiebert, p. 234.
[xii] John Blanchard, quoted by Hughes, p. 178.
[xiii] Zodhiates, p. 252.
[xiv] Zodhiates, p. 252.
[xv] Himno, Su gracia es Mayor, por Annie Johnson Fint.